domingo, 2 de septiembre de 2018

Maimónides - Epístola a Yemen (XI - XX) (1172).

Ya hemos examinado al menos las 10 primeras cartas que Maimónides envió a la comunidad judía de Yemen, y ahora nos faltan ver otras 9. Si las primeras diez cartas vistas anteriormente fueron polémicas, no esperemos algo menor en las que siguen pues el filósofo aún no ha terminado su idea con referencia a la conversión forzosa que estaba sufriendo la comunidad judía. Ya vemos como ha destruido la idea del islam (e indirectamente el cristianismo), pero aún queda algunas cosas que decir.

Epístola a Yemen


Epístola XI


Como habíamos dicho en las epístolas anteriores, la imágen del falso profeta fue recurrente en la historia. Maimónides dice que para identificar a los falsos profetas, quien diga ser un profeta debe hacer los mismos milagros que hacía Moisés. De no ser así, entonces estaríamos ante el espectáculo de un falso profeta. 

No solo eso, si existiese un falso profeta, a este se le debe dar muerte. Hay que considerar que un falso ídolo es peor que un hombre apóstata, pues éste último puede alcanzar la conversión. Maimónides considera el acabar con un falso profeta, ya que este está acabando con la profecía de Moisés. 

Epístola XII

Hay una promesa en las Sagradas Escrituras donde se anuncia el mesías, pero ¿cuándo vendrá? Maimónides nos dice que hay diferentes versiones y fechas de cuándo vendrá, pero ninguna que asegure el tiempo exacto. 

La verdad es que Maimónides pide que los judíos, además de ser pacientes, no calculen por medio de las escrituras cuando debería existir un nuevo mesías. De hecho, si se calculan los años de cada época se diría que cada una tuvo 400 años, es decir, a cada 400 años aparecía un profeta. Sin embargo, esto puede no ser posible, porque las Sagradas Escrituras nunca mencionan algo parecido. 

Por lo tanto, al mesías se lo debe seguir esperando tal como se indicaba. 

Epístola XIII

En esta epístola Maimónides exhorta a la comunidad judía a no creer en los astrologos. Por muchos años los astrólogos han intentado describir el futuro y vaticinar los hechos por medio de las lecturas que hacen de los astros. Sin embargo, de acuerdo con las Sagradas Escrituras los astrólogos hicieron muchas predicciones equivocadas. 

Una de ellas fueron las constantes plagas que ocurrieron en Egipto. Los astrólogos decían que sería un período de integridad, abundancia y buen clima, lo cual no fue en absoluto cierto. Es ahí donde dice el mismo Isaías:

''¿Dónde están estos hombres sabios? díganles ahora lo que Dios ha destinado para Egipto'' 
(Isaías 19:12)

Por lo tanto, los hombres judíos de Yemen solo deben mantenerse con la promesa de los profetas de las Sagradas Escrituras, y no con estos falsos adivinos.

Epístola XIV

Aquí Maimónides introduce un concepto muy interesante que en astrología se llama triplicidad. ¿Qué es la triplicidad? cuando los signos zodiacales se dividen por ternarios, es decir, tres signos se dividen por características distintas. Así, en el zodíaco tendríamos la siguiente triplicidad:


  1. Tierra: Tauro, Virgo y Capricornio
  2. Aire: Géminis, Libra y Aries
  3. Agua: Cáncer, Escorpión y Piscis
  4. Fuego: Aries, Leo y Sagitario

En este sentido, Maimónides nos dice que Abraham, Isaac y Jacob vivieron en la época donde los astros favorecían a los signos de tierra. 

Esto ocurre así: la primer conjunción se da cada 20 años solares. Estas conjunciones toman lugar 20 veces más en la misma triplicidad (tierra) por 240 años. Luego tenemos otra conjunción que sería dada 960 años después, en el segundo encuentro entre Júpiter y Saturno. Esto demostraría que Abraham, Isaac y Jacob vivieron en la época de tierra, pero en la época de tierra también vivió Salomón que era el más sabio de todos. 

En fin, si confiamos en la astrología, deberíamos decir que los grandes profetas judíos hicieron lo que hicieron por influencia de los astros y no por el mandato divino de Dios. 

Epístola XV

A los únicos profetas que se debe seguir son Daniel e Isaías que incluso predijeron la llegada de Mahoma, no como un profeta, pero como el hombre que se levantaría contra Roma. 

Epístola XVI


En la carta que Jacob envió a Maimónides se habla sobre un hombre que se autoproclama el mesías. Maimónides no está sorprendido en absoluto, además de que tampoco se sorprende de que mucha gente le crea, pues muchos de ellos fueron persuadidos. 

Maimónides les hace recordar que el mesías es alguien incluso superior que Moisés, alguien que está investido del poder de Dios. 


Epístola XVII

Una cosa más hay que considerar del mesías. Él será una persona sabia, fuerte y rica. Otra de las profecías del mesías dice que éste aparecerá en el Templo de Israel:

''De repente aparecerá en el templo''
(Malaquías 3:1)

Tampoco se sabrá de su madre o de su padre o de sus hermanos, pues la biblia misma dice que aparecerá desde la tierra seca. 


Epístola XVIII

Subsecuentemente, todos los enemigos de Israel caerán inevitablemente, ya que así lo han dispuesto las Sagradas Escrituras. Lo que viven los judíos de Yemen es una de las tantas desgracias que caerían sobre las comunidades judías, pero ellos deben mantenerse en pie para que no sean aplastados por el enemigo. 

Epístola XIX

En esta epístola, Maimónides cuenta una experiencia en la época de su padre, cuando un hombre se había autoproclamado el mesías luego de predecir una lluvia de ''sangre''. En efecto un día viernes llovió, pero no precisamente sangre sino que greda. Este artificio del cual se valió este falso profeta funcionó y mucha gente lo siguió. 

Este profeta les dijo que dieran todos sus bienes materiales a los musulmanes y cuando aquello pasó, la gente se vio envuelta en deudas que no pudieron pagar. Los gentiles, que en ese tiempo gobernaban, dieron cuenta de este hombre y lo enviaron a Palestina donde posteriormente murió. 

Epístola XX

Desde esos días, muchos otros hombres se auto proclamaron mesías y engañaron a la gente muchas veces. Maimónides incita y exhorta a la comunidad judía de Yemen a no dejarse llevar por los falsos profetas, basándose en las cosas ya dichas en las Sagradas Escrituras. 


Conclusión

Teniendo esta exhortación final de Maimónides, vemos que lo nuevo que ha integrado el filósofo es esa crítica a la astrología. En efecto, la astrología ha sido criticada desde las distintas religiones porque privilegia el puesto de los astros por sobre los de Dios. Sin embargo, muchos maestros judíos considerarán la astrología como algo válido, sin escuchar las críticas que Maimónides haría. De hecho, aún nos falta ver la gran crítica que el filósofo hace en su ''Carta contra la astrología''

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