viernes, 31 de agosto de 2018

Maimónides - Epístola a Yemen (I - X) (1172).

¿Qué lleva a Maimónides a escribir una carta a la comunidad judía de Yemen? la pérdida total de identidad judía que en aquellos tiempos se estaba produciendo. Estas son cartas que Maimónides escribió para guiar a la comunidad judía hacia el bien, ya que en aquellos tiempos la comunidad de Yemen estaban siendo convertidos forzosamente al islam por un hombre que se autoproclamó mesías. Tras esta confusión, el jefe de la comunidad de ese entonces, Jacob ben Netanel, pidió ayuda al gran Maimónides para calmar a la población.

Referencias:

(1) Esto sin contar a Mahoma. 
(2) De ahí que se hable de una Torah de oriente y occidente, además del Talmud.

Epístola a Yemen


Contexto

Corría el año 1165 donde una forzosa conversión al islam fue llevada a cabo por Abd-al-Nabi ibn Mahdi, quien había tomado posesión de Yemen: una localidad al sureste de Arabia Saudita. Maimónides alienta a la comunidad judía a través de estas cartas, no solo para que se mantengan en la fe, sino que también los exhorta a pensar y a defender la religión. 

En estas cartas no solo veremos esta invitación de Maimónides a permanecer firmes, también veremos argumentos convincentes sobre la fe, la religión y la filosofía. 

Epístola I

Maimónides escribe a Jacob diciendo lo maravilloso que ha sido el judaísmo y como este puede abarcar desde España hasta Babilonia. 

Epístola II

Esta epístola comienza diciendo que su popularidad (la de Maimónides) ha decrecido después de que tuvo que exiliarse en Egipto por los musulmanes. Nos dice que su vida no ha estado exenta de dificultades, y que recién acaba de instalarse en una ciudad para poder estudiar la Torah. 

Maimónides recibe la información de esta forzada apostasía que el líder musulmán está provocando, obligando a muchos judíos a renunciar a su fe. Es en esta parte donde Maimónides dice a Jacob que se prepare porque ahora comenzará a hablarle al pueblo de Yemen, recalcando que el judaísmo es la religión más Divina que existe. 

Epístola III

Maimónides le dice a la comunidad que ellos son una nación única creada por Dios, ya que ha si lo ha dicho en numerosos pasajes. Si los judíos son el pueblo de Dios, entonces todos los pueblos que busquen la destrucción de este serán enemigos. 

Los dos modos en que la comunidad judía se ha visto atacada es a través de la guerra y la controversia. Por la guerra se ha sabido que muchos pueblos han atacado directamente, mientras que por controversia los cristianos han sido el peor obstáculo. En efecto, la imagen de Jesús de Nazaret opaca a la comunidad judía. 

Al ser Jesús nacido de padre gentil y madre judía, Jesús queda como un hijo ilegítimo. Las enseñanzas de Jesús aniquilan las enseñanzas judías destruyendo todas las leyes de la Torah, es decir, las leyes que Dios le dio a los profetas. 

Epístola IV

Cualquier religión posterior al judaísmo sólo sería una copia o imitación de esta. Es ilógico abolir las leyes que fueron creadas por Dios para luego anteponer las leyes de un hombre (Jesús). 

Epístola V

En todo caso, esto está dicho en el libro de Daniel donde decía que un hombre aparecería con un libro nuevo hablando otras ''verdades'', con una religión muy similar diciendo que es enviado de Dios.

Así lo dice el siguiente versículo:

''Y hablará en contra del altísimo, y a los santos del altísimo quebrantará, y pensará cambiar los tiempos y la ley''
(Daniel 7:25)

Muchos pueblos han intentado acabar con la comunidad judía, pero esto les ha sido imposible. 


Epístola VI

La prueba de que Dios establecería al pueblo judío siempre lo tenemos en el Levítico:

''Y sin embargo para todos ellos, cuando ellos estén en tierra enemigos, yo no los rechazaré, ni los aborreceré, ni los destruiré, ni quebraré mi alianza con ellos, porque yo soy Dios''
(Levítico 26:44)

Con este versículo Maimónides exhorta a los judíos a mantener su fe judía, ya que Dios está de su lado. 

Además, Maimónides aclara que los únicos que han recibido órdenes directamente de Dios han sido dichas solo a los profetas judíos. Debemos recordar que al mismo Moisés le fue revelada toda la Torah, cosa que no ha sido hecha con otro profeta(1).

Epístola VII

Maimónides les menciona que el pueblo judío no estaría exento de dificultades en su formación y en su historia. Sufrirían como todos los demás pueblos las vejaciones de los enemigos o extranjeros. El mismo Maimónides dice que el exilio, la pérdida de dinero y la separación de la familia son pocas cosas comparadas con la gloria de Dios. Son algo transitorio lo cual Dios compensará de todas maneras en este mundo y en el otro. 

Epístola VIII

No hay necesidad de salir voluntariamente de Yemen, pues los judíos no pueden dejarse convencer por los musulmanes. De hecho, los musulmanes, según Maimónides, no tienen ninguna prueba de que en la biblia se anuncie la llegada de Mahoma. Los musulmanes acusan a los judíos de alterar la Torah a su conveniencia para no reconocer al mismo Mahoma. Hay dos razones por la que esto no sería cierto:

  1. La Torah fue traducida en sirio, griego y latín antes de la llegada de Mahoma.
  2. Han existido dos tradiciones uniformes de los textos de la Torah en oriente y occidente las cuales coinciden sin ninguna diferencia(2)


La única referencia que podría encontrarse en la Biblia sobre el profeta Mahoma, sería la escritura del Génesis ''Bimeod meod'' que aparece en los números 17:20.

''Y en cuanto a Ismael (hijo de Abraham), también te he oído; he ahí que le bendeciré y le haré fructificar y multiplicar mucho en gran manera; doce príncipes engendrará; y haré de él una gran nación''
(Génesis 17:20)

Se preguntarán ustedes ¿dónde está la alusión a Mahoma en este versículo? Bueno, la verdad es que explícitamente no está, aunque podemos decir que cuando se le dice a Ismael (quien es el considerado a heredar la tierra de Dios que supuestamente sería Medina), de alguna manera se menciona a Mahoma, pues él estuvo ahí. 

En un segundo punto, la palabra ''en gran manera'' suena en hebreo de la siguiente manera ''bimeod meod'', que sonaría parecido a como se dice Mahoma en árabe. 

Además, un argumento en contra que establece Maimónides es que el verdadero elegido a la tierra de Dios es Isaac y no Ismael, o por lo menos, Ismael está por debajo de Isaac cuando dice:

''Del hijo unido a la esclava también haré una gran nación''
(Génesis 21:13)

Como vemos la palabra ''también'' ya está haciendo una connotación inferior por la de Isaac. 

Epístola IX

Continuando con las preferencias entre Isaac e Ismael, la Torah dice: 

''Pero mi alianza la haré con Isaac''
(Génesis 17:21)

Sin embargo, los musulmanes dicen que existe otro pasaje donde se habla sobre un profeta en el Monte Paran. 

''El Señor vino del Sinaí y les esclareció desde Seir; resplandeció desde el Monte Paran''
(Deuteronomio 33:2)

Este es uno de los pasajes donde se justifica a Mahoma, pero Maimónides dice que es fácilmente refutable ya que se ocupa el tiempo pasado ''resplandeció''. En efecto si esto es así, entonces no podría haberse referido a Mahoma, a menos que hubiese dicho ''resplandecerá'' pero no es así. 

Además, en este versículo se puede ver una perfecta gradación porque primero se dice que va por el Sinaí, luego que esclarece en Israel, y finalmente en el Monte Paran brilló dicha luz lo cual indica según Maimónides que en ese lugar no se establecería ninguna profecía. 

Epístola X

Otro de los argumentos sobre el próximo profeta es el que se basa en el siguiente versículo:

''Profeta de en medio de ti, de tus hermanos, como yo, te levantará el Señor tu Dios; a él oiréis''
(Deuteronomio 18:15)

Si esto se dice en el Deuteronomio, entonces debemos comprender que el pueblo al que se le dice es al judío y por lo tanto, el profeta debe ser judío. 

Es obvio que este profeta no será alguien que creará nuevas leyes ni una nueva religión. Como sabemos, muchos falsos profetas han aparecido alrededor de la historia, pero solamente los que siguen las Sagradas Escrituras podrán identificar a los verdaderos. 

Conclusión

Realmente tenemos aquí unas epístolas bastante controversiales para la época. Maimónides aconseja desde un país musulmán a los judíos de Yemen, que también es un país e incluso más musulmán que cualquier otro. Es primera vez que vemos las refutaciones de un judío sobre el gran profeta del islam y el gran profeta del cristianismo al mismo tiempo. Verdaderamente debemos seguir analizando lo que sigue por delante. 

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