sábado, 19 de diciembre de 2020

Giovanni Pico della Mirandola - Discurso sobre la dignidad del hombre (1486)

 


La oración de Giovanni Pico della Mirandola intentó reasignar el paisaje humano para centrar toda la atención en la capacidad humana y la perspectiva humana. Al llegar a un lugar cerca de Florencia, enseñó la asombrosa capacidad del logro humano. "El propio Pico tenía un intelecto masivo y estudió todo lo que había que estudiar en el plan de estudios universitario del Renacimiento; la Oración en parte está destinada a ser un prefacio de un compendio masivo de todos los logros intelectuales de la humanidad, un compendio que nunca apareció debido a la temprana muerte de Pico. Teniendo su título original como ''Oratio de hominis dignitate'' vamos a sintetizar su obra para su completa comprensión.

Referencias:

(1) Es posible que Pico se refiera al Talmud o tal vez a la Kabalah

(2) Aunque existen muchas dudas con respecto a este hecho

Discurso sobre la dignidad del hombre


Parte 1

Pico comienza mencionando a un tal árabe llamado Abdalah, del que no se sabe nada, diciendo que éste pensaba justamente que no hay ningún cosa más admirable que ver que el hombre. Es más, el mismo Pico dice que el hombre es el intermediario de todas las creaturas, tanto de las que no tienen razón como aquellas que son divinas. En efecto, el hombre al ser creado por un ser divino, tiene también en su interior algo de divino. De hecho tal como diría David:

''Le hiciste señorear sobre la obra de tus manos; todo lo pusiste debajo de sus pies''
(Salmo 8:6)

El hombre, por sobre todas las creaturas de la tierra, es el más inteligente, el más admirable y el más feliz. Sin embargo, ¿cómo es esto posible?

Parte 2

Sin duda que esta maravilla de la creación tiene una condición. Una vez que el gran artífice del universo lo había creado todo, necesitaba de una figura que apreciara el mundo que había creado. A este creatura la creó con diferentes semillas las cuales darían frutos a lo largo de su propia vida; por eso, se tienen hombres que son brutos, inteligentes, apasionados, mansos, etc. 

El mismo Pico, referenciando a Asclepio decía que el hombre es capaz de realizar una metamorfosis. En efecto, en un ejemplo que el mismo Pico nos da; quien no sigue el camino de Dios se convierte en bruto (un dicho de Mahoma). También lo señalaban de esta forma los caldeos:

''El hombre, animal de naturaleza multiforme y mudadiza''

Esta idea es profunda, pero a la vez es conocida, pues en la misma biblia se dice que el hombre es como la luna (cambiante) y Dios es como el sol (siempre el mismo). Por lo tanto, el hombre es un ser parecido a un camaleón. 

Parte 3


A pesar de que se enaltezca al hombre, Pico nos dice que es necesario que nos acerquemos a las cosas divinas y no a las cosas terrenales. Es decir, el hombre sí es de admirar, pero debe siempre mirar las cosas divinas. Por eso, el hombre debe mirar a los ángeles, los serafines, los querubines y los tronos

Parte 4

Pero ¿cómo el hombre puede llegar a tal punto? Pico nos da algunas características de los ángeles. 

  • Querubines: brilla con esplendor de la inteligencia
  • Serafines: arde en fuego de amor
  • Tronos: inconmovible con la firmeza del juicio

¿Es posible que el hombre alcance todo aquello? Pico nos dice que es perfectamente posible y que mientras más cerca estemos de aquellos conceptos, más nos asemejaremos a ellos. 

Parte 5

Pico nos señala que podemos alcanzar la misma altura de los ángeles en el conocimiento. Esto sería solo cuestión de emular la vida de los querubines, la cual serviría para purgar el alma del hombre; pero también, al mismo tiempo, esto debe llevarse a cabo por medio de la ciencia y la filosofía. 

Parte 6

Así como Empédocles lo decía, el alma puede acercarse a lo celestial o a lo terrenal dependiendo de su acercamiento a la virtud o a los vicios. Y la única manera de acerca el alma hacia lo celestial es a través de la filosofía. Esto es lo que se quiere alcanzar con la anhelada paz que tanto Empédocles como Salomón querían. Para esto se deben seguir estos conceptos:

  • Moral: para buscar la paz, el hombre deberá deshacerse de todo aquello que lo hace animal.
  • Dialéctica: aclarará los puntos oscuros y hará que no nos dejemos convencer por las falacias de nuestro adversario
  • Filosofía natural: calmará las discordias en la opinión
  • Teología: nos dará el sosiego y la tranquilidad

Parte 7

Pico nos dice lo importante y posible que es lograr esta paz tan anhelada, que no solo procede de los ángeles sino que del mismo Dios. No hay modo en que el hombre no pueda alcanzar esta paz siguiendo los mismos requisitos mencionados en las partes anteriores. 

Parte 8

Todos aquellos que no estén en el camino de la moral, aún no están tarde para acercarse, pero aquellos que ya han llegado tampoco deben ufanarse de donde están. Al contrario, tienen la labor de mantener las costumbres, así como el mismo Moisés las mantuvo durante su vida. 

Parte 9

Una vez que se han seguido todos los pasos sobre todo de la moral y la dialéctica, entonces el hombre querrá ir a por los misterios del universo. ¿Cómo podrá alcanzarlos? será llevado a través de la curiosidad socrática que todo hombre tiene, y este mismo tipo de curiosidad nos llevará a Dios. 

Parte 10

¿Cuál es el gran principio que nos guiará en esta curiosidad? el principio griego del que hablaba Sócrates en el Alcibíades que era ''Conócete a ti mismo''.

Parte 11

Pico menciona el sentir de Pitágoras con respecto a que el mismo no se consideraba sabio. En efecto, es Pitágoras quien nos dice que antes de ser sabio se debe sacar toda pasión del alma, es decir, todos aquellos placeres que nos guíen al vicio. Es así que dice que una vez purificada nuestra alma con la moral, una vez que se haga eso, solo ahí podremos tomar parte de los ritos sagrados. 

Parte 12

También los caldeos refiriéndose a Zoroastro hablaban de la importancia de la moral con respecto al alma. De acuerdo con los caldeos, Zoroastro tenía la perspectiva sobre el alma muy parecida a lo que pensaba Platón; en efecto, que el alma estaba en los cielos y finalmente llegaba a encerrarse a un cuerpo. Así lo decía el mismo Zoroastro:

''Con cuatro ríos es bañado y regado el paraíso de Dios; de allí sacaréis para vosotros aguas saludables; el que viene del Septentrión se llama Pischón, que quiere decir lo recto; el que viene del Poniente, Dichón, que significa expiación; el que viene del Oriente, Chiddekel, que suena a luz, y el que viene del Sur, Perath, que puede traducirse por piedad''


En este caso, Pischón sería justamente la moral, ya que Zoroastro quería decir por ''recto'', la misma moral.

Parte 13

Teniendo todo lo anterior como antecedente, Pico nos dice que la filosofía es fundamental en todo este proceso. Cuando se habla de moral, justamente se habla de filosofía. 

Sin embargo, Pico aclara que la fama que tiene la filosofía es aún escasa y aún peor, son los mismos filósofos los que la desprecian por un par de monedas. Es por eso que Pico trata a Minerva como una prostituta, ya que pareciera ser que hay más utilidad en el conocimiento que genera dinero, más que en aquel que se desarrolla para mejorar en la vida. 

Parte 14

Se dice que a través de la filosofía siempre hay pelea o contienda en la disputa. El mismo Pico se ha visto interpelado por personas que lo increpan de hacer de las disputas una pelea, pero el mismo aclara que de él está fuera el herir a alguien u ofender a quien sea. 

Parte 15

Sin embargo, todo lo anterior es un ejercicio mental que se ha perpetuado por siglos. En efecto, los mismos Platón y Aristóteles disputaban con sus pares cuestiones filosóficas. No se puede ejercitar la mente si no hay disputa, si no hay dialéctica. 

Parte 16

Pico reafirma su convicción de que ha fortalecido sus argumentos por medio de la práctica de la dialéctica. No obstante, también reconoce los errores que ha cometido, además de los reproches que se le hacen por ''incompetente'' en cada una de sus disputas. Pico no se considera docto ni gran maestro, pero sí se considera estudioso y amante de las buenas artes. 

Parte 17

Los escritores más leídos de las época eran Santo Tomás de Aquino y Juan Duns Escoto, grandes filósofos de la Edad Media. Si bien Pico ya los había leído, el filósofo no se queda solamente con ellos sino que también con todos los otros filósofos. En realidad, Pico nos dice que nunca ha adherido a una sola escuela, sino que por el contrario, siempre ha tenido la convicción de tener una mirada amplia. 

Parte 18

En esta parte Pico nos comenta la apreciación que tiene de cada filósofo.

Juan Duns Escoto: lozanía y sutileza
Santo Tomás de Aquino: solidez y equilibrio
Egidio: diafanidad y justeza
Francisco: incisivo y agudo
Alberto: añejo, vasto y grandioso
Enrique: sublime y venerado
Averroes: firmeza irrebatible
Avempace y Al-farabi: seriedad y ponderación
Avicena: lo divino y lo platónico
Griegos: filosofía clara y ascendrada
Simplicio: filosofía abundosa y rica
Temistio: filosofía elegante y compendiosa
Alejandro: filosofía coherente y erudita
Teofrasto: filosofía elaborada a consciencia
Anmonio: filosofía suelta y amena
Porfirio: abundancia de materias y religiosidad
Jámbico: filosofía más culta, misterios y ritos bárbaros

Todas estas son las apreciaciones que Pico tenía sobre los filósofos. De alguna manera, se puede deducir que la lectura del filósofo fue realmente abundante. 

Parte 19

En consecuencia, Pico nos habla de lo importante de tener una mirada amplia en la filosofía, y no adherir a una cierta doctrina o escuela por lo que nuestra percepción de las cosas sería más acotada y también más estrecha. La cientificidad de los aristotélicos es importante considerarla también bajo supuesto platónicos y viceversa, pues todas estas filosofías ya sean contrarias o complementarias, son una gran fuente de conocimiento. 

Parte 20

Pero eso no es todo. No solo es importante adherir a todos estos filósofos que nos hablan de la naturaleza, sino que también aquellos que nos hablan de lo divino, y aún más, aquellos que nos hablan de aquellos aprendizajes ocultos.

Parte 21

Las filosofías tanto de Platón como de Aristóteles han sido tomadas de manera separada, pero también de manera unida. Distintos filósofos han tratado de conciliar las posturas, y por otro lado hay quienes tratan de diferenciarlas. Pico se queda con que son posturas unidas. 

Parte 22

Por otro lado, Pico no solamente congenia con las filosofías de Platón y Aristóteles, sino que además agrega otras 72 tesis físicas y metafísicas con las cuales él mismo está construyendo una nueva filosofía.

Parte 23

A esto debe añadirse lo siguiente: las matemáticas. En efecto, para Pico las matemáticas son importantísimas para el pensamiento filosófico. Es así que tanto Platón como Aristóteles las consideraron como los cimientos de la filosofía, aunque quizás no tanto como Pitágoras. Por otra parte, tenemos a los árabes quienes decían que ''el que sabe contar lo sabe todo''.

Parte 24

Añadiendo más cosas al repertorio filosófico de Pico, se integra también la magia. Magia que al igual que como en Marsilio Ficino se divide en dos:

  • Magia demoníaca: relativa a los demonios 
  • Magia de las ciencias divinas: relativas a aquellos sabios que mantuvieron ocultas algunas enseñanzas (entre ellos Platón, Aristóteles, Zoroastro, Zamolxides, Abbaris, entre otros). 

Pero esta magia no se debe entender como la magia que conocemos hoy en día, sino que más bien como aquellos conocimientos que se vieron en los textos u obras de estos intelectuales. 

Parte 25

Estos secretos mágicos no solo fueron repartidos entre estos intelectuales y sus alumnos, sino que también llega a oídos de los hebreos y cristianos. El mismo Pico asegura que Esdras, Orígenes e Hilario escribían que Moisés no solo dejó las tablas de la ley, sino que además también impartió una enseñanza oral que se repetiría y se perpetuaría a través del tiempo(2).

¿Por qué entonces no se reveló con posterioridad? porque como dice el mismo Pico: ''hubiera sido sino echar las cosas santas a los perros y arrojar las margaritas a los puercos''.

Parte 26


Este acto de guardar cosas al vulgo no fue un acto humano sino que más bien divino. Así mismo Pitágoras nunca escribió nada sobre su filosofía numerológica. Platón advertía en sus cartas de un conocimiento secreto sobre las sustancias supremas, diciendo que ojalá la carta no cayera en manos equivocadas. Aristóteles fue interpelado por Alejandro Magno de revelar los escritos esotéricos(2). Orígenes nos relataba que Jesús dejó muchos secretos a sus discípulos en vida, pero estos no quisieron mostrar aquellos al vulgo. 

Parte 27

Pico ahonda aún más en la Kabalah, ya que es uno de los hechos más significativos en cuanto a las enseñanzas secretas. Fue el mismo Esdras quien presidió la asamblea para que estas enseñanzas hebreas, que pasaron por cada persona oralmente, se escribieran finalmente en los libros de Kábalah que hoy conocemos. 

Los contenidos de la Kabalah de acuerdo con Pico son:

  1. Teología de la deidad
  2. Sabiduría
  3. Metafísica de las formas angélicas e inteligibles
  4. Filosofía de las cosas naturales
Entre otros temas a considerar que se han sumado a través de los tiempos. 

Parte 28

Para Pico, la Kabalah no es ajena a las enseñanzas de Cristo ni siquiera de Platón y otros filósofos. Ciertamente no habría motivo de separar la Kabala de las otras enseñanzas filosóficas y religiosas. 

Parte 29

Pico nos dice que tanto Zoroastro como Orfeo son los padres y fundadores de la sabiduría antigua. En efecto, Zoroastro ya hace mucho tiempo hablaba de cosas muy similares a las de Platón, y con Orfeo como otra referencia, tendría la cultura griega rica en sabiduría. 

Parte 30

Finalizando ya su obra, Pico nos habla de las múltiples cosas que conoce pero además de las múltiples cosas que otros no conocen. En cierto sentido, Pico llama a conocer también estos secretos que están en cada filosofía. 

A pesar de las críticas recibidas por supuestamente añadir detalles superfluos para aumentar el número de capítulos, argumenta haber abordado las cuestiones más complejas y controvertidas, muchas de ellas desconocidas para otros filósofos. Su objetivo era demostrar su conocimiento único y profundo, especialmente en la tarea de reconciliar las filosofías de Platón y Aristóteles, lo cual podría haberse extendido en múltiples capítulos si así lo hubiera deseado.

Conclusión

Sin duda que es un manifiesto al Renacimiento, pues cada vez más nos vamos acercando al hombre que a Dios. Importan ahora los secretos, las anécdotas y la biografía de la persona más que la divinidad y sus características. Fíjense que no es que Pico haya dejado totalmente el concepto de Dios, sino que más bien lo pone en segundo plano para enaltecer al hombre. En efecto, si el hombre no estuviera o no existiera sería imposible la apreciación de Dios en el mundo. 

viernes, 11 de diciembre de 2020

Giovanni Pico della Mirándola - Vida y obra (1463 - 1494)

 

Famoso por realizar 900 tesis sobre religión, filosofía, naturaleza y magia, Giovanni Pico della Mirandola fue un filósofo renacentista que marca un precedente en la filosofía de este período. Pero no solamente incursionó en estos temas, sino que también se le considera un gran estudioso de la Cabalá, pero no desde la visión judía sino que más bien desde la visión cristiana. Sus textos fueron considerados un manifiesto de toda su época, sobre todo aquella que es llamada ''Discurso sobre la dignidad del hombre''. En consecuencia, veremos con Giovanni Pico della Mirandola, una gran influencia en los filósofos posteriores. 


Giovanni Pico della Mirandola

VIDA Y OBRA

La familia Mirandola

La familia Pico, originada en un consorcio parental conocido como los "Hijos de Manfredo" en honor a Manfredo da Limidi, un vasallo de Matilde de Canossa, tuvo soberanía sobre Mirandola y sus alrededores desde el siglo XIV hasta que sus territorios fueron adquiridos por la familia Este de Módena en el siglo XVIII. Su Familia sería conocida como los Señores de Mirándola y Concordia.

Su fundador sería Francesco I Pico, hijo de Bartolomeo Pico y Aledisia Pallavicino, quien fue nombrado vicario imperial en 1311 tras servir al emperador Enrique VII. Manejó las relaciones entre facciones en Módena hasta que fue emboscado y perdió la mayoría de sus tropas. Exhaustos, los ciudadanos de Módena pidieron ayuda al señor de Mantua, Rinaldo Bonacolsi, quien sitió la ciudad.

Tras veinte días, Francesco abandonó Módena y sirvió en Lucca y Pisa. Al regresar a Mirandola, encontró su castillo destruido. Capturado y humillado en Módena, fue encarcelado en Castel d'Ario junto a sus hijos, donde murieron de hambre. En 1321, Mirandola fue ocupada por los Bonacolsi y cedida a la familia Gonzaga en 1328.

Luis I Gonzaga sería el fundador de la dinastía Gonzaga, pero tras varios asedios de parte de Francesco II, hijo de Paolo Pico, quien a su vez era el nieto de Francesco I Pico, adquirió los dominios de la Mirándola en 1354. Carlos V lo nombraría Señor de la Ciudad.

Tuvo cinco hijos con una mujer desconocida, entre ellos Giovanni I Pico sería el sucesor quien compartiría el poder con su hermano Francesco III Pico y su primo Ajax II Pico. 

Entre estos tres señores el que nos interesa es Giovanni I Pico quien tendría a sus hijos  Giovanni Francesco I Pico, Niccolo Pico (fallecido antes que el padre) y Tomassino Pico con Catherina Bevilacqua. Giovanni Francesco I Pico sería el sucesor de su padre transformándose en Señor de la Mirándola y Conde de Concordia. 

Gianfrancesco I se casó con Giulia Boiardo, hija del conde de Scandiano y de Gherardo da Correggio, y tuvieron varios hijos. Galeotto I Pico (1442-1499), sucesor de su padre, se casó con Bianca d'Este y tuvo descendencia. Antonio María Pico (1444-1501), también sucesor, se unió en matrimonio con Costanza Bentivoglio y tuvo descendencia. Caterina Pico (1454-1501) se casó dos veces, primero con Lionello I Pio de Saboya y luego con Rodolfo Gonzaga. Giulia Pico (1455-1493) se convirtió en monja clarisa en el monasterio de Santa Chiara di Mirandola. Lucrezia Pico (1458-1511) se casó primero con Pino III Ordelaffi y luego con Gherardo Appiani. Giovanni Pico della Mirandola (1463-1494) el filósofo a quien nos referiremos en esta entrada. Además, Gianfrancesco I tuvo un hijo ilegítimo, Meliaduse Pico (c. 1460-1507).

Infancia

Giovanni nace en Mirandola el 24 de febrero en el año 1463, cerca de Módena, siendo el menor de los hijos de Gianfrancesco I Pico, Señor de Mirandola y Conde de Concordia. La familia vivió durante mucho tiempo en el Castillo de Mirandola, el cual había recibido el feudo de la Concordia en el siglo XIV por Germánico Segismundo, emperador del Sacro Imperio Romano Germánico. Su sobrino, Giovan Francesco II nos cuenta que el día que nació Pico ''una llama en forma de aro sobre el lecho de la parturienta que veloz se esfumo se vio''. Su padre murió el año 1467, cuatro años después de que él naciera. Desde ese momento, su madre se preocupó de mantener a Pico alejado de las peleas por la supremacía de la ciudad que tenían sus hermanos. 

Nacido veintitrés años después del matrimonio de sus padres, Giovanni tenía dos hermanos mucho mayores, ambos le sobrevivieron: el conde Galeotto I continuó la dinastía, mientras que Antonio se convirtió en general del ejército imperial. La familia Pico reinaría como duques hasta que Mirandola, un aliado de Luis XIV de Francia, fue conquistado por su rival, José I, emperador del Sacro Imperio Romano Germánico, en 1708 y anexado a Módena por el Duque Rinaldo d'Este, extinguiéndose la línea masculina exiliada en 1747. 

La familia materna de Giovanni se distinguió singularmente en las artes y la erudición del Renacimiento italiano. Su primo y contemporáneo fue el poeta Matteo Maria Boiardo, quien creció bajo la influencia de su propio tío, el mecenas florentino de las artes y poeta erudito Tito Vespasiano Strozzi.

Giovanni tenía una relación paradójica con su sobrino Gianfrancesco Pico della Mirandola, quien era un gran admirador de su tío, pero publicó una obra llamada Examen vanitatis doctrinae gentium (1520) en oposición a la "narrativa de la sabiduría antigua" defendida por Giovanni, descrita por el historiador Charles B. Schmitt como un intento "de destruir lo que su tío había construido".


Educación

Siendo un niño precoz con una memoria excepcional, Giovanni fue educado en latín y posiblemente griego a una edad muy temprana. Tenía conocimiento de varios idiomas, lo que le permitía ahondar en cada área del saber. Destinado a la Iglesia por su madre, fue nombrado protonotario papal (probablemente honorario) a la edad de diez años y en 1477 fue a Bolonia para estudiar derecho canónico.

A la repentina muerte de su madre un año después, Pico renunció al derecho canónico y comenzó a estudiar filosofía en la Universidad de Ferrara. Durante un breve viaje a Florencia, conoció a Angelo Poliziano, el poeta cortesano Girolamo Benivieni, y probablemente al joven fraile dominico Girolamo Savonarola. 

Durante el resto de su vida siguió siendo muy amigo de los tres. También pudo haber sido un amante de Poliziano. De 1480 a 1482 continuó sus estudios en la Universidad de Padua, un importante centro del aristotelismo en Italia. Como ya dominaba el latín y el griego, estudió hebreo y árabe en Padua con Elia del Medigo, un averroísta judío, y también leyó con él manuscritos arameos. Del Medigo también tradujo manuscritos judaicos del hebreo al latín para Pico, como continuaría haciéndolo durante varios años. Pico también escribió sonetos en latín e italiano que, por influencia de Savonarola, destruyó al final de su vida.

Pasó los siguientes cuatro años en casa o visitando centros humanistas en otros lugares de Italia. En 1485, viajó a la Universidad de París, el centro más importante de Europa para la filosofía y teología escolástica, y un semillero de averroísmo secular. Probablemente fue en París donde Giovanni inició sus 900 Tesis y concibió la idea de defenderlas en el debate público.

En el año 1486 volvió a Florencia bajo la dirección de Flavio Mitridate, humanista judío e italiano. Con él Pico profundizó de forma mucho más acabada el estudio del hebreo y la Cábala. Todo eso lo puso en practica con su amigo Elia del Medigo a quien nos referiremos más adelante. 

En 1487, Pico della Mirandola decidió organizar una conferencia monumental en Roma, como una forma de atraer la atención hacia su ambiciosa empresa intelectual. Para ello, recopiló 900 proposiciones de diversas autoridades—antiguas y medievales, paganas y cristianas, musulmanas y judías—y lanzó un desafío para debatirlas en público. Hizo imprimir estas conclusiones en Roma a finales de 1486 y, para presentarlas, compuso un discurso que nunca llegó a pronunciar ni a publicar. Tras su muerte en 1494, otros lo titularon erróneamente ''Oración sobre la dignidad del hombre'', un título que Pico nunca le dio.

Sin embargo, la intervención de la Santa Sede frustró los planes de Pico, ya que el papa Inocencio VIII acusó a 13 de las 900 tesis, declarando 6 como sospechosas y condenando otras 7. En respuesta, Pico redactó una Apología, lo que provocó que el papa condenara la totalidad de las proposiciones. En consecuencia, Pico huyó a Francia, donde fue detenido por Felipe II de Saboya a petición del papa, aunque fue liberado brevemente un mes después (gracias, en parte, a Lorenzo de Medici). Para el verano de 1488, Pico regresó a la Toscana bajo la protección de Lorenzo de Médici, a quien en 1489 le dedicó su obra Heptaplus, una explicación detallada de los seis días de la creación en el Génesis. Lorenzo ofreció a Pico una protección que ni siquiera las considerables riquezas del filósofo podían proporcionarle. En 1491, transfirió parte de sus propiedades a su sobrino Gianfrancesco, quien se convertiría también en un destacado filósofo, impulsando el escepticismo como un medio para fortalecer la fe cristiana.

A excepción de los viajes cortos a Ferrara, Pico pasó el resto de su vida allí. Fue absuelto del cargo de herejía por el Papa Alejandro VI en 1492. Sin embargo, Lorenzo de Medici moriría en aquel año y esto provocaría una tremenda herida en Pico della Mirándola. Hacia el final de su vida cayó bajo la influencia del estrictamente ortodoxo Girolamo Savonarola, mártir y enemigo de Lorenzo. Desde momento, también, Giovanni comenzaría a criticar la astrología, a modo de favorecer la visión intelectual del Papa Alejandro VI.


Muerte

En 1494, a la edad de 31 años, Pico murió en circunstancias misteriosas junto con su amigo Angelo Poliziano. Se rumoreaba que su propia secretaria lo había envenenado porque Pico se había vuelto demasiado cercano a Savonarola. Fue enterrado junto con Girolamo Benivieni en San Marco, y Savonarola pronunció la oración fúnebre. 

Marsilio Ficino, amigo suyo, escribió:

''Nuestro querido Pico nos dejó el mismo día que Carlos VIII entraba en Florencia, y las lágrimas de los literatos compensaron la alegría del pueblo. Sin la luz traída por el rey de Francia, quizás Florencia nunca hubiera visto un día más sombrío que el que apagó la luz de Mirandola.''

Por su parte, Savonarola diría que Pico no había alcanzado a ir directamente al cielo por algunos pecados cometidos (secuestro de una mujer, relación homosexual con otro filósofo, entre otros).

Pensamiento

Cábala

La Cábala (o Kabbalah) es una enseñanza esotérica judía cuya etimología proviene del hebreo "qabbālāh" que significa "recepción" o "tradición", es una corriente mística que busca interpretar de manera alegórica y profunda los textos sagrados, en especial la Torá. Esta noción de "recepción" refleja la creencia de que el conocimiento divino no se adquiere de forma directa, sino que es transmitido a lo largo de generaciones, manteniendo así una continuidad espiritual y esotérica. Los cabalistas perciben los textos sagrados no solo como fuentes literales, sino como velos que esconden significados más profundos sobre la naturaleza de Dios, el universo y la relación entre lo divino y lo humano.

Pico fue uno de los primeros en propagar e impulsar la cábala más allá del círculo de conocimiento judío. Pero ¿Cómo supo Pico sobre la Cábala? mediante su amigo Elia del Medigo quien le dio clases de traducción de hebreo-latín en la Academia Platónica. La fama de Elia era controversial entre los judíos ya que se le consideraba averroísta, pero muchos otros lo calificaban de seguidor de Maimónides. 

Al final, Elia Del Medigo se distanció de Pico della Mirandola, ya que no compartía la inclinación sincrética de Pico y sus colegas. Estos tendían a fusionar conceptos de magia, hermetismo y cábala con las ideas de Platón y el neoplatonismo, una dirección que no resonaba con las creencias filosóficas de Del Medigo, quien se mantenía alejado de la cábala.

Además de su creciente decepción con Pico, Del Medigo también quedó algo desacreditado debido a la reacción negativa provocada por el encarcelamiento de Pico y la condena del Vaticano a sus 900 tesis. Esta desaprobación e intervención papal afectaron la percepción pública de aquellos cercanos a Pico, lo que contribuyó al declive de la reputación de Del Medigo en ese contexto.

De hecho, la controversia con Pico fue tal que Elia escribió una obra en la que marcaba su notable diferenciación con Pico. Estableció que el hombre no puede ser considerado un Dios como así pretenden los que siguen a Pico. 

En efecto, esta gran diferencia y nuevas características que daba Pico a la Cábala, tenían el propósito de mostrar su filosofía; que todas las religiones tenían algo la una de la otra, todo estaba interconectado. De alguna forma, Pico quiso conciliar el conocimiento antiguo de la Kabbalah, la teología cristiana y el hermetismo. Así se daría paso a lo que se conocería como Cábala Cristiana. 

Pico della Mirandola muestra un gran interés en la Cábala, a la que considera una fuente de sabiduría capaz de revelar los misterios del mundo. Aunque Dios aparece oscuro e inaccesible para la razón, el hombre puede extraer luz de esa oscuridad. Pico sostiene que ninguna ciencia demuestra mejor la divinidad de Cristo que la magia y la Cábala, tal como afirma en sus Conclusiones Novecento.

Para Pico, la magia está vinculada a la sabiduría cabalística y permite al mago, mediante símbolos y metáforas, acceder a una realidad absoluta más allá de lo visible. A través del conocimiento de las estructuras matemáticas que subyacen a la naturaleza, el mago puede comprender y actuar sobre la realidad metafísica. 

Pico della Mirandola valoraba positivamente la magia, pero tuvo una postura crítica frente a la astrología. Distinguía entre la "astrología matemática o especulativa", que corresponde a la astronomía y permite entender la armonía del universo, y la "astrología judicial o adivinatoria", que pretendía predecir el futuro humano basándose en las posiciones de los astros. Mientras que la primera es legítima, la segunda, según Pico, contradice la dignidad y libertad humanas al sugerir que los destinos de las personas están sujetos a influencias astrales.

Para Pico, la astrología judicial atribuye erróneamente a los cuerpos celestes el poder de influir en los asuntos humanos, tanto físicos como espirituales, negando así el papel de la Providencia divina y la capacidad del hombre para elegir su propio destino. Aunque reconoce que puede haber una cierta influencia astrológica, advierte sobre el peligro de subordinar lo superior (el hombre) a lo inferior (las fuerzas astrológicas). Defiende que la complejidad de la vida humana solo puede entenderse a través del libre albedrío pleno del hombre.

Pax philosophica

Aunque formó parte de la Academia platónica de Florencia, liderada por su amigo Marsilio Ficino, no se alineaba estrictamente ni con el platonismo ni con el aristotelismo, sino que intentaba unificar ambos sistemas de pensamiento. Pico promovía una "concordia" que no implicaba ceder, sino fomentar el diálogo. De hecho, el mismo Pico decía que aquellos que disentían de Platón también disentían de Aristóteles al mismo tiempo. 

Aunque ambos compartían un interés por la magia y la teología, Ficino estaba más preocupado por reconciliar estas ideas con el cristianismo. Por otro lado, Pico se adentró en terrenos más especulativos, como la cábala judía y la magia hermética. Pico veía en estas tradiciones místicas claves para entender las verdades ocultas del mundo. Esto generó ciertas tensiones con Ficino, quien consideraba que Pico podría estar extralimitándose en sus exploraciones esotéricas.

Ficino diría: ''desearía que este estupendo joven fuera un poco menos seguro de sí mismo''. Pasaría mucho tiempo para que Ficino le reconociera públicamente el gran mérito de Pico. 

Pero no solo eso. Pico también quiso construir puentes entre Plotino y Dionisio Areopagita; entre Tomás de Aquino y Duns Escoto; entre Agustín y Avicena; entre el hermetismo y la Cábala. Sus criticos señalarían que el trabajo de Pico se reduciría a un eclecticismo o sincretismo básico. 

Ahora bien, uno podría pensar que, en verdad, Pico tenía un gran entusiasmo por el conocimiento, que, mientras más variado, más le llamaba la atención. De ahí que podamos considerar su intención de discutir sus 900 tesis que abarcaban todas las áreas del saber de la época. 

Es por esto que muchos de sus amigos lo llamaron ''El Príncipe de la Concordia''. 

La Dignidad del hombre

Su obra  ''Discurso sobre la dignidad del hombre''  ha sido llamada el "Manifiesto del Renacimiento", y con razón. A sus lectores del siglo XV, les habría parecido excitante, incluso peligrosamente humanista. 

Esta obra es notable sobre todo por su radical cambio que ejerció en la mentalidad medieval. Para el cristiano de la Edad Media, el hombre había sido una figura de importancia metafísica secundaria. Aunque aparentemente había sido hecho "a imagen de dios", no participaba de la energía divina de Dios. Ante los grandes misterios del universo, estaba indefenso y totalmente dependiente del logos (dios en la forma del Hijo, Jesucristo) para "iluminar" su mente, para mostrarle "el camino". Para teólogos medievales como Agustín y Aquino, las facultades de la razón del hombre eran defectuosas e imperfectas, requiriendo, para su "consumación", la propia mano de Dios, tanto en la forma de iluminación divina como de verdad revelada.

El hombre que se plantea en esta obra es aquel ser que tiene por condición no estar sometido a ninguna condición. Puede ser un ángel o puede ser una bestia si así lo quiere, pues ningún otro animal puede decidir su destino como lo hace el hombre. Existe una libertad en el hombre de poder ser lo que quiera, incluso existe la posibilidad de pecar, pues de ahí el hombre puede alcanzar el bien; de nuevo se repite la idea de que puede ser un ángel y puede ser una bestia. 


Obras

Son muchas las obras de Giovanni Pico della Mirandola, pero son pocas las que nos quedan hasta nuestros tiempos. Analizaremos las más importantes:

Discurso sobre la dignidad del hombre (1486)

Conclusiones mágicas y cabalísticas (1489)

Del ente y el Uno (1492)

Como dijimos anteriormente, no pudimos conseguir absolutamente todas las obras, pero estas servirán para poder guiarnos. 


Conclusión

Es increíble como va cambiando la mentalidad en las ideas; en efecto, podemos decir que el lugar de Dios va siendo desplazado cada vez más y el del hombre va recobrando más fuerza cada vez. El cambio de pensamiento es inminente y no hay modo de detenerlo. Con Giovanni Pico della Mirandola, se inicia oficialmente el pensamiento renacentista.

jueves, 10 de diciembre de 2020

Marsilio Ficino - Vida y obra (1433 - 1499)

 

Marsilio de Ficino

Fue un destacado intelectual, sacerdote y filósofo italiano en el mundo del renacimiento. Fue un astrólogo y un pensador que volvió a revivir el neoplatonismo, además de ser un protegido de los Médici, específicamente de Cosme de Medici. Su impresionante interés por la filosofía de Platón lo llevó a crear una academia platónica renacentista, claro, con la ayuda de los mecenas quienes insistieron en crear una escuela filosófica que promoviera la doctrina. Traductor, pensador, sacerdote, filósofo y mago, Marsilio Ficino nos entrega también una mitrada innovadora y distinta de la filosofía tradicional. 


Marsilio Ficino


VIDA PERSONAL

Nacido en Figline Valdarno el año 1433, Marsilio Ficino vivía bajo la tutela de los Médici, pues su padre, Diotifeci d'Agnolo, era amigo de Cósimo de Medici. Luego de la muerte de su padre, Marsilio fue aceptado a la tutela de Cósimo sin ningún problema. 

El primer profesor de filosofía de Ficino fue Niccolò Tignosi de Foligno, un médico aristotélico que escribió obras como De anima y De ideis. Bajo la influencia de estas enseñanzas, Ficino creó la Summa philosophiae, un conjunto de escritos en latín dedicados a Michele Mercati alrededor de 1454, donde aborda temas de física, lógica, Dios y otras cuestiones filosóficas. En la dedicatoria a su amigo, Ficino menciona que desea iniciarlo en estudios que deben ser relevantes para su época, siguiendo la regla de Platón.

Antes de cumplir los 25 años, Ficino atravesó una profunda crisis espiritual debido al contraste entre su inclinación por el neoplatonismo y las expectativas de su familia y el arzobispo de Florencia, que preferían que se orientara hacia temáticas más ortodoxas. Esto unido a su temperamento inquieto y personales tensiones religiosas marcaron un momento difícil en su vida.

Durante su estancia en Florencia, los Cósimo y su círculo de intelectuales habían conocido al neoplatonista Pletón, cuyos discursos atraían a todos aquellos que vivían en Florencia. Tanto fue así que a Ficino lo llamaron el ''segundo Platón''. Fue en esa época en que Marsilio se hizo pupilo de Juan Argirópuloen el año 1459.

Ficino estudió a Epicuro y Lucrecio y, hacia 1457, escribió el Commentariola in Lucretium, que destruiría en 1492. También escribió obras como De voluptate ad Antonium Calisianum, De virtutibus moralibus, y De quattuor sectis philosophorum, donde aborda cuestiones morales y del alma, explorando las opiniones platónicas, aristotélicas, epicúreas y estoicas, además de realizar ejercicios mnemotécnicos sin pretensiones sistemáticas. 

En 1456, Ficino escribió varios libros titulados Institutionum ad platonicam disciplinam, que se han perdido y que fueron tomados de fuentes latinas; sin embargo, sentía la necesidad de "beber" de la fuente griega directa. Su interés por el platonismo fue tal que llevó al arzobispo florentino Antonino Pierozzi a recomendarle que estudiara medicina en Bolonia y las obras de Tomás de Aquino para evitar posibles desviaciones heréticas. Aunque hay menciones de su estancia en Bolonia entre 1457 y 1458 por Zanobi Acciaiuoli, no está documentada, y Ficino continuó con su interés constante en la filosofía platónica y neoplatónica.

Cuando Cósimo quiso refundar la Academia de Platón que había sido destruida los primeros siglos antes de Cristo, puso inmediatamente a Ficino como su cabeza. De hecho, para ese tiempo, Ficino ya era preceptor de Lorenzo el Magnífico. En el año 1462, Cósimo consiguió manuscritos griegos a Ficino para que éste los pudiera traducir, además de otros encargos a otras lenguas como traductor. En verdad, Ficino sería el gran encargado de llevar la transición de la recuperación de la filosofía platonista en el renacimiento, Florencia sería el lugar ideal.  

En el año 1473, a pesar de tener estudios como médico, Marsilio Ficino se vuelve sacerdote, cuyas características le parecieron iguales a la del filósofo, ser filósofo y ser sacerdote, para Ficino era lo mismo. Esto, porque para Ficino la religión no puede estar fundada en supuestos sencillos, pues para derrotar la incredulidad y el ateísmo se requería de una religión docta que sintetizara filosofía platónica y el mensaje evangélico.  Recibió luego dos comunidades a modo de prebendas por parte de Lorenzo de Médici y fue nombrado canónigo de la catedral de Florencia. A pesar de su ordenación, Ficino siempre tuvo una relación conflictiva con la filosofía y teología escolásticas tradicionales. 

En 1484, Ficino escribe la obra De Amore  y aunque "De amore" se centra principalmente en el amor platónico y su interpretación del diálogo "El Banquete" de Platón, Ficino también explora conceptos que más tarde se asociarían con la magia. Por ejemplo, discute la idea de que el amor es una fuerza cósmica que une el alma humana con el alma del mundo, una creencia que se alinea con las prácticas mágicas de atraer influencias celestiales para afectar el mundo terrenal.

Algunos años más tarde, su obra ''De Vita'' será la que amplíe el concepto de magia donde Ficino sugiere que la armonía cósmica y la astrología pueden influir en la vitalidad y la longevidad, recomendando prácticas que en la actualidad se considerarían mágicas, como el uso de talismanes y piedras preciosas para canalizar energías astrológicas.

Problemas con la iglesia

La Iglesia criticó ciertos aspectos de la filosofía neoplatónica de Ficino por considerarlos incompatibles con la doctrina cristiana ortodoxa. En particular, la idea de una sabiduría antigua y universal que se encontraba en Platón y otros filósofos paganos fue vista con escepticismo por algunos sectores eclesiásticos. Ficino intentó reconciliar el pensamiento platónico con el cristianismo, pero sus intentos no siempre fueron bien recibidos. En todo caso, Ficino siempre fue bien protegido por Lorenzo el Magnífico, aunque de todas maneras se guardó varias obras que compartiría con Giovanni Pico della Mirandola, por el justo temor que consiguieran condenarlo. De todas maneras, Ficino destruyó algunas de sus obras para evitar problemas serios. 

La preocupación por las influencias paganas en el pensamiento de Ficino era notable. A pesar de sus esfuerzos por integrar el platonismo en una visión cristiana, los críticos veían la veneración de los filósofos paganos y los textos no cristianos como un riesgo para la ortodoxia.

La Academia

En el año 1460, Ficino tradujo obras de Alcínoo, Espeusipo, versos atribuidos a Pitágoras, y el Axioco atribuido a Jenócrates. Tras traducir los himnos de Orfeo, Homero, Proclo y la Teogonía de Hesíodo, Cosme de' Medici le regaló un códice platónico y una villa en Careggi, donde en 1462 fundó la Academia platónica para estudiar y difundir las obras de Platón.

El proyecto de la Academia en Florencia comenzó a tomar forma con Cosme de Medici, inspirado tras conocer a Gemisto Pletón durante el Concilio de la unión de las dos Iglesias en 1439. Pletón, crítico de ambas iglesias y defensor de un sistema político-religioso alternativo basado en un platonismo heterodoxo, influyó en Cosme, quien soñó con un Estado platónico en Florencia. Aunque inicialmente el pensamiento platónico perdió protagonismo frente al aristotelismo, Cosme, en sus últimos años, comenzó a apoyar el interés por Platón a través de figuras como Marsilio Ficino. Ficino, respaldado por Cosme y posteriormente por Lorenzo de Medici, consolidó la Academia en la villa de Careggi, asociando el auge del neoplatonismo con el esplendor cultural del período laurenciano y la renovación humanista de Florencia.

En abril de 1463, comenzó la traducción de los Libros herméticos (Corpus hermeticum), los cuales influirían en el pensamiento renacentista europeo. Ficino veía en esta antigua sabiduría una revelación divina que se integró en el cristianismo, y consideraba a Hermes Trismegisto como el primer teólogo, seguido por Orfeo, Pitágoras, y Platón, quienes compartían una tradición teológica consistente. Esta "filosofía piadosa", opuesta a las corrientes ateas y materialistas, buscaba elevar el alma hacia el entendimiento divino y compartir esa iluminación con la humanidad. Su traducción latina del Corpus hermeticum se imprimió en 1471, y continuó traduciendo y comentando los diálogos platónicos, completando algunos trabajos clave entre 1474 y 1494.

Luego de la muerte de Cosme, Piero y Lorenzo siguieron apoyando el trabajo intelectual de Marsilio. 

Entre los principales exponentes de la Academia Neoplatónica estaban, además de Ficino, Pico della Mirandola, Poliziano, Nicolás de Cusa, Leon Battista Alberti, Bartolomeo Scala y Cristoforo Landino, así como miembros de la familia Medici, como Giuliano de' Medici y Lorenzo el Magnífico. Inicialmente se reunían en Villa le Fontanelle, y cuando el número de estudiantes creció, la academia se trasladó a la cercana Villa Medicea de Careggi, en los alrededores de Florencia, hoy parte del Hospital de Careggi, y en la loggia anexa.

Tras la muerte del Magnífico (1492), la Academia se trasladó a la villa de Bernardo Rucellai, en los Orti Oricellai. En esta "segunda generación" participaron Niccolò Machiavelli, el Trissino, Jacopo da Diacceto, Luigi Alamanni y muchos otros. Durante este período, la Academia se destacó por sus posiciones favorables a la República y, por ende, anti-mediceas, lo que trajo varios problemas a los académicos. La Academia Neoplatónica fue disuelta en 1523, como consecuencia de la conspiración contra el cardenal Giulio de' Medici orquestada por algunos de sus miembros.

Según Ficino, existía una tradición filosófica antiquísima, un sustrato de sabiduría común a todas las épocas y lugares, que se extendía sin interrupción desde Pitágoras y el orfismo, pasando por Sócrates, Platón y Aristóteles, hasta llegar al neoplatonismo. Las ideas de Ficino, que tuvieron una influencia extraordinaria en la cultura de su tiempo, también fueron retomadas posteriormente, especialmente por aquellos filósofos con fuertes intereses religiosos, y tuvieron una notable difusión incluso fuera de las escuelas o academias.

El hombre, como ya se había teorizado durante el humanismo de la primera mitad del siglo, era visto como la "copula mundi", es decir, una armoniosa interacción entre alma y cuerpo en la que cada uno es dueño de su propio destino. Los académicos consideraban que la máxima aspiración humana era la felicidad, pero no la veían como un resultado natural de la acción, y en particular de la política, sino más bien de la especulación filosófica. Gracias a esta práctica, los espíritus más nobles y elegidos pueden experimentar la felicidad y alcanzar el conocimiento del verdadero después de la muerte.

Según los neoplatónicos, el mundo estaba organizado en esferas concéntricas, cuyos extremos eran el Iperuranio, entendido como el mundo divino, y la materia, entendida como el mundo animal. El hombre era el único ser en la naturaleza dotado de razón, que le permite elegir conscientemente si elevarse hacia el mundo divino, descender hacia el mundo animal o mantener una distancia equilibrada. Esta elección se realiza a través de la mediación fundamental del amor y la belleza. Ficino escribía que «Amor es deseo de belleza» y es el amor, en sus diversas formas de bestial, humano o divino, el que guía al hombre en su camino de ascenso hacia Dios, considerado la fuente de la belleza verdadera y perfecta.

Un aspecto fundamental en la historia del pensamiento fue el vínculo que el neoplatonismo renacentista, particularmente en Florencia, estableció entre la filosofía clásica y el cristianismo. Una de las obras más importantes en este sentido es la Theologia Platonica, también de Ficino, en la que se realizó el mejor intento hasta entonces de revalorar el pensamiento clásico desde una perspectiva religiosa cristiana.

Con el tiempo, el carácter elitista de la Academia desarrolló corrientes herméticas, mágicas y esotéricas, sin embargo, sin perder su estructura lógica fundamental, basada en el método crítico de la teología negativa.

Muerte

Ficino dejó inconcluso un Comentario sobre San Pablo antes de su muerte a los sesenta y seis años en 1499. Está enterrado en la catedral de Santa María del Fiore, donde un monumento lo honra como el mayor filósofo florentino.

Tras la muerte de Ficino en 1499, el grupo, que anteriormente se reunía en Careggi, continuó sus encuentros en los Orti Oricellari (los jardines del Palazzo Rucellai), gracias al patrocinio de Bernardo Rucellai.

El momento de la disolución del grupo es algo discutido. Algunas fuentes sugieren que el grupo se disolvió en 1522, después del complot para asesinar a Giulio de' Medici. Sin embargo, otras fuentes proponen una disolución más temprana, entre 1492 y 1494, lo que implicaría que las reuniones en los Orti Oricellari no estaban directamente relacionadas con las actividades originales del grupo. A pesar de estas discrepancias, se observa que muchas de las mismas personas continuaron participando en las reuniones de los Orti Oricellari.



OBRAS Y PENSAMIENTO

Arte

Su contribución al arte la podemos ver en la obra de Sandro Boticelli en su pintura: El Nacimiento de Venus. La interpretación de la obra está estrechamente ligada a la Academia Platónica Florentina (ese círculo respaldado por la familia Medici) que influyó en la filosofía, la literatura y las artes. En esta obra, se refleja la visión neoplatónica de Marsilio Ficino sobre el amor, que divide a Venus en dos aspectos complementarios: Venus celeste, que representa el amor espiritual, y Venus terrenal, que simboliza el amor material. Esta dualidad se inspira en El banquete de Platón.

La figura de Ficino también fue representada en el arte. Por ejemplo, se cree que su retrato aparece en el fresco de Benozzo Gozzoli en la Capilla de los Reyes Magos, donde se le muestra en un contexto que celebra la cultura y el pensamiento florentino. Esta representación subraya su estatus como figura central en la vida cultural de la época. Se cree que la figura de Marsilio Ficino aparece en la segunda fila, vistiendo un traje rojo y un tocado azul-gris, mirando hacia abajo. Si esta identificación es correcta, sería probablemente el homenaje más antiguo a Ficino, ya que la capilla fue pintada al fresco cuando el humanista tenía poco menos de treinta años

Astrología

En el año 1474, Ficino había completado su obra sobre la inmortalidad del alma, que en verdad era un tratado de teología platónica, un trabajo de 18 libros aproximadamente. En su entusiasmo sobre las ciencias antiguas, Ficino también descubrió la astrología la que le provocó un profundo interés, y, en efecto, lo llevó también a tener problemas con la Iglesia Católica. De hecho en el año 1489 es acusado de herejía por el papa Inocencio VIII. 

En el año 1492 Ficino escribiría:

''Este siglo, como en la Edad de oro, ha restaurado la luz a las artes liberales las cuales estaban casi extintas: la gramática, la poesía, la retórica, la pintura, la escultura, la arquitectura, la música... Este siglo parece haber perfeccionado la astrología''

Ficino estaba convencido que los astros jugaban un rol muy importante en la conducta del hombre. Por lo tanto, su filosofía comprendía desde la astrología hasta el neoplatonismo, el cual se juntaba para formar referirse finalmente a una misma cosa. Su amigo, Giovanni Pico della Mirándola no estaría de acuerdo con esta posición. 

Platonismo

La Teología Platónica es una obra de dieciocho libros escrita por Marsilio Ficino. Ficino la elaboró entre 1469 y 1474, y fue publicada en 1482. Se considera una de las obras maestras de la filosofía de Ficino.

La obra se centra en presentar un argumento racional para la inmortalidad del alma humana. Ficino sitúa al alma en una posición intermedia entre Dios y los seres angélicos por un lado, y las cualidades y los cuerpos por el otro. Consideraba que el platonismo era compatible con el cristianismo, a diferencia del aristotelismo, que había predominado filosóficamente desde el siglo XIII.

La obra de Ficino también buscaba competir con la antigua Teología Platónica de Proclo, que estaba disponible para los eruditos occidentales gracias a las traducciones del dominico flamenco Guillermo de Moerbeke en el siglo XIII. Ficino veía a Proclo como un platonista no cristiano, derivado de la teología platónica de Dionisio el Areopagita. Ficino pretendía ofrecer una filosofía platonista similar, pero que confirmara la creencia cristiana.

Amor platónico

Notablemente, Ficino acuñó el término ''amor platónico'' el cual aparece en su carta a Alamanno Donnati en 1476. Sin embargo, se volvió aún más popular el término en las cartas que enviaba a Giovanni Cavalcanti. Éste último vivió durante muchos años con Ficino en su villa, y Marsilio dedicó su ensayo De amore (1484) a Cavalcanti, quien le había instado a componerlo. Ficino dirigió muchas cartas a su Giovanni amico mio perfettisimo ("Giovanni, mi amigo más perfecto"). Pero Ficino añade: este amor es espiritual, no de algo en específico, sino que más bien abraza un amor por la totalidad de las cosas. 

En consecuencia, Ficino une el concepto de amor de Platón con el amor cristiano que en realidad es el verdadero amor. Lo que realmente se ama no son los cuerpos, sino que a Dios que está en todos nuestros cuerpos. 

Magia

Curiosamente, Marsilio Ficino fue atraído por el concepto de magia. Para Ficino existían dos tipos de magia:

Magia natural: la culminación de la filosofía de la naturaleza. Por ejemplo, el modo en que el agricultor cosecha guiándose por los astros o como el doctor trata de buscar el modo de fortalecer nuestra naturaleza.

Por otro lado, Ficino nos dice que la magia también está en los objetos naturales como las piedras o las plantas, pues estas también tienen un efecto sanador

Magia demoníaca: la ayuda que recibe el hombre de parte de los demonios. 

Por lo tanto, para Ficino existiría una interrelación entre lo divino y lo terrenal que es llevada por los ''espíritus'' o demonios. Es así que esto también se vincula con el concepto de astrología. Por lo tanto, Ficino insiste en conexión entre lo terrenal y lo espiritual.

Por cierto que nada esto lo veía como contrario al cristianismo, en efecto, Jesús también había sido un sanador.

Teología

Uno de los que se vio muy influenciado por las teorías de Ficino fue Giordano Bruno. Bruno expande las ideas de Marsilio Ficino, quien, al igual que San Agustín, distingue tres niveles de existencia: el material, el divino y el espiritual. Según esta visión, el espíritu sirve como puente entre el alma y el cuerpo. En el ámbito del espíritu, se generan ideas y percepciones que configuran la sensibilidad del individuo. El alma interactúa con el mundo material a través de imágenes creadas por el espíritu, mientras que el cuerpo se conecta con la inteligencia a través de fantasías reflejadas. 

Bruno, al igual que Ficino, considera que el espíritu no es exclusivo de los humanos, sino una entidad autónoma, un universo en sí mismo. En la teología de Ficino, se diferencia entre "imaginación", que da forma a nuestras percepciones, y "fantasía", que evalúa esas percepciones. La fantasía se enfoca en lo particular, transformando lo universal en específico, mientras que el intelecto abarca lo universal. La habilidad del mago para influir en el mundo radica en su comprensión de la conexión entre todas las cosas, utilizando el lenguaje corporal y los sentidos para canalizar percepciones a través de la imaginación y la fantasía, y elevarse hacia el intelecto.

Prisca Teología y filosofía perenne

En el siglo IV, el obispo neoplatónico Agustín de Hipona sostenía que el cristianismo era la revelación explícita de los antiguos misterios, celebrados desde los inicios de la humanidad. Según Agustín, la religión cristiana ya existía en forma implícita antes de la llegada de Cristo.

El término "prisca theologia" (teología antigua) aparece explícitamente por primera vez en los escritos de Marsilio Ficino en el siglo XV. Ficino y Pico della Mirandola centraron sus esfuerzos en la reforma de la Iglesia católica mediante la búsqueda de esta antigua teología, que consideraban reflejada en diversas disciplinas esotéricas a lo largo de los siglos: neoplatonismo, hermetismo, pitagorismo, qabbalah hebrea, Oráculos caldaicos, y otras tradiciones sapienciales, todas vinculadas a la figura de Zoroastro a través de la traditio simbolizada por la adoración de los Magos a Jesús (Mt.2, 10-11).

Para Ficino, todas estas formas de religiosidad compartían el propósito de elevar el alma más allá de los engaños sensoriales y la superstición hacia el espíritu. Por lo tanto, existía una sola "prisca theologia" que, como depositaria de verdades eternas y trascendentes, era válida en todas las épocas. Contraria a los movimientos ateos y materialistas, así como a la credulidad y la ignorancia de la sociedad cristiana de su tiempo, Ficino la llamaba también «pia filosofía» para subrayar la conexión entre religión y filosofía.

El concepto de prisca theologia es también afín al de filosofía perenne, por lo que a veces se utilizan de manera casi intercambiable. Sin embargo, una de las diferencias más marcadas es que la prisca theologia se entiende como existente en forma pura solo en épocas muy antiguas, habiendo sufrido un proceso de declinación y dilución a lo largo de los tiempos modernos y las diversas disciplinas en las que ha pasado. Ficino y Pico consideraban que las formas y fenómenos religiosos más antiguos eran más puros, al estar más cerca de la forma religiosa original dada por Dios, mientras que las formas y fenómenos más modernos eran menos puros debido a los accidentes de la historia. Por otro lado, la teoría de la filosofía perenne no hace esta distinción, sino que afirma que la "verdadera religión" se manifiesta periódicamente en diferentes lugares, tiempos y formas.


Conclusión

Ficino muere en el año 1499 dejando un fuerte legado platónico que seguirán sus discípulos como Giovanni Pico della Mirandola, quien continuaría la misma filosofía platónica, además de dar continuidad también a la astrología y al concepto de magia. Esto le valió a Ficino ser condenado por la Iglesia Católica, pero de todos modos sería considerado en la historia de la filosofía como un gran neoplatónico. 

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