En entradas anteriores ya hemos revisado este concepto que fue tan importante para los filósofos medievales. Sin embargo, es Santo Tomás de Aquino quien en su Suma Teológica nos relata en especial el fenómeno de la humildad. Debemos poner atención porque la humildad en Tomás de Aquino no es la misma que se presenta en la actualidad, por lo que es de especial consideración tener esto a la vista. Aún más importante es ver qué clase de virtud es la humildad, la cual de hecho, Santo Tomás nos explica. Veamos estos apuntes sobre la humildad
Vocabulario:
(1) Ensalmado: persona a que se le reparan los huesos
SUMMA TEOLÓGICA
La humildad
Artículo 1: ¿Es la humildad una virtud?
Al parecer no...
1 La virtud implica una idea de bien y la humildad lleva una idea de castigo como dice en el salmo 104:8 ''Humillaron sus pies con cepos''
2 La humildad suena a vicio como dice en el Eclesiástico: Hay quien se humilla como un malvado. En consecuencia, la humildad se acerca más a un vicio que a una virtud
3 La humildad se opone a la magnanimidad porque aspira a cosas grandes, mientras que la humildad las rehuye
4 La virtud es una disposición a ser perfecto, pero la humildad parece ser una disposición a ser imperfecto, por eso es que Dios no se humilla
5 La humildad no es incluida por Aristóteles en su Ética, por sobre todo no ser una acción como sí lo son las demás.
Contra lo anterior
El aquinate cita a Orígenes al comentar el Lucas 1:48,
''Miró la humildad de su esclava: En las Escrituras se
cuenta la humildad entre las virtudes, porque dice el Salvador: «Aprended de
mí, que soy manso y humilde de corazón».''
Respuesta
El bien trae el apetito de la misma razón de hacer el bien y tiene algo que retrae que es la dificultad de conseguirlo. En el primer caso hay esperanza mientras que en el segundo hay desesperación. Sin embargo, los movimientos del apetito se comportan como impulsos que exigen que se les frene, y esto que los frena es la virtud. En este sentido, cuando no hay una virtud que frene el exceso de querer ser más grandes, en el sentido inteligible, entonces se deriva al vicio. En cambio, cuando la humildad está presente, ésta hace que el hombre no quiera más de aquello que puede conducir al exceso. Por lo tanto, la humildad es una virtud
Contra las objeciones
1 La humildad puede ser un castigo en el sentido que Isidoro de Sevilla le da en su obra Etimologías, donde claramente se ve la humildad de ''abajo'' como un desprecio que tiene el otro sobre alguien. En segundo lugar, la humildad se entiende como reconocer los principios intrínsecos, y los límites que todos tenemos
2 En efecto, puede haber una humildad que sea considerada como vicio, que en realidad es una humildad falsa. Pero eso no resta a que exista una humildad genuina
3 La magnanimidad y la humildad coinciden con la recta razón. La humildad reprime la acción para que no caiga en exceso y la magnanimidad empuja al hombre ser mejor.
4 La perfección se dice de dos maneras:
- De modo absoluto (solo Dios)
- De modo relativo a su naturaleza
Por lo tanto, el hombre puede ser perfecto si atiende a su propia naturaleza.
5 Aristóteles se refería a las virtudes cívicas que están ordenadas bajo el mandato de la ley. La humildad es una virtud específica que representa el sometimiento del hombre a Dios.
Artículo 2: ¿Reside la humildad en el apetito?
Al parecer no...
1 La humildad se opone a la soberbia, pues la humildad es una introspección hacia uno mismo
2 Dice San Agustín de Hipona: la humildad se encuentra en casi toda la doctrina
cristiana. En consecuencia no hay nada que se oponga en la doctrina cristiana a la humildad. Sin embargo, en la doctrina cristiana se manda a que se aspire a cosas mejores como en el 1 de Corintios 12:31, Aspirad a carismas mejores
3 La humildad se opone a la magnanimidad porque aspira a cosas grandes, mientras que la humildad las rehuye. En este sentido (iguala al pregunta uno) podemos concluir que la humildad no tiene apetitos.
4 Andrónico decía la humildad es el hábito de no
excederse en gastos ni en preparativos.
Contra lo anterior
San Agustín en su libro De Poenit dice: es humilde el que elige ser desgraciado en la casa del Señor antes que
vivir en las casas de los pecadores
Respuesta
La humildad reconoce las cosas que se tiene en un principio y por eso es que puede frenar esos impulsos que llevarían ese crecimiento desenfrenado.
Contra las objeciones
1 La humildad no es esencialmente un conocimiento, sino que también un hábito
2 El hombre se acerca más a Dios por el hecho de rebajarse a sí mismo mediante la humildad
3 La humildad se trata de reafirmar el ánimo contra la desesperación adquiriendo el bien propio. La humildad es la sujeción del hombre a Dios
4 El sentido de andrónico es un sentido externo, pero la humildad también tiene un sentido interno
Artículo 3: ¿Debe el hombre someterse a todos mediante la humildad?
Al parecer no...
1 La humildad consiste en la sujeción del hombre a Dios, no a un hombre
2 Agustín decía: Hay que poner la humildad de parte de la verdad, no de parte de la
falsedad. Como hay hombres que de muy alto optan por la humildad, esa sería una humildad ciertamente falsa
3 Agustín decía: No sea que, al observar excesivamente la humildad, se pierda la
autoridad en el gobierno. En consecuencia, el hombre no se debe someter a todos
Contra lo anterior
En Filipenses se dice: Elevados de la humildad, teneos unos a otros por superiores.
Respuesta
Como la humildad es una reverencia a reconocer a Dios, el hombre en lo suyo debe someterse con humildad a otro hombre con respecto a lo que tengo el otro de Dios, es decir, de lo que mi vecino tenga de Dios, debo humildad a aquella parte. Pero esto tampoco es así.
Para el aquinate, el hombre debe la humildad en otro reconociendo el mismo don que le ha dado Dios a él y que también le ha dado a otro. De acuerdo con las escrituras todos sabemos los dones que tenemos en 1 Corintios 2:12 Para que conozcamos los dones que Dios nos ha concedido.
Contra las objeciones
1 Debemos alabar no solo las cosa de Dios, sino que también a lo que tienen los hombres con respecto a Dios.
2 No podemos caer en falsedad si reconocemos a Dios en el prójimo
3 Se debe someter al hombre con humildad no con respecto a esa humildad externa sino que a la interna
Artículo 4: ¿Es la humildad parte de la modestia o de la templanza?
Al parecer de ninguna...
1 Es propio de las virtudes teológicas el tener por objeto a Dios, por lo tanto, la humildad es más parte de las virtudes teológicas que a las virtudes de modestia o templanza
2 La templanza reside en el apetito concupiscible, mientras que la humildad aparece en el apetito irascible, al igual que la soberbia que es opuesta a ella
3 La humildad y la magnanimidad son muy semejantes; por lo tanto, la humildad está más parte de la fortaleza que de la templanza.
Contra lo anterior
Orígenes comentando Lucas dijo: Si quieres saber el nombre de esta virtud, y cómo la llaman los
filósofos, sábete que es la misma humildad que Dios mira y que ellos llaman
«metriotes». Por lo tanto, la medida y la moderación son parte de la humildad, y en consecuencia de la templanza.
Respuestas
La humildad tiene cierta semejanza con la templanza, pues esta última también refrena los impulsos. Así como la templanza refrena la ira, la humildad refrena la esperanza. Además, la modestia también se relaciona con la templanza y por esto, podemos poner a la humildad también con la modestia.
Contra las objeciones
1 Nada obsta que la humildad sea parte de las virtudes teológicas si está incluida en la templanza y la modestia
2 La humildad, aunque parta de la irascibilidad, no obsta a que no pertenezca a la templanza y la modestia
3 Aunque la magnanimidad y la humildad coinciden en el modo racional, se diferencian en el modo de obrar
Artículo 5: ¿Es la humildad la más importantes que las virtudes?
Al parecer sí...
1 San Juan Crisóstomo dice: Si la humildad unida al pecado corre tan
veloz que deja atrás a la justicia unida a la soberbia, ¿hasta dónde llegará si
se une a la justicia? Es claro, que es preferida la humildad a la justicia, y la justicia es supuesta la mejor de las virtudes
2 Agustín dice: ¿Piensas construir un edificio muy alto? Piensa primero
en el cimiento de la humildad. Por lo tanto, la humildad es el cimiento de todas las virtudes
3 Lucas 14:11: el que se humilla será ensalmado(1).
4 Dice San Agustín: toda la vida de Cristo en la tierra, revestido de la
humanidad, fue una lección para nuestra vida. Por lo tanto, debemos seguir la misma humildad de Cristo
Contra lo anterior
Se dice en Colosenses 3:14 ''Por encima de todo, practicad la caridad''
Respuesta
Entre las virtudes teologales encontramos la justicia que es el ordenamiento en forma universal, sobre todo de lo legal. Pero para que el hombre se someta a la justicia necesitará humildad y por eso, después de las virtudes teologales y la justicia, tendremos a la humildad como excelente.
Contra las objeciones
1 La unidad no se antepone a la justicia, sino que a la justicia unida con la soberbia
2 Hay un cimiento más excelente que la humildad es la fe. Así dice el Hebreos 11:6, Es preciso que quien se acerca a Dios crea.
3 El sentido de ser ensalmado no se da solo con la humildad, pues reside en deshacerse de las cosas materiales y apreciar las espirituales. En este sentido, la humildad es una de aquellas virtudes que son más espirituales que terrenales
4 Hay que imitar por sobre todo, la humildad interna que Cristo demostró durante su vida. La humildad en este sentido es más una disposición que una perfección. Por lo tanto, conceptos como la fe y la caridad que son perfectas, superan a la humildad
Artículo 6: ¿Está bien la humildad en las Reglas de San Benito?
Al parecer no...
Las Reglas de San Benito son las siguientes:
- Primero, tener siempre los ojos bajos y manifestar
humildad interior y exterior;
- Segundo, hablar poco, cosas razonables y en voz baja;
- Tercero, no ser muy propenso a la risa;
- Cuarto, callarse hasta ser interrogado;
- Quinto, observar lo prescrito por la regla común del
monasterio;
- Sexto, creerse y mostrarse como el más indigno de todos;
- Séptimo, creerse sinceramente indigno e inútil para todo;
- Octavo, confesar los propios pecados;
- Noveno, llevar con paciencia la obediencia en cosas
ásperas y difíciles;
- Décimo, someterse a los mayores por obediencia;
- Undécimo, no tratar de satisfacer la propia voluntad;
- Duodécimo, temer a dios y acordarse de todos sus
mandamientos.
1 Ninguno de estos grados de la Regla de San Benito se refiere a la humildad, pues se refieren a otras virtudes, y otros que no pertenecen a ninguna: ''creerse indigno e inútil''
2 La humildad va de lo interior al exterior
3 San Anselmo tenía siete grados de la humildad
- Primero, reconocerse despreciable;
- Segundo, dolerse de ello;
- Tercero, confesarlo;
- Cuarto, persuadirse de ello, es decir, creerlo;
- Quinto, sobrellevar con paciencia el que esto se diga;
- Sexto, sobrellevar el ser tratado con desprecio;
- Séptimo, quererlo
Estos pasos de la humildad no tienen relación con las Reglas de San Benito
4 En la Glosa del Mateo podemos ver los grados de la perfecta humildad
- El primero es someterse a los mayores y no anteponerse a
los iguales: este grado está bien.
- El segundo, someterse a iguales y no anteponerse a los
inferiores: éste es mejor.
- El tercero es someterse a un inferior: en él consiste
toda justicia.
Por lo tanto, las Reglas de San Benito no serían apropiadas para equipararlas con el concepto de humildad
5 Dice San Agustín: La medida de la humildad ha sido dada a todos conforme a
la medida de su grandeza, y tanto mayor es la soberbia que hay que vencer
cuanto mayor es la dignidad. La medida de la humildad no puede entenderse en grados, Por lo tanto, la humildad no tiene grados
Respuesta
Para el aquinate, entre los grados de La Regla de San Benito podemos ver la humildad en el grado duodécimo que consiste en que nadie se sobrestime, debe temer. Este grado tiene la humildad porque frena la soberbia del hombre
También podemos ver la humildad en el grado undécimo, pues la humildad refrena la propia voluntad de seguir engrandeciendose en el sentido de exceso. El grado décimo también pues el hombre regular su soberbia por sometimiento a Dios, y esto también es justamente la humildad. Por otro lado, no exasperarse con las cosas ásperas y difíciles, cosas que reprime la humildad.
Luego tenemos el grado octavo porque el hombre confiesa y reconoce sus propios defectos. El grado séptimo pues la humildad está en reconocer aquellas cosas que son divinas y abstenerse de aquellas cosas por los propios defectos. También cuando se consideran a los demás mejores que a uno mismo, es decir el sexto grado.
Por último, tenemos el quinto grado que tiene que ver con que el hombre no se aparte de su camino común, que el hombre no gaste el tiempo en lo vano que es el cuarto grado, el tercer grado con respecto a cohibir la risa y la alegría necia, luego el segundo grado relativo a no excederse en el hablar y finalmente en el primer grado que se trata de reprimir la altanería.
Contra las objeciones
1 Muchos pueden creer que son realmente viles pero de manera equivocada. No hay inconveniente en que se relacione a la humildad con otras virtudes e incluso a vicios de manera involuntaria
2 El hombre llega a la humildad por medio de la gracia y mediante el esfuerzo humano
3 Los grados de San Anselmo son relativos a la opinión y la abyección más que a la humildad. El primer grado se ve el conocimiento de los defectos, pero no del amor a ellos y esto se excluye en el segundo. El resto de los grados, incluyendo los dos primeros, se encuentran en la Regla de San Benito en sus grados sexto y séptimo
4 Los modos mencionados no se relacionan con la humildad, sino que son comparaciones con los grados del hombres, los cuales son superiores, inferiores o iguales
5 Esta clasificación tampoco, pues parte de las categorías humanas.
Conclusión
Hemos estudiado de forma sistemática y dialéctica (si es que se puede decir) el concepto de humildad desarrollado en Santo Tomás de Aquino. Ciertamente ya algunos filósofos habían dado algunas luces de lo que era la humildad, sobre todo San Agustín de Hipona, pero ciertamente Santo Tomás indaga sus supuestos desde distintos puntos de vista. Al parecer, no tend´riamos problema al incluirla en las virtudes teologales directa o indirectamente, con mucha razón por su relación con la templanza y la modestia. En suma, la humildad es una virtud importantísima.