Vamos terminando ya esta parte de las cuestiones disputadas sobre la verdad, aunque ciertos aspectos aún nos faltan por resolver. Ahora tenemos la pregunta de si puede encontrarse la verdad en los sentidos, respuesta que podríamos dilucidar si ya hemos leídos los libros anteriores. Sólo debemos pensar en que Santo Tomás de Aquino tiene un pensamiento predominantemente aristotélico. ¿Hasta dónde podremos seguir recabando el concepto de verdad? Siendo una obsesión tremenda, tendremos que ver hasta donde llega el aquinate.
QUAESTIONES DISPUTATAE DE VERITATE
¿Existe la falsedad en los sentidos?
Dificultades
Por lo que se expondrá ahora pareciera ser que no.
- Aristóteles decía: ''El intelecto es siempre correcto''. Sin embargo, si consideramos que el alma es superior con respecto a los sentidos; ésta no sería superior a los cuerpos celestes pues también es dependiente. Por lo tanto, en los sentidos no hay falsedad.
- San Agustín de Hipona decía: ''Nuestros ojos no nos engañan, pues solo ven los aspectos de nuestra realidad tal como son''.
- San Anselmo de Canterbury decía: ''La verdad o la falsedad no se encuentran en los sentidos, pero sí en la opinión''.
Estas ideas, como podemos ver son de las tres grandes influencias de Santo Tomás de Aquino.
Sed contra (Por el contrario)
Tenemos los argumentos en contra que serían los siguientes:
- San Anselmo dice: ''La verdad estça en nuestros sentidos, pero no siempre; ya que estos nos engañan''.
- San Agustín dice: ''Aunque una cosa sea similar a la verdad, sigue no siendo la verdad'' Por ejemplo, cuando alguien está viendo un objeto y luego presiona su ojo se verán dos objetos, lo que no coincide con la realidad.
- Los sentidos corresponden a la estructura del sentido común y no al intelecto.
Respondeo (Respuestas)
La aprehensión del conocimiento sigue un orden determinado que Santo Tomás de Aquino lo describe de la siguiente forma:
- Comienza desde los sentidos
- Es completado en el intelecto
Por lo tanto, podemos ver que los sentidos son un intermedio entre la cosa y el intelecto. Esto quiere decir que los sentidos por un lado nos muestran la verdad porque nos muestran las cosas tal como pueden percibirse, mientras que también nos muestra la falsedad cuando estos no están en buen estado.
En ese caso, entonces podríamos decir que el intelecto juzga por medio de los sentidos, y, bajo esas circunstancias, entonces el intelecto también puede afirmar la falsedad de los sentidos. Sin embargo, se debe poner énfasis en que el intelecto sólo recoge lo que los sentidos le reportan; por lo tanto, la falsedad sigue estando en los sentidos y no en el intelecto, al menos de manera directa.
No obstante, también debemos decir que hay una importante responsabilidad en el juicio de la verdad con respecto a la imaginación. Como hemos sabido de otros filósofos, la imaginación pertenece a la parte de la opinión y muchas veces esta nos da información falsa. De hecho, podríamos decir que la imaginación es la que nos presenta la falsedad mucho más que los sentidos.
Conclusión
Es un hecho común que consideremos a la imaginación como una realidad de la que no puede obtenerse a la verdad; siempre se utiliza a la imaginación como sinónimo de delirio o alucinación. Sin embargo de esto tampoco pueden estar exento los sentidos que muchas veces nos engañan. Podríamos sacar como conclusión que tanto los sentidos como la imaginación pueden engañarnos en ciertas situaciones.