viernes, 26 de julio de 2019

Visión del suicidio por los romanos

El concepto de suicidio comenzó desde la libertad de la propia vida,
hasta el rechazo total por el cristianismo

Photo by Ron Clifton on Foter.com / CC BY-SA

Visión del suicidio por los romanos

Anteriormente habíamos visto la visión del suicidio por los griegos y ahora nos concentraremos a ver la visión del suicidio por los romanos. Veremos que la visión del suicidio con los primeros filósofos romanos difiere inmediatamente con la de los griegos, luego tiene una perspectiva algo variada (a favor y en contra), para luego tener una posición totalmente definitiva con San Agustín de Hipona

El suicidio por Lucio Anneo Séneca

Las cartas a Lucilio que escribió Lucio Anneo Séneca son fundamentales para partir con la visión de los romanos. Para el filósofo, el suicidio es una herramienta, una vía de escape y una opción válida para cuando la vida se vuelve insoportable e intranquila. 

Séneca nos hablaba del ''vivir bien'' que era vivir moralmente y bajo los conceptos de virtud que nos han dejado los más sabios. El suicidio es la expresión de la libertad que tiene un ser humano sobre sí mismo; por lo tanto, Séneca sigue la visión de los estoicos. 

Recordemos que el mismo Séneca se suicidó resultado de ser proscrito por Nerón de quien Séneca era su consejero político. 

El suicidio por Marco Tulio Cicerón

El gran filósofo y orador Marco Tulio Cicerón se mostraba contrario al suicidio. Si bien no existe ninguna expresión literal donde el filósofo la rechace, es explícito lo que menciona en algunos de sus textos de la utilidad de un joven romano para el trabajo. Es decir, se opone al suicidio en cuanto el hombre tenga las condiciones para seguir sirviendo al Estado. Esto se puede deducir de su texto ''Sobre la vejez'' analizado en este blog.  

Por otro lado, en este texto Cicerón invita a los hombres en edad adulta a seguir realizando actividades, ya que los únicos que pueden quitar la vida son los dioses y no uno mismo. 

El suicidio por Plotino

Plotino muestra una opinión dividida con respecto al suicidio como lo muestra en su primera Enéada. Un dato interesante de esto es que Plotino nos dice que cuando un suicida atenta contra su propio cuerpo, no es el cuerpo el que deja partir el alma, sino que más bien la pasión o el tedio (el cuerpo). 

No es el alma la que se sale del cuerpo, sino que todo lo contrario el alma espera que el cuerpo salga. Plotino nos dice finalmente que en virtud no es bueno quitarse a la vida. 

Otro punto es interesante en cuanto al desprecio a esta tierra que los hombres tienen en ocasiones. La crítica hacia la tierra es una constante entre los gnósticos, pero Plotino los refuta diciendo que, si bien es una imagen del mundo perfecto, la tierra nos da todo para quererla y para escapar de ella cuando sea necesario. 

Por otro lado, está bien, en este mundo existe pobreza y delincuencia entre los ciudadanos. No obstante, nadie te está forzando a ser ciudadano de este mundo. Para Plotino, al igual que para los estoicos, el suicidio es una opción si la vida se vuelve insoportable. Si uno quiere que las cosas sean mejores, entonces bastará ser bueno en cada ocasión, la vida nos da la oportunidad de ser buenos. 

El suicidio por San Agustín de Hipona

Definitivamente, el santo de Hipona tiene una opinión estricta e implacable contra el suicidio. La opinión de San Agustín la veremos desde la perspectiva del ser y la del alma.

Es absurdo, para San Agustín, querer no-ser, pues es inferior a todo lo existente y además nadie puede elegir no-ser porque ya lo estaría transformando en algo, y el no-ser no es algo sino que nada. En otras palabras, quien elige nada está eligiendo nada.

Es claro que quien se suicida está queriendo decir ''nada''', pero ¿es realmente así? El suicida, cuando piensa en la muerte, no está deseando la nada, al contrario, desea ser algo después de la muerte. Ya desee estar en paz o cualquier otra cosa, no quiere no ser nada. Si quiere ''descansar'' de este mundo entonces está eligiendo algo y de ese algo espera otra cosa. 

¿Por qué el suicidio no está libre de la nada? porque el suicidio significaría dos cosas: reposo o movimiento. Estos dos conceptos son necesarios para existir y no se puede dar sin existencia. Por lo tanto, si el suicida quiere morir encontrará ese reposo. 

El suicida no quiere llegar al aniquilamiento total (porque es imposible llegar a la nada), sino más bien quiere el descanso. 

Tampoco se puede desear una vida feliz si se busca el suicidio, pues el suicidio es el querer de la nada. ¿Cómo se puede ser feliz queriendo nada? porque si el suicida quisiera paz, entonces tendría que vivir para tener paz. Si el hombre se suicida, el hombre no podrá cumplir el concepto de San Agustín ''Nadie puede ser feliz amando lo que no tiene''. 

¿Puede haber suicidio en el cristiano?

En ninguna parte de las S.E. el suicidio es una opción. Este acto, de acuerdo con Agustín, representa un homicidio a sí mismo, y por lo tanto, ningún cristiano que sea consciente puede quitarse la vida ni en la peor de las circunstancias. 

Las palabras del A.T. nos los demuestran cuando se dice ''No matarás'', porque no sólo se debe no matar al otro sino que tampoco a sí mismo. En otra parte se dice ama a todos tanto como a ti mismo, por lo que se entiende que no se debe suicidar el buen cristiano. 

Podríamos preguntarnos y hacer una crítica a San Agustín diciendo que si bien los suicidios no están permitidos ¿qué hay de los homicidios que han cometido los patriarcas como Abraham, David o Sansón, a pesar del hecho de que el quinto mandamiento dice ''no matarás''? Sólo puede matarse cuando Dios lo permite. Por eso se dice que Abraham fue piadoso al no matar a su hijo. 

Volviendo al suicidio ¿podemos decir que el suicida es una persona valiente? ¿una persona que tiene valor al suicidarse? San Agustín dice que en absoluto sería una persona valiente, pues al contrario, los suicidas no tuvieron la fortaleza para soportar esta vida y es por eso que la dejan.

Si se piensa que es mejor suicidarse para evitar pecados mayores, pues también se está en un error grave. De hecho, si es por eso, entonces bien podríamos utilizar la muerte para cualquier evento de desgracia que suceda. 

Conclusión

Es interesante volver a estas teorías que había leído hace algunos años cuando recién veíamos a los filósofos romanos y sus obras. El concepto de suicidio cobra sentido en nuestro país por las alarmantes estadísticas del mismo. Recordemos que el suicidio es la segunda causa de muerte actualmente entre los adolescentes. La percepción del suicidio en la filosofía cambia desde el estoicismo; que consideraba el suicidio como la libertad y el dominio que el hombre tenía de su propia vida; y luego con el cristianismo, estableciendo que el suicidio no tiene razón de ser en cuanto a que con este el hombre busca un no-ser.

Photo by <a href="https://foter.co/a3/d5d607">Ron Clifton</a> on <a href="https://foter.com/re4/2768d8">Foter.com</a> / <a href="http://creativecommons.org/licenses/by-sa/2.0/">CC BY-SA</a>

5 comentarios:

  1. Como siempre encantado. Me quedo con la visión de la libertad individual de cada uno y de hacer con sigo mismo lo que se le dé en gana. Discutir si es bueno o malo, depende un poco del egoísmo en la visión de quien lo interprete (ya sea el suicida o no)

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Muchísimas gracias por tu comentario, David. Siempre bienvenido.

      Eliminar
  2. Ya lo menciono Ceneca;es una herramienta, una vía de escape y una opción válida para cuando la vida se vuelve insoportable e intranquila.Aclarando es una visión sobre los ciudadanos.Hoy en día,el nuevo concepto del suicidio asistido,avalados por el gobierno de Canadá.se justifica para enfermedades terminales y la vejes de miles de ancianos,que se encuentran en soledad o abandonados por su familia.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias por tu comentario también aquí, Luis. Muchísimas gracias

      Eliminar
  3. Sin duda es una decisión personal, disponemos de la vida y podemos acabar con ella, el miedo de algunas religiones al libre albedrío, la de los políticos y el propio instinto de supervivencia nos coartan esa libertad que tenemos de acabar con lo que conocemos, aventurarnos a continuar la existencia de otro modo cada vez es una opción más válida, pienso que si el sufrimiento es insoportable (el dolor de vivir) deberíamos facilitar el tránsito hacia la esperanza. Ver la muerte como una continuación y no como un final.

    ResponderEliminar