domingo, 11 de noviembre de 2018

Edictum de Pretiis (Edicto de precios)

Edictum de Pretiis
Edicto de precios

El edicto de precios fue un decreto por el cual el emperador romano Diocleciano fijaba los precios de una gran cantidad de productos. Los detalles y datos precisos de aquellos tiempos se han perdido, pero la poca información que quedó da para bosquejar muy bien de qué se trataba dicho edicto. 


Crisis del siglo III


Crisis militar

En el siglo III hubo una gran crisis en el Imperio Romano, ya que los múltiples pueblos extranjeros comenzaron la invasión. Todo esto se produjo luego de la muerte de Alejandro Severo en el año 235, ya que una vez muerto se descuidaron las fronteras que fueron atacadas por los godos, visigodos y alamanes. 

Recién en el año 274 el Imperio se unificó y las fronteras se volvieron más fuertes. 

Crisis económica

Bajo este período hubo también una crisis económica que afectó en gran manera al Imperio. Se produjo una hiperinflación a causa de la devaluación de la moneda (denario) que fue consecuencia del pago a los militares en esos años. 

Los emperadores anteriores a Diocleciano inflaban su propia moneda (revaluación) para dar el pago a estos militares, quienes además tenían un bono por ser leales al emperador. El denario ya había colapsado su valor para el reinado de Diocleciano, por lo que se tuvieron que adoptar otras medidas. 

Fijación de precios

La creación de monedas

Como el denario ya no tenía valor, Diocleciano creó otra moneda llamada Argenteus, y sacó de circulación al denario. El argenteus sería valorado en 100 denarios, mientras que el aureus de oro se reemplazaría por el solidus que se valoraba en 1.000 denarios.

El Edicto de Precios

Sin embargo, estas monedas no hicieron más que producir una gran inflación. En este contexto, Diocleciano quiso dar una solución a este problema promulgando el Edicto de Precios Máximos en el año 301. 

Esta norma establecería una fijación de precios en los productos (más de mil), y condenaba a aquellos mercaderes que quisieran vender sus productos a otros mercados donde los pudieran vender a precios más altos. En otras palabras, todo aquel que vendiera a un precio mayor o menor de lo estipulado por el Emperador, sería castigado con la pena de muerte. 

No obstante, la inflación no se detuvo y la demanda no se pudo satisfacer lo que dio orígen a un mercado negro, donde muchos mercaderes fueron asesinados a manos del gobierno. La escasez de productos se dio inmediatamente al tener una demanda más y más grande. 

Finalmente, el Edicto de Precios persistió hasta la reforma monetaria de Constantino I que pudo en algo aliviar la inflación. Algunos dicen que el Edicto de Diocleciano fue una de las causa de porqué el Imperio Romano se vino abajo. 

Conclusión

¿Por qué hablar de una medida económica en un blog de filosofía? porque esta medida dio una de las primeras directrices del pensamiento económico, que ya pronto veremos en las páginas de este blog. Es una norma que hasta el día de hoy ocupan gobernantes para sanar de algún modo la economía, mientras otros toman provecho de la misma en cualquier modo posible. Una medida que incluso ha llegado a servir a los más corruptos en nuestra sociedad, formando alianzas para luego vender los productos y crear monopolios.

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