domingo, 18 de noviembre de 2018

La Piedra Filosofal

La Piedra Filosofal

Uno de los secretos más interesantes de la Edad Media es la Piedra Filosofal de la cual todos estaban interesados. Esta piedra concedía poderes increíbles como la inmortalidad y la sabiduría absoluta a quienes la portaran. La veracidad de su existencia siempre estuvo en duda, aunque mucho se habló de ella en el mundo antiguo.

sábado, 17 de noviembre de 2018

La transmutación de los metales

La Transmutación de los metales

Basándonos en la definición directa de este fenómeno podríamos decir que la transmutación es la conversión de un elemento químico en otro. Un cambio que se produce en la estructura atómica del núcleo, que puede ser inducida por una reacción nuclear. 

Lo anterior sería una definición de lo que hoy entenderíamos por transmutación. Sin embargo, lo que trataremos ahora sería la transmutación en base a lo metales, un procedimiento que se describía como el cambio de ciertos metales de menor valor a unos de mayor valor. Por ejemplo, la transmutación del plomo al oro. 

Historia

Si bien la transmutación se puede abarcar desde el período egipcio hasta la Edad Media, la verdad es que fue más característica del último tiempo con los llamados alquimistas: hombres que se dedicaban a mezclar líquidos para concluir formulas que les trajeran algún efecto benéfico. 

La transmutación de los metales estaba íntimamente ligada con la alquimia por lo que también veremos algo de aquello. La palabra ''alquimia'' proviene del vocablo árabe al-khimiya que significaría ''La química''. 

Egipto

El centro del conocimiento químico en Egipto fue Alejandría. De aquí se derivaron todos los conocimientos que alguna vez adoptaron los griegos y los romanos sobre la alquimia. 

El gran autor egipcio sobre la alquimia fue Hermes, quien en sus escritos dejó el concepto de ''herméticamente sellado''. Este consistía en mezclar ciertos elementos que impidieran que el aire entrara a los tubos de vidrio usados para la destilación. 

Hermes nos hablaba de magia y alquimia donde se podrían encontrar algunas explicaciones sobre la producción de piedras y metales. 

Grecia

Desde las enseñanzas de Alejandría se conocería posteriormente las ideas como el Arjé que postularían los filósofos monistas y pluralistas. El mismo Aristóteles hablará sobre las cosas que pueden generarse por sí solas como los gusanos o las moscas en su teoría de la generación espontánea. 

Roma

En roma, la alquimia fue condenada por muchas autoridades imperiales e intelectuales. De hecho, el mismo emperador Diocleciano ordenó la quema de todos los escritos de alquimia, luego de una revuelta en Alejandría. 

El mismo San Agustín de Hipona la rechazaba diciendo que la única verdad se encuentra en el entendimiento de la fe y la razón. Estas ciencias experimentales no podrían traer nada bueno al hombre que está en formación científica, a pesar de que muchos otros filósofos de renombre la utilizaban. De hecho, la misma filosofía aristotélica presentaba rasgos experimentales. 

San Agustín de Hipona decía con verdad:

''Los metales se criaron juntamente con el mundo''

Lo que quiere decir que el metal no tiene más que una misión práctica en este mundo, más que de conocimiento filosófico o algo más. 


Islam

Como hemos visto en algunas entradas de este blog, los árabes se dedicaron con mucho más esmero en esta ciencia. Tenemos al reconocido Avicena quien escribiría muchas cosas sobre metales y piedras que podían formarse o combinarse. 

Sin embargo, es el mismo Avicena quien rechaza la transmutación de los metales. Este decía que cada metal, cuando comienza a formarse, trae finalmente su propia forma final. Esto quiere decir que la forma final depende de cómo se trate el metal; por lo tanto, el oro tiene su forma debido a que tiene que ser preparado de una forma determinada. Ahora, es poco probable que haciendo un metal X de la misma manera que se hace el oro termine siendo igual que el oro. Por lo tanto el argumento tendría una mella. 


Cristianos

San Alberto Magno, en contraste a Avicena, sí creía en la transmutación de los metales. El filósofo cristiano decía que la transmutación era posible desde varios ángulos: natural, artificial y a través de los cuerpos celestes. Este último toma las condiciones cuando por ejemplo, el sol con sus rayos afecta la tierra o la arena y cuando estas están cerca de un río se forma cierta piedra.

El mismo Alberto Magno pudo evidenciar lo importante de estos, declarando que ha visto formarse oro a partir de la arena o extraído de piedras cercanas a los mares. A continuación, Alberto menciona los dos lugares donde él ha evidenciado la formación de ciertos metales.

Río Rin: oro formado en las costas
Goslar: cobre, plomo y estaño encontrados en la tierra

De esta forma, Alberto Magno queda convencido de la transmutación. De hecho, se dice que él mismo obtuvo la piedra filosofal que luego se la dio a Santo Tomás de Aquino antes de su muerte. Recordemos que la piedra filosofal se creó a partir de la conjunción de elementos sublunares (agua, tierra, fuego y aire). Se decía que podía conceder la inmortalidad. 

Por otro lado, Alberto Magno defendía la transmutación de los metales diciendo, que como estos estaban formados de los cuatro elementos sublunares, y estos a su vez son cíclicos, era lógico pensar que también los metales pudieran ser cíclicos y por lo tanto transmutables.


Conclusión

Desde el período de San Alberto Magno, de la piedra filosofal no se volvió a saber. Sin embargo, la alquimia y la transmutación de los metales siguió siendo un tema a debatir, aunque ya en la era moderna, esta teoría se refutaría sobre bases sólidas que darían pie a los elementos químicos de cada cosa. La transmutación de los metales pasa a ser un conocimiento curioso de la Edad Media que servirá de caldo de cultivo para la transmutación nuclear. 

El mito de los metales

El mito de los metales

En el libro III de La República de Platón aparece un mito bastante interesante sobre la visión de sociedad que tenía el filósofo. Se supone que esta conversación se da entre Sócrates y Glaucón cuando tratan temas referentes al guardianes, los artesanos y otros ciudadanos.

Texto 

Como dijimos Sócrates y Glaucón se centran en hablar sobre la formación de los guardianes de la ciudad. Cuando estos hablan de las características que estos debían tener como la buena memoria, la incorruptibilidad, la resistencia al dolor, la valentía y el conocimiento de la gimnasia y la música, es entonces cuando Platón comienza a relatar el mito. 

Cada hombre es un metal

Si bien Platón dice que todos son hermanos, los dioses sólo dispusieron a alguno de ellos a mandar, estos son los hombres de oro. Luego están aquellos que son los auxiliares de los primeros, es decir, los hombres de plata. Finalmente, tenemos a aquellos hombres que son labradores y artesanos, es decir, los hombres de bronce y hierro.

  1. Gobernadores: oro
  2. Auxiliares: plata
  3. Artesanos y labradores: bronce y hierro


Es coherente el razonar de que, los hombres de oro generen hijos de oro; los padres de plata, hijos de plata; y los padres de bronce y hierro, hijos de bronce y hierro. Sin embargo, también puede ocurrir todo lo contrario, así, de un hombre de plata puede surgir uno de oro, como de uno de oro puede surgir uno de plata. 

Sea lo que surja como hijo, el padre debe hacerse carga de esta alma de metal de los niños. Por ejemplo si el niño tiene alma de bronce o de plata, entonces el padre deberá educarlo para la clase de ciudadano que le corresponde. Lo mismo deberá hacer cada padre, es decir, debe guiar el destino del niño que lleva ese determinado metal. 

¿Por qué? porque el peligro de la ciudad sería grande si a un guardián se le da la labor de cuidar la ciudad siendo un alma de bronce. Lo mismo pasaría con el gobernador que, si el niño llegara a ser gobernador teniendo alma de bronce, entonces la ciudad podría ser un desastre. 

En todo caso, Platón no quiere decir algo malo en cuanto a esto, sino que más bien de que todos deben atender su propia naturaleza. En otras palabras, tendrían una especie de destino marcado desde el comienzo, y los padres deben tener plena consciencia de aquello. Cada metal tiene su bondad y no debe estar determinado a un trabajo que no le corresponde. 

Conclusión

Por supuesto, todo este mito colabora con la gran construcción cuidada que Platón determinaba en su República. Todo hombre tenía destinada una tarea en la ciudad y a ella se tenía que dedicar para el resto de su vida. Esta es una teoría determinante y de predestinación donde al hombre no le queda otra que seguir su propio ''destino''. Ciertas veces pareciera ser que vemos hombres que haciendo una cosa, quieren en realidad hacer otra, o están hechos para hacer otra. En realidad, todo esto puede variar y depender del contexto y la enseñanza que cada uno de nosotros hayamos recibido, más que de una predestinación perentoria. 

viernes, 16 de noviembre de 2018

San Alberto Magno - De mineralibus (Sobre los minerales) (Libro III: Metales en general. Tratado I: La substancia de los metales).

Hemos dejado el estudio de los minerales, pero ahora tendremos que analizar los metales que tienen relación con las piedras. Si de las piedras no habíamos hablado anteriormente, de los metales no tenemos idea absoluta. Este libro no será muy distinto de los precedentes, al menos por el formato y el modo de abordar que tiene. Pareciera ser que todo lo tratado por San Alberto Magno se hace de manera deductiva a juzgar por los trabajos anteriores. Por lo tanto, veremos tanto el aspecto superficial como el particular de los metales.

Referencias:

(1) Proceso por el cual un metal se transforma en otro.
(2) Como decía Aristóteles, liquidarlos hasta llegar a una naturaleza mínima
(3) La caliza por ejemplo. 

Definición:

(1) Lixiviado: líquido que sale a partir de los restos de materiales orgánicos. Podríamos decir en términos actuales que es el líquido que sale por la acumulación de basura orgánica.


De mineralibus


LIBRO III: METALES EN GENERAL

Tratado I: La substancia de los metales


Capítulo 1: Plan del libro


Las piedras sería como la substancia de los metales, aunque su diferencia radica en que los metales son más fáciles de manipular. Por otro lado, también vemos metales que son hechos tanto por naturaleza como artificialmente, siendo estos últimos producidos por alquimia. 

Capítulo 2: El material de los metales

Los metales son endurecidos gracias al frío que hay en ellos. Esto quiere decir que, si son fríos, entonces el elemento agua debe estar en su interior. Además, cuando los metales se calienten estos pasan a ser untuosos, es decir, a obtener una característica líquida más que sólida. 

Otra característica de su material es que cuando se calienta no se adhiere a nada. Sólo puede solidificarse aún más o volverse más líquido; sin embargo, siendo que no se adhiere (porque el calor permitiría la adhesión) el metal debe estar hecho también de una capa de tierra menos preponderante que agua y fuego. 

Capítulo 3: Porqué los metales no son fusibles como las piedras

La respuesta a la interrogante del título es muy sencilla: las piedras están hechas más de tierra que de agua o fuego. 

  • Piedras: Tierra como elemento predominante.
  • Metales: Agua y fuego como elementos predominantes.

Podemos ver en este sentido que los metales tienen más humedad que las piedras. 

Capítulo 4: Las opiniones de los antiguos sobre los metales

Avicena

Aparte de estar de acuerdo con todo lo dicho aquí, Avicena dice que el mercurio y el azufre serían los materiales de todos los metales. También estaría de acuerdo con lo dicho aquí por Alberto sobre la untuosidad del metal.

Hermes

Hermes decía que los metales están hechos de todos los elementos lo cual es cierto; sin embargo, hay algunos que son más predominantes que otros.

Demócrito

En opinión de Alberto, la opinión más ridícula la tiene Demócrito quien decía que el metal estaba hecho de cal y lixiviado(1). Esto no podría ser posible ya que la cal se obtiene del calentamiento de ciertos materiales. La cal haría que el metal fuera duro como una piedra y que pudiera romperse en pedazos, lo que no es posible en el metal. Tampoco podría pasar a derretirse si estuviera hecho de cal.

Por otro lado, en cuanto al lixiviado hay muchas discrepancias porque tiene mucha más agua que tierra. Recordemos por lo dicho anteriormente que el metal tiene elemento agua y fuego más que todo, pero el lixiviado sería más bien un residuo.

Gilgil

Este mecánico español decía que los metales provenían de las cenizas. El argumento no es muy convincente, pues el mecánico decía que la ceniza podría pasar de su estado como polvo a vidrio. Esto se lograba añadiendo calor y endureciendolo con frío, al igual que se hace con el metal. 

Gigil hacía la comparación de los dos procesos y decía que el metal provenía por esta razón de las cenizas. Además, cuando las cenizas se queman setas se vuelven amarillas lo que no pasa con el metal. 


Capítulo 5: Causa eficiente de los metales

Como el frío sería una de las causas porque el metal se solidifica, muchos dicen que esta es la causa eficiente pero esto no sería así. El frío solo participaría en el proceso final para dar solidificar el metal, pero no sería el principio generador. 

Pensemos que anteriormente dijimos que el agua y el fuego eran los elementos predominantes, mientras que la tierra solo tiene una participación pequeña en la formación del metal. Como el frío no es el elemento predominante ya que participa de la etapa final, entonces sólo nos quedaría decir que es el fuego, o más bien el calor el que predomina por sobre todo. 

En base a esto, Alberto Magno describe tres procesos del metal:

  1. Los materiales indeseados son quemados por el fuego.
  2. El fuego permite que el calor forme el metal de a poco.
  3. Poco a poco se va formando el metal dependiendo de la expansión que tenga. Esta formación sólo se da por el calor natural que se genera. 

Bajo este último proceso, Alberto menciona el poder formativo que adquieren todos los objetos de este mundo que va guiando la estructura del metal, tal como un artesano construye un hacha o martillo.

Capítulo 6: La forma esencial de los metales

Muchos filósofos aseguraban que los metales eran 7 por la misma cantidad de planetas que existen. Cada uno representaba a cada planeta:

Saturno: plomo
Júpiter: estaño
Marte: hierro
Sol: oro
Venus: cobre
Mercurio: mercurio
Luna: plata

Para Alberto, el planeta tierra sería la madre de los metales mientras que el cielo sería el padre de los metales. Esto se debe a que todos ellos se dan en este mundo a través de la tierra o el agua. 


Capítulo 7: La opinión de Calístenes

Muchos alquimistas han dicho que la verdadera forma de los metales es la del oro. Si un metal no tiene la forma final del oro, entonces su forma está incompleta. No obstante, la forma del oro no solo está incompleta sino que está ''enferma'', por lo que para sanarla deben recurrir a un medicamento llamado ''elixir''. 

Calístenes era de la misma opinión, pero cuando Alberto revisó los tratados de alquimia del mismo, este no quedó conforme con los argumentos debido a que estaban basado solo en la autoridad de los anteriores. 

Avicena pareciera tener una visión un poco más racional que la de Calístenes y sus sucesores. Este decía que cada metal, cuando comienza a formarse trae finalmente su propia forma final. Esto quiere decir que la forma final depende de cómo se trate al metal; por lo tanto, el oro tiene su forma debido a que tiene que ser preparado de una forma determinada. Ahora, es poco probable que haciendo un metal X de la misma manera que se hace el oro termine siendo igual que el oro. Por lo tanto el argumento tendría una mella. 

Este elixir del cual hablan los alquimistas, sería el que induciría a los demás metales a ser como el oro. Sin embargo, nadie sabe si los mismos metales son inducidos a producirse tal como están, por lo tanto, no es prueba suficiente que este ''elixir'' sea la clave para decir que el oro sea el metal por excelencia. 

Finalmente, se debe decir que el metal puede tener diferencias tanto en lo substancial como en lo accidental. Por eso, podemos decir que los metales difieren accidentalmente, pero ¿lo serán substancialmente?

Capítulo 8: La opinión de Hermes

Hermes y otro grupo de filósofos sostienen lo contrario a Calístenes diciendo que cada metal tiene su propia particularidad. Lo que añaden es que hay algo manifiesto y oculto entre todos los metales. De hecho, estos sostienen que todos los metales tienen algo de otros metales; por ejemplo que el oro tiene en su interior plomo, y el plomo tiene oro en su interior. 

Esto se debe a que estos filósofos se basaron en la teoría de Anaxágoras, la cual decía que en todo orden de cosas existían cosas dominantes y dominadas. Del mismo modo, los metales tienen cosas dominantes y dominados. 

Sin embargo, esto no ocurre de ninguna manera. Por más que se reduzca el plomo a cenizas, el plomo jamás deja ver el supuesto oro que tiene, es decir, no ocurre así en la realidad. Quizás esto lo dijeron por ciertas relaciones que existen entre los metales; por ejemplo, con la plata y el bronce. Pero no hay razón para probar esto pues la realidad no expone algo distinto. 


Capítulo 9: Transmutación de los metales(1)

Ya decía Avicena que los metales no se pueden transmutar a otros metales como decían los alquimistas y Calístenes. Avicena nos dice que no pueden los metales ser transmutados, ya que para eso se necesitaría liquidarlos hasta llegar a su materia prima(1). 

La alquimia utiliza ciertos elementos para que el metal pueda parecer de otra forma, de hecho, el mismo Alberto dice que los alquimistas de la época bañaban con un líquido amarillo aquellos metales para que parecieran oro u otra cosa. Se decía que también este líquido era el famoso elixir. 

Por lo demás, la verdadera transmutación de metales (si es que existe) sólo la podrían hacer los astros desde sus esferas, aunque también admite que pudiera darse por ''arte''. Sea como fuere, Alberto Magno no descarta la posibilidad de la transmutación. 


Capítulo 10: Lugares donde los metales son producidos

Los lugares también son importantes para explicar las características de los metales. El mismo Alberto Magno pudo evidenciar lo importante de estos, declarando que ha visto formarse oro a partir de la arena o extraído de piedras cercanas a los mares. A continuación, Alberto menciona los dos lugares donde él ha evidenciado la formación de ciertos metales

Río Rin: oro formado en las costas
Goslar: cobre, plomo y estaño encontrados en la tierra

Por lo tanto, pareciera ser que para la formación de metales tenemos tres principios:

  1. Naturaleza
  2. Artificial
  3. Influencia de los cuerpos celestes

Este último toma las condiciones cuando por ejemplo, el sol con sus rayos afecta la tierra o la arena y cuando estas están cerca de un río se forma cierta piedra(3)

Conclusión

Muy interesante esta primera parte de los metales. Vemos que Alberto Magno lo aborda tan similarmente como abordó el tema de las piedras. Jamás creería encontrarme con algo tan curioso como la transmutación de los metales en la alquimia, pero supongo que la influencia de esta disciplina llegaba a todas las esferas intelectuales, y Alberto Magno no estaba exento. Esto no termina aquí pues aún nos faltan dos libros y dos tratados más de este mismo libro así que atentos a las próximas entregas.

miércoles, 14 de noviembre de 2018

San Alberto Magno - De mineralibus (Sobre los minerales) (Libro II: Piedras preciosas. Tratado III: El sello de las piedras).

Misteriosas y curiosas son las piedras en el mundo mineral. Cada una lleva una particularidad que es difícil de ignorar, pues son los retratos vivos de la historia antigua. Seguramente, no hay nada más antiguo que una piedra por lo que vale la pena investigar sus formas y otros que nos hacen pensar y reflexionar sobre nuestro pasado. San Alberto Magno no quedó exento de esto y se propuso investigarlo hasta donde más pudo. Veamos las formas y los signos que las piedras quieren significar.

De mineralibus


LIBRO II: PIEDRAS PRECIOSAS

Tratado III: El sello de las piedras


Capítulo I: Imágenes y signos

En las piedras se pueden encontrar tres tipos de imágenes:

  1. Como si estuviera dibujada con colores.
  2. Como si estuviera labrado.
  3. Como si se le hicieran incisos. 


Por supuesto,, la experiencia nos dice que ciertas cosas de las piedras no se pueden deformar o modificar. Es así que Alberto nos dice que por más que existan cosas en una piedra, siempre habrá una especie de substrato.

Este substrato corresponde a la naturaleza misma de la piedra, es decir, por más que se quiera crear una estatua, siempre habrá una naturaleza de la piedra que sea inmodificable. 

Capítulo II: Figuras hechas por naturaleza

Básicamente, para que las figuras de las piedras se formen existen dos métodos: el artificial y el natural. Muchas piedras parecieran que son hechas naturalmente pero en realidad no lo es. Las piedras más blandas pueden manipularse para lograr una forma deseada, primero moldeándola y luego petrificandola.  

La leche de cabra es la que puede moldear muchas piedras de  manera artificial. Sin embargo, las piedras no forman figuras tan estructuradas como las de los reyes u otros personajes históricos. 


Capítulo III: La escultura en las piedras

La esculturas en las piedras, si bien se dan a partir de que el hombre las moldea, también es cierto que los astros juegan un papel preponderante. De hecho, estos son los que se encargan de influenciar la voluntad de los hombres y los niños. Es el mismo Platón quien dice que los niños se dejan llevar voluntariamente por los astros. 

Capítulo IV: Cómo una imagen es del este, oeste, norte o sur

Los signos del zodiaco están divididos en cuatro grupos de tres y cada uno representa los cuatro elementos así como los cuatro puntos cardinales:

Triplicidad de la tierra: Sur. 
Triplicidad del agua: Norte
Triplicidad del fuego: Este.
Triplicidad de aire: Oeste.

Por lo tanto, todas las piedras tienen una forma distinta dependiendo de la influencia de los astros y en la tierra donde estén ubicadas. 

Capítulo V: Significado de las imágenes en las piedras

Para resumir todo lo anteriormente dicho, Alberto hace una pequeña explicación la cual pondremos en un cuadro. 



Por supuesto, cada una de estas triplicidades surte un efecto distinto en cadas personas.


  1. Aries, Leo y Sagitario: tienen efectos beneficiosos en los humanos, pues puede curar fiebres e hidropesía.
  2. Geminis, Libra y Acuario: predispone a la amistad y a la rectitud.
  3. Cáncer, Escorpión y Piscis: predispone a la mentira, la licencia, y la inconstancia.
  4. Tauro, Virgo y Capricornio: evitan los desmayos y curan las enfermedades relacionadas con el calor.

No solo los signos del zodíaco eran capaces de tener influencias en las cosas de la tierra, sino que también las constelaciones:

  1. Pegaso: ayuda a quienes están dispuestos a la batalla sobre todo montados en caballo. 
  2. Andromeda: prolonga los matrimonios y concilia aquellos matrimonios que están rotos. 
  3. Cassiopea: trae consigo el sueño y descanso a los cuerpos que han trabajado duramente. 
  4. Ofiuco: puede curar de envenenamiento y de las mordidas de animales. 
  5. Hércules: trae la victoria a todos los guerreros.
  6. Osa menor y Osa mayor: traen consigo la sabiduría y las habilidades. 
  7. Saturno: concede el incremento del poder.
  8. Júpiter: concede a los hombres lo que ellos quieran. 
  9. Hydra: trae riqueza, sabiduría y protección contra los daños. 
  10. Centauro: puede conceder salud constantemente. 
  11. Altar: puede concer amor, virginidad y castidad.
  12. Ballena (Cetus): trae prudencia y amabilidad.
  13. Nave (Argo): da seguridad en los negocios y otros asuntos.
  14. Liebre (Lepus): eficaz contra el engaño y las palabras insensatas.
  15. Orion: confiere la victoria.
  16. Aguila: preserva los honores antiguos y además confiere nuevos.  
  17. Cisne (Sygnus): capaz de curar la fiebre.
  18. Perseo: protege de las tormentas, truenos, y de la envidia. 
  19. Ciervo, cazador, can mayor y can menor: puede curar a los hombres que sufren enfermedades mentales.

Todas estas cosas influyen tanto en el poder de las piedras como en las formas que estas tienen. 

Capítulo VI: Ligaduras y suspensiones de las piedras

Este capítulo habla de la posición de las piedras con respecto de quien las utiliza; por ejemplo, si la piedra está suspendida como si fuera en un collar, esta puede tener cierto efecto en quien la porte. De hecho, hay algunas piedras que pueden atraer algunos de los elementos que existen en el mundo sublunar. 

Lo mismo con las ligaduras, es decir, cuando las piedras se atan para poder ser llevadas, o cuando se frotan con el cuerpo con la intención de sanar o generar algún efecto. 

Conclusión

Definitivamente, San Alberto Magno cree en la astrología y la influencia que provoca en ciertos cuerpos. Esto iría en contra de su casi contemporáneo filósofo Maimónides quien negaba del todo que los astros pudieran influir. Es quizás una contradicción creer en Dios y en estas cosas, pero debemos considerar que en tiempos de Alberto esto era considerado una ciencia, es decir, una ciencia natural. Lo importante de ver aquí es la intención que tiene Alberto de no dejar de lado la ciencia por el dogmatismo religioso, al contrario, lo relaciona todo. 

domingo, 11 de noviembre de 2018

Edictum de Pretiis (Edicto de precios)

Edictum de Pretiis
Edicto de precios

El edicto de precios fue un decreto por el cual el emperador romano Diocleciano fijaba los precios de una gran cantidad de productos. Los detalles y datos precisos de aquellos tiempos se han perdido, pero la poca información que quedó da para bosquejar muy bien de qué se trataba dicho edicto. 


Crisis del siglo III


Crisis militar

En el siglo III hubo una gran crisis en el Imperio Romano, ya que los múltiples pueblos extranjeros comenzaron la invasión. Todo esto se produjo luego de la muerte de Alejandro Severo en el año 235, ya que una vez muerto se descuidaron las fronteras que fueron atacadas por los godos, visigodos y alamanes. 

Recién en el año 274 el Imperio se unificó y las fronteras se volvieron más fuertes. 

Crisis económica

Bajo este período hubo también una crisis económica que afectó en gran manera al Imperio. Se produjo una hiperinflación a causa de la devaluación de la moneda (denario) que fue consecuencia del pago a los militares en esos años. 

Los emperadores anteriores a Diocleciano inflaban su propia moneda (revaluación) para dar el pago a estos militares, quienes además tenían un bono por ser leales al emperador. El denario ya había colapsado su valor para el reinado de Diocleciano, por lo que se tuvieron que adoptar otras medidas. 

Fijación de precios

La creación de monedas

Como el denario ya no tenía valor, Diocleciano creó otra moneda llamada Argenteus, y sacó de circulación al denario. El argenteus sería valorado en 100 denarios, mientras que el aureus de oro se reemplazaría por el solidus que se valoraba en 1.000 denarios.

El Edicto de Precios

Sin embargo, estas monedas no hicieron más que producir una gran inflación. En este contexto, Diocleciano quiso dar una solución a este problema promulgando el Edicto de Precios Máximos en el año 301. 

Esta norma establecería una fijación de precios en los productos (más de mil), y condenaba a aquellos mercaderes que quisieran vender sus productos a otros mercados donde los pudieran vender a precios más altos. En otras palabras, todo aquel que vendiera a un precio mayor o menor de lo estipulado por el Emperador, sería castigado con la pena de muerte. 

No obstante, la inflación no se detuvo y la demanda no se pudo satisfacer lo que dio orígen a un mercado negro, donde muchos mercaderes fueron asesinados a manos del gobierno. La escasez de productos se dio inmediatamente al tener una demanda más y más grande. 

Finalmente, el Edicto de Precios persistió hasta la reforma monetaria de Constantino I que pudo en algo aliviar la inflación. Algunos dicen que el Edicto de Diocleciano fue una de las causa de porqué el Imperio Romano se vino abajo. 

Conclusión

¿Por qué hablar de una medida económica en un blog de filosofía? porque esta medida dio una de las primeras directrices del pensamiento económico, que ya pronto veremos en las páginas de este blog. Es una norma que hasta el día de hoy ocupan gobernantes para sanar de algún modo la economía, mientras otros toman provecho de la misma en cualquier modo posible. Una medida que incluso ha llegado a servir a los más corruptos en nuestra sociedad, formando alianzas para luego vender los productos y crear monopolios.

San Alberto Magno - De mineralibus (Sobre los minerales) (Libro II: Piedras preciosas. Tratado II: Clasificación de las piedras preciosas. Tratado II: Parte II: Piedras desde la letra P a la letra Z))

Continuamos con el conteo de las piedras preciosas esta vez desde la P hasta la Z. San Alberto Magno ha señalado los poderes y características generales de cada piedra que ha investigado. Muchos nombres nos han quedado en la actualidad, mientras que muchas otras piedras han formado parte del mito en cuanto a su orígen. Estos serán los pasos cruciales para luego hablar sobre alquimia en la Edad Media, ya que esta ciencia nunca estuvo alejada de los grandes pensadores. 

De mineralibus


LIBRO II: PIEDRAS PRECIOSAS

Tratado II: Clasificación de las piedras preciosas


Capítulo 14: Piedras que comienzan con P


Pantherus (opal): se dice que es de variados colores entre ellos negro, verde, rojo, etc. Si se lleva consigo en la mañana asegurará la victoria. 

Peranites: es una piedra de sexo femenino. Se piensa que es beneficiosa para que las mujeres queden embarazadas. También se dice que de ella se puede producir otra piedra igual.

Perithe: una piedra de color amarillo. Se dice que contrarresta la tos. Debe ser manipulada con cuidado, ya que esta puede llegar a quemar la mano. 

Prassius: es de color verde opaco. Se obtienen beneficios a la vista para quien la porte. 

Pyrophilus: se origina a partir del corazón de un hombre, es decir, luego de que un hombre está muerto y su corazón lo dejan en el fuego, entonces se da el nacimiento de esta piedra. Protege contra el veneno, además de traer la victoria. 

Capítulo 15: Piedras que comienzan con Q

Quandros: se dice que se encuentra en la frente de un buitre. Su poder radica en alejar la mala suerte, y también llena los pechos con leche. 

Quiritia: es encontrada en los nidos de las abubillas (una especie de pájaro). Se dice que revela secretos y produce alucinaciones.

Capítulo 16: Piedras que comienzan con R

Radaim: se dice que son las mismas piedras que las donadas. Se conoce por conceder deseos. 

Ramai: es una piedra de color rojo. Se dice que es bueno para la menstruación y los sangrados. 

Capítulo 17: Piedras que comienzan con S

Saphirus (zafiro): una piedra de color azul cielo. Se dice que esta piedra puede curar los abscesos, además de calentar y enfriar el cuerpo según la temperatura. También puede atraer la amistad y los buenos acuerdos.

Sarcophagus: es una piedra que come cuerpos muertos. Antiguamente se enterraban los cuerpos en ataúdes hechos con estas piedras porque los cuerpos desaparecían en tres días. 

Sagda: es una piedra de color verde. Sirve para que los tablones de los barcos sean más firmes. 

Sardinus: es una piedra de color rojo. Dicen que agudiza el ingenio y trae regocijo al alma. 

Sardonyx: otra piedra de color rojo que es parecida al onyx. Puede que esta piedra libere la pereza, además de hacer al hombre más modesto. 

Samius: es una piedra que se encuentra en la isla de Samos (Grecia). Se dice que puede retrasar el embarazo, y que puede curar la confusión. 

Silenites: es una piedra de color verde, rojo y púrpura. Un hombre podría predecir el futuro si la posiciona debajo de la lengua. 

Smaragdus: es una piedra de color verde traslúcida. La piedra hace que los hombres lleven su vida a la castidad. Esto se probó con la anécdota del Rey de Hungría (probablemente Bela IV), quien utilizó la piedra teniendo coito con su esposa. La piedra inmediatamente se destrozó en tres pedazos. 

Specularis (piedra espejo): es una piedra tan transparente como el vidrio. Puede quebrarse tan pronto como es deseado (quizás de ahí el nombre). 

Succinus: una esfera de color amarillo parecida al ámbar. Puede atraer muchas cosas naturales como la paja, hilos y hojas. También facilita los partos. 

Syrus: una piedra que tiene la capacidad de flotar cuando está hundida. Es una especie de piedra pómez. 

Capítulo 18: Piedras que comienzan con T

Topasion: debe su nombre a la isla en la que se encontró que era Topasis. Presenta cierta similitud con el oro. Si esta piedra es puesta en agua hirviendo, las burbujas de la ebullición cesarán y podrá meterse la mano para sacar la piedra. También puede curar la hemorroides. 

Turchois: es de color azúl brillante. Preserva la vista y protege de los infortunios.

Capítulo 19: Piedras que comienzan con V

Varach (sangre de dragón): es una piedra de color rojo muy fuerte. Un remedio para cualquier clase de flujo, sobre todo la sangre. 

Vernix: es una piedra de color blanco pálido proveniente de Armenia. Es un remedio perfecto para la bilis negra. También sirve para cualquier enfermedad de los vasos sanguíneos.

Virites: un color brillante como el fuego. Puede que queme la mano si se le aprieta muy fuerte. 

Capítulo 20: Piedras que comienzan con Z

Zemech (lapis lázuli): hecha de un color azúl pálido, es un perfecto remedio para la bilis negra y la fiebre. 

Zigrites: tiene el color del vidrio, es decir, transparente. Reduce el sagrado y suprime el delirio. 

Conclusión

Esta fue la segunda y última parte de la clasificación de las piedras preciosas. Realmente es interesante ver cómo cada piedra tiene su propia característica o poder como lo llama el mismo Alberto. Supongo que el poder de cada una de ellas es informado ya que el mismo Alberto lo ha experimentado, y seguramente también lo habrá leído y escuchado de otros expertos sobre piedras. Como sea que fuese, esto será un estudio mineralógico para todas las áreas, incluyendo las esotéricas.