jueves, 3 de enero de 2019

Quinta Cruzada (1217 - 1221)

Apenas terminó la Quinta Cruzada, una nueva gesta se desarrolla en Europa contra los infieles. ¿Quė otro nuevo objetivo podría mover a los cristianos? ¿Serán los mismos que fueron en la frustrada cruzada pasada? ¿o será otro el objetivo a alcanzar? Sea como sea tenemos otra sangrienta batalla llevada a cabo nuevamente por el papa Inocencio III y luego por su sucesor Honorio III, quien no descansará hasta ver Jerusalén tomada por los cristianos.

La Quinta Cruzada




Contexto

Los esfuerzos de Inocencio III y su muerte

Como dijimos en la introducción, el termino frustrado de la Cuarta Cruzada fue suficiente para dar una justificación a otra cruzada llevada por Inocencio III. Se volvían a los objetivos de capturar Jerusalén y también de recuperar la Cruz de la Verdad donde supuestamente Jesús había sido crucificado. 

Inocencio III ya había aprendido de los errores de la Cuarta Cruzada y esta vez no había nada que pudiera detener sus planes. Todo estaba preparado; desde los grandes soldados hasta los entrenadores y predicadores de la guerra santa. 

Lamentablemente, antes de que se iniciara la Quinta Cruzada, Inocencio III muere repentinamente y lo sucede el papa Honorio III, quien se haría cargo de la cruzada. 


Los países aliados para la Quinta Cruzada

Hungría, Alemania y Francia

Uno de los primeros contingentes fue el país de Hungría con el rey Andrés, cuya valentía lo llevó a alcanzar Acre en el año 1217. Sin embargo, había alcanzado poco con su llegada, no obstante, luego llegaron frisios, alemanes e italianos para sumarse a la cruzada contra los árabes. 

Estos habían aceptado, al igual que Ricardo Corazón de León en la Tercera Cruzada, tomarse Egipto para disminuir el poder musulmán. Aunque controversial, esta idea era aceptada por la mayoría de los cruzados. 

Lograron apoderarse de un puerto clave para los musulmanes donde se encontraba la Torre de Diametta. En este conflicto también lograron participar los franceses, entre los que se contaba con Pedro de Montaigu quien se convirtió en caballero para luchar en dicha Cruzada y Pelagio Calvano que era el líder.

Los cruzados al fin pudieron tomar Diametta liderados por Pelagio para liderar la cruzada contra Egipto el año 1219. Al verse completamente atrapado, Al-Kamil, quien era el líder de los musulmanes, trató de negociar pero Pelagio no estuvo nunca de acuerdo. De hecho, los musulmanes ofrecieron a los cruzados la ciudad de Jerusalén y la Cruz de la verdad. Junto con Pelagio también estaba el rey Juan de Brienne de Francia, y como aliado también tenían al rey Federico II del Sacro Imperio Romano Germánico.

Problemas con Pelagio

Como Pelagio no sabía la hidrografía del Nilo, los campamentos en que se había sentado resultaron ser los equivocados. En un determinado momento, el sultán Al-Kamil abrió las compuertas de los canales lo que arrastró y hundió a todos los cruzados debieron abortar la misión y retirarse inmediatamente. Junto con esto Diametta tuvo que ser desalojada.

Esta derrota llevó a que los cruzados no solo perdieran la cruzada sino que también perdieran Jerusalén. Sin embargo, Al-Kamil les ofreció un tratado de paz por 8 años a los cruzados junto con devolver la Cruz de la verdad (que en verdad no la devolvió porque no la tenía). 


Consecuencias

La perdida total de esta cruzada originó un sentimiento de ira contra la Iglesia y la gesta de las cruzadas. Se formó también un sentimiento anti-papal no solo en la literatura sino que también dentro de la misma Iglesia. 

Conclusión

Tal vez esta cruzada es la peor que hemos visto en el blog. No se cumplieron los objetivos bélicos ni tampoco se pudo recuperar completamente Jerusalén, ya que una cosa es tenerla y otra cosa es tener autorización para visitarla, sobre todo por aquellos que son enemigos. Vemos entonces como poco a poco se va destruyendo el motivo beligerante de los cristianos, aunque todavía faltan algunas batallas por librar. 

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