- ¿Recuerda el alma el mundo inteligible?
- ¿Recuerda el alma las cosas del mundo sensible en el mundo inteligible?
El concepto de intelecto puede ser uno de los más interesantes dentro de la filosofía islámica, pues como emos visto en otras entradas es distinto del concepto de intelecto en la filosofía griega. Es más, el mismo Al.Kindi nos hablará de tipos de intelecto, y presumiblemente, más de aquellos contabilizados por los griegos. A pesar de ser un gran seguidor de Aristóteles, Al-Kindi no seguirá del todo al estagirita, sobre todo en su visión epistemológica. Veamos lo que nos trae este interesante texto
Referencias:
(1) Sin embargo, en su obra ''Sobre la primera filosofía'' nos decía que el alma en efecto tiene divisibilidad
(2) Sentido interno de acuerdo con Aristóteles.
SOBRE EL INTELECTO
Al-Kindi comienza este texto aludiendo a que el concepto de intelecto es efectivamente heredado de los filósofos griegos como Platón y Aristóteles.
Para comenzar, Al-Kindi nos habla de lo que Aristóteles entendía por intelecto. El intelecto es de cuatro tipos:
Sin embargo, la facultad sensitiva no es otra que la del alma, pero no se entiende como si estuviera en un cuerpo, sino que es la misma alma la que siente. La forma, que no es material, está unida con el alma. La forma no tiene materia ni fantasía(2) y a esto Al-Kindi llama intelecto. Cuando el intelecto entra en contacto con el alma, el alma queda en acto, se actualiza y deja de estar en potencia.
Pero este intelecto no solo actualiza el alma sino que todas aquellas cosas que le sean superiores o inferiores. En consecuencia, ya tenemos al menos dos intelectos; uno que es separado de alma que es el Primer Intelecto, y el segundo que es aquel que está dentro del alma y en potencia.
Hay un tercer intelecto que Al-Kindi nos mencionaba que es aquel que hace que una cosa pase de la potencia al acto, por ejemplo, que un escritor escriba. El intelecto secundario, por su parte, es aquel que crea por mandato del alma, pero por medio de otra cosa; por ejemplo, cuando se crea una artesanía.
Así, los dos últimos intelectos se complementan entre sí, porque mientras en el tercero esta en potencia del alma, el cuarto ya comienza a llevar la idea a cabo y por lo tanto estar en acto.
Conclusión
Me sorprende mucho que Al Kindi diga que Aristóteles dijo que existían cuatro tipos de intelecto, cuando en verdad lo que se sabe es que eran dos, aunque tampoco se dice explícitamente por parte del filósofo. El tema del intelecto siempre fue de dificultad y confusión, pero ahora Al-Kindi nos divide el intelecto en más de ellos. Quizás, es posible que estos intelectos se puedan subsumir en otros.
La Santísima Trinidad, concepto fundamental en la iglesia católica, ha sido uno de los más interesantes no solo a nivel religioso sino que también filosófico. Muchas doctrinas y explicaciones han surgido a propósito de este fenómeno, desde quienes están absolutamente a favor, quienes lo aceptan con algunas modificaciones y quienes lo rechazan absolutamente. Entre estos últimos se encuentra nuestro filósofo Al-Kindi, porque nuestro filósofo está buscando la unidad absoluta, una unidad que no tiene ninguna señal de multiplicidad. Por el título de esta obra, ya podemos ver que no es posible que La Santísima Trinidad cumpla con los requisitos de unidad pedidos por Al-Kindi.
CONTRA LA TRINIDAD
Las intenciones de Al-Kindi no son pacíficas con respecto a la Santísima Trinidad, ya que esta, como hemos podido ver en todas sus obras, no coincide con la concepción de unidad requerida por el filósofo.
En primer lugar, Al-Kindi nos dice que los cristianos adhieren a la composición de Dios en sus prédicas y en sus sectas lo consideran a los tres como eternos. Las tres personas son una sola sustancia, y en consecuencia, las tres personas son compuestas de una sola sustancia, y además estas tres son eternas. Sin embargo, como hemos podido ver, todo lo causado es compuesto y lo compuesto no es eterno. En consecuencia, todo esto repugna al entendimiento.
Por otro lado, los cristianos también entienden esta Trinidad como una estructura de género y especie, teniendo a tres dioses como especie, y en consecuencia los tres tienen diferencias.
Podría esgrimirse que las tres diferencias son eternas. Si esto es así, entonces cada una de ellas tiene un género que las hace común, pero además diferencias que las diferencian unas de otras. Por lo tanto, estas diferencias también serían eternas (porque la idea es que las personas sean eternas) y así habría más de una cuestión eterna, aparte de la misma trinidad. Lo mismo que pasa en las diferencias podría pasar en los accidentes, lo cual repugna al entendimiento porque tanto las diferencias como los accidentes no son eternos.
Luego si ellos dicen que algunas diferencias son eternas, o que algunos accidentes son eternos, entonces cada una de estas personas tiene estas características que son eternas y otras no por lo que serían seres compuestos y no simples.
La oración de los cristianos de decir
''Hay uno y uno es tres''
Es totalmente equivocada porque uno se dice propiamente de uno y no de más. Podría decirse que Halid y Zaid son uno en cuanto atienden al mismo género de animal, pero no son uno en esencia. Si hay uno y uno es tres, entonces ellos mismos están corroborando que esa unidad no es tal; pues sería una unidad compuesta.
Al-Kindi nos dice que ha usado para su demostración la Isagoge de Porfirio pues es en esta donde se habla del género y la especie, argumento que han usado los cristianos para tratar de explicar la Santísima Trinidad.
Conclusión
A lo largo de la historia de este blog hemos visto la teoría de la Santísima Trinidad, pero Al-Kindi sería el primero en criticarla, al menos en este espacio. Es cierto, el uno que busca Al-Kindi, es una cuestión perfecta que no tiene ninguna mella de multiplicidad. Si la Trinidad entiende algún tipo de pluralidad o composición, entonces no aprobaría la prueba del uno con respecto al filósofo.
Ciertamente, la finitud del mundo ya quedó absolutamente probada en el texto anterior relativo a la Filosofía Primera, pero no es el único texto que nos habla sobre esta fascinante teoría de la finitud del mundo, sino que ahora estamos en presencia de tres textos que abarcan el mismo tópico. Se dice que estos son textos anteriores al de su conocida obra ''Filosofía Primera'', y por eso es que se lo trata después. Pero la verdad es que estos libros confirman de alguna forma la gran obra mayor de Al-Kindi. Veamos qué nos traen estos textos.
Referencias:
(1) Al parecer, cuando nos habla de costumbres se refiere a los axiomas cuyo contenido no necesita ser demostrado.
TRES TEXTOS CONTRA LA FINITUD DEL MUNDO
Sobre la quididad de lo que no puede ser infinito y lo que es dicho de ser infinito
Al-Kindi comienza advirtiendo ciertos supuestos sobre lo que puede y no puede ser infinito:
De esto se deducen ciertas conclusiones lógicas que el mismo Al-Kindi nos ofrece:
Por lo tanto, así como el tiempo pertenece al mundo, entonces el tiempo es finito.
Luego sus consecuencias
En consecuencia, se prueba que no puede existir un cuerpo infinito. Todas las cosas predicadas de aquello que es finito es finito.
Ahora bien, el cuerpo del universo puede ser incrementado infinitamente en la imaginación. Si esto es así, entonces el universo es infinito en potencia, no en acto, ya que la potencialidad tiene que ver con la posibilidad de ser algo en la existencia. Como el infinito en acto no es potencia, entonces no existe un infinito en potencia, pues este no podría incrementarse infinitamente, condición sine qua non del infinito. Además, el mundo está sometido al tiempo y el tiempo es movimiento, no existe tiempo si no existe movimiento. En consecuencia, el mundo es finito.
Movimiento
El movimiento es un cambio de estado. Cuando el lugar de todas las partes de un cuerpo cambia, entonces su lugar también cambia. Cuando su margen cambia, entonces se acerca o se aleja más del centro. Si cambia la sustancia, entonces se produce la generación o la corrupción. Todo cambio mide la duración de lo que cambia, principalmente el cuerpo.
Creación
El cuerpo es necesariamente creado. Lo que es creado es creado por un creador, y el creador y el creado están relacionados. El creador debe ser uno o muchos, si es muchos es compuesto si es uno es simple.
Si es múltiple, entonces podremos decir que el creador y lo creado tienen semejanza de ser múltiples. Si vamos a la búsqueda del primer creador (o agente) nos encontraremos que siempre será múltiple (si se entiende que el creador de lo creado es múltiple). Sin embargo, si tenemos un creador del creador múltiple, dicha multiplicidad procederá hasta el infinito (en potencia). Esta cadena infinita de agentes no termina y en consecuencia nada podría producirse, cayendo en una contradicción imposible.
Epístola a Ahmad ibn Muhammad al-Hurasani sobre la finitud del cuerpo del mundo
Al-Kindi comienza esta carta a Ahmad ibn Muhammad al Hurasani diciendo que el mejor elemento para demostrar algo es utilizando la ''costumbre''(1). Esto es porque la costumbre no necesita ser demostrada, y así podemos, sin necesidad de utilizar demostración, verificar la finitud del mundo.
Convenciones terminológicas
Antes de ver las razones de la finitud del cuerpo del mundo, hay que analizar ciertas convenciones terminológicas.
Magnitud:
Implica tres cosas:
Es uno de los primeros tratados del filósofo Al-Kindi. Lamentablemente, muchas de sus obras no llegaron hasta nuestros tiempos, pero algo tenemos que nos puede servir en el intento de conocer el pensamiento del filósofo. Sobre la Primera Filosofía es una de las primeras obras del filósofo musulmán la que nos sugiere un título absolutamente aristotélico, y en efecto, así debemos entender la obra toda de Al-Kindi. Veamos de qué se trata esta gran obra.
Sobre la Primera Filosofía
PRIMERA SECCIÓN: LA FILOSOFÍA Y LOS FILÓSOFOS
La filosofía como verdad
Lo primero que nos dice Al-Kindi es que entre las artes, la filosofía es una de las más nobles en grado, cuya definición es la siguiente:
''El conocimiento de las cosas como son en realidad, en lo posible para el hombre''
En consecuencia, una vez practicada la filosofía se encuentra la verdad y quien la encuentre debe actuar de acuerdo con la misma. Esta actividad no es perentoria, pues una vez se encuentra la verdad el investigador debe parar. La verdad no se encuentra si no se encuentra una causa, y la causa de la existencia de cada cosa es su verdad. Todo lo que tiene ser tiene verdad. Por lo tanto, si los seres existen, entonces necesariamente son verdaderos.
Causas
Al-Kindi reconoce las cuatro causas aristotélicas, pero junto con estas causas surgen también cuatro preguntas esenciales en cuanto a los seres:
Cuando se tiene el conocimiento tanto del género, de la especie y la causa final se tiene en consecuencia la definición. La realidad (haqiqah) de todo lo que está definido está en su definición. Bajo esta perspectiva, bien se puede decir que la Primera Causa es la Primera Filosofía porque todo el conocimiento de la Filosofía está contenida en la misma.
Quiénes consiguen la verdad
Al-Kindi nos dice que no todos son capaces de encontrar la verdad, aunque sean muy estudiosos. Sin embargo, a pesar de los errores que pudieran cometer ciertos filósofos, hay que rescatar aquellas pequeñas piezas de verdad que tratan de conocer un poco más la verdad.
Nunca hay que despreciar la verdad aunque sea un poco de esta, pues la verdad, provenga de donde provenga, no deja de ser la verdad y por lo tanto toda contribución a ella debe ser aceptada.
Al-Kindi defiende a los filósofos de las criticas que se les hacen por parte de los religiosos de su tiempo. Critican a los filósofos por ser especuladores ''dormidos en sus laureles''; cosa que Al-Kindi no aprueba en lo absoluto. De acuerdo con Al-Kindi, el filósofo es un buscador de la verdad, y por lo tanto quien desprecia la verdad no debe ser más que un envidioso o un incrédulo.
Quien conoce la verdadera naturaleza de las cosas, vale decir, su virtud, su unidad, todo su beneficio y cómo obtenerlo, se protege de toda ignorancia y de todo daño. Para alcanzar todo esto hay que observar lo que los verdaderos profetas trajeron de Dios, y así comprender la realidad. Por eso, todos aquellos que pongan sus esfuerzos en conocer la verdad merecen reconocimiento en proporción.
SEGUNDA SECCIÓN: PERCEPCIÓN, SENTIDO E INTELECTO
La percepción humana es de dos tipos:
Cercana a nosotros pero lejos de la naturaleza (sentidos)
En este caso, Al Kindi se refiere a los sentidos, es decir, son lo más cerca que tenemos y están sometidos a gradación; al más y al menos, al igual y a lo desigual, a lo similar y a lo disimilar, etc. Están sometidos al devenir. Sin embargo, lo que se extrae de ellos es la imagen que se tiene de los mismos, imagen que es producida por la imaginación, que a su vez es transmitida a la memoria. El sentido, entonces, es reservado e imaginado en el alma de la cosa viva.
Y a pesar de que esté lejos de la naturaleza, la imaginación esta muy cerca del sujeto. Todas las cosas sensibles tienen materia y por lo tanto ellas solo pueden ser percibidas por otro cuerpo o materia.
Cercana a la naturaleza pero lejos de nosotros (el intelecto)
El otro tipo de percepción es aquella que está lejos de los sentidos pero más cerca de la naturaleza: el intelecto.
Por lo tanto, la percepción consiste en dos conceptos: sentido e intelecto. De esta forma, las cosas que se perciben pueden ser universales o particulares.
Por universal se entiende el género que pertenece a tal especie y las especies que pertenecen a cierto individuo. Por particulares se entiende el individuo que está en la especie. Los individuos y particulares están sometido a los sentidos, pero el género y la especie no, aunque sí están sujeto a un poder, por ejemplo, la palabra humano designa a un poder que sería el intelecto.
Si los particulares son percibidos por los sentidos, estos serán representados por imágenes, al contrario, el intelecto no será representación de nada; por ejemplo, la verdad del alma no es posible representarla con una imagen, pues este principio (el alma) no tiene color, sonido, sabor, hedor ni cualquiera otra cualidad tangible. Solo puede ser entendida a través del intelecto.
Igualmente, aquello que no tiene materia puede ser percibido por aquello que sí tiene materia; por ejemplo, la forma puede ser percibida por el color, porque ésta sería el límite de éste último. En este sentido, Al-Kindi nos dice que la percepción del límite de una cosa (cualquiera que esta sea) es una percepción intelectual, ya que de esta se deduce la forma. Es una percepción intelectual que ocurre por medio de los sentidos.
Ahora bien, existen cosas que no pueden ser percibidas en absoluto, este sería el caso de aquello que no es vacui o espacio vacío (فارغ) ni plenum o cuerpo (الجسم). Si bien esto no puede ser percibido en absoluto por los sentidos, el intelecto reconoce este fenómeno necesariamente.
El vacío en absoluto es imposible de percibir, pues si hablamos de algo ese algo necesariamente debe estar en un lugar. Como el lugar ya es algo y el vacío designa necesariamente un lugar, es imposible que podamos hablar en estos términos, pues el vacío no está contenido en nada. En consecuencia el vacío absoluto no existe.
En cuanto al plenum, este no puede existir indefinidamente porque su naturaleza es la finitud. Por lo tanto, más allá del plenum no existe la finitud, porque de existir otro plenum se seguiría otro inmediatamente, y luego otro, y así hasta que el plenum necesitará de un infinito en acto (el cual no existe como se demostrará después). El cuerpo del universo no tiene plenum más allá de este, y tampoco tiene vacío más allá del mismo. Esto es absolutamente necesario y el alma no puede darse una imagen de aquello, pero el intelecto sí puede entenderlo.
Conocimientos que sobrepasan la naturaleza
Existe un conocimiento que sobrepasa todo entendimiento. Estos pueden ser entendidos por el intelecto, pero muchos lo hacen a través de las imágenes y caen en confusión. Es el caso de los niños que no comprenden ciertos conceptos que sí manejan los adultos y que por tratar de comprenderlos, caen en confusiones.
Por un lado tenemos el conocimiento de la naturaleza que es
''aquella investigación de todo lo que se mueve''
Por lo tanto, si la naturaleza pertenece al cosmos (al mundo) ¿Cuál será su contraparte? el mundo superior, y en consecuencia, la investigación que se emprende sobre ese mundo es aquella de todo lo que no se mueve.
La demostración en el estudio
De acuerdo con el filósofo, existen cosas que pueden demostrarse, pero existen otras que no exigen demostración. En efecto, Al-Kindi nos dice que existen demostraciones, evidentemente, pero en la demostración no puede haber otra demostración porque se entraría en una cadena infinita.
En consecuencia, en el estudio de cada cosa debemos desligarnos de ciertas disciplinas como son las matemáticas, la teología, las generalidades del pensamiento, los principios de las ciencias naturales, la demostración de la retórica y la demostración de los principios.
Entonces ¿de qué nos apoyaremos? Al-Kindi nos dice que debemos apoyarnos de axiomas que como sabemos, son aquellas reglas que no necesitan demostración.
Lo eterno
Estos son los axiomas con respecto a lo eterno
De esto se deducen ciertas conclusiones lógicas que el mismo Al-Kindi nos ofrece:
Por lo tanto, así como el tiempo pertenece al mundo, entonces el tiempo es finito.
TERCERA SECCIÓN: CAUSA Y GENERACIÓN DE LA PROPIA ESENCIA
Existencia y causa
Algo no puede ser la causa de su propia generación de su esencia. Por ''generación de la esencia'', Al-Kindi nos quiere decir el ser traído a la existencia sea de algo o sea de la nada, pero en otros contextos, generación quiere decir traer algo a la existencia por medio de algún particular.
Ahora bien, si tenemos un no-ser y una no-esencia, esto significa no tenemos ni un ser ni una esencia. Sin embargo, la nada no es causa ni efecto de nada; por lo tanto, ciertamente nada existe si tanto el ser como su esencia son no-ser.
El resultado es el mismo si tenemos un no-ser y una esencia porque si no hay ser no hay nada. En consecuencia, podríamos decir que Al-Kindi cree que la existencia precede a la esencia; si no hay existencia no hay esencia.
Por otro lado, algo similar ocurre si el ser y la esencia son un ser, pues entre el ser y la esencia debe haber una diferencia para que pueda existir una generación. En este sentido, la existencia es causa y la esencia es efecto, en efecto, si la existencia y la esencia fueran lo mismo, entonces no habría generación, si ambas son causa y efecto nada puede generarse.
Significados
Cada declaración también tiene una lógica de existencia: es decir, existe o no existe tal declaración, tiene significado o no tiene significado. Todo aquello que es una declaración tiene significado o no, y todo significado debe ser universal o particular. Luego los universales deben ser esenciales o no esenciales.
Concepto de esencia
¿Qué se entiende por esencial? Al-Kindi nos dice que por esencial entendemos aquello que subsiste (صمود). Si la esencia de la cosa existe, la subsistencia del ser se mantiene estable y perdura. Si la esencia deja de existir, entonces finalmente el ser se destruye o se corrompe.
Al-Kindi nos da un ejemplo:
La vida misma: el ser vivo subsiste y persiste a través de la esencia y esta se destruye o se corrompe a través de la ausencia de la esencia. En consecuencia:
''La vida ese esencial para el ser vivo''
Lo esencial es llamado sustancial porque hace que la causa de la cosa subsista. A su vez, lo substancial debe ser algo que reúne o distingue; reúne porque agrupa muchas cosas y se distingue porque tiene especiales características que diferencian uno de otro.
Por otro lado, tenemos las cosas que no son esenciales que en un principio pueden existir, pero después cesan de existir. Estas cosas son los llamados accidentes que también pueden ser divididos en substanciales y accidentales.
CUARTA SECCIÓN: UNIDAD VERDADERA Y UNIDAD METAFÓRICA
Antes de resolver esta importante incógnita, Al-Kindi se propone aclarar ciertas cuestiones. Veamos las siguientes palabras:
El uno no es dicho en relación a algo más y en ese caso no tiene materia porque no puede dividirse ni tampoco forma porque no tiene género ni especie. Tampoco sería el alma, porque el alma tiene impreso el movimiento. Nuestra alma se mueve con nosotros y en consecuencia, es divisible. Por lo tanto, la unidad tampoco estaría en el alma.
Podría pensarse que el intelecto sea unívoco y por eso fuera uno, pero la verdad es que si el intelecto (material) está en el alma, no hay ninguna posibilidad de que sea uno. Tampoco lo sería el intelecto en acto porque este intelecto abarca otras cosas que no son él mismo.
En el vocabulario tampoco podría ser posible encontrarla, a pesar de que se encuentre un término común para muchas cosas.
Por ejemplo, Al-Kindi nos habla sobre el concepto común de las palabras cuchillo, daga y espada. Estas palabras son sinónimos de ''hierro para matar'' y posteriormente se puede decir que ellas son una por el sinónimo que las abarca. Sin embargo, de acuerdo a Al-Kindi, el concepto de ''hierro para matar'' sería la materia de estos tres conceptos. La materia es divisible y por lo tanto es múltiple, además que de los nombres que se extraen de la misma también son múltiples.
Por otro lado, incluso la materia remota es susceptible de división toda vez que esta puede ser dividida necesariamente, y también desde el punto de vista de la materia misma.
La unidad tampoco se refiere a la indivisibilidad porque esta tiene que ver con aquellas cosas que son o van a ser divididas. Es decir, para Al-Kindi la indivisibilidad puede ser actual o potencial, pero aquello que es actual también puede estar en potencia; por lo tanto, no hay verdadera unidad.
En conclusión, ninguno de estos términos es un verdadero uno: