El abundante cientificismo entre los matemáticos, junto con un cierto cuidado, prudencia y timidez en materias especulativas, promoviendo una especie de positivismo, aun se sentía palpable en los versos de Ibn Tufail.
Por supuesto, las matemáticas es aquella ciencia vana y sin valor. De este modo, la filosofía tomaría un empuje muy fuerte de aquí en adelante. De acuerdo con Ibn Tufail, el mejor de los exponentes de esta parte de la historia es Ibn Bayyah, más conocido como Avempace.
Avempace era un escritor creativo, iconoclasta y un instigador de la revuelta andaluz contra el sistema antes mencionado. Uno de sus ataques se sostuvo por su teoría del movimiento de un proyectil. Equiparó su teoría con la de Aristóteles que consistía en que el movimiento de un proyectil es la fuerza motriz y la resistencia que se encuentre (por ejemplo, que una piedra sea lanzada y el aire le va resistiendo la trayectoria). Si bien esta visión fue aceptada por Aquino y Escoto, Averroes y Alberto Magno la rechazaron. Sin embargo, Galileo Galilei la uso en su critica a la visión aristotélica. Ibn Bajjah decía que esta fuerza que llevaba a los objetos a su ''lugar natural'' como diría Aristóteles era en verdad una fuerza espiritual que las movía hacia estos lugares.
Poesía
Se cree que Avempace escribió poesía, aunque su fama se debe principalmente a sus trabajos en filosofía y ciencias naturales. Aunque no se sabe mucho sobre su obra poética, se dice que escribió poemas en árabe sobre temas como el amor, la naturaleza y la filosofía.
Además, algunos de sus
trabajos filosóficos tienen una fuerte dimensión poética, ya que utiliza el
lenguaje poético para expresar sus ideas filosóficas y metafísicas. En
particular, su obra "Risalat al-Tair" (Epístola del Ave) es una
alegoría poética que utiliza el vuelo del ave como metáfora para explorar temas
como la libertad, la identidad y el conocimiento.
Música
Se sabe que Avempace tenía un gran interés por la música y escribió sobre ella en algunos de
sus trabajos filosóficos. En particular, en su obra "Kitab
al-Nabatat" (Libro de las Plantas), Avempace habla sobre la relación entre
la música y el cosmos, y explica cómo la música puede influir en las emociones
y el comportamiento humano.
Según Avempace, la música puede afectar a los seres
humanos porque la armonía musical refleja la armonía del universo. Él creía que
la música puede equilibrar las emociones y producir efectos terapéuticos, y que
puede ayudar a las personas a conectarse con su yo interior y con lo divino.
Además, Avempace escribió sobre la teoría musical, y
se cree que contribuyó al desarrollo en el mundo islámico
medieval. Su obra "Risalat al-Musiqa" (Epístola sobre la Música) es
uno de los primeros tratados sobre la música en el mundo islámico y discute
temas como la afinación, la armonía, y la relación entre la música y las matemáticas.
Teoría de Ittisal
Como al-Farabi y
Avicena, Avempace cree que el conocimiento no es adquirido solamente por los
sentidos, los juicios necesarios y universales, la sustancia explicativa y
predictiva de la ciencia y la fundación de todos los razonamientos apodícticos
sobre la naturaleza, son alcanzados solo con la ayuda del intelecto activo, la
inteligencia gobernante de toda la naturaleza. Ya sabemos que el intelecto
agente fue una interpretación que dio Alejandro de Afrodisias qué vínculo del
intelecto agente con Dios.
Sus funciones son
variadas. no solamente imparten las formas las cual es ordena naturaleza sino
que también aquellas que permiten a la mente seguir las pistas de imágenes
sensoriales y construir conceptos sobre la base de la experiencia, pero esto
también pone especial atención en preparar a las mentes a comprender y
atestiguar el flujo de ideas que es la fuente intelectual de la profecía. Así
el intelecto activo de la filosofía, o de los filósofos del islam, es la
realidad respondiendo al simbolismo del Arcángel Gabriel, el vector de la
revelación.
Al-Farabi argumenta que un profeta difiere de un filósofo solamente
en los conceptos recibidos del intelecto agente en símbolos y retórica: esto es
el trabajo de la imaginación que transforma las puras ideas en mitos rituales, leyes e instituciones. Avicena llama un profeta un intelecto sagrado, en quien
todas las ideas se esparcen desde el intelecto activo juntándose y dando a luz
a una mente capaz de internalizar aquellas ideas suficientemente, para luego
transformarlas en una segunda fuente de luz. Al-Farabi y Avicena ofrecen el
mismo modelo intelectual para la experiencia místicas, descubrimientos
filosóficos y revelaciones proféticas.
Avicena es
consciente del potencial y latente panteísmo a veces presente en el misticismo.
Trata de ser muy cuidadoso en importar las ideas del repertorio de Plotino, para
escoger las ideas de contacto, más que de Unión con lo divino. rechaza la
noción plutoniana de la divinidad del alma y vitupera a Porfirio qué es
discípulo de Plotino, por sostener que el alma se une con el intelecto activo. Si
esto fuera así, argumentaba Avicena, entonces el intelecto activo sería
divisible o la mente individual conocería absolutamente todo. Avempace se queda
francamente con la visión de Avicena, es decir, Ittisal, qué significa comunión.
En sus notas
sobre el reconocimiento del intelecto activo, Avempace esquematiza cuatro
argumentos para la realidad de esta hipóstasis:
- En primer lugar, desde
la relación del medio con el fin: los medios son típicamente necesarios para el
fin en naturaleza, pero en el Reino de las ideas el fin viene primero, y las ideas
son naturalmente anteriores a los cuerpos, o no habría constancia para que El
Mundo esté gobernado por la generación y corrupción.
- En segundo lugar
desde el proceso al cambio: las cosas se convierten en cosas que no son. No se convierten en sus causas, pero parecen convertirse en sus causas. Así, el cambio es producido por las formas universales. Los efectos no son producidos por un particular único, sino que por una causa de una naturaleza apropiada. Por ejemplo, si un mechón de pasto se quema con fuego, el pasto no toma la fogosidad del fuego, al contrario, toma algo que se parece al fuego.
- En tercer lugar, la facultad de la imaginación que guía el instinto de los animales. Los animales no distinguen el tipo de comida, sino que comen cualquier comida que se les ofrece. Las bestias no tienen conceptos universales. El comportamiento de ellos es implícito y objetivo, y no explícito y subjetivo. En este punto, Ibn Bayyah reprende a Galeno porque éste último pensaba que los animales tenían racionalidad por tener imaginación, pero eso no es correcto. Nadie puede decir que las palomas o los gusanos tienen ideas universales ni tampoco las alcanzan. Sin embargo, ¿Cómo es que algunos animales usan las imágenes para alcanzar satisfacer sus necesidades? La respuesta de ibn Bayyah es decir que es el Intelecto Activo el que les proyecta las imágenes relevantes.
- Cuarto lugar, el trabajo de la mente: solamente podemos percibir una sustancia por los predicados que podemos adscribir a ella. Sin el predicado no podemos conocer la sustancia. Los predicados son necesariamente universales, aunque su sujeto puede ser particular. Esto quiere decir que sin los universales la percepción de las cosas del mundo sería imposible. Sin embargo ¿Cómo se alcanzan los universales? Si tenemos el ejemplo de los cuerpos, que son todos los objetos que pueden percibirse por los sentidos, entonces esa sería la respuesta. Los cuerpos son los objetos de la aprehensión, pero en este caso, los cuerpos no son sujetos de la aprehensión. Ahora bien, las percepciones sensoriales son percibidas como imágenes en la imaginación. No obstante, las imágenes no son auto-conscientes. Dado esto, no podemos decir que la pasividad de la materia puede ser aprendida por sí, debemos concluir que los órganos no-físicos o facultad puede ser aprendida por sí misma. Pero la razón o la inteligencia es capaz de aprender sus propios objetos y su propio acto de aprehensión por la misma facultad o poder.
- Como último argumento: Prueba que la razón
humana no es reducible a la fisicalidad o a cualquier función sensorial. Desde
este punto Avempace piensa evidentemente que esto es un paso fácil para el intelecto
activo, porque es la fuente y soporte de la racionalidad humana. Él menciona
que hay varias dificultades con la idea. Su primer argumento parece paralelo a
una suerte de estoicismo que ofrece una inmanencia espiritual favorecida por
los peripatéticos y los neoplatónicos, como una alternativa a inmanencia física
lista favorecida por los estoicos para explicar el orden de los medios y los
fines de la naturaleza. El segundo y tercer argumento similarmente toma el
mismo problema con una reducción nominalista. Se apunta establecer que el
intelecto activo es la única solución creíble a los problemas que el
materialismo no es capaz de resolver.
La epistemología del intelecto activo es conjunta con el realismo platónico,
aunque como otros neoplatónistas, Avempace no pone las formas en un reino, sino
que en el intelecto activo, en el cual las ideas se constituyen, tal y como un
peripatético podría esperar.
Trabajando en la tradición de Al-Farabi y Avicena, Avempace es capaz de
proveer una racionalidad para la posibilidad de la revelación profética y para
el especial conocimiento de la profundidad de Dios, estos son los Maestros (awliya), entre quienes se cuentan los compañeros (sahabah) del profeta. A
través de un intercurso especial entre la razón y la imaginación tales
personas adquieren de los ángeles, en el lenguaje de los filósofos, las
inteligencias desencarnadas, que gobiernan las esferas, una introspección al
corazón, como lo llama el mismo Avempace. El conocimiento resultante es
abstraído de la condicionalidad temporal de eventos, permitiendo a estos
individuos no solo hacer juicios morales y prácticos pero también anticipar el
futuro y aprender lo desconocido, y conocer la intencionalidad por la cual las
esferas son dirigidas a ejecutar la voluntad de Dios en la naturaleza.
Hay quienes dicen que la teoría de Avempace con respecto al contacto humano
con el intelecto activo es más bien intelectual y no espiritual. Así, sus
críticos contrastan su teoría de Ittisal que es mística y el contacto humano con
el intelecto activo. Sin embargo debemos entender lo que Avempace quiere
transmitir, que es básicamente que conocemos a Dios por lo que hace, y lo
entendemos a través de las ideas universales, sin embargo en Avempace se ve
mucho más su reticencia a la mística sufí.
Monosiquísmo
El monosiquísmo es una teoría del alma que Ibn Bayyah defendió.
''Consciente como soy de lo difícil que es reunirnos, he decidido ir directo al punto con la teoría que acabo de descubrir. Una exposición técnica sería muy larga, demasiada explícita, demasiada complicada y demasiada costosa en premisas. Me he desviado de adoptar ese enfoque por limitaciones de tiempo y un flujo
constante de otros asuntos. Si llego a tiempo libre para presentar una prueba formal, se la enviaré''
Avempace va a
describir la unidad del alma racional como el principio de identidad individual,
y el principio de la vida en general, como el primer motor de todos los
animales
''Los dientes de
un niño se pueden caer y unos nuevos pueden crecer; el sigue siendo el mismo
niño. Y lo mismo sería cierto si hoy le pudieran crecer nuevas manos o pies en
lugar de aquellos que ha perdido: él seguiría siendo la misma persona. Justo
como el carpintero que pierde su regla y obtiene otra; sigue siendo el mismo
carpintero. Por lo tanto, si fuera posible para uno tener otros órganos en lugar
de estos, seguiría siendo la misma persona’’.
''Es claro de
este argumento que el primer motor se mantiene igual si él pierde algún
instrumento y no encuentra reemplazo, como un hombre que no tiene dientes o no
los encuentra, o como el joven cuyos dientes adultos van a crecer. Una vez que
los estudiantes han entendido esto en las Ciencias Naturales, entonces esto los
va a llevar a la teoría de la metempsicosis. Esta teoría ha sido llamada como
absurda e insostenible. Pero aquellos que hicieron eco de esta teoría trataron
de alcanzar una idea diferente, pero fallaron. Tomaron al primer motor del
hombre y lo trataron como uno aritméticamente cuando no es uno''
Como Avicena, Avempace quiere preservar la identidad del alma individual, incluso cuando
esta no tenga ninguna materia para individualizarlo. Desgarrada del cuerpo, el
alma racional, la cual Avicena había argumentado que preservaría su identidad
por virtud de su historia anterior de temporalidad, mantiene su conciencia
individual, de acuerdo a Avempace, y se vuelve una de aquellas luces que dan gloria
a Dios. Pero aunque esta alma se mantenga única e individual incluso sin cuerpo,
esta es, como se podrá ver, una con todas las almas, por virtud de su contacto
(Ittisal) con el intelecto activo. Igualmente esta es una con el intelecto
activo. No es idéntica con otras almas o con el intelecto activo, pero no es
separada de ellos.
''Lo que es
conectado es dicho de ser es uno, siempre que éste permanezca conectado; una vez
estés dividido se vuelve múltiple. Las cosas que se adhieren son habladas en el
mismo modo de estar conectadas. Hoy las cosas que están conectadas son tratadas
del mismo modo como si se adhirieran; y las cosas que están juntas son aquellas
cosas que están conectadas. Una
colectividad cuyas partes están organizadas para servir a un orden específico
son llamadas una, como la historia de Tabari es llamada a una composición, y la
presente discusión es también llamada una. Incluso una mixtura es llamada una, así
como el oximesa está compuesto de vinagre y miel’’
Este punto parece
ser una novedad que excita a Avempace: no la unidad de todas las almas como él
lo percibió en las enseñanzas de Platón. Más bien, la excitación es sobre la
posibilidad de la unidad entre los seres espirituales que mantienen su
individualidad. Avempace siente que descubrió algo, porque el enfoque que el
toma, basado en la idea de una unidad orgánica la cual preserva su diversidad, hace
posible la retención del argumento intelectualista de Platón por la
inmortalidad sin descartar la individualidad, la cual es crucial en el Corán. Platón
había luchado con las implicaciones del intelectualismo del Fedro en la
República. Él quería claramente establecer la credibilidad de una recompensa y
retribución para las almas humanas individuales, confiando solamente en el
argumento que, si la virtud es una fuerza, las almas virtuosas serían unas para
disfrutar la inmortalidad. Pero si las almas fueran inmortales, como Platón
razonaba, su número nunca cambiaría, no serían creadas o destruidas. Es aquí
donde Avempace vio la transmigración como la salida aparente de una línea
platónica de razonamiento: si cada alma adquiere un destino individual basado
en su propia elección individual del destino, no sería la inmortalidad del alma
individual insuperable.
Para Avempace
esta era la solución del primer motor en cada uno de los hombres: el alma
racional
''El alma es una
facultad racional pero 'facultad racional' refiere en primer lugar a una
forma espiritual que es receptiva de la inteligencia y que entonces es llamada
activa o inteligencia activa. Es por esto que al-Farabi manifestó la pregunta
de que si en un Infante la inteligencia se presentaba en el comienzo o después''
Para Avempace en
la infancia el hombre es potencialmente racional. Esta es la cuenta de la
realización de la potencia para la inteligencia (y análogamente del principio de
todas las cosas). Esto aplica como un principio aristotélico desarrollando la concepción
a la resolución de una pregunta platónica, qué es la discusión sobre las ideas
innatas. Al mismo tiempo, Avempace, evita la sugerencia de que la inteligencia
humana es una suerte de materia indestructible intercambiable entre los
individuos o incluso derramada a través de los límites de las diversas especies.
La unidad de los seres racionales como la unidad más grande de seres en general,
es funcional, orgánica, no meramente cualitativa
''Si
exactamente es aritméticamente una en todos los hombres, entonces claramente, de
lo que ha sido señalado hasta aquí, la gente que existe y viene y va sería toda
una aritméticamente, aunque esto podría parecer bizarro y quizás absurdo. Pero
si ellos no son aritméticamente idénticos, este intelecto no es uno. En resumen
si este intelecto es uno aritméticamente, entonces todos los individuos que tienen tal
intelecto son uno aritméticamente''
Por lo tanto
todas las personas son una en cuanto a su alma racional y la inteligencia, pero
además también son una aritméticamente. La racionalidad es compartida no por
medio de la partición sino por medio de la realización de lo potencial. Los
individuos no pierden su identidad en la unidad espiritual como un órgano o una
unidad de diversidad. La diversidad es mantenida cuando cada alma racional se
vuelve una de aquellas luces que dan gloria a Dios.
En resumen, todos
los seres, lo que realmente comparten es una fuente común de vida y movimiento
son todos animados en ese estilo a pesar de su diversidad por un fin común.
La gobernanza del
solitario
Avempace fue un
claro lector de la República de Platón, de la Ética a Nicómaco y de la síntesis
de metafísica del neoplatonismo de al-Farabi. Él sabe que el ser humano es un
ser social un ser civil por naturaleza y que en la vida su felicidad es la
concordancia con las virtudes. También sabe que la virtud es socialmente y
civilmente incorporada el ser humano, y que la mediación de la imaginación es
crucial en la implementación de las políticas sociales por la cual las virtudes
morales son inculcadas e intelectualmente fomentadas. Sin embargo, como Platón
y Aristóteles, Avempace, es alienado de la sociedad en la cual él vive. Él está
fuertemente preparado para hacer su apologista.
Es aquí donde
comienza El Régimen del Solitario. Una persona puede vivir bien en el mundo, manejando
sus asuntos manteniéndose saludable, hoy manteniendo su casa y propiedad, pero
ninguna de estas cosas lleva a la grandeza o a la nobleza, y no podemos
convencer a nosotros mismos de tales cosas como si fuera la consumación de
cualquier suerte de vida admirable… ellas solo son simples objetivos de una
alma contenciosa… común a la irracionalidad de los animales, y en consecuencia
bestial.
Por lo tanto, el
único momento en que estamos libres de esto es cuando actuamos racionalmente, nuestro
objetivo en esta vida es el conocimiento espiritual, el contacto con el
intelecto activo y así, con la divinidad. Pero la aplicación propia de tal
conocimiento asigna prioridades entre los valores, especialmente cuando se
trata de dignidad, nobleza u honor. En una sociedad justa, como la de Platón, los
sabios son los gobernantes. Todos los asuntos humanos son sabiamente regulados;
ni los médicos ni los juristas son necesitados, a causa de que los individuos
son gobernados por la sabiduría, sus relaciones son gobernadas por el amor. Pero
en un Estado menor, la sabiduría son hierbas secas en el paisaje en el raro
evento de que una forma de gobierno ignorante tenga un gobernador que tropiece
con la verdad o reconozca la falsedad de las imposturas convencionales. Sin
embargo, la sociedad perfecta no hay hierbas como estas, así como no hay
juristas ni médicos, porque no hay miradas falsas a ser rechazadas. Pero en
este tipo de Estado y ciudad en la que nosotros vivimos, y en la que Avempace
se siente sin poder existe un tipo de disfuncionalidad.
Obras
Afortunadamente, sobre Avempace hay varias obras traducidas al español o al inglés, aunque no todas.
A medida que vayamos desarrollando las obras publicaremos en esta sección todos los hipervínculos.
Conclusión
Podríamos decir que Ibn Bayyah vive una época de transición entre Avicena y Averroes, de hecho, ya tenemos coincidencias con Averroes con respecto al monosiquísmo. Sin embargo, el elemento que más llama la atención es el régimen del solitario y de este modo volvemos a ver la República de Platón con mucho ahínco. Pero su originalidad es importante, sobre todo para lo que va a desarrollarse después con Ibn Tufayl y Averroes.