Comenzamos a adentrarnos en un ámbito más específico en la obra de San Alberto Magno, pues el análisis de las piedras preciosas conlleva también la clasificación de estas que no es una labor menor; todo lo contrario, es una delas pocas clasificaciones de piedras preciosas de la antigüedad. La pregunta que rodea el primer tratado de este libro es central: ¿Tienen las piedras un poder o influencia sobre las cosas? Eso es justamente lo que San Alberto Magno tratará de resolver.
Referencias:
(1) San Alberto Magno, al igual que Maimónides no está de acuerdo con el ocasionalismo árabe.
De mineralibus
LIBRO II: PIEDRAS PRECIOSAS
Tratado I: El poder de las piedras
Capítulo 1: La causa del poder de las piedras
Capítulo 1: La causa del poder de las piedras
Muchos filósofos decían que las piedras tenían ciertos poderes,mientras que muchos otros negaban la existencia de dichos poderes diciendo que sólo lo vivo puede tener poder. Sin embargo, la prueba más concluyente de que sí existe poder en ellas está en los imanes. Pero no solo en este sino que también en la Adamantina que no se deja atraer por el imán a pesar de estar hecha de cierto metal. También se dice que los zafiros podían curar los abscesos.
Otros filósofos como Demócrito aseguraban que las piedras tenían alma, ya que estos poderes solo se podían explicar como acciones del alma. Otros aseguraban que Dios estaba en ellas, así como también está en todas y cada una delas partes del mundo. No obstante, esto es absurdo porque de ser así Dios tendría que pasar del acto a la potencia, de la materia a la forma, etc(1).
Se dice que incluso las partes de animales sirven para la curación de algunas dolencias. Las piedras también lo tienen, aunque muchas de esas propiedades no son desconocidas. La causa de estos poderes se da por la combinación de elementos que estas llevan en su interior.
Como diría Juan de Damasco:
''No hay una sola cosa, animal o planta en la cual el creador no haya dotado de energía, que no satisfaga las necesidades del hombre''
(Juan de Damasco, Exposición de la fe Ortodoxa)
Aquí terminamos con las diferentes explicaciones sobre la causa de los poderes en las piedras
Capítulo 2: Opiniones de los filósofos sobre el poder de las piedras
Veamos algunas teorías de antiguos filósofos además de la crítica de Alberto Magno.
Alejandro de Afrodisias
El gran comentador de Aristóteles nos decía que el poder de las piedras viene de los elementos, pero no sería correcto reducir sus poderes a los elementos. De hecho, las piedras necesitan de una causa eficiente, de alguien que las mueva para que demuestren su verdadero poder, en otras palabras, sus poderes son generadas por un agente externo.
Platónicos y Neoplatónicos
Para Platón, las piedras preciosas contenían poder dentro de su interior, ya que para este filósofo todas las cosas parten desde sus ideas y después se configuran en cuerpos. Estos no están de acuerdo con lo dicho por los Peripatéticos porque estos decían que el poder de las piedras provenía de los elementos. Si esto fuera así, entonces las piedras tendrían un solo poder y eso no es correcto.
Por lo tanto, las piedras para estos tendrían un poder substancial o principal en sí mismas.
Hermes
Para Platón, las piedras preciosas contenían poder dentro de su interior, ya que para este filósofo todas las cosas parten desde sus ideas y después se configuran en cuerpos. Estos no están de acuerdo con lo dicho por los Peripatéticos porque estos decían que el poder de las piedras provenía de los elementos. Si esto fuera así, entonces las piedras tendrían un solo poder y eso no es correcto.
Por lo tanto, las piedras para estos tendrían un poder substancial o principal en sí mismas.
Hermes
Este filósofo nos decía que el poder de las piedras era causado por los astros, de hecho, decía que las mismas piedras eran estrellas del mundo sublunar. Cada planeta tiene su propia piedra que la representa según Hermes:
Estrellas mayores: Amantina
Estrellas menores: Zafiro
Sol y Marte: Ruby
Luna: Amatista
De esta manera, la influencia de los astros en las piedras es evidente por el color y el poder que tiene cada una de estas piedras.
Avicena
Todo lo que es creado, dice Avicena, está en la mente de quien crea. Así, si los cuerpos celestiales son capaces de influir en las piedras, entonces estos son capaces de moverlas o utilizarlas a su voluntad. Ahora ¿cómo es posible que estas puedan moverlas? la única explicación sería a decir a través de la imaginación.
Estrellas mayores: Amantina
Estrellas menores: Zafiro
Sol y Marte: Ruby
Luna: Amatista
De esta manera, la influencia de los astros en las piedras es evidente por el color y el poder que tiene cada una de estas piedras.
Avicena
Todo lo que es creado, dice Avicena, está en la mente de quien crea. Así, si los cuerpos celestiales son capaces de influir en las piedras, entonces estos son capaces de moverlas o utilizarlas a su voluntad. Ahora ¿cómo es posible que estas puedan moverlas? la única explicación sería a decir a través de la imaginación.
Capítulo 3: Refutación a las teorías anteriores
Realmente, la opinión de Afrodisias sobre las piedras no es correcta, pues las piedras no tienen un poder limitado a sus elementos. Sus poderes parecieran ser mucho más que la combinación de ellos, ya que estos son más maravillosos. Basta decir que el poder del imán no podría venir de ninguno de los elementos sublunares.
La opinión de Platón es insatisfactoria en el sentido de que las piedras no contienen un substrato en su interior. Esto se puede observar una vez que son destruidas porque luego de esto, en ellas no se puede observar nada que quede como substrato.
La opinión de Hermes es mucho más coherente que todas las teorías,ya que como vimos en algunos libros anteriores las piedras sí son influenciadas por los astros. Sin embargo, la explicación es insuficiente para entender el verdadero poder de las piedras, pues muchas otras cosas están involucradas. Por otro lado, también hay que ver que las estrellas tienen un poder desconocido todavía, por lo tanto, no podemos saber cuánta es dicha influencia.
Lo dicho por Avicena no parece para nada probable, ya que al dar imaginación al cuerpo celeste, también se le debería dar razón y los únicos que la tienen son los hombres.
Capítulo 4: La verdadera causa del poder en las piedras preciosas
Con el único que Alberto Magno podría concordar es con Constantino el Africano. Este filósofo nos hablaba de que en las piedras existía un principio de virtud que en realidad sería una forma específica de sus constituyentes. En otras palabras, la forma de la piedra sería su verdadero poder y no la materia de la que está constituida. Lo que hay que observar es la función del piedra y no sus elementos.
Por supuesto.dependiendo de cada piedra, algunas serán más potentes y otras menos potentes.
Conclusión
Con esto damos término al primer tratado sobre las piedras preciosas y sus características generales. Aún nos llaman la atención estas pequeñas maravillas que nos asombran con sus colores y sus características. Desde un lado más esotérico o místico, pareciera ser que las piedras tienen un poder oculto que nos hace apreciarlas desde muchas perspectivas. Podría llegar a decir que no por nada mucha gente las utiliza como accesorios para llevarlas consigo.
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