En la entrada anterior vimos qué era la verdad en Santo Tomás de Aquino y ahora nos toca ver algo mucho más profundo que es preguntarnos ¿Dónde está la verdad? Realmente este es un tema complejo para el aquinate y en realidad para todos los filósofos predecesores del mismo. Griegos, romanos, musulmanes, cristianos y otros pensadores se han esforzado por dar una pista sobre dónde se encuentra la disputada verdad ¿Podrá alcanzarla Santo Tomás de Aquino? veámoslo en los siguientes apuntes de filosofía.
QUAESTIONES DISPUTATAE DE VERITATE
¿Está la verdad en el intelecto o en las cosas?
Dificultades
Se dice principalmente que la verdad se encuentra más en las cosas que en el alma. Las cosas exteriores caen en la categoría de especies y por este motivo no estarían en el alma. En ese caso, entonces la verdad sería una especie y no un género, además de que el alma no podría ser verdadera al no poder mezclarse con la especie.
Ahora, en el caso de que la verdad estuviera en el alma, entonces cualquier pensar u opinión que estuviera en el alma sería verdadera, es decir, cualquier parecer o estimación sería valida, lo cual nos llevaría al antiguo planteamiento de Protágoras ''El hombre es la medida de todas las cosas''.
Otros dicen que la verdad está en el intelecto. San Agustín de Hipona establecía al menos tres definiciones de verdad:
- La verdad es aquello que puede ser visto
- La verdad es aquello que aparece al conocedor, adquirida por la voluntad y el deseo de saber
De acuerdo a Santo Tomás, estas dos definiciones son erróneas, porque de ser así, entonces todo lo que no es visto no es verdadero. La segunda cae en un error similar añadiendo que la verdad estaría sometida a la voluntad del conocedor.
Sed contra (Por el contrario)
Los filósofos en general dicen que lo verdadero y lo falso se encuentran en la mente. Dicen que es la ''conformidad entre la cosa y el intelecto'' y, por supuesto, esta conformidad sólo se da en la mente.
Respondeo (Respuesta)
Los seres son predicados de muchas maneras sobre todo en dos sentidos principales. Así, se dice que un animal es saludable, el sentido completo de ''saludable'' puede encontrarse en todos los animales. En efecto, cuando hablamos de un animal cualquiera, inmediatamente lo imaginamos y entendemos con salud.
En base a seto, podemos decir que la verdad se encuentra de forma secundaria en las cosas y de forma primaria en el intelecto.
Ya que de forma primaria la verdad se encuentra en el intelecto, entonces será necesario que también se hable de la verdad tanto con el intelecto práctico y el intelecto especulativo. El conocimiento práctico es el que hace las cosas, mientras que el conocimiento especulativo recibe, y luego es el intelecto divino quien mide las cosas recepcionadas. Sin embargo, el intelecto divino mide pero no es medido, al contrario de las cosas naturales que miden y son medidas.
Pareciera ser que las cosas naturales están situadas entre los distintos intelectos. Tanto el intelecto humano como el divino se sirven de las cosas naturales. Si el intelecto humano no existiera, las cosas naturales seguirían siendo verdaderas por el intelecto divino. Sin embargo, si no existe ni el entendimiento humano ni el divino, entonces no existiría la verdad.
Respuesta a las dificultades
En base a seto, podemos decir que la verdad se encuentra de forma secundaria en las cosas y de forma primaria en el intelecto.
Ya que de forma primaria la verdad se encuentra en el intelecto, entonces será necesario que también se hable de la verdad tanto con el intelecto práctico y el intelecto especulativo. El conocimiento práctico es el que hace las cosas, mientras que el conocimiento especulativo recibe, y luego es el intelecto divino quien mide las cosas recepcionadas. Sin embargo, el intelecto divino mide pero no es medido, al contrario de las cosas naturales que miden y son medidas.
- Intelecto práctico: crea las cosas del entendimiento
- Intelecto especulativo: recepciona las cosas del entendimiento
- Intelecto divino: mide las cosas del entendimiento
- Cosas naturales: mide el entendimiento humano y es medida por el entendimiento divino
Pareciera ser que las cosas naturales están situadas entre los distintos intelectos. Tanto el intelecto humano como el divino se sirven de las cosas naturales. Si el intelecto humano no existiera, las cosas naturales seguirían siendo verdaderas por el intelecto divino. Sin embargo, si no existe ni el entendimiento humano ni el divino, entonces no existiría la verdad.
Respuesta a las dificultades
De tal manera, la verdad estaría relacionada con el intelecto y secundariamente de una cosa conformada por el intelecto. El ser puede ser intercambiable con la verdad, dado que el ser es conformado tanto por el intelecto divino y humano los cuales en ambos está la verdad.
Ahora, si decimos que también está en el intelecto humano, entonces podríamos concordar con la cita de San Agustín sobre lo que ''puede ser visto'', sin embargo, Santo Tomás agrega que puede ser visto sólo potencialmente. El único que puede tener acceso a la verdad es el intelecto divino.
Ahora, si decimos que también está en el intelecto humano, entonces podríamos concordar con la cita de San Agustín sobre lo que ''puede ser visto'', sin embargo, Santo Tomás agrega que puede ser visto sólo potencialmente. El único que puede tener acceso a la verdad es el intelecto divino.
Conclusión
Nuevamente Santo Tomás arremete con la posición de San Agustín respecto a la verdad, aunque con algunos alcances la logra incorporar. Debemos señalar que el problema de Santo Tomás no es sólamente filosófico sino que también lingüístico, en el sentido de que la verdad se toma desde todas sus dimensiones. Esta no es la última parte sobre la verdad, pues esta sigue dando que hablar, hasta ahora tenemos que la verdad también en está en el intelecto y no necesariamente en la cosa.