viernes, 15 de febrero de 2019

Santo Tomás de Aquino - Comentarios a San Anselmo de Canterbury

Comentarios a San Anselmo de Canterbury

En ciertas entradas anteriores habíamos visto al obra del santo abad de Canterbury quien tenía su célebre ''argumento ontológico'' el cual probaba la existencia de Dios, a través de una reflexión a priori. Santo Tomás de Aquino lo nombre muchas veces a lo largo de su obra, sobre todo cuando se habla de la verdad, pues utiliza las mismas máximas de San Anselmo para clarificar conceptos. 

Sin embargo, aunque muchas fueron las coincidencias entre sus ideas, también hay fundamentales divergencias con respecto a ellas. Estas las veremos una a una en los siguientes apuntes de filosofía.

La Verdad

En las ''Cuestiones disputadas de la verdad'' de Santo Tomás de Aquino, San Anselmo de Canterbury es mencionado numerosas veces con su cita: 

 ''La verdad es aquello que decimos conforme a la realidad''

Un argumento muy parecido al que otorga Santo Tomás, ya que le aquinate nos dice que la verdad es aquella correspondencia entre la cosa y el intelecto. Además, San Anselmo decía que la verdad también era una especie de rectitud conforme y percibida solo por la razón.

El hombre

El hombre es descrito de manera amplia en la obra de San Anselmo, sobre todo el libre albedrío que tenía este con respecto a la realidad. Al igual que San Agustín de Hipona, San Anselmo nos dice que el libre albedrío es la oportunidad que tiene el hombre para hacer el bien. Así, para Anselmo la rectitud está en la voluntad del hombre, pero el pecado no está en la voluntad porque de ser así, entonces Dios no tendría la voluntad libre. 

Por otro lado, si el pecado dominara, entonces tampoco se podría hablar de un libre albedrío. Santo Tomás de Aquino está de acuerdo con lo hablado por San Anselmo de Canterbury

Argumento ontológico

San Anselmo de Canterbury seguía la misma línea de San Agustín de Hipona con respecto a la fe: ''Nisi credideritis non intelligetis'' (sin creer no se puede entender). Esta línea pondría a la fe en primer lugar antes que a la ciencia o a la filosofía, pues el mismo San Ambrosio, maestro de San Agustín, decía que la Dios no salvó el mundo a través de la dialéctica. 

No obstante lo dicho, San Anselmo construye un argumento tal que logra convencer a muchos hombres doctos: el argumento ontológico. Ya habíamos dedicado una entrada al argumento ontológico, pero esta vez lo veremos especialmente desde la mirada de Santo Tomás de Aquino. Tomemos la máxima del argumento ontológico:

''Dios es un ser tal que nada mayor puede ser pensado''

A esto, San Anselmo agregaba que si un hombre puede concebir la existencia de Dios, entonces ésta inmediatamente entraba en su espíritu, sea este ateo o agnóstico pues el concepto sería perfectamente comprensible desde la mente. Es evidente, para San Anselmo, que si el concepto de Dios puede concebirse en la mente, también puede estar en la realidad. 

Aunque Santo Tomás está de acuerdo con la formulación del gran San Anselmo, discrepa de él en cuanto al conocimiento. Para Santo Tomás el conocimiento es extraído desde lo real y no desde lo mental, tal como lo propusiera Aristóteles. En pocas palabras, Santo Tomás parece sacar las viejas refutaciones de Gorgias: ''si algo existe no puede ser pensado'' o más bien ''lo que es pensado no necesariamente existe''.

Por otro lado, el aquinate dice que conocer a Dios significa conocer su esencia y el ser humano no puede conocerla, debido al intelecto humano que posee. Esto significa que el argumento ontológico sólo podría ser aplicado a Dios mismo y no el ser humano.

Conclusión

Recuerdo haber leído a San Anselmo de Canterbury el año pasado cuando veíamos sus obras las cuales siempre me parecieron bastante interesantes. Me parece que de toda la obra de San Anselmo, el único error fatal que podría haber cometido fue el argumento ontológico, aunque para su época se debe decir que fue bastante inteligente y verosímil. Así vemos como el mismo Santo Tomás de Aquino comulgaba con muchas ideas del arzobispo, sin dejar de lado las críticas. 

Santo Tomás de Aquino - Quaestiones Disputatae de Veritas (Cuestiones disputadas de la verdad) (Parte X: ¿Existe la falsedad?) (1256)

Numerosas veces hemos hablado de la verdad y es que es un tema tan interesante y curioso; saber dónde está la verdad es algo que siempre buscamos aun sin tener conocimientos previos. Sin embargo, la falsedad no puede estar considerada como algo a desestimar, pues la falsedad tiene su relación con lo verdadero en algún sentido. Es por esto que Santo Tomás de Aquino no es indiferente al concepto de falsedad y lo aborda de la manera más extensa posible. 


QUAESTIONES DISPUTATAE DE VERITATE



¿Existe la falsedad?


Dificultades

Por las siguientes razones pareciera que la falsedad no existe:


  1. De acuerdo a San Agustín ''La verdad es aquello que es'' por el contrario, lo falso es aquello que no es. 
  2. La verdad está relacionada con el ser, mientras que la falsedad no tiene la verdad por lo tanto es un ''no-ser''
  3. La verdad es la convergencia entre la cosa y la inteligencia divina. Como todo existe en el intelecto divino, y todo lo creado se hace en él, entonces lo falso no podría existir.  
  4. Todas las cosas poseen verdad desde sus formas. Sin embargo, nada hay que no tenga forma, por lo tanto, lo falso no existe. 
  5. El bien y el mal son relacionados con el ser y el no-ser respectivamente. Sin embargo, el mal puede verse presente en las cosas. Por lo tanto, pareciera ser que el mal puede verse o presentarse en lo bueno, pero esto es imposible porque la misma cosa donde se presente debería ser verdadera y falsa al mismo tiempo.
  6. Agustín decía que si una cosa es falsa esta debería ser similar a algo o disimilar. Si es disimilar entonces ninguna cosa puede ser falsa porque sería algo único. Si es similar entonces estaría mezclado con las cosas verdaderas lo cual es imposible, 

Todas estas ideas y reflexiones se hicieron sobre las ideas de San Agustín de Hipona

Sed contra (Por el contrario)

Sin embargo, tenemos las siguientes ideas en contra de las proposiciones expuestas anteriormente:

  1. San Agustín dice: ''La falsedad es aquello que no se asemeja con la verdad; las criaturas no se asemejan; por lo tanto, las criaturas son falsas''.
  2. San Agustín también dice: ''Todo cuerpo es verdadero en una falsedad unida. Un cuerpo es falso porque imita dicha unidad, aunque no la sea. Como todas las criaturas imitan la verdad, entonces esencialmente las criaturas no son verdaderas''. 
  3. El bien, la verdad y la existencia son intercambiables con el ser. Sin embargo, en la falsedad no puede darse de esta forma; por lo tanto, la falsedad tendría una independencia respecto a la verdad. 
  4. San Anselmo de Canterbury dice: ''Aquello que es verdadero es eso que cumple su propósito; mientras que lo que es falso no cumple con su propósito''. En este sentido, la falsedad no estaría privada de existencia. 

Ahora veamos lo que responde Santo Tomás de Aquino con respecto a las dos ideas presentadas. 

Respondeo (Respuestas)

Así como la verdad es la correspondencia entre la cosa y el intelecto, la falsedad consistirá en una desigualdad entre ellos. Por lo demás, es cierto que en el intelecto divino todo es verdadero y nada es falso, ya que la concordancia entre la cosa y el intelecto es pura. 

Sin embargo, la falsedad sí se presenta en el intelecto humano, aquel intelecto que no puede unir muchas veces la cosa con el intelecto. De este modo, en el intelecto divino nada puede ser falso y no puede ser afectado por el engaño, mientras que en el intelecto humano sí existen las cosas falsas. 

En cuanto a la verdad y a las formas, puede ser que el intelecto humano se vea engañado en sí mismo por las formas, pues a través de una impresión exterior el ser humano intenta comprenderlas. 


Conclusión

Las intrigas de la falsedad han quedado claras con el concepto de un intelecto divino y otro humano, tal y como Aristóteles lo habría hecho con el intelecto en acto y el intelecto en potencia. Me parece que esta apropiación del aquinate hace que todo sea más fácil de describir. Es como una ventana que logra integrar todo de una manera más simple, o al menos más simple que sus predecesores quienes, sin quitar mérito alguno, no lograron explicar con mejor exactitud lo que Santo Tomás no explicó aquí. 

miércoles, 13 de febrero de 2019

Santo Tomás de Aquino - Quaestiones Disputatae de Veritas (Cuestiones disputadas de la verdad) (Parte IX: ¿Está la verdad en los sentidos?) (1256).

Hemos hablado mucho de que la verdad se encuentra básicamente en el intelecto ya sea de Dios o del ser humano. Sin embargo, ¿acaso no hay verdad en los sentidos? Sabemos que Aristóteles fue uno de los primeros filósofos que estableció un lugar primordial a los sentidos, en vez que a las ideas como lo decía Platón. ¿Qué nos podrá decir ahora Santo Tomás de Aquino, quien ya desde un principio nos decía que la verdad está en el intelecto divino?

QUAESTIONES DISPUTATAE DE VERITATE



¿Está la verdad en los sentidos?


Dificultades

Por las siguientes razones pareciera ser que no. 

  1. San Anselmo dice: ''La verdad es percibida por la mente''
  2. San Agustín de Hipona nos dice que la verdad proviene del alma

Sed contra (Por el contrario)

Sin embargo, Agustín también decía que ''La verdad es aquello que es'' y si los sentidos son, entonces la verdad también está en los sentidos. 

Respondeo (Respuesta)

La verdad está tanto en lso sentidos como en el intelecto, pero no del mismo modo. La verdad está en el intelecto en tanto que el acto de entender necesita de lo verdadero

La verdad también está en el sentido porque los sentidos juzgan las cosas como son. La verdad no está en el sentido así como si los sentidos pudieran entender, ya que ni siquiera conocen su propia naturaleza. Los sentidos tienen su propia naturaleza, pero no la conocen; como diría Avicena: ''El fuego quema pero no sabe que está quemando''.

Conclusión

Pareciera ser que Santo Tomás de Aquino es el mediador entre aquellos que aseguran que la verdad epistemológica se encuentra ya sea en el intelecto o en los sentidos. Tenemos aquí una solución que ofrece quizás hasta la respuesta para el problema de los Universales de la que tanto hemos hablado. Será necesario investigar aún más sobre la verdad. 

martes, 12 de febrero de 2019

Santo Tomás de Aquino - Quaestiones Disputatae de Veritas (Cuestiones disputadas de la verdad) (Parte VIII: ¿Todas las verdades vienen de la primera verdad?) (1256)

Asumiendo que existen otras verdades ¿también se puede decir que todas las verdades provienen de aquella verdad primera? pareciera ser que sí en cuanto a que es ésta la que les da la forma final, pero debemos verlo más detenidamente. Hasta ahora parece tener la hegemonía de la verdad el intelecto divino, pero ¿es que el hombre común no puede tener la verdad aunque la pronuncie? Realmente es un tema difícil de contestar, pero ya veremos como se desarrolla. 

QUAESTIONES DISPUTATAE DE VERITATE



¿Todas las verdades vienen de la primera verdad?


Dificultades

Pareciera ser que no por los siguientes argumentos:

  1. La fornicación es algo verdadero, pero no proviene de la verdad primera. 
  2. Si la fornicación es verdad como signo y concepto, y si es así entonces proviene de Dios. Pero aquella verdad sería más bien de la cosa y no de Dios. 
  3. Si se dice ''él está fornicando'' entonces la fornicación existe y es verdadera. Por lo tanto, se puede decir que la cosa (fornicación) ''existe'' y si existe es verdadero. Esto quiere decir que cualquier deformidad del sujeto puede predicarse sin problemas; sin embargo, la deformidad no se puede predicar de Dios. 
  4. Todas las cosas pasan con permiso de Dios, pero la deformidad no proviene de Dios. 
  5. Aunque la privación en sí misma no es absoluta, esta puede ser aprehendida por el intelecto. Por lo tanto, a toda cosa con privación no puede venir de Dios.
  6. Ninguna proposición verdadera parcialmente puede provenir de Dios. 
  7. Dios no es causa de aquello no existente, tal como dice San Agustín de Hipona
  8. Agustín decía: ''la verdad es aquello que parece ser'' Sin embargo, el mal parece ser y por lo tanto, no todas las verdades provienen de Dios, ya que el mal no proviene de Dios (pero existe).
  9. La única forma de que un mal aparezca o exista es a través del bien. 


Todas estas ideas eran tanto de San Agustín de Hipona como también de San Anselmo de Caterbury.

Sed contra (Por el contrario)

Existen algunas cosas en contra de los planteamientos anteriores:

  1. San Ambrosio decía: ''Toda cosa verdadera proviene del Espíritu Santo''.
  2. Todas las cosas creadas provienen de Dios
  3. San Agustín dice: ''La verdad es aquello que es''. Todas las cosas que son son existentes y hechas por Dios. 
  4. El ser es intercambiable con la verdad y por lo tanto, todo proviene de Dios. 
Ahora tenemos la respuesta de Santo Tomás para arreglar estas confusiones. 

Respondeo (Respuesta)

Por lo que queda claro anteriormente, tanto la cosa como el intelecto pueden predicar la verdad. Pero la verdad en las cosas solo da la conformidad de las cosas con el intelecto, no es que la verdad esté dentro de ellas (a menos que sea el intelecto divino).

El argumento de decir que ''la fornicación es verdadera'' cae en la falacia de accidente (dicto simpliciter), ya que el acto de fornicar no entra en la noción de verdad solo en lo que se puede predicar de la fornicación. 

Aunque el mal no proviene de Dios, el mal necesita mostrarse a través del bien. Ya que el mal es la no-existencia, cuando el bien carece de bien se presenta el mal; por lo tanto, para presentarse el mal necesitara de la bondad de Dios, lo que no hace que a Dios le pertenezca el mal. 

Finalmente, tanto la deformidad como el mal no son de Dios pero Dios hace que estas puedan aparecer al hombre. Tanto el bien como el mal (carencia del bien) pueden aparecer al hombre, pero esto se hace a través de Dios. 

Conclusión

Esta es una tesis muy similar a la que hace San Agustín de Hipona cuando habla de las características del bien: bien-verdad-existencia, mientras que para el mal sería de la siguiente forma: mal-falsedad-inexistencia. Aquí vemos como Santo Tomás de Aquino recoge las ideas del obispo platónico para armar su propia teoría del bien. Sigamos con este libro sobre la verdad. 

domingo, 10 de febrero de 2019

Santo Tomás de Aquino - Quaestiones Disputatae de Veritas (Cuestiones disputadas de la verdad) (Parte VII: ¿Es la verdad aplicada a Dios personalmente o esecialmente?) (1256)

Pareciera ser una pregunta con una respuesta obvia, pero debemos detenernos para decir en qué medida podría darse esto. Tenemos, por las entradas que fueron publicadas antes, que el intelecto es tanto divino como humano, siendo el primero el más importante. La teología cada vez más se impone ante la filosofía que pareciera ser no más que un medio para explicar la naturaleza de la realidad. Veamos hasta donde llega el aquinate con esto. 

QUAESTIONES DISPUTATAE DE VERITATE



¿Es la verdad aplicada a Dios personalmente o esencialmente?


Dificultades

En primera instancia pareciera ser que es personal. Veamos las razones:

  1. San Agustín decía: la verdad divina es la similitud más grande de su fuente sin ninguna diferencia. Por lo tanto, la verdad aplicada a Dios es personal.
  2. Nada es similar o igual a sí mismo. La verdad es cierta igualdad y por lo tanto, entre las cosas divinas y humanas hay una distinción personal.
  3. Toda procesión a Dios es predicada personalmente a él. Como la verdad es dicha a través de la predicación, entonces las palabras y la verdad son personales. 

Estos son los argumentos que se dicen que la verdad se aplica de modo personal a Dios.

Sed contra (Por el contrario)

Sin embargo los argumentos anteriormente mencionados, San Agustín también está de acuerdo con que la unión del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo son esenciales y no personales. 

Respondeo (Respuesta)

Con relación a Dios, la verdad puede ser tomada de dos maneras distintas: 

  1. Propiamente: si se pone de este modo, entonces la esencia se tomará como una sola como en la Santísima Trinidad. 
  2. Metafóricamente: la verdad será tomada como una similitud entre lo divino y lo creado. 
De este modo, entonces diríamos que Dios tomado propiamente es dicho esencialmente, mientras que personalmente se puede tomar de manera metafórica (o figurada). 

En cuanto a lo dicho por palabra, no se puede enlazar necesariamente ''palabra'' con ''verdad'', pues ''palabra'' sólo aplica a su sustantivo y el juicio intelectivo verá si este es correcto o no.

Conclusión

Más que una pregunta cerrada de sí o no, lo que nos muestra Santo Tomás de Aquino es que la respuesta es ''ámbos''. En efecto, pareciera ser que en el resto de capítulos que veremos a continuación, la verdad será dividida en dos ámbitos: verdad intelectiva y verdad humana, siendo la primera la más cercana a Dios. Sigamos viendo que nos trae Santo Tomás de Aquino

Concept of truth in Greeks

Concept of truth in Greeks



This can be the most important question in the lives of all people: ''What is the truth?''. We all have a different concept of truth which it seems to suggest saying that there are many types of truth. On the other hand, we have people who manage to impose their truth and mark their thinking among all the others.


This time we will see the truth from the philosophy of the ancient Greeks who developed their own view about the truth. 

Plato on truth


We have the first definition of truth in a spectacular book by Plato: Cratilo (or language). The Athenian philosopher describes the truth as follows:


''Truth is to say things as they are and falsehood is to say as they are not''



From a first point of view, Plato's definition seems simple enough. However, the truth is not reached simply by saying that things are true, but they must correspond to the reality we understand. That is why Plato put in the first place the world of ideas where, according to the philosopher, the truth is found and not in the world of the senses.



Aristotle on truth




In Aristotle the truth begins to be much more complex than in Plato's view. For Aristotle, the truth is in being, in substance, in thoughts, but not in things. However, things have the characteristics of truth, or, at least, representations of it.




Thus, it is said that a man is (true proposition) and then the characteristic of such a man is given: a man is white.


On the other hand, given the aspect and scientific character of the stagirite, the truth is also related to the cause, since he himself said:



''It is not enough just to tell the truth, but also to show the cause of the falsehood''





Hence, from the stagirite's propositions, the truth becomes more complex.



Stoics on truth



Finally we have the great and wise stoics who gave their opinion with the truth. They believed that the truth was no more than the correspondence between the thought or knowledge of a thing, with the respective thing that is known. However, in Stoic philosophy there is a detail that makes it more special; the truth corresponds to the manifestation of the object, that is, what the object transmits to us.




Conclusion




Interesting, but it is also logical the fate of the truth. It is difficult to extract it from the correspondence of thought with the object as the Stoics said, but it is already a fact that the concept of truth has been transformed over the centuries. Of course, this is only part of what we will see of the truth, for we still have to see Romans's perspective,  Scholastics, Arabs, and many others.

Santo Tomás de Aquino - Comentarios a San Agustín de Hipona

Comentarios a San Agustín de Hipona

Estos dos han sido los más grandes exponentes de la religión cristiana. Muchas son las convergencias entre estos dos grandes hombres, pero también grandes diferencias que veremos a continuación en estos apuntes de filosofía. 

San Agustín, Platón y Aristóteles

Sabemos que los grandes Padres de la Iglesia han optado por seguir las enseñanzas de Platón mucho más que las de Aristóteles. Esto por la importancia que Platón le dio a las ideas abstractas y sobre todo al alma, la cual es la potencia del hombre en su entorno. 

No obstante, Santo Tomás de Aquino considera que no sólo Aristóteles puede cristianizarse, sino que también puede estar en las enseñanzas del Santo de Hipona, a pesar de que era estrictamente platónico. 


San Agustín de Hipona y Santo Tomás de Aquino

El alma

En efecto, San Agustín decía que el conocimiento no puede provenir de los objetos conocidos, debe provenir del alma que es separada del cuerpo. Sin embargo, queda la duda de porqué el alma está en el cuerpo si podría ser independiente. Muchas cosas del alma son misteriosas, por ejemplo, que la imagen de una montaña pueda tener espacio en el entendimiento a pesar de su tamaño. El obispo no puede explicar esto y deja esta tarea a otros intelectuales más doctos. 

Sea como fuese, Agustín nos dice que el alma existe, es inmortal y además se conoce a sí misma porque es incorporal; por eso, también conoce los demás inteligibles. Santo Tomás discrepa de esta visión diciendo que en verdad solo necesitamos de la luz de Dios para descubrir la verdad. 

Por cierto, las facultades del alma en uno y otro filósofo son distintas; para Agustín, el alma posee intelecto, memoria y voluntad; para Tomás de Aquino, el alma tiene tres partes que son la vegetativa, la sensitiva y la racional.

La verdad

El concepto de la verdad en San Agustín tiene que ver con la cercanía de Dios. Recordemos que para San Agustín todo lo que existe es bueno y verdadero; por lo tanto, la falsedad sería mala m falsa e inexistente ya que es una privación. 

En una discusión con los académicos (seguidores de Platón) Agustín discutía que la verdad se encontraba en cada uno de los hombres, mientras los académicos decían que si la verdad estaba con Dios, entonces el hombre jamás la alcanzaría porque no puede compararse con Dios para obtenerla. Si bien esto es cierto, Agustín dice que siempre hay algo en la mente del ser humano que le dice que algo es verdad. Además ¿Cómo es que los académicos dicen que el hombre no puede encontrar la verdad si están hablando de ella? 

Tomás de Aquino adhiere totalmente a esta postura, pero no sin antes hacer una diferenciación (tal como lo hace Aristóteles), dividiendo el intelecto divino y el intelecto humano. 

Las creaturas de Dios

San Agustín dedicó muchos libros a la Santísima Trinidad, tal y como lo hemos visto en estas páginas de filosofía. En ese tratado, San Agustín trataba de unir al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo reconociéndolos como un solo Dios. Si bien esta conjunción se daba de manera substancial e inmanente entre los tres, la trinidad tenía un aspecto relacional; es decir, el Hijo provenía del Padre y el Padre lógicamente es el que lo engendra, mientras el Espíritu Santo es la procesión. 

Para Santo Tomás, la conjunción entre Padre, Hijo y Espíritu Santo aún es un misterio; sobre todo la generación del Hijo y la procesión del Espíritu Santo. 

Luego tenemos los ángeles que de acuerdo con San Agustín, son seres que tienen una vida y una voluntad. Sin voluntad no se podría explicar la caída de lucifer. Sin embargo, para Santo Tomás de Aquino esto no es del todo correcto. Para el aquinate los ángeles si bien serían seres incorpóreos, estos no tienen una ''vida'' como la tendrían un ser humano. Su existencia es incorpórea, y por lo tanto no puede ser percibida por el humano. 

Conocimiento de la realidad (epistemología)

Para San Agustín de Hipona, si bien el conocimiento entraba por los sentidos, la que realmente conoce es el alma por medio del cuerpo. Los sentidos no son la verdadera fuente de conocimiento para el obispo de Hipona; sin embargo, para Santo Tomás de Aquino sí lo son. Eso lo cree el aquinate porque considera importantísimo la parte del juicio; en otras palabras, Santo Tomás dice que si los sentidos no funcionan bien, entonces el juicio se altera inmediatamente. Por lo tanto, la importancia de los sentidos vuelve a resurgir. 

Las virtudes y los vicios

En cuanto a las virtudes cardinales (justicia, templanza, prudencia y fortaleza), Tomás de Aquino aprueba todas las características y definiciones que el obispo de Hipona ofrece. Es preciso destacar en este punto que San Agustín es mencionado una infinidad de veces por el aquinate, otorgando una autoridad no sólo en el ámbito filosófico sino que también en el religioso: San Agustín sería el gran maestro exegeta del Nuevo Testamento. 


Conclusión

Vemos que la influencia de San Agustín de Hipona en Santo Tomás de Aquino no es en absoluto en vano, pues el obispo siempre estuvo en la presencia de los escritos del aquinate. De todas maneras San Agustín dejó un legado sin precedentes a las generaciones futuras, y Santo Tomás de Aquino se encargó de hacerlo aún más fuerte, explicando al obispo de Hipona y anteponiéndolo como autoridad frente a los más doctos teólogos y filósofos.