Este sí que es un tema que converge en el interés de tanto de los teólogos y de los filósofos debido a la importancia que reviste en el pensamiento. La mente ha sido todo un misterio incluso para los tiempos de hoy, aunque grandes avances se han hecho al respecto. ¿Qué podrían los hombres de la Edad Media describir en cuanto a la mente y sus complejos sistemas? esto es lo que veremos el día de hoy de manos de Santo Tomás de Aquino.
Referencias:
(1) Esta es una crítica a San Anselmo de Canterbury en su argumento ontológico.
Referencias:
(1) Esta es una crítica a San Anselmo de Canterbury en su argumento ontológico.
LA MENTE
¿Está la memoria en la mente?
La memoria se considera como un conocimiento del pasado. Pero el conocimiento de ese pasado se da en el tiempo presente, en el ahora. Por otro lado, el entendimiento no discrimina entre pasado y presente, pues todos los conocimientos se encuentran sin ver esta diferenciación. En todo caso, la memoria estrictamente pertenece a la parte sensible, pero también toma parte en lo intelectivo.
La idea de que la memoria sea algo sensitivo nos viene del propio Avicena quien decía que la memoria solo podía retener las especies. Luego de un tiempo, las especies parecieran retirarse de la memoria y es ahí que la memoria sería sensitiva, ya que recuerda cada vez que se le presenta un objeto que había olvidado.
Sin embargo, esto no parece razonable. Los recuerdos necesitan una base intelectiva donde puedan quedar almacenados. En este sentido, aunque los recuerdos parecieran tener una especie de sensibilidad, los recuerdo estarían mejor guardados en el intelecto posible para luego quedar de forma permanente en el intelecto agente.
¿Se distingue la memoria del entendimiento?
Puede distinguirse de una forma y para esto Santo Tomás de Aquino toma el ejemplo del conocimiento de la Santísima Trinidad. El hombre puede entender de dos maneras: por una imitación perfecta y otra imitación imperfecta.
La memoria se encargaría del conocimiento habitual, mientras que el entendimiento se encargaría del conocimiento en acto, inamovible.
¿Conoce la mente las cosas materiales?
Las conoce en cuanto a sus formas lo que hace que el objeto pueda entenderse incluso si no está presente. La mayor parte de las formas necesitan la materia como las cosas naturales, pero también existen cosas que no tienen forma como los objetos matemáticos.
La única manera que tiene el hombre de conocer la materia en sí es sólo a través de la analogía. Nuestra mente tiene un conocimiento inmaterial de las cosas por lo que sólo necesitamos nuestra mente. Los únicos que pueden tener conocimiento de la materia en sí son Dios y los ángeles, ya que el hombre no puede concebir la materia sin forma.
¿Se conoce la mente en sí misma?
Para entender si se conoce a sí misma, tenemos que ver cómo es que puede hacerlo. Por una parte, puede hacerlo a través de la esencia, es decir, una vez que conoce la esencia puede conocer aquello esencial. No lo conoce a través de otra cosa, sino que conoce la esencia directamente.
¿Cómo es que logra alcanzar su esencia más pura? a través de la verdad. La verdad inviolable está presente en nuestra mente tal como diría San Agustín de Hipona contra los Académicos, una vez que se logra esta verdad en nuestra mente, entonces puede saberse que la mente se conoce en sí misma.
¿Puede ver la mente a Dios en su esencia?
La mente puede conocer las especies de cada criatura, pero eso no quiere decir que pueda ver la de Dios. La esencia divina tanto de los ángeles como de Dios no puede ser conocida, a menos que esta se presente en cosas inteligibles para el hombre. Aún así, el hombre solo tendría acceso a aquello que es superficial en el ser.
Por otro lado, si se pudiera ver la esencia de Dios, entonces esto tendría que ser a través de especies no creadas (no corporales). Sin embargo, quien ve tendría que transformarse en una especie no creada lo cual es imposible.
La única manera, quizás, de ver alguna manifestación de la esencia de Dios es a través de los milagros. Es así que hombres pudieron caminar sobre las aguas y curarse de enfermedades. Pero eso no ocurre a voluntad del hombre, sino que por una fuerza exterior a él, es decir, Dios mismo.
¿Es evidente en el ser humano la existencia de Dios?
La evidencia de Dios no es evidente en la mente humana, no se puede tomar por cierta porque la existencia de Dios debe ser demostrada(1). De hecho, el concepto de existencia de alguna criatura no es necesariamente entendible en la mente. Un ejemplo de esto es que hay personas que no pueden entender la existencia de ciertas cosas, ya que no tienen entrenada su inteligencia de manera suficiente. Estas personas sólo pueden llegar al grado de ''imaginación'', mientras que hay otras, como los filósofos, que pueden perfectamente probar la existencia de alguna cosa (como lo han hecho a lo largo de la historia).
Por lo tanto, la existencia de una criatura no es inmediatamente evidente en la mente, pues debe ser probada para que con el hábito sea evidente.
Conclusión
Hemos llegado a una parte interesante de las cuestiones disputadas de Santo Tomás. La demostración de un ser viene de mano con aquello que llamamos lógica, y el aquinate, a pesar de ser teólogo, no escatima en decir que para probar la existencia de Dios se necesita hacerlo a posteriori, y no a priori como se venía haciendo desde hace tanto tiempo en la Edad Media. Aún nos queda mucho por recabar en el filósofo.
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