jueves, 11 de enero de 2024

Bartolomé De Las Casas - Vida y obra (1484 - 1566)


Escritor, encomendero, clérigo y filósofo, estamos hablando de Fray Bartolomé de las Casas, un hombre que vio por sí mismo las injusticias que recibían los indígenas en las Américas y que defendió los derechos de los mismos. Se le recuerda como “el Apóstol de los indios”, el hombre que expuso la opresión de los pueblos indígenas por parte de los europeos en las colonias de las Indias Occidentales. Sin embargo, detrás de él también hay muchas cosas oscuras que se cuentan. Veamos la historia de Bartolomé de las Casas. 


BARTOLOMÉ DE LAS CASAS

VIDA Y OBRA

Primeros años

Bartolomé de las Casas nació el 11 de noviembre del año 1484 en Sevilla. Su padre fue Pedro de las Casas que era un comerciante descendiente de una de las familias que habían migrado de Francia a la Sevilla Cristiana. Es posible que haya estudiado en el Colegio de San Miguel, y posiblemente haya estudiado derecho canónico y estatal en la Universidad de Salamanca, aunque se ha puesto en duda que Las Casas haya tenido estudios universitarios. En la semana santa de 1493, a los 8 años, Pedro y Bartolomé pasearon por Sevilla y se acercaron al arco de San Nicolás para presenciar un espectáculo: Cristóbal Colón exhibía los tesoros extraídos de las Indias. Entre ellos habían huesos de peces, mascaras, armas de los nativos y siete indígenas. Fue uno de los momentos que más impresionó a Bartolomé cuando era pequeño. Esto lo animó a estudiar a la figura de Colón y comenzó a admirarlo cada vez más, tanto así que Bartolomé pudo tener acceso a testimonios y manuscritos de Colón. De hecho, se conoció como el ''Gran Cronista de Colón''. Se cree que Las Casas viajó a Sevilla para enrolarse como soldado, y estudiar latín en la academia de la catedral de Sevilla. Una de las anécdotas que Bartolomé recoge de los viajes de Colón fue haber visto tres sirenas, que no tenían la misma forma de las que se cuentan, como mujeres hermosas, sino todo lo contrario, como hombres. Las Casas dijo que Colón las habría visto en el río de Oro y en Guinea.

Experiencia con los indios

Cuando Colón regresó de su segundo viaje, Pedro de las Casas, quien acompañó a Colón, le regala un joven amerindio a su hijo Bartolomé. El propósito del regalo era que Bartolomé fuera servido, pero el joven Bartolomé quiso estudiarlo preguntándole sobre su religión y su lengua, y compararla así con las suyas. 

En el año 1499, Bartolomé de las Casas participó como integrante de las milicias sevillanas para combatir a los moriscos en Alpujarra. Cuando el monarca pidió refuerzos el día 27 de enero de 1500, Las Casas se dirigió a Granada.

Bartolomé se embarca por primera vez el 15 de abril del año 1502 en la expedición de Ovando hacia las Indias, aunque este hecho ha sido ampliamente discutido. En realidad, Las Casas buscaba oro y tesoros en estas primeras expediciones, pero como fuesen que hayan sido los motivos, una vez llegado ahí, Bartolomé recibió las conocidas encomiendas que era la repartición de indios y tierras en colonias americanas, con el fin de proteger y evangelizar a los indígenas. Esta ya había sido aplicada en la época de la Reconquista española contra los musulmanes. 

La Reina de Castilla tenía solamente por objetivo que los naturales de las Indias fueran evangelizados, de hecho, antes de morir había advertido que esa debía ser la forma en que se ''conquistaran'' los nuevos territorios. Sin embargo, en la realidad las cosas fueron muy distintas.

Bartolomé de las Casas había estudiado latín y humanidades antes de partir hacia el Nuevo Mundo. En 1506, Bartolomé de las Casas se hace sacerdote a los 22 años, tomó las órdenes menores y al año siguiente, en Roma, se hizo presbítero. Esa misma base cultural lo ayudó para que fuera ordenado sacerdote en 1507, y la necesidad de tenerlo ahí era vital pues la conquista necesitaba religiosos y soldados para la evangelización. En 1511 se convertiría en capellán militar y se uniría a la expedición de Pánfilo de Narváez hacia Cuba (en ese tiempo llamada Cipango), y tomó parte de la conquista como sacerdote-encomendero. Desde ahí observo el vejatorio trato que se les daba a los indios, nunca permaneció indiferente a este tema. El 15 de agosto del año 1514, Las Casas anunció que regresaría sus indios siervos al gobernador y el año siguiente regresa a España para pedir un mejor trato a los indios, ya que sabía que pedirlo desde la distancia a las Indias sería inútil. 

Bartolomé ya no sería el mismo. Intentó defender todavía la encomienda para dar avance a la conquista, pero las imágenes y el ataque a los aborígenes fue tan brutal que finalmente renuncia a todas las encomiendas. 

Mientras era encomendero, una de las cosas relevantes que inspiró a Las Casas para dejar de serlo fue el sermón de Antón de Montesino quien, tal como Las Casas, expresó su indignación con la situación de los indios. Este sermón se llamó ''El Sermón de Adviento'' de 21 de diciembre de 1511 en Santo Domingo. Fue la primera defensa pública a los indios. 

Esta es parte del Sermón:

''Soy la voz que predica en el desierto de las consciencias que el señor esta mirando desde las alturas, como mira la sequedad en que viven en grave peligro de condenación. Todos estáis en pecado mortal y en el vivís y morís por la crueldad de la tiranía que usais con estas inocentes gentes. 

Decid, ¿con qué derecho y con qué justicia tenéis en tan cruel y horrible servidumbre aquestos indios? ¿Con qué auctoridad habéis hecho tan detestables guerras a estas gentes que estaban en sus tierras mansas y pacíficas, donde tan infinitas de ellas, con muerte y estragos nunca oídos habéis consumido? ¿Cómo los tenéis tan opresos y fatigados, sin dalles de comer ni curallos en sus enfermedades en que, de los excesivos trabajos que les dais, incurren y se os mueren y, por mejor decir, los matáis por sacar y adquirir oro cada día? ¿Y qué cuidado tenéis de quien los doctrine y cognozcan a su Dios y criador, sean baptizados, oigan misa, guarden las fiestas y domingos? ¿Éstos, no son hombres? ¿No tienen ánimas racionales? ¿No sois obligados a amarlos como a vosotros mismos? ¿Esto no entendéis? ¿Esto no sentís? ¿Cómo estáis en tanta profundidad de sueño tan letárgico dormidos?

Tened por cierto, que en el estado en que estáis no os podéis mas salvar que los moros o turcos que carecen y no quieren la fe en Jesucristo''

Todos los presentes se indignaron con dicho sermón, lo trataron de loco. Al domingo siguiente, Antón fue exhortado a que se retracte, pero nuevamente, subiendo al púlpito, Antón dijo ''con más razones y autoridades afirmo de tener injusta y tiránicamente aquellas gentes opresas y fatigadas''.

Conversión

Primera conversión 

El 15 de agosto del año 1514, luego de escuchar los sermones de los monjes dominicos, Las Casas se unió a ellos para continuar con la defensa a los indios. Esto sucedió a partir de unos acontecimientos en la misa de Pentecostés en la ciudad de Sancti Spiritus, donde el Padre Las Casas amonestó a unos encomenderos por los maltratos que propinaban a los indios. Esta fue la conocida primera conversión de Las Casas llamada ''conversión lascasiana'' (por ''Las Casas''). Desde ahí que sus esfuerzos por promulgar leyes a los indios se dará con más ahínco, hablará con grandes autoridades para hacer realidad sus propósitos.

Segunda conversión

En el año 1522 Las Casas ingresó a la orden de los dominicos en el convento de Santo Domingo, en La Española. Desde ese momento, Bartolomé de las Casas comenzó a ser llamado ''Fray'' que era el nombre para referirse a Las Casas como un nuevo hermano dentro de la orden: Fray Bartolomé de las Casas. 


Defensa a los indios

En verdad, Bartolomé de las Casas no fue el primero en realizar una defensa a los indios. Mucho antes que él estaba el fray Pedro de Córdoba que ya había enviado a Cuba a otros frailes como:

Fray Gutierre de Ampudia

Fray Bernardo de Santo Domingo

Fray Pedro de San Martín,

Fray Diego de Alberca

De hecho, fue el mismo Gutierre de Ampudia quien le dijo a Las Casas que fueran a La Española para reunirse con Pedro de Córdoba a principios del año 1515.

De Las Casas sería nombrado como sacerdote-procurador y comisionado para investigar el estado actual de las Indias; zarparía a América el mismo año.

Las Casas regresó a España al año siguiente. Además de estudiar los problemas jurídicos de las Indias, comenzó a elaborar un plan para su colonización pacífica mediante el reclutamiento de agricultores como colonos.

El proyecto de Cumaná

En el año 1518, Bartolomé de las Casas planteó un proyecto de defensa para los indios. El proyecto, que había confeccionado con Antonio de Montesinos, fue rechazado numerosas veces por las autoridades españolas. Esto dado a la inspiración utópica que tenía Las Casas de una sociedad, inspirada seguramente por los autores del renacimiento (como podría haber sido Tomás Moro). 

Sin embargo, su conmovedora defensa de los pueblos indígenas ante el Parlamento español en Barcelona en diciembre de 1519 persuadió al rey Carlos I (el emperador Carlos V), que estaba presente, y aceptó el proyecto de Las Casas de fundar “pueblos de indios libres”, es decir, comunidades tanto españoles como indios que juntos crearían una nueva civilización en América.

La ubicación seleccionada para la nueva colonia fue el Golfo de Paria, en la parte norte de la actual Venezuela, Cumaná. Las Casas y un grupo de trabajadores agrícolas partieron hacia América en diciembre de 1520. No obstante, Alonso de Ojeda, ya se había enfrentado duramente con los indígenas de la región, lo que hizo imposible que se pudiera evangelizar. Las Casas no encontraría apoyo para poblar la región, pues tampoco había ningún indígena. De hecho, los mismos indígenas tomarían el territorio tiempo después de que los españoles se marcharan. Las Casas deja su proyecto a finales de 1521 con una gran frustración.  El fracaso en reclutar un número suficiente de agricultores, la oposición de los encomenderos de Santo Domingo y, finalmente, un ataque de los propios indios fueron factores que provocaron el desastre al experimento en enero de 1522.

Otro de los factores que pudieron influir en su proyecto fue el alzamiento del cacique Enriquillo quien, educado primeramente por los franciscanos, se rebelaría contra el orden establecido apropiándose de la sierra de Bahoruco, al sur de lo que hoy es República Dominicana. Este alzamiento duró al menos 10 años, y las autoridades españolas pidieron, finalmente, en el año 1534 que Bartolomé gestionara la paz con Enrique.

Sus obras relevantes

A su regreso a Santo Domingo, el sacerdote y reformador político abandonó sus actividades reformistas para refugiarse en la vida religiosa. Ingresó a la orden dominica en 1523. Cuatro años más tarde, mientras se desempeñaba como prior del convento de Puerto de Plata, pueblo del norte de Santo Domingo, comenzó a escribir la Historia apologética. Una de sus principales obras, la Apologética, serviría de introducción a su obra maestra, la Historia de las Indias. 

La Historia, que por petición suya no se publicó hasta después de su muerte, es un relato de todo lo que había sucedido en las Indias tal como él lo había visto u oído. Pero, más que una crónica, es una interpretación profética de los acontecimientos. El propósito de todos los hechos que expone es el “pecado” de dominación, opresión e injusticia que los europeos estaban infligiendo a los pueblos recién descubiertos. Era la intención de Las Casas revelar a España el motivo de la desgracia que inevitablemente le sobrevendría al convertirse en objeto del castigo de Dios.

Las Casas interrumpió la redacción del libro sólo para enviar al Consejo de Indias en Madrid tres largas cartas (en 1531, 1534 y 1535), en las que acusaba a personas e instituciones del pecado de oprimir a los indios, particularmente a través de la encomienda. Después de varias aventuras en Centroamérica, donde sus ideas sobre el trato a la población indígena invariablemente lo pusieron en conflicto con las autoridades españolas, Las Casas escribió De único modo (1537), en el que expuso la doctrina de la paz, pero también la evangelización del indio. Junto con los dominicos, empleó este nuevo tipo de evangelización en una “tierra de guerra” (un territorio de indios aún no conquistados): Tuzulutlán (la actual Alta Verapaz, Guatemala).

En ese mismo año, el papa Paulo III dictó la bula Sublimis Deus donde se establecía lo siguiente: 

''los dichos indios y todas las demás personas que después sean descubiertas por los cristianos, de ninguna manera deben ser privados de su libertad ni de la posesión de sus bienes, aunque están fuera de la fe de Jesucristo; y que pueden y deben, libre y legítimamente, disfrutar de su libertad y de la posesión de sus bienes; ni deberían ser esclavizados de ninguna manera; en caso contrario, será nulo y sin efecto alguno''.


En ese mismo año, uno de los intelectuales más influyentes como lo sería Francisco de Vitoria, hablaría en los mismos términos que la bula papal.  

Animado por el resultado favorable de este experimento, Las Casas partió hacia España a finales de 1539, llegando allí en 1540.

Mientras esperaba una audiencia con Carlos V, Las Casas concibió la idea de otra obra más, la Brevísima relación de la destrucción de las Indias, que escribió en 1542 y en la que se narran los acontecimientos históricos. Descritos los hechos, estos son en sí mismos de menos importancia que su interpretación teológica: “La razón por la cual los cristianos han matado y destruido un número tan infinito de almas es que han sido movidos por su deseo de oro y su deseo de enriquecerse en muy poco tiempo.” 

​La obra de Las Casas finalmente pareció verse coronada por el éxito cuando el rey Carlos firmó las llamadas Leyes Nuevas (en todo caso, presionado por Las Casas y Francisco de Vitoria). Según esas leyes, la encomienda no debía considerarse una concesión hereditaria; en cambio, los propietarios tuvieron que liberar a sus siervos indios después del lapso de una sola generación. El 5 de enero del año 1543, Las Casas desembarca en el puerto de San Francisco de Campeche y año siguiente, para garantizar el cumplimiento de las leyes, Las Casas fue nombrado obispo de Chiapas en México, y en julio de 1544 zarpó hacia América, junto con 44 dominicos. No obstante, Las Casas renuncia a su obispado por la resistencia a las Leyes Nuevas de parte de los encomenderos.

A su llegada en enero de 1545, inmediatamente emitió Avisos y reglas para confesores de españoles, el famoso Confesionario, en el que prohibía dar la absolución a quienes tenían indios en encomienda. La rigurosa aplicación de sus reglamentos provocó una vehemente oposición por parte de los fieles españoles durante la Cuaresma de 1545 y obligó a Las Casas a establecer un consejo de obispos para ayudarlo en su tarea. Pero pronto su posición intransigente a favor de los indios enajenó a sus colegas y en 1547 regresó a España, debido a la presión de los encomenderos. Lucharía a favor de la causa de los indios desde la corte. 

Asesor de Carlos V

Las Casas entró entonces en la etapa más fructífera de su vida. Se convirtió en una figura influyente en la corte y en el Consejo de Indias. Además de escribir numerosos memoriales (peticiones), entró en enfrentamiento directo con el erudito Juan Ginés de Sepúlveda en 1550, figura cada vez más importante en la corte a causa de su Democrates segundo; o, de las justas causas de la guerra contra los indios, en el que sostenía, teóricamente de acuerdo con los principios aristotélicos, que los indios “son inferiores a los españoles en la misma medida”. Los niños son para los adultos, las mujeres para los hombres y, de hecho, incluso se podría decir, lo que los simios son para los hombres”. Las Casas finalmente se enfrentó a él en 1550 en el Concilio de Valladolid, presidido por teólogos famosos. La discusión continuó en 1551 y sus repercusiones fueron enormes.

Producto de todos estos debates se promulgó la Ley de Indias, que sería una recopilación de la Ley de Burgos y las Leyes Nuevas con mejoras sustanciales. 

La servidumbre de los indios ya estaba irreversiblemente establecida y, a pesar de que las enseñanzas de Sepúlveda no habían sido aprobadas oficialmente, eran, en efecto, las que se seguían en las Indias. Pero Las Casas continuó escribiendo libros, tratados y peticiones, testimonio de su inquebrantable determinación de dejar por escrito sus principales argumentos en defensa de los pueblos indígenas de América.

Durante sus últimos años, Las Casas llegó a ser el asesor indispensable tanto del Consejo de Indias como del rey en muchos de los problemas relacionados con las Indias. En 1562 hizo publicar la versión final del Prólogo de la Historia de las Indias, aunque en 1559 había dejado instrucciones escritas de que la obra en sí debería publicarse sólo “después de que hayan transcurrido cuarenta años, para que, si Dios determina destruir España, se verá que es por la destrucción que hemos hecho en las Indias y su justa razón puede ser claramente evidente.” A la edad de 90 años Las Casas completó dos obras más sobre la conquista española en América. Dos años más tarde murió en el convento dominico de Nuestra Señora de Atocha de Madrid, habiendo continuado hasta el final la defensa de sus queridos indios, oprimidos por el sistema colonial que organizaba Europa.

Controversia

Junta de Valladolid

Una de las controversias más conocidas que tuvo Las Casas, como lo dijimos anteriormente, fue con Juan Ginés de Sepúlveda. Su primera discusión se inició en La Junta de Valladolid cuyo hito histórico es ser el primer debate moral que surgió en la historia europea, la cual discutió los derechos y tratos a los indígenas por los conquistadores. Se sostuvo en el Colegio de San Gregorio en la ciudad de Valladolid, España. 

Aunque Las Casas trató de reforzar su posición al relatar sus experiencias con el sistema de encomiendas, el debate tuvo en su mayoría los cimientos de una discusión teológica. Debemos decir que Las Casas tenía poco conocimiento humanístico comparado con su adversario Juan Ginés de Sepúlveda, quien era considerado un filósofo. 

Por otro lado, Juan Ginés de Sepúlveda jamás pisó la tierra del Nuevo Mundo, por lo que su conocimiento y experiencia le jugaba en contra. En cambio, Bartolomé de Las Casas había pasado cuarenta años en América. 

Nos remitimos a nuestra entrada dedicada al debate en este link.

Gonzalo Fernández de Oviedo

El cronista español Gonzalo Fernández Oviedo fue otro de los que tuvo problemas con Las Casas. La obra de Las Casas llamada ''Historia de las Indias'' fue la respuesta a la obra de Oviedo llamada ''Sumario de la Historia General de las Indias''. Se decía que Oviedo consideraba a los indios como seres inferiores y que no habría razón para no someterlos como lo hacían los encomenderos. Sin embargo, otras fuentes distan de que la visión de Oviedo haya sido tal, y bien, ambos tenían descripciones completamente diferentes no solo de los indios, sino que también de los lugares en que habitaban. 

En algunos casos, Bartolomé y Gonzalo coincidieron en ciertas materias, como por ejemplo, la institución del ''Requerimiento'', manifiesto por el cual se le informaba a los indígenas que serían sometidos a los reyes españoles, la cual tenía una efectividad cuestionable con respecto a la conversión de los indios. Generalmente se utilizaba para ejercer judicialmente la acción armada.

Hernán Cortés

Con respecto a Hernán Cortés, conquistador del imperio azteca, Bartolomé no daría palabras amables. Lo tenía por una especie de príncipe arrogante en cuanto a su apariencia. En cambio, Toribio de Benavente, más conocido como Motolinía, daría una imagen mucho más favorable y positiva. 


Leyenda Rosa y Leyenda Negra

Leyenda Rosa

El descubrimiento de América fue un hecho sin par en el siglo XV, y España estaba a la vista de todas las naciones. Los defensores de la colonización establecen que la conquista trajo más beneficios que perjuicios a América, pues llevaron civilización, recursos, religión, estructuras, instituciones, entre otros. Otros dicen que desde la promulgación de la Ley de Indias se habló de una Leyenda Rosa por la cual todas las situaciones que afectaban a los indios se habían arreglado. 

En ese sentido, los colonizadores son verdaderos héroes al llevar el conocimiento a los indios, y así la evangelización se justificaba.

Leyenda Negra

Alrededor de la figura de Bartolomé de las Casas, existe un argumento en el cual los datos que nos da el fraile dominico no serían los correctos. Si bien fue testigo de las injusticias que podrían haber sucedido a los indios, parece ser que la información que nos da es evidentemente exagerada e hiperbolizada.

Uno de sus detractores fue Toribio de Benavente, más conocido como Motolinía, nombre proveniente del nahualt que él mismo adoptó para ser nombrado entre los habitantes de México cuyo significado es ''el que es pobre''. Si bien, este fraile franciscano protegió a los indios por los abusos de Nuño de Guzmán, llamado ''Gran Tirano'' por Las Casas, Motolinía no compartía en absoluto las opiniones de Las Casas. De hecho, Motolinía creía que la suerte de los indios cambiaría una vez que se convirtieran al cristianismo, por eso, no había que destruir el sistema. Trato a Bartolomé de ''hombre penoso'' e incluso lo llamó apóstata por renunciar al obispado de Chiapas. También lo trató de indiferente con respecto a los indios de la cultura Nahualt porque no sabía dicha lengua ni ninguna otra que fuera indígena, así como tampoco podía distinguir un indio de otro. 

Se debe considerar que las cifras que da Bartolomé de las Casas las escribe en los años 50, con respecto a los años 1515 y 1516. Una de las cifras más controversiales fue la de 3.000.000 de indios que murieron en La Española, lo cual representa un numero imposible. En consonancia con lo mismo, desde sus escritos se cuestiona que los colonos hayan dado un trato monstruoso a los indios. Se decía que, en verdad, todos los relatos que describía los había oído de otra persona, y que nuca había presenciado tales actos.

Por otro lado, Las Casas solo habla de las guerras de conquista en cuanto al diezmo de la cantidad de indios, no considera en absoluto las enfermedades llevadas por los españoles que también fueron causales de muerte. 

Otra de las criticas que se le hace a Las Casas, fue la idea de relevar a los nativos de las indias por los negros, es decir, tomar a los negros esclavos del África y llevarlos para que sustituyan a los indios en los trabajos de estos. Esto se hizo por medio de una institución llamada ''asientos'' que consistía en un acuerdo comercial solamente entre el gobierno español y particulares. De esto surgió el denominado ''asiento de negros'' que se dio entre África y la América hispana. Todo esto con la venia de Las Casas y la autorización de Carlos I. En todo caso, se dice que luego se arrepintió de haber tomado esa postura en contra de los negros, a causa de un viaje que realizó a Lisboa y enterarse de la forma de esclavitud negra.

La propaganda de la Leyenda Negra que se instaló fue ampliada mucho más por parte de Guillermo de Orange-Nassau, alemán que luchó en la guerra de Flandes, quien utilizó la obra de Las Casas llamada ''Brevísima relación destrucción de las Indias'' modificándola y utilizándola a su antojo: proyectos políticos y militares. Modificó su texto de manera tal que tanto el Imperio Español y el catolicismo quedaron como tiranos e inhumanos. 

Todos estos argumentos forma parte de lo que se ha denominado ''La Leyenda Negra'', que fue la propaganda antiespañola que surgió en esos años desde los distintos imperios contrarios a España. Se dice que Bartolomé de las Casas, con sus relatos sobre los indios, habría contribuido a alimentar esta imagen. Ahora bien, ciertos autores difieren en que esta leyenda haya existido alguna vez. 

Entre estos exponentes tenemos a Fernando Ortiz quien señala en su obra ''Contra la Leyenda Negra'' que contra Las Casas había una intención de borrar su recuerdo por ser evocador de la barbarie española contra los indios. Esto se hizo por medio de la supuesta iniciativa que habría tomado Las Casas contra los negros; sin embargo, Ortiz nos dice que no existe ninguna prueba de que Las Casas haya podido comenzar con todo ello. De hecho, Ortiz dice que así como a Las Casas se le llamó ''Apóstol de los indios'', también se le debió haber llamado ''Apóstol de los negros''. 

Otro autor es Alejandro Lipshutz quien dice que si existe una leyenda negra contra España, entonces investiguemos sobre las otras naciones y nos daríamos cuenta que tendríamos varias leyendas negras más. Considera la Leyenda Negra, una campaña maliciosa e ingenua. 


Obras

En este blog veremos las obras más interesantes y completas de Bartolomé de las Casas, aprovechando que en verdad hay mucho material. A medida que estudiemos sus obras, las iremos publicando en esta entrada.




Con el tiempo iremos viendo todas las obras de Bartolomé de Las Casas. 


Conclusión

Estamos hablando de una de las figuras más importantes en el período del descubrimiento del Nuevo Mundo. Bartolomé de las Casas, ha puesto un tema fundamental que será la semilla de algo que se vendrá poderosamente más adelante; la defensa de los derechos de las personas. Puede que ciertos estudios que se han realizado desde el siglo XVIII, hayan dado otra perspectiva a la imagen de Las Casas, pero si se puede rescatar su legado en defensa de los indios, creo que sería muy positivo que se fomente y que no se manipule dolosamente.

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