viernes, 21 de septiembre de 2018

Maimónides - Guía de los Perplejos (Libro II: La existencia de Dios) (Parte I: Prueba aristotélica) (1190).

A pesar de haber descrito con lujo de detalles en su anterior libro la existencia de Dios, Maimónides nos vuelve a exponer la existencia del Todopoderoso, pero a través de argumentos racionales y filosóficos. Por supuesto, los argumentos que ocupará Maimónides serán de corte aristotélico, el cual traerà no menores consecuencias a sus lectores incluyendo a quienes son correligionarios de él. Quizás, este libro puede ser uno por los cuales el pensamiento de Maimónides fue juzgado, pues el apoyo filosófico venía de los griegos y no de los judíos. En fin, veamos que nos trae el filósofo.

Referencias:

(1) En el sentido que lo necesario es algo que no cambia. 
(2) Aquí Maimónides se deshace del argumento de Averroes quien afirmaba que las esferas celestes eran eternas. 





Guía de los Perplejos


LIBRO II: La existencia de Dios

Introducción: Proposiciones de Aristóteles


Lo primero que hace Maimónides es exponer 26 proposiciones físicas y metafísicas de Aristóteles. Estas proposiciones prueban la existencia de Dios desde el ámbito de la incorporeidad y de la unidad. 

  1. Es imposible que exista magnitud infinita.
  2. Es imposible que exista un número infinito de magnitudes finitas.
  3. Es imposible que exista un número infinito de causas y de efectos.
  4. Existen cuatro categorías de cambio: substancia, cantidad, cualidad y lugar.
  5. El movimiento implica cambio.
  6. El movimiento puede ser esencial, accidental o forzado.
  7. Todo lo que cambia es divisible y por lo tanto corpóreas.
  8. Lo que se mueve por accidente alguna vez se detendrá porque el accidente no es eterno.
  9. Una cosa corpórea no puede mover a otra sin moverse.
  10. Una cosa contenida dentro de un objeto corporal puede estar por dos razones adentro: por accidente o por esencia. 
  11. Hay cosas que existen mediante la materialidad y son divisibles como el color y otras cualidades, mientras que existen cosas mediante la materialidad que son indivisibles como el alma y el entendimiento. 
  12. La fuerza que ocupa todas las partes de un objeto es finita.
  13. Ningún movimiento es continuo con excepción del movimiento circular. 
  14. Locomoción es el movimiento primero y superior en las distintas clases de movimiento; por ejemplo, la generación y la corrupción. 
  15. El tiempo y el movimiento existen conjuntamente. 
  16. Las formas incorpóreas son incalculables, salvo cuando son causa de otra cosa. 
  17. El movimiento de un objeto se debe por un agente externo. 
  18. Lo que pasa de potencia a acto también se mueve por agente externo. 
  19. Una cosa que debe su existencia a otra no tiene nada más que la posibilidad de existir. En otras palabras, su existencia depende de un agente externo. 
  20. La necesidad de existir no puede tener otra causa ajena a su existencia(1).
  21. Todo lo que viene a la existencia tiene una composición. 
  22. Los objetos materiales son siempre compuestos.
  23. Todo lo que existe potencialmente puede carecer de existencia actual. 
  24. Lo que está en potencia siempre es material. 
  25. Todas las substancias compuestas tienen materia y forma, y esta forma la recibe de un agente. 
  26. El movimiento y el tiempo son eternos y en existencia actual. 

Maimónides piensa que las proposiciones de Aristóteles son probables o aceptables, pero no definitivas. Sin embargo, Maimónides las utilizará para probar la existencia de Dios. 

Capítulo I: incorporeidad y unidad de la causa primera

Primer Argumento: Dios como ser incorpóreo

Tenemos en la prueba 25 donde la forma tiene que ser hecha por un agente motor. La causa de este movimiento (para recibir la forma) subyace en un movimiento común o superior a la cosa movida. Sin embargo, esta serie de movimientos no es infinita. 

El único movimiento que es infinito es el esférico (proposición 8) y este movimiento nace ya sea afuera o dentro de la misma esfera. Si el motor es exterior a la esfera, entonces dicho motor es corpóreo o incorpóreo. Si el agente (motor) es exterior a la esfera se dice que es distinto de la esfera. Ahora si el agente reside en la esfera, entonces este motor tendrá que ser algo incorpóreo como el alma o el entendimiento. 

No es posible que un agente exterior a la esfera sea un objeto corporal. Esto es porque si el motor fuese corpóreo, este tendría que moverse mientras pone en movimiento a otro objeto, y luego tendríamos que tener otro objeto que mueva a otro y así sucesivamente. Esto va en contra de la proposición 2 porque ninguna magnitud es infinita. 

Tampoco puede ser el caso inverso, es decir, que una fuerza inherente a la esfera pusiera en marcha dicha esfera. Si esto fuera así, entonces el primer motor estaría afectado por un movimiento accidental, lo cual es absurdo. Además, las cosas que son movidas tienen que llegar a un reposo, pues nada puede moverse eternamente (si la esfera fuera movida no giraría eternamente). 

Por lo tanto, este primer motor del que hablamos debe tener otra causa que no sea externa ni interna. Sin embargo, Aristóteles nos dice que las esferas se mueven ad infinitum si fuera de esta manera, entonces el objeto debiera ser incorpóreo y distinto de la esfera. 

Así, el objeto que mueve la esfera debe ser incorpóreo, indivisible (porque no es un cuerpo) e inmutable. Este motor no puede ser nada menos que Dios. 

Imposibilidades de Dios

Es imposible que Dios sea dos porque lo incorpóreo no puede enumerarse de ninguna manera. Tampoco puede predicarse movimiento porque la relación de tiempo no pasa por él.

En fin, la esfera no puede moverse ad infinitum por sí sola, por lo que necesita un agente externo e incorpóreo que lo haga.

Segundo argumento: movimientos intermedios

Existen otros seres que tienen movimientos luego del primer motor, es decir, objetos que se mueven por otros agentes, objetos que mueven y son movidos, y finalmente objetos que son movidos pero no mueven a ningún otro. 

No obstante, también existe un objeto como primer motor que mueve sin ser él movido. Este sería el gran motor que da movimiento a los demás. 

Tercer argumento: lo que es percibido por los sentidos

Existen muchas cosas de manera actual que son percibidas por los sentidos. Tenemos al menos tres casos.


  1. Cuando las cosas carecen de principio y fin
  2. Cuando estas tienen principio y fin
  3. Cuando estas tienen principio o fin

El primer caso es inadmisible pues nadie puede percibir aquello que no nace ni se destruye. El segundo caso también es inadmisible, pues esto significaría que todo sería transitorio y ningún ser podría crear a otro. Además, vemos a nuestro alrededor cosas que siempre quedan a pesar de que nosotros ya no estemos ahí. Por lo tanto, lo único razonable es decir que algunas cosas tienen principio y otras tienen fin. ¿Cómo se entiende esto? Podríamos decir que las cosas que tienen principio (y no fin) son el alma y el entendimiento, mientras aquellas que tienen fin (y no principio) es el cuerpo y la materia. 

Por lo tanto, debemos decir que existe un ser que tiene un principio que es Dios, mientras que todos los demás tienen fin. 

Cuarto argumento: pasar del acto a la potencia

Pasar del acto a la potencia es una cualidad de la mayor parte de las cosas; sin embargo, las cosas no pasan solas de la potencia al acto, hay algo que las hace pasar. 

Este ''algo'' que hace pasar de la potencia al acto es una esencia, pero una esencia que en absoluto no puede ser potencia ¿por qué? Si fuera una potencia, entonces tendría que venir a la existencia ¿qué significa eso? pasar de la potencia al acto. Sin embargo, lo incorpóreo no puede pasar de la potencia al acto, pues no tiene materia y si pasara no podría existir. 

Esto fue en referencia a la incorporeidad de Dios

Unidad de Dios

Es absurdo pensar en dos divinidades, pues eso nos llevaría a pensar que hay muchas otras que van generando muchas acciones conjuntas. Por ejemplo, habría un Dios ocupado de ciertas tareas y otro de otras.


Capítulo II: Existencia de seres puramente espirituales

Aristóteles dice que las esferas son eternas debido al movimiento que estas tienen. Sin embargo, ¿no son estas también materiales? Si admitimos que son materiales entonces tendremos que admitir un creador que las hizo(2)

Capítulo III y IV: Movimientos de las esferas por Aristóteles

Ahora, ¿por qué las esferas se mueven cómo se mueven? Cuando nosotros nos movemos lo hacemos con una voluntad que nos guía hacia algo bueno. Cuando los planetas giran en círculos sobre su propio eje, entonces decimos que los planetas giran con voluntad en ese movimiento con razón de acercarse a lo más divino (recordemos que el movimiento circular es signo de perfección). En otras palabras, Aristóteles dice que los astros tienen inteligencia.

Por supuesto, estas son las ideas de Aristóteles y de su escuela griega. Maimónides nos revelará hasta qué punto esta doctrina es cierta o no. 

Capítulo V: Coincidencia de la doctrina aristotélica y las Sagradas Escrituras

En las Sagradas Escrituras se sostiene que las esferas no son masa inertes de fuego y tierra, sino que al contrario son inteligentes. No solo eso, el cielo y todo lo perteneciente a él adora a Dios:

''Y las cohortes de los cielos te adoran''
(Nehemías 9:6)

No necesitamos mucha más extensión pues ya vemos que tanto Aristóteles como las Sagradas Escrituras coinciden. 

Capítulo VI: La palabra ángel en la escritura

El mismo Maimónides dice que los ángeles como seres celestiales carecen de corporeidad. De acuerdo con el mismo Maimónides, Aristóteles también identificaría a los ángeles con lo que él llamaba ''inteligencias''. 

En las Sagradas Escrituras, Dios gobierna a través de sus ángeles, mientras que para Aristóteles, el primer motor actúa por medio de inteligencias. 

Ahora, Maimónides discrepa en un punto con Aristóteles. El filósofo griego aseguraba que las esferas coexistían con Dios pues también eran eternas. Esto lo decía por el movimiento circular (que significa perfección y eternidad) de las esferas. Sin embargo, Maimónides ya nos dijo que las esferas no son infinitas pues son corpóreas, por mucha circularidad que tengan. 

Capítulo VII: La palabra ''ángel'' como homonimia

La palabra ángel se ocupa tanto para las esferas, seres celestiales, astros e inteligencias. Por supuesto, todas estas tienen inteligencias y comandan nuestro mundo, mientras que nosotros solo obramos en las esferas de ínfima calidad.




Conclusión

Sin duda Maimónides introduce una novedad en el pensamiento que seguramente tomará toda la Escolástica que se viene después. Inteligentemente, Maimónides combinó la doctrina aristotélica con las Sagradas Escrituras por lo que pudo probar la existencia de Dios por medio de los motores subordinados a un primer motor que lo mueve todo. Este puede significar el fin del debate sobre la eternidad del Universo y la eternidad de Dios. 

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