La persecución de los judíos bajo los visigodos comenzó principalmente en el siglo VI, cuando este reino, que controlaba gran parte de la Península Ibérica, se convirtió al cristianismo. Inicialmente, los visigodos eran arrianos (una rama del cristianismo considerada herética por la Iglesia católica), y en ese contexto no se implementaron políticas de persecución religiosa activa contra los judíos. Sin embargo, en el año 587, el rey visigodo Recaredo I se convirtió al catolicismo y decretó que todo su reino debía adoptar la fe católica, marcando el inicio de una serie de medidas restrictivas contra los judíos.
Algunos hitos importantes de esta persecución incluyen:
III Concilio de Toledo (589): Tras la conversión de Recaredo, el concilio estableció políticas que prohibían prácticas religiosas judías y buscaban la conversión forzada de los judíos. A partir de entonces, se intensificó la presión para que los judíos adoptaran el cristianismo.
Sisebuto (612-621): Este rey impuso una política de conversiones forzadas; en el año 616, ordenó la conversión obligatoria de los judíos o su expulsión del reino. Se dice que cerca de 90.000 judíos fueron forzados a convertirse bajo su mandato, aunque la cifra es discutida por los historiadores.
Recesvinto (649-672): Bajo su reinado, se aprobaron leyes que prohibían a los judíos practicar sus rituales y tradiciones. Además, se les impedía casarse entre ellos y poseer esclavos cristianos. Los judíos que habían sido forzados a convertirse y continuaban practicando su fe en secreto (cripto-judíos) eran castigados severamente.
Egica (687-702): Su gobierno aumentó aún más la represión. En el XVI Concilio de Toledo, Egica declaró a los judíos como enemigos del reino y los acusó de conspirar con los musulmanes, quienes para entonces ya eran una amenaza en expansión. Esto llevó a la esclavización y expropiación de las propiedades judías y la obligación de muchos a trabajar en condiciones serviles.
A lo largo de los siglos VI y VII, estas políticas fluctuaron en intensidad dependiendo del monarca en el poder y las recomendaciones de los Concilios de Toledo, donde los obispos católicos discutían y establecían normativas religiosas y civiles. Con la llegada de los musulmanes en el año 711, muchos judíos vieron en ellos una oportunidad de liberación y apoyaron la conquista islámica, pues esta significó una considerable mejora en su situación y mayor libertad religiosa. Una vez instalados ahí, el imperio Omeya les permitía incluso tener sus propios jueces, aparte de los que se consideraban en el islam. En esos años, los judíos fueron protegidos por el califa Abderramán III.
Familia y estudios
Familia
Su nombre era Moshé ben Maimón que significaba ''Hijo de Moisés''. Nació en Córdoba y murió en Egipto. Estudiaba junto a su padre quien era el Rabí y talmudista Maimón ben Joseph, discípulo de Alfaz. Maimónides siempre demostró habilidades para la lectura del Antiguo Testamento, además de tener un pensamiento profundo y versátil.
Estudios
A la edad de 13 años, Maimónides viajó por distintas ciudades de España junto a sus padres, debido al conflicto que el país tenía con la dinastía bereber: los almorávides. De hecho, esta secta capturó Córdoba en el año 1148, dejando a la comunidad judía la difícil decisión de convertirse al islam, o dejar la ciudad.
La familia Maimón tuvo que aparentar ser musulmana en la vida pública, mientras que en sus casas desarrollaban sus prácticas judías. El pequeño Maimónides estudiaría el Talmud, Matemáticas, Lógica, Astronomía y Medicina hasta 1161.
Viaje a Marruecos
Por las constantes luchas entre los dos países, la familia Maimón tuvo que dirigirse a la localidad de Fez en Marruecos en 1159. Si bien Marruecos estaba cerca de España (además de estar gobernado por los almorávides), este era un lugar mucho más pacífico y los Maimón serían tomados como simples extranjeros musulmanes.
Zarpando de Sabath, cuando Maimónides emigró a la Tierra de Israel, él y su familia fueron recibidos con gran respeto por la comunidad judía de Acre, una de las más grandes en ese momento. Allí entabló una estrecha amistad con el rabino Yafta ben Eliyahu, rabino de Acre. Esta relación continuó incluso después de que el rabino Yafta fuera nombrado juez en Alejandría, bajo la dirección de Maimónides como rabino principal de Egipto.
Cinco meses después de su llegada a Israel, Maimónides, su padre y el rabino Yafta visitaron Jerusalén, donde permanecieron tres días, y luego viajaron a Hebrón para orar en la Cueva de los Patriarcas. En una carta manuscrita recogida en Sefer Haredim, Maimónides relató su llegada a Acre y su peligrosa travesía en el mar. Juró que los días en los que fue salvado del peligro serían de alegría y oración para él y sus descendientes. Durante su estancia en Jerusalén, también oró en lo que llamó la "casa grande y santa", que algunos interpretan como el Monte del Templo, aunque otros creen que se refería a una sinagoga.
Maimónides vio su visita a los sitios sagrados de Israel como un privilegio y expresó su esperanza de que todo Israel pudiera algún día ser testigo de la reconstrucción de esos lugares sagrados.
Viaje a Egipto
Después de cinco meses en Tierra Santa, la familia de Maimónides se estableció en Egipto, primero en Alejandría y luego en Fustat (actual El Cairo). Allí, Maimónides se casó con la hija de R. Mishal Halevi y tuvo a su hijo Avraham, quien más tarde continuaría su legado. En Egipto, Maimónides fue nombrado Rais al-Yahud (Jefe de los judíos) en dos ocasiones, dirigiendo la comunidad judía y estableciendo importantes regulaciones sobre el matrimonio y la pureza ritual.
Sin embargo, la vida de Maimónides no estuvo exenta de problema ya que su padre moriría apenas llegaron a Egipto. Su hermano David, quien era un próspero mercante de joyería, moriría en el hundimiento de un barco llevándose toda la fortuna de los Maimón. Esto significó que Maimónides sería el único sostén de la familia.
Maimónides como médico
Para solventar los gastos y los problemas económicos, Maimónides recurrió al rabinato de Egipto pero este no daba remuneración alguna por el trabajo realizado. Por lo tanto, Maimónides estudió medicina por lo que su fama se propagó rápidamente por el lugar. Su fama llegó a ser tal que Maimónides se convirtió en el médico de la corte del Sultán Saladino. También se convirtió en el líder judío de toda su comunidad, resolviendo los problemas de la gente a nivel personal y comunal.
Sin embargo, lo que cuenta Maimónides sobre ser médico en la corte del sultán no es muy complaciente. De hecho, Maimónides pasaba días enteros en la corte, y además tenía que atender más gente al llegar a su casa.
Maimónides falleció el 13 de diciembre de 1204 en Fustat, Egipto, a los 66 años. Tras su muerte, su hijo, el rabino Avraham, asumió su liderazgo entre los judíos de Egipto, y su familia continuó desempeñando roles importantes en la comunidad.
Según la tradición, Maimónides pidió que no lo enterraran en Egipto, por lo que su cuerpo fue trasladado a Tiberíades, donde se considera que está su lugar de sepultura. En ese sitio también se encuentran otros líderes religiosos, como el rabino Yojanan ben Zakhai. Sin embargo, algunos estudiosos han cuestionado esta tradición y sugieren que podría haber sido enterrado en Hebrón, cerca de la Cueva de los Patriarcas. Esta teoría fue discutida en el siglo XX, basada en un manuscrito del siglo XVI.
En contraste a muchos otros filósofos, el pensamiento de Maimónides, a pesar de ser tremendamente religioso, también era integral. Sus obras fueron escritas en árabe, ya que toda su vida vivió en tierra musulmana, pero nunca dejó de tener un pensamiento estrictamente judío.
Rechazó a los filósofos árabes y judíos a excepción de Avempace y Al-Farabi; sin embargo, el filósofo que para él fue más influyente fue Aristóteles. También se dice que admiraba a Averroes, pero esto fue en menor medida con respecto a los otros filósofos mencionados.
Religión y filosofía
Para Maimónides, el conocimiento de la filosofía estaba basado en la razón y en lo humano, mientras que la religión estaba basada en la verdad y Dios; por lo tanto, la religión sería superior a la filosofía.
Interpretación de las escrituras
Al igual que San Agustín de Hipona, Maimónides dice que las Sagradas Escrituras deben leerse con interpretación, es decir, el sentido literal es imposible de ser comprendido en las Escrituras. ¿Por qué? imaginemos el siguiente versículo:
La Guía de los Perplejos, escrita por Maimónides en el siglo XII, es una de las obras filosóficas más importantes del pensamiento judío medieval. Dirigida a personas racionales con dudas sobre la fe, la obra busca reconciliar la religión con la filosofía. Escrita originalmente en árabe judío, fue traducida más tarde por Shmuel Ibn Tibbon y ha influido tanto en pensadores judíos como no judíos.
El libro aborda temas como la naturaleza de Dios, la profecía, la creación del mundo, y el significado de los mandamientos, usando un enfoque racional. Maimónides también critica las encarnaciones de Dios y discute con corrientes filosóficas islámicas, como el Kalam. Su método incluye la dispersión intencional de temas en el libro, lo que invita a los lectores más educados a descubrir sus secretos ocultos.
Aunque Guía de los Perplejos fue influenciada por el pensamiento de Aristóteles y de filósofos islámicos como Al-Farabi, Maimónides adapta estas ideas a la teología judía. A lo largo del libro, también explica las mitzvot como medios para reformar la sociedad y acercar al individuo a Dios.
La recepción de la obra fue ambivalente: mientras que algunos rabinos la criticaron por la influencia filosófica griega, otros la consideraron fundamental para el pensamiento judío. A pesar de las controversias iniciales, el libro ha ganado un lugar central en el estudio del judaísmo y la filosofía a lo largo de los siglos.
Maimónides sostenía la negación de la encarnación física de Dios y la negación de atribuirle títulos o atributos humanos, como emociones. Gran parte de la primera parte de su obra Guía de los Perplejos se centra en purificar el pensamiento judío de estos conceptos, basándose en el versículo "Shemá Israel, el Señor es nuestro Dios, el Señor uno es". A partir de esto, formuló dos de sus trece principios de la fe judía: la "unicidad de Dios" y la "negación de la corporeidad". Su lucha contra la idea de que Dios tenga forma física fue exitosa, pero su esfuerzo por eliminar la atribución de atributos humanos a Dios no tuvo tanto impacto.
Maimónides argumentaba que las expresiones en la Torá que parecían dar a Dios atributos físicos o emocionales debían entenderse como lenguaje figurado, y que muchas de las enseñanzas rabínicas debían interpretarse como parábolas, especialmente si contradecían la razón. Criticaba a los predicadores que tomaban las escrituras al pie de la letra y confundían a la gente.
Además, Maimónides rechazaba creencias en la astrología, la magia y los conjuros, considerándolos falsos y engañosos. A diferencia de otros pensadores como el Ramban, que consideraban que estas prácticas podían tener alguna verdad pero estaban prohibidas por la Torá, Maimónides creía que eran meras ilusiones sin base real. Para él, creer en estas prácticas no solo era irracional, sino también una muestra de ignorancia.
Medicina
Maimónides fue un pionero en la medicina preventiva, integrando en sus escritos médicos y en su Mishná Torá guías sobre nutrición, ejercicio y salud mental. En temas de nutrición, recomendaba elegir alimentos no por su sabor, sino por su eficacia, evitar comer con el estómago lleno y no mezclar demasiados sabores en una sola comida. También enfatizaba la importancia del ejercicio físico, señalando que, aunque se sigan otras reglas de salud, sin ejercicio eventualmente se necesitarán medicamentos.
En cuanto a la salud mental, Maimónides fue uno de los primeros en relacionar el judaísmo con la terapia psicológica. En su obra Ocho Capítulos, sugiere que las personas con desequilibrios emocionales deben consultar a un sabio, quien les ayudaría a corregir sus rasgos extremos mediante la práctica de lo opuesto, hasta encontrar el "camino dorado". Este enfoque estaba basado tanto en las enseñanzas filosóficas de Aristóteles como en las de los Sabios judíos.
Además, Maimónides consideraba la salud mental como parte crucial de la medicina. Creía que un médico debía entender que los pacientes con problemas físicos a menudo también sufrían emocionalmente, y que la mente amplia y sana era esencial para el bienestar general. Para él, la salud del alma y del cuerpo estaban profundamente interconectadas, y ambos debían ser tratados conjuntamente.
Astronomía
Maimónides, influenciado por la cosmología aristotélica, rechazó los epiciclos de Ptolomeo y optó por un modelo donde los cuerpos celestes giran en esferas desplazadas respecto a la Tierra, aunque finalmente consideró insatisfactorias estas explicaciones. Maimónides consideraba que los excéntricos, al igual que los epiciclos, eran incompatibles con la física aristotélica. También rechazó la teoría de las esferas homocéntricas por su incapacidad para explicar las irregularidades en el movimiento planetario. En última instancia, Maimónides reconocía que la comprensión humana podría ser insuficiente para captar plenamente la estructura del universo.
Astrología
Maimónides rechazaba firmemente creencias como la astrología, la magia y los conjuros, considerándolas ilusiones sin fundamento. A diferencia del Ramban, quien creía que estas prácticas podían tener algún valor pero estaban prohibidas por la Torá, Maimónides sostenía que no había verdad alguna en ellas. En su Mishná Torá, Maimónides escribió que todas estas acciones mágicas eran falsas y engañosas, promovidas por los antiguos paganos. Además, argumentaba que cualquier persona que creyera en estas prácticas, aunque pensara que la Torá simplemente las prohibía, era alguien ingenuo y carente de entendimiento.
- Tratado de terminología lógica (16 años de edad): libro que trata sobre varios conceptos utilizados en lógica y metafísica.
Parte I: Introducción a las proposiciones
Parte II: El silogismo
Parte III: Orden y significado - Mishné Torah (1166): se trata sobre los fundamentos de la Torah y sus distintas leyes con respecto a los profetas, la creación, las profecías y otras cosas.
- Epístola a Yemen (1172): varias epístolas para animar a la comunidad judía que estaba siendo sometida a una conversión forzosa al islam.
Epístolas I - X
Epístolas XI -XX
- La Guía de los Perplejos (1190): un libro que exhorta a la comunidad judía a tener una visión más racional de la ley hebrea.
Libro I: Parte I: Conceptos de la Torah
Libro I: Parte II: Facultades humanas
Libro I: Parte III: Atributos y otros conceptos
Libro I: Parte IV: Palabras aplicadas a Dios
Libro I: Parte V: Proposiciones del Kalam
Libro II: Parte II: Prueba aristotélica
Libro II: Parte II: La creación del Universo
Libro II: Parte III: Naturaleza y Universo
Libro II: Parte IV: Profecía y filosofía
Libro III: Parte I: Concepto sobre las visiones
Libro III: Parte II: El hombre y la naturaleza
Libro III: Parte III: Características de Dios
Libro III: Parte IV: Las Leyes y Los Preceptos - Cartas sobre la astrología (1192): una carta breve en contra de la astrología.
Por supuesto, hay muchas más obras pertenecientes a Maimónides, pero no han sido traducida al español o al inglés. Contentémonos con lo que tenemos ahora y después podremos obtener mayor información.
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