Tomás de
Mercado
Tomás de
Mercado
Nicolás Copérnico
Astronomía medieval
Seguimos con nuestro estudio acerca de la astronomía el cual habíamos culminado con la civilización griega. Nuestro último astrónomo en aquella entrada fue Claudio Ptolomeo, autor del Almagesto y de otras obras pertinentes a la astronomía y a la geografía.
Es hora de conocer cómo es que los filósofos medievales concibieron el universo circundante. Cuando nos referimos a astronomía medieval, también deberemos considerar a aquellos hombres que en ese tiempo desarrollaron Astronomía y que no fueron necesariamente filósofos. Veamos que nos deparan estos filósofos y pensadores del universo.
Contexto
La astronomía medieval comienza con los pensadores árabes y persas quienes tuvieron mucho interés en desarrollar esta ciencia. Un siglo después de la muerte de Mahoma, algunos califas fomentaron la ciencia de la astronomía en Bagdad y Damasco donde hecho se llevó a cabo la traducción del Almagesto de Claudio Ptolomeo.
Astrónomos árabes
Abd Al-Rahman Al Sufi
El astrónomo y erudito Abd Al-Rahman Al Sufi remodó el catálgoo de estrellas de Hiparco y en el año 964 d. C. creó su primera obra llamada ''Libro de las estrellas fijas'', a la cual incluyó otras estrellas que las relatadas por los griegos, como por ejemplo, la Galaxia de Andrómeda.
Ibn Yunus
Ibn Yunus mejoró enormemente las tablas de los planetas propuestas por Ptolomeo. Describió 40 conjunciones planetarias y 30 eclipses lunares.
Ibn Al-Haytham
Fue uno de los grandes críticos de Ptolomeo, tanto así que realizó una obra llamada ''Dudas sobre Ptolomeo'' donde criticaba tanto los epiciclos como los ecuantes. Criticaba al modelo ptolemaico por considerarlo ''aparente'' y no real.
Al-Burini
Fue uno de los filósofos y pensadores más prolíficos del mundo árabe medieval. Su cálculo del radio terrestre fue de 6.338,8km cuando en la actualidad es de 6378km lo que se acercaba bastante. Sus observaciones a las estrellas lo llevó a afirmar que algunas de ellas podían evolucionar con el tiempo, por ejemplo, el caso de la estrella binaria eclipsante Algol. Desde ese punto de vista, se comenzó a creer que las estrellas no eran seres inmutables contrario a lo que sostenía Aristóteles. Sin embargo, Al-Burini no se refirió a las consecuencias filosóficas que tendría este planteamiento.
Al-Zarqali
Describió el movimiento de las estrellas llamado de acceso y recesión con respecto a la recesión de los equinoccios: el que más tarde se llamaría ''Movimiento de Trepidación''. No obstante, esta propuesta ya se había hecho con Abou Masar y Thabit ben Kourrah, quienes suponían que el punto vernal trepidaba sobre 8º en 1600 años.
Astrónomos occidentales
Lamentablemente, luego de la muerte de Ulugh Beg, príncipe y niet de Tamerlan, la astronomía árabe cayó en una decadencia difícil de detener y posteriormente, estos perderían el interés en la astronomía. Otros pensadores se encargarían de avanzar en esta línea.
Roberto de Grosseteste
Si bien el fenómeno de la astronomía se dio con muchas más anterioridad que los griegos, nos compete ver la concepción de esta disciplina con ellos. Sus teorías han tratado de dilucidar los eventos que ocurren en ese lugar que está lejos de nuestro alcance, aunque en este siglo ya no lo es tanto. Estos antecedentes nos ayudarán en la explicación de nuestro mundo y cómo es que funciona el universo y el porqué funciona de este modo.
Contexto
En principio, los griegos creían que la tierra era plana y estaba ubicada en un universo pequeño y cerrado, es decir, no creían que el universo fuera infinito. Con el tiempo, los sabios griegos comenzaron a tener interés por el universo y tratar de comprender cómo es que este funcionaba. Ocurre lo que es llamado en la Antigua Grecia ''el milagro griego'', donde se comienza a entender el universo racionalmente.
Constelaciones
Guardando las apariencias y queriendo explicar lo que ocurría alrededor, Homero y Hesíodo nombraban a las constelaciones cuyos nombres estaban basados en la mitología griega. En efecto, los nombres de las estrellas ya se conocían y el ejercicio de las constelaciones se inició a principios del milagro griego, cerca del año 600 a. C.
Filósofos Presocráticos
Tales de Mileto
Tales de MIleto fue el primer filósofos que trató de explicar los fenómenos naturales observables, asegurando que el mundo estaba compuesto de agua, y que por lo tanto este era el principio de todo. Sin embargo, aún pensaba que la tierra era plana geométricamente, y que de hecho la tierra descansaba sobre el agua. Esto lo hemos visto en filosofía bajo el concepto de ''arjé''.
Anaximandro de Mileto
Anaximandro de Mileto nos diría que los planetas eran ruedas de fuego girando alrededor de la tierra. Creía que la tierra era cilíndrica y la parte donde habitamos era la parte superior del cilindro. Por su parte, el universo era un vacío ilimitado y la tierra descansaba en este vacío que se denominaría ''ápeirón''. El ápeiron es una materia infinita ilimitada principio de todo (arjé)
Anaxímenes de Mileto
Anaximenes, que también era de Mileto, hizo una observación que distó de su maestro la cual sería que la tierra, si bien era plana, no descansaba sobre el agua sino que sobre el aire porque en efecto, el aire para Anaxímenes era su arjé.
Anaxágoras de Clazomene
Simplemente, para Anaxágoras la tierra y los planetas eran rocas de gran tamaño que se movían en el espacio.
Pitagóricos
Los pitagóricos afirmaron que la tierra y los otros planetas eran en efectos esféricos, al menos notoriamente en apariencia. Si esto era así, entonces sacaban como conclusión que el universo también debía ser esférico. ¿Por qué esférico? de acuerdo con la escuela de los pitagóricos, la esfera es la figura geométrica perfecta por su vinculación a lo infinito. En consecuencia, si la esfera es perfecta, el movimiento circular es perfecto.
Parménides de Elea
Fue Parménides quien afirmó que la tierra era esférica, explicando que la tierra es en verdad un conjunto de anillos concéntricos teniendo en el centro un anillo sólido. Sin embargo, hay muchos autores que discrepan de esta opinión asegurando que Parménides en realidad no concibió una tierra esférica. En todo caso, el texto de Parménides relacionado con la tierra es sumamente difícil de construir.
Alcmeón de Crotona
Aseguraba que el movimiento de los planetas seguía leyes física, así como también las estrellas de la misma forma que la luna y el sol, aunque estos movimientos también podían ser retrogrados.
Empédocles de Agrigento
Este filósofo fue el primero en plantear que los planetas estaban hechos de los cuatro elementos: agua, tierra, fuego y aire, y a su vez se juntaban y se separaban por el amor o el odio respectivamente. Aristóteles se inspiraría posteriormente por las ideas de Empédocles para construir su ''Física'', mientras que de igual manera, Nicolás de Cusa y Giordano Bruno tomaron la idea de que Dios era una esfera infinita cuyo centro estaba por todas partes.
Leucipo y Demócrito
Una de las miradas interesantes es la de Lucipo y Demócrito quienes postulaban que el universo era infinito y estaba compuesto de unas estructuras mínimas y pequeñas llamadas átomos, igual de infinitas que el mismo.
Filósofos
Platón
Platón describe su visión del universo en su obra ''Timeo''. Para el filósofo ateniense, la tierra era esférica y fija, teniendo como coincidencia ser el centro del mismo universo. La luna y el sol giraban alrededor de la tierra rodeando sus órbitas de manera perfecta y concéntrica. Las estrellas estarían en un último lugar teniendo el nombre de ''Estrellas Fijas'' rodeando la tierra, las cuales giraban por obra de una esfera. En cuanto a los eclipses, Platón nos dice que es la sombra de la tierra en la luna.
Es más, Platón nos decía que el universo era un animal vivo creado por el demiurgo (el que produce el universo) a partir de la tierra y el fuego. Accede a que la forma del universo es esférica por ser una figura perfecta y por lo tanto tiene un movimiento circular. Sin embargo, para Platón el universo no sería eterno porque fue creado por el demiurgo, y en ese sentido, junto con la creación de éste, se crea el tiempo.
Otro punto interesante es el concepto de alma del mundo. El alma, asegura, Timeo, no puede ser más joven que el cuerpo, puesto que el creador jamás permitiría que lo antiguo fuera dominado por lo joven. Entre el ser indivisible y divisible, el creador hizo una tercera clase de ser hecha de los dos mencionados anteriormente. A causa de la dificultad de mezclar las 3, lo hizo con violencia y después de unir los tres componentes, lo dividió en cuantas partes fuera posible.
''Primero, extrajo una parte de todo; luego, sacó una porción el doble de ésta''.
''posteriormente, tomó la tercera opción, que era una vez y media la segunda y 3 veces la primera''.
''Después de que entre los primeros intervalos se originaran los de tres medios(3/2), de cuatro tercios(4/3) y de nueve octavos(9/8), llenó todos los de cuatro tercios(4/3) con uno de nueve octavos(9/8) y dejó un resto en cada uno de ellos cuyos términos tenían una relación numérica de 256 a 243''
Eudoxo de Cnido
Platón ya había dado todas sus teorías en cuanto al universo, pero cuando trató de explicar los movimientos retrógrados de los planetas ciertamente hay un razonamiento confuso. Este interesante fenómeno tuvo que ser encargado a un académico (de la Academia de Platón) quien fuera Eudox de Cnido.
Además, Eudoxo describiría los movimientos de los planetas por elementos matemáticos, a través de esferas homocéntricas sobre un eje que está fijado a otra esfera.
Eudoxo mantiene la idea de que fueran 27 esferas. ¿Cómo se entienden estas esferas en la figura anterior?
Conocido como el continuador de Eudoxo, Calipos de Cirico aumentó el número de esferas a 34 perfeccionando un poco más el modelo de Eudoxo. Conservó la inmovilidad de la tierra en el centro del universo y el movimiento de las estrellas fijas en 23 horas 56 minutos y 4 segundos alrededor del eje polar celeste. Mejoró el ciclo de Metón, el cual consiste en un período de 19 años aproximadamente después del cual, las fases de la luna recurren al mismo tiempo en un año.
Aristóteles
Para el filósofo estagirita, el dominio de las esferas celestes incluidas las estrellas fijas estaba compuesto de un quinto elemento perfecto e incorruptible llamado ''éter'', el cual también tenía un movimiento circular. Este éter era una sustancia divina e indestructible, considera como el ''alma del mundo'' y su movimiento era circular en contraste a todos los otros elementos terrenales (agua, tierra, fuego y aire).
Las esferas que sostenían los astros eran realidades físicas y concretas y de naturaleza cristalina y perfecta. Adoptó el mismo orden de planetas que Platón y Eudoxo.
Su aporte fue haber incrementado el número de esferas a 55 debido a añadir un ''astro'' (que en realidad no es) llamado el primer motor inmóvil que mueve todo el universo sin ser él movido.
El universo de Aristóteles también era cerrado y la tierra ocupaba el centro de esta. Finalmente, para la tierra estimó que su circunferencia era de 63.000km.
Ya con Aristarco de Samos nos acercamos a una afirmación del heliocentrismo, es decir, que el sol es el centro del universo. Dandose cuenta de que los eclipses eran en realidad la sombra de la tierra y no un milagro divino, dio cuenta de que en verdad la tierra no es el centro del universo sino que más bien es el sol.
Esto es lo que se conocerá como ''visión de paralaje'', que sería el ángulo formado por dos líneas visuales relativas a la observación de un mismo objeto desde dos puntos distintos.
Arquímedes, quien fuera físico, inventor y matemático, determinó la circunferencia de la tierra en 47.000km, valor considerado gigantesco pensando en que hoy es de 40.000km. Fue un divulgador de la astronomía y trató de explicar la teoría de Aristarco a la cual adhiría.
Geocentristas
Eratóstenes de Cirene
Si bien Eratóstenes nada dijo sobre si la Tierra o el Sol fueran el centro del universo, la verdad es que sus descubrimientos no dejaron indiferente a nadie. Determinó que la circunferencia de la Tierra era de 40.075km (250.000 estadios griegos) lo que finalmente se acerca bastante a la circunferencia que hoy se considera.
A Eratóstenes se le atribuye la invención de la esfera armilar.
En conclusión, Eratóstenes dijo que el suelo de Alejandría está inclinado y el suelo de Siena no lo está. Este razonamiento le permitió medir el tamaño de la tierra de la siguiente forma.
Apolonio de Perga
Siendo principalmente matemático, Apolonio de Perga demostró la equivalencia entre la teoría de los círculos deferentes y los epiciclos
Hiparco de Nicea
Entre las muchas contribuciones que hizo Hiparco de Nicea, determinó la duración del año trópico que sería de 365 días, 5 horas, 55 minutos y 12 segundos, que se acercó bastante a la duración que se considera actual (365 días, 5 horas, 48 minutos y 46 segundos). También determinó las distancias entre la Tierra y el Sol y la Tierra y la Luna. Junto con esto aseguró que el Sol tenía 10 veces el tamaño de la Tierra. Realizó un catálogo de 850 estrellas categorizadas por su luminosidad , y criticó la teoría de las esferas homocéntricas de Eudoxo y Aristóteles.
Por último, también se le atribuye la invención del astrolabio.
Claudio Ptolomeo
Fue el último astrónomo más importante de la antigüedad. Uno de sus primeros trabajos fue la llamada sintaxis matemática, que luego pasó a llamarse Ho Mega Astronomos (''el gran astrónomo'' en griego antiguo). Finalmente los árabes utilizaron solamente la palabra mega junto al prefijo ''al'', para formar el nombre que tiene en la actualidad ''Almagesto''.
Lo que veremos ahora en la Suma Teológica es la transacción voluntaria de los bienes que los hombres realizan todos los días y a cada momento. El fraude y la usura son conceptos comunes que se cometen en la compraventa de bienes y Santo Tomás de Aquino lo sabía muy bien. En efecto, la usura, que es el cobro excesivo de intereses en un préstamo, es considerado un pecado. Es más, la usura no es diferente a la rapiña o al hurto (otro tema del que se ocupa el aquinate). Veamos entonces qué entendía Santo Tomás por el fraude en la compraventa.
SUMMA TEOLÓGICA
Fraude en la compraventa
Artículo 1: ¿Puede alguien vender una cosa más cara de lo que vale?
Al parecer no...
1 Las transacciones se determinan por las leyes civiles, y por lo tanto, tanto el comprador y el vendedor pueden engañarse lícitamente en una transacción, el vendedor vendiendo más caro y el comprador comprando más bajo
2 En el libro sobre la Santísima Trinidad de San Agustín de Hipona, se dice que todos adherían a un viejo dicho de un cómico: Quieres vender caro y comprar barato
3 Pareciera que es ilícito vender una cosa más cara de lo que vale, pero Aristóteles decía que en la amistad basada en la utilidad debe otorgarse una compensación, y ésta utilidad muchas veces rebasa el valor de la cosa dada.
Contra lo anterior
Dice el Mateo 7:12, ''Todo lo que queráis que los hombres hagan con vosotros, hacedlo también vosotros con ellos''. Nadie quiere que se le venda una cosa más cara de lo que es.
Respuesta
Vender una cosa más cara de lo que realmente es es un pecado absoluto, porque se engaña al prójimo en beneficios suyo. Es preciso que miremos a Marco Tulio Cicerón en su obra ''De Officis''
''Toda mentira debe excluirse de los contratos; no ha de
poner el vendedor un postor que eleve el precio, ni el comprador otra persona
que puje en contra de su oferta''
Sin embargo, si se excluye el fraude, entonces hay que ver el tema desde dos puntos de vista.
Ahora, si el comprador obtiene gran provecho que ha recibido de la cosa, y el que vende no sufre daño al desprenderse de ella, no debe ser vendida en más de lo que vale, porque en este caso, la utilidad que se da al comprador no proviene del vendedor sino más bien de su propia condición de comprador.
Por otro lado, si el comprador cree que ha obtenido más provecho del que debería haber recibido, entonces puede, espontáneamente, dar al vendedor algo más del precio convenido que a su vez sería un gesto de honradez.
Contra las objeciones
1 La ley humana no es solo creada por hombres virtuosos sino que también por aquellos que no lo son. La ley solo se debe ocupar de aquello que destruya la convivencia civil, pero no puede interferir en las cosas propias de la virtud
Ahora, puede ser que la ley no pueda observar todas estas situaciones, pero sí postula la restitución de la cosa por un precio vil. En todo caso, la ley divina es la única observadora de las virtudes y no deja nada impune.
2 Agustín dice ahí mismo: Aquel cómico, al examinarse a sí mismo, o al observar a los demás, creyó que era un sentimiento común a todo el mundo querer comprar barato y vender caro. Pero, puesto que, ciertamente, esto es un vicio, cada cual puede alcanzar la virtud de la justicia que le permita resistir y vencer al mismo. Por lo que se puede entender, la frase dicha por el cómico no es algo connatural con el hombre, todo lo contrario, es un vicio.
3 En la justicia conmutativa se considera la igualdad de la cosa, en cambio, en la amistad útil solo se considera la utilidad respectiva, en consecuencia, la compensación debe atenderse solamente a esa utilidad específica. En contraste, en la compraventa la utilidad es con respecto a la cosa vendida.
Artículo 2: La venta ¿se vuelve injusta e ilícita por defecto de la cosa vendida?
Al parecer no...
1 Se da un ejemplo con la venta de vasos oro y plata vendido por los alquimistas en concepto de verdadero. Aunque exista un defecto en la cosa vendida con respecto a la sustancia, si sirve de utilidad al hombre no hay nada ilícito
2 Cuando nos referimos a la cantidad de una cosa que no coincide con lo que se compra se comete una injusticia. Sin embargo, la cantidad de las cosas debe medirse y la medición es distinta en cada región o país
3 Si a una cosa le falta la calidad que se supone fue vendida, entonces se comete una injusticia. No obstante, para saber esa calidad se requiere de gran ciencia que no todos tienen
Contra lo anterior
Dice Ambrosio: Es regla evidente de justicia que no debe el hombre de bien apartarse de la verdad, ni causar a nadie un daño injusto, ni incurrir jamás en dolo sobre su mercancía.
Respuesta
De acuerdo con el aquinate, hay tres tipo de defectos:
Artículo 3: El vendedor ¿está obligado a manifestar los defectos de la cosa vendida?
Al parecer no...
1 Si el comprador se engaña en la apreciación, entonces el vendedor no está obligado a manifestar los defectos.
2 Es absurdo que una persona manifieste los propios defectos de la cosa que está vendiendo. Nadie se obstaculiza voluntariamente para hacer una operación. Así lo dice Cicerón: ¿Hay algo más absurdo que hacer anunciar por un pregón público: Vendo una casa pestilente?
3 El hombre no está obligado a dar a todo le mundo consejo sobre la virtud, aunque no debe decir falsedad. Pero al no manifestar los defectos de la cosa no ha dicho una falsedad
4 Si el hombre está obligado a decir los defectos, entonces debe bajar el precio. Sin embargo, puede ser que la cosa vendida baje de precio por otras circunstancias; por ejemplo, si hay más competencia entre los vendedores: para hacerles competencia, tendrá que venderlos a menor precio. Sin embargo, el vendedor no tiene que manifestar estas cosas.
Contra lo anterior
Ambrosio dice: En los contratos está ordenado que se manifiesten los defectos de las cosas que se venden, y si el vendedor no lo hace, aunque la mercancía pasare al dominio del comprador, el contrato será anulado como fraudulento.
Respuesta
Siempre será ilícito poner a alguien en ocasión de peligro, y en efecto, engañar y realizar fraude es poner en peligro al prójimo. Si hay un defecto oculto, es deber del vendedor hacerlo manifiesto para salvar al comprador de tal efecto. Sin embargo, si el efecto es manifiesto, entonces el vendedor no tendrá ninguna culpa. De hecho, si el vendedor hace una rebaja ocultando el vicio, entonces no estará pecando porque seguramente el comprador pediría una rebaja por tal vicio.
Contra las objeciones
1 De acuerdo con Arisóteles en la Ética a Nicómaco: cada uno juzga según lo que conoce. Por lo tanto, el comprador mal podría ver los defectos si no se los manifiesta el vendedor.
2 El defecto debe decirse a cada persona que pregunte por el producto, no hacerlo público.
3 Si bien el hombre no está obligado a enseñar sobre la virtud, ciertamente tiene un deber de decir la verdad para no poner en peligro al comprador.
4 En tal situación, si bien el vendedor no tiene necesidad de informar eso, si lo hiciera tendría una virtud más perfecta.
Artículo 4: ¿Es lícito en el comercio vender algo más caro de lo que se compró?
Al parecer no...
1 Dice Crisóstomo sobre el Mateo 12:2 Que el que adquiere una cosa para obtener un lucro, revendiéndola tal cual es y sin modificación, es uno de aquellos mercaderes que fueron arrojados del templo de Dios. Nadie es expulsado del templo sin pecado.
2 La persona que vende un objeto más caro de lo que lo compró, necesariamente lo ha comprado más barato de lo que vale o lo ha vendido más caro. Vender las cosas más caro de lo que es como se probó antes es pecado.
3 Dice Jerónimo: Huye como de la peste del clérigo traficante que de pobre se hace rico y de plebeyo noble. Si para los clérigos el comercio es pecado.
Contra lo anterior
Dice San Agustín con respecto al Salmo 70:15, Porque no conocí el arte de escribir, dice: El comerciante ávido de ganancia blasfema cuando pierde; miente y perjura sobre el precio de sus mercancías. Ahora bien: éstos son vicios del hombre y no de su arte, que puede practicarse sin ellos.
Respuesta
El comercio en sí mismo encierra torpeza porque no tiende por su naturaleza a un fin honesto. No obstante, aunque el lucro es el fin del comercio, en sí mismo no encierra una virtud ni tampoco un vicio. De este modo, nada impide que el lucro pueda tener una dirección honesta en vez de ser viciosa (que de todas maneras, puede tener un fin vicioso). La idea es que el lucro se lleve a un fin bondadoso y servir al interés público, y así no buscar el lucro en sí mismo como un fin, sino que como un medio para alcanzar el bien común.
Contra las objeciones
1 El texto debe entenderse como si el vendedor solamente tuviera el lucro como fin. El lucro puede realizarse, pero siempre que aspire a un fin virtuoso y no por sí mismo. La realización por puro lucro llevará a vender una cosa más cara de lo que es, y así ocasionar un perjuicio.
2 El problema es tener la intención de comprarla para venderla más cara. Si una persona compra una cosa y la conserva, pero luego por necesidad la vende a un precio más alto no hay pecado. Esto porque sea que la cosa haya mejorado en algo, ya porque el precio variara de acuerdo con el lugar o el tiempo.
3 Si bien para los clérigos es menester las cosas que son pecado en sí, también hay que evitar aquellas que tengan apariencia de pecado, y el comercio tiene esta característica a veces. El comercio está más vinculado hacia las cosas temporales que a las espirituales. Sin embargo, si se dedica al comercio de las cosas necesarias de la vida, entonces no habría problema.
Conclusión
Todo lo dicho aquí por Santo Tomás de Aquino coincide con su texto contra la usura. Era de esperar que en el contrato de compraventa se exprese la virtud y la buena fe, respecto a la transacción de los bienes. Esto constituirá un precedente para todos aquellos filósofos que se dediquen a analizar la filosofía de la economía en sus respectivos textos.