Dejamos los complejos tratados de los sentidos para ir acercándonos a las facultades del alma y sus características aprehensivas y motrices. Ha resultado realmente largo este tratado sobre el alma, pero a la vez muy interesante, pues el filósofo nos ha dejado una gran explicación de las distintas perspectivas del alma, incluyendo la mirada de otros filósofos de la historia. Hasta ahora tenemos algo de seguro con respecto a los sentidos: son manejados en su mayoría por la facultad del sentido común. Veamos lo que nos tiene en este tratado San Alberto Magno.
Sobre el alma
Tratado I: Facultades sensibles
Capítulo I: La imaginación
Capítulo I: La imaginación
Las potencias aprehensivas son por lo general pasivas y se vuelven activas cuando comienzan a tener la forma de la aprehensión. Sin embargo, también hay una potencia aprehensiva interior que se encarga de mostrarnos imágenes y efectos de otras cosas. Veamos estas características una por una.
Potencia imaginativa
Una potencia que conserva las imágenes de lo sentido o aprehendido, incluso aunque el objeto no esté presente. Se aleja del sentido común y de los sentidos, ya que es representación pura. También tiene que ver con los elementos matemáticos pues estos son totalmente abstractos.
Capítulo II: La estimación
Potencia estimativa
Esta potencia también se aleja de los sentidos y también de la imaginación porque no sólo contempla la imagen de un objeto, sino que también sus características adicionales como los afectos: misericordia, tristeza, fuga o persecución.
Ahora, de la potencia imaginativa no está totalmente desligada, pues la estimación también tiene que ver con la especulación que nos ayuda aún más con la consideración que tiene el sujeto. En este sentido, la potencia estimativa también produce las intenciones en el hombre para luego actuar.
Capítulo III: La fantasía
Potencia de fantasía
La fantasía puede unir la imaginación con la intención y la intención con las imágenes, junto con una finalidad con respecto a la cosa en particular.
A pesar de que incluya a la potencia imaginativa y estimativa, la potencia de fantasía se diferencia de ellas por el movimiento; en efecto, la fantasía es activa y las otras dos potencias son pasivas.
Los expertos en la naturaleza dicen que los animales tienen mucha más fantasía que el hombre, sobre todo aquellos animales que son brutos. Los animales que son más prudentes siempre suelen ser llevados más por la razón que la fantasía. En el caso del hombre, la fantasía puede diferir de la realidad o puede ajustarse al raciocinio.
Capítulo IV: Facultades del alma y las cosas sensibles
San Alberto Magno se pregunta si las facultades mencionadas anteriormente pueden encontrarse en el alma o en otras cosas. Por ejemplo, supongamos que tenemos tres cuadrados de ordenados de izquierda a derecha. ¿Qué hace que el ser humano pueda discernir entre izquierda y derecha? la única facultad que puede hacer esto es la imaginación. Obviamente, el resto de las facultades también juega un rol importante, pero primeramente es la imaginación.
Capítulo V: ¿La percepción y el entendimiento son lo mismo?
Los antiguos decían que entender era realmente algo relacionado con el sentido porque se debía realizar por medio de los sentidos. Esto es un error, pues el entendimiento es incorpóreo, a pesar de que se necesite del cuerpo de la materia presente.
Lamentablemente, los filósofos cometieron el error de generalizar el sentido de que lo similar llama a lo similar, pero este por supuesto no es el caso.
Por otro lado, si el entendimiento y la percepción (que ambos serían lo mismo según los antiguos porque también son similares) fueran lo mismo, entonces tendríamos que tanto los animales inferiores al hombre podrían tanto percibir (que les es concedido) como entender tantas cosas como el hombre.
Además debemos agregar algo más. La percepción es perfecta en el animal, ya que es una característica natural pero el entendimiento puede caer en error.
Capítulo VI: La facultad imaginativa, estimativa y de fantasía no son sentidos
La verdad se que la imaginación es una pasión y no un sentido; todo lo contrario, estas potencias mencionadas en el título están totalmente alejadas de los sentidos. Tampoco pueden pertenecer a aquello que es verdadero, porque lo verdadero y los falso requieren de razonamiento. Por lo tanto estas no pueden aprehender la verdad.
Capítulo VII y VIII: La fantasía y la imaginación no es entendimiento ni opinión
La fantasía es aquella potencia que genera fantasmas en el alma de quien la posee. Por lo tanto, la fantasía no está en el entendimiento, puesto que el entendimiento no se guía por imágenes. De hecho, la fantasía estaría mucho más ligada a los sentidos que al raciocinio, por lo que podría decirse que todo animal tiene fantasía.
Sin embargo, Alberto Magno no está de acuerdo con eso y dice que los animales como los gusanos o las abejas construyen sus ''nidos'' con mucho arte, lo que hace decir que tienen imaginación, o fantasía para crearlos.
Si bien la fantasía y la imaginación son la mayoría de las ocasiones falsas, estas no predican la verdad o la falsedad porque estas facultades no juzgan diciendo la verdad o negando, estas sólo representan lo que los sentidos muestran. Lo que si predica la verdad es la ciencia, el intelecto y la sabiduría.
Ni la fantasía ni la imaginación son opiniones pues no pueden juzgar. En este sentido, lo único que puede ser verdadero son lo sentidos y el entendimiento.
Objetos sensibles
Alberto Magno nos dice que hay tres tipos de objetos sensibles por los cuales se pueden cometer errores y falsedades:
Objeto sensible propio: es totalmente activo y pertenece a los sentidos exteriores. En este sentido no puede haber error.
Objeto sensible accidental: la falsedad incide en la percepción porque esta se genera por composición de los objetos sensibles, es decir, una vez que se analiza el objeto parte por parte puede ocurrir un error y caer en una conclusión falsa.
Objeto sensible común: cuando solo se puede aprehender las características del objeto sin recurrir a la materia, lo cual puede inducir a la falsedad con respecto a la materia sensible.
Capítulo IX: Origen del nombre fantasía
Fantasía quiere decir ''visión'' o ''apariencia'' por lo tanto, todo lo que se nos aparezca como imaginación y tenga movimiento tiene que ver con la fantasía. La fantasía aprovecha la ausencia de razón para moverse tras la mente del hombre, dando apariencia sensible a las cosas que en realidad no lo son.
Conclusión
Los conceptos vistos aquí no nos totalmente nuevos pues ya la filosofía griega acentuaba la importancia de la imaginación, fantasía, estimación e intelecto. Es increíble la aserción que Alberto Magno hace sobre los sentidos diciendo que ellos son verdaderos; algo que sus predecesores nunca consideraron y de hecho rechazaron la idea dando más prestigio a la inteligencia. Sigamos con Alberto Magno.
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