viernes, 20 de abril de 2018

Averroes - La armonía entre la religión y la filosofía (Problema IV: Justicia divina e injusticia).

Una de las interrogantes que incluso llega hasta nuestros días. En efecto, cabe preguntarse si existe justicia divina o o no, pues de ser así el ser humano tendría un alivio a todo el dolor terrenal que está presente en el mundo, una cierta especie de consuelo luego de toda una vida. Seguimos con la reconciliación entre estas dos disciplinas que, tienen sus cosas diferentes pero cada vez se acercan más la una con la otra. Veamos lo que nos trae Averroes en este pequeño libro. 

La Armonía entre la Religión y la Filosofía

Problema IV: Justicia divina e injusticia


El problema de los asharíes

Los asharíes decían que Dios es justo dentro del límite de la religión; por ejemplo, si un hombre es justo con la religión entonces Dios será justo, y en caso contrario, Dios será injusto. Ellos dicen que nada en sí mismo es justo o injusto, es decir, todo lo que este fuera de la religión no es ni justo ni injusto, lo cual es intolerable para Averroes

En este sentido, los asharíes tendrían que decir que el politeísmo no es injusto ni es justo lo cual es una contradicción. 

Sin embargo, el Corán no estaría de acuerdo con esta doctrina. La siguiente cita lo demuestra. 


''Dios no es injusto con sus sirvientes''
(Corán 41.46)

Por lo tanto, la injusticia no estaría dentro de los hombres a causa de Dios, y sus actos dependerían del poder de Dios. 

Los asharíes también decían que Dios tenía actos que le gustaban, que no le gustaban pero que tenía que hacer. No obstante, Averroes arremete con los siguientes versos del Corán. 

''Todos los niños han nacido bajo el ordenamiento divino'' 
(Corán 7.171)

''Dios puede hacer que el hombre se equivoque cuando a él le plazca''
(Corán  14.4)


Con esto Averroes quiere decir que Dios hace lo que le parece siempre y sin ninguna displicencia, mientras que el hombre obedece a todo. 

Conclusión

Por supuesto, este es otro ataque a la escuela islámica de los asharíes. La discusión sobre la omnipotencia de Dios debería ser indiscutible ya en los tempranos años del cristianismo, pero de todas maneras es interesante analizarla. Averroes está de parte del islam, pero se puede notar su adherencia a la razón más que a la fe, o más bien, su adherencia al aristotelismo. 

Averroes - La armonía entre la religión y la filosofía (Problema III: Sobre el destino y la predestinación).

Hace mucho tiempo hablamos en las entradas de Marco Tulio Cicerón sobre el destino y la importancia que este tiene en los hombres. Este filosofo tenia una mirada muy particular del mismo en su período del Imperio Romano. No estoy muy seguro si Averroes o algún filósofo árabe pudo conocer dicha obra (o alguna obra) de Cicerón. No obstante, igual de interesante es saber el punto de vista de Averroes quien utiliza el Islam para hablar sobre el destino y la predestinación. Veamos el tercer problema del libro.

Referencias:

(1) Interpretaciones que Averroes no deja clara. 

La Armonía entre la Religión y la Filosofía

Problema III: Sobre el destino y la predestinación


El Corán y los actos

De acuerdo con Averroes, el Corán nos muestra que el hombre está forzado a seguir sus actos que están predestinados. Así también hay partes donde dice que el hombre está libre de sus actos, y a no estar forzado a cometerlos. 

Aquí tenemos algunos versos:

''Todo ha sido creado bajo un orden''
(Corán 56.49)




Y otros que hablan sobre los actos libres del hombre:

''O él los destruye, a causa de sus méritos; aunque también él perdona muchas cosas''
(Corán 42.32)

''Cualquier infortunio que caiga sobre ti fue enviado por Dios porque tus manos lo han merecido''
(Corán 42.33)



Averroes incluso advierte contradicciones en el mismo Corán:


''Si después de un infortunio te preguntas ¿de dónde viene? la respuesta es que viene de ti mismo''
(Corán 3.159)

''Cualquier cosa que te suceda esta proviene de Dios''
(Corán 4.81)


''Todo proviene de Dios''
(Corán 4.80)

Así también hay muchos otros pasajes que se contradicen en el Corán, aunque muchos de ellos también se les da otra interpretación(1).

La incredulidad de algunos

Los niños se vuelven ya sean judíos cristianos a causa de sus padres. De hecho, los niños pueden volverse ateos si sus padres lo conducen hacia ese destino; vemos que la religión es natural mientras que el ateísmo es artificial, es decir, es creado por el humano. 

El Hadiz, que son las conversaciones que sostenía Mahoma relatadas por sus compañeros, nos dice que los hombres tienen una adherencia al mal. Dicen que el hombre nació con incredulidad y maldiciones, y que estas fueron creadas por Dios. 

Esto ha hecho que el Hadiz se divida en dos: aquellos que creen que el hombre es maldito y que la virtud la debe obtener por su propia cuenta; y el otro grupo dice que el hombre está obligado a comportarse de esa manera. En el primer grupo está la escuela Al - Mu'tazila y el segundo grupo pertenece a los Qadariyah. La escuela Ashariyyah trata de representar los dos puntos pero sin mucho éxito; estos dicen que el hombre puede hacer por sí sólo sus acciones, pero el poder de hacerlos los da Dios. 

Averroes no está de acuerdo con estos últimos, pues si el hombre es libre de hacer sus acciones y Dios le da el poder de hacerlo, entonces el hombre está forzado a realizar dichas acciones de todas maneras. En efecto, sin el poder de hacerlo, el hombre no las podría llevar a cabo. 

  • Al - Mu'tazila: el hombre es libre y responsable de sus actos.
  • Qadariyah: el hombre está obligado a cometer sus actos.
  • Ashariyyah: el hombre es libre de sus actos y Dios le da el poder para hacerlos. 

Pareciera ser que Averroes no está de acuerdo con ninguna de estas escuelas teológicas por lo que necesitamos más información. 

Contradicciones de lógica

El gran problema estriba en que si el hombre tiene libre voluntad en sus actos, la intervención de Dios es innecesaria o aún peor, que el hombre no dependería de la voluntad divina. 

Sin embargo, Averroes cree que el hombre no puede actuar libremente, y por lo tanto está obligado a cometer cada acto. De ser así, no habría ninguna diferencia en los asuntos del hombre y los asuntos de la materia inorgánica ya que ambos caen en el mismo señorío de Dios. 

Pueden sonar contradictorias las enseñanzas del Corán con la razón filosófica, pero la verdad es que dicha contradicción se da por una sencilla razón. Cuando se habla de que hacemos las cosas forzosamente, es Dios quien nos hace cometerlas y dichas acciones tienen una naturaleza contradictoria. En otras palabras, los actos que Dios nos hace cometer son contradictorias por naturaleza. 

Averroes nos dice que el hombre es libre de sus actos y luego es Dios quien guía esos actos por predestinación (Qadar) la cual ha puesto en nosotros desde afuera. De alguna manera, nuestros actos son los efectos de las causas exteriores de la predestinación, es decir, nuestros actos guiarán nuestro destino que ha sido puesto por Dios.

Esta sería la reconciliación perfecta entre la religión y la filosofía, pues el razonamiento hace sentido así como también permite seguir La Ley del Corán sin contradicciones. 

En resumen, podríamos decir que Averroes considera la predestinación de la siguiente forma. El hombre se mueve bajo ciertos principios y leyes de la naturaleza, pero es Dios quien los cumple finalmente. Podríamos decir que el acto del hombre en elegir lo que es malo y lo que es bueno, es causa del movimiento de Dios.

Conclusión

Al parecer, Averroes reúne los conceptos de determinismo y ocasionalismo para unir la filosofía y la religión. Sin embargo, hay cosas que pueden objetarse aun sobre esta unión tan pendiente de un hilo. También puede verse que Averroes no estaba conforme con ninguna de las escuelas teológicas de su tiempo. Esto nos hace pensar que desde aquí comienza lo que podemos llamar ''averroismo'', idea que rechazaba tajantemente Santo Tomás de Aquino.

miércoles, 18 de abril de 2018

Averroes - La armonía entre la religión y la filosofía (Problema II: La aparición de los profetas).

En este blog hemos visto las distintas características de los profetas más importantes de la historia de la humanidad. Esta vez Averroes viene a hablarnos sobre la llegada de los profetas del Islam, por sobre todo Mahoma. Difícil es creer en los profetas estos días, en hombres que concedan milagros y hechos extraordinarios, pero siempre hay gente que tiene total fe en ellos. Veamos sobre qué nos quiere hablar Averroes en esta segunda parte del libro.


La Armonía entre la Religión y la Filosofía

Problema II: La aparición de los profetas


Características de los profetas

Se supone que los profetas son aquellos que realizan milagros en frente de un público, sin embargo, el Mutakallimun, que es una corriente filosófico-teológica del islam, cree que los que realizan milagros sólo son magos(1)

Para esta religión, el profeta no sólo debe hacer los milagros sino que también debe decir declarar que él es el profeta. No obstante, este es un argumento sin prueba y por eso mismo Averroes no pone mucha atención. 

Además, negar la creación del Corán como un milagro ya constituye una incredulidad grave. Esta religión niega el Corán porque este es considerado una creación humana, pero Averroes nos dice que, si bien fue técnicamente creado por un humano, los medios para esta creación fueron un milagro pues ningun  otro ser humano ha creado algo semejante. 

Quizás la creación del Corán no difiere en género porque cualquiera puede escribir un libro, pero no cualquiera puede escribir el libro Sagrado del Corán (especie).

Por otro lado, lo que se dice de un profeta es aquel que recibe una revelación a través de La Ley, tal y como le paso a Mahoma. Más aún, un milagro puede tomarse también como revelar La Ley a las personas como igualmente lo había hecho Mahoma


Conclusión

La figura del profeta es fundamental en la teología monoteísta. Si alguien pudiera adherir a una religión, ese alguien debe tener muy en cuenta la imagen ineludible del líder y profeta que la convoca. ¿Será que Mahoma fue el último profeta religioso? ¿qué hay sobre quienes predicen los hechos del futuro? difícil es decir que estos hombres sean profetas sin ofender a quien lleve la religión en su interior. 

Averroes - La armonía entre la religión y la filosofía (Problema I: La creación del universo).

Estas pueden ser las últimas discusiones sobre la creación del universo que sostienen los árabes en el siglo IX. ¿Y cómo no? si este es uno de los temas que más ha generado controversias entre los pensadores de aquel tiempo (e incluso en el presente). De acuerdo a los teólogos el mundo fue creado absolutamente por Dios y es un hecho irrefutable para ellos; sin embargo, son los filósofos quienes tratan de refutar esta visión en particular.

Referencia:

(1) Se debe tener bastante cuidado al decir que algo adhiere a una totalidad, pues una sola excepción arruinaría dicha totalidad; en este caso, el concepto de omnipotencia

La Armonía entre la Religión y la Filosofía

Problema I: La creación del universo


La Ley y la visión del hombre

De acuerdo con Averroes, La Ley enseña que el mundo fue creado por Dios y no por sí mismo o por casualidad. Muchos filósofos y teólogos han fallado en demostrar la creación del universo, por lo cual aquí se explicará el porqué. 

El error siempre surge debido a que La Ley induce a los menos doctos a creer que el mundo fue creado de determinada forma. Sin embargo, hay que atender a las sutilezas presentes en La Ley. 

La Ley invita a que el hombre vea todo a su alrededor y dentro de este reconozca también a Dios; no obstante, la visión de la naturaleza le hace creer (con justa razón) que todos los seres vienen de uno mayor. Por ejemplo, en el caso de los animales, un cachorro viene de un perro adulto, y éste de otro y así. 

Otro ejemplo de cómo el hombre ve su entorno es cuando encuentra objetos que le son de utilidad, por ejemplo, cuando se encuentra una piedra que tiene forma de asiento dirá que la piedra fue hecha por un propósito; en cambio, si la piedra no tiene una forma para acomodarse, entonces dirá que la piedra fue creada por casualidad. 

¿Qué ocurre entonces con el universo? en el universo hay evidentemente un orden que obedece a ciertas reglas. De ahí que se establezca que es Dios el artífice del Universo por dos principios:


  1. El Universo está hecho para el hombre y sus habitantes
  2. Todo lo del Universo está hecho en la justa medida

De este modo, Dios es el único que podría haber construido este Universo. Este argumento se llama ''Argumento de la analogía'' y también se encuentra entre las escrituras del Corán. Un ejemplo lo veremos aquí:

''¿No ha hecho él de la tierra una cama y de las montañas un refugio para cubrirte?''
(Corán 77.3)

En estos versos podemos ver claramente el argumento de la analogía. Vemos que el mundo tenía un propósito para que se viviera en él, es decir, la preocupación de tener a la tierra como cama y a las montañas como refugio nos habla de la intención de proteger a los seres que viven en ellas. 

La religión Ashariyyah

Esta religión musulmana defendía mucho más la fe que la razón, la cual disminuían con argumentos similares a los de Al-Ghazali en su libro ''La incoherencia de los filósofos''. 

Estos decían que la creación no podía llevarnos al entendimiento de Dios, ya que este es inaccesible. Pero si esto es así, entonces no habría ningún tipo de armonía entre el hombre y la divinidad, pues es Dios quien da armonía a las cosas. La opinión de esta religión hace que el hombre no tenga obligaciones con el universo ni con la creación, lo que contradictoriamente no hace parte de la naturaleza del hombre. 

Un hombre que no comprende la creación es así mismo un hombre que no compren y no reconoce al creador de este mundo. Además si esto es así, entonces no habría mucho que preguntarse sobre los efectos que tiene el hombre; su mano, sus extremidades, su cabeza, etc. Tampoco habría nada que refutar a aquellos que dicen que el mundo se hizo por azar. No obstante, el Corán dice:


''Este es el trabajo del Señor, quien ha dispuesto todas las cosas correctamente''
(Corán 27.90)

Para Averroes, el argumento de la Ashariyyah es casi la negación total de Dios. Ya negar incluso una pequeña parte del trabajo de Dios es negar casi toda su omnipotencia, más bien, toda su omnipotencia(1)

En fin, Dios fue quien creó el Universo a través de su infinita sabiduría y bondad con todos los animales, en especial con el hombre.

Conclusión

Puede que con los textos anteriores de Averroes se piense que este finalmente era ateo; sin embargo, Averroes no niega la creación ni mucho menos la existencia de Dios, pero si refuta los medios para probar como fue llevado a cabo la creación del mundo. Si lo vemos con detenimiento, podemos ver como el argumento de Averroes nos da sentido en oposición a los Ashariyyah donde pertenecía Al-Ghazali

domingo, 15 de abril de 2018

Argumento ontológico

La Torre de Babel

Argumento ontológico

Este fue uno de los primeros argumentos que se crearon en favor de la existencia de Dios. Este fue formulado por San Anselmo de Aosta en el siglo IX, quien además fue arzobispo de Canterbury en el año 1093 - 1109 y al igual que San Agustín de Hipona también se le dio el título de doctor de la Iglesia Católica. 

Explicación

Básicamente, el argumento ontológico establece que cuando se piensa en un ser perfecto, llega el momento en que no hay más superioridad de la cual se pueda pensar. Por lo tanto, aquello de lo que no se pudiera pensar algo mayor puede estar presente tanto en el entendimiento como en la realidad. 

La teoría de San Anselmo y el concepto de Dios puede resumirse en la siguiente frase:


''Aquello que, más allá de él no puede pensarse algo más grande''

Esto lo puede entender tanto el insensato como el ateo, pues si el ateo niega la existencia de Dios, este de todas maneras piensa en un ser más grande del que nada puede ser más grande. Por lo tanto, el concepto de Dios vive en su entendimiento, pues de otra manera no podría negar su existencia. El ateo sólo informa que Dios no existe fuera de su entendimiento; por lo tanto, al mismo tiempo afirma que existe en la realidad. 

En el caso del insensato, es correcto pensar que si incluso él puede comprender que no puede haber otro ser más grande, entonces la existencia de Dios estaría en la mente de aquel insensato. 

Así, tanto para el ateo como para el insensato, negar la existencia de Dios y al mismo tiempo tener una idea de él es una incongruencia y una contradicción. No obstante, ambos deben reconocer la idea de Dios principalmente en su entendimiento. 

Las líneas de pensamiento del argumento son las siguientes:

  1. Dios es el ser más grande que se pueda imaginar
  2. Es más grande en existencia que en una idea
  3. Si Dios no existe, entonces podemos concebir un ser más grande que sí exista.
  4. Por lo tanto, Dios existe

En efecto, si primero decimos que Dios es el ser más poderoso y luego decimos que podemos imaginar otro más poderoso sería una contradicción. 

Críticas


La argumentación más grave proviene de Gaunilo quien era un monje que no estuvo de acuerdo con dicho argumento. Si se puede pensar en un Dios todopoderoso, también podría pensarse en una isla todopoderosa y tan perfecta como Dios lo que ocasionaría otra contradicción. La premisa de Gaunilo sería de la siguiente forma:


  1. La isla perdida es la isla más grande que se pueda imaginar
  2. Es más grande en existencia que en una idea
  3. Si la isla perdida no existe, entonces podemos concebir una isla más grande que sí exista.
  4. Por lo tanto, la isla perdida existe

Claro, si de imaginar seres en la mente se trata, entonces el argumento ontológico cae irremediablemente ante la proposición de otro ser igual de perfecto. Gaunilo desvía el argumento ontológico escapándose de la probabilidad de pensar en un ser superior y para eso, planteó mucho mejor que pueda existir un ser igual de poderoso. En resumidas cuentas, Gaunilo quiere decir que una realidad no puede ser extraída de un pensamiento o una idea necesariamente. 

San Anselmo respondió a este argumento diciendo que con la misma fe que Gaunilo puede imaginar una isla igual de perfecta, entonces también tendrá que aceptar la existencia de Dios sin pensar que esa isla sea más perfecta que Dios mismo, pues Dios es perfecto entre todos los seres y la isla sólo sería perfecta entre todas las islas

Sin embargo, esta réplica de San Anselmo fue rechazada por muchos filósofos, incluyendo a Santo Tomás de Aquino quien apoyaba la existencia a posteriori más que una relación entre superiores. Por lo demás, Santo Tomás de Aquino agrega que es imposible conocer la esencia de Dios; por lo tanto, de partida, sería imposible decir que Dios es aquello por lo cual nada más grande puede ser pensado pues nadie puede conocer realmente como es Dios. Muchos otros filósofos siguieron la línea de Santo Tomas como Descartes, Leibniz, Hegel y Lotze. 


Otros filósofos

San Buenaventura

Retomando la idea de Anselmo, San Buenaventura también afirmaba que el argumento cabe en la posibilidad del principio de identidad; es decir, la proposición ''Dios es Dios'' es veraz y no se puede dudar de aquello. En otras palabras, es un principio evidente que Dios sea Dios. 

Esta tautología (decir que Dios es Dios) es tan evidente que jamás podría ser falsa. Lo mismo sería decir que si Dios es lo mejor, evidentemente porque es el mejor de los seres. 

Juan Duns Escoto

Juan Duns Escoto mira con simpatía el argumento de Anselmo agregando que además, si el concepto de Dios no fuera tan evidente y veraz como el de Anselmo, entonces este sería contradictorio. Sin embargo, pensar en que Dios es el ser el cual nada más grande puede ser pensado y esto no admite contradicción, entonces no es contradictorio pensarlo. Esto, pues lo contradictorio es impensable. 

En todo caso, Duns aclara que este no es una prueba definitiva de la existencia de Dios, pues el filósofo adhiere a la postura de Santo Tomás de Aquino, que no puede demostrar si no es a posteriori



Conclusión

Puede ser que este argumento también caiga en la falacia del Embudo o del caso especial porque se da una concesión especial a la primera premisa ''Dios es aquello por lo cual nada más grande puede ser pensado''. No hemos puesto aún todas las teorías que refutan el argumento, pero a medida que vamos estudiando a los filósofos las pondremos. 

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Averroes - La armonía entre la filosofía y la religión (Introducción).

Creo que desde San Agustín de Hipona no habíamos visto algo parecido; mientras el santo de Hipona unía la fe con la razón, Averroes reconcilia la religión con la filosofía. Parece un mismo trabajo hecho por dos grandes mentes de la historia, que aún sabiendo lo difícil que es llevar una discusión entre religión y filosofía, la llevan a cabo para terminar el conflicto. Nos saltamos las múltiples discordancias que tenía con Al-Ghazali para empezar a comprender su propia filosofía.




La Armonía entre la Filosofía y la religión

Introducción

Propósitos
La filosofía no es más que la guía que ha puesto el creador para que el hombre pueda comprender el mundo. La Ley del Corán nos exhorta a observar la creación, pero a observar con los ojos de la razón. Así lo dice el Corán:


''Donde quiera que la veas (la creación), la verá quien tiene ojos''
(Corán 49.2)

Esto quiere decir que La Ley hace hincapié en que el hombre debe tener una observación racional de todo lo que le rodea. Quien quiera comprender la creación y los propósitos de Dios y el mundo, entonces tendrá que comprender filosofía y todo lo que los antiguos sabios han planteado. 

El propósito del hombre en este mundo es comprenderse a sí mismo y a los demás. En cierto sentido, la religión advertiría el modo en que el hombre debe conocer el mundo y cómo este debe interactuar en él. 

Conclusión

Por supuesto, esta es una pequeña introducción a lo que se viene para lograr comprender la unión entre la filosofía y la religión. Como podemos ver, Averroes parece hablar solamente sobre la Ley islámica y no sobre las religiones en general. Supongo que consideraba la religión musulmana superior a todas como todo religioso hace con la suya. Veamos lo que nos tiene Averroes en los siguientes libros. 

sábado, 14 de abril de 2018

Averroes - La destrucción de la destrucción (Cuarta discusión: Negación de la resucitación).

Quizás esto pueda ser lo más difícil de defender para Averroes, pues los filósofos al ser muy racionales no admitirían tal fenómeno que va en contra de la naturaleza. De todas maneras, es fantástico que la discusión se mantenga para que podamos abrir nuestra mente a ciertas posibilidades que parecen imposibles. Bueno, vamos a ver cómo es que, en este último libro de La destrucción de la destrucción, Averroes refuta los argumentos de Al-Ghazali

Referencias:

(1) Pareciera ser que Averroes no conoció las obras de San Agustín de Hipona o de algún otro filósofo romano. 

La Destrucción de la Destrucción



Vigésima discusión: Negación de la resurrección


El concepto de resurrección

Averroes nos dice que este concepto no ha sido desarrollado por muchos filósofos(1). Lo único que se ha podido recabar de este concepto es en el Nuevo Testamento y en los libros correspondientes al islam. 

Los filósofos del islam consideran la religión como un arte político que se extrae de la inspiración y de la naturaleza. Sin embargo, Averroes nos dice que la religión es obligatoria en la filosofía pues también conduce al pensamiento y a la inteligencia. 

No podemos negar la buena influencia que la religión ha tenido entre todos los hombres de intelecto; por ejemplo, que el imperio  romano de ser pagano pasó a ser cristiano; que Alejandría se haya vuelto musulmana.

Finalmente, Averroes concierta con Al-Ghazali en que los filósofos que nieguen la existencia de la resurrección deben ser castigados, al no poder creer en lo que fue evidente para las mentes más brillantes de la historia. 

Conclusión

Brevísimo tratado que nos da Averroes, además de una pequeña concesión a Al-Ghazali con respecto a lo de la resurrección. La parte que no podremos en este último libro son los agradecimientos de Averroes con respecto a los lectores y a Dios, porque eso se puede ver en el mismo libro. Me quedo con todas las argumentaciones de Averroes contra Al-Ghazali, pero en realidad quiero decir que me veo convencido de sus argumentos. En el futuro puede que cambie de opinión.