sábado, 14 de septiembre de 2019

El origen de la confesión

La confesión como un modo de aliviar la carga de la culpa

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El origen de la confesión

La confesión también se ha conocido como el Sacramento de la Penitencia, aunque las penitencias pueden ser variadas y de otros tipos. De hecho, la Penitencia es un sacramento que lleva diversos pasos en los cuales la confesión se encuentra en ellos. 

  1. Examen de conciencia
  2. Contrición o arrepentimiento
  3. Confesión
  4. Satisfacción o Penitencia

Antes de hablar de la confesión propiamente tal, lo apropiado será ver la evolución de las penas que los cristianos consideraron factibles. 

Luego del Nuevo Testamento y de la vida de Jesús, las penitencias se consideraron como algo necesario para el perdón de los pecados. En estos existen tres períodos con respecto a las penitencias:

  1. Primeras penitencias cristianas: de los tiempos apostólicos hasta el siglo VII
  2. Penitencia arancelaria: desde el siglo VII hasta el siglo XIV
  3. Confesiones individuales: desde el siglo XII en adelante

A continuación veremos las tres penitencias indicadas desde principio a fin.

Penitencias varias

Siglo II

Desde el siglo II d. C., los pecados no eran una cuestión que estuviera fuera o erradicada de los cristianos. De hecho, grandes pecados eran adjudicados a los cristianos, a pesar de haberse instruido lo suficiente en las Sagradas Escrituras. Cuando hablamos de pecados nos referimos a todos aquellas malas acciones que transgreden los diez mandamientos:

Asesinato
Idolatría
Magia
Avaricia 
Robo
Envidia
Mentiras
Orgullo
Intemperancia

¿Cómo es que los cristianos se liberaron de estos grandes pecados? lo que hacían era rezar, dar limosna, realizar buenas acciones y ayuno. Todo esto era hecho públicamente para que todos se enteraran, aunque también muchas veces la confesión (que aún no existía) se hacía al sacerdote para no quedar en vergüenza.

Siglo III 

El perdón que recibían los cristianos en el siglo III era casi inmediato. De hecho, el papa siempre estaba dispuesto a perdonar incluso a aquellos cristianos que cometían graves pecados. 

La doctrina del Montanismo criticará esta indulgencia extrema hacia los cristianos pecadores. 

Siglo IV - VI

Las primeras fuentes de estas penitencias se extraen de los textos de San Agustín de Hipona y Caesarius de Arles. Las Actas del Concilio prohibían que los cristianos penitentes se unieran inmediatamente a la comunidad de la iglesia. 

Así, el Canon 29 del Concilio de Epione (517) dice que el obispo debe reconciliar al pecador con la Iglesia. A estos penitentes se les autorizaba a entrar a algunas reuniones, pero se les negaba la comunión en la mesa con el Señor.

Penitencia arancelaria

Siglo VII

Un nuevo enfoque se empezó a perfilar en el siglo VII en los actos del Concilio de Chalon-sur-saone (644), donde se aceptó que cada vez que se cometía un pecado, este pecador debía encontrarse con el cura confesor para que establecieran la penitencia de forma privada. Luego el pecador se acercaba nuevamente al cura para obtener la absolución.

Esta práctica fue empleada primero por los monjes de las iglesias de las islas británicas. 

Confesión individual

Siglo XIII

El cuarto Concilio de Letrán estableció que cada cristiano en la edad de la discreción (edad de madurez de la iglesia que indicaba la edad de 7 años), debía confesar una vez al año todos sus pecados con su sacerdote particular. 

¿Qué efectos tiene la confesión? por supuesto, la absolución de los pecados, pues recordemos que luego del bautismo el hombre no se supone que hace el mal porque ya conoce el bien; en otras palabras, al presumirse que conoce el bien, entonces se presume que el mal lo tiene excluido de su mundo. Sin embargo, si aún así pecara, entonces la absolución del pecado debe llevarse por medio de la confesión. 

Conclusión

Es interesante ver la forma en que las penitencias evolucionaron en la historia de la iglesia. También es necesario destacar la importancia de la confesión la cual de alguna manera libera de una carga de conciencia que cualquier persona tiene. Una verdadera herramienta psicológica que aliviaba las culpas, pero también una herramienta de poder que podía ser ocupada en favor de los eclesiásticos. 

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Santo Tomás de Aquino - De perfectione vitae spiritualis (La perfección de la vida espiritual) (1269)


La elección entre ser obispo o monje
fue una gran controversia en el siglo XII


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¿Quién más puede saber de una vida espiritual que Santo Tomás de Aquino? Realmente es importante pensar en la vida espiritual sobre todo hoy con el ajetreo de la vida diaria que nos obliga a estar constantemente en movimiento, sin apreciar las cosas más perfectas de la vida. Sin embargo, la vida espiritual que veremos a continuación, no es aquella que normalmente entendemos de otras religiones. Veamos lo que el aquinate nos quería decir con el concepto de perfección de la vida espiritual.

La perfección de la vida espiritual

Capítulo I: La vida espiritual vinculada con la caridad

Lo perfecto es todo aquello que se atiene a un fin. Cuando un animal cumple el fin para cual está determinado, entonces su vida es perfecta. También hay una segunda perfección (secundum quid) que versa sobre lo material o corporal de un animal. 

Para el hombre, la primera perfección es su caridad. Así lo dice la sagrada escritura:

Vestíos, pues, como escogidos de Dios, santos y amados, de entrañable misericordia, de benignidad, de humildad, de mansedumbre, de paciencia;...
...Y sobre todas estas cosas vestíos de amor, que es el vínculo perfecto.
(Colosenses 3:14)

En efecto, se puede decir que alguien que da caridad es alguien que se desprende de algún beneficio material para dárselo a alguien menos afortunado. 

Capítulo II: Amor a Dios y amor al prójimo

La caridad nos lleva a amar a dos seres que todo cristiano debiera amar: Dios y el prójimo. Primero se ama a Dios como el gran creador y luego amamos al prójimo a través de la unión de la caridad. Así dice la biblia sobre el prójimo:

''Ama a tu enemigo''
(Mateo 5:44)

Esta frase fue dicha por Jesús refiriéndose al mérito que debía tener un cristiano al amar a los que no te aman, pues no tiene ningún mérito amar solo a los que te aman. 

Capítulo III: El amor divino que existe solamente en Dios

El amor de Dios es perfecto e infinito. Los seres humanos no son ni perfectos ni infinitos por lo que el amor divino solo lo tiene Dios. Dios puede amarse a sí mismo infinitamente ya que solo él tiene esa capacidad. 

Capítulo IV: El amor divino que está en aquellos que siguen la beatitud

Si bien nadie puede alcanzar aquel amor que solo Dios puede tenerse, esto no quiere decir que un hombre o una mujer no pueda amar a Dios con todo lo que tiene; es decir, podrá amarlo con todas sus capacidades que en realidad serán limitadas comparado con el amor de Dios. 

Capítulo V: El amor divino es necesario para la salvación

Primeramente, se ama a Dios cuando el hombre no sigue los actos pecaminosos y sigue aquellos actos de virtud que lo guían hacia Dios. Por lo tanto, el querer realizar actos de virtud y despojarse del pecado es amar a Dios. 


Capítulo VI: La perfección del amor la cual es materia de consejo

La perfección de la bendición no es posible alcanzarla en este mundo, pero el hombre debe esforzarse lo más posible por obtenerla. En otras palabras, debe tratar de emular el concepto en la vida real, hasta que esté lo más cerca. Para esto, el hombre debe desprenderse de sus bienes materiales y acercarse más a la caridad. 

Capítulo VII: El primer medio de perfección: la renuncia a los bienes materiales

La primera posesión material de la que hay que deshacerse es de los bienes llamados ''riquezas''. Es así que las Sagradas Escrituras digan ''Es difícil que un rico entre en el reino de los cielos'', en efecto es difícil pero no imposible ya que puede desprenderse de sus bienes materiales. 


Capítulo VIII: El segundo medio de perfección: la renuncia de las ataduras materiales y del matrimonio

Esto quiere decir que si el primer paso es deshacerse de las riquezas que son posesiones materiales superfluas, un paso más allá será deshacerse de las posesiones que están más cerca y más unidas a nosotros. Estas uniones son efectuadas por medio de la afinidad y comunión entre las personas. De ahí que se diga:

''El hombre que viene a mi y no odia a su padre, a su madre, a su esposa, a su hermanos, a sus hijos y aún también su propia vida, no puede ser mi discípulo''
(Lucas 14:26)

Esto quiere decir que a las personas hay que amarlas por su sustancia y no por su naturaleza terrenal. En otras palabras, hay que odiarlos cuando estos no nos permiten estar más cerca de Dios (esto fue dicho por San Gregorio). 

Por lo tanto, si se quiere tener una vida perfecta el único modo de hacerlo es a través de la castidad. Esto significa que el hombre debe tener continencia de todo lo que es terrenal en este mundo, y eso lo acercará mucho más a Dios, en contrario a alguien que no pudiese contenerse. 

Nadie puede compararse a Cristo en cuanto a bondad y virtud, pero sí puede considerar que la vida de castidad es superior a la vida de matrimonio, la cual tampoco es mala pero es inferior a la vida de castidad. 

Capítulo IX: Ayuda para la preservación de la castidad


Ciertamente es difícil optar y mantener la castidad, pero el primer paso es deshacerse de todas aquellas cosas que dificulten el logro de obtenerla. 

Santo Tomás de Aquino distingue tres obstáculos:


  1. El cuerpo: en efecto, el cuerpo es un obstçacilo para la continencia del afecto carnal. Dice Santo Tomás que el consumo excesivo de comida es justamente lo que alienta este placer. Por eso, el aquinate sugiere el ayuno y las vigilias como ejercicio contra esta incontinencia
  2. La mente: los pensamientos que no son castos son también obstáculo para la continencia. El único remedio para esta incontinencia es que el hombre ocupe sus pensamientos en la oración y en la contemplación divina de Dios.
  3. Circunstancias externas (personas o cosas): puede ser quizás el obstáculo más difícil de superar pues proviene de las mujeres. El hombre debe abstenerse de mirar a las mujeres sobre todo aquellas que son jóvenes. Otro remedio para esto es la soledad y la austeridad para evitar el contacto carnal. 

Estas son las tres incontinencias y medidas que tiene Santo Tomás de Aquino para que el hombre no caiga en la no contemplación de Dios. 

Capítulo X: El tercer medio de perfección: abnegación de la propia voluntad

No solo la renuncia a los placeres materiales es requerida para tener una vida perfecta, sino que también es necesario renunciar a sí mismo. De aquí que Santo Tomás nos hable de una auto-abnegación y un auto-odio balanceado hacia nosotros mismos para amar aquello que nos corresponde amar. 

Capítulo XI: Los tres medios de perfección mencionados anteriormente pertenecen al estado religioso

Cuando el hombre logra estos tres medios de perfección se entrega de manera triple a Dios. Por un lado, la pobreza es el desprendimiento material, luego la castidad sería la entrega del cuerpo del hombre a Dios, y finalmente la voluntad sería la entrega del alma y la obediencia que debe tenerse a Dios. 

Capítulo XII: Algunos errores que se cometen

Santo Tomás de Aquino puntualiza algunos errores que cometen los hombres en general con respecto a las conductas del hombre. Veamos cada una de ellas


  1. Aseveración: se dice que los hombres deben dar de una vez toda su fortuna y bienes a los pobres Falso: Los bienes deben ser distribuidos prudencialmente a los pobres, de modo que uno mismo no salga perjudicado.
  2. Aseveración: el matrimonio es igual en mérito a la virginidad.
    Falso: la virginidad es aùn más meritoria que el matrimonio ya que el hombre ha cedido a la carne. El amor de la virginidad es un amor dirigido a Dios y no a una persona.
  3. Aseveración: las acciones son mejores cuando no se hacen por obedecer.
    Falso: cuando las cosas se hacen por voluntad propia y no por votos o mandatos, el hombre cede aún más a sus propios instintos carnales y mundanos. 

Capítulo XIII y XIV: Perfección del amor fraternal

Hay diversas clases de amor para el prójimo:

  1. Amor sincero
  2. Compromiso hacia aquel amor
  3. Nuestro amor por el prójimo debe ser sagrado

Todo esto esta dicho desde la perspectiva en que los hombres deben dar caridad unos a otros.



Capítulo XV: Lo que es requerido para el estado de Perfección

Básicamente, lo que el hombre necesita para tener un estado de perfección con Dios, es que este mismo renuncie a sí mismo para estar con Dios. Si renuncia a sí mismo para estar con sus semejantes y no con Dios, entonces será un esclavo. Si renuncia a sí mismo pero no hace los votos con Dios es igual de inútil que en el primer caso. 

Capítulo XVI: La condición de perfección es digno de obispos y religiosos

Los obispos son los primeros en entregar su vida y dedicación a aquellos que le están comprometidos. Es por esto que el obispo debe cumplir obligatoriamente las reglas de la perfección para que pueda ser ejemplo de los demás. Recordemos que el obispo es un mediador entre Dios y los hombres; por lo tanto, el obispo debe tener una vida digna de perfección para poder guiar a otros hombres. 

Capítulo XVII y XVIII: El oficio episcopal es más sagrado que la vida religiosa

Los obispos están dedicados a una vida activa consagrada a sus seguidores y al prójimo, mientras que los religiosos tienen una vida contemplativa dedicada a la reflexión. 

Recordemos que Aristóteles nos decía en su libro ''La Política'' que el hombre tenía dos tipos de vida: política y contemplativa. De este modo, podemos decir que la vida política es una vida activa porque el político centra sus esfuerzos en el gobierno y los gobernados; en cambio, son los filósofos aquellos hombres que tienen una vida contemplativa. 

La mayoría de la gente juzga la vida de un obispo porque el obispo puede tener una vida activa además de tener la posibilidad de manejar dinero. Por otro lado, los monjes tienen una vida mucho más correcta ya que enfocan sus esfuerzos en tener una vida de acuerdo a las sagradas escrituras. Se deshacen de sus bienes materiales y no son dependientes de nadie; todo lo contrario a la imagen del obispo. 

Sin embargo, Santo Tomás de Aquino no está de acuerdo con esa visión. Es muy diferente ''ser'' perfecto que ''realizar actos de perfección'' y en ese caso, es el obispo quien está primero. Esto es porque el obispo debe hacer que otros también tengan una vida perfecta, cosa que el religioso no siempre hace al pensar en su bien propio. De ahí que sean mejores las acciones que el estado de perfección.

Cuando el obispo posterga su vida para dedicarse a su rebaño, entonces la vida de este es mucho mejor que la vida del religioso. 

Capítulo XXIX: La vida del obispo no debe ser codiciada

Si bien la vida del obispo es perfecta en cuanto a sus acciones, la vida del obispo no debe ser codiciada. De hecho, la vida del obispo no se puede presuponer perfecta sino que en lo sucesivo. También puede ser que un obispo pierda su perfección ya que sigue siendo un hombre.

Conclusión

Esta última comparación que hace Santo Tomás de Aquino muestra la relación y la aceptación que el aquinate tenía hacia Aristóteles. Debemos decir que la comparación entre la vida espiritual del obispo y del político es hecha por el autor de este blog, y no necesariamente se encuentra en el texto de Tomás de Aquino. Sin embargo, pareciera ser inevitable que esta comparación pueda establecerse. De todas formas, ¿qué vida elegirían ustedes? ¿una vida activa o contemplativa?




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sábado, 24 de agosto de 2019

Concepto de Animal Político

Aristóteles crea el concepto de ''Animal Político''


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Concepto de Animal Político

¿Qué es un animal político? o más bien ¿quién es un animal político? Este término es tan antiguo como el concepto de democracia, pero ''animal político'' tiene un sentido más propio del hombre en su individualidad. Siendo un término empleado por Aristóteles, este concepto de mantiene hasta el día de hoy con ciertos matices, pero sosteniendo su sustancia que la de que el hombre es sociable por naturaleza

Concepto

El hombre, como dijimos anteriormente, es sociable por la naturaleza. Esto significa que el hombre tiene una necesidad de convivir siempre con sus pares estableciendo relaciones dentro de una colectividad, ya sea para sacar provecho de ella, o para contribuir al conjunto de la misma. 

Esto fue comprendido a la perfección por Aristóteles, quien señalaba que el hombre se reunía con otro para progresivamente formar una asociación que más tarde la llamarían polis, el centro político y cultural de la sociedad griega. Por otro lado, esta asociación entre hombres debe existir una organización política que la sustente. El hombre sólo puede desarrollarse plenamente en la polis, pues, de otra manera, el hombre tendría que ser Dios o una bestia para vivir solo, lo que es absurdo ya que el hombre no es autosuficiente; necesita vivir en sociedad. Es ahí que se desprende que el hombre es un animal político, es decir, un animal que es capaz de relacionarse y organizarse políticamente con sus pares. 

El Estado y el Animal Político

Para explicar más específicamente la descripción de la ciudad, y el rol que cumple el hombre en esta debemos analizar las siguientes cuestiones.

Primero que todo, la relación de hombre y mujer es fundamental para que la ciudad pueda existir; sin ciudadanos no puede haber ciudad. La reproducción es necesaria y no sólo un propósito para armar una ciudad, sino que también es una necesidad humana; todos los animales quieren dejar su descendencia. 

La naturaleza ha dotado a los hombres y mujeres con la capacidad de procrear para preservar la especie humana. También de esto mismo se desprende que la naturaleza ha otorgado a los seres que tienen razón y entendimiento el mando, mientras que otros deben obedecer a estos. 

Creación de la familia 

Como dijimos, hay seres que han nacido para mandar y otros para obedecer. Entre los que deben obedecer son las mujeres, los esclavos y los barbaros. De hecho, la relación esposo y mujer (amo y esclavo) forma la familia; por lo tanto, dicha relación es una cuestión de la naturaleza. Aristóteles retrata éste hecho con la siguiente cita de Hesíodo. 

''La casa, luego la mujer y el buey orador''


Es decir, primero van los asuntos de la casa, luego los esclavos porque puede suceder que el hombre sea pobre y no tenga otro esclavo que un animal. 

Creación de la aldea

Luego de que está conformada la familia le sigue la creación de la aldea. Cuando un grupo de familias se dan servicios recíprocos entre sí, podemos decir que se ha conformado una aldea. 

La aldea es gobernada por un rey que al mismo tiempo gobierna el estado. El modelo de gobierno sigue el mismo modelo de mando que hay en la familia como gobierno patriarcal; el padre manda o quien sea más viejo. 

Creación del Estado

Una vez que se establecen un conjunto de aldeas podemos hablar que se ha formado el Estado. La naturaleza se relaciona con el Estado, pues, considerando que la familia proviene de un proceso natural, entonces el Estado también lo es. 

Familia → Aldea → Estado

Esta es la mayor prueba de que el hombre es un animal político (zoon politikon) porque la sola idea de formar una familia, obliga al hombre a asociarse. Donde veamos una ciudad o una aldea, tendremos la prueba de que el hombre es un ser gregario. 

Todo hombre que no aspire a ser un animal gregario o político será desplazado a vivir solamente en guerra. Esto se debe a que este hombre no podría vivir en comunidad y por lo tanto viviría en la polémica permanente; no podría unirse a nadie y estaría contra todos.  

Origen 

Así como el hombre alejado de la sociedad no puede formar un Estado, dicho hombre será tomado por animal o por un dios (entendiendo que sólo dios es autosuficiente). Con todo esto, lo primero que existe es el Estado, pues el hombre alejado de los demás no es capaz de formar nada. Como conclusión, debemos decir que el Estado es anterior a la familia; el todo es sumamente superior a sus partes y la familia forma parte del Estado. 

Estado → Aldea → Familia

El hombre alcanza su perfección solamente a través de la sociedad civil y no a través del aislamiento de la sociedad; ahí es considerado el hombre más aborrecible de todos. 

Conclusión

Es impresionante que todo este planteamiento nos llegue hasta el día de hoy, si bien con muchas modificaciones, sin abandonar la sustancia real. Muchos otros filósofos y grandes pensadores se verán influenciados por esta teoría, sobre todo los organicistas como San Agustín de Hipona, Santo Tomás de Aquino incluso Marx quien considerará la importancia del Estado en la sociedad. Un concepto clave para comprender la sociedad y la política en el mundo moderno. 

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sábado, 17 de agosto de 2019

Santo Tomás de Aquino - Suma Teológica (Tercera Parte: La vida de Cristo) (1265 - 1273).


La Pasión de Cristo.
Pasión entendida desde su etimología del griego antiguo ''Pathos''

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Al fin (después de tener algo de tiempo libre) oportunamente podemos desarrollar la tercera parte de la Suma Teológica. Hemos visto la gran mayorías de las teorías de Santo Tomás de Aquino y ahora veremos la visión del aquinate sobre la vida de Cristo. Muy conocida es la historia de Cristo para la mayoría de los lectores, pero otra cosa es conocer los aspectos de la vida de Jesús a través del pensamiento tomista. Veamos qué nos quiere decir Santo Tomás con las enseñanzas de Jesús. 

SUMMA TEOLÓGICA


Sobre el cuerpo de Cristo

1.- ¿El hijo de Dios debería haber asumido un cuerpo real?

Su cuerpo fue real. De no haberlo tenido, no podría haber muerto ni asumir una forma humana.

2.- ¿Debió asumir un cuerpo carnal?

Fue un cuerpo carnal porque de otro modo, no podría hablarse de todas las cosas que hizo carnalmente como hablar, mirar, escuchar, etc. 

3.- ¿Asumió un alma?

Sí, tenía un alma tal como tuvo un cuerpo. El cuerpo no puede moverse ni realizar sus funciones si no tienen un alma que lo guíe. 

4.- ¿Asumió inteligencia humana?

Si bien sus actos fueron más allá que lo humano, la verdad es que los milagros no podrían haberse realizado si no tenían intelecto. 

El conocimiento de Cristo

1.- ¿Tenía conocimiento además de la Divinidad?

Sí, tenía conocimiento o intelecto humano a pesar de ser divinidad, ya que tomó la forma humana como un todo; no solo el cuerpo, sino que también su intelecto. 

2.- ¿Qué tipo de intelecto tenía?

Todos los seres humanos tenemos el potencial para conocer a Dios, pero no sin el intelecto humano primero. Por lo tanto, Cristo tenía los dos. 

3.- ¿Tenía conocimientos infundidos?

Sí, tenía conocimientos previos al ser el Verbo encarnado. 

4.- ¿Adquirió algún conocimiento?

Los conocimientos de la tierra los adquirió empíricamente, pero los conocimientos divinos los tenía con él. 

Sobre la virginidad de la madre de Cristo

1.- ¿Fue virgen la madre de Dios cuando concibió?

Sí. Dios no necesita de una mujer para enviar a su hijo al mundo, de lo contrario, Dios necesitaría de una mortal para concebir. Como Cristo es el Verbo, ningún acto carnal es necesario para que nazca. 

2.- ¿Fue virgen en su nacimiento?

Sin ninguna duda. El Verbo no podría ser concebido del cuerpo de una madre con su virginidad corrompida. 

3.- ¿Permaneció virgen después del nacimiento?

Sí. Muchos herejes decían que luego tuvo relaciones con José, pero eso no es verdad. La madre de Dios permaneció virgen después del nacimiento, ya que Cristo era el hijo Unigénito. 

4.- ¿Hizo voto de castidad?

No lo tomó antes del nacimiento ya que no era la costumbre entre los judíos, pero si lo hizo después de concebir a Cristo. 

La pasión de Cristo

1.- ¿Fue necesario que Jesús sufriera?

No fue necesario como propósito terrenal, pero sí fue necesario por el propósito y el fin que tenía su misión en este mundo.

2.- ¿Existía otro modo de salvación que no fuera la Pasión?

Sí, podía existir otro modo, pero ese fue el modo en que Dios lo ordenó. 

3.- ¿Debió Jesús sufrir en la cruz?

La forma en que haya sufrido no importa, ya que para un hombre correcto la forma de morir sería lo menos importante. 

4.- ¿Fue el dolor de Cristo más grande que cualquier otro?

Debemos considerar no solo los dolores que sufrió en la cruz y en la tortura, sino que también aquellos internos como el de la traición. Además, también tomar en cuenta que todo lo aceptó voluntariamente.

Conclusión

Hemos exceptuado algunas partes ya que esta parte de la Suma Teológica, si bien no es tan larga como las demás sigue dando mucho trabajo. Sin embargo, hemos cubierto las áreas más interesantes de la vida de Jesús que aparecen en la Suma Teológica. Si es que estas interesado en que se vuelva a desarrollar algo más con respecto a este capítulo, por favor escribenos al e-mail en ''Contactos'' o completa el formulario que aparecen en la parte derecha del blog. 

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domingo, 11 de agosto de 2019

La Democracia por Platón y Aristóteles

Se decía que la democracia ateniense era una de las mejores formas de gobierno ¿fue tan así?

La democracia por Platón y Aristóteles

Los dos filósofos más importantes de la historia no quedaron exentos de este concepto tan importante en el gobierno de las naciones. Sin embargo, ambos tenían visiones distintas en cuanto a los distintos regímenes de gobierno y sobre todo en la democracia. Veamos la visión de los dos grandes filósofos. 

Visión de Platón

La visión de la democracia en Platón aparece en el tercer libro de La República cuando Sócrates discute este término con su amigo Adimanto. 

La democracia se originaría después de la oligarquía. Esta nacería debido al deseo insaciable de los ciudadanos de obtener riquezas, es decir, los pobres no aguantan estar en la misma situación. La solución para pasar de una oligarquía a una democracia sería la promulgación de una ley que obligue a los ciudadanos actuar a favor de la virtud. Así no habría riquezas excesivas y más que al dinero, los ciudadanos se dedicarían a la templanza. 

Entonces la democracia se originaría por la dura batalla que tienen que enfrentar los pobres contra los ricos. Esta es llevada ya sea por medio de las armas o por medio de la intimidación.


En este modo de gobierno se pueden encontrar las más diversa de las naturalezas en los hombres debido a que en este sistema de gobierno, la libertad es algo fundamental. Cada cual vive como se le plazca. Por lo tanto, este sería el más bello de los sistemas políticos que existe. 


Antes de proceder a indagar al hombre democrático, Sócrates comienza a mencionar los deseos necesario, innecesario e ilegales:


  1. Deseos necesarios: Aquellos que no podemos rechazar y su satisfacción nos beneficia.
  2. Deseos innecesarios: Aquellos que se orientan la gasto y no a la adquisición.
  3. Deseos ilegales: Aquellos deseos que trasgreden las leyes y se acercan a la perversión.


Los deseos de riqueza y honores hasta la saciedad, corresponderían al hombre oligárquico mientras que los necesarios a los democráticos. El transito que ocurre para pasar de un hombre oligárquico al democrático, es justamente escoger la virtud como el máximo deseo y despojarse de los otros deseos.


La democracia también tiene un defecto dice Sócrates a Adimanto. Pero antes de indagar en él, se proponen hacer un sumario de las cosas que desvían a los dos últimos gobiernos mencionados:
  • El bien de la oligarquía es la riqueza, pero el exceso de ésta misma la lleva a la ruina.
  • El bien de la democracia es la libertad pero el exceso de ésta misma la lleva a la tiranía.
Lleva a la tiranía, ya que la democracia pierde el control de la libertad que le otorga a los ciudadanos, por eso, debe intervenir un tirano a poner orden en la ciudad. En esta libertad, el respeto no existe y el gobernado no muestra ningún respeto por el gobernante, así como el padre no muestra ningún respeto al hijo ni el hijo a su padre, puesto que todo es libertad.


Así, de la democracia saldría la tiranía, como del exceso de libertad nace la más excesiva esclavitud. Sócrates menciona que hay un tipo de enfermedad que nace de la oligarquía y termina esclavizando a la democracia. Esta enfermedad la traen los hombres perezosos, los hombres que aprovechándose del régimen toman las circunstancias a su favor, y no aportan nada a la ciudad. 

Sócrates lo trata de explicar dividiendo la ciudad democrática en tres partes:
  1. La primera parte estará compuesta por los ciudadanos licenciosos, los zánganos. 
  2. La segunda por los ricos (de quien los zánganos se aprovechan).
  3. La tercera es el pueblo quien hace su trabajo con sus propias manos. 
Es el pueblo mismo quien al ver destruida la democracia, hace emerger a un nuevo gobernador para que ponga orden en el desorden que produce el exceso de libertad. 

En resumen, de acuerdo a Platón, la Democracia sería la peor forma de gobierno. 


Visión de Aristóteles

Ahora tenemos la visión de Aristóteles quien en numerosos textos nos deja la descripción de lo que el pondera como Democracia.

La democracia es la forma de gobierno más duradera y consistente de acuerdo con Aristóteles. La democracia tiene muchos elementos en sus principios y la combinación de estos van formando distintas especies de democracia. 

Las causas de la variedad o especies de democracia son las siguientes:
  • Distintas clases que la componen: labradores, artesanos y mercaderes.
  • Las instituciones de la democracia que cambian por medio de las clases anteriormente mencionadas. 

Desde estos dos puntos surgen distintas especies de democracia, en los siguientes capítulos veremos más en detalle dichos principios. 

Principios

El principio fundamental de la democracia es la libertad porque se gobierna y se es gobernado por turnos. En este sentido, la democracia no se basa en una igualdad por méritos (como en la aristocracia o la oligarquía), sino más bien en una igualdad numérica. Por lo tanto es la mayoría quienes deben tomar las decisiones y dicha mayoría son los ciudadanos.

Ciudadanos 

Así como la elección representa un fundamento de la libertad, la vida de los ciudadanos es llevada tal y como ellos quieran. El ciudadano no está obligado a obedecer, a menos que luego él también tenga que mandar y ser obedecido. 

Procedimientos democráticos

La forma de elegir magistrados o personas que se encarguen de cosas importantes difiere de otras formas de gobierno. Veamos algunas características. 


  • Los cargos públicos se eligen por todos los ciudadanos.
  • Las magistraturas deben elegirse por sorteo sin exigir riqueza.
  • Los magistrados no pueden ejercer dos veces consecutivas el mismo cargo. 
  • La justicia debe administrarse por todos los ciudadanos.
  • Las magistraturas secundarias no deben tener mucho poder.
  • Todos los cargos públicos deben ser remunerados (Asamblea general, tribunales y magistraturas inferiores). 
  • No pueden haber magistraturas vitalicias. Si las hubiera se debe analizar su continuidad por sorteo. 

Estos son los procedimientos y principios que se debe tener en una democracia. 

Igualdad y justicia

La democracia basa su gobierno en la soberanía de las mayorías, mientras que en la oligarquía la minoría ejerce la soberanía; sin embargo, las dos incurren en una injusticia. 

En efecto, la oligarquía, al poner la soberanía sólo en la minoría (los ricos) el gobierno se convertirá directamente a una tiranía. La democracia, por otro lado, distribuirá la riqueza de los ricos entre la mayoría.

Puede ser que sea factible hacer eso, pero se debe hacer imponiendo límites. Aristóteles nos presenta un ejemplo. 

Digamos que tenemos diez ricos y veinte pobres. De entre los ricos, seis de ellos tienen una posición y de los veinte pobres quince sostienen otra. Los cuatro ricos que restan del grupo se unen a los quince pobres y los cinco pobres restantes se unen a los seis ricos quedando algo así: 11 por el lado de los primeros 10 ricos y 19 por el lado de los veinte pobres anteriores. Es obvio que el segundo grupo es el que gana y así tendremos una democracia donde no se excluye a los ricos.  

Si pasara que los grupos tienen iguales votos, se decidirá por sorteo quien gane. 

Clases sociales

La clase que es más conveniente para el sistema democrático es la de los labradores. Esta clase vive de su propio sustento y no tiene tiempo para acudir a asambleas ni consejos, pues debe estar preocupado de su subsistencia. De este modo, esta clase nunca codiciará las cosas de los otros labradores o ciudadanos. 

Además, esta clase posee una robustez que las otras no poseen y por lo tanto también servirán para la guerra. 

Elección y participación de cargos públicos

Cuando se otorga el derecho a los ciudadanos de elegir ellos los magistrados, al mismo tiempo se satisface las necesidades de mando que tienen. Para las magistraturas de alto nivel es necesario exigir una alta calificación propietaria, así, sólo los mejores pueden ejercer las magistraturas y el pueblo confiará en que se llevarán las cosas correctamente.

Para que los ciudadanos participen de los cargos públicos es necesario que no se les exija mucha renta. 

Mercaderes

Aristóteles no se explaya mucho sobre los mercaderes, salvo que son quienes se pasean por los mercados y no pueden vivir sin el trabajo del agricultor. 

Conservación de la Democracia

Más importante que fundar o establecer un Estado democrático es mejor conservarlo por un largo período de tiempo. 

Los demagogos para agradar al pueblo confiscan todos los bienes materiales de los ricos, pero esto es una pésima forma de hacer democracia. Para esto, es mejor que la ley determine que se disponga de los bienes que fueron recaudados por traición, y que no se vayan al tesoro público, sino como tributo de los dioses. 

Problemas que pueden suscitarse

El vicio en la democracia puede hacerse visible cuando la ciudad es demasiada populosa y el Estado no alcanza a hacer que todos los ciudadanos participen; este es uno de los peligros más frecuentes en las democracias. Su solución sería que el Estado pida contribuciones extraordinarias para abarcar a todos los ciudadanos en la asamblea.  

Si el Estado no puede pedir dichas contribuciones y por lo tanto no puede recurrir a todos los ciudadanos, entonces los ciudadanos se tendrá que reunir en las asambleas pocas veces y por poco tiempo. 

Cuidarse de los demagogos también es importante porque ellos son los que pueden hacer que la democracia se transforme en tiranía. 


Conclusión

La visión de Platón puede ser la más complicada de aplicar a una nación, mientras que la de Aristóteles se asemeja bastante a lo que entendemos ahora por democracia. Debemos comprender que la visión que tenían los atenienses de la democracia no es la misma que tenemos ahora. Pensemos que en esos años quien era el pueblo (demos) eran aquellos mayores de 18 años, nacidos de padres y madres atenienses. Las mujeres, los esclavos y los extranjeros quedaban excluidos de este régimen. 

viernes, 2 de agosto de 2019

Acedia (aburrimiento medieval)

Image from page 188 of "The Vision, or Hell, Purgatory, and Paradise of Dante Alighieri" (1916)
Imagen del purgatorio que tenía Dante Alighieri

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Acedia (aburrimiento medieval)

Uno de los términos sumamente rebuscados en la terminología de la filosofía medieval: la acedia. Es una especie de letargo en que los monjes renuncian a ejercer la vida espiritual para dedicarse a la pereza. 

El primero en describirla fue Santo Tomás de Aquino en el segundo libro de la Suma Teológica donde se habla de la pereza. Para aquello, Santo Tomás utiliza la definición de Damasceno:


''La pereza es una pena que el hombre tiene a causa del cansancio del trabajo, el hombre se vuelve perezoso y por lo tanto no quiere ejercer la vida espiritual'' 

La pena es un pecado en sí misma y por sus efectos, ya que esta detiene al hombre del bien espiritual. Cuando el hombre se aleja del bien espiritual, entonces se acerca al mal. 

La vida espiritual es un trabajo que el hombre ejerce, pero se deja cuando encuentra pena en esa vida, es decir, ya no quiere ejercerla por pereza. Recordemos también que la pereza es un pecado capital. 

No debe pensarse que esta acedia es un estado de necesidad, sino que más bien de satisfacción. La pereza no busca la necesidad de descansar del trabajo, sino que más bien tener la satisfacción de no tener trabajo. Este ''torpor'', como lo define Santo Tomás de Aquino, adormece a los hombres espirituales y los dirige a una especie de letargo donde ya no quieren dedicarse a su vida contemplativa. 

La última expresión de la acedia es caer en el suicidio, una pena máxima que se tiene del mundo en general para luego quitarse la vida. 

Conclusión

Es preciso encontrar la diferencia entre la pereza y el ocio. Muchos confunden estos dos conceptos y creen que justamente descansar y holgazanear es el ocio, pero eso no es correcto. Ya lo decía Marco Tulio Cicerón quien nos hablaba del Ocio con dignidad, y Lucio Anneo Séneca sobre lo valioso que es el ocio para el trabajo. Podríamos decir que la sociedad de hoy, sobre todo los jóvenes, son personas hedonistas que solo buscan el placer y no la contemplación; bueno, en la mayoría de los casos.

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