viernes, 14 de septiembre de 2018

Maimónides - Guía de los Perplejos (Libro I: Antropomorfismo) (Parte III: Atributos y otros conceptos) (1190)

Cada vez más nos vamos acercando poco a poco a desarrollar conceptos filosóficos, pero sin dejar de lado la religión. Si fuimos lo bastante perspicaces, nos daremos cuenta que Maimónides ha  tocado muchos conceptos aristotélicos, y lo seguirá haciendo a través de estas páginas. Debemos prepararnos pues este es el libor que instalarà el realismo teológico que se ha venido preparando quizás ya desde San Agustín de Hipona. Veamos la tercera parte del primer libro de Maimónides

Referencias:

(1) Al parecer Maimónides sigue la idea plotiniana de que Dios no puede ser descrito en modo alguno. 
(2) Esta fue la típica discusión que tuvo Avicena con Al-Ghazali: si la existencia precede a la esencia, y si Dios tenía más presencia que existencia. Avicena decía al igual que Maimónides que la existencia es un atributo, pero aquí Maimónides también acepta que la esencia y la existencia sea una sola. Averroes, por otro lado, decía que la existencia es algo que pertenecía a los seres materiales. 
(3) Se confirma la tesis plotiniana.
(4) Definitivamente plotiniano.
(5) Ver el siguiente link donde Anselmo sí cree en los atributos, al menos relacionales. 
(6) El concepto de per aliud por Anselmo se encuentra en este link.

Guía de los Perplejos


LIBRO I: ANTROPOMORFISMO

Capítulo L: Sobre la fe


La fe no es la mera declaración de tener fe o confianza en un determinado hecho o persona. Mucho ponen su fe en que Dios es uno, pero en su pensamiento dicen que es múltiple. 

Así es el caso de los cristianos que dicen que Dios es uno y trino. Dicen que Dios es tres y es uno, o que es uno y tiene muchos atributos. ¿Cómo puede concebirse esto? ¿Cómo podemos decir que un ser es tres al mismo tiempo y que además no tenga ningún atributo? Es el mismo Maimónides quien nos dice que esto es imposible

Capítulo LI: No hay atributos en Dios

Hay muchos hombres quienes dicen que las cosas que se perciben son tal cuales son; es decir, el calor, el frío, lo húmedo y lo seco. Son cosas que son evidentes por sí mismas, sin embargo, hay hombres que tratan de reversar la realidad y decir falsedades. 

Es así que Aristóteles estableció muchas cosas con respecto a la realidad. Por ejemplo, el estagirita pudo comprobar y explicar el movimiento para resolver muchos problemas concernientes al mismo concepto. 

De aquí que si decimos que Dios es incorpóreo, entonces debemos decir que es pura esencia, en otras palabras, no tiene accidentes, y si no tiene accidentes no tiene atributos. Y si tuviera atributos caeríamos en el absurdo de decir ''Dios es Dios'' ya que no podemos decir que no tiene accidentes(1)

El error de poner atributos a Dios surge de la interpretación literal de las Sagradas Escrituras, la cual ha sido dañina para la doctrina porque desde ahí los hombres echan rienda suelta a su imaginación. 

Capítulo LII: Cinco especies de atributos

La única manera en que se puede caracterizar un objeto es bajo 5 atributos:

  1. Definición: cuando se define un objeto en cuanto a su verdadera esencia. No es apropiado dar este atributo a Dios ya que no hay causas anteriores a su existencia por las cuales pueda ser definido.
  2. Parte de la definición: cuando se define dos características de un objeto; por ejemplo, el hombre es un ser viviente, o un ser racional. Cualquiera de las dos es buena definición. Con esta tampoco podemos definir a Dios porque de esa manera tendríamos que dividir su esencia, lo cual es absurdo. 
  3. Cualidad: cuando se describe un objeto por algo distinto de su esencia, es decir, un atributo. Si damos a conocer a Dios por cualidades, entonces lo daríamos a conocer a través de accidentes. 
  4. Relación: cuando se describe a un objeto por la relación que tiene con otra cosa; por ejemplo, Zayd hijo de Amru. Por supuesto, esto no se puede aplicar a Dios, pues la relación tiene que ver con todo aquello que tiene mudanza. 
  5. Acciones: cuando se quiere decir la creación de algo, por ejemplo, Zayd hizo esta puerta. Esta si es una acción que puede darse en Dios, pues la creación viene de su esencia. 

Así, los atributos que tratan de definir a Dios en los términos a excepción de su habilidad de crear son erróneos. En efecto, de Dios no podemos predicar que es hermoso, bello, feo, bondadoso, etc. ya que esto sería justamente dar atributos. Recordemos también que los atributos se encuentran mucho más en lo corpóreo que en lo indefinido. 

Maimónides insiste en que la lectura de las Sagradas Escrituras de forma literal solo ha contribuido a la interpretación errónea. 

Capítulo LIII: Aquellos que aplican atributos a Dios

Uno de los argumentos que se siguen de que Dios tiene atributos es la típica diversidad de acciones que se mencionan en la Biblia. En efecto, la biblia nos menciona muchas características de Dios, por lo que podríamos concluir que en efecto si tiene atributos. Sin embargo, esto es un error, pues del fuego también se dice muchas cosas, pero una sola es la cualidad del fuego; el calor. Por lo tanto, la unidad o esencia del fuego se esa misma. 

Otra de las creencias sobre esto es que muchos intelectuales dicen que hay ciertas cualidades de Dios que son múltiples; por ejemplo, la vida, el poder, la voluntad y la sabiduría. Estos, dicen los intelectuales, son atributos de la esencia de Dios.

Maimónides dice que esto es un error, pues la vida y la sabiduría son la misma cosa, es decir, uno no puede vivir sin el otro. Los otros atributos mencionados (poder y voluntad) no son en absoluto atributos de Dios, pues no tiene ni más ni menos poder ni más ni menos voluntad. En realidad, estos dos últimos atributos expresan relaciones entre Él y su criaturas, en otras palabras, el hombre deduce que Dios tiene poder y voluntad. 

Finalmente, Maimónides dice que no hay atributos en Dios porque Dios es perfecta unidad.

Capítulo LIV: Otras ideas sobre los atributos y la esencia de Dios

En la biblia existe un momento donde se habla de la esencia de Dios:

''Muestrame tu gloria''
(Éxodo 33:18)

Esto sucede cuando Moisés pide esta exclamación a lo que Dios contesta:

''Te haré pasar toda mi bondad delante de tu rostro''
(Éxodo 33:19)

Inmediatamente Dios le dijo:

''No podràs ver mi rostro''
(Éxodo 33:20)

Por supuesto, en la primera parte, la bondad de Dios quiere decir toda la creación; la segunda parte nos aclara inmediatamente que Dios no tiene rostro y por lo tanto, no es corpóreo. 

Se habla de muchas acciones de Dios e incluso ''iras'' que el tuvo, pero estas solo son referenciales o metafóricas. 

Capítulo LV y LVI: Dios no tiene semejanza con las criaturas


Todos los seres vivos están sometidos a la potencia, es decir, a veces existen y otras veces no. Por eso, no podemos decir que Dios sea potencia, pues unas veces sería algo y otra no. Por lo tanto, ninguna característica humana puede compararse o acercarse con respecto a Dios.

Tampoco hay una semejanza con los valores humanos; por ejemplo, la voluntad, el saber, el poder, etc. Todas estas cosas no se comparan con Dios ni siquiera por magnitud. ¿Por qué? porque lo inconmensurable no tiene medición ni magnitud alguna.  


Capítulo LVII: Expresar los atributos en palabras

La vida y existencia de Dios son una sola cosa, es decir, la esencia con la existencia. En efecto, estos dos conceptos no son separables en esta entidad. 

Sin embargo, como primero es esencia (ya que cualquier cosa puede existir), el atributo de la existencia no le pertenece. Esto se debe también a que en este sentido la existencia es un atributo y Dios no tiene atributo alguno(2)

Por otro lado, Maimónides dice algo confuso pues asegura

''Dios es sabio sin tener el atributo de sabiduría, es omnipotente sin tener el atributo de omnipotencia''

Esto nos lleva a pensar que cada palabra (''sabiduría'' y ''omnipotencia''), tiene tanto esencia como atributo y Dios sería la esencia de todas ellas. Por otra parte, tampoco podríamos decir que Dios es el primero de los seres, a pesar que antes de él no hubo ser alguno. No es correcto añadir ningún atributo a Dios(3).

Capítulo LVIII: Los atributos negativos con aplicables a Dios

Si bien habíamos dicho que Dios no tiene atributos, en verdad, lo único que puede atribuírsele a Dios son los negativos. Cuando se dice que existe decimos al mismo tiempo que no tiene no-existencia. Cuando decimos que es incorpóreo decimos que no tiene cuerpo. Lo llamamos ''el Primero'' para decir que no tiene ninguna causa. 

En efecto, a los seres inferiores a Dios no podemos llamarlos con negativos, pues todos tienen cuerpo y son al mismo tiempo efecto y causa. 

Por estas razones, vemos que la esencia de Dios es algo inalcanzable 


Capítulo LIX: El conocimiento de Dios está formado de negaciones

Sería prudente preguntar entonces: si nadie puede conocer la esencia de Dios, ni siquiera un erudito, ¿qué diferencia existe entonces con los que no saben? La diferencia radica en quien asegura algo sobre Dios, es decir, añade atributos y entre aquellos que no le atribuyen nada. En otras palabras, cuando un hombre imagina los atributos de Dios se aleja del mismo, mientras que el hombre que niega los atributos se acerca.

¿En qué sentido? en los siguientes:

  1. Todo lo que se afirme de Dios será perfección con respecto al hombre. 
  2. Su esencia encierra todas las perfecciones, por lo tanto no es posible añadir más a aquella. 

Pareciera ser que Dios solo puede describirse como lo indica el Salmo:

''Para tí, el silencio es alabanza''
(Salmos 65:1)

Y también se indica en la biblia:

''Porque Dios está en el cielo, y tú sobre la tierra; sean por tanto escasas tus palabras''
(Eclesiásticos 5:2)

Aquí vemos entonces pruebas tanto lógicas como religiosas sobre la negación de atributos a Dios. 

Capítulo LX: Propiedad de atributos positivos y negativos

Para entender esto finalmente, Maimónides ejemplifica una situación:

  • Una persona sabe que existe cierto barco.
  • Aprende que la palabra barco no es un accidente sino una sustancia. 
  • Aprende que no es una planta y no es un mineral.
  • Aprende que no es un cuerpo organizado (puesto que es una idea).

En fin aquella persona sabe que la palabra ''barco'' es la sustancia y no el atributo de algo. Por lo tanto, bastaría decir ''barco'' para entender la sustancia de algo, puesto que los atributos sin la esencia no pueden decirnos la esencia. Por ejemplo: ''bello'', ''feo'', ''honesto'' son atributos pero no nos indicarán jamás la esencia.

Finalmente, no podemos dar atributos positivos a Dios si lo que queremos es encontrarlo. Mientras más usamos los atributos, ya sea para describir a Dios o a cualquier cosa, estamos siendo imprecisos con la verdadera esencia(4).

Conclusión

Vemos aquí un gran llamado al sentido común y a la lógica de parte de Maimónides. Vuelve a renacer esta visión del filósofo romano Plotino en contraste con los otros filósofos que nos hablaban sobre algunas características de Dios como por ejemplo, San Anselmo de Canterbury(5) quien decía que era lo más grande que pudiera imaginarse. En efecto, San Anselmo introducía el concepto de ''per aliud'' es decir, lo incomprensible se logra saber por la semejanza(6). En fin, vuelve a renacer la teología plotiniana de Dios ¿es esto malo o bueno?

No hay comentarios:

Publicar un comentario