sábado, 29 de diciembre de 2018

San Alberto Magno - Sobre el alma (Libro III: Facultades aprehensivas y motrices) (Tratado V: Potencias del alma).

Hemos llegado al final del tratado sobre el alma en San Alberto Magno. Realmente ha sido un trabajo arduo y titánico el de este filósofo, ya que de alguna manera se atrevió a articular todas las posiciones de sus predecesores, luego se encargó de refutarlas y complementarlas a su propia teoría. En este último tratado veremos nuevamente los sentidos que forman partes potenciales del alma. Ciertamente el tema de los sentidos, como dijimos en otras partes, es mucho más complejo que cuando hablamos de lo simple, sin embargo, no está demás analizarlo.

Sobre el alma

Tratado V: Potencias del alma

Capítulo I: Parte vegetativa y parte sensitiva

Todo ser viviente tiene un alma, y como corresponde esta alma debiera tener en principio una parte o potencia vegetativa. Los seres que no son generados no tienen una parte vegetativa, por lo que no puede perecer o sufrir daños. Por lo tanto, todo lo generado y corruptible tiene una parte vegetativa. 

Ahora, lo que no necesariamente pueden tener es la potencia sensitiva, ya que muchos animales pueden prescindir de una o de otra sensación. Sin embargo, todos tienen en principio la parte vegetativa. 

Por otro lado, los que están obligados a tener la facultad sensitiva son aquellos animales que tienen el intelecto. Sin embargo, los seres celestes no tienen sentidos sino que son puro intelecto, ya que no necesitan de materia. 

Capítulo II: Los sentidos y lo extrínseco

El sonido el color y el olor no alimentan los sentidos ni la materia, pero sí provocan una estimulación de aumento o disminución. El gusto sería un cierto tacto que percibe la facultad vegetativa al igual que el tacto mismo. 

El animal aprende por medio del tacto lo que es comestible o utilizable para él, no obstante, para el animal también podría ser el sonido, el color y el olor, indicadores de que puede existir un peligro a lo lejos. 

Capítulo III: El cuerpo del animal: ¿simple o compuesto?

Obviamente, y como hemos dicho durante todo el tratado, los animales tienen un cuerpo compuesto al tener órganos y partes en los que se divide. Está a la vista que los animales mueren irremediablemente por diversas razones, y este es el fundamento principal de que su cuerpo sea compuesto. 

Capítulo IV: Lo vegetativo, lo sensitivo y lo racional son una sola sustancia simple

Muchos autores dicen que en especial, lo vegetativo y lo sensitivo sí son corruptibles. Dicen que estas poderosas facultades se encuentran a partir de la materia, es decir, la materia las origina. Por otro lado, si estas potencias fueran independientes y simples la una con la otra, entonces lo sensitivo no podría encontrarse en lo vegetativo ni lo vegetativo en lo sensitivo, lo cual es falso. De esto también se seguiría que ninguna procedería de la otra, lo cual implica una discontinuidad porque ya dijimos que existen seres vegetativos y a partir de estos están los vegetativos-sensitivos que son los más complejos.  

Debido a los absurdo que ocurrirían de separar en tres sustancias lo racional, lo sensitivo y lo vegetativo, San Alberto Magno nos dice que estas tres potencias son unidas por una sola sustancia simple. Entonces ¿qué serían lo vegetativo, lo sensitivo y lo racional? en realidad serían tres potencias naturales del alma unidas en una sola sustancia.

Conclusión

Terminamos así todo lo que tiene que ver con el alma. Este fue un tratado pequeño que en realidad se abocó a lo relacionado con los sentidos en el alma, o más bien a las potencias vegetativa y sensitiva del alma. Me parece que este libro de San Alberto Magno ha sido uno de los más concluyentes con respecto del alma, en comparación de otros filósofos; sin embargo, aún faltan varios filósofos más que vuelven a tocar el tema del alma. 

Faltando tres días para las celebraciones, les deseo a todos un feliz año nuevo. Que el 2019 sea un año de nuevos descubrimientos y conocimientos en todas las áreas del saber. 

viernes, 28 de diciembre de 2018

San Alberto Magno - Sobre el alma (Libro III: Facultades aprehensivas y motrices) (Tratado IV: Facultades motrices).

Es cierto que ya habíamos visto los conceptos de movimiento en cuanto al cuerpo, y lo relacionado que éste estaba con el tiempo. Nuevamente veremos el concepto de movimiento, pero esta vez por medio de las facultades motrices del alma donde aún quedan aspectos de importancia a desarrollar por el filósofo. Una pregunta relevante para esta introducción sería ¿está el movimiento en una parte dentro del alma o fuera del alma? esta y otras preguntas serán contestadas en los siguientes apuntes de filosofía. 

Referencias:

(1) Parece ser que Alberto Magno creía en la bondad interior del hombre al igual que San Agustín de Hipona. En otras palabras, estos dos filósofos creían que el hombre era naturalmente nuevo. 
(2) Los mismos principios sociales que postulaba Aristóteles.

Sobre el alma

Tratado IV: Facultades motrices

Capítulo I: La parte motriz del alma


Para Alberto Magno, el discernimiento es tanto el movimiento del intelecto como también de los sentidos. Sin embargo, hay que ver si este movimiento está en una parte del alma, o pertenece al alma en su totalidad para poder ser ejecutado. También esta investigación presenta inmediatamente otra pregunta: ¿cuántas son las partes del alma? de acuerdo con Alberto esto no podría ser cuantificado. 


El mismo Platón dividía el alma en dos diciendo que una es racional y otra irracional, donde en esta última se encuentra la ira o la concupiscencia. No obstante, ¿qué pasaría con las facultades sensitivas y vegetativas que también parecen ser del alma? ¿son estas racionales o irracionales? parece que no las podemos situar en ninguna parte y es por eso que debemos decir que hay más que dos partes. 

Todos estos efectos que el alma tiene propio de su parte vegetativa o sensitiva son cierto tipo de movimientos. Alberto Magno verá todo aquello en los siguientes capítulos. 

Capítulo II: Movimiento vegetativo y sensitivo

Movimiento local

El movimiento local es ese movimiento físico que mueve al animal de un lugar a otro. Alberto nos dice que la parte vegetativa del alma no mueve localmente al animal, pues el apetito en realidad no mueve al no ser una facultad física. Con respecto a lo vegetativo, esto tampoco es posible. De hecho, pensemos en las plantas que son la única facultad que tienen; si estas tuvieran un movimiento, entonces deberían tener órganos que les correspondiesen como piernas o manos.

Se dice que las plantas tampoco tienen la facultad sensitiva por lo que no pueden sentir; por lo tanto, la parte del alma relacionada con el movimiento es otra. 

Capítulo III: Tres intelectos simultáneos son lso que producen el movimiento local

Por supuesto, el intelecto especulativo no puede formar parte de las causas del movimiento local. El intelecto solo tiene miras a la intelección sin experiencia de un objeto, y no tiene relación con lo material en cuanto a movimiento. Tampoco podría estar en el intelecto práctico, pues el movimiento en sí no tiene voluntad para moverse a sí mismo hacia un fin. Finalmente tampoco tiene movimiento debido a su apetitivo, ya que el hombre o el animal se mueve teniendo apetitivo o no. 

En efecto, estos intelectos por sí solos no pueden mover localmente al animal, sino que los tres deben funcionar conjunta y simultáneamente para hacerlo. Ahora, a estos tres hay que añadir la fantasía que mueve sea racional o irracional el objetivo. Sin embargo, el hombre cuando es guiado por la razón y el silogismo se mueve hacia el bien, y cuando se mueve hacia el mal es cuando contradice su propia naturaleza(1).

Capítulo IV: Intelecto práctico e intelecto especulativo

El intelecto práctico o operativo es aquel que opera a las cosas que son externas a él mismo. Esta quizás puede ser la gran diferencia que hay entre el intelecto práctico y el especulativo, pues este último tiene que ver con lo que es interior en el alma. 

Por otro lado, el intelecto práctico necesita al cuerpo como instrumento para llevar a cabo sus acciones, mientras que el intelecto especulativo no necesita nada material. Sin embargo, el intelecto práctico tiene dominio sobre las cosas, mientras que en el intelecto especulativo, el dominio cae sobre él en las cosas que le subyacen. Por ejemplo, el intelecto práctico será útil para manipular el objeto, mientras que el especulativo se sumirá en las propiedades de dicho objeto.  

Capítulo V: Los motores del movimiento

Podríamos considerar que el intelecto, el apetito y la fantasía son los motores del movimiento por donde se mueve el animal localmente. Este movimiento que incentiva el apetito puede ser tanto racional como irracional. Por otro lado tenemos la voluntad que es el motor de todo lo racional como voluntad libre. 

Capítulo VI: Rectitud en los movimientos

Teniendo estos tres motores en consideración, tendríamos que decir que el intelecto es el único de los motores que no se mezcla. El intelecto es un motor inamovible que se basa en los principios más sólidos; por ejemplo, el concepto de ''no robarás'' en el hombre sería posible gracias al intelecto.

La diferencia también entre estos tres es que el intelecto siempre es recto, mientras que la fantasía y el apetito pueden serlo aveces. Por supuesto, cuando el apetito y la fantasía están inclinados al mal quiere decir que no están rectos. 

Capítulo VII y VIII: Motor progresivo

Los motores son mucho en número y pareciera ser que el apetito los mueve la mayor parte del tiempo. Sin embargo, no siempre es el apetito el que mueve verdaderamente, de hecho, Alberto Magno nos dice que para los animales irracionales, el apetito es el motor principal.

Todo movimiento progresivo es movido por un motor inmóvil principal. Cualquier tipo de objeto que pueda moverse es movido no solo por este motor, sino que por todo lo que va anterior del motor móvil. 

Capítulo IX: Motor en los animales imperfectos

Los animales imperfectos son aquellos que solamente tienen un sentido y un cierto ''gusto'', pero no porque sepan discernir el mismo sino que solamente lo sienten. 

Lo que cabe preguntarse y que tiene tremenda relevancia es si los animales tienen fantasía o no. Lo que si parecieran tener los animales es el sentido común, aún más que el reconocimiento de los sentidos propios. Los animales también parecieran tener fantasía, pero en un nivel inferior al hombre, ya que sería una fantasía indeterminada.

Sin embargo, para los animales racionales, la fantasía se vuelve determinada al igual que el apetito, en otras palabras, existe una voluntad, algo deliberativo. No obstante, el apetito y la fantasía pueden verse movidas por la opinión, y la opinión puede verse sólo influenciada por estos dos motores. 

Capítulo X: Motores platónicos

Los platónicos decían que existía un motor llamado sindéresis que era el principio rector del intelecto. El hombre trata de alcanzar los preceptos divinos, o el intelecto que más se acerca al conocimiento universal. Es ahí que el hombre puede comprender cosas como el Derecho Natural o el Derecho Divino, los cuales Alberto Magno toma como sinónimos(2)

Como estos conocimientos existen, entonces es totalmente plausible pensar que cuando el hombre se encuentra con ellos, al mismo tiempo ha alcanzado el conocimiento verdadero. 

Conclusión

Hemos concluido todo aquello que involucraba a los sentidos y hemos terminado finalmente con el conocimiento universal y los motores. Si es que podemos responder la pregunta del principio, tendríamos que decir que el movimiento está tanto separado como junto con el alma en diversas ocasiones; por ejemplo, cuando lo rige un principio universal inmóvil, y luego cuando lo mueve el apetito. En fin sigamos con el último tratado que nos queda.  

miércoles, 26 de diciembre de 2018

Entendimiento e intelecto en la Antigua Grecia

Entendimiento en la Antigua Grecia

El concepto de Entendimiento en la Antigua Grecia será revelarte en toda la historia de la filosofía, pues estos hombres fueron los primeros en describir la adquisición del conocimiento. El acto de conocer siempre ha sido de mucha complejidad entre los griegos,sobre todo entre los sofistas quienes por medio de figuras retóricas podían caracterizar al entendimiento como ellos quisieran, incluso considerarlo algo inútil.

Perspectiva de los sofistas

Protágoras

En este blog ya habíamos tenido un apartado sobre los sofistas y sus intrincados razonamientos lógicos, muchas veces difíciles de comprender pero no por eso menos meritorios. 

El conocimiento de Protágoras era muy particular y también muy inteligente. Se basaba en una subjetivización de la realidad donde todo podría ser totalmente verdadero. De ahí que tengamos su famosa frase:

''El hombre es la medida de todas las cosas''

¿Qué significa esto? que si a mi me parece que una manzana es verde, a otra persona le parecerá roja y los dos estaríamos en la verdad; por lo tanto, la verdad sería relativa. Obviamente, las consecuencias de este planteamiento serán analizadas por Platón quien las refutará sin ningún problema, al ser esta una doctrina extrema. 

Gorgias

Gorgias tenía un tratado llamado ''El tratado del no-ser'' donde se presentaban sus tres proposiciones fundamentales del ser y el no ser. 

Primera proposición: ''Nada existe''

¿Qué quiere decir esta gran aseveración? Entendámoslo de la siguiente manera. 

Si una cosa existe, entonces esa cosa debería ser eterna. Sin embargo, las cosas eternas (el ser) no tienen ni principio ni final, por lo que no podría estar en ninguna parte; por lo tanto, no existirían. 

Mientras tanto, las cosas que no existen (el no-ser) no son eternas y deberían empezar a ser. No obstante, antes de empezar a ser tendrían que no-ser; por lo tanto, como el no-ser no se puede crear tampoco existirá. ¿Cómo podría el no-ser ser si no es? 

Segunda proposición: ''Si algo existe no puede pensarse''


Esta quizás pueda ser la proposición más difícil de entender de Gorgias, pero trataremos en lo sucesivo de esclarecerla. 

Lo primero que tenemos que imaginar es que si algo existe puede ser pensado, mientras que lo que no existe no puede ser pensado

Lo que existe: es pensado
Lo que no existe: no es pensado

Sin embargo, si lo pensado existe entonces cualquier cosa que pudiera pensarse podría existir; por ejemplo, un unicornio, un centauro o un minotauro. Como estos seres no existen pero sí son pensados, entonces lo pensado no existe y esto significa que la primera premisa estaría mal. Por otro lado, lo no-existente no podría ser pensado, no obstante sí se puede pensar lo no-existente (el unicornio, el centauro y el minotauro). 

Por lo tanto, como ninguna de estas premisas ''Lo que existe es pensado'' y ''Lo que no existe no es pensado'' es acertada, Gorgias deduce que las cosas que existen no pueden pensarse, porque de lo contrario, entonces lo pensado existe. 

Lo que existe es pensado (pueden pensarse seres mitológicos)
Lo que no existe no es pensado (los seres mitológicos no existen, pero pueden ser pensados).

La consecuencia de la doctrina de Gorgias será tremenda, pues separa el ser del pensamiento. Es decir, no se puede pensar el ser y el ser no puede ser pensado. 

Tercera proposición: ''Si algo fuese pensado, no puede comunicarse''

Esta proposición ya es mucho más fácil que las dos anteriores. ¿Podríamos comunicar lo que pensamos? veámoslo de la siguiente manera. 


El lenguaje del ser humano no comunica el color, ni el sabor, ni las experiencias de otro ser humano. El lenguaje en este caso sería inútil, ya que si yo le digo a otra persona que la manzana es dulce siendo que esta persona nunca ha probado la manzana; dicha persona nunca podrá descubrir por medio de las palabras el concepto de ''dulce''.

Todos estos planteamientos ya han sido refutados en la historia y si quieren ver las respuestas hagan clic aquí.


Perspectiva de los presocráticos

Anaxágoras

Una teoría aún más formal la tiene el filósofo presocrático llamado Anaxágoras. Este filósofos nos hablaba sobre el concepto de ''Nous'' que en griego antiguo denominaría la inteligencia. Para Anaxágoras el Nous sería el espíritu mismo, es decir, la parte más elevada del alma. 

El ''Nous'' sería el origen del universo el cual tiene una naturaleza etérea que puede incluso insertarse en los recovecos de la materia. También sería algo independiente del cuerpo y dominaría todas las formas de vida existentes, de hecho, la manifestación del Nous se da justamente en el movimiento.

Parménides

El filósofo Parmenides nos dirá que no podremos encontrar la verdad en la opinión de los mortales, ya que esta siempre está cometida a la generación y la corrupción lo que quiere decir que solamente podemos fiarnos del Nous, el cual no estaría en la realidad sensible. Una cosa es la percepción y otra cosa es el ''Logos'' (conocimiento)

Empédocles

Empédocles será el filósofo que plantea el concepto de semejanza y desemejanza en el entendimiento, es decir, ''lo semejante se une con lo semejante''. 

''Por la tierra conocemos la tierra, por el agua conocemos el agua, por el fuego conocemos el fuego, por el amor conocemos el amor y por el odio conocemos el odio''

Esto es llamado el ''Principio de semejanza'' el cual uniría el conocimiento con la sensación. En efecto, la amistad y la enemistad se unen por el amor y se separan por el odio, a través de lo que él llamaba ''átomos'' que eran pequeñas estructuras físicas que estaban por todos lados; así, tanto el conocimiento como la sensación serían semejantes. 

Perspectiva de los filósofos


Platón

El planteamiento de Platón básicamente está cimentado en que el hombre tiene el conocimiento en su interior, es decir, en el alma. Platón tuvo muchos problemas al enfrentar las teorías sofistas, pero resolvía estos problemas de manera fácil. Como para Platón el conocimiento estaba en el alma, no era problema que el concepto de las cosas hubiera que buscarlo en alguna parte. Más bien, el conocimiento interior había que despertarlo por medio de la enseñanza


Un ejemplo de esto es cuando un alumno de Gorgias, Menon, pone en duda el entendimiento a la hora de investigar algo;por ejemplo, "¿como vamos a investigar algo si ese algo es nuevo,es decir, desconocido? Y si comenzamos a investigar algo ¿con qué objeto si ya lo conocemos''.

Por supuesto, en el mismo diálogo de Platón llamado "Menon" , el filósofo griego refuta este planteamiento diciendo que existe un conocimiento interior en nuestra Alma, y que este es el que nos permite saber las cosas, solamente basta despertarlo. De alguna manera, Platón dirá ''aprender es recordar'' 



Aristóteles

Si bien existieron muchos filósofos que hablaron sobre el entendimiento, en esta entrega comenzaremos a hablar sobre Platón y Aristóteles. Ambos acordaban que el entendimiento se definía como el acto de pensar, y que por aquello, este daba limites y órdenes a las cosas.

Estas actividades estarían centradas en las facultades más intelectuales del Alma como lo son la ciencia y la dianoia. Estas son contrarias tanto a la opinión como a la creencia. Es por esto que el mismo Platón decía que la opinión, la imaginación y los sentidos como un aspecto inferior en cuanto al conocimiento inteligible.

Por su parte, Aristóteles define el entendimiento de la siguiente manera:

"Aquello por lo cual el Alma razona y comprende"

Principalmente, lo que quiere decir con esta frase Aristóteles es que el conocimiento nos viene desde afuera y hay que buscarlo en las cosas materiales, lo cual es contrario a lo que sostenía Platón. 

Por otro lado, Aristóteles también propone que el intelecto está dividido en dos perspectivas: intelecto activo (o agente) e intelecto pasivo (o material).

Para Aristóteles, en toda la naturaleza existe el género y la especie, incluso en el alma. Por un lado existe el intelecto que tiene en potencia el ser de todos los objetos, y por otro, el ser que los produce, comportándose como una especie de luz que hace pasar en acto al color de las cosas. Además, este entendimiento productor sería separado, impasible, eterno e inmortal. 

Sin embargo, aquí surge un gran dilema que el estagirita no resolvió del todo.

''¿Pertenece este intelecto al alma o pertenece a la divinidad ya que es incorruptible e inmortal?


Perspectiva de los peripatéticos

Alejandro de Afrodisias

Como sabemos, los peripatéticos fueron los estudiantes y seguidores de Aristóteles. Uno de ellos fue Alejandro de Afrodisias quien interpretó lo dicho por Aristóteles de una manera muy particular. Este filósofo nos decía que existía un intelecto que recibía todo del intelecto activo, es decir, aquel intelecto universal o intelecto agente del cual hablaba Aristóteles

Dicho intelecto se llamaba ''intelecto material'' que también recibía de nombre ''intelecto potencial'' o ''intelecto posible'', ya que este pertenecía a la materia y está separado del intelecto agente. Este además de todo es inseparable del cuerpo, y el intelecto activo ''actualiza'' el intelecto potencial que está en el hombre. 

Afrodisias fue el responsable de que los árabes siguieran desarrollando esta teoría desde distintas perspectivas. 

Temistio

Temisto fue otro comentador de Aristóteles quien postuló lo contrario de Alejandro de Afrodisias. Para Temistio, el intelecto potencial era separado de la materia, impasible y sin mezcla con respecto al cuerpo. Por lo tanto, para Temistio tanto el intelecto agente como el intelecto posible tenían las mismas características; ambos son incorpóreos, separados y sin mezcla.

Conclusión

Las consecuencias que traerá este concepto en la historia de la filosofía serán realmente difíciles de aclarar para los filósofos posteriores a los griegos. Sin embargo, no nos puede dejar de asombrar el ingenio y lo agudo de sus pensamientos al plantear la separación del intelecto. Podríamos decir que el problema del entendimiento, si bien comienza con los sofistas griegos, se pone aún más complejo con los alumnos de Aristóteles

San Alberto Magno - Sobre el alma (Libro III: Facultades aprehensivas y motrices) (Tratado III: El intelecto posible).

Este concepto puede ser el más interesante que hayamos visto luego de analizar el entendimiento desde los antiguos griegos hasta la Alta Edad Media. En realidad, este concepto es muy difícil de comprender incluso para las mentes más perspicaces, debido a que los conceptos son muy abstractos y pueden llegar a confundir. Debemos mantenernos atentos a estos conceptos para llegar a un buen entendimiento y seguir con esta historia de la filosofía que hacemos en este blog.

Referencias:

(1) Alberto Magno creía en que la llamada al pensamiento de cualquier enfermedad ''llamaba'' a dicha enfermedad. El hombre que pensara en aquella enfermedad la padecería. 

Sobre el alma

Tratado III: El intelecto posible

Capítulo I: El entender y el intelecto


El intelecto posible es uno de los conceptos más bien abordados dentro de la filosofìa Medieval. Los conocimientos intelectuales siempre son eternos y unitarios, mientras que todo lo demàs es compuesto. En otras palabras, cualquier elemento de unidad o abstracción sería uno y no múltiple.

Las cosas, cuando son entendidas, siempre están entendidas en potencia y no en acto, y en efecto, cuando las cosas son en potencia aún no se han formalizado. Parecen confusas y distantes. Este proceso se hace mientras el intelecto queda intacto, es decir, en el espacio temporal del entender, el intelecto conoce primero potencialmente y luego en acto. 

Capítulo II: Intelecto verdadero

¿Cuando el intelecto nos falla? San Alberto Magno nos dice que generalmente el intelecto no nos falla. Sin embargo, hay excepciones en que sí, de hecho, el filósofo dice que una de las veces en que el intelecto no puede ser engañado es cuando entiende las cosas sólo por su forma; mientras que puede ser engañado cuando analiza la materia. De acuerdo con este planteamiento, la materia siempre está en lo dividido y en lo diferente; lo cual es característico de la falsedad. 

Capítulo III: Un solo intelecto divide los objetos indivisibles

El ser humano se deleita o huye de un objeto sensible, según lo haya percibido su intelecto como algo bueno o malo. Ya habíamos dicho en tratados anteriores que todo se produce a partir de los fantasmas que el alma especulativa mueve. Estos finalmente son los que llevan a la abstracción del intelecto, como un acto final del entendimiento que además es producido unitariamente. Por lo tanto, la abstracción final se da por un solo intelecto. 

Capítulo IV: Los fantasmas y el intelecto

Cuando se juzga una cosa, primero la sentimos y luego los fantasmas se encargan de estimular el intelecto para tomar una determinación final con respecto a lo que se entiende. 

Los fantasmas, de alguna manera, nos ayudan a tomar la decisión de huir o resistir en una situación de peligro. En efecto, la opinión que se tenga respecto de una situación moverá a los fantasmas, y estos moverán al intelecto. 

No sólo eso. Parece ser que los fantasmas en dicha facultad imaginativa pueden generar estímulos, incluso cuando el objeto no está presente. Por ejemplo, cuando un hombre es estimulado por la imagen de una mujer hermosa para tener coito, los órganos realizan su trabajo sin estar la mujer en aquel momento. De ahí que también se produzcan enfermedades como la lepra y otras enfermedades(1).

Finalmente, es el intelecto el que toma la determinación final con respecto a la experiencia recibida por los fantasmas y los sentidos.

Capítulo V: Entendimiento sobre las cosas matemáticas

El entendimiento no requiere de la materia para abstraer ni para comprenden los conceptos matemáticos. En efecto, no se necesitan dos manzanas para conocer el número dos. 

Pareciera ser que todo lo que entiende el ser humano lo hace principalmente a través de los fantasmas, y luego el intelecto abstrae o aprehende todo lo de los fantasmas para finalmente comprender la realidad. Quizás bajo este respecto sea posible decir que el intelecto no necesita en absoluto de la materia, pues éste sólo aprehende las cosas. 

Capítulo VI: Cómo entender los entes divinos separados

Hemos visto a lo largo de este tratado que el intelecto se ve como un ente separado e independiente de la materia, y tal vez así lo sea. Puede captar las formas de la materia y aprehenderlas, sin embargo, ¿podemos decir que también capta la materia sin atender a sus dimensiones o abstracciones?

El intelecto y lo entendido son sólo una cosa, y si el intelecto puede hacer inteligible las formas de la materia, entonces también puede inteligible a la materia misma. Alejandro, peripatético, nos decía que el intelecto posible era corporal, era materia, pero esto es absurdo, pues todo intelecto no está sometido a nada corporal. Por lo tanto, el intelecto se ajusta a todo lo divino ya sea de manera separada o en conjunto con la materia.


Capítulo VII: intelecto separado de la materia

Yendo en contra de todo lo dicho por Alejandro, Temistio y Teofrasto nos decían que si el intelecto fuera compuesto tendría que estar más relacionado con lo incorpóreo que con la materia. Sin embargo, ya habíamos visto la imposibilidad de que el intelecto estuviera mezclado con la materia; por lo tanto su separación es total.

Capítulo VIII: Al-Farabi y Avempace

Avempace

El filósofo árabe dedicó toda su vida al tema del alma diciendo que el intelecto posible (o material) no existía en ella, es decir, no es una parte del alma porque es corruptible y generable. Al-Farabi pensaba del mismo modo que Avempace, diciendo además que el intelecto agente era el relacionado con la abstracción de la materia, mientras que el Universal se preocupaba de lo abstracto. 

En cuanto al intelecto posible y al intelecto especulativo, estos son sólo participantes de lo inteligible porque en realidad son parte de la materia. Esto lo dicen porque si puede captar muchas quididades entonces captan pluralidades, y el intelecto agente no capta pluralidades sino que unidades. 

Sin embargo, sería absurdo decir que el intelecto posible se une a la material, siendo que esta última es corruptible, es decir, cómo lo corruptible se une a lo incorruptible. No obstante, si se dice que el intelecto posible es incorruptible, también existirá un problema pues se diría que es imposible que el intelecto posible pueda hacer algo nuevo, en el entendido de que el intelecto no puede abstraer algo nuevo porque entraría a modificarse a sí mismo. 

Esto queda de manera irresoluble.

Capítulo IX: Avicena y Al-Ghazali

Avicena y Al-Ghazali traen la respuesta a las dudas anteriores diciendo que el intelecto agente abstrae lo materia ara luego depositar aquello en el intelecto posible. 

Sin embargo, el error que cometieron estos intelectuales fue el de decir que el alama guarda todas las formas como si fuera un tesoro. Estas formas quedarían en el intelecto agente y luego se reflejarían en la potencia por medio del objeto entendido, es decir, en el intelecto posible, material. En otras palabras, el intelecto posible se une al intelecto agente. 

Todo esto planteado por los dos filósofos se complicado y Alberto Magno tiene 4 argumentos para refutarlos:

  1. ¿Cómo es posible que el intelecto posible se una al agente por medio del objeto entendido al intelecto agente? No se responde esto. 
  2. No puede ser que el intelecto posible se una al intelecto agente siendo que éste último es separado de toda materia.
  3. El intelecto agente recibe las formas tanto en su género y especie, Avicena debería explicar cómo es que ésto ocurre. 
  4. Si el intelecto agente se manifiesta de una manera con las formas, las formas que tiene él, y que fluyen hacia la materia también se manifestarán de otra. Lo mismo ocurrirá con el intelecto posible que llevará la materia hacia el intelecto agente, lo cual es absurdo simultáneamente. 

Suficiente al hablar de estos autores. Las dudas quedarían solucionadas diciendo que el intelecto posible capta abstrae las formas para luego llevarlas al intelecto agente. 

Capítulo X: Solución a algunos problemas

Una pregunta de fondo y la que ha suscitado todo el problema sobre el alma es de preguntarse ¿cómo es que el alma puede aprehender las sustancias? porque de hacerlo, lo hace, pero el ''cómo'' no está muy claro aún. 

El conocimiento universal es el mismo siempre, mientras que en el intelecto posible pareciera existir dos potencias que reciben y retienen los objetos entendidos y especulados. Sin embargo, esto es absurdo, es decir, todo esto tendría que ser al revés; el intelecto agente es el que produce y retiene, mientras que el intelecto posible solo los recibe del intelecto agente. 

Capítulo XI: La unión del intelecto agente en nosotros

Es innegable la unión que existe entre el intelecto posible y el intelecto agente, a pesar de que racionalmente debería existir una separación. La razón por la cual no se considera es que de todas maneras un hombre es capaz de conocer y entender cientos de cosas. 

De hecho, el mismo Alberto Magno nos dice que el intelecto agente es como una causa eficiente que existe en nosotros. El intelecto posible debe llegar al intelecto agente para que el alma pueda comprender todo lo aprehendido. 


Capítulo XII: El alma es todo cuanto existe

Recordemos que el sujeto es ese ente que recibe todo lo que el intelecto puede recepecionar. En ese caso, entonces el alma como sujeto tendría el conocimiento de todas las cosas a medida que los puede adquirir, es decir, no solamente conocimientos sensibles sino que también los inteligibles.

En el alma están tanto los fantasmas como el intelecto, aunque debemos decir que los fantasmas no representan ni la negación ni la afirmación ya que eso sólo lo representa el intelecto. 


Capítulo XIII y XIV: El alma no muere con el cuerpo

El alma no muere con el cuerpo debido a que es una sustancia separa del último. Esto queda claro al hablar del intelecto y del alma como un ente racional que no sufre privación como sí la sufre el cuerpo. 

Es obvio entonces que el alma no nace después del cuerpo, porque de ser así entonces el alma sería compuesta. Podría pensarse que siendo el alma es anterior el cuerpo podría perecer con ella, pero no necesariamente podría ser así, ni siquiera en el caso que esta tuviera una existencia posterior. 

Por lo tanto, Alberto Magno nos dice que el alma no fue hecha ni con anterioridad ni con posterioridad al cuerpo. Para explicar esto da el ejemplo de un barco, el cual sin tener un capitán que lo maneje no podría moverse. De este ejemplo, no podemos decir que el barco existía antes del capitán o el capitán antes del barco, pues la vida del barco comienza cuando el capitán está dentro de él. Finalmente, el filósofo difiere de Platón quien decía que el alma nace antes del cuerpo, y nos dice que el alma en verdad nace con el cuerpo y supera la muerte de éste último.

Conclusión

Un escrito conclusivo sobre el alma el cual refuta y apoya ciertas posturas en cuanto a esta sustancia inmaterial e incorpórea. ¿Será que, aún con estas explicaciones sobre el alma ésta pueda ser aún un misterio sin resolver? los conceptos como intelecto y especulación son claramente características abstractas en todos los hombres, pero todavía no tienen ese algo que nos falta para unir todo aquello. Por ahora terminemos con esta explicación del alma y el intelecto agente que teníamos tan pendiente. 

viernes, 21 de diciembre de 2018

San Alberto Magno - Sobre el alma (Libro III: Facultades aprehensivas y motrices) (Tratado II: La parte racional del alma) (Parte II: Los intelectos)

Hemos visto la primera parte de este tratado la cual resultó larga y también difícil de entender, pero ya nos acercamos al final. Tenemos al menos 7 capítulos más que nos separan del final, aunque no del final del tratado mismo sino que del tema que ha concernido a esta parte. De lo anterior aún nos quedan ciertas dudas sobre el intelecto y el alma, pero lo que nos queda muy claro es que el intelecto es una parte del alma y que está separado de ella. Veamos que nos tiene ahora San Alberto Magno

Referencias:

(1) Entiéndase que las palabras ''inteligible'' pueden tomarse como homònimos: sustantivo la primera; adjetivo la segunda. 

Sobre el alma

Tratado II: La parte racional del alma

Capítulo XIII: Solución de las cuestiones anteriores


Hay dos cosas que San Alberto Magno se propone terminar en este tratado:

  1. El intelecto es separado en todos los hombres
  2. El intelecto posible es lo mismo que la materia

En la primera parte ya vimos que el intelecto es separado del cuerpo, pero que su parte intelectiva se comunica con el cuerpo. Así es que el cuerpo también lo hace a través de la fantasía y la imaginación. 

Para Alberto Magno, lo Universal existe por doquier y siempre, y es idéntico en todas la almas. Por otro lado, el intelecto posible es distinto en todos los hombres, pues unos son diferentes a otros, en otras palabras el intelecto posible está relacionado con el intelecto especulativo. 

La segunda cuestión planteada ta se refutó hace algunos capítulos, pero no está mal recordarla. Vemos que el intelecto puede abstraer cualquier forma universal, por lo que este sería el principal argumento en contra de la similitud entre la materia y el intelecto posible. 

Capítulo XIV: El intelecto es separado y sin mezcla

San Alberto Magno presenta 10 argumentos para sostener que el intelecto es separado y sin mezcla:

  1. El intelecto no se destruye, la materia sí. El intelecto no es una facultad orgánica. 
  2. Ninguna facultad orgánica se aprehende a sí misma (ejemplo, la imaginación no se imagina a sí misma).
  3. Una facultad orgánica no aprehende las características de un órgano.
  4. Si una facultad se aprehende sí misma, tendría que hacerlo por medio de un instrumento como el espíritu. 
  5. La facultad corpòrea no aprehende un objeto débil después de aprehender uno intenso. 
  6. Así como los animales solo tienen facultades corpóreas, el hombre tiene facultades racionales. 
  7. Las facultades orgánicas se debilitan empezando los sesenta años. 
  8. Si el intelecto fuese una facultad del cuerpo, sólo entendería la forma una vez ésta estuviera en el cuerpo. 
  9. Cuando lo inteligible se despoja de medidas, ubicación y figuras, se vuelve inteligible(1).
  10. El intelecto es infinito e indeterminado, la materia no lo es.

De esta forma, tenemos todos los argumentos para establecer que el intelecto está separado del cuerpo. 

Capítulo XV: El intelecto no se mezcla con el cuerpo

Parecen suficientes los argumentos de Alberto Magno, pero aún queda decir que el intelecto no se mezcla con el cuerpo por una razón muy simple: si esto fuera así, entonces el intelecto debería tener características materiales como el frío, el calor, la humedad, etc. 

Lo material siempre se ve saturado por el exceso del mundo sensible; sin embargo, por más saturación que exista, el intelecto posible podrá abstraer las formas de todo aquello sin saturarse. 

Capítulo XVI: Un solo sentido puede distinguir entre sensibles e inteligibles

En efecto, podemos ver cualquier objeto en cuanto existencia material e inteligible; por ejemplo podemos saber que el agua existe en cuanto podemos tocarla, y que también existe en cuanto sabemos sus propiedades. 

En este respecto, tanto el sentido como lo inteligible trabajan de forma separada, pero de alguna manera el hombre conoce las dos. ¿Qué es aquello que nos ayuda a conocer tanto la materia como lo abstracto? la respuesta es el alma. Ella es la que puede discernir entre lo sensible y lo inteligible, podríamos decir que estos dos últimos aspectos se complementan para que el alma pueda conocerlos finalmente. 

Capítulo XVII: El intelecto como sujeto de la recepción

El intelecto tiene que verse como una tabula rasa que no contiene nada desde un principio, pero que luego comienza a formarse en ella la escritura. De este modo, llamaríamos al intelecto posible como una especie de elemento receptivo que recibe toda la información sin materia, sin movimiento ni tiempo. Tanto es así que el intelecto logra incluso entenderse y pensarse a sí mismo. 

Capítulo XVIII: La composición del alma

Siendo la materia la potencia de todas las cosas, esta no puede moverse o manejarse por sí misma; por lo tanto, esta necesitará de una propiedad incorpórea y es ahí donde entra el intelecto. El intelecto sería el agente que da la forma a la materia para que esta finalmente sea completa. 

Sin embargo, existe una diferencia entre el intelecto agente y el intelecto posible. Mientras el intelecto posible puede entender lo que es externo a él y a él mismo, el intelecto agente sólo entiende lo que tiene que ver con el sujeto. 

Alberto Magno se place mucho con la explicación de Averroes sobre los intelectos:

''Tanto la materia como la forma necesitan principios; la materia es principio de las cosas corpóreas, mientras que el intelecto es principio de las cosas incorpóreas''

Otra diferencia que está entre el intelecto posible y el intelecto agente, es que el agente obra universalmente y el intelecto posible recibe lo universal. 

Capítulo XIX: Intelecto posible, agente y especulativo

En este último capítulo Alberto Magno describe tanto el intelecto posible, el intelecto agente como el intelecto especulativo:

Intelecto agente

  • Este se dedica a la abstracción de formas inteligibles para hacerlas simples y universales.
  • Ilumina el intelecto posible.
  • No puede entenderse a sí mismo.
  • Es primero en acto.

Intelecto posible o material

  • Se relaciona con las formas producidas por la fantasía.
  • Recibe todo el conocimiento universal abstraído. 
  • Puede entenderse a sí mismo.
  • Entiende a través de los fantasmas de la fantasía

Intelecto especulativo

  • Cambia y modifica su forma.
  • Cambia de la potencia al acto.

Puede pensarse que como el intelecto agente es primero que el posible, ambos son compuestos. Sin embargo, esto no es correcto porque ambos son en realidad una unidad, aunque sus funciones sean distintas. En efecto, nunca podremos decir que el intelecto es algo material, pues este siempre es inteligible. 

Conclusión

Hemos finalizado el segundo tratado sobre el intelecto, y a su vez la segunda parte de las facultades. Es grato de ver que Alberto Magno coincide con las teorías de Averroes con respecto al intelecto posible, haciendo mucho más entendible el concepto, pues de negarlo implicaría una crear una confusión aún más grande. Nos quedan dos tratados más con respecto al alma y terminamos todo lo referente a este concepto.

miércoles, 19 de diciembre de 2018

San Alberto Magno - Sobre el alma (Libro III: Facultades aprehensivas y motrices) (Tratado II: La parte racional del alma) (Parte I: Los intelectos)

Como hemos dicho anteriormente, en este tratado avanzamos desde las cosas más generales hasta las más particulares, pero también avanzamos desde lo más sensible hasta lo más inteligibles. De ahí que ahora estemos hablando de la parte racional del alma, sin necesariamente dejar de lado la parte de la sensibilidad. Antes de ver las verdaderas explicaciones de San Alberto Magno, primero el filósofo presentará la perspectiva del alma racional por todos los filósofos que fueron sus predecesores. Veamos esta interesantísima parte del tratado de Alberto Magno.

Referencias:

(1) Idea contraria a la de Averroes.
(2) Una idea que hasta el mismo Santo Tomás de Aquino desarrollará.
(3) Una de las razones es por una cuestión de que existe un orden lógico de contenedor y contenido, mientras que también va en contra de la lógica aristotélica. No obstante, ¿será este un argumento ad verecundiam (apelación a la autoridad)? 

Sobre el alma

Tratado II: La parte racional del alma

Capítulo I: El intelecto posible


La parte racional del alma está dividida en dos secciones respectivamente:

Intelecto activo: relacionada con la acción y la producción
Intelecto contemplativo: conoce las cosas primeras y verdaderas

Con esta información, Alberto Magno realizará los mismos procedimientos para investigar, es decir, irá viendo la opinión de los demás filósofos para luego dar su propia idea. 

Capítulo II: Intelecto posible en Aristóteles

El mimos Aristóteles dice que el intelecto es algo que parte de la forma y no de la materia. Por lo tanto, el intelecto es simple y no compuesto, pertenece al alma y no al cuerpo. De este modo el intelecto siempre es superior y conoce todo lo que le es inferior. 

Bajo ese respecto, el intelecto material que está en el alma sería pasible, es decir, podría recibir todo el contenido siendo contenedor(1).


Capítulo III: Problemas del intelecto posible

El intelecto posible no es un intelecto modificable o que sufra alguna modificación. Muchos dicen que por estas razones el alma está separada del cuerpo, así como la intelección de la materia. 

Averroes

Uno de los filósofos que habló del intelecto posible fue Averroes. Para este filósofo árabe el intelecto posible era algo que no puede estar desprovisto de materia, en cuanto a que este necesita cambiar cuando recibe información. 

Avicena

El filósofo Avicena decía que lo Universal está en ''algo'' y proviene de de ''algo''. Por eso, si el Universal es producido por algo, entonces no necesitaría del intelecto agente, lo que negaría la existencia de tal intelecto. 

Estos son al menos los dos problemas que plantean una existencia para el intelecto agente. 

Capítulo IV: La opinión de Alejandro

Alejandro (no el Magno) quien fuera discípulo de Aristóteles nos decía que el intelecto posible era parte del cuerpo. Esto nos haría decir que en realidad, siendo el intelecto algo distinto del cuerpo pero que al mismo tiempo está en él, sería una entelequia del cuerpo mismo. 

El mismo filósofo argumentaba que los elementos eran los que producían el intelecto, por lo que el intelecto es algo externo al hombre. Sin embargo, toda esta opinión es falsa porque la materia no otorga una finalidad al ser. La que verdaderamente otorga un fin es la intelección, la forma; por lo tanto, debemos desestimar esta opinión de Alejandro. 

Capítulo V: La opinión de Teofrasto y Temistio

Estos dos peripatéticos nos decían que en realidad el intelecto posible no existía en el alma, al contrario, solamente existía el intelecto universal. Lo que sí existía en el hombre era el intelecto agente, que es el que se encarga de extraer las formas del conocimiento universal. 

Por lo tanto, habría más bien un intelecto puro y no material (o potencial) ya que de esa manera no se podría diferenciar este mismo de la materia pura. De esta forma las dos serían materia y no podrían distinguir, pero estos peripatéticos añaden algo más y es que nos dicen que la materia conoce sus propias formas que debe abstraer incluyendo las corpóreas y las incorpóreas, lo cual es absurdo. ¿Por qué? porque la materia no tendría el intelecto para abstraer formas. 

Pareciera que estos hombres también se dejan guiar por el principio: lo semejante conoce a lo semejante.

Capítulo VI: La opinión de Avempace y Abubacher

Estos dos filósofos árabes separaron el intelecto posible y el intelecto universal. Decían que el intelecto posible tenía que ver más con la fantasía y en efecto, los fantasmas son un intelecto que se va desarrollando.

Lo que dijeron era en relación a que el conocimiento universal no puede ser extraído en cuanto a que es sustancia. El sujeto con el intelecto posible no puede extraer las formas de lo universal, porque de esa manera lo universal se particularizaría, cosa que no es posible. Por lo tanto, el intelecto posible no sería más que intelecto especulativo

Sin embargo, el mismo San Alberto Magno nos dice que es el mismo fantasma de la fantasía el que mueve al intelecto. En todo caso, esta idea no es de él, sino que del mismo Aristóteles. Ahora, lo que implica esta proposición es que si el fantasma mueve al intelecto, entonces hay una conexión entre el agente y paciente, cosa que mueve y cosa movida. 

Pero ¿cómo es que algo fuera del intelecto como el fantasma puede mover el intelecto siendo algo separado del cuerpo? no es que tenga un movimiento autónomo, sino que más bien ese fantasma es iluminado por la luz del intelecto. Un ejemplo de aquello es el color, que, sin mover la visión, lo estimula a ver. 

Capítulo VII: La opinión de Averroes

Averroes parece ser el hombre que más conserva lo dicho por Aristóteles diciendo que el intelecto posible existe y abstrae todo lo captado por los sentidos. Así, Averroes soluciona un tema muy difícil en cuanto al entendimiento, pues el intelecto posible, por medio de los fantasmas, hace que cada intelecto sea diferente (idea de Alberto Magno). Unos captan las ideas universales de mejor manera que otros, es decir, los fantasmas que estén más cerca de lo universal comprenderán mejor. Por lo tanto, aquí veríamos que el hombre no tiene esencialmente el conocimiento universal, sino más bien una adecuación. 

Mantenía además que el intelecto material o posible es común a todas las mentes por formar parte de la materia. Las diferencias en cuanto al intelecto sólo se deben a las sensaciones que cada hombre tiene particularmente. 

Otro argumento de Averroes es decir que el intelecto posible no es uno, porque si así fuera tendría que captar cosas individualizadas y no universales. Sin embargo, este no es el caso porque la formación de hombres se da con almas y formas, que si bien son iguales, se diferencian en cuanto al intelecto. 

Por lo tanto, San Alberto Magno nos dice que de una u otra forma, los hombres poseen el intelecto universal, no en cuanto universal, pero en cuanto a que lo pueden abstraer. Es así que vemos hombres más doctos que otros pero que indudablemente poseen la ciencia. Dice el filósofo:

''Todo hombre posee ciencia en cuanto posea intelecto''

De este modo, Alberto Magno establece que el intelecto material es variado, mientras que Averroes nos dice que es numéricamente uno(2).

Capítulo VIII: La parte intelectiva del alma: digresiones

Anaxágoras fue un filósofo que confirmó que en realidad, el alma no tenía ninguna parte racional o intelectiva. A este hombre se le sumaron muchos otros filósofos más como lo fue el árabe Algazen. 

Estos hombres decían que la inteligencia (o las inteligencias) existían separadamente y en un nivel superior. Nuestra alma sería el esplendor o la luz de otra inteligencia aún superior a nosotros. Estas inteligencias no pueden ser movidas, pues son motores que como diría Aristóteles, solo mueven y no son movidos. 

La refutación de esto, según Alberto Magno, es totalmente fácil pues no se puede conocer seres superiores sin tener racionalidad o una intelección que los abstraiga. 

Capítulo IX: La opinión de Avicebron

Teofrasto nos decía que el intelecto posible y la materia eran lo mismo por lo que los dos trabajan en la misma función. Avicebron acentúa lo mismo diciendo que el intelecto posible y la materia tienen el mismo alcance; sin embargo, Avicebron tiene argumentos más fuertes para pensar aquello. 

Dice Avicebron que siendo el ser humano un sujeto corpóreo tiene las mismas cualidades de la materia: sensación. Sin embargo, Avicebrón dice que al mismo tiempo el intelecto posible puede captar las formas ¿cómo es posible que la materia no pueda alcanzarlas y el intelecto posible sí, teniendo el mismo alcance? El filósofo judío nos dice que la forma del intelecto posible es justamente intelectual

San Alberto Magno difiere totalmente de esta teoría de Avicebron. Hay una incoherencia lógica en su planteamiento ya que lo que se dice ''independiente'' no puede ser a la vez material. La forma y la materia nunca caen bajo un único contenedor(3)

Capítulo X: La opinión de Platón y Gregorio de Nisa

Como sabemos todo los que estudiamos filosofía, Platón afirmaba que el alma está separada del cuerpo y que el Universal se encontraba fuera de la materia. Sin embargo, la teoría de Platón solo tiene pequeños puntos de verdad, pues recordemos que Platón desestimaba tanto la opinión y la fantasía como medios para conocer lo inteligible. No obstante, ya vemos en la primera parte de este tratado que la fantasía (y los fantasmas) sirven para mover el intelecto. Por lo tanto, los primeros niveles de conocimiento no se deben subestimar ni mucho menos rechazar ya que ellos son el comienzo, el primer camino. 

Capítulo XI: La opinión de los filósofos latinos

Los latinos también sostenían la misma opinión que Platón, aunque también admitían que el alma sería algo compuesto lo que resulta confuso e inaplicable. Dicen que está separada y que es individual, porque para extraer el universal el alma tiene que individualizarse, lo cual es ininteligible. 

Sin embargo, todos sabemos que el intelecto tiene cosas en común con otros, es decir, muchos hombres pueden acordar en muchas cosa y rechazar otras al mismo tiempo. Esta es la mayor prueba de que es diversa y a la vez una, porque la opinión es la que incide así como también la fantasía. 

Capítulo XII: Explicaciones a algunas cuestiones

Frente a todas estas opiniones contrarias y difusas, Alberto Magno dice que el alma tiene las siguientes características:

  • Perfección del hombre
  • Racional
  • Total
  • Incorpórea
  • Poseedora de potencias (vegetativa y sensitiva)
  • Singular

El cuerpo solo tendría una conexión con lo abstracto del entendimiento como sería la imaginación, la fantasía y los sentidos. El intelecto es una sustancia que está en el alma, no se mezcla, es universal e indeterminada debido a su relación con lo inteligible. 

El intelecto posible se une a lo universal a través del intelecto agente. ¿De qué manera se une? cuando el intelecto posible tiene que abstraer el conocimiento universal. Sólo podríamos decir que es múltiple cuando comienza a entender las cosas que entiende (que son múltiples). 

Así, Alberto Magno podría coincidir con los siguientes filósofos en ciertas materias:

  • Averroes: el intelecto posible abstrae los sentidos.
  • Avicebron: el intelecto posible puede captar las formas

Como conclusión, Alberto Magno nos dice que el intelecto posible capta tanto los sentidos de la materia y las formas de lo Universal. 

Conclusión

Esta entrada ameritará hacer una entrada aún más grande sobre el entendimiento, ya que es un tema que realmente abarca muchas cosas. Sabíamos con Aristóteles que existían diversos tipos de intelectos, pero ahora vemos como funcionan. Sin embargo, esto es más grande puesto que el tema del entendimiento recorre toda la historia de la filosofía, incluso hasta nuestros días con la filosofía de la educación.