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miércoles, 7 de octubre de 2020
Teoría de la expiación
martes, 6 de octubre de 2020
Santo Tomás de Aquino y el mal
jueves, 1 de octubre de 2020
Nicolás de Cusa - Diálogos del idiota: experimento de la balanza (1450)
¿Qué quiere decir exactamente ''experimento de la balanza''? en realidad nos habla de cómo nuestra mente es capaz de entender las cosas de la naturaleza. En efecto, habíamos dicho en el libro anterior de los diálogos sobre el idiota, que todo es medible y que aquella medición se tiene que llevar a cabo por medio de las matemáticas. Esto nos lleva necesariamente a que la mejor forma de conocer las cosas es por medio de la medición,es decir, por medio de las matemáticas. Sin embargo, hasta con matemáticas tendremos nuestra propia limitación.
Referencias:
(1) Es la teoría de los humores de Pitágoras.
Nicolás de Cusa - Diálogos del idiota: el idiota acerca de la mente (Idiota de mente) (1450)
Esta es la segunda parte que trata sobre el idiota y un filósofo romano. Como el tema de la naturaleza de Dios está sanjado, esta vez el idiota y un filósofo se proponen hablar sobre los misterios de la mente. ¿Tiene nuestra mente alguna injerencia en los asuntos divinos? al parecer tiene una especie de vinculación con la cual podemos entender esas cosas, pero no en su esencia, sino que por medio de la docta ignorancia. También veremos el concepto de mente, es decir, cómo este se entiende a la hora de hablar.
Referencias:
(1) Semejante a la reflexión de Protágoras: ''el hombre es la medida de todas las cosas''.
(2) Llama la atención que para este tiempo, Guillermo de Ockham ya había presentado la teoría de la Navaja.
Por lo tanto, parece ser que la mente es independiente del alma con respecto a su subsistencia pero ambas son infinitas.
Capítulo II: El vocablo
El filósofo pone en duda la definición sobre la mente como la medida de todas las cosas, y le exige al idiota que aclare su punto. Sin embargo, el idiota reconoce que en este mundo existen las contradicciones y que existe una razón para dar algunas palabras a las cosas. El nombre de la propiedad de las cosas queda sujeta al más y al menos y por eso se ignora el nombre real. Por lo tanto, los nombres son una cuestión impuesta por los hombres y por lo tanto por la razón.
Todo arte humano es finito porque, por supuesto, lo infinito absoluto que sería Dios es primero que el hombre. Por lo tanto, lo finito queda en lo infinito. Así mismo, todo arte finito proviene del arte infinito.
En ese sentido, Dios es llamado por todos los nombres de las cosas tal como hubiese dicho Hermes Trimegisto.
Capítulo III: Precisión del nombre y el lugar de la mente
La noción de Dios está concebida en la mente, es decir, la mente es imagen de Dios. Por lo tanto frente a la complicación divina que es incansablemente incomprensible, entonces la mente solo puede retener una imagen de la divinidad, no puede ascender más allá.
Capítulo IV: La mente no es explicación
En efecto, la mente no es explicación de las cosas sino más bien es una fuerza asimiladora de la complicación divina. En ese sentido, la mente es una potencia que puede asimilar la divinidad, pero jamás puede alcanzarla.
Capítulo V: La mente es sustancia viva
Generalmente se suele confundir el alma con la mente, y en efecto, el alma pudiera ser aquello que vivifica el cuerpo. Ambas vivifican el cuerpo. De hecho, el idiota acepta el concepto de alma intelectiva que le ofrece el filósofo, diciendo además que esta alma intelectiva es anterior al cuerpo por su naturaleza, no temporalmente. ¿Por qué? porque temporalmente el cuerpo existe primero, y luego el alma va hacia él.
Capítulo VI: Los pitagóricos
El filósofo dice que el pensamiento del idiota es más cercano al de los pitagóricos que al de cualquier otro, a lo que el idiota le dice que en realidad no está cerca de ninguna doctrina en especial.
Por lo demás, el idiota dice que el primer principio no puede estar dotado de elementos; debe ser puro y simple. Nuestra mente no puede comprender algo así a menos que se le hable del número u otra cosa análoga. El número, por el contrario, es algo compuesto. En efecto, todo número está compuesto de un par e impar y en ese sentido el número está también compuesto de un número.
Cuando vemos una unidad en un número, en realidad lo que vemos es una unidad no compuesta. ¿Qué ocurre en el caso del número uno? sí puede venirnos a la cabeza que el uno tiene más de un componente (es impar por ejemplo), entonces no podemos decir que es una unidad absoluta. Nuestra mente siempre le asignará algo más.
Capítulo VII: La mente produce la forma de las cosas
La mente es un cierto número divino, dice el idiota. Pero una cosa es la mente nuestra y la mente infinita, es decir, una mente que va más allá de nosotros. La diferencia es que nuestra mente es asimiladora, mientras que la mente infinita es creadora o vivificadora.
Por otro lado, en cuanto a las cosas más abstractas, la mente solo puede entenderlas por medio de la materia. Sin embargo, estos entendimientos en realidad no son verdaderos, en otras palabras, nosotros no podemos comprender aquellas cosas infinitas, sino que solo podemos entenderlas en apariencia, en analogía, pero no en sí.
Capítulo VIII: La mente y los sentidos
La mente, en fin, es una capacidad de concebir. Pero ¿cómo es que concibe? bueno, por medio de la semejanza de las cosas; en este caso, el género, las diferencias, los accidentes, la especie y lo propio. La mente comienza a concebir cuando se mueve, es decir, cuando tiene pasión y luego se perfecciona mediante el intelecto. En realidad esta no es una perfección propiamente tal, sino más bien cuando la mente alcanza un concepto que le es satisfactorio.
Capítulo IX: Cómo la mente mide las cosas
En el siguiente capítulo, el idiota nos habla sobre cómo la mente mide las cosas. Dice, en efecto, que el alma hace el punto de la línea, es decir, termina a la misma línea. El punto, imaginado en la mente, puede continuar la línea o la puede terminar, de esto se podría entender que el idiota considera al punto como parte de la línea y también como su termino; por lo tanto, el punto es indivisible. En efecto, hay dos tipos de punto
Punto lineal
Punto terminal
El segundo es el que no puede suceder a otro, pues es absurdo que exista el término de un término. El punto es la perfección y la totalidad de la línea. De este modo es que la mente mide las cosas.
Capítulo X: Comprensión de la verdad está en la multiplicidad de las cosas
Boecio ha dicho que la verdad está en la multiplicidad de las cosas. En efecto, las matemáticas miden todo y por lo tanto la medida de todas las cosas está en esa multiplicidad. De esta forma, la mente va conociendo las cosas por medio de las partes (multiplicidad) para luego llegar a un todo (unidad).
Capítulo XI: Dios y la mente
Todas las cosas en sí tienen una semejanza con su principio. Dios es un género absoluto por el cual la mente busca asimilarse a lo que él muestra.
Capítulo XII: No existe un solo intelecto
La mente para el idiota es intelecto, pero la mente no es una sola en todos los hombres. Así como no pueden existir muchos cuerpos iguales, tampoco hay las mismas mentes y en consecuencia, no hay un entender único en los hombres.
Esto quiere decir que hay una mente humana y también una mente divina, pero además, las mentes de la humanidad son múltiples. Nicolás de Cusa cree que existen muchas sustancias(2).
Capítulo XIII: Dios como alma del mundo y naturaleza
La voluntad de Dios no necesita otro ejecutor, en efecto, él es el único creador que podría deducirse la creación del alma del mundo y la naturaleza. La naturaleza no tiene el poder de crearse a sí misma, y por lo tanto, es Dios el gran creador de ella. Pensemos en un pintor que desea pintarse a sí mismo, como no va a poder multiplicarse, entonces el tendrá que hacer lo mejor posible el autoretrato, pero solo será una imagen de sí mismo. En otras palabras. la creación no tiene las mismas facultades que el creador.
Capítulo XIV: El viaje de la mente al cuerpo
Recordemos que Platón nos hablaba de que el alma, y para efectos de la conversación aquí, la mente, viaja y queda prisionera en un cuerpo. Aristóteles, por su parte, sostendrá lo contrario diciendo que el alma asciende desde la razón.
El idiota nos dice que la mente precede a la inteligencia en la naturaleza, pero degenera en inteligencia después; sobre todo cuando se aleja de la simplicidad divina. Si la mente precede a la inteligencia, la cual es una creación más bien humana, entonces se entiende que la mente es una imagen de la divinidad. Por lo tanto, la concepción del idiota está más cerca de Platón que de cualquier otro filósofo.
Capítulo XV: La mente es inmortal e incorruptible
Para saber si el alma es inmortal e incorruptible será necesario ver cómo es que indaga las cosas. Cuando observa las cosas que mutan, que son variables, encuentra solo cosas perecibles, pero cuando indaga en sí misma, solo puede encontrar cosas estables y fijas. Por lo tanto, su naturaleza no es variable, todo lo contrario, pertenece a las cosas estables y fijas y por lo tanto, inmortales. Esto se puede observar cuando se mira a sí misma y puede ver que es estable.
Conclusión
Increíble este tratado sobre la mente, pero también nos recuerda los últimos resabios de la Edad Media. Nicolás de Cusa sostiene la multiplicidad de las esencias, a pesar de la Navaja de Ockham que se esgrimió algunas décadas antes. Lo que sí me llama profundamente la atención es su teoría sobre la unidad, es decir, que no exista nada que sea absolutamente unitario, que no exista una semejanza con la unidad en este mundo, que sería lo equivalente a decir que nada es igual en este mundo.
miércoles, 16 de septiembre de 2020
Nicolás de Cusa - Diálogos del idiota: el idiota sobre la sabiduría (Idiota de Sapientia) (1450)
Una frase es clave aquí: ''la sabiduría grita en las plazas'', esto quiere decir que la sabiduría no está en la lectura de los grandes hombres, sino que está en la naturaleza misma. El conocimiento de la unidad o del número no se dan por instrucciones en los libros, sino que el ser humano lo tiene de por sí incorporado.
Sin embargo, existe una sabiduría superior a la que nadie tiene acceso. Así, aunque nadie tiene acceso de igual manera se conoce, lo cual es contradictorio pero de esta manera es.
El hombre busca el conocimiento, pero lamentablemente no puede llegar hasta infinita sabiduría que además es incomprensible. Pero en eso justamente consiste la vida, en esa búsqueda incansable de la sabiduría última a pesa de no poder llegar a ella.
Y en efecto, el hombre es feliz en la incomprensión. Cuando el amor es infinito e inexplicable, es mucho más querido en contraste del cual es mensurable y explicable. Muchos hay quienes buscan la sabiduría finita y creen que la encuentran en los libros, es más, una vez que la encuentran no se contentan con esa sabiduría finita sino que quieren más. Por lo tanto, lo que realmente busca el hombre que quiere ser feliz, es la sabiduría infinita, no la finita.
El orador pregunta ¿es la sabiduría algo distinto de Dios? a lo que el Idiota dice que la sabiduría es Dios mismo. Pero ¿Acaso Dios ha formado todas las cosas a través del verbo? ¿Cómo es posible que haya creado la sabiduría y que al mismo tiempo sea la sabiduría?
Pasamos al siguiente libro del idiota sobre la mente.
domingo, 23 de agosto de 2020
Nicolás de Cusa - Sobre el génesis (De genes) (1445)
Nada más impresionante como descubrir el génesis de todas las cosas que existen en este mundo. El presente texto se basa en una conversación que sostuvo Nicolás de Cusa con un amigo llamado Conrad, en el cual debaten sobre el génesis de todas las cosas. Evidentemente, este diálogo está entregado desde una perspectiva cristiana, por lo que si recuerdan ustedes la historia bíblica, o aun más el mismo Génesis, entonces estaremos en camino a entender este diálogo mucho mejor.
Para responder a esta pregunta, Nicolás de Cusa comienza considerando algunas ideas.
- Algo (o alguien) se vuelve conocible por medio de escrutinio. En efecto, es el escrutinio lo que hace que una cosa sea conocible y otra ignorada.
- La absoluta semejanza no puede existir de algo que es otro.
- La absoluta semejanza solo puede generar semejanza
- Aquello que es otro, solo puede generar otro
- Por lo tanto, la absoluta semejanza no puede ser generado por algo que sea distinto a él
- Por lo tanto, es simple, eterna, sin límites, infinita, inalterable, etc.
martes, 18 de agosto de 2020
Las Virtudes Cardinales
Valor
Moderación
La moderación es un orden y dominio que consiste en la contención de los placeres y en la concupiscencia según la expresión de los que afirman ser dueño de sí mismos, aunque debo decir que desconozco sentido en el cual se lo expresa. ´
Si un ciudadano como un zapatero quisiera hacer el trabajo de un alfarero, sería injusto que el zapatero los hiciera, ya que los alfareros quedarían sin empleo. Por lo tanto, la justicia de la ciudad consistirá en que cada uno lleva hacer lo suyo según su profesión.
Deberes
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Virtudes cardinales
| ||||
Prudencia
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Justicia
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Valor
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Moderación
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Honestidad
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Modo de trabajar
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Orden y equilibrio
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Búsqueda de la verdad
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La honestidad también tiene que ver con el concepto de decencia y decoro. Todas las cosas que se hacen con justicia son decorosas mientras las que se hacen injustamente son indecorosas.
El decoro
Para el decoro hay dos especies: uno general que se encuentra en todas las virtudes y otro especial que es subordinado a todas las virtudes.
General: Todas las acciones que distinguen al hombre de los demás anuimales
Especial: Cuando a todas esas virtudes aparece la moderación y la prudencia.
Virtudes cardinales y cívicas:
- Valor
- Moderación
- Prudencia
- Justicia
Plotino nos ayuda a resolver esto con el símil de la semejanza. Es decir, cuando un trozo de madera se acerca al fuego este se vuelve caliente. Así mismo, las virtudes cardinales hacen que las virtudes cívicas se asemejen a las virtudes superiores.
Virtudes superiores
¿Cómo se llega al tipo de virtudes superiores? la única forma es ''purificando'' las acciones. ¿Cómo se logra dicha purificación? cuando cumplimos exactamente todas las virtudes cívicas. Ahí ocurrirá el ''asemejamiento'' a dios.
Una cosa interesante que nos dice Plotino es que lo divino no está en la disposición del alma; en otras palabras, el alma sería otra cosa aparte de lo divino. Por lo tanto, lo divino no necesita virtud. Y eso no es todo porque no sólo lo divino no necesita virtud, sino que tampoco la inteligencia.
Esto se debe a que la bondad de la divinidad es absoluta y la del alma no. La del alma tiene límites, pero la divinidad es permanentemente buena. La inteligencia tampoco necesita virtud y no está ligada al alma, porque de ser así, el alma entonces no cometería ningún error.
También nos habla de la presencia de estas en las Sagradas Escrituras.
De estas cuatro virtudes cardinales propuestas por Platón, la Templanza está muy presente en las sagradas escrituras. Para Agustín es la templanza la que da purificación e incorruptibilidad al hombre. Esta es la única que puede acercarnos más a Dios y alejarnos de las pasiones carnales de la vida.
El mismo San Pablo es quien sostiene que la codicia es la raíz de todos los males del hombre. El apóstol nos dice que es necesario deshacerse del primer hombre, que es Adán, que cometió el pecado de prevaricación(1) y hacerse con el hombre nuevo que sería el mismo Jesús. Así dice el apóstol San Pablo:
De ahí que se condene todo lo que sea pagano, pues ellos adoraban al sol y los demás astros como dioses. No se puede amar lo que es corpóreo, sino que se debe amar lo invisible.
Por otro lado, la gloria humana se condena totalmente en el Nuevo Testamento. Ya decía el apóstol San Pablo en el Galatas 1:10:
Finalmente, tenemos las cuatro virtudes cardinales, que Agustín les nombrará por ''costumbres''. Así, por conclusión podemos decir que estas son justamente las cuatro costumbres de la Iglesia Católica.
- Virtud
- Rectitud
- Decoro
- Sabiduría