miércoles, 24 de octubre de 2018

San Alberto Magno - Vida y obra (1193 - 1280).



Una de las figuras más importantes de la corriente filosófica cristiana y católica. Fue nada más ni nada menos que el maestro de Santo Tomás de Aquino. Fue Doctor expertus y Doctor Universalis de la Iglesia Católica y está en el número 28 de los doctores de la Iglesia. Hablo de los temas más diversos en diferencia con sus predecesores que se dedicaron a la teología y a la filosofía en menor grado. Estamos hablando de San Alberto Magno considerado por algunos teólogos expertos como el más sublime de los teólogos. Veamos la vida y obra de este hombre. 

San Alberto Magno

Primeros años

Estudios

Alberto Magno nació el año 1193 en la ciudad de Lauingen, Baviera. Estudió en la Universidad de Padua donde recibió instrucción sobre los textos aristotélicos. De acuerdo con Rudolph de Novamagia, a Alberto le costaba mucho estudiar. Un día se escapó de la escuela en su hartazgo por ella, y cuando iba subiendo la escalera se encontró con la imagen de la Virgen María quien lo bendijo para entrar en las órdenes sagradas. 

Así, Alberto se volvió miembro de la Orden Dominica y estudió teología en Bolonia y en otros lugares. Fue llamado Magno por sus grandes conocimientos filosóficos-teológicos. 

Fue ahí mismo donde hizo sus cátedras y escribió su obra Summo de bono luego de su discusión con Felipe, el Canciller. En el año 1245 se convirtió en Maestro de teología en la Universidad de Saint Jacques, siendo el primer dominico alemán en tener esta distinción. En este período fue donde Santo Tomás de Aquino conoció todas sus obras y se convirtió en su discípulo

Carrera teológica

En su vida académica estudió tanto los textos de Aristóteles como de los árabes sobre todo de Avicena y Averroes. Sin embargo, Alberto criticaba duramente los textos de estos dos últimos filósofos, debido a su visión del Universo. 

Siempre defendió a la escuela dominicana y de hecho, el mismo fundó un programa de estudios para que los dominicos pudieran estudiar filosofía. 

Obispo de Regensburg

En el año 1259, el papa Alejandro IV lo hizo obispo de Regensburg donde desarrolló su humildad mucho más que antes. De hecho, cuando se le pidió recorrer la diócesis a caballo (como así lo dicta la orden), el prefirió hacerlo a pie. Por eso recibió el apodo de ''botas de obispo''.

En el año 1263, el papa Urbano IV le reveló los deberes de un obispo más la predicación por la Octava Cruzada en los países germánicos. Luego Alberto renunciaría a los deberes de obispo entregándose a una vida monacal en el convento de Wurzburgo. 

Un dato anecdótico de San Alberto Magno es que se dice que él habría descubierto la piedra filosofal. Ya en sus escritos sobre los minerales, Alberto Magno nos habla de un elixir que ocuparon los alquimistas para transmutar cualquier metal en oro. La transmutación seguiría prolongándose hasta que en cierta combinación se llegó a crear la piedra filosofal. 

A pesar de ello, la leyenda dice que Alberto Magno le pasó la piedra filosofal a Santo Tomás de Aquino antes de su muerte. 

Últimos momentos con Santo Tomás de Aquino

Una de las últimas apariciones que hizo San Alberto Magno fue defender las idea de Santo Tomás de Aquino que eran atacadas y criticadas por Esteban Tempier, quien condenaría los escritos. Este obispo de París objetaba a Santo Tomás su radicalismo aristotélico. De hecho, muchos filósofos que se sustentaban en teorías aristotélicas fueron condenados por este obispo.

Era de esperar que Alberto Magno, siendo él también aristotélico, defendiera no sólo la doctrina del estagirita, sino más profundamente a su discípulo Santo Tomás quien para esa fecha ya había fallecido. 


Muerte de San Alberto Magno

Alberto tenía esas enfermedades propias de la vejez y la muerte de su alumno Tomás de Aquino en el año 1274 lo agravó. Finalmente, Alberto muere en el año 1280 con sus hermanos dominicos en Alemania. En el año 1622 fue beatificado y en 1931 sería hecho Doctor de la Iglesia por el papa Pío XI.

Pensamiento

En cuanto a los escritos de alquimia, siempre se pensó que Alberto era una especie de mago o alquimista. Sin embargo, estos hechos fueron considerados falsos, pues existieron muchos textos atribuidos a Alberto pero que no coincidían en fechas. 

Filosofía ente Platón y Aristóteles

Los sorprendente de Alberto es que este hombre pensaba más filosóficamente que teológicamente. Su preferencia por la filosofía lo ayudaba a sustentar la teología y de paso su fe en la religión. De ahí que su pensamiento fuera muy similar al de Aristóteles, y por cierto, fue él quien introdujo a los filósofos griego en el pensamiento cristiano. Por otro lado, San Alberto Magno también trató de conciliar las posturas aristotélicas y platónicas, diciendo que la verdad se encontraba en el equilibrio de estas. 

San Alberto Magno tenía un pensamiento muy científico, algo raro en los teólogos de aquellos tiempos centrados en acabar con la herejía. El mismo decía:

''No hay ciencia alguna sin el conocimiento exacto de los lugares geográficos, de sus diferencias y de las causas de ellos, los que no se preguntan por estas cosas, cometen un grave error''

Es así que San Alberto Magno no era solamente un teólogo, filósofo o científico, sino que también era un gran investigador de la naturaleza.

Teología con San Agustín de Hipona

San Alberto siempre quiso incorporar la filosofía a la teología y es por eso que nunca descuidó ni la ratio superior (teología) ni la ratio inferior (filosofía). Muchos filósofos anteriores habían desechado la filosofía siendo fideístas y teólogos a ultranza. Un ejemplo de esto fue el mismo Al-Ghazali quien escribió ''La incoherencia de los filósofos'', donde demostraba los puntos en contra de estos últimos. 

Obras

La fechas de sus obras no están claras, pues todos sus escritos fueron compilados tiempo después. Aquí tenemos algunos de ellos, por supuesto, a medida que los vayamos desarrollando los pondremos en esta lista.

Como dijimos en un comienzo, las obras de San Alberto Magno son más filosóficas que teológicas, por lo que debemos entender más conceptos del pensamiento que de la religión (aunque no es excluyente).

Conclusión

Llegamos a un tiempo fascinante, pero también nos vamos acercando poco a poco al fin de la filosofía medieval. Bastará con pasar a Santo Tomás para ya tener listo el proceso del pensamiento medieval. Seguramente, ni San Alberto Magno podría predecir lo que se vendría con sus obras, es decir, el poderoso movimiento que surgirá a partir de sus escritos. Veamos en las siguientes entradas como es que este hombre marcó la racionalidad en la teología. 

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