viernes, 7 de septiembre de 2018

Maimónides - Guía de los Perplejos (Libro I: Antropomorfismo) (Parte I: Conceptos de la Torah) (1190).

Es uno de los libros mas influyentes en la religión judía, de hecho, sería la primera vez que se habla del judaísmo en términos filosóficos. Vemos aquí la exigencia de Maimónides para encontrar una mirada más racional a las Sagradas Escrituras del judaísmo, sin embargo, este libro no encontrará pocos detractores, pues ya desde su texto ''Mishná Torah'' a Maimónides se le había perseguido por tratar de reconciliar la doctrina aristotélica con la Torah. El siguiente tratado parecerá un desarrollo filológico en los primeros 20 capítulos, pero ya veremos que no lo es. Tengan paciencia porque es mucho vocabulario.


Referencias:

(1) En el sentido que Dios no es visible para el ojo humano.


Definición:

(1) Elohim: significa ''dioses''


Guía de los Perplejos


LIBRO I: ANTROPOMORFISMO
(Parte I: Conceptos)

Capítulo I: Imagen y semejanza


Existe una confusión cuando se piensa en el siguiente versículo del Génesis:

''Hagamos a un hombre a nuestra imagen y semejanza''
(Génesis 1:26)

Muchos tienden a pensar que esto puede referir a que Dios tiene cuerpo de humano. Sin embargo, Dios es total esencia, total incorporeidad.

Concepto de Selem (imagen) y Demut (semejanza)

Maimónides deja en claro al menos tres conceptos para describir la incorporeidad de Dios:

  1. Toar: forma
  2. Selem: imagen
  3. Demut: semejanza

Cuando se dice ''a imagen'' quiere decir que se hace la parte intelectiva del hombre y no su figura externa como se podría imaginar, es decir, no se trata de la apariencia sino que de lo interno. 

En otras palabras, la imagen de Dios es en verdad la percepción del hombre, la percepción intelectiva. Esta percepción es comparada con la de Dios y por eso se dice que es a ''imagen'' de Dios. 

Capítulo II: El bien y el mal

El problema del bien y el mal es recurrente en el Génesis. Este se da primeramente en el relato de Adán y Eva, donde Maimónides se cuestiona, a partir de lo dicho por un sabio judío, que si Adán tenía inteligencia antes de comer el fruto. 

Maimónides dice que el hombre fue inteligente incluso antes de comer el fruto, pues él era imagen y semejanza de Dios. En ese estado, Adán no podía comprender el principio de las verdades probables o de carácter moral. De ahí que Adán comenzará a dar rienda a sus impulsos naturaleza humana.  

Desde ese momento, cuando Adán come el fruto, pierde la facultad intelectiva y por lo tanto queda en calidad de Elohim(1). Es decir, ''conocedores del bien y el mal'' pero esto no significa que sean conocedores de lo verdadero y de lo falso.


Capítulo III: La forma y la figura en Dios

Temuna y Tabnit

Desde este capítulo, Maimónides se propone analizar cada concepto de la Torah que puede tomarse como una confusión. Uno de ellos es el Temuna y Tabnit. 

Ambas palabras significan ''forma''. Tabnit es tomada como la forma de cualquier cosa: la de un triángulo, un rectángulo, un árbol, etc. Por otro lado, Temuna tiene al menos 3 significados diferentes:

  1. Las cosas que se perciben
  2. Las formas de la imaginación
  3. La idea de un objeto captada solo por la inteligencia

Esta última acepción es la que se utiliza en la biblia con respecto a la esencia de Dios. 

Capítulo IV y V: Ver, Mirar y Contemplar

Estos tres verbos se dicen de tres maneras en la lengua hebrea:

  1. Raa: ver
  2. Hibbit: mirar
  3. Hasa: contemplar

El primer verbo (Raa) significa ver con la inteligencia, mientras que Hibbit se emplea con sentido figurado como cuando se dice que Moisés tuvo miedo de ''mirar'' a Dios(1). Finalmente Hasa significa ''percibir mentalmente'' en sentido figurado. 

Debe remarcarse que ninguno de estos verbos se debe tomar en al forma literal de las sensaciones, sino que al contrario, de forma figurada e intelectiva. 

Capítulo VI y VII: Las palabras Ich, Icha y Yalad


Ahora tenemos los siguientes conceptos:

  1. Ich: hombre
  2. Icha: mujer
  3. Yalad: engendrar

Obviamente, ich e icha se toman de manera figurada para mencionar tanto al hombre como la mujer, interpretándose también como ''hermano'' y ''hermana''. 

La palabra yalad significa ''engendrar'' pero también toma otros conceptos como ''crear'', ya sea cosas tangibles o del pensamiento.

Capítulo VIII y IX: Las palabras Makom y Kisse

Tenemos luego otras dos palabras aplicada a Dios

  1. Makom: lugar
  2. Kisse: trono

Básicamente cuando se aplica Makom a Dios, quiere decir la altísima condición de su existencia. No que Dios está en un determinado lugar. 

Por otro lado, por supuesto, la palabra Kisse no quiere significar que Dios está en un trono como lo conoceríamos visualmente. Al contrario, ''trono'' quiere decir que Dios gobierna en toda su majestad, pues la excelencia es una característica que está en sí misma, es decir, es inherente a él. 

Capítulo X: Las palabras Ala y Yarad

Aquí tenemos el significado de las siguientes palabras Ala y Yarad:

  1. Ala: subir/ascender
  2. Yarad: bajar/descender

Estos términos se aplican tanto en el ámbito tangible como en el intelectual. Se aplica tanto cuando el hombre baja del intelecto o su fortuna ha bajado. También puede significar la grandeza de poder en cuanto a Dios o a un profeta. 

Capítulo XI, XII y XIII: Yachab, Kam y Amad

Veamos ahora el de los siguientes verbos que tienen que ver con la posición:



  1. Yachab: sentado
  2. Kam: levantarse
  3. Amad: estar de pie

Yachab no solo quiere decir sentado en cuanto al uso cotidiano, sino que también quiere decir ''permanente'', ''inmutable''. Su cambio se ve en el siguiente versículo:

''Mas tu Señor permaneces (techeb) para siempre''
(Salmos 102:12)

La palabra Kam no solamente quiere decir ''levantarse'' en tanto uso cotidiano, sino que también quiere decir ''emprender'' o ''prometer''. Claro, cuando uno emprende algo necesariamente debe levantarse. 

Amad quiere decir también ''permanecer erguido'', ''firme'' por lo que cuando esto se aplica a Dios. Cuando se dice que la justicia de Dios es eterna, se dice que también es firme, que no tambalea. 

Capítulo XIV, XV y XVI: Las palabras Adam, Nasab y Sur

Tenemos ahora las siguientes palabras:

  1. Adam: hombre
  2. Nasab: ponerse o pararse
  3. Sur: roca

El término Adam, que es el mismo que se usa para hablar de la primera creación humana de Dios, también tiene el significado de ''plebe'' o ''pueblo''. Al igual que Yasab, Nasab quiere decir pararse o quedarse para siempre. Finalmente, tenemos la palabra Sur que significa ''roca'' en su sentido común, pero también quiere decir en el contexto de las Sagradas Escrituras, el orígen de las cosas como lo dice Isaías:

''Mirad la roca de donde fuisteis cortados''
(Isaías 51:1)

Así hay muchos otros versículos que quieren indicarnos el origen de las cosas.

Capítulo XVII, XVIII, XIX y XX: Las palabras Karab, Male y Ram

Ahora tenemos las siguientes palabras:

  1. Karab: acercarse
  2. Male: llenar
  3. Ram: alto

Aparte de que Karab signifique ''acercarse'' en el sentido amplio, también quiere decirlo en un sentido espiritual; como por ejemplo, me acerqué más a Dios. La palabra Male puede significar dos cosas: por un lado cumplir los mandatos y lograr el más alto objetivo como cuando se dice que Dios llena la tierra de su gloria. 

Finalmente, tenemos el concepto Ram que significa ''alto'' no solo en espacio, pero también en dignidad, grandeza y honor. Para Dios, esta palabra debe tomarse en la segunda acepción antes dicha: grandeza.

Capítulo XXI, XXII, XXIII, XXIV: Las palabras Abar, Bo, Yasa y Halak

En estos capítulos veremos las siguientes palabras:


  1. Abar: pasar
  2. Bo: venir
  3. Yasa: salir
  4. Halak: andar o caminar

Además de su verbo cotidiano, Abar quiere decir ''presencia'' de lo divino en las Sagradas Escrituras; presencia misma que los profetas vieron en sus visiones. Bo quiere decir ''venir'', pero en las Sagradas Escrituras esto refiere a los acontecimientos venideros. Yasa se aplica para la aparición de alguna cosa que estaba oculta; por ejemplo, ''y la palabra salió de su boca''.

Finalmente, la palabra Halak se usa en sentido figurado cada vez que se mencione a Dios. Significa la manifestación de algo espiritual, como por ejemplo, cuando se decía que la protección divina se aleja ''andando''. 

Capítulo XXV, XXVI, XXVII, XVIII, XIX y XXX: Las palabras Chacan, Regel, Asab y Acal.

A continuación tenemos las siguientes palabras:

  1. Chacan: morar
  2. Regel: causa
  3. Asab: irritarse
  4. Acal: comer

Chacan se toma de manera figurada con los objetos inanimados para decir que estos se mueven. Regel quiere decir causa, pero también se usa de manera concreta para decir ''pie''. De ahí que se traduzca ''bajo sus pies'' como causa. Tenemos la palabra Asad que significa ''irritarse'',  como cuando Dios lanza su ''furia'' contra quienes lo desobedecen, pero esto quiere decir en verdad, en sentido figurado, que Dios no advertía a los profetas de lo que se vendría. En otras palabras, que Dios decretaba los acontecimientos, pero sin advertir a los profetas. 

Finalmente tenemos la palabra Acal que significa ''comer''. En el Talmud ya se interpretaba la palabra ''comer'' como ''dar sabiduría'', o ''alimentarse de sabiduría''.

Resumen de lo abordado

¿Por qué toda esta interpretación o exégesis? Todo esto ha sido abordado con el propósito de demostrar una sola cosa: la necesaria interpretación de las Sagradas Escrituras. Imaginemos lo difícil que debió haber sido para los traductores del Antiguo Testamento, tratar de interpretar la biblia literalmente. En efecto, podrían resultar cosas ridículas como la corporeidad de Dios que es justamente lo que Maimónides está tratando de refutar.

La importancia de entender los textos sagrados no es una cuestión simple, pues de aquí emergen las reglas que la comunidad judía impondrá a sus nuevas generaciones.

Conclusión

Tal y como lo hubiese hecho San Agustín de Hipona 600 o 500 años antes, Maimónides lo traspasa al pueblo judío. No es que Maimónides se haya inspirado ni mucho menos haya buscado en los escritos de San Agustín. Esta es una interpretación única del filosofo judío para todo aquel que se interese en la lingüística hebrea y en la Torá.

miércoles, 5 de septiembre de 2018

Maimónides - Mishné Torah (1166).

Este fue el libro con el cual Maimónides se estableció como el gran pensador judío como lo pone la historia. Ya era hora que viéramos un análisis en materia religiosa de parte de Maimónides, ya que todo lo anterior que hemos visto ha sido visto desde la filosofía, la lógica y la historia. Sólo debemos considerar los distintos puntos de vista que Maimónides tenía, para darnos cuenta que la mirada que dará a la Torah no será estrictamente religiosa sino que más bien lógica. Tenemos que decir, que no podremos ver el libro completo, pues tal hazaña tomaría mucho tiempo. Veamos el siguiente tratado del filósofo.

Referencias:

(1) 70 ancianos que Dios le pidió a Moisés que se reunieran. Eran ancianos de Israel.
(2) Se refiere a los hititas, gergeseos, amorreos, cananeos, ferezeos, heveos y jebuseos.
(3) Amalek es mencionado en el Éxodo y su pueblo (los amalecitas) atacaron a Josué. 
(4) La misma costumbre que tendrían con los musulmanes con la palabra Allah, que sería el nombre de Dios. 
(5) En el Mateo 5:17, Jesús dice a sus discípulos ''No he venido para abrogar la ley, sino que para cumplirla''.



Definición:

(1) Nefesh: significa ''espíritu'' en hebreo.


Mishné Torah

Capítulo I: Los preceptos de Moisés

Fue Dios quien ordenó a Moisés a que el pueblo siguiera los 10 mandamientos y otros preceptos presentes. Luego de darle todos los preceptos, Moisés lo dio a las distintas tribus y guardó una en el Arca de la Alianza, con la intención de que quede como evidencia para los demás pueblos. Estaque Moisés ha mandado a guardar es la conocida Torá Oral. 

Si bien no están escritos, Moisés dejó los preceptos a Josué y este los dejó a los 70 ancianos(1).

Algunos de los preceptos eran los siguientes:

  1. Derribar la idolatría y todos sus complementos (Deuteronomio 13:17).
  2. Dar muerte a los habitantes de la ciudad apóstata (Deuteronomio 13:17).
  3. Destruir las 7 naciones (Deuteronomio 20:17)(2).
  4. Destruir la descendencia de Amalek (Deuteronomio 25:19)(3).

Estos entre muchos otros han sido los preceptos que Moisés ha dejado a la comunidad judía gracias a Dios. 

Capítulo II y III: La Creación

Por supuesto, la forma de amar a Dios es básicamente observar la belleza que ha creado y comprender que uno mismo es una pequeñez, entre su creación. Para comprender esta creación, Maimónides menciona los siguientes puntos. 

Dios creó a los seres desde los siguientes niveles:
  1. Materia y ente como hombres, animales y otros seres.
  2. Materia y ente, pero no de la misma forma como con los hombres o animales. Al contrario, la forma de la que estamos hablando no cambia para nada, se queda tal como está. En este punto están los astros y planetas
  3. Creaciones sin materia. A este grupo pertenecen los ángeles.

Ahora, en las mismas escrituras hay relatos donde se dice que los ángeles tenían cuerpo, pero eso está dicho de forma alegórica. Al igual que cuando se dice ''Dios dijo a Moisés'' eso no quiere decir que Dios tenga boca. 

Todos estos seres tienen cierto orden metafísico donde son los ángeles quienes están en el primer lugar. En este nivel hay por lo menos 10 niveles más que se componen:

  1. Jaiot
  2. Ofanim
  3. Arhelim
  4. Jashmalim
  5. Serafim
  6. Malhajim
  7. Elohim
  8. Bene Elohim
  9. Kerubin
  10. Ishim 

Se supone que en el primer nivel ''Jaiot'' se encuentra Dios, mientras que los ángeles más inferiores están en el nivel 10. Estos son los ángeles inferiores que se comunican con los profetas, y por eso estos se aparecen a los hombres, pues estos se asemejan a la perfección del hombre.

Por supuesto, ninguno de los ángeles puede conocer a Dios tanto como él se conoce a sí mismo. Sin embargo, estos ángeles, sobre todo los primeros que se le acercan más, pueden percibirlo. 

¿Conoce Dios a todas las criaturas? no como nosotros las conocemos, pues Dios solo debe mirarse a sí mismo para conocer a todas las criaturas; todas provienen de él. 

Capítulo IV: Esencia y materia

Maimónides nos dice que todos los seres tienen como esencia algo llamado nefesh(1) que es otorgado por Dios. Es el Génesis el que describe esta esencia de Dios en los seres:

''Hagamos a un hombre hecho a imagen y semejanza''
(Génesis 1:26)

Es decir, que su finalidad sean las ideas y el conocimiento para que así llegue a ser más parecido a los ángeles. 

¿Cómo llega la enseñanza de esto a los hombres? los hombres son enseñados de la siguiente manera: bajo el Maasé Mercaba y el Maasé Bereshit.

Maasé Merkaba: son las enseñanzas de la Torah que se imparten a los que ya tienen conocimientos previos sobre la misma, y por lo tanto su enseñanza es pública. Aquellos que por sí mismos son capaces de entender.

Maasé Bereshit: se enseña en forma particular aunque el estudiando no tenga la capacidad de aprenderlo por sus propios medios. 


Capítulos V: Transgresiones

En la Torah hay ciertas reglas que los judíos deben atender siendo las más controversiales las que Maimónides aquí explica. 


  1. Si a un judío le obligan a transgredir los preceptos porque de otro modo lo matan, entonces debe dejarse matar. Si el judío a quien matan está solo, entonces no debe dejarse matar, pero si llega a estar en la presencia de 10 judíos, entonces debe dejarse matar. 
  2. Si un no judío amenaza a las mujeres diciéndoles ''entréguenos sus mujeres para impurificarlas, de lo contrario impurificaremos a todas'', entonces deben dejarse impurificar y no entregar la mujer judía.
  3. Si un judío está en riesgo de muerte por enfermedad y necesita transgredir un precepto para ser curado, entonces puede transgredir dicho precepto. Además la solución no debe producir placer (gustar de comida deliciosa, o permanecer perezoso), sino que debe ser correspondiente a la enfermedad (tomar medicamentos, ponerse un vendaje,. etc.).
  4. El sabio debe tener una actitud más correcta que cualquier otro judío. Jamás debe faltar el respeto al adversario, incluso si este fue muy agresivo. 

Como vemos, todos estos preceptos son de lealtad hacia la comunidad judía. 

Capítulo VI: Los nombres y los textos

Para el judaísmo, los nombres de cada persona son algo importantísimo que define a cada persona. Es por eso que hay ciertos nombres que no se pueden borrar(4) y si alguien es sorprendido borrandolo, podría ser sujeto de un castigo. 

Aquí están los nombres que no se pueden borrar:

  1. Hvdy
  2. A-donai
  3. E-l
  4. E-loha o E-lohim
  5. E-hye
  6. Sh-adday
  7. Tze-vaot

Quienquiera que borre estos nombres puede padecer un castigo. Sin embargo, si el hombre borra una letra de estos nombres, entonces no recibirá castigo. Los apelativos que se hagan de estos nombres como, ''sabio'', ''inteligente'', ''agudo de pensamiento'', pueden ser borrados. 

Los textos bíblicos o cualquier texto que incluya algo sagrado no puede ser quemado o  destruido. Es por esto que existe el contenedor llamado Guenizá, el cual sirve para guardar dichos escritos. Este no tiene el propósito de conservarlos sino que de no profanar el nombre de Dios a través de la quema o destrucción de estos escritos. 

Capítulo VII: Los profetas

Los profetas son guiados por Dios, es decir, la profecía cae sobre ellos, ellos no hacen la profecía. Estos hombres son los que pueden conocer a los ángeles llamados Ishim

Estos perciben la profecía ya sea en sueños, en una visión nocturna o incluso en luz de día. La mayor parte de las veces los profetas se desmayan, luego de ver la aparición. También pueden presentarse de forma alegórica, es decir, a través de objetos como fue la vara de almendro en Jeremías o el rollo escrito de Ezequiel. 

Las profecías pueden ser personales para que la profecía ilumine al profeta, o puede ser que Dios envíe una al pueblo. Puede ser que un pueblo sea engañado por un hombre, ya que es difícil demostrar una profecía. Sin embargo, de todas maneras se debe escuchar al hombre que dice ser profeta y luego debe probarlo. Aunque exista una mínima chance de que mienta, la comunidad judía debe escucharlo y nadie sería culpable si el falso profeta fuera descubierto. Así dice la biblia:


''Porque el hombre mira a los ojos, pero Dios mira los corazones''
(Samuel I 1:16)

De ahí puede ser que la elección de un profeta o la veracidad de este se vuelva tan difícil de comprobar, y por lo tanto que surjan falsos profetas. 

Capítulo VIII: Los milagros del profeta

El más grande profeta de la biblia fue Moisés y es a éste al cual se consagran los judíos. Cualquier hombre que quiera asemejarse a Moisés, incluso haciendo ''milagros'' más espectaculares que él, el pueblo judío debe desoírlo. 

¿Por qué? básicamente porque si un profeta viene a contradecir o a realizar milagros que no han sido profetizados. Por lo tanto, debe ser rechazado de la comunidad judía inmediatamente. 


Capítulo IX

Tenemos aquí que no aparecerá un profeta cambiando las leyes o destruyendo lo que se ha hecho en los tiempos de Moisés. Sin embargo, la biblia dice:

''Les haré surgir un profeta de entre ustedes, como tú, y pondré mi palabra en su boca y dirá a ellos todo lo que les prescriba''
(Deuteronomio 18:18)


Por lo tanto, los profetas genuinos solo vienen a confirmar la palabra, no vienen a fundar una nueva religión ni a llevar algo nuevo, sino que a cumplir la palabra de Dios con Moisés(5).

Una vez que se asegure que dicho hombre es el profeta, entonces se debe proceder a seguir lo que él dice. Ningún profeta puede abolir la ley ni cambiar los preceptos por más mínimos que estos sean. 

Capítulo X: Las pruebas de la profecía

Las pruebas de la profecía son aquellas que están relacionadas con el futuro. Es decir, el profeta debe decir a la comunidad lo que ocurrirá en el futuro y esperar. Pareciera ser que más que los milagros, los profetas debe ser puestos a prueba por su capacidad de predecir el futuro. 

¿En qué se diferencia un profeta de un adivino entonces? En que el adivino no siempre acierta a los acontecimientos del futuro y el profeta siempre lo hace. 

Conclusión

Es increíble la rigurosidad y lo estricto que son los judíos con respecto a las señales y otros indicios de un futuro profeta. En todo caso, se comprende esta actitud, pues se supone que la aparición de un profeta cambiaría todas las cosas del mundo; sin embargo, el camino es largo y está lleno de engaños. Es así que los judíos consideran un engaño la imagen de Jesús, pues este hombre iba en contra de las antiguas enseñanzas. 

domingo, 2 de septiembre de 2018

Maimónides - Epístola a Yemen (XI - XX) (1172).

Ya hemos examinado al menos las 10 primeras cartas que Maimónides envió a la comunidad judía de Yemen, y ahora nos faltan ver otras 9. Si las primeras diez cartas vistas anteriormente fueron polémicas, no esperemos algo menor en las que siguen pues el filósofo aún no ha terminado su idea con referencia a la conversión forzosa que estaba sufriendo la comunidad judía. Ya vemos como ha destruido la idea del islam (e indirectamente el cristianismo), pero aún queda algunas cosas que decir.

Epístola a Yemen


Epístola XI


Como habíamos dicho en las epístolas anteriores, la imágen del falso profeta fue recurrente en la historia. Maimónides dice que para identificar a los falsos profetas, quien diga ser un profeta debe hacer los mismos milagros que hacía Moisés. De no ser así, entonces estaríamos ante el espectáculo de un falso profeta. 

No solo eso, si existiese un falso profeta, a este se le debe dar muerte. Hay que considerar que un falso ídolo es peor que un hombre apóstata, pues éste último puede alcanzar la conversión. Maimónides considera el acabar con un falso profeta, ya que este está acabando con la profecía de Moisés. 

Epístola XII

Hay una promesa en las Sagradas Escrituras donde se anuncia el mesías, pero ¿cuándo vendrá? Maimónides nos dice que hay diferentes versiones y fechas de cuándo vendrá, pero ninguna que asegure el tiempo exacto. 

La verdad es que Maimónides pide que los judíos, además de ser pacientes, no calculen por medio de las escrituras cuando debería existir un nuevo mesías. De hecho, si se calculan los años de cada época se diría que cada una tuvo 400 años, es decir, a cada 400 años aparecía un profeta. Sin embargo, esto puede no ser posible, porque las Sagradas Escrituras nunca mencionan algo parecido. 

Por lo tanto, al mesías se lo debe seguir esperando tal como se indicaba. 

Epístola XIII

En esta epístola Maimónides exhorta a la comunidad judía a no creer en los astrologos. Por muchos años los astrólogos han intentado describir el futuro y vaticinar los hechos por medio de las lecturas que hacen de los astros. Sin embargo, de acuerdo con las Sagradas Escrituras los astrólogos hicieron muchas predicciones equivocadas. 

Una de ellas fueron las constantes plagas que ocurrieron en Egipto. Los astrólogos decían que sería un período de integridad, abundancia y buen clima, lo cual no fue en absoluto cierto. Es ahí donde dice el mismo Isaías:

''¿Dónde están estos hombres sabios? díganles ahora lo que Dios ha destinado para Egipto'' 
(Isaías 19:12)

Por lo tanto, los hombres judíos de Yemen solo deben mantenerse con la promesa de los profetas de las Sagradas Escrituras, y no con estos falsos adivinos.

Epístola XIV

Aquí Maimónides introduce un concepto muy interesante que en astrología se llama triplicidad. ¿Qué es la triplicidad? cuando los signos zodiacales se dividen por ternarios, es decir, tres signos se dividen por características distintas. Así, en el zodíaco tendríamos la siguiente triplicidad:


  1. Tierra: Tauro, Virgo y Capricornio
  2. Aire: Géminis, Libra y Aries
  3. Agua: Cáncer, Escorpión y Piscis
  4. Fuego: Aries, Leo y Sagitario

En este sentido, Maimónides nos dice que Abraham, Isaac y Jacob vivieron en la época donde los astros favorecían a los signos de tierra. 

Esto ocurre así: la primer conjunción se da cada 20 años solares. Estas conjunciones toman lugar 20 veces más en la misma triplicidad (tierra) por 240 años. Luego tenemos otra conjunción que sería dada 960 años después, en el segundo encuentro entre Júpiter y Saturno. Esto demostraría que Abraham, Isaac y Jacob vivieron en la época de tierra, pero en la época de tierra también vivió Salomón que era el más sabio de todos. 

En fin, si confiamos en la astrología, deberíamos decir que los grandes profetas judíos hicieron lo que hicieron por influencia de los astros y no por el mandato divino de Dios. 

Epístola XV

A los únicos profetas que se debe seguir son Daniel e Isaías que incluso predijeron la llegada de Mahoma, no como un profeta, pero como el hombre que se levantaría contra Roma. 

Epístola XVI


En la carta que Jacob envió a Maimónides se habla sobre un hombre que se autoproclama el mesías. Maimónides no está sorprendido en absoluto, además de que tampoco se sorprende de que mucha gente le crea, pues muchos de ellos fueron persuadidos. 

Maimónides les hace recordar que el mesías es alguien incluso superior que Moisés, alguien que está investido del poder de Dios. 


Epístola XVII

Una cosa más hay que considerar del mesías. Él será una persona sabia, fuerte y rica. Otra de las profecías del mesías dice que éste aparecerá en el Templo de Israel:

''De repente aparecerá en el templo''
(Malaquías 3:1)

Tampoco se sabrá de su madre o de su padre o de sus hermanos, pues la biblia misma dice que aparecerá desde la tierra seca. 


Epístola XVIII

Subsecuentemente, todos los enemigos de Israel caerán inevitablemente, ya que así lo han dispuesto las Sagradas Escrituras. Lo que viven los judíos de Yemen es una de las tantas desgracias que caerían sobre las comunidades judías, pero ellos deben mantenerse en pie para que no sean aplastados por el enemigo. 

Epístola XIX

En esta epístola, Maimónides cuenta una experiencia en la época de su padre, cuando un hombre se había autoproclamado el mesías luego de predecir una lluvia de ''sangre''. En efecto un día viernes llovió, pero no precisamente sangre sino que greda. Este artificio del cual se valió este falso profeta funcionó y mucha gente lo siguió. 

Este profeta les dijo que dieran todos sus bienes materiales a los musulmanes y cuando aquello pasó, la gente se vio envuelta en deudas que no pudieron pagar. Los gentiles, que en ese tiempo gobernaban, dieron cuenta de este hombre y lo enviaron a Palestina donde posteriormente murió. 

Epístola XX

Desde esos días, muchos otros hombres se auto proclamaron mesías y engañaron a la gente muchas veces. Maimónides incita y exhorta a la comunidad judía de Yemen a no dejarse llevar por los falsos profetas, basándose en las cosas ya dichas en las Sagradas Escrituras. 


Conclusión

Teniendo esta exhortación final de Maimónides, vemos que lo nuevo que ha integrado el filósofo es esa crítica a la astrología. En efecto, la astrología ha sido criticada desde las distintas religiones porque privilegia el puesto de los astros por sobre los de Dios. Sin embargo, muchos maestros judíos considerarán la astrología como algo válido, sin escuchar las críticas que Maimónides haría. De hecho, aún nos falta ver la gran crítica que el filósofo hace en su ''Carta contra la astrología''

viernes, 31 de agosto de 2018

Maimónides - Epístola a Yemen (I - X) (1172).

¿Qué lleva a Maimónides a escribir una carta a la comunidad judía de Yemen? la pérdida total de identidad judía que en aquellos tiempos se estaba produciendo. Estas son cartas que Maimónides escribió para guiar a la comunidad judía hacia el bien, ya que en aquellos tiempos la comunidad de Yemen estaban siendo convertidos forzosamente al islam por un hombre que se autoproclamó mesías. Tras esta confusión, el jefe de la comunidad de ese entonces, Jacob ben Netanel, pidió ayuda al gran Maimónides para calmar a la población.

Referencias:

(1) Esto sin contar a Mahoma. 
(2) De ahí que se hable de una Torah de oriente y occidente, además del Talmud.

Epístola a Yemen


Contexto

Corría el año 1165 donde una forzosa conversión al islam fue llevada a cabo por Abd-al-Nabi ibn Mahdi, quien había tomado posesión de Yemen: una localidad al sureste de Arabia Saudita. Maimónides alienta a la comunidad judía a través de estas cartas, no solo para que se mantengan en la fe, sino que también los exhorta a pensar y a defender la religión. 

En estas cartas no solo veremos esta invitación de Maimónides a permanecer firmes, también veremos argumentos convincentes sobre la fe, la religión y la filosofía. 

Epístola I

Maimónides escribe a Jacob diciendo lo maravilloso que ha sido el judaísmo y como este puede abarcar desde España hasta Babilonia. 

Epístola II

Esta epístola comienza diciendo que su popularidad (la de Maimónides) ha decrecido después de que tuvo que exiliarse en Egipto por los musulmanes. Nos dice que su vida no ha estado exenta de dificultades, y que recién acaba de instalarse en una ciudad para poder estudiar la Torah. 

Maimónides recibe la información de esta forzada apostasía que el líder musulmán está provocando, obligando a muchos judíos a renunciar a su fe. Es en esta parte donde Maimónides dice a Jacob que se prepare porque ahora comenzará a hablarle al pueblo de Yemen, recalcando que el judaísmo es la religión más Divina que existe. 

Epístola III

Maimónides le dice a la comunidad que ellos son una nación única creada por Dios, ya que ha si lo ha dicho en numerosos pasajes. Si los judíos son el pueblo de Dios, entonces todos los pueblos que busquen la destrucción de este serán enemigos. 

Los dos modos en que la comunidad judía se ha visto atacada es a través de la guerra y la controversia. Por la guerra se ha sabido que muchos pueblos han atacado directamente, mientras que por controversia los cristianos han sido el peor obstáculo. En efecto, la imagen de Jesús de Nazaret opaca a la comunidad judía. 

Al ser Jesús nacido de padre gentil y madre judía, Jesús queda como un hijo ilegítimo. Las enseñanzas de Jesús aniquilan las enseñanzas judías destruyendo todas las leyes de la Torah, es decir, las leyes que Dios le dio a los profetas. 

Epístola IV

Cualquier religión posterior al judaísmo sólo sería una copia o imitación de esta. Es ilógico abolir las leyes que fueron creadas por Dios para luego anteponer las leyes de un hombre (Jesús). 

Epístola V

En todo caso, esto está dicho en el libro de Daniel donde decía que un hombre aparecería con un libro nuevo hablando otras ''verdades'', con una religión muy similar diciendo que es enviado de Dios.

Así lo dice el siguiente versículo:

''Y hablará en contra del altísimo, y a los santos del altísimo quebrantará, y pensará cambiar los tiempos y la ley''
(Daniel 7:25)

Muchos pueblos han intentado acabar con la comunidad judía, pero esto les ha sido imposible. 


Epístola VI

La prueba de que Dios establecería al pueblo judío siempre lo tenemos en el Levítico:

''Y sin embargo para todos ellos, cuando ellos estén en tierra enemigos, yo no los rechazaré, ni los aborreceré, ni los destruiré, ni quebraré mi alianza con ellos, porque yo soy Dios''
(Levítico 26:44)

Con este versículo Maimónides exhorta a los judíos a mantener su fe judía, ya que Dios está de su lado. 

Además, Maimónides aclara que los únicos que han recibido órdenes directamente de Dios han sido solo a los profetas judíos. Debemos recordar que al mismo Moisés le fue revelada toda la Torah, cosa que no ha sido hecha con otro profeta(1).

Epístola VII

Maimónides les menciona que el pueblo judío no estaría exento de dificultades en su formación y en su historia. Sufrirían como todos los demás pueblos las vejaciones de los enemigos o extranjeros. El mismo Maimónides dice que el exilio, la pérdida de dinero y la separación de la familia son pocas cosas comparadas con la gloria de Dios. Son algo transitorio lo cual Dios compensará de todas maneras en este mundo y en el otro. 

Epístola VIII

No hay necesidad de salir voluntariamente de Yemen, pues los judíos no pueden dejarse convencer por los musulmanes. De hecho, los musulmanes, según Maimónides, no tienen ninguna prueba de que en la biblia se anuncie la llegada de Mahoma. Los musulmanes acusan a los judíos de alterar la Torah a su conveniencia para no reconocer al mismo Mahoma. Hay dos razones por la que esto no sería cierto:

  1. La Torah fue traducida en sirio, griego y latín antes de la llegada de Mahoma.
  2. Han existido dos tradiciones uniformes de los textos de la Torah en oriente y occidente las cuales coinciden sin ninguna diferencia(2)


La única referencia que podría encontrarse en la Biblia sobre el profeta Mahoma, sería la escritura del Génesis ''Bimeod meod'' que aparece en los números 17:20.

''Y en cuanto a Ismael (hijo de Abraham), también te he oído; he ahí que le bendeciré y le haré fructificar y multiplicar mucho en gran manera; doce príncipes engendrará; y haré de él una gran nación''
(Génesis 17:20)

Se preguntarán ustedes ¿dónde está la alusión a Mahoma en este versículo? Bueno, la verdad es que explícitamente no está, aunque podemos decir que cuando se le dice a Ismael (quien es el considerado a heredar la tierra de Dios que supuestamente sería Medina), de alguna manera se menciona a Mahoma, pues él estuvo ahí. 

En un segundo punto, la palabra ''en gran manera'' suena en hebreo de la siguiente manera ''bimeod meod'', que sonaría parecido a como se dice Mahoma en árabe. 

Además, un argumento en contra que establece Maimónides es que el verdadero elegido a la tierra de Dios es Isaac y no Ismael, o por lo menos, Ismael está por debajo de Isaac cuando dice:

''Del hijo unido a la esclava también haré una gran nación''
(Génesis 21:13)

Como vemos la palabra ''también'' ya está haciendo una connotación inferior por la de Isaac. 

Epístola IX

Continuando con las preferencias entre Isaac e Ismael, la Torah dice: 

''Pero mi alianza la haré con Isaac''
(Génesis 17:21)

Sin embargo, los musulmanes dicen que existe otro pasaje donde se habla sobre un profeta en el Monte Paran. 

''El Señor vino del Sinaí y les esclareció desde Seir; resplandeció desde el Monte Paran''
(Deuteronomio 33:2)

Este es uno de los pasajes donde se justifica a Mahoma, pero Maimónides dice que es fácilmente refutable ya que se ocupa el tiempo pasado ''resplandeció''. En efecto si esto es así, entonces no podría haberse referido a Mahoma, a menos que hubiese dicho ''resplandecerá'' pero no es así. 

Además, en este versículo se puede ver una perfecta gradación porque primero se dice que va por el Sinaí, luego que esclarece en Israel, y finalmente en el Monte Paran brilló dicha luz lo cual indica según Maimónides que en ese lugar no se establecería ninguna profecía. 

Epístola X

Otro de los argumentos sobre el próximo profeta es el que se basa en el siguiente versículo:

''Profeta de en medio de ti, de tus hermanos, como yo, te levantará el Señor tu Dios; a él oiréis''
(Deuteronomio 18:15)

Si esto se dice en el Deuteronomio, entonces debemos comprender que el pueblo al que se le dice es al judío y por lo tanto, el profeta debe ser judío. 

Es obvio que este profeta no será alguien que creará nuevas leyes ni una nueva religión. Como sabemos, muchos falsos profetas han aparecido alrededor de la historia, pero solamente los que siguen las Sagradas Escrituras podrán identificar a los verdaderos. 

Conclusión

Realmente tenemos aquí unas epístolas bastante controversiales para la época. Maimónides aconseja desde un país musulmán a los judíos de Yemen, que también es un país e incluso más musulmán que cualquier otro. Es primera vez que vemos las refutaciones de un judío sobre el gran profeta del islam y el gran profeta del cristianismo al mismo tiempo. Verdaderamente debemos seguir analizando lo que sigue por delante. 

miércoles, 29 de agosto de 2018

Maimónides - Tratado de terminología lógica (Parte III: Orden y significado) (1150)

Hemos visto toda la parte estructural tanto de las proposiciones como la del silogismo. Ahora deberemos concentrarnos en la parte de orden y significado de las oraciones para tener un estudio completo de la gramática, en base a la lógica y sus derivados. Este plan lógico-gramatical que expone Maimónides aquí nos será de mucha ayuda para comprender sus propios textos, también basados en la lógica. Si bien todo esto parece ser una introducción demasiado general, nunca está demás revisar y revisar los antiguos planteamientos. 

Referencias:

(1) Hoy en día los lingüistas llaman a estos ''sustantivos oblicuos'', ''pronombres de objeto directo''. 


Tratado de terminología lógica


Capítulo XII: Orden de prioridades


Las prioridades se dan de 5 maneras:


  1. Tiempo: Noé es anterior a Abraham
  2. Naturaleza: Animal es primero que hombre
  3. Orden: un hombre sentado al lado del otro
  4. Excelencia: un gramático más inteligente que otro
  5. Causa: el padre es causa del hijo
Estas cinco causas nos ayudarán a explicar los términos que vienen a continuación.

Capítulo XIII: Significados en las palabras


Partículas

Lo que los árabes denominan palabra, los judíos lo denominan verbo. Aquello que no es ni verbo ni sustantivo es llamado ''partícula'', es decir, aquello que por sí solo tiene poco significado; por ejemplo, ''también'', ''tampoco'', ''nadie'', etc. 

Tipos de sustantivos

Son todos aquellos pronombres relacionados con lo directo y lo indirecto: yo, tú, él, ella, nosotros, ellos; mientras que los indirectos son: a mi, a ti, a él, a ella, a nosotros, a ellos. Los primeros se llaman directos y los segundo se llaman oblicuos(1).

También se tienen los pronombres indefinidos son aquellos que no son específicos en su descripción; por ejemplo, ''niña'', ''niño'', ''hombre'', ''mujer'', etc. 

Tipos de palabras

En la gramática existen tres tipos de palabras: sinónimos, antónimos y homónimos. 


  1. Sinónimos: palabras que comparten un mismo significado
  2. Antónimos: palabras que no comparten un mismo significado
  3. Homónimos: palabras que se escriben igual, pero tienen distinto significado
En estos últimos encontramos seis tipos:

  1. Absolutos: banco (de dinero) y banco (para sentarse)
  2. Unívocos: animal es aplicado tanto a hombre y perro.
  3. Anfíbol: cuando dos objetos contienen un mismo nombre, pero no la misma esencia; por ejemplo, un hombre llamado Ruben, un hombre muerto, o la imagen de un hombre.
  4. Generales y particulares: palabras que se engloban muchas otras; por ejemplo, animal, hombre, planta, etc.
  5. Metafóricos: cuando se reemplaza un sustantivo dando otra connotación; por ejemplo, león puede referirse al animal pero puede usarse para caracterizar a un hombre fuerte.
  6. Extendidos: todos aquellos que caen dentro de los casos gramaticales. 

Las clases de homónimos de hoy en día tienen otra clasificación como por ejemplo, gramaticales, lexicales o morfológicos. 

Capítulo XIV: Significado de las ciencias

Logos

El logos tiene al menos tres significados:

  1. Comprensión del hombre sobre las ciencias
  2. La idea para que el hombre fue concebido; discurso interno
  3. La interpretación de lo que piensa o cree el hombre

En la mente es donde el hombre concibe la lógica así como también el lenguaje. En este sentido, el logos sería lo primero y el lenguaje lo último que sale del hombre. 

Arte

Es aplicado tanto al concepto de pensar como también al manejo de los manual; todo aquello que es productivo. 

Filosofía teórica


Se divide en tres aspectos:


  1. Matemáticas: estudia las cosas materiales de manera abstracta.
  2. Física: estudia las cosas existentes en cuanto a la naturaleza. 
  3. Teología: estudia todas aquellas cosas que no son materia y también analiza las causas remotas. 

No cuenta la lógica como ciencia, ya que la lógica sirve como instrumento de ciencia

Ciencia política

La ciencia política se divide en 4 partes:

  1. Gobierno de sí mismo: adquisición de hábitos morales
  2. Gobierno doméstico: conocimiento de cómo se deben organizar los miembros de una casa. 
  3. Gobierno de una ciudad: entrega de los conocimientos para ser feliz y en orden en sociedad, por medio de reglas. 
  4. Gobierno de las grandes personas: seguir las reglas de aquellos intelectuales que nos dieron las leyes (nomoi) de la sociedad. 

Todo esto es lo que se debe considerar tanto en las palabras como en el conocimiento de ciertos temas. 

Conclusión

Me parece que esta última parte tiene muy bien conceptualizado a los dos grandes filósofos que Maimónides trató de resumir: Aristóteles y Al-Farabi. Podríamos decir que la primera parte corresponde a toda la lógica aristotélica, mientras que la otra nos permite ver el famoso ''Catálogo de las Ciencias'' que el mismo Al-Farabi había escrito en sus primeros tiempos. Quedémonos con esta fantástica síntesis del filósofo judío. 

lunes, 27 de agosto de 2018

Maimónides - Tratado de terminología lógica (Parte II: El silogismo) (1150).

Hemos terminado con la introducción a las proposiciones, y como es de esperar, el siguiente paso a analizar serán los silogismos que son la estructura final de aquellas proposiciones formadas por premisas. En esta segunda parte nos asombramos por el gusto de Maimónides de exponer al filosofía aristotélica en todo su esplendor. De hecho, quizás veamos un modo más ''actual'' de resumir todo los puntos de los tratados de lógica, ya que en estos escritos son mucho más entendibles. Veamos la segunda parte de este compendio.

Tratado de terminología lógica


Capítulo V: Modos de la proposición

Conversión e inversión

Cuando el sujeto y el predicado pueden transponerse, es decir, pueden cambiarse de lugar sin problemas (S es P se convierte en P es S), entonces hablamos de una conversión en la proposición. 

Por ejemplo:

  • Ningún pájaro es hombre
  • Ningún hombre es pájaro (conversión)


Aquí las marcas textuales deben ser las mismas, además de que la proposición debe indicar algo verdadero. 

Por otro lado, llamamos inversión cuando la proposición, luego de ser transpuesta, se vuelve falso. 

Por ejemplo:

  • Todos los hombres son animales
  • Todos los animales son hombres (inversión)

La inversión nos da una información falsa sobre la última proposición mencionada. 

Capítulo VI: Propiedades del silogismo

El silogismo

Cuando dos proposiciones tienen una conexión clara y que puede dar un resultado coherente, entonces tendremos un silogismo. Pongamos un ejemplo donde puede darse un silogismo y otro donde no puede darse. 

Por ejemplo:

  • Todos los hombres son animales
  • Todo fuego es caliente
  • Conclusión: ????

Por ejemplo:

  • Todos los hombres son animales
  • Zayd es un hombre
  • Conclusión: Zayd es un animal

Como vemos, el segundo ejemplo es un silogismo ya que nos lleva a una conclusión coherente, luego de construir dos proposiciones. 

Este silogismo se divide en premisas, que serían las proposiciones dadas antes de la conclusión. Estas también tienen sus características, así como la que llev un término más grande sería considerada una premisa mayor, mientras la que tenga un termino menor, premisa menor. 

Capítulo VII: Figuras del silogismo


Como pueden ver, los silogismos pueden tener múltiples figuras que responden a una conclusión verdadera. Estas son 4 figuras que tienen distintos modos:

Figura 1: 4 modos
Figura 2: 4 modos
Figura 3: 6 modos 

Para más detalle sobre estas figuras, véase el siguiente link con el libro ''Primeros Analíticos'' de Aristóteles donde se aborda cada una de las figuras. 


Capítulo VIII: Verdad, Falsedad y Apariencia en el silogismo

Cualidades del silogismo

Las proposiciones que son conocidas por tener la verdad en su interior son 4:


  1. Percepción: gusto, tacto, visión, olfato y audición
  2. Primeras ideas: magnitudes, números, igualdad,etc.
  3. Convenciones: lo bello, lo feo, lo apreciable, etc.
  4. Tradiciones: lo que es recibido por una persona o asamblea


Por supuesto, las primeras dos cualidades de una proposición son apodícticas, es decir, son totalmente demostrables, mientras que las otras dos pueden variar según la autoridad que tenga cada una. 

De esta forma, podríamos decir que Percepción y Primeras ideas son cualidades demostrativas, mientras Convenciones y Tradiciones son cualidades dialécticas.

A su vez, de estas dos aparecen tres propiedades más que serían respectivamente las siguientes:


  1. Retórica
  2. Sofisma
  3. Poesía

Por supuesto, podríamos decir que la que más se acerca a la verdad sería la retórica, luego el sofisma a la falsedad y finalmente la poesía a la apariencia. 

Capítulo IX: Causas y elementos

Como el mismo Aristóteles diría, las causas de los seres son 4:

  1. Material
  2. Formal
  3. Eficiente
  4. Final

Luego, de aquí podemos dividir en determinadas situaciones las causas remotas y las causas próximas. Por ejemplo, si decimos que a un hombre lo hirieron con una piedra, la piedra sería causa próxima y el hombre que la arrojó sería la causa remota. 

Todos estos agentes tienen actores que sirven como ''elementos'' (agua, tierra, fuego y aire) que además encierran los conceptos de  materia y forma; de hecho, no existirían si no fueran materia y forma. 

Capítulo X: Género y especie

Género y especie

En este último extracto de la segunda parte, Maimónides explica la diferencia de cuatro conceptos: género, especie, propiedad (esencia) y accidente. Recordemos que el género es eso que encierra las especies; por ejemplo, el concepto de animal encierra lo que es hombre, y el hombre sería una especie animal.

Por otro lado, tenemos que la propiedad del hombre es justamente ser un humano, mientras que sus accidentes serán todas sus características. Además, a los accidentes se les puede agregar dos categorías más: aquellos que son inseparables (la blancura por ejemplo) y aquellos que son separables (el pararse, o el andar).

Summa genera y summa genus

Lo que se llama summa genera es lo que comúnmente se denomina ''categorías del ser'' tal y como lo planteaba Aristóteles.

Capítulo XI: Accidentes

Todo lo que es dicho por necesidad se entiende per se; por ejemplo, que un hombre tenga 5 dedos es algo per se, algo esencial. Los otras características, vale decir, aquellas que no son per se, son llamadas per accidents; por ejemplo, que el hombre hable, se pare, camine etc. 

Dentro de esto están las palabras correlativas, es decir, aquellas que no pueden entenderse si no tienen otro término; por ejemplo, lo alto con lo pequeño, ninguna se entiende sin la otra. También tenemos palabras correlacionadas que son aquellas palabras que tienen relación unas con otras; por ejemplo, padre e hijo, tío y sobrino, hermano y hermana, etc.

Conclusión

Si fuimos lo bastante perspicaces, nos daremos cuenta que todo lo dicho aquí por Maimónides pertenece a los libros de lógica de Aristóteles. Es increíble ver que Maimónides a muy corta edad ya encuentra sentido a este tratado que es uno de los más difíciles de leer del estagirita. Además, nótese como cada vez más nos vamos acercando a lo más esencial de las palabras y la lógica. En verdad, este ha sido un tratado pedagógico y recordativo para analizar nuevamente la lógica aristotélica.