sábado, 20 de octubre de 2018

Juan I de Inglaterra - Vida y obra (1166 - 1216).

Fue hijo de uno de los más controversiales reyes de Inglaterra: Enrique II. Trató de que Inglaterra no fuera devastada, pero no lo consiguió. Fue el mismísimo hermano de Ricardo I (màs conocido como Ricardo Corazón de León) que luchó en la Tercera Cruzada contra Saladino. Estamos hablando del rey de Inglaterra llamado Juan I, o Juan sin Tierra. ¿Por qué ver a este hombre de la historia medieval? porque su participación nos lleva a comprender cosas claves del contexto que vamos a relatar; por ejemplo, la firma de la Carta Magna, o la Tercera Cruzada. Veamos la vida de Juan I de Inglaterra. 

Sugerencias:

Les recomiendo revisar las siguientes entradas:

Juan I de Inglaterra


Primeros años

Familia

Juan fue hijo de Enrique II y Leonor de Aquitania ambos gobernaban Inglaterra. Enrique tenía los territorios de Anjou, Normandía e Inglaterra, mientras que Leonor tenía Toulouse y Auvergne al sur de Francia. En este sentido, Enrique gobernaba Inglaterra y Francia por lo que estos dos países fueron parte de la dinastía Plantagenet (a la que pertenecía Enrique). Al mismo tiempo, aquí se comienza lo que se conoció como ''Imperio Angevino''. ¿Por qué Angevino? porque Enrique era hijo de Godofredo de Anjou, y es justamente de ''Anjou'' de donde se deriva el término. El Imperio Angevino derivaría su orígen desde Enrique II, Ricardo I y Juan I, mientras que los Plantagenet serían desde Enrique II hasta Ricardo III. 

Los hermanos de Juan fueron Godofredo, Guillermo (quienes murieron prematuramente), Ricardo, (quien sería más adelante rey de Inglaterra), Joan, Enrique, entre otros. 

Después de su nacimiento, Juan fue llevado a una nodriza, pero cuando Leonor se dirigió a Aquitania, se llevó a su hermana Joan a Fontevrault donde Juan se educó intelectual y militarmente. Con el tiempo creció y le comenzó a gustar la literatura, las apuestas, la música, las joyas y otras cosas. 

Sucesión al trono

Enrique II necesitaba resolver pronto la cuestión de la sucesión. La distribución sería desarrollada de la siguiente manera:

  • Enrique: Inglaterra, Normandía y Anjou
  • Ricardo: Aquitania (conde de Poitou)
  • Godofredo: Britania (oeste de Francia)

Pareciera que en primer momento Juan no recibiría tierras y es por eso que se le decía ''Juan sin Tierra''. De hecho, su mismo padre se burlaba de él por lo mismo. 

Sin embargo, con el tiempo Juan sería prometido con las tierras de Savoy, Piedmont y Maurienne. También, Enrique arreglaría un matrimonio entre Juan y Alais, heredera de Humberto III de Savoy. No obstante, Alais muere antes de casarse con Juan por lo que èste quedaría sin heredero. 

Tiempo después, los hijos de Enrique II se rebelarían contra él: Enrique, Ricardo y Godofredo, quienes además eran apoyados por su madre. Enrique ganó el enfrentamiento y los perdonó, pero Leonor sería aprisionada. Luego Enrique se enfrentaría con Ricardo, perdiendo el primero antes de dar la batalla pues murió de disentería. 

Luego de esto, los reinos serían divididos de la siguiente manera:

  • Ricardo: Inglaterra
  • Godofredo: Britania
  • Juan: Aquitania e Irlanda

Ricardo no quería dejar Aquitania, pero su padre junto con Godofredo lo obligaron a cederla a la fuerza. Los tres se reconciliaron tensamente en el año 1185.

El Reino de Ricardo I
(1189 - 1199)

Ricardo fue hecho rey en el año 1189. En esos años fue apodado ''Ricardo Corazón de León'' y declaró sus intenciones firmes de participar en la Tercera Cruzada contra Saladino. Para esto, Ricardo necesitaría de cuantiosos recursos para hacer frente a la cruzada. 

Juan se casaría con la rica Isabel de Gloucester además de ser el Conde de Mortain. También se le fue entregado algunas tierras de Inglaterra como Cornwall, Derby, Devon, Dorset y Nottingham. Claro, Ricardo trató de no darle tanto poderío militar mientras èl estaba en la Cruzada por Tierra Santa. 

Problemas con las autoridades

Juan prometió no visitar Inglaterra en ausencia de Ricardo, sin embargo, las autoridades políticas que Ricardo había dejado a cargo no eran de fiar, por lo que Leonor pidió a Ricardo que Juan entrara para controlar la situación. 

El problema se habría suscitado por dos hombres: Hugh de Puiset y William Longchamp. Este último se rehusó a trabajar con Hugh y rápidamente se comenzaron a configurar serios problemas. Hugh lucharía contra William en un conflicto armado, y mientras tanto, Juan aprovecharía la ocasión para convencer a la gente de que él podría manejar aquella situación mucho mejor. 

Aprovechamiento de Juan

No obstante, para calmar los ánimos Ricardo envió al arzobispo Walter de Coutances, quien gracias a su popularidad pudo llevar todo a la normalidad. 

Tiempo después, Juan comenzó a tramar un plan para llegar a ser rey. Se alió con el rey Felipe II que había llegado de la Tercera Cruzada, quien tenía los territorios de Normandía y Anjou. También ayudó a Longchamp con la condición de que se aliara con él para enfrentar a Ricardo. 

Juan dejó de lado a Isabela de Gloucester y se casó con la hermana de Felipe II, Alys para afianzar aún más la amistad entre ellos. No obstante, en el año 1194, año en que Ricardo regresaba, éste le derrotó en una batalla, pero no le hizo daño, de hecho, Ricardo dijo:

''Juan es un niño con deseos malvados''

Acto seguido, Ricardo deja libre a su hermano pero le quita todos los territorios exceptuando Irlanda.

Pasarían años y muchas hazañas donde Juan demostraría que podía recuperar la confianza de Ricardo. Finalmente lo logra y su hermano lo hace Conde de Mortain nuevamente. 

Ascenso al trono

Juan I rey de Inglaterra

Una vez que Ricardo I había muerto en el año 1189, el trono se disputaba entre Juan apoyado por su padre Enrique II y Arturo I de Britania, hijo de Godofredo el hermano de Juan.

Juan fue apoyado tanto por los ingleses como los normandos, mientras que Arturo fue apoyado por los bretones, Maine, Anjou, además del apoyo de Felipe II de Francia. El conflicto se armó inmediatamente por lo que se emprendieron algunas campañas. Sin embargo, Juan se vio apoyado por la mayoría de las autoridades tanto de Inglaterra como de Francia, seguramente por el cariño que le tenían a su hermano Ricardo. Ante esta conflictiva situación, Felipe II retira su apoyo a Arturo I y se suma al bando de Juan.

Finalmente, Juan se queda como rey de Inglaterra, Duque de Normandía y Conde de Poitou, mientras que Felipe II se queda con los territorios de Francia. Juan fue considerado muy benevolente con sus enemigos por lo que también se ganó el apodo de ''Juan espada blanda''.

Problemas con Isabela de Angouleme 

La paz que se hizo posteriormente a los hechos mencionados duró exactamente 2 años. Entre esos años, Juan se enamoró de Isabela de Angulema quien era hija de Aimer Taillefer, Conde de Angulema. Juan quería casarse con ella, no obstante, el matrimonio no sería posible ya que necesitaba divorciarse de Isabela de Gloucester. Además, Isabela de Angulema estaba comprometida con Hugh de Lusignan. 

El problema se acentuará cuando Juan y Hugh entren en conflicto y Felipe II llame a Juan para arreglar el asunto a Francia. Juan quería ir a Francia como Duque de Normandía, pero Felipe II lo rechazó diciendo que él vendría en calidad de Conde de Poitou. Debido a  esta discusión, Felipe II deja las tierras de Juan a Arturo I, su antiguo contendor.

Las campañas de Normandía

Las batallas libradas en Normandía fueron muy complicadas para Juan. Su madre y otros subordinados estaban en territorio francés por lo que fue muy difícil para Juan atacar a los franceses. 

Sin embargo, Juan pudo atacar a Arturo por sorpresa y encarcelarlo. De Arturo no se supo si lo mataron o si escapó. Solo quedaría su mayor enemigo que sería Felipe II, a quien no pudo derrotar. Juan se quedaría sólo como Duque de Aquitania.

Juan no se quedó contento con esto y trató de recuperar Normandía; sin embargo, el fortalecimiento de Inglaterra ante una posible invasión francesa lo obligó a concentrarse en este último objetivo. 


Problemas con la Iglesia

Otro de los problemas que Juan tuvo que enfrentar fue la sucesión de un Arzobispo en Canterbury. Inocencio III, papa de ese período postulaba a Stephen Langton, pero Juan lo rechazó. Como consecuencia, Inocencio III excomulgó a Juan en el año 1209 por medio de un interdicto. 

Finalmente, Juan decidió darle la sucesión a Stephen Langton, y tiempo después este daría a Juan la absolución de la excomunión. No obstante, muchos cronistas eclesiásticos tratarían a Juan como un tirano a pesar de sus concesiones a la iglesia. 


Rebelión de los barones y la Carta Magna

En Agosto de 1212, unos barones indignados con el reinado de Juan decidieron conspirar contra él. Una vez descubiertos, estos barones perdieron el apoyo papal de Inocencio III, pero no el de Stephen Langton. Todo esto ocurrió cuando Juan se encontraba en una campaña en contra de los galeses. 

Sin embargo, con el pasar del tiempo hubo más descontento en el territorio de Inglaterra. Esto provocó una guerra civil en el año 1215 y Juan se vio forzado a negociar con los barones. Luego, Juan tuvo que ceder ante la presión de estos por medio del conocido ''Artículo de los barones'' que fue la base para que se redactara la Carta Magna. 

Esta carta establecía los derechos feudales de los barones junto con otorgar algunos beneficios a su favor. Pero la carta fue violada tiempo después por todos los barones. Pronto se armaría una guerra civil llamada ''La Guerra de los Barones'' y al estallar esta, Juan pediría ayuda papa Inocencio III, la cual éste accedió y Juan pudo capturar el castillo de Rochester. 

Muerte de Juan I de Inglaterra

En medio del conflicto contra los barones, Juan muere el 19 de Octubre de 1216 debido a la complicación de una enfermedad. Varias teorías se presentan como las causantes de su muerte, pero la verdad es que hasta ahora no hay certeza de cómo fue. 

Legado

La efigie de Juan I de Inglaterra aún sobrevive en estos tiempos, a pesar de que a lo largo de la historia de Inglaterra fue considerado un tirano y un desleal. Muchos hombres religiosos lo estimaron, pero también hombres laicos. Desarrolló mucho avances en el Tesoro público del país, siendo un ejemplo de esto el manejo de los impuestos.

La firma de la Carta Magna no sólo fue algo establecido por Juan, otros reyes posteriores también usarán la misma lógica para enfrentar los problemas con la aristocracia. 

Personalidad

Como pudimos ver en su biografía, juan fue muy desleal y aprovechador en ciertas ocasiones. Esto puede deberse a la formación militar que tuvo desde pequeño, aunque también debemos decir que era un hombre muy culto, un hombre de literatura. De hecho, se dice que Juan I fue uno de los primeros reyes en hablar Inglés. 

Conclusión

Vemos aquí la vida de un hombre con muchos problemas debido a su propio carácter. Nadie puede esperar algo bueno si comete traición sobre todo con su propia familia. La lección que podemos extraer de la vida de Juan es que la diplomacia con los enemigos es vital para llevar el buen manejo de un reino. El dejarse llevar por la rabia y la ambición es el peor consejero cuando se trata de reinos en constante conflicto. 

viernes, 19 de octubre de 2018

San Francisco de Asís - Vida y obra (1181 - 1226).

Este es uno de los santos más conocidos y recordados en el mundo tanto por su labor solidaria como por su ascética vida. Sin embargo, no todos conocen la vida de este santo que ahora daremos a conocer para comprender el contexto del siglo XIII de la Edad Media. ¿Por qué ha sido tan importante la figura de San Francisco de Asís en la historia? Esto y más lo veremos en las siguiente entrada de este hombre que dejó un legado que aún se recuerda en la historia. 

San Francisco de Asís


Primeros años

Era hijo de Pietro de Bernardone y Donna Pica Bourlemont y nació el año 1181 en el ducado de Spoleto, Sacro Imperio Romano Germánico. Su madre le puso Giovanni mientras su padre estaba de viaje en Francia. Cuando este llegó, él mismo el cambió el nombre a Francisco, seguramente por la referencia al país Francia. Aprendió latín y francés, aunque este último no logró dominarlo muy bien.  

En el año 1202 tomó parte en la guerra de Asís y Perugia donde fue tomado prisionero por casi un año. cayó gravemente enfermo y cuando salió libre, éste se unió a las fuerzas papales en contra de Federico II en Apulia el año 1205. Luego de esto, dedicó su vida a la oración y al retiro donde reflexionó y formó sus bases para luego convertirse en asceta. 


Vida ascética

Efectivamente, luego del retiro Francisco comenzó a adherir a un pensamiento menos terrenal y más espiritual. Cada vez más empezó a dejar las festividades y los deportes, además a sus viejos amigos. Un día les expresó que se iba a casar y lo que dijo les dejó atónitos:

''Sí, me casaré. Me casaré con una dama tan noble y rica que ninguno de ustedes ha visto jamás''

Por supuesto, a lo que Francisco se refería era que haría un voto de pobreza, es decir, su dama era la mismísima pobreza.

El llamado

Peregrinando hacia Roma, Francisco frecuentaba lugares solitarios en las afueras de Asís buscando algún tipo de iluminación, hasta que en un momento, en una iglesia en ruinas oyó la voz de Cristo diciendo: 


''Francisco, Francisco, ve y repara mi casa, la cual, como puedes ver, está convirtiéndose en ruinas''

En ese mismo instante, Francisco comenzó a vender algo de ropa de la tienda de su padre para arreglar la iglesia en la que estaba presente. Cuando Francisco le dio el dinero recaudado, el sacerdote de la iglesia lo rechazó y le arrojó las monedas al suelo. 

Para evitar la furia de su padre, Francisco se escondió en una cueva  en San Damiano. cuando volvió a casa, su padre lo castigó golpeándolo y encerrandolo en una bodega. Su madre, quien le tuvo piedad lo liberó y Francisco volvió a San Damiano en el refugio de unos sacerdotes, pero su padre lo trajo de vuelta con la ayuda de los cónsules del período. Sin embargo, Francisco volvió a escapar para separarse de su padre y rechazar su herencia. 

Durante meses, Francisco se dedicó a vagar por la ciudad de Asís hasta que trabajó en un monasterio como sirviente. Un amigo suyo le dio ropa y algunos recursos para sobrevivir. Seguía vagando por la ciudad pidiendo dinero para arreglar la capilla de San Damiano. 

Fundador de la orden franciscana

Visión y conformación

Francisco, viéndose en una situación precaria construye una pequeña choza cerca de una capilla. 

Un día, Francisco asistió a una misa en dicha capilla llamada ''Santa María de los Ángeles'' donde escuchó el Evangelio de Mateo llamado ''La Comisión de los doce apóstoles''. Este capítulo inspiró a Francisco de Asís para tomar sus votos de pobreza, usando una túnica gruesa de algodón que amarró con una cuerda. Desde ese momento, Francisco comenzó a predicar y a exhortar a la gente a la penitencia, al amor unos a otros y la paz. Todo esto haciéndolo sin tener una autorización formal. 

En ese mismo año, Francisco logró obtener 11 seguidores. Vivieron en una colonia de leprosos en Rivo Torto cerca de Asís. Caminaban cerca de las montañas de Umbría y todos aquellos que los escuchaban quedaban asombrados por la vida que llevaban. 

La regla y la conformación

En el año 1209, Francisco comenzó a establecer unas pocas reglas para el grupo. Esta era la primera regla, la muy conocida ''Regla primitiva'':


''Seguir las enseñanzas de nuestro Señor Jesucristo y caminar en sus huellas''

Luego de esto, Francisco se dirigió a Roma para hablar con Inocencio III y fundar la orden de los franciscanos. La fundación de la orden se logró gracias a que el Cardenal que además era confesor de Inocencio III sentía simpatía por los franciscanos. 

Inocencio III aceptó a la congregación informalmente, pero aclarando que lo hará oficial una vez que se reúnan más miembros en la misma congregación. Para el año 1210, La Orden Franciscana terminaría de conformarse teniendo primeramente como nombre ''Hermanos menores'' o ''Hermanos menores conventuales''.

La segunda orden

En el año 1211, una mujer llamada Clara de Asís escuchó a Francisco predicar en la iglesia de San Rufino, y desde ese momento ella se vio inspirada en el movimiento de Francisco. Posteriormente se uniría a la congregación en el año 1212 dejando su vida acomodada en el palacio con su familia. 

Con el tiempo, Clara de Asís fundaría la segunda orden de mujeres franciscanas con la autorización del propio francisco. Esta orden sería más conocida como ''Orden de las Hermanas Pobres de Santa Clara''

La tercera orden

Como podemos ver, las dos primeras órdenes se hicieron de aquellos que abandonaron su hogar para dedicarse a una vida monacal y asceta. Sin embargo, surgieron también otros interesados que no querían dejar su hogar pero de todas maneras querían pertenecer a la orden. 

A partir de este motivo, un grupo de laicos y religiosos decidieron conformar la Tercera Orden de franciscanos, quienes aplicarían las reglas en su vida cotidiana. Se conocería mucho más con el nombre de ''Orden Secular Franciscana''. 

Consolidación de la orden franciscana

Teniendo ya una congregación formal y sostenida, Francisco decidió que la doctrina debía ser esparcida por todo el mundo. Se propuso ir a Jerusalén, pero su barco se destrozó y se vio forzado a volver a Italia. En el año 1213, el Conde Orlando di Chiusi le regaló la montaña de La Verna. Dicha montaña se volvería su lugar favorito, aunque siempre intentó viajar a otros países. 

Francisco vio que la orden crecía a un nivel impredecible, pero no tenían mucho control autónomo, por lo que Francisco dio otra ley a la orden: ''Mandato sin el papa''. Se pudo lograr mayor organización dentro de la orden, pero el papa nunca aceptó la segunda regla oficialmente. 

En el año 1220, Francisco entrega el mando al hermano Pedro Cattani en Porziuncola. Sin embargo, este murió al poco tiempo de ejercer y casualmente se dieron muchos casos milagrosos. 

Dos años después, Francisco modifica la primera regla dejándola de la siguiente manera:

''Observar los evangelios de nuestro Señor Jesucristo viviendo en obediencia sin pertenencias y en castidad''

Esta fue totalmente aprobada por el papa Honorio III el 29 de Noviembre del año 1223.

Muerte de Francisco de Asís

En el año 1224, Francisco tuvo una visión en la fiesta de la Exaltación de la Cruz. Francisco vio un serafín de 6 alas en la cruz y acto seguido, el santo recibió las mismas heridas de Cristo en la cruz. El hermano Leo fue testigo de este estigma e inmediatamente llevó a Francisco a distintas ciudades para curarlo, pero nadie pudo. 

Finalmente, Francisco fue llevado a su choza en Porziuncola donde todo comenzó. Pasó el resto de su vida dictando su testamento. Murió una tarde de del 3 de Octubre de 1226 cantando el salmo 141. Al año siguiente, el papa Gregorio IX construyó la Basílica de San Francisco.

Legado

San Francisco es celebrado el 4 de Octubre. Fue canonizado en  1931 por el papa Pío XII como santo patrón de Italia. Es homenajeado en todas las religiones cristianas, incluyendo a los evangélicos que lo celebran el día 3 de Octubre. 

En el año 2011, el mismo papa Jorge Mario Bergoglio escogió el nombre de Francisco en honor a San Francisco de Asís. 

Es considerado en la actualidad como el patrón de los animales, de los mercantes y la ecología.


Conclusión

Creo que no hay persona que no haya oído el nombre de San Francisco de Asís. Tenemos frente a ustedes la vida de un hombre dedicada a la pobreza y el desapego a lo material. Es alguien que desde un principio tomó un compromiso con la noble acción del voto de pobreza. Ahí la importancia histórica que ha tenido este hombre. Independientemente de la doctrina que Francisco sirviera, ¿podrían ustedes hacer algo similar?

Estamos entrando al punto álgido de la Escolástica, donde el servicio a Dios se ve desde todas las religiones y desde todas las filosofías. 

miércoles, 17 de octubre de 2018

Papa Inocencio III - Vida y obra (1160 - 1216)

Uno de los papas más influyentes y poderosos de toda la Edad Media, además de haber sido un experto en Derecho canónico. Tuvo uno de los papales más decisivos en la Cuarta Cruzada (que veremos en unas entradas más adelante). Estamos hablando del Papa Inocencio III quien combatió al paganismo durante muchos años dejando un ambiente de destrucción y sangre contra los enemigos de siempre. Veamos la vida y obra de este hombre que dejó muy marcada su influencia. 


INOCENCIO III


Primeros años

Su verdadero nombre era Lotario de Segni y nació en Gavignano en el año 1160 (o 1161).

Familia y educación

Su padre fue Trasimundo, conde de Segni, y Claricia dei Scotti hija de un noble romano. Entre los años 1170 y 1180 Lotario estudió en París que era el centro del estudio teológico en ese entonces. 

Estudios en París y Roma

Sus profesores fueron Pedro de Corbeil y Pedro el Chanter, ambos teólogos muy letrados y distinguidos. Sus compañeros fueron hombres como Esteban Langton y Roberto Courson quienes serían hombres de trascendencia una vez que Inocencio se transformara en papa. Su estancia y estudios en París le permitieron usar la biblia como un instrumento práctico y útil en la vida diaria. 

Luego se trasladó a Bolonia para estudiar leyes ya que la Universidad de dicha ciudad era la más prestigiosa en cuanto a religión se trataba. En el año 1190 Lotario escribió tres grandes obras que lo consagraron como un gran teólogo:


  • La miseria de la condición humana
  • El misterio de la misa
  • Cuatro tipos de matrimonio

Uno de los más significativos tratados fue el primero aquí en la lista. Es aquí cuando Lotario marca el rumbo definitivo de su vida para luego convertirse en papa.

Ascenso de Lotario

Después de sus estudios en París, Lotario se fue a Roma donde fue llamado a ser sindecano de Gregorio VIII al final del año 1187. El papa Clemente III lo elevó al cargo de cardenal de Sergio y Bacus en Diciembre de 1189. Trabajó en la curia papal durante el año 1190, pero no obtuvo ningún trabajo importante dentro de ella. 

En el año 1198, el papa Celestino III murió y los cardenales no tuvieron duda al elegir como papa a Lotario. Sucesivamente, éste  tomó el nombre de Inocencio III el 21 de Febrero de 1198.

El pontificado

Al principio de su pontificado enfrentó serios problemas. El Emperador Enrique VI había muerto teniendo dos candidatos al trono: Felipe de Suabia y Otto de Brunswick. A esto se sumaba la invasión de los musulmanes en el siglo XIII, además de que la herejía se expandía cada vez más. Sin embargo, Inocencio III apoyó más a Otto de Brunswick.

Entre las obras que realizó se puede contar la Torre dei Conti que fue una fortificación militar en medio de la ciudad, la cual la puso al mando de Richard, su hermano. 

Los papas anteriores sólo aseguraron su poder en los Estados papales, pero Inocencio III los expandió más allá consolidando soberanía y lealtad en territorios como Ancona, Assisi, Perugia y Spoleto. Todo esto se logró el 31 de Octubre en el año 1198.

La Cuarta Cruzada

Inocencio III siempre quiso recuperar Jerusalén desde que los cruzados perdieron la batalla en Hatin el año 1187. El 15 de Agosto del año 1198 enviaría cartas a los reyes aliados para manifestar intenciones de formar una nueva cruzada. 

El papa Inocencio prometió indulgencia a los cruzados tomándolos bajo protección papal y cargando impuesto al clero para financiar la cruzada. Sin embargo, pese a los esfuerzos, la Cuarta Cruzada no logró su objetivo; al contrario, dejó al Imperio Bizantino en una gran crisis social y económica. 

Los cruzados decidieron cambiar su objetivo y dirigirse a Constantinopla para derrocar al emperador actual y poner a otro.  No obstante, Inocencio III nunca estuvo de acuerdo con esto, mucho menos con la invasión a la ciudad de Zara que era cristiana. De alguna forma, Inocencio III intuía la ambición de poder e interés de algunos aristócratas para atacar dicha ciudad.

Finalmente, Constantinopla fue tomada por el Imperio Latino, quienes eran los líderes de la Cuarta Cruzada en el año 1204. Inocencio pensó que esto reuniría a las iglesias latinas y griegas, pero no fue así, de hecho, las iglesias volvieron a dividirse cuando Constantinopla cedió a los griegos en el año 1261.

Herejía

El modo en que Inocencio enfrentó la herejía fue devastador, pues se consideraron a todos los paganos traidores e infieles a Dios. Inocencio aplicó las antiguas leyes del Imperio Romano para juzgar a todos ellos. El sur de Francia era el centro de la herejía con los llamados Cátaros, quienes fueron resistentes a la conversión cristiana. De hecho, su herejía perduraría hasta el siglo XVI. 

El nombre de esta persecución realizada a los Cátaros se llamara ''Cruzada Albigense'' porque ''Albi'' era la ciudad donde los Cátaros se encontraban. 

Una de las características de esta cruzada fue que tenía misiones enviadas por el mismo papa y sus ayudantes. Uno de ellos, Santo Domingo de Guzmán, fue el más conocido al enviar misioneros que en realidad no lograron su objetivo. 

A pesar de esto, se dice que Inocencio III fue el papas que más víctimas herejes ha dejado en la historia. 

En el año 1210, Inocencio III daría aprobación limitada a la religiosa vida de los franciscanos. Esta orden la hizo el conocido eclesiástico San Francisco de Asís a quien le fue permitido reclutar hermanos para realizar las misiones. 

Después del Pontificado y su muerte

Concilio de Letrán

Pocos años antes de su muerte, Inocencio III convocó el Concilio de Letrán donde se ajustaron normas sociales y políticas para la comunidad cristiana. Se declaró que el clero era superior a cualquier estatus laico y también prohibió a los clérigos a participar de ordalías, es decir, ritos en donde el mandato divino determinaba si un hombre era culpable o inocente de pecado.

También sentó las bases para iniciar la Quinta Cruzada, pero Inocencio no viviría para ver esto realizarse, muriendo un 16 de Julio en el año 1216 a los 55 años de edad. 

Personalidad

Inocencio III siempre fue una figura muy controvertida. Exclamaba que la orden eclesiástica estaba incluso por sobre el emperador. 

''El papa tiene la autoridad porque él no ejerce un oficio de hombres, sino que el de Dios en la tierra''

Sus reformas lo hicieron ver como un hombre de muchas convicciones y de mucha firmeza en contra de quienes no tuvieran una posición religiosa. Con razón, este papa afianzó mucho más que cualquier la lealtad a la Iglesia. 

Pensamiento

El pensamiento de Inocencio era naturalmente católico. Su modo de ver la realidad era poner a Dios en el centro de todo y al hombre en último lugar. Fue tanto así que el mismo declaró:

''El hombre es excremento''

Un pensamiento típico de la Edad Media donde el centro de todo es Dios y el hombre está en una posición infinitamente inferior. 

Conclusión

Este es un personaje clave en la historia que más tarde desarrollaremos en este blog. En realidad, tenemos muchas otras personalidades que ver en la Cuarta Cruzada, pero no estará exenta de pensamiento y filosofía. Pensé que Inocencio III tendría mucha más injerencia en esto asuntos, no obstante, esto no pasó así. Creo que, en mi opinión, el Papa Urbano II se involucró mucho más en las Cruzadas además de haber congregado una más exitosa. 

lunes, 15 de octubre de 2018

Maimónides - Cartas sobre la Astrología (1192)

En general, la comunidad judía creía en la influencia de los astros por sobre los hombres, pero Maimónides fue uno de los pocos que la negó. De hecho, si pusimo atención en la entrada anterior veremos que Maimónides condena la astrología y la vincula con la brujería entre otros ritos. Esta obra, que en realidad es una carta que Maimónides hace, es una crítica a esta práctica que alguna vez en su historia se consideró ''exacta''. Sin embargo, su legado cultural serà trascendente a través de los años, al igual que su influencia. Veamos el último trabajo de Maimónides

Referencias:

(1) Puede que Maimónides exagere, pero de que no las tomaron en cuenta eso sí es cierto. 

Cartas sobre la astrología
Lo que se debe creer

Esta es una carta que ha sido dirigida a unos rabinos provenzales que se pusieron en contacto con Maimónides para aclarar ciertas situaciones. Los rabinos dejan en claro que no tienen una postura favorable a la astrología, pero si tienen algunas dudas que muchos otros hombres se las han hecho saber. 

Maimónides les exhorta a creer tres cosas de principio:

  1. Creer en todo aquello que es claro y evidente como ocurre con las matemáticas, la aritmética o la astronomía. 
  2. Todo lo que puedan aportar sus cinco sentidos. 
  3. Todas las verdades que han dejado los profetas.

Quien no creyere a través de estos filtros que propone la biblia entonces se le tendrá que citar lo siguiente:


''El simple todo lo cree''
(Proverbios 14:15)

Maimónides deja en claro que muchos autores han fundamentado la astrología, e incluso han dedicado su vida a ella. Sin embargo, no porque una cosa se estudie muchos años puede resultar ser verdad, y si fuera así, entonces todos aquellos años serían aprovechados en vano. 

La astrología como idolatría

El pueblo de Israel cayó en pecado justamente por creer en la astrología. Se consagraron a la idolatría y a esta práctica, y los profetas los llamaron ''necios'' e ''insensatos''.

Los únicos que adoraron la astrología fueron las siguientes civilizaciones:

  1. Caldeos
  2. Cananeos
  3. Egipcios

Estas civilizaciones tuvieron aquel pensar en aquella época, pero ahora ya tienen otra. 

Por otro lado, tanto los griegos como los persas escribieron sobre temas de valor como las ciencias, la lógica, la historia, la filosofía entre otras. Jamás dejaron un tratado sobre astrología y de hecho ignoraron esa ciencia por ser absurda y sin fundamentos científicos(1)

La verdadera ciencia que se ocupa de los astros es la conocida astrología (que hasta el día de hoy existe) la que nos indica el movimiento de los planetas, los fenómenos de los cielos, el paso del día y de la noche, entre otros.  

Explicaciones sobre el Universo

Antes de entrar a las refutaciones de la astrología, Maimónides explicará los distintos modos de ver el Universo por diversos autores:

  • Filósofos: El Universo es uno y siempre ha existido.
  • Árabes: El Universo ha sido creado ex-nihilo.
  • Judíos: Dios lo ha creado. 

Sin embargo, entre los judíos aún existe controversia en cuanto a que no se sabe si el Universo fue creado con justicia, o solo por mero azar. 

Refutación a la astrología

Por otro lado, tenemos opiniones entre filósofos y astrólogos que es necesario particularizar para darnos una opinión de la astrología. Para aquellos debemos poner un ejemplo:

  • Supongamos que existe un curtidor muy rico que vive en la ciudad, mientras tenemos a otro curtidor que no es rico, al contrario, es pobre, y además vive en las afueras de la ciudad. 

Para el filósofo, el curtidor rico puede ser pobre y el pobre rico por una cuestión de azar de la vida. Para el astrólogo, el curtidor rico será rico por siempre porque así se lo determinó el astro en el momento de su nacimiento, mientras que el pobre será pobre para toda la vida. 

Por supuesto, para Maimónides lo dicho por los astrólogos es totalmente falso y peligroso, pues de ser así las Sagradas Escrituras serían inútiles. 

Sin embargo, Maimónides tampoco está de acuerdo con los filósofos quienes dicen que esto ocurre por azar. Más bien, que el curtidor rico sea pobre y el pobre rico, se debe solamente a la voluntad de Dios. 

Cuestiones finales

Muchos se dice de que la misma biblia avala toda la astrología con ciertos versículos, pero esto no nos debe engañar. Recordemos que no nos podemos tomar la biblia de manera estrictamente racional ni mucho menos al pie de la letra. Debemos interpretarla de manera alegórica para el entendimiento básico de la gente. 

Finalmente, Maimónides se despide disculpándose por la brevedad de su carta, ya que en aquellos tiempos tenía muchas cosas que hacer. 

Conclusión


Tenemos aquí finalmente la última obra de Maimónides dedicada a la astrología. Podríamos decir que todas las religiones rechazan de lleno la astrología, aunque la religión judía tuvo cierta influencia (y quizás aún la tiene) de estas cosas que pareciera ser que últimamente han cambiado mucho. Sin embargo, para la astrología no hay mucho fundamento lógico y científico que la avale. Deberemos por sobre todo seguir con el camino seguro y profundo que nos entrega la ciencia, la lógica y la filosofía. 

Hasta aquí llegamos con el filósofo judío Maimónides

Maimónides - Guia de los Perplejos (Libro IV: La Providencia) (Parte IV: Las Leyes y Los Preceptos) (1190).

Hemos visto anteriormente las características de Dios y ahora hemos de pasar al asunto de las leyes y los preceptos del Antiguo Testamento. ¿Son las leyes de la Torah coincidentes con la moral humana? ¿o la moral humana es esencialmente com la describen las Sagradas Escrituras? Hoy hablamos de lo que se conoce como fundamentalismo que es el rigor irrestricto a las leyes religiosas , aunque cada vez esto ya da menos espacio. Veamos lo que nos quiere decir Maimónides dentro de esta tercera parte.

Referencias:

(1) Los sabeos era un antiguo pueblo semítico en lo que hoy se conoce como Yemen. 
(2) Recordemos que los preceptos que Dios entregó a Moisés fueron 613 exactamente. 
(3) Para una amplia información de todo esto véase Historia de los Judíos: Parte I
(4) Maimónides nos dice esto especialmente para hacer referencia a los Francos. 

Guía de los Perplejos


LIBRO III: La Providencia

Parte IV: Las Leyes y Los Preceptos


Capítulo XXVI, XXVII y XXVIII: Preceptos divinos de la ley sobre designios

Hay algunos designios que parecen difíciles de comprender o que bien parecen absurdos y sin importancia. Muchos sabios y eruditos se fijan en los detalles minuciosos de los preceptos, mientras que otros extraen el significado general de ellos la cual es la postura que sostiene Maimónides

No es necesario ver las Sagradas Escrituras y tratar de interpretar porqué se hacían holocaustos con determinados animales o con determinado numero de ellos. Lo que realmente importa es el significado que se le da a todo ello. 

La bondad de los preceptos

Los preceptos divinos se han hecho para asegurar la felicidad y el bienestar del cuerpo. Para consolidar esto último es necesario que se armonice la convivencia entre los hombres en sociedad. Maimónides nos dice que el hombre es por naturaleza sociable; por lo tanto, la felicidad sólo podrá alcanzarla mediante los demás. 

Luego de que sea sociable y feliz el hombre necesita ser inteligente. Son los preceptos y su estricto cumplimiento el que hace que los hombres puedan ser íntegros en la humanidad.

Capítulo XXIX: Los sabeos(1) y las estrellas

El pueblo de los sabeos tenía una creencia muy particular sobre las Sagradas Escrituras. De hecho, el mismo profeta Abraham fue educado religiosamente en este pueblo, por lo que muchas cosas son dichas de estos. 

Se dice que Abraham había sido prisionero por el rey de los sabeos para que la religión no se destruyera. Se decía que Adán y Eva venían de sus padres y no de Dios mismo. Sin embargo, estos adoraban al sol, a la luna entre otras cosas.


Capítulo XXX: Las Sagradas Escrituras y la idolatría

Los sabeos así como otros pueblos creían firmemente en la naturaleza y los objetos. Sin embargo, todas las complicaciones e incoherencias que se derivan de la idolatría no da lugar a algo sostenible en el tiempo. Las enseñanzas de Moisés, es decir, la ley enseña que todas esas idolatrías solo darían a la destrucción.

Capítulo XXXI, XXXII y XXXIII: La felicidad y la moralidad del hombre en las Sagradas Escrituras

Innecesariedad de sacrificios

Las Sagradas Escrituras fueron hechas para que el hombre poco a poco desarrollara su ''sentido'' divino en este mundo. El hombre fue adorando a Dios de distintas maneras; por ejemplo, en el Antiguo Testamento se hablaba de los holocaustos que era la manera en que los hombres tenían para adorar a Dios. Luego, con la llegada de otros profetas se comenzó a hacer de otro modo, pues cada vez el hombre iba alcanzando un conocimiento más uniforme de Dios. 


 "Porque no hablé yo con vuestros padres, ni les mandé el día que los saqué de la tierra de Egipto, acerca de holocaustos y de víctimas; más esto les ordené: Escuchad mi voz, y seré a vosotros por Dios, y vosotros me seréis por pueblo"
 (Jeremías 7:22-23)

Con esto Maimónides no dice que los holocaustos de ahora en adelante están prohibidos, pero sí nos dice que no son necesarios para adorar a Dios. De hecho, el mismo filósofo nos dice que la oración puede ser hecha en cualquier parte.

El hombre en el dominio de sus apetitos y placeres

Por otro lado, el fin de la ley también sirve para que el hombre domine sus deseos, es decir, no se deje llevar por su cuerpo. Eso sí, hay que tener un mínimo de preocupación por el cuerpo, por ejemplo, la limpieza que se debe de tener del mismo. 


Capítulo XXXIV: La condición ordinaria del hombre

Las leyes de las Sagradas Escrituras fueron hechas para todos los hombres por igual. No hay casos específicos donde la ley se dicte para ésta o aquella clase de hombre, todos son iguales ante la ley de Dios. Así lo dice la Torah:

"Una misma ley y un mismo derecho tendréis vosotros y el peregrino que con vosotros mora" 
(Números 15:16)

De esta forma, tenemos que las leyes no tienen ningun caso especial, todo lo contrario, son para todos los hombres sin excepción

Capítulo XXXV - XLIX: Los preceptos en 12 categorías

Maimónides, luego de analizar la ley se propone analizar los preceptos en 12 categorías. Vale decir que estas son las categorías planteadas por Maimónides, sin aducir un valor canónico(2)

  1. Primera categoría: Conocer, amar y temer a Dios
  2. Segunda categoría: Leyes contra la idolatría: hechizos, brujería, astrología, encantamiento, sahumerio, consulta sobre los espíritus familiares entre otros. 
  3. Tercera categoría: Preceptos morales: todas las reglas morales impuestas por los mandamientos y los preceptos que los acompañan. 
  4. Cuarta categoría: La caridad: tener humildad y misericordia para quienes la merecen en una determinada situación.
  5. Quinta categoría: Reparación de perjuicios y pecados: siempre hay que tener consciencia de los daños que podemos cometer a otros. Si alguien obtiene algo de otra persona debe siempre devolverlo. Cuando se distribuye de manera equitativa las cosas, los beneficiarios son todos. 
  6. Sexta categoría: Penas y castigos: básicamente el castigo es proporcional a la pena señalada, es decir, si alguien robó algo a una persona, a ese ladrón se le tendrá que quitar algo y tambiçen aquello que robó. En otras palabras: la Ley del talión. 
  7. Séptima categoría: Equidad y honestidad: esto va para todos aquellos que son dueños de alguna propiedad, o que son poseedores de vastos territorios y que dan trabajo a personas. El pago a sus empleados debe ser siempre justo y a la hora; no deben cometer ninguna clase de injusticia con ellos. 
  8. Octava categoría: El Sabath y las festividades: estas deben ser respetadas en sumo orden y respeto en las fechas que correspondan(3)
  9. Novena categoría: La plegaria: tiene el fin de recordarnos a Dios constantemente. 
  10. Décima categoría: El Templo y sus ministros: tenía el propósito de dar jerarquías dentro de la comunidad judía. 
  11. Undécima categoría: Los sacrificios: si es que aquellos se hacen, estos deben servir para propósitos divinos o de caridad. Es una oportunidad para congregar a toda la comunidad y compartir religiosamente. 
  12. Duodécima categoría: La purificación: indispensable para entrar en el santuario y ser considerado dentro de la comunidad. La impureza puede venir de muchos sentidos por lo que es necesario que el judío esté limpio de cuerpo y alma. 
  13. Dècima tercera categoría: Bebidas y comidas: el cerdo está estrictamente prohibido dentro de la comunidad debido a sus costumbres no muy pulcras. Esto no sólo es un mandato religioso sino que también práctico, pues la crianza de un cerdo conlleva la inmundicia y los rezumaderos(4).
  14. Décima cuarta categoría: Leyes del matrimonio: estas son realmente estrictas leyes de fidelidad no sólo entre parejas sino que también entre amigos. El comercio sexual está estrictamente prohibido. 

Esta es la síntesis que Maimónides hace de la Torah para una comprensión más general de la misma. 

Capítulo L: Los preceptos que ''carecen de finalidad''

Entre los más sabios parece haber un pequeño consenso en donde se dice que la larga lista genealógica de Noé no tiene ninguna finalidad. Maimónides dice que esto no es correcto decirlo, pues tiene una finalidad muy clara.

Para aquellas personas que son un poco más perspicaces, estas podrían darse cuenta inmediatamente que entre Adán y Moisés pasaron 2500 años, por lo que podríamos preguntarnos ¿quiénes fueron los que sucedieron a Adán? de ahí que la genealogía esté presente para hacer ver quienes fueron los sucesores

Capítulo LI y LII: Amor y temor a Dios

En otras entradas hemos vistos los distintos niveles que existen de profecía y cómo éstas acaecen a los hombres. Mientras el hombre esté más cerca de Dios, ,más cerca estará de su amor y de su comprensión (no total, pero conocimiento al fin y al cabo).

Se debe tener la consciencia despierta siempre porque Dios está en todas las esferas de la vida. Debemos estar atentos a sus mandamientos y a lo que nos enseñó, por lo tanto, el temor a Dios debe ser considerado siempre. 

Capítulo LIII y LIV: Sabiduría y perfección

El hombre tiene cuatro clases de perfección:

  1. Posesión de dinero y objetos (la más vil)
  2. Perfección del cuerpo humano
  3. Condición moral
  4. Poseer y disfrutar las facultades intelectivas

Por supuesto, para Maimónides la última es la más importante de las perfecciones que tiene el hombre. En esta última el hombre debe poner todos sus esfuerzos, además de obedecer la voluntad de Dios. 

Conclusión

Hemos por fin terminado el último libro de esta Guía de los Perplejos que Maimónides ha dejado para la posteridad. Es increíble ver las coincidencias que este hombre tuvo con muchos otros filósofos, incluyendo a aquellos que no eran religiosos. En fin, de la filosofía religiosa no podemos estar exentos ya que de todas maneras nos entrega un gran conocimiento de la vida y del ser humano en general. Despidámonos de esta guía, pero no de la completa obra de Maimónides pues aún nos queda. 

domingo, 7 de octubre de 2018

Maimónides - Guía de los Perplejos (Libro III: La Providencia) (Parte III: Características de Dios) (1190)

Una de las cosas que más llama la atención en la teología, aparte de hablar sobre la causa del Universo, también es interesante hablar sobre las características que tiene Dios. En todo caso, es muy difícil describir algo que se supone no tiene corporeidad ni atributos, es decir, de acuerdo con los filósofos, lo único que podríamos destacar de una cosa es por medio de sus atributos, pero Dios no los tiene. Si es así, veamos entonces cómo es que Maimónides nos habla de Dios y sus características en los siguientes apuntes.

Referencias:

(1) En sete detalle tendríamos que ahondar en el concepto de ''milagro'' y ver si estos caen en esa categoría de hacer de lo imposible posible. Pronto dedicaremos una entrada a este concepto.
(2) Es decir, Maimónides se opone al ocasionalismo.  



 Guía de los Perplejos


LIBRO III: La Providencia

Parte III: Características de Dios


Capítulo XIV y XV: La omnipotencia divina

A Dios no se le atribuyen cosas imposibles, es decir, no puede hacer cosas que cagan en un absurdo; por ejemplo:

  1. Crear otro ser igual que él.
  2. Aniquilarse
  3. Corporeizar
  4. Transformarse

Sin embargo, esto no significa que no sea omnipotente, pues lo imposible es imposible. Cae dentro de un orden que es inalterable. Por lo tanto, no es posible pedirle imposibles a Dios pues no cabe dentro de su poder hacer lo que no está dentro de un orden(1)


Capítulo XVI: La omnisciencia de Dios 

Una de las ideas que los filósofos han introducido en la religión parecen atacar la imagen de Dios. Muchos se preguntan que, en efecto, Dios conoce todas las cosas pero ¿cono ce las cosas que no son él?

Esto lo sacan desde el siguiente punto de vista. Dios parece ignorar las injusticias de la vida dándole poder a los que no lo merecen. Ahora, si Dios conoce totalmente todas las cosas que ocurren entonces se darían 3 casos:

  1. Dios administra y ordena todo perfectamente.
  2. Dios tropieza con obstáculo imposible de superar y por eso ignora las injusticias.
  3. Dios lo sabe todo pero lo ignora y abandona aquellas cosas injustas. 

Por supuesto, las dos últimas serían inconcebibles porque esto admitiría un detrimento en la omnipotencia de Dios. Dios no percibe de manera sensorial porque es incorpóreo y solo conoce las especies.


Capítulo XVII: La providencia

Sobre la teoría de la providencia se dicen por lo menos cuatro cosas desde la antigüedad.


  1. Primera teoría: No existe providencia y todo el Universo es producto de la casualidad y el accidente. Epicuro fue el que postulaba esta teoría diciendo que los átomos conformaban el Universo al azar. Aristóteles lo refutó.
  2. Segunda teoría: Hay una parte del Universo donde existe la Providencia, mientras la otra está completamente abandonada. Alejandro de Afrodisias nos decía que Dios llegaba hasta la Luna en orden descendente. bajo este respecto, Alejandro cree que Dios es parte del Universo con un definido límite.
  3. Tercera teoría: En el Universo nada existe al azar por lo tanto todo tiene un orden. Esto quiere decir que Dios está involucrado en todas las causas ya sean grandes o pequeñas; estas teorías fueron propuestas por los árabes, sobre todo por Al-Ghazali. Maimónides discrepa de esta teoría porque hay personas que nacen ciegos o leprosos, por lo cual no se les puede adjudicar pecado ni mal alguno.
  4. Cuarta teoría: El hombre posee voluntad propio y por eso el hombre debe estar consciente de los mandamientos y las prohibiciones que tiene. Esta teoría pertenece a los mutazilá.
  5. Quinta teoría: La que tiene relación con la ley judía. En otras palabras, el hombre es culpable de sus propios infortunios.

Sin embargo, Maimónides ofrece una nueva perspectiva diciendo que no cree que Dios esté en todas las causas, sino que solamente se atañe a los hombres(2). Maimónides propone algo distinto, que las cosas que ocurren en la naturaleza son puro azar (como lo diría Aristóteles), mientras que Dios se ocupa de las cosas del hombre. No obstante, también dice Maimónides que el hombre tiene un libre albedrío y que no está intervenido por Dios. 

¿Por qué? más allá de Maimónides está el cuestionarse sobre el motivo por el cual Dios se centra más en el hombre que en los otros seres. De ahí que se explique el holocausto de animales pues lo animales no estarían ''protegidos por Dios''. En otras palabras, como el hombre está dotado de inteligencia, todos los demás seres son sometidos a él como así Dios lo ordenó.

Capítulo XVIII: Sólo la humanidad participa de Dios

Las especies y géneros solo existen en el pensamiento, mientras que lo que existe en la realidad son individuos concretos. Todos estos individuos tienen grados de perfección hasta que Dios se comunica con ellos; con los profetas. El mismo Aristóteles dijo que:

''Los que aciertan a elevar sus almas de virtud en virtud, obtienen, conforme enseñó Platón, en altísimo grado la protección divina"
(Aristóteles, Ética a Nicómaco)

Por supuesto, dicho grado de perfección es seguir los mandamientos de la antigua Torah. 

Capítulo XIX: Dios no ignora las cosas humanas

Dios no está ajeno a las cosas del hombre como se puede pensar, en efecto, porque ciertas veces en el mundo reina el caos por culpa del hombre. Sin embargo, esto no es cierto pues Dios sí está en los asuntos del hombre. 

Cuando se dice que Dios no ve lo que hace el hombre, Maimónides cita al mismo rey David quien dice: ''Si Dios no viera lo que hace el hombre ¿cómo es que le pudo dar órganos para ver?'' Es imposible que creando Dios a los mismos hombres, no pudiera tener noticias de ellos además de ser omnisciente y omnipotente. 

En fin, quienes dicen que Dios ignora las cosas porque no pasaron como ellos querían, no es nada más que un capricho de ellos. 

Capítulo XX: Conocimiento humano y conocimiento divino

Dios no puede adquirir conocimiento es un momento dado pues es eterno. Su conocimiento no cambia y por lo tanto es permanente y uno solo, y si fuera plural ya no podría ser Dios. Bajo este aspecto, Dios sólo conoce lo que es permanente e inmutable.

Sin embargo, existen ciertos filósofos que aseguran que Dios ni siquiera conoce las cosas permanentes, debido a que eso también generaría una pluralidad de conocimientos. Lo que olvidan estos filósofos, dice Maimónides, es que el conocimiento humano no es el conocimiento divino. 

El conocimiento divino sería como un manto que cubre muchas cosas; es decir, el conocimiento es uno solo y lo que comprende son muchas cosas. 

Capítulo XXI: Dios conoce su obra

El conocimiento de Dios no deriva de la adquisición sino que es un conocimiento permanente y de causa. Nuestro conocimiento es adquisitivo y por lo tanto jamàs podríamos conocer la totalidad de las cosas ni lo que es infinito, como sí lo hace Dios. 

A conclusión, podríamos decir que el conocimiento infinito nos dice obviamente que es existente e interminable; y por lo tanto, no es posible que no pueda conocer a los hombres. 

Capítulo XXII: La historia de Job y la providencia

Del libro de Job encontramos numerosas características de Dios. Sin embargo, el libro de Job es sólo un relato poético. Job no existió, asegura Maimónides, y ninguno de los grandes sabios ha podido precisar su período de vida. El relato de Job solo nos enseña sobre la constancia de un judío que de repente se ve aproblemado por un repentino infortunio. 

Job era un judío que en un principio tenía una vida bendecida ya que seguía los preceptos bíblicos. Un día, el Diablo le apuesta a Dios que si Job comenzara a sufrir infortunios, éste emprendería una furia contra Dios culpandolo de su infortunio. Dios acepta y Job comienza a sufrir toda clase de infortunios; entre estos, el Diablo mata al ganado, a sus hijas y lo llena de pústulas.

Job culpa a Dios de todos sus infortunios, pero luego habla con Dios y se da cuenta de que estaba equivocado en culpar a Dios. Acto seguido Dios le restituye toda su fortuna. 

Esta es una enseñanza a la comunidad judía para que todos sus miembros mantengan su fe con Dios, y no opten por lo más fácil que sería culpar a Dios. Muchos pueden perder la fe en situaciones como perder a un hijo, mientras que otros siguen manteniéndola a pesar de esta difícil situación. En pocas palabras, no podemos alabar a Dios sólo en los momentos de justicia y fortuna, todo designio de Dios se da en un orden. 

Capítulo XXIII: Job y las teorías de la providencia

Debemos mencionar algo más sobre la historia de Job. Cuando Job comenzó a padecer de los infortunios mencionados, sus amigos (Elizaf, Bildad y Zofar) decían que lo que le estaba pasando era merecido pues era acto de Dios, y Dios nunca se equivoca. Por lo tanto, lo que Job estaba pasando era totalmente justo. 

Sin embargo, Maimónides le da otra mirada a lo que ocurre a Job. De alguna manera, Job tiene un despertar en su conocimiento, es decir, primeramente se encontraba bien en su estado de fortuna y así el pensaba que ese era su estado supremo. Luego, Job, después de sufrir sus infortunios supo que no era así: 


 "De oídas te había oído; pero ahora mis ojos te ven. Por eso me aborrezco y me arrepiento en el polvo y en la ceniza"
(Job 52:5-6)

Luego el mismo Dios protege a Job diciendo:

"Vosotros no me habéis hablado lo recto, y mi siervo Job sí" 
(Job 42:7)

En este sentido, Dios, hablándole a los amigos de Job dice que Job si hace lo correcto y que ellos lo juzgan mal. 

Podemos ver aquí que Dios hace que los hombres aprendan la lección de no ufanarse de los bienes materiales. 

Capítulo XXIV: Tentaciones y pruebas

Se piensa que Dios envía grandes infortunios para que los hombres reciban un escarmiento, pero Maimónides nos dice que sus pruebas son oportunidades para alcanzar algo mejor. 

"Que te sustentó con Maná en el desierto, afligiéndote y probándote para hacerte bien a la postre" 
(Deuteronomio 8:16)

Así es que Dios probó a Moisés en el desierto de Canaán para que luego el pueblo llegara a la tierra prometida. 

Capítulo XXV: Las obras de Dios no carecen de finalidad

Los actos humanos se dividen en cuatro:

  1. Indeterminado: cuando carece de propósito.
  2. Intrascendente: cuando persigue algo trivial o innecesario.
  3. Vano: cuando una acción no logra su objetivo.
  4. Buenos: cuando la acción tiene un propósito que se alcanza.

Sería ridículo decir que Dios tiene acciones indeterminadas, intrascendentes o vanas, pues nada puede interponerse a la voluntad de Dios. Esta no tiene ningún obstáculo y de ahí que todas sus obras sean buenas, en cuanto que todas son perfectas. 

Conclusión

En general, este es el pensamiento de Maimónides correspondiente a las características de Dios. Vemos una postura interesante del filosofo judío pues se opone totalmente al ocasionalismo de los filósofos árabes como Al-Ghazali. Realmente es complicado porque si se niega la omnipotencia de Dios con respecto a todas las cosas, tendremos que decir que Dios no es omnipotente. Por otro lado, la prueba de Maimónides parece ser correcta al decir que Dios sólo se ocupa de las cosas del hombre. Esta discusión sobre la omnipotencia no quedará exclusiva en estas paginas, aún hay mucho que revisar.