miércoles, 29 de abril de 2020

Renacentismo y Humanismo (Siglo XV - XVI)



The Sistine Chapel
La Capilla Sixtina: símbolo del renacimiento

Terminamos el período medieval para seguir avanzando en la historia del mundo y su pensamiento. Sin entrar en las implicaciones que trajo la época del renacimiento para la filosofía, primeramente explicaremos qué fue el renacimiento en la historia, explicando sus características más fundamentales para luego entrar de lleno en sus personajes más importantes. Por lo tanto, lo que veremos a continuación es en realidad una breve mirada histórica de este interesante período. 


Renacimiento

Cambio de mentalidad

Los hombres de los siglos XV y XVI pusieron en duda todos los conocimientos de la escolástica y por lo tanto de la Iglesia. Los intelectuales de aquellos tiempos querían contestar a sus preguntas por medio de la ciencia. Las clases populares se vieron atraídas por los descubrimientos, las exploraciones y las aventuras. 

Sin dejar a Dios de lado, los hombres del renacimiento quisieron desarrollar y dirigir los fines del hombre (tómese hombre como concepto de ser humano). Debido a esto, los intelectuales realzaron las artes y la belleza corporal del ser humano, dejando de lado las concepciones divinas. 

Volvían así los ideales de investigación científica de la antigua Grecia: astronomía, botánica, historia, ciencias naturales, entre otros. Este revivir de las ciencias y de la cultura tanto griega como latina, será conocido como ''Renacimiento''.

Creatividad e individualidad

La Edad Media comprendía un desarrollo de vida comunitaria, pero los hombres del renacimiento quisieron seguir un camino individual. En este afán, el hombre quiere liberarse del sometimiento y de la censura de la Edad Media. Sin embargo, esta liberalidad también llegará a extremos como lo representa el caso de los Borgias en Italia. 

Igualmente, en el medio del arte y la literatura se construyeron por influencia de los modelos griegos y romanos, muchas obras que en la Edad Media serían absolutamente reprochables. Así, en el renacimiento encontramos la escultura, la pintura, la literatura; en otras palabras, se introduce a una vida antropocéntrica. 


Humanismo

Así como el Renacimiento tiene una mirada antropocéntrica, es entonces que su filosofía y pensamiento será el humanismo. 

Los humanistas criticaron totalmente la escolástica y exaltaron las figuras anteriores a la Edad Media, sobre todo Grecia y Roma. Se les llamó de este modo porque justamente se dedicaron a las ciencias humanas, para mejorar la vida del hombre. 

Estos fueron algunos intelectuales:

  • Dante Alighieri
  • Petrarca
  • Boccaccio
  • Erasmo de Rotterdam
  • Luis Vives
  • Tomás Moro

La figura más importante con respecto al pensamiento humanista, es el filósofo Erasmo de Rotterdam y Tomás Moro, quienes enfatizaron la imagen del hombre por sobre todas las cosas existentes.  

El Renacimiento de Italia

Al contrario como ocurría en las demás ciudades de Europa, Italia tenía un crecimiento urbano progresivo. Las ciudades del norte iban creciendo continuamente hasta convertirse en pequeños Estados independientes. Esto contribuyó a que las ciudades buscaran sus propios intereses y ya no los de una comunidad unitaria. Cada ciudad tenía su propia protección, su aristocracia y sus mercenarios. 

El mecenazgo era propiciado por los mismos príncipes de cada ciudad, creando construcciones y financiando obras intelectuales de aquellos tiempos. Quienes otorgaban dicho financiamiento se llamaban ''mecenas'' y el más conocido de aquellos fueron los Médicis, una familia aristocrática de Florencia.

La Caída de Constantinopla en el año 1453 hizo que los sabios bizantinos se dirigieran a Italia a propagar las ideas de Platón, aún más que las de Aristóteles ya que éste último representaba más a la Escolástica. 

Arte

Roma, así como en la antigüedad con el Imperio Romano, pasó a ser nuevamente el centro cultural de Europa. Las construcciones y las pinturas comenzaron a cobrar interés de la mano de hombres como Leonardo Da Vinci, Miguel Ángel y Rafael. De ahí que se creara la Mona Lisa, La Basílica de San Pedro, La Capilla Sixtina, entre otras. 

Esta influencia de Italia hizo sentir su recepción por los demás países. Así, Francia construiría el Louvre y los castillos del río Loira. En Alemania se desarrollaron las pinturas al óleo y los retratos. En España, si bien no se recepcionó del todo la influencia italiana, podemos ver como una de las más grandes expresiones del renacentismo fueron las pinturas de El Greco. 

Literatura

En el Renacimiento, la literatura de los primeros humanistas ocuparon las argumentaciones greco-romanas en sus idiomas nacionales. De este modo, muchos países engendraron grandes escritores y pensadores:

  • William Shakespeare
  • Antonio de Nebrija
  • Garcilaso de la Vega
  • Boscán
  • Francisco de Vitoria
  • Montaigne

Por supuesto, estos son solo algunos ejemplos de escritores humanistas. 

Ciencia y tecnología

Uno de los científicos más grandes del renacimiento fue Francis Bacon, quien rechazó el método deductivo creado por la escolástica para la investigación de la naturaleza. Al contrario, Francis Bacon nos dice que es mejor el método inductivo (de lo particular a lo general). 

También existieron progresos en la geografía, astronomía y medicina. Por ejemplo, el estudio de las obras de Claudio Ptolomeo inspiraría los estudios de Paolo Toscanelli, quien afirmaba que la tierra era redonda y no un disco aplanado como se creía. De hecho, el mapa de Toscanelli sería clave para que Colon pudiese descubrir América. 

Otro de los más grandes científicos de esta época fue Nicolás Copérnico, quien afirmaba que el sol era el centro del universo y no la tierra. A pesar que sus ideas encontraron fuertes resistencias, estas fueron apoyadas por Kepler y Galileo. 

En la medicina, destacables son las obras de Vesalio, quien logró un mejor conocimiento del cuerpo humano a través de la disección; y Miguel Servet, quien descubrió la circulación menor de la sangre. 

También cabe destacar la imprenta, a la cual fue la mejor de las difusoras de ideas entre los hombres. De aquí que en el año 1445 se imprimiera el primer libro de todos: la Biblia. De esta forma, luego se imprimieron todos los textos de intelectuales de la época y también los clásicos griegos y romanos. La imprenta dio lugar a un fenómeno interesante, antes de ella existían solo manuscritos medievales que podían ser adquiridos por la gente más adinerada; no obstante, la imprenta permitía que los textos llegaran a muchas más personas pues su precio también era más barato. Se debe tomar en cuenta que la imprenta, aparte de usar el papel de pergamino, también utilizó como materia prima ropas y trapos.

La brújula fue otro importante instrumento que permitía a los navegantes orientarse en el mar. En efecto, cuando estos navegaban los únicos orientadores que tenían eran el sol y las estrellas. Junto con la brújula, la carabela, una especie de barco con muchas velas, eran los instrumentos perfectos para cruzar los océanos. 


Política y economía

Las monarquías tomaron enorme ventaja del renacimiento. Inglaterra, Portugal, Francia y España afianzaban los Estados bajo la autoridad del rey. De hecho, la mayoría de los reyes fueron mecenas. 

Nicolás Maquiavelo fue uno de los más grandes filósofos políticos en cuanto a la guerra. Maquiavelo recomendaba en su texto ''El Príncipe'' todas las estrategias para que los reyes pudieran controlar y ser obedecidos. Muchos dicen que su frase clave fue:

''El fin justifica los medios''

En este sentido, el príncipe tenía todos sus medios justificados para conseguir sus fines últimos, sin importar cuales fueran estos. 

La burguesía cobra más fuerza, se enriquecen, sobresalen y adquieren importancia económica. El capitalismo que poco a poco tomaba una forma distinta se impulsó mucho más con el renacimiento. El afán de sobresalir por méritos personales lo que producía un ánimo de lucro por sobre cualquier cosa. 

Pensamiento

Poco a poco se va dejando de lado el pensamiento de la Edad Media donde Dios era primero que todo. En efecto, el hombre no podía estar en una posición superior ni igual a Dios. Es así que Inocencio III diría

''El hombre es excremento''

Frase que dejaba claramente establecido que el lugar que ocupaba el hombre en la Edad Media, era un lugar sin importancia capital. 

Todo esto cambia con el Renacimiento. Todos los artistas y pensadores se vuelcan al hombre para ver qué es lo que necesita, qué es lo que le apasiona y qué es lo que lo lleva a hacer tal o cual cosa. Las esculturas están cada vez más relacionadas con el cuerpo del hombre, los artistas deben aprender anatomía para poder realizar su arte. Deben conocer al hombre en profundidad mientras que los temas teológicos van quedando de lado. 

Nuevos Descubrimientos

El Renacimiento inspiró el descubrimiento a través de los avances científicos y tecnológicos. Surgió un nuevo desarrollo económico centralizador y acumulativo entre comerciantes -banqueros que finalmente formaron lo que se llamó ''capitalismo comercial''. Se generó un sistema de crédito que se realizaban en los bancos u oficinas del capitalista. 

Las monarquías no quedaron ajenas a este fenómeno y al apoyar este capitalismo comercial, también apoyaron las expediciones hacia otros territorios con la idea de adquirir metales preciosos y productos baratos.

Ninguno de los países de Europa quedó ajeno a este fenómeno, incluyendo a los musulmanes quienes ya habían conquistado Constantinopla en el año 1453. De hecho, junto con esto bloquearon las rutas comerciales entre Asia y Europa; por este hecho, se entorpeció gravemente la adquisición de productos orientales. La idea de llegar a la India para obtener objetos y productos era cada vez más difícil. 

Empresas descubridoras: Portugal y España

Portugal fue el país pionero en acabar con el poderío musulmán en África, a la mano de Enrique el navegante. Luego de la obstrucción turca de Asia y Europa, los portugueses debieron tomar distintas alternativas. Una de ellas fue atravesar el océano índico para llegar a la India, de la mano de Vasco de Gama. 

España tenía a un marino muy experimentado dentro de sus filas llamado Cristóbal Colón. Este marino tuvo todo el patrocinio de los reyes para ir en busca de las Indias, cuyo camino era impedido por los árabes. En su primer viaje, Colón descubrió las islas Bahamas, es decir, siguiendo el mapa de Toscanelli, Colón llegaría a las Indias, pero a donde realmente fue a parar es a dicha isla. En consecuencia, Colón no llegó a las Indias, pero sí descubrió el continente americano. Siempre insistió en que había llegado a las Indias y no a un territorio desconocido. 

Después, la corona española envió más expediciones hacia el nuevo mundo y en efecto, dieron cuenta de que habían descubierto un continente completo. 

Los dos países, Portugal y España, se dividieron las tierras encontradas. Obviamente, estos dos países disputaron casi todas las tierras una a favor de otro, pero gracias a la mediación del papa Alejandro VI, se dispuso que las tierras e islas ubicadas al oeste de las islas Azores y Cabo Verde pertenecerían a los reyes de Castilla, mientras que las de oriente pertenecerían a Portugal. Sin embargo, como Portugal no quedó satisfecho, y en 1494, en el Tratado de Tordesillas, un nuevo meridiano divisorio otorgaría a Portugal el territorio que hoy se conoce como Brasil. 

Progresivamente, la población del nuevo continente se iría formando y sus tribus se irían extinguiendo, debido a la violencia y sometimiento que impusieron los colonizadores. 



Conclusión

En efecto, este es uno de los períodos más enriquecedores para Europa, pero tremendamente violento para los habitantes del continente. Desde aquí, si bien se erigirá un período rico en conocimientos y avances tecnológicos, también se verá un período de duro sufrimiento que no tendrá una solución rápida ni pacífica. Serán siglos de dolor que tendrán que enfrentar aquellos hombres del renacimiento. 

lunes, 6 de abril de 2020

Trascendentalismo


Trascendencia

Un concepto que ocupamos en varias ocasiones para cosas que nos parecen importantes o que perduran en el tiempo. Sin embargo, también se ha utilizado para hablar de un principio divino, de un ser que está más allá de nosotros. En cualquiera de sus concepciones, hoy analizaremos el significado de esta palabra, y la visión que han tenido los filósofos a través de la historia. 

Neoplatónicos

Platón ya había dicho que el bien está más allá de la sustancia, es decir, es todo aquello que nos indica al verdad y la bondad en las cosas. Plotino seguirá la misma línea de Platón agregando que el ''Uno'' no solo está más allá de la sustancia sino que también está más allá del ser. 

Recordemos que el Uno es la máxima unidad que existe. Plotino nos decía que existía una unidad tal que no podía ser descrita, en efecto, si todo hay un ser que lo une todo, entonces no sería posible describirlo de una sola forma; tendría que ser de muchas maneras y no podríamos terminar nunca. Por lo tanto, esta unidad llamada ''Uno'' en realidad es tan abarcativa que podría mencionarse que es Dios. Proclo también nos dice algo parecido diciendo que más allá de las sustancias inteligibles está el Uno. 

San Agustín de Hipona

Aunque San Agustín de Hipona no era neoplatónico (de hecho, discutía con ellos), el santo mostraba la importancia de la trascendencia en contraste a la naturaleza cambiante. San Agustín de Hipona llamaba al hombre a trascenderse a sí mismo por medio de la razón, pero para hacerlo tenía que pensar qué es aquella luz que proviene de la razón. En efecto, esa luz es Dios. 

Medievales

Felipe el Canciller

Uno de los filósofos que inició la discusión sobre los trascendentales fue Felipe el Canciller. Este filósofo nos dice que el bien es una indivisión del acto con la potencia, es decir, el bien es uno cuando no hay diferencia entre lo actual y potencial. Lo mismo ocurre con la verdad, en efecto, cuando la verdad potencial y la verdad actual no se diferencian, entonces tenemos un trascendental. 

Para el filósofo, tanto verdad y bondad serían trascendentales que tiene una unidad, una indivisión. Por lo tanto, la propiedad del trascendental sería: unidad, verdad y bien

Santo Tomás de Aquino

El aquinate, por su parte, había nombrado las propiedades de la trascendencia. Tomás de Aquino se refería por lo menos a seis:

  1. Ens (ente)
  2. Res (cosa)
  3. Unum (unidad)
  4. Aliquid (algo)
  5. Bonum (bondad)
  6. Verum (verdad)

Estas fueron las propiedades y conceptos más conocidos cuando se hablaba de trascendencia. En todo caso, lo trascendente para el aquinate era la indivisión de estos términos, en efecto, porque todo lo que se puede dividir se descompone y por lo tanto no tiene unidad ni trascendencia. 

Conclusión

Lo trascendental podríamos vincularlo con el tema de los Universales hasta cierto punto. En efecto, tienen similitudes, pero pareciera ser que los trascendentales son más escasos. En todo caso, hay que ver también que los trascendentales no son un tema restrictivo a la Edad Media, ya que otros filósofos como Immanuel Kant o Karl Jaspers, ponen estos temas a la palestra. 

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viernes, 3 de abril de 2020

La Caída de Constantinopla (1453)

Fall of Constantinople 1453

La Caída de Constantinopla puede ser uno de los hechos más cruciales en la historia del mundo, pues este marca ya el fin de la Edad Media y el inicio de la Edad Moderna. En efecto, ¿cómo pudo caer Constantinopla? era uno de los reinos más fuertes y poderosos, temido por todos y considerado infranqueable. Sin embargo, hicieron falta 55 días de sitio para que Constantinopla cayera en manos del Sultán Mehmed, a pesar de las fuertes murallas que esta contenía. Veamos lo importante que fue este hecho y cómo cambió el mundo después de él.

La Caída de Constantinopla


Contexto


Notese el tamaño del Imperio Bizantino y del Imperio Otomano

En el siglo XV, constantes luchas se dieron por la dominación de los vecinos Balcanes y los rivales católicos romanos habían disminuido en el Imperio Bizantino, sobre todo en su lado occidental. Constantinopla había sufrido serias bajas por los constantes sitios que se produjeron. De una población de 400.000 esta se redujo a 40.000. 

El enfrentamiento entre la Ortodoxia Bizantina y la Iglesia Católica Romana de Occidente se hacía cada vez más áspero. Mientras tanto, los turcos otomanos trataban de ocupar aún más el territorio de los Balcanes y la mayor parte de Anatolia, habiendo ya capturado una parte importante del lado occidental de Constantinopla en el siglo XIV.

El Sultán Murad II lideró el sitio de Constantinopla en el año 1422, pero el sitio fue levantado para que se encargara de las tropas al interior del imperio otomano. En el año 1444 perdió una importante batalla en contra de una alianza cristiana en los Balcanes, abdicando el trono a su hijo Mehmed II. Sin embargo, tiempo después volvió a ser el sultán hasta el día de su muerte en 1451. Mehmed II intentó realizar el trabajo que su padre no alcanzó a terminar se dispuso a conquistar Constantinopla para todo el Imperio Otomano. 

En el año 1452 hizo un tratado de paz con Venecia y Hungría para poder construir la fortaleza llamada Rumeli Hisari para restringir el paso entre el mar negro y el mar mediterráneo. Mehmed habló con un armero húngaro para crear un cañón y derribar los muros de Constantinopla. El cañón fue trasladado desde la ciudad de Erdine, capital del Imperio Otomano, a las afueras de Constantinopla. 

Mientras tanto, el emperador del Imperio Bizantino, Constantino IX, recurrió a la Iglesia para que lo ayudara contra el sitio que iba a desplegar Mehmed II. Sin embargo, el papa Nicolás V, vio en este conflicto una oportunidad de unir a las dos iglesias, un objetivo que tenían desde 1054. 

Batalla entre Mehmed II y Constantino IX

Constantino IX, estaba seguro que las murallas de Constantinopla aguantarían cualquier ataque de Mehmed, pues es conocida que la muralla era totalmente infranqueable. Sin embargo, Constantino tenía una armada muy pequeña y débil. 

En abril del año 1453, el Imperio Otomano ya había derribado una sección de la muralla. La armada de Constantinopla ofrecía gran resistencia, pero era inútil frente a los ataques de los cañones que además eran diarios. En lo que sí fueron poderosos los hombres de Constantinopla fue en el ámbito marítimo, pues las flotas de los otomanos eran más pequeñas. Por otro lado, los constructores de las murallas eran rápidos en fortalecer la defensa nuevamente. 

No obstante, cuando Mehmed inició un ataque articulado entre armada, fuerzas navales, infantería y artillería, las puertas de San Romanus y Blachernae cedieron ante la fuerza, no sin resistir un buen período. 

Se dice que Constantino IX había escapado en bote, mientras que otros dicen que murió luchando en la guerra misma. Las tropas iniciaron un saqueo que terminó con las iglesias ortodoxas, aunque después estos pararon por órdenes del sultán. Mehmed se dirigió a la catedral de Hagia Sophia y la convirtió en una mezquita: la mezquita de Ayasofya.

Cabe destacar que Mehmed permitió la multiculturalidad de las religiones provinieran de donde provinieran. Era el Imperio de la multiculturalidad en esos años. Mehmed se llamó a sí mismo ''Kaiser - i- Rum'' (César de Roma), heredero del Imperio Romano. Esto significó para los cristianos quedarse en Hungría y no insistir belicosamente contra los otomanos. 



Conclusión

Este período termina definitivamente con la Edad Media y da comienzo a otro de los períodos más interesantes y distintos de lo que hemos visto hasta ahora: La Edad Moderna. En efecto, pareciera ser que después de tanto esperar, la cristiandad ve caído su imperio cada vez más ante fuerzas extranjeras. Sin embargo, también habrá una importante cuota de pensamiento en estos cambios, pues entraremos a la filosofía renacentista y a sus diferentes escuelas. 

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domingo, 29 de marzo de 2020

El alma por los medievales


Light of Soul

El alma por los medievales

A pesar que ya San Agustín de Hipona había realizado todos los trabajos con respecto al alma, la Edad Media, o más bien la escolástica, da un giro en cuanto a las perspectivas del alma siguiendo el modelo aristotélico. 

Vuelta al aristotelismo

Escoto Eriúgena 

Este filósofo sostenía que el alma era la forma del cuerpo y como tal, si se destruía el cuerpo entonces se destruía el alma. Por lo tanto, podemos ver una teoría hilemorfista del concepto de alma. Entonces, ¿cómo es que el alma es inmortal? es inmortal solo por la fe. 

Santo Tomás de Aquino

Como profundo aristotélico, el aquinate no agrega nada nuevo al alma. Sin embargo, siempre destaca la independencia que esta tiene con respecto al cuerpo. Aleja las dos concepciones poniendo siempre el alma en primer lugar. 

Juan Duns Escoto

El único que añadió algo más a la teoría agustiniana del alma fue Juan Duns Escoto, quien decía que el cuerpo tenía una forma corporal (forma corporeitatis) que lo predisponía a su unión con el alma. En otras palabras, el cuerpo tiene una realidad independiente de su unión con el alma, pues, esta forma que tiene el cuerpo existe antes de su unión con el alma. 

Con esto, se entiende que la materia no es pura potencia sino que tiene algo más, lo cual es justamente la forma corporeitatis.

La revolución de Ockham

Guillermo de Ockham

Como sabemos, Guillermo de Ockham difiere totalmente de sus predecesores cuestionando el concepto de alma intelectiva. Este tipo de alma es inmaterial, incorruptible, existe en la totalidad del cuerpo y no es posible conocer por medio de la experiencia o por los sentidos, sino que más bien por la razón. 

Ockham cuestiona las características del alma intelectiva diciendo que bien estas características podrían pertenecer a una forma extensa, generable y corruptible, es decir, el cuerpo. 

La teoría de Ockham es que todo acto intelectivo puede inteligirse no solo mediante el intelecto, sino que también por medio de la intuición. Este intelecto no es algo que proviene directamente del cuerpo sino que es un intelecto espiritual. Esto quiere decir que en el hombre existe una experiencia interna, más allá de una experiencia externa que sería aquella relacionada con el mundo de los sentidos; una experiencia sensorial. 

Conclusión

Es conocido que Guillermo de Ockham inicia el germen de la finalización de la escolástica en la historia de la filosofía. Cuando se deja de lado los conceptos de intelecto activo, pasivo, material, inmaterial, se da paso a otra concepción en la filosofía. Luego de que se termine la escolástica con el Maestro Eckhart, el renacimiento tomará parte también del concepto de alma sin evitarlo. Al parecer el concepto de alma seguirá siendo importante. 

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viernes, 27 de marzo de 2020

Estética de la Iglesia en la Edad Media

Michelangelo, Last Judgment, 1536-41; Sistine Chapel (2)
La Capilla Sixtina

Estética de la Iglesia

Este sea quizás uno de los problemas más controversiales de la iglesia católica. ¿Es necesaria la estética de una iglesia? en otras palabras ¿está bien el lujo de una iglesia en cuanto a sus formas y construcciones? parecen preguntas actuales en referencia a las ostentosas construcciones que tienen las iglesias, pero la verdad es que fue un debate muy ardiente entre los medievales. 

Belleza interior o belleza exterior

La Orden del Císter fue la primera en plantear este problema a los cristianos. San Bernardo, Alejandro Neckmann y Hugo de Fouilloux fueron en contra de la Orden del Císter defendiendo la estética de las iglesias, diciendo que es mejor concentrarse en la piedad y en la oración más que en la forma de los edificios.

Sin embargo, el mismo san Bernardo en su apologia ad guillelmum advierte que existen enormes iglesias y catedrales que recuerdan más bien, construcciones judaicas. San Bernardo dice que el objetivo de estas construcciones busca deslumbrar a las personas para que den sus donativos. Entre más lujoso sea el edificio, mayor serán los congregantes. 

Este fue un tema que ya postulaban los priscilianistas, quienes criticaban fuertemente a la iglesia por su opulencia y riqueza en contraste a la vida que llevaba Cristo. Recordemos que el priscilianismo fue condenado totalmente en el año 561 por la Iglesia. Fue refutado por San Agustín de Hipona por seguir la misma doctrina de los maniqueos. Sin embargo, el santo de Hipona nada dijo sobre la demanda de los priscilianistas en cuanto a la opulencia de la iglesia. ¿Será que estuvo de acuerdo?

La Edad Media trata de dejar el ascetismo que se practicaba de antaño. Quieren dejar el cristianismo que profesaba por ejemplo, Simón el Estilita, quien ni siquiera se dejaba curar por médicos asegurando que ''era Dios el único que lo podía curar''.

El ascetismo que es aceptado en la Edad Media es aquel que se encuentra en las escuelas de aquel tiempo como los dominicos, los franciscanos, agustinos, entre otros. Predicaban la belleza interior que tenía que ver con la inteligencia y aquellos hombres que podían ejercerla como san Alberto Magno, san Anselmo de Canterbury, santo Tomás de Aquino, san Buenaventura, etc. Bajo este contexto, poco importaba el aspecto exterior que tuviera una iglesia. Lo importante era lo que ocurría dentro de esta. 

A finales de la Escolástica, podemos ver que los últimos filósofos de este período adoptan una preferencia por el pensamiento intuitivo. La belleza es algo que puede percibirse por medio de los sentidos, pero es la inteligencia la que puede deleitarse con ello fácilmente. 

Conclusión

Realmente esta es una controversia que incluso hasta nuestros días golpea fuerte. Se dice que con la riqueza del vaticano se podría acabar la pobreza mundial dos veces. Sea cierto esto o no, la verdad es que la riqueza de las iglesias es sumamente alta y las necesidades en el mundo son urgentes. ¿Será que la estética tiene una relación con la labor cristiana de fondo? pareciera ser que a simple vista esta pregunta se contesta fácilmente, pero sería necesario también escuchar a un experto en estos temas. 


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La Guerra de los Cien Años (1337 - 1453)

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Una serie de conflictos entre Inglaterra y Francia llevó a Europa a dirigir su mirada a la competencia y a la violencia de estos dos países. Una guerra que no dará espacio para una tregua, no dará espacio para descanso o respiro, pues la continuación de esta guerra fue más permanente que las nueve cruzadas que ya habíamos analizado anteriormente. Siendo uno de los hechos más notables en la historia de Europa, adentrémonos en lo que se conoció como La Guerra de los Cien Años. 

La Guerra de los Cien Años


Francia e Inglaterra

En los primeros años del siglo XIV, Francia era el reino más rico y más grande al oeste de Europa. Además, Francia también destacaba por el inmenso prestigio de sus monarcas como lo fue Luis IX.

Por otro lado, Inglaterra destacaba por su gran organización y administración real. De hecho, Inglaterra era el único rival en cuanto a prestigio se refiere, ya que el Sacro Imperio Romano Germánico estaba sufriendo divisiones. 

El conflicto entre estos dos países se debió a la supremacía que ejercían en Europa. Muchos territorios de Inglaterra estaban en Francia y este a su vez tenía sus propias complicaciones por la sucesión. 

Causas de la Guerra

Las tierras de Inglaterra en Francia

El problema principal entre estos dos países derivó de la conquista de Guillermo el Conquistador en el año 1066. Guillermo mantuvo feudos a lo largo de Europa, incluyendo Inglaterra que era el territorio conquistado. 



Enrique II, duque de Normandía (1150) y conde de Anjou (1151), se volvió duque de Aquitania (1152) cuando se casó con su esposa Eleanor de Aquitania quien recientemente se había divorciado de Luis VII de Francia. Posteriormente, Enrique II se convertiría en rey el año 1154.


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Enrique III de Inglaterra
El Imperio angevino se veía cada vez más debilitado por el poder inglés. Sin embargo, en el año 1259 se firma el Tratado de París que pone fin a los conflictos con la firma de Enrique III y Luis IX de Francia. Mediante este tratado, Enrique III mantenía su poder en el ducado de Guyena haciendo un homenaje al rey francés, aunque también tuvo que dejar los territorios de Normandía, Anjou Poitou y la mayoría de las tierras que Enrique III originalmente tenía. A cambio, Luis se comprometió a entregar a su debido tiempo cierto territorio que comprendía la región de Guyena.

Luis IX y Enrique III eran reyes que se admiraban mutuamente. Tenían lazos estrechos entre ellos, pues ambos se habían casado con sus hermanas. El tratado se cumplía a cabalidad entre estos dos hombres, pero creó muchos problemas a futuro. 

Las tierras de Saintonge, Agenais y Quency pertenecían al hermano de Luis IX, Alphonse. Si Alphonse, duque de todas estas tierras, no tenía heredero, entonces estas tierras irían para los ingleses. Cuando Alphonse murió el año 1271, el rey Felipe III de Francia trató de evadir el tratado, pero el rey Eduardo I sanjó la discusión con el tratado de Agenais recibiendo dichas tierras. 

Mientras tanto, los reyes franceses que tenía soberanía sobre Guyena conspiraron para que los funcionarios del ducado se rebelaran contra su propio rey, apelando al rey de París y al parlamento parisino. Esto solo complicó la relación que tenían los dos países y puso en riesgo lo que significó el Tratado de París firmado por Enrique III y Luis IX. 

La primera crisis se desarrolló después de la conclusión del Tratado de París en el año 1293, cuando una serie de barcos de inglaterra hicieron escaramuzas contra la flota normanda. A este acto, Felipe IV de Francia demandó una compensación y anunció la confiscación de Guyena. Para el año 1296, el hermano de Felipe IV; Carlos, conde de Valois; su primo Roberto II, conde de Artois, eran los encargados del ducado por lo que el poder en Francia sobre el mismo era tremendo. Eduardo I buscó un aliado en el conde de Flandes, Guido, en el año 1297. En ese mismo año en el mes de octubre, una tregua se confirmó gracias a la intervención del papa Bonifacio VIII. 

Image taken from page 700 of 'The National and Domestic History of England ... With numerous steel plates, coloured pictures, etc'
Eduardo II de Inglaterra
Eduardo II, sucesor directo de Eduardo I, rindió homenaje a  Felipe IV de Francia entregándole sus tierras. Sin embargo, con los sucesores de Felipe no quiso realizar la misma ceremonia. Luis X, próximo monarca, no recibió los homenajes de Eduardo II, así como tampoco lo recibieron Felipe V y Carlos IV. 

Con esta demora y además con la destrucción de la fortaleza en Saint-Sardos en Agenais por los gascones, llevó al rey Carlos IV a declarar la pérdida de Guyena. No obstante, el ducado fue invadido nuevamente en el año 1324 por Carlos de Valois. 




Conflicto sobre la sucesión del rey francés

Una nueva complicación se produjo en el reino francés: la sucesión de Carlos IV quien no había dejado herederos hombres. En el reino francés no existía una regla para este tipo de situaciones; por lo tanto, Eduardo III de Inglaterra quiso ser el sucesor debido a su parentesco con su madre Isabella, hermana de Carlos IV y, por otro lado, otro hombre que clamaba la sucesión fue Felipe, conde de Valois.

Naturalmente, Felipe de Valois sería el sucesor de Carlos IV convirténdose en Felipe VI, decisión tomada por la asamblea real de Francia. Eduardo III se enfureció y advirtió defender sus posesiones y territorios por todos los medios posibles. Sin embargo, luego de que Felipe había derrotado a los rebeldes flamencos, Eduardo III se limitó a rendir un homenaje a Guyena en Amiens. Pero Felipe de Valois lo obligó a rendirle homenaje de manera privada en el año 1331. 


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Felipe VI de Francia

En el año 1334, Roberto de Artois tuvo una discusión con Felipe VI 
y se refugió en Inglaterra con Eduardo III. En ese momento, el rey inglés exigió la disolución de la alianza entre Francia y Escocia, además de recuperar las tierras perdidas por los gascones. Felipe VI se comunicó con sus aliados que eran en su mayoría los escoceses y castellanos. 

Francia confiscaría Guyena en el año 1337 y Eduardo III declaró que el reino de Francia le pertenecía; la guerra había comenzado

Las guerras sucesivas y el Tratado de Brétigny

Las campañas de Bretaña y Gascuña

La hostilidad comenzó por el mar entre corsarios. Eduardo III no desembarcó en el continente hasta el año 1338. Desembarcó en Amberes (Bélgica) haciendo una alianza con Jacques von Artevelde en 1340. La alianza se hizo ya que Inglaterra provee a esa ciudad de madera para su industria textil, lo que llevó a su vez a rebelarse con el conde de Nevers, Luis I, quien apoyaba a Felipe VI. 

Eduardo consiguió el apoyo de los países bajos para enfrentarse a Francia. Sus aliados fueron los siguientes:


  • Guillermo II, conde de Hainaut
  • Juan III, duque de Brabant
  • Luis IV, emperador del Sacro Imperio Romano Germánico
Con este apoyo, Eduardo asedió Cambrai en 1339 y en octubre de ese mismo año, tanto las tropas inglesas como las francesas podían divisarse, no obstante, ninguna atacó.

Un encuentro similar se produjo cerca de Bouvines en 1340, después de que una armada inglesa intentó fallidamente capturar Tournai. Sin embrago, si hubo un victoria inglesa a través del mar contra la flota francesa en la batalla de Sluis en junio de 1340. Luego, en Septiembre del mismo año, se formó una tregua conocida como la Tregua de Espléchin, traída por la hermana de Felipe VI, Margaret y gestionada por el papa Benedicto XII. 

Todo cambia en el año 1341 en Bretaña donde después de la muerte del duque Juan III, la ayuda del rey francés e inglés fue invocada para la sucesión de éste que se debatía entre Carlos de Blois y Juan de Monfort. Las tropas de ambos países se enfrentaron cerca de Vannes en diciembre de 1342 el cual terminó con una tregua que negoció el papa Clemente VI donde se produjo la Tregua de Malestroit en 1343.

Lo que se produjo a continuación fue una confrontación propagandística entre Eduardo III y Felipe VI. Ambos proclamaban e incitaban a los pueblos a rebelarse en contra de su rey e imponer la monarquía correspondiente. 

La Batalla de Crecy  

Mientras Enrique, el mayor de los hijos de Felipe VI, conducía una campaña al suroeste de Francia, Eduardo III fue a Cotentin, penetrando en Normandía, tomando Caen y marchando en París. Sin tomar la capital, Eduardo se dirigió al río Sena por el puente de Poissy y luego se dirigió a Picardy y a su feudo en Ponthieu. 

Enrique lo interceptó cerca de Crecy en Ponthieu e inmediatamente se originó la batalla. La armada francesa fue derrotada y muchos de la alta nobleza fueron asesinados en el año 1346.


Sin ningún afán de celebrar o quedándose en el lugar, Eduardo avanzó hasta Calais, la cual fue tomada por Eduardo el año 1347. La defensa de la ciudad fue muy feble y fue conducida por Jean de Vienne. En esta escena, una popular rendición ocurrió en Calais ya que los burgueses salieron de sus casas y se entregaron a Eduardo III.

Six Burghers of Calais, Rodin
Estatua que representa a los burgueses de Calais

Sin embargo, sus vidas fueron salvadas por la esposa de Eduardo, Filipa de Hainaut. 

No obstante, durante el sitio de Calais, los escoceses aprovecharon la oportunidad para invadir Inglaterra liderados por el rey David II. La batalla no duró mucho tiempo y los escoceses perdieron y su rey fue capturado. También fueron afortunados los ingleses en Bretaña, pues al mismo tiempo se libró una batalla en enero de 1347 donde Carlos de Blois fue derrotado. 


La situación de Francia era tremendamente confusa y la sucesión también estaba en juego. Sin embargo, la llegada de la Peste Negra daría una parada a todo el conflicto. Se firmaron y renovaron varias treguas hasta que en 1351, Juan de Normandía ser convertiría en el nuevo rey de Francia. 

Juan estaba decidido a evitar la guerra, incluso si eso significaba entregar feudos a Inglaterra. Esta postura de Juan no fue bien recibida por la opinión pública francesa, aunque tampoco podría realizar dicha tregua pues Eduardo se rehusó a prolongarla en 1354.

La situación se agravó aún más cuando Carlos II (conocido como el rey malo) de Navarra había contraído matrimonio con la hija enferma de Juan, Joan, en 1352. Carlos tuvo problemas con Juan y este último lo arrestó.

La campaña de Poitiers

Con todo este contexto, la guerra entre Francia e Inglaterra se reanudó en el año 1355. Eduardo, el príncipe negro, nieto de Eduardo III, arrasó en Narbonne en septiembre del mismo año. Juan se dirigió a Poitiers para alejarse del príncipe negro, pero una tregua fue firmada en el año 1356. Esto dio tiempo para que el príncipe negro tomara posesión de la mayoría de los territorios y estableciera su armada. Los franceses arrojaron su primera embestida hacia las tropas del príncipe negro, pero fueron derrotados. Juan fue tomado prisionero y trasladado a Inglaterra en abril de 1357. 

Negociaciones durante el cautiverio de Juan II

El rey francés pudo concluir una tregua de dos años además de ceder algunos territorios para el rey Eduardo III. Sin embargo, una situación critica vivía francia ya que un grupo de reformistas se habían vuelto miembros del consejo general del Estado, planteando que no seguirían las condiciones para liberar a Juan II, y que, al contrario, seguirían con el afán de guerra sin importar que pasara con Juan II. 

Finalmente, Juan llegó a una tregua con Eduardo III llamada la Tregua de Londres en el año 1358. Esto hizo que Eduardo III recibiera el ducado de Aquitania y el pago de 4.000.000 de oro por el rescate del rey Juan, a cambio también de que Eduardo renunciara al trono francés. 

Sin embargo, los franceses demoraron mucho el pago del rescate, incluso no pudieron llegar a la suma dada. Eduardo se apropio de más territorios franceses, pero finalmente liberó a Juan II por la suma acordada. Juan volvió a una Francia dividida en el año 1360 cediendo Aquitania y otros territorios a los ingleses por medio del Tratado de Bretigny.


Los Reyes Jóvenes: Ricardo y Carlos

Carlos II de Navarra había hecho la paz con el delfín (título de nobleza en Francia que correspondía a los príncipes herederos al trono) en Pontoise se rebeló de nuevo. Fue derrotado por Bertrand du Guesclin, un capitán bretón que había sido confiado para hacer esta tarea. 

Juan II había llegado de Londres y murió el año 1364 en el mes de Abril. Carlos V sucedió al rey emprendiendo tareas de reconstrucción haciendo un cese de la guerra. Todos los recursos que se habían destinado al mundo militar se desviaron a la reconstrucción. Carlos V reanudó la batalla en contra de los ingleses violando el Tratado de Calais. Eduardo III vio este gesto como una ofensa y nuevamente se enfrentaron. 

El hijo de Eduardo, Juan de Gaunt, desembarcó en Calais en 1369 y lideró un ataque de caballería dentro del territorio francés. Una nave castellana, en alianza con los franceses, derrotó una armada inglesa en La Rochelle (1372), lo que hizo que Juan de Gaunt fuera de Calais hasta Bordeaux. 

En el año 1375 se hizo otra tregua que se quebró en 1377. El Príncipe Negro murió en el año 1376 justo cuando el rey Eduardo III había muerto. Su sucesor fue Ricardo II, hijo de el Príncipe Negro, que tenía tan solo 10 años. Con esto, los ingleses aún no habían sido expulsados de Francia y en 1380 muere Carlos V. 

Ricardo II y Carlos VI


Image taken from page 139 of 'The History of the Kingdom of Scotland ... to the happy Union of both kingdoms ... in 1602 ... By Richard Burton (N. Crouch). A new edition, with woodcut portraits [of the first part of “The History of the Kingdoms of Scotlan
Ricardo II de Inglaterra
El sucesor de Carlos V fue Carlos VI, hijo del primero con tan solo 11 años. Por lo tanto, ambos reyes eran tan solo niños. Las cosas se complicaron mucho más en Inglaterra, donde el rey tuvo que promulgar un impuesto para financiar la guerra sobreviniente. Cabe recordar que Eduardo III ya había promulgado el Estatuto de los trabajadores en el año 1346, el cual consistía en establecer un salario máximo. El descontento del impuesto fue tal que en 1381 los campesinos y trabajadores se rebelaron y provocaron revueltas en Inglaterra y en East Anglia.

La revuelta fue producida por Wat Tyler quien marchó en Londres, capturando en Junio de 1381 la Torre de Londres y matando a todos los responsables del impuesto. Sin embargo, el rey se reunió con los rebeldes, los apresaron y mataron a su líder. 


Image taken from page 541 of 'Les Chroniqueurs de l'Histoire de France depuis les origines jusqu'au XVIe siècle. Texte abrégé, coordonné et traduit par Mme de Witt ... Ouvrage contenant ... planches en chromolithographie, ... et ... gravures, etc. 4 s
Carlos VI de Francia
Carlos VI estaba muy ocupado tratando de quedarse con el poder en Flandes, pero todos los intentos que realizó fracasaron inevitablemente. Debido a estos fracasos, en el año 1388, el control de Francia cayó en manos de miembros del Concilio Real quienes trabajaron con Carlos V. En Inglaterra, el poder lo tomó otro concilio llamado ''Señores recurrentes''. Una vez que se reunieron estos dos concilios, ambos firmaron una tregua en el año 1389.

Desde ese período siguió una temporada de paz teniendo una reunión en 1396, donde se celebraron encuentros y negociaciones diplomáticas. Aunque estas negociaciones no terminaron en un tratado de paz, si mejoró las relaciones entre estos dos países de manera significativa. 

Armañacos y borgoñones

No obstante, muchos de los cercanos a Ricardo II no querían la paz, los nobles y los caballeros. Los ingleses todos culpaban a los franceses de sus desgracias, sobre todo la desgracia de la Peste Negra. Quien no soportó este tiempo de quietud fue Juan de Gaunt quien inmediatamente quiso arrebatarle el trono a Ricardo II. De hecho, el rey Ricardo II fue encerrado y murió en prisión el año 1400. Se proclamó a Enrique IV en su lugar. 

Enrique dejó que la esposa de Ricardo huyera a Francia, no sin tomar todas sus joyas. El rey de Francia estaba intermitentemente enfermo y fue Luis, duque de Orleans, quien toma su lugar indirectamente tratando de hacer problemas a los ingleses por medio de los escoceses. 

Sin embargo, Francia tenía aún más problemas internos. Uno de ellos era que Luis estaba ansioso de atacar a Enrique IV, mientras que Juan, el temerario, quería solo asentarse en los territorios de Enrique. El rey Carlos VI estaba muy enfermo y por lo tanto, su consorte, Isabel de Baviera, tuvo que tomar el mando. Por otro lado, la disputa de los dos príncipes llevó a la muerte de Luis de Orleans en 1407. Este hecho llevó a formar dos facciones: los armañacos, en contra de los que mataron a Luis de Orleans; y los borgoñones, a favor de Juan el temerario. 

Estas dos facciones buscaron la ayuda de Enrique IV para incrementar su ejército y lograr la supremacía. Enrique IV alcanzó a ayudar a Juan el temerario, pero no pudo hacer lo mismo con los armañacos ya que muere al año siguiente en 1413.

El ascenso de Enrique V

La conquista de Agincourt, Normandía y otros pueblos

Cuando Enrique V asciende al trono está claro que no quiere ningún tratado de paz con Francia. El rey inglés espero pacientemente a los franceses en el territorio de Agincourt donde derrotó a los franceses por completo. Esto le valió la amistad con el rey alemán Segismundo, ya que Enrique reconoció la enemistad y el reclamo de tierras que tenía con Carlos VI. 

Enrique V no volvió a Inglaterra sino hasta 1417 ya que quedaba por conquistar un territorio muy importante: Normandía. Este lo conquistó pueblo por pueblo, ciudad por ciudad. otros pueblos fueron tomados de la misma forma, a pesar de la oposición que tenía tanto los armañacos y Juan el temerario. 


La Guerra Civil de Francia

Juan el temerario se alarmó por el rápido progreso que tenían los ingleses. Sin embargo, en un enfrentamiento con los armañac, Juan fue asesinado en septiembre de 1419. Su sucesor, Felipe el bueno, se alió con Enrique V y juntos derrotaron a gran parte de los armañac.

Bajo ese período, tanto las coronas inglesas como francesas intentaron un nuevo período de paz y una reunificación de las monarquías. Planteaban un concepto de ''doble monarquía'' que en realidad nunca funcionó. Todo lo contrario, Enrique V siguió avanzando mientras Francia sufría la guerra civil entre los armañacos y los borgoñones. Cuando Enrique V tomó Meaux y Compiegne en 1422, pero murió en agosto del mismo año. El duque de Bedford tomó todos los territorios de Enrique V, tomando el nombre de su predecesor se llamó Enrique VI. 

Mientras tanto, a la muerte de Carlos VI se sucedió Carlos VII. Sin embargo, las tropas de Enrique VI avanzaban impasiblemente llegando hasta Orleans. En 1428, parecía que Orleans pertenecería a los ingleses, todo estaba acabado para los franceses. 

La expulsión de los ingleses

Juana de Arco

El sitio de Orleans probó ser el punto de inflexión en la guerra, pero una campesina francesa venida de Domremy entre la frontera de Campaña y Lorena persuadiría a Robert de Baudricourt para entrar a la batalla. Su nombre era Juana de Arco. 

Joan of ArcJuana ganó la confianza del rey y del consejero para tratar de aliviar en Orleans. Pocos días después de la batalla, los ingleses levantaron el asedio. Esto levantó la moral de los soldados franceses quienes con mucha más energía para enfrentar a los ingleses. De hecho, los derrotaron en la batalla de Patay. 

Carlos, persuadido por Juana, fue a Reims para su coronación; la ciudad no mostró resistencia y le abrió sus puertas. Francia cada vez obtenía su posición frente a Inglaterra que estaba en absoluta ventaja. 

Juana entró a Compiegne en 1430 para fortalecer su defensa contra Felipe el bueno, quien había renovado su alianza con el duque de Bedford. Sin embargo, en una salida cayó en manos de los borgoñones. Fue vendida a los ingleses aprisionada en Rouen donde la juzgaron como hereje; en efecto, Juana decía hablar con Dios. Murió quemada en la hoguera el 30 de mayo de 1431. 

Image taken from page 621 of 'Jeanne d'Arc et la Normandie au XVme siècle. Illustrations, etc'
Condena de Juana de Arco

Tratado de Arras y Tregua de Tours

La muerte de Juana no representó la mejora de Francia. Felipe el bueno trató de organizar una tregua con los ingleses en el año 1432. Es ahí donde se crea el Tratado de Arras el cual termina con la guerra civil en Francia.



El duque de Bedford murió en septiembre de 1435 y fue reemplazado por el duque de York, Ricardo, y también por el duque de Warwick, Ricardo Beauchamp, quienes se dedicaron a cuidar las fronteras normandas. Las tensiones seguían siendo peligrosas y ambos reyes firmaron otra tregua en 1444, la conocida Tregue de Tours, que incluso se fortaleció con el casamiento de Enrique VI con María de Anjou. 

Recuperación de Normandía por los franceses

Con la necesidad de adquirir nuevos territorios, Jean Jouvenel, arzobispo de Reims, cruzó hacia Inglaterra en 1445 para hacer negociaciones entre los dos reyes. Es ahí cuando Inglaterra se compromete a entregar Maine a su suegro René de Anjou. Sin embargo, los ingleses tardaron en cumplir la promesa y no fue hasta 1448 que Carlos VII rodeó el territorio con su armada para que al fin se lo concedieran. 

Sin respetar el tratado, Carlos VII, con la asistencia de Francis I de Britania, pudo tomar posesión completa de Normandía donde el rey Carlos hizo su entrada solemne a la capital, Rouen, en 1449. Los ingleses atacaron y reafirmaron su poder en Cotentin, pero fueron derrotados en la batalla de Formigny en el año 1450. Subsecuentemente, los franceses también tomarían Caen.

En ese momento, Inglaterra también tuvo problemas internos en Suffolk y Lancaster.

Conquista de Guyena y el fin de la guerra

Los franceses aprovecharon esta confusión y atacaron lo que quedaba de Guyena. Sin embargo, los franceses se encontraron con una oposición que tenía una estricta lealtad a la corona inglesa, cosa extraña porque Normandía generalmente fue un territorio francés. 

Carlos VII esperó mucho tiempo antes de atacar Guyena, pues estaba reuniendo una armada suficiente para hacer frente. Así, en el año 1456 el rey Carlos VII marchó en Guyena y expulsó a los ingleses de Aquitania y Bordeaux. Calais era uno de los pocos territorios que los ingleses podía defender. En el año 1461, Carlos VII muere y lo sucede su hijo Luis XI quien logró concretar la Tregua de Saint-Omer en 1463 con el rey Eduardo IV.


Eduardo IV no se queda de brazos cruzados y pretende atacar a los franceses cuidando del único territorio que les quedaba en Francia que era Calais. Si bien ambos ejércitos estaban apunto de enfrentarse en Calais en el río Somme, ningúno de los dos se atrevió. Luego se encontraron en Picquigny en el año 1475 y acordaron arreglar sus diferencias mediante negociaciones. Este fue el tratado que dio fin a la Guerra de los Cien años, pero no dio fin a la conquista de estos territorios. 

Conclusión

La Guerra de los Cien Años comenzó cuando lo ingleses reclamaron el reinado francés como el suyo. El fin de esta guerra fue la consideración a la ruina de sus propios países, en efecto, tanto Francia como Inglaterra habían perdido enorme cantidad de recursos en la guerra. Esta guerra, en términos bélicos, demuestra que los ingleses no pueden contra una Francia hostil y que los franceses no fueron lo suficientemente capaces de demostrar que los reyes ingleses reconocieran su propia locura. En fin, una guerra para pensar la enorme ambición de poder que tenían estos hombres, ambición que no era nada más que un capricho. 






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