Una de las discusiones más acaloradas entre los teólogos de la Edad Media era si Dios conocía a los particulares, es decir, conocía a los seres corporales siendo él divino Photo by Marcel Oosterwijk on Foter.com / CC BY-SA |
Puede ser uno de los pensadores más criticados por Santo Tomás de Aquino, uno de los más grandes comentadores de Aristóteles en el mundo árabe: Averroes. No hace falta decir que lo que se viene ahora es una critica de parte del aquinate; por supuesto, Averroes y Santo Tomás parecieran ser enemigos de toda la vida a pesar de que no fueron contemporáneos. Veamos en que difieren estas dos grandes mentes filósofo teólogas de la Edad Media.
De substantiis
separatis
Parte V: Averroes
Sustancia y materia en Averroes
Sustancia y cuerpo
Entre muchas de las cosas que sabemos de Averroes, la más significativa es aquella de la eternidad del mundo que generó muchas controversias, ya que lo único eterno es Dios. Otra de las cosas que generaba aún más controversias eran los dicho de Averroes en cuanto a que Dios no conoce los particulares (o singulares). Pero no solo esto, es decir, no solo no los conoce sino que tampoco puede ejercer ninguna acción sobre ellos.
Esto se basa en que las sustancias separadas son de un orden distinto al de las criaturas corporales. La sustancia pura no puede conocer los cuerpos ya que un cuerpo conoce a otro por medio de l o sensible. Como las sustancias separadas (los ángeles) no tienen corporeidad o al menos tienen más sustancia que cuerpo (sobre todo Dios que es pura sustancia), entonces estos no pueden conocer los seres particulares.
Dios conoce los particulares siendo Universal
Las cosas universales incluyen dentro de sí las cosas que conocen. Tienen un espectro que abarca todo lo que las rodea y de no ser así entonces no podrían ser llamadas universales.
El entendimiento de Dios es su substancia misma y a consecuencia de esto, Dios debiera conocer su propia sustancia a la perfección. Además, si Dios conoce su sustancia, todo lo que es incluido en el concepto de sustancia es a la vez incluido en el concepto de Dios. Como Dios se extiende a todo, entonces Dios conoce a todos los seres, y los seres se conocen aún más cuando conocen a Dios puesto que lo esencial de los seres es su sustancia.
Una objeción a esta teoría sería decir que si Dios ''entiende'' a través de la sustancia, entonces tendría que ser potencia. Esto lo dice Averroes justamente porque para el hombre es ''trabajoso'' aprender, por otro lado, si ''entiende''las cosas quiere decir que estas están separadas de él.
No obstante estos argumentos, Santo Tomás nos dice que Dios entiende las cosas a través de el mismo y no a través de las cosas. En este sentido, todas las cosas están en Dios y todas se dirigen a un fin determinado por él. De lo contrario, si esto no es así entonces se estaría negando la omnipotencia de Dios.
En cuanto a las sustancias separadas, estas siempre van a seguir los designios de Dios entendiendo que estas están dentro de él. Por lo tanto, tanto Dios como las sustancias separadas pueden conocer los actos de los particulares.
En cuanto a las sustancias separadas, estas siempre van a seguir los designios de Dios entendiendo que estas están dentro de él. Por lo tanto, tanto Dios como las sustancias separadas pueden conocer los actos de los particulares.
Conclusión
Una discusión que quizás ya hemos visto en otros escritos, sobre todos en la entrada sobre los comentarios que Santo Tomás de Aquino hizo a Averroes. Si bien la teoría de Averroes fue plausible y entendida en su momento, la verdad es que Santo Tomás nos trae algo más preciso a la hora de determinar la naturaleza de la sustancia divina. Si bien esta parte del tratado no versó mucho sobre las sustancias separadas, este sí nos da una muy buena información: Nadie escapa del poder divino.
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