lunes, 4 de marzo de 2024

Bartolomé de Las Casas - Brevísima Relación de la Destrucción de las Indias (1552)

Escrita por Bartolomé de las Casas, la siguiente obra no se considera una obra histórica en el sentido estricto, sino más bien un alegato denunciatorio que expone las atrocidades cometidas durante la conquista de América, con el propósito de argumentar la necesidad de detener dichas acciones, como las guerras, repartimientos y encomiendas. Una obra que cambiará la visión que tenemos de los indios, aunque también podremos apreciar sus contradicciones.

Referencias:

(1) Hoy, la parte occidental de Haití.

(2) Esta es una de las exageraciones que hablábamos en la biografía. Sin embargo, de acuerdo con Sherburne F. Cook y Woodrow Borah, en su obra Ensayos sobre Historia de la Población: México y el Caribe, la estimación es de 3.700.000 en el año 1496

(3) Esto solo nos puede quedar a la especulación, pues no se explica quién.

(4) Sin embargo, hoy sabemos que Hernando de Soto murió el año 1542


BREVÍSIMA RELACIÓN DE LA DESTRUCCIÓN DE LAS INDIAS


Descripción de la Situación

Las Indias se descubrieron en 1492 y al año siguiente se pobló de cristianos. El principal lugar que poblaron fue la isla Española(1). Sus características son las siguientes:

  • La isla tiene un perímetro de 600 leguas.
  • Tiene otras islas grandes alrededor, las cuales estaban pobladas y llenas de nativos
  •  La masa continental, que está a unas 250 leguas de distancia de esta isla en su punto más cercano, tiene más de 10.000 leguas de costa marítima descubierta y cada día se descubren más
  • Hasta el año 41, parece que Dios ha colocado en esas tierras la mayor parte o la mayor cantidad de toda la humanidad

Las Casas nos dice que todas estas gentes eran obedientes, fieles a los de su gente y a sus señores cristianos. Son delicados, frágiles que incluso pueden morir con cualquier enfermedad. Son las que menos poseen, pero tampoco quieren poseer bienes temporales lo que los hace gentes que no tienen soberbia, avaricia o codicia. Sus comidas son tal como la de los Padres del Desierto. Sus vestidos son de cuero, sus camas son encima de una estera y cuando mucho duermen en unas redes colgadas que en lengua de la isla Española llamaban hamacas. Por sobre todo, dice Las Casas, son personas inteligentes que son aptas para recibir la fe y nos dice que en la isla se encontraban 3 cuentos, es decir, 3.000.000 de indios, y que ahora no hay más de 200(2)

La isla de Cuba tiene la misma distancia que de Valladolid hasta Roma, la cual está casi toda despoblada. 

La situación de otras islas no es alentadora. Existe una desolación de la isla de San Juan y Jamaica: Se indica que estas islas están en un estado de abandono o ruina. Se describen las islas Lucayas como fértiles y hermosas, se resalta la belleza y la fertilidad de estas islas.

En los primeros cuarenta años que estuvieron los españoles, debido a sus tiranías y acciones injustas, han muerto más de doce millones almas, hombres, mujeres y niños; y sinceramente creo, sin creer que me equivoco, que son más de quince millones.

Esto lo hacen de dos maneras:

  1. Por medio de la guerra
  2. Por la servidumbre

Las razones para acometer tales actos es simplemente conseguir oro y llenarse de riquezas a costa del trabajo de los indios. Las Casas hace recalcar que el hecho de que los indios nunca han hecho algo malo a los cristianos, todo lo contrario, los consideraron venidos del cielo. 

La Isla Española

De acuerdo con Las Casas, fue en esta isla donde se dieron las mayores destrucciones y despoblaciones. Los cristianos tomaron a las mujeres e hijos de los indios aprovechándose de ellos; robaban sus comidas y los golpeaban. Cuando esta acción fue vista por los indios, estos comenzaron a ocultar a sus mujeres, hijos y las comidas que conseguían con esfuerzo. El caso más terrible fue que uno de los capitanes cristianos había violado a la mujer de uno de los indios(3)

A partir de estos hechos, los indios se enfrentaron a los cristianos con sus armas, las cuales no provocaban grandes daños y su defensa no era muy efectiva. Los cristianos respondieron con una ofensiva desproporcionada; los azotaban, les cortaban sus cabezas, les abrían las entrañas, los quemaban vivos, los atacaban con perros y les cortaban las manos.

Por cada 100 indios que los cristianos mataban, los indios lograban matar a un cristiano. 

Los Reinos que había en la Isla Española

En la Isla Española habían 4 reinos y 5 reyes, a los cuales casi todos obedecían debido a que algunos hombres estaban muy alejados de esos reinos. Los reinos eran los siguientes:

  1. Maguá: cuya última sílaba quería decir reino de la Vega. Entran muchos ríos (miles dice Las Casas) entre los que se cuentan Ebro, Duero y Guadalquevir. El rey de ese reino se llama Guarionex; pacífico y obediente a los reyes de Castilla, se ofrecía a realizar trabajos para Castilla sin ningún problema. 

    Todo esto terminaría cuando un ''mal cristiano'' llamado Francisco Roldán, mayordomo de Cristóbal Colón que luego se rebelaría contra él, violara a su mujer. Guarionex se refugió con los Ciguayos, una tribu del norte de La Española, pero los españoles lo encontraron y se lo llevaron en una nave que naufragó en 1502. 

  2. Marién: que después cambiarían el nombre a Puerto Real, lugar poblado y con muchos recursos como el oro y el cobre. Su rey se llamaba Guacanagarí. Recibió a Colón de una forma verdaderamente cordial, que el mismo Colón describiría. Escapó del lugar cuando los cristianos comenzaron a destruir, matar, y poner en servidumbre a los suyos. 

  3. Maguana: tierra sana y fértil, donde se hacía la mejor azúcar del territorio. Su rey se llamó Caonabó y fue capturado por los españoles para llevarlo a Castilla. Sin embargo, el barco donde lo llevaban naufragó y Caonabó moriría en el mismo. Sus hermanos se pusieron en armas y atacaron a los cristianos. 

  4. Jaraguá: el rey se llamaba Behechio, quien tenía una hermana llamada Anacaona. Ayudaron enormemente al reino de Castilla, sirviéndoles diligentemente, y alejando a los cristianos de los peligros de la isla. Una vez que Behechio murió, su hermana Anacaona se hizo cargo del reino. De acuerdo con Las Casas, Nicolás de Ovando, con un fuerte contingente militar, mató a los indios con espadas y lanzas, así como también los quemó dentro de una casa de paja. Anacaona sería ahorcada en 1503. Los que pudieron escapar de esta matanza fueron a la isla Guanabo. 

  5. Higuey: la reina se llamaba Higuanamá. Esta reina fue ahorcada y los pobladores fueron quemados vivos, además de aplicarles otro tipo de torturas. 

Bartolomé nos dice que aunque los indios pudieron ser violentos con los españoles luego de ser ofendidos y destruidos, esta violencia jamás pudo compararse con la de los cristianos. Considera que los indios tuvieron una Guerra Justa contra los cristianos, más no los cristianos con ellos. 

Otro elemento fue también la repartición que se hicieron de esclavos luego de violentar los reinos. Esta repartición se hizo con la venia del gobernador de cada provincia. Los hombres morían en las minas de trabajo, mientras que las mujeres en las estancias o granjas de las mismas. Los usaban prácticamente como bestias de carga. 

Todas estas cruentas prácticas se le ocultaron a la Reina Isabel, la Católica, quien estaba preocupada por la salvación de los indios.

De Las Islas de San Juan y Jamaica

Sobre las islas de San Juan y Jamaica, Bartolomé es muy breve. Señaló que en 1509 llegaron las expediciones de Juan Ponce de León a Puerto Rico y de Juan Esquivel a Jamaica, quienes también habían cometido grandes atrocidades en dichas islas. Una de las que se destaca más era el uso de perros bravos y trabajos forzados en las minas. De hecho, de Juan Ponce de León se conocería la historia de Becerrillo, un perro alano español que se destacaba por ser implacable con el enemigo, y fiel con los aliados. Se decía que podía distinguir perfectamente entre los indios amigos y enemigos de los españoles.

Las Casas contabiliza más de 600.000 personas en las islas, y que incluso habrían 1.000.000 de ellas (un cuento). Después de esa destrucción, de acuerdo con Las Casas, no quedaron ni 200 personas. 

De la Isla de Cuba

La Isla de Cuba no estaría exenta de las atrocidades. Hatuey, el cacique de la isla, había pasado de La Española a la Isla de Cuba, escapando de las violentas masacres de los españoles. Las Casas describe una conversación que tuvo Hatuey con los de la isla de Cuba:

Ya sabéis cómo se dice que los cristianos pasan acá, y tenéis experiencia qué les han parado a los señores fulano y fulano y fulano y a aquellas gentes de Haití (que es la Española). Lo mesmo vienen a hacer acá. ¿Sabéis quizá por qué lo hacen?

No, sino porque son de su natura crueles y malos

No lo hacen por sólo eso, sino porque tienen un dios a quien ellos adoran y quieren mucho, y por habello de nosotros para lo adorar nos trabajan de sojuzgar y nos matan

Luego, el cacique les mostraría una cesta de oro y joyas

Veis aquí el dios de los cristianos; hagámosle, si os parece, areítos (que son bailes y danzas) y quizá le agradaremos y les mandará que no nos hagan mal

Le contestaron: Bien es, bien es

Luego Hatuey dijoMira, como quiera que sea, si lo guardamos, para sacárnoslo al fin nos han de matar: echémoslo en este río

Acto seguido, arrojaron todo el oro a un río grande.

Sin embargo, a pesar de todas estas cosas, Hatuey fue quemado vivo en Baracoa. Cuando se le puso en la hoguera, el padre Olmedo fue quien lo asistió explicándole que de creer en el Dios que ellos creían iría al cielo y sino al infierno. Hatuey preguntó ''¿Y los cristianos van al cielo? a lo que el padre Olmedo dijo que sí. Luego Hatuey dijo que preferiría ir al infierno para no encontrarse con los cristianos.

De acuerdo con Las Casas, 3.000 indios fueron muertos en esta isla en su presencia. Esta fue la conocida Matanza de Caonao llevada a cabo por Pánfilo de Narváez. La relación entre Las Casas y Narváez se agudizaría, porque Las Casas hacía que los indios se presentaran ante Pánfilo, pero este los quemó diciendo que alguna vez los indios se les volverían en contra en el futuro. 


En Tierra Firme

El año 1514 llegó a Tierra Firme un gobernador llamado Pedrarías Dávila, quien fue uno de los tiranos más crueles de acuerdo con Bartolomé de Las Casas. Mató 140.000 almas con orden de su superior. 

En Tierra Firme se aplicó el procedimiento jurídico del requerimiento, que consistía básicamente en decirle a los indios que si no se convertían al cristianismo, serían muertos por los cristianos, pues toda negativa al requerimiento sería causal de guerra justa. Bartolomé siempre criticó este instrumento señalándolo como absurdamente ineficaz, toda vez que el evangelio dice:

''Pronto, id y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo''
(Mateo 28:19)

En cambio, el requerimiento que debían leer los conquistadores en Tierra Firme era el siguiente:

''Caciques e indios desta tierra firme de tal pueblo, hacemos os saber que hay un Dios y un Papa y un rey de Castilla que es señor de estas tierras: venid luego a le dar la obediencia, etc. Y si no, sabed que os haremos guerra y mataremos y cativaremos, etc''

Acto seguido, al tener los indios la negativa los atacaban ferozmente. Estos indios consideraban que atacar a las mujeres (llamadas ''iras'') era una práctica bestial y abominable.

Provincia de Nicaragua

En el año 1522, Pedrarías Dávila pasó a la Provincia de Nicaragua. Era una tierra de gentes alegres y de características llanas por lo que la gente no podía esconderse en caso de guerra. Nadie pudo escapar de los caballos que tenía Dávila que fue persiguiendo a las gentes de aquella tierra. Realizaba reparticiones con el objeto de que no se trabajara en la tierra, enviando a los indios hombres a las minas y dejar abandonada la agricultura. El resto de indios morían de hambre por no poder trabajar la tierra y sembrar maíz. Una mujer tuvo que comer a su propio hijo para no morir de hambre. 

De la Nueva España

Desde el descubrimiento de la Nueva España en 1517, los eventos han estado marcados por escándalos, muertes y atrocidades cometidas por los llamados cristianos. La injusticia y la violencia han alcanzado su punto máximo desde entonces, con innumerables actos de crueldad, matanzas y tiranía perpetradas por los colonizadores españoles en las Indias. Durante doce años, desde 1518 hasta 1530, se llevaron a cabo masacres y destrucciones en un área de aproximadamente 450 leguas alrededor de la ciudad de México, superando en población a las ciudades más grandes de España. Los españoles causaron la muerte de millones de personas, incluyendo mujeres, niños, jóvenes y ancianos, en lo que ellos llamaron "conquistas", pero que fueron condenadas como invasiones violentas por la ley divina y humana. Además, continúan las opresiones y vejaciones en la tiránica servidumbre impuesta sobre los indígenas. Algo parecido ocurriría en la región de Cholula. 

Los quemaron a todos y entre las voces de los indios se escuchó:

''¡Oh, malos hombres! ¿Qué os hemos hecho?, ¿por qué nos matáis? Andad, que a México iréis, donde nuestro universal señor Moctezuma de vosotros nos hará venganza''


Los conquistadores españoles perpetraron otra masacre en la ciudad de Tepeaca, donde mataron a una gran cantidad de personas de manera cruel. Luego, procedieron hacia México, donde fueron recibidos con regalos y celebraciones por el rey Moctezuma. Sin embargo, los españoles lo capturaron, lo encadenaron y luego cometieron una atrocidad aún mayor al matar a miles de nobles y personas importantes de la ciudad mientras participaban en bailes y festividades. Este acto dejó a todo el imperio sumido en el dolor y la aflicción, marcando una tragedia que será recordada por generaciones.

Después de presenciar la injusticia y crueldad de los conquistadores, los indios de la ciudad se levantaron en armas contra ellos. Heridos muchos españoles, lograron escapar y pusieron al rey Moctezuma a dirigirse a los indígenas para calmar la situación. Sin embargo, los indios, insatisfechos, decidieron elegir a otro líder y continuar la lucha. Cuando regresó el capitán español con refuerzos, se reanudaron los combates, durando varios días. Ante el temor de la derrota, los españoles decidieron abandonar la ciudad. Los indios, al enterarse, llevaron a cabo una guerra justa, matando a muchos cristianos en los puentes de la laguna. Posteriormente, en el combate de la ciudad, los españoles reformados infligieron estragos en los indios, causando una gran cantidad de muertes y la quema de muchos líderes indígenas.

De Cholula se dirigieron a México, el gran rey Moctezuma los recibió en persona. Los españoles, liderados por el capitán, también llegaron a México desde Cholula, donde fueron recibidos con grandes honores por el rey Moctezuma y su corte. Sin embargo, los conquistadores tramaron un acto cruel durante una celebración nocturna, conocida como "mitote", donde masacraron a miles de nobles indígenas, sembrando el terror en la ciudad. Esta atrocidad provocó la revuelta de los nativos, quienes se levantaron contra los invasores españoles. A pesar de un intento de pacificación por parte de Moctezuma, la situación se agravó cuando otro grupo de conquistadores regresó con refuerzos. Finalmente, tras intensos combates, los españoles lograron imponerse, causando una devastación masiva en México y extendiendo su tiranía a otras regiones como Pánuco, Tututepeque, Ipilcingo y Colima, donde cometieron atrocidades similares. La crueldad de los conquistadores dejó un rastro de destrucción y muerte que marcó profundamente a las poblaciones indígenas.


Provincia y reino de Guatemala

Los españoles también entraron en los territorios de Guatemala donde fueron recibidos por Tecum, capitán del reino de los quichés. Nuevamente, los españoles fueron recibidos muy bien por el capitán, pero esa noche quisieron quedarse a dormir afuera porque sería muy peligroso dormir adentro con ellos. Cuando menos se lo esperaron, los españoles atacaron y les pidieron todo el oro que guardaban, pero al señalar los indios que no era una tierra de oro, los españoles los tomaron y los quemaron vivos. 

Los indios trataron de escapar y de idear estrategias como las de cavar agujeros con estacas para detener a los españoles, aunque no fueron tan efectivas como ellos creían. Los españoles se vengaron de esto y echaron a los mismos indios dentro de estas fosas. 

También se causaron atrocidades en la provincia de Cuzcatán, donde los cristianos le dijeron a los indios que les entregaran todo el oro. Los indios les entregaron hachas de cobre que por encima tenían oro. Al enterarse los españoles que eran de cobre, los atacaron y los hicieron esclavos. 


Nueva España, Panúco y Jalisco

En el año 1525, uno de los tiranos más crueles de Nueva España y Panúco fue Ñuño de Guzmán. Fue llamado a gobernar Nueva España y México como presidente. Ñuño de Guzmán, tras enterarse de la llegada de la Real Audiencia, emprende una expedición al interior del país en busca de riquezas. En el proceso, somete a miles de indígenas de la provincia de México para que les sirvan como porteadores, resultando en la muerte de la mayoría de ellos. Luego, llega a la provincia de Mechuacán, donde captura al rey local bajo la falsa acusación de ser rico en oro y plata. Utiliza métodos de tortura brutal para intentar extraer información sobre supuestos tesoros, resultando en la muerte del rey y de otros líderes locales que también son sometidos a estos tormentos en busca de riquezas. Cosa parecida harían en Jalisco, aunque de ahí recibieron una fuerte ofensiva de parte de los indios. Sin embargo, todo terminó mal para estos últimos. 

Reino de Yucatán

En el año 1520, el gobernador Francisco de Monejo estaría a cargo de la provincia de Yucatán. Esta tierra tenía como recursos la miel y la cera más que en ninguna otra parte de las Indias. Este gobernador fue, así como los anteriores, cruel y despiadado. A los indios que no mataba los convertía en esclavos y agotó todos los recursos de la provincia. 

Muchos casos se dieron en ese tiempo. El gobernador mandó a matar indios por medio del uso de perros, y una india, al ver que no podía escapar, se ahorcó para no ser alcanzada. A un niño le cortó las orejas y la nariz porque no quería irse de su tierra. A otro niño le cortaron los brazos y las piernas para dar de comer a los perros.

Sin embargo, a pesar de todas estas crueldades, tiempo después llegó a esas tierras el Fray Jacobo de Tastera quien visitó el territorio con algunos frailes para predicar el evangelio. Los religiosos les prometieron a los indios que ningún español entraría, excepto ellos. Estuvieron 40 días y eso bastó para que los indios del lugar entregaren todos sus ídolos para que los quemasen. Posteriormente, en un hecho inédito según Las Casas, los indios rindieron honores y se sujetaron como vasallos al rey de España.

No obstante, al territorio entraron unos españoles cargados de ídolos, traídos de otras provincias, para venderles a los españoles por esclavos indios. Si los indios no les compraban estos ídolos por medio de esclavos, entonces estos treinta hombres les harían la guerra.  

Los indios, decepcionados preguntaron a los frailes:

''¿Por qué nos habéis mentido, engañándonos que no habían de entrar en esta tierra cristianos? ¿Y por qué nos habéis quemado nuestros dioses, pues nos traen a vender otros dioses de otras provincias vuestros cristianos? ¿Por ventura no eran mejores nuestros dioses que los de las otras naciones?''

Los religiosos no sabían qué decir y hablaron con estos españoles para que se fueran; sin embargo, estos no se fueron y les dijeron a los indios que los mismos frailes les habían dicho que vinieran. Los indios se lo tomaron a mal y huyeron del lugar. Los frailes también, pero fueron guiados por los indios que creían en ellos y les dieron mil servicios. 

De la provincia de Santa María

Esta era una de las provincias donde se podía encontrar mucho oro, lo que hacía que muchos españoles fueran a esa provincia a extraer oro. Muchos tiranos se sucedieron el uno al otro hasta acabar completamente con la provincia, matando indios y extrayendo oro. Uno de los obispos de la provincia decía en una carta:

''Digo, sagrado César, que el medio para remediar esta tierra es que Vuestra Majestad la saque ya de poder de padrastros y le dé marido que la trate como es razón y ella merece, y éste con toda brevedad, porque de otra manera, según la aquejan y fatigan estos tiranos que tienen encargamiento della, tengo por cierto que muy aína dejará de ser, etc.''

''Donde conocerá Vuestra Majestad claramente cómo los que gobiernan por estas partes merecen ser desgobernados para que las repúblicas se aliviasen. Y si esto no se hace, a mi ver no tienen cura sus enfermedades. Y conocerá también cómo en estas partes no hay cristianos, sino demonios, ni hay servidores de Dios ni de rey, sino traidores a su ley y a su rey, porque en verdad que el mayor inconviniente que yo hallo para traer los indios de guerra y hacellos de paz y a los de paz al conocimiento de nuestra fe es el áspero y cruel tratamiento que los de paz reciben de los cristianos, por lo cual están tan escabrosos y tan avispados, que ninguna cosa les puede ser más odiosa ni aborrecible que el nombre de cristianos, a los cuales ellos en toda esta tierra llaman en su lengua yares, que quiere decir demonios; y sin duda ellos tienen razón, porque las obras que acá obran ni son de cristianos ni de hombres que tienen uso de razón, sino de demonios, de donde nace que como los indios ven este obrar mal y tan sin piedad generalmente, así en las cabezas como en los miembros, piensan que los cristianos lo tienen por ley y es autor dello su dios y su rey. Y trabajar de persuadirles otra cosa es querer agotar la mar y darles materia de reír y hacer burla y escarnio de Jesucristo y su ley. Y como los indios de guerra vean este tratamiento que se hace a los de paz, tienen por mejor morir de una vez que no de muchas en poder de españoles. Sélo esto, invictísimo César, por experiencia, etc.'' 

''Vuestra Majestad tiene más servidores por acá de los que piensa, porque no hay soldado de cuantos acá están que no ose decir públicamente que si saltea, o roba, o destruye o mata o quema los vasallos de Vuestra Majestad porque le den oro, sirve a Vuestra Majestad a título que dizque de allí le viene su parte a Vuestra Majestad. Y por tanto, sería bien, cristianísimo César, que Vuestra Majestad diese a entender, castigando algunos rigurosamente, que no recibe servicio en cosa que Dios es deservido''

Los indios que sobrevivía a las matanzas eran llevados a servir de animales de carga, y cuando estaban cansados y caían al suelo, pedían que los mataran ahí mismo.


De la provincia de Cartagena

Esta región de Cartagena se encuentra ubicada aproximadamente a cincuenta leguas al sur de la provincia de Santa Marta, en dirección hacia el Poniente. Junto con Santa Marta se extiende la provincia del Cenú hasta el golfo de Urabá, abarcando alrededor de cien leguas de costa marítima y una considerable extensión de tierra hacia el sur. Desde el año 1498 o 1499 hasta la actualidad, estas provincias han sufrido incontables calamidades: han sido sometidas, angustiadas, diezmadas, despobladas y arrasadas.

Durante este periodo, los habitantes de estas tierras han experimentado una serie de atrocidades a manos de los españoles, que han perpetrado crueles actos de violencia, muerte y saqueo. Sin embargo, por brevedad, no entraré en detalles específicos sobre los horrores que han ocurrido, pues mi intención es concluir esta breve exposición sin detenerme en relatos detallados de las maldades que se han cometido aquí, así como en otras partes en la actualidad.


De las costas de Perla, de Paria y la isla Trinidad

La isla Trinidad era otra de las islas frondosas y poblada de indios, pero un hombre llamado Juan Bono de Quejo con 60 o 70 hombres entraron a la isla para causar violencia. 

En un comienzo, los indios los recibieron sin problemas, de hecho, les hicieron una casa. Los españoles, sin embargo, traicionaron a los nativos, encerrándolos en una casa y quemándolos vivos. Luego vendieron a los sobrevivientes como esclavos en otras islas. El capitán responsable justificó sus acciones diciendo que había seguido órdenes de tomar a los indígenas por "paz" si no podían ser capturados por la fuerza. Esta práctica de capturar y esclavizar a los indígenas fue común en la región, llevada a cabo en nombre del colonialismo español.

Los frailes de Santo Domingo enviaron a dos religiosos a predicar y convertir a los indígenas (Fray Francisco de Córdoba y Fray Juan Garcés) en una tierra sin enseñanza cristiana. Los nativos los recibieron con alegría y atención, pero fueron traicionados por españoles que se llevaron al líder local y otros indígenas como esclavos. Los frailes prometieron ayudar, pero las autoridades no hicieron nada. Los religiosos, viendo la injusticia, se prepararon para morir. Los indígenas, creyendo que los frailes eran cómplices, los mataron injustamente. Los frailes fueron considerados mártires por su intento de predicar la fe cristiana y sufrir por ello.

En una provincia cercana a la Codera, existía un pueblo liderado por Higoroto, conocido por su hospitalidad hacia los españoles. Sin embargo, un tirano decidió traicionar su confianza, llevándose a muchos de ellos como esclavos. Este acto fue condenado por otros españoles, quienes lamentaron la pérdida de un refugio seguro en aquel pueblo.

Una de las prácticas más abusivas era la pesca de perlas. Obligados a bucear durante horas, nadando sin descanso y arriesgando sus vidas, los indígenas son golpeados y maltratados por los verdugos españoles. El método consistía en poner a indios en unas barcazas para que arrancaran las ostias donde se criaban las perlas. Eran vigilados por los españoles que estaba en barcazas, y si los indios se demoraban los españoles los golpeaban. Su comida es escasa y su descanso mínimo, siendo confinados en precarias condiciones. Muchos mueren ahogados o devorados por tiburones debido al agotamiento y la exposición prolongada al agua. Esta explotación viola los preceptos divinos del amor al prójimo y expone a los indígenas al peligro de muerte, tanto física como espiritual. La vida de los indígenas se consume rápidamente bajo estas condiciones inhumanas, mientras los españoles buscan su beneficio personal, incluso cuando las autoridades intentan prohibir estas prácticas.


Sobre el río Yuyapari

En la provincia de Paria, un río llamado Yuyapari se extiende por más de doscientas leguas tierra adentro. En el año 1529, un tirano despiadado ascendió por este río con un gran contingente de hombres, perpetrando atrocidades como quemar vivos y asesinar a inocentes que no habían hecho daño a nadie. Su violencia dejó la tierra en ruinas y aterrorizada. A pesar de su muerte y la derrota de su ejército, otros tiranos continuaron con la misma brutalidad en la región, causando destrucción y sufrimiento, una afrenta a las almas que, según se menciona, fueron redimidas por la sangre de Cristo.


Reino de Venezuela

En el año 1526, mediante engaños al rey de España, se concedió el reino de Venezuela a mercaderes alemanes, quienes llegaron con un contingente de trescientos hombres o más. Estos mercaderes, más crueles que otros conquistadores, devastaron la región con una avaricia desmedida por oro y plata, sin respeto por Dios ni el Rey. Arrasaron más de cuatrocientas leguas de tierras, exterminando poblaciones enteras y lenguas, causando la muerte de millones de personas de formas crueles e inhumanas. Sus acciones continúan hasta hoy, perpetrando injusticias y estragos sin cesar.

Los españoles capturaron al líder supremo de una provincia sin motivo aparente más que para obtener oro mediante torturas. La población se dispersó en los montes por miedo, pero los españoles los buscaban y realizaban crueles matanzas, vendiendo a los sobrevivientes como esclavos. En un acto atroz, un tirano alemán ordenó encerrar a muchas personas en una casa de paja y luego prenderle fuego, quemando vivos a los que quedaron dentro. Esta atrocidad llevó al despoblamiento de numerosos pueblos, con la gente huyendo a las montañas para salvarse.

En otra provincia, los indígenas recibieron a los españoles pacíficamente en sus casas y haciendas, pero fueron explotados y maltratados durante mucho tiempo. Cuando los españoles decidieron irse, el tirano alemán ordenó encerrar a los indígenas con sus familias en un corral y exigirles oro como rescate para ser liberados. Aquellos que no podían pagar fueron dejados morir de hambre en el corral, lo que llevó a la ruina de una provincia rica en oro y población.

El tirano mencionado, con la ambición de encontrar el oro del Perú, emprendió un viaje por la tierra adentro, llevando consigo a numerosos indígenas esclavizados para transportar cargas. Si alguno se cansaba o desfallecía, le cortaban la cabeza sin piedad para no perder tiempo en desenredar las cadenas. Arrasó provincias, quemó ciudades y causó matanzas horrendas en su camino, dejando una estela de destrucción en su ruta.

Otros tiranos que siguieron su estela quedaron atónitos al ver la devastación que había dejado. El daño causado por estos tiranos alemanes es inmenso, ya que han impedido al rey de España obtener enormes cantidades de oro y han arruinado una de las tierras más ricas y prósperas del mundo. Han enviado a más de un millón de indígenas como esclavos a otras partes del mundo para satisfacer su insaciable codicia, con el desafortunado consentimiento de las autoridades coloniales. Todos estos actos atroces muestran la ferocidad y maldad de estos tiranos, que han causado incontables sufrimientos a las poblaciones indígenas y han deshonrado a Dios y a su ley con sus acciones inhumanas y codiciosas.


De la provincia de Tierra Firme que se le llama Florida

En estas provincias se destacaron tres tiranos, de acuerdo a Las Casas; Ponce de León, Álvarez Pineda y Pánfilo de Narváez. Si bien los tres dejaron desastrosas consecuencias en las Indias, también tuvieron finales trágicos con respecto a su muerte. Las Casas nos dice que afortunadamente Dios no permitió que hicieran más daño. Un cuarto tirano llamado Hernando de Soto, de quien se dice que cometió muchas atrocidades y que luego desapareció(4)


Del Río de la Plata

En el año 1531, otro tirano llegó a los reinos del Perú con la misma intención y crueldad que sus predecesores. Cometió atrocidades, robos y matanzas, causando grandes males en la región. Quemó pueblos y saqueó una isla llamada Pugna, dejándola casi despoblada. Después se dirigió a la provincia de Tumbala, donde continuó con sus actos de violencia. Más tarde, el rey Atabaliba se enfrentó a los españoles, ofreciendo oro como rescate, pero fue traicionado y ejecutado. Un fraile franciscano testificó sobre las atrocidades presenciadas en la región, incluyendo mutilaciones, quema de pueblos y personas, y engaños a los indígenas. Las acciones de los españoles provocaron la rebelión de los indígenas, y las crueldades cometidas en el Perú superan con creces las de otras regiones conquistadas.


Del Reino de Granada

Los españoles llegaron al Nuevo Reino de Granada en 1539, donde sometieron a las poblaciones locales a atrocidades, saqueos y torturas en busca de oro y esmeraldas. Los tiranos, liderados por un capitán principal, cometen actos inhumanos como la tortura y ejecución de líderes indígenas, la quema de pueblos enteros y el uso de perros para despedazar a los nativos. La crueldad alcanza niveles extremos, incluyendo la quema de indígenas vivos y la matanza indiscriminada de hombres, mujeres y niños. La narrativa denuncia la falta de justicia y compasión de los españoles hacia los indígenas, así como su negligencia en la propagación de la fe cristiana entre ellos.

Bartolomé de las Casas testifica la brutalidad de los conquistadores y su impacto devastador en las poblaciones nativas, advirtiendo que si no se detiene esta violencia, pronto no quedará ningún indígena vivo en la región. Las leyes y ordenanzas promulgadas por el rey para detener estos abusos no logran detener la ola de atrocidades, ya que los conquistadores continúan ignorando las normativas y perpetuando su reinado de terror. La narrativa concluye con un llamado a la compasión y a la intervención divina para detener esta tragedia humanitaria en las Indias.

Conclusión

Este es el texto más famoso y el más importante de la obra de Bartolomé de Las Casas. Es una obra fundamental que expone las atrocidades cometidas contra los pueblos indígenas durante la colonización de América por parte de los españoles. Las Casas denuncia la violencia, la explotación y el genocidio perpetrados en nombre de la conquista y la expansión del imperio español. A través de su testimonio, busca concienciar a sus contemporáneos sobre la brutalidad de la empresa colonial y abogar por la justicia y la protección de los derechos humanos de los indígenas. La obra de Las Casas es un llamado a la reflexión sobre la naturaleza de la conquista y sus consecuencias devastadoras, así como un recordatorio de la necesidad de respetar la dignidad y la humanidad de todos los pueblos.

Es importante tener en cuenta que la obra de Bartolomé de las Casas, "Brevísima relación de la Destrucción de las Indias", ha sido objeto de debate en relación con la interpretación de la historia colonial española y la denominada "Leyenda Negra". Algunos críticos señalan que Las Casas, aunque denunció la brutalidad de la conquista y defendió los derechos de los indígenas, también contribuyó a perpetuar ciertos estereotipos negativos sobre los españoles y su papel en la colonización. En sus escritos, Las Casas a menudo contrasta la supuesta crueldad de los conquistadores españoles con la bondad y humanidad de los indígenas, lo que ha llevado a algunas interpretaciones sesgadas de la historia y a la perpetuación de la "Leyenda Negra", que retrata a los españoles como los únicos responsables de los abusos coloniales en América. Sin embargo, es importante analizar su obra en contexto y reconocer tanto sus críticas válidas como las posibles imprecisiones o exageraciones en sus descripciones. Las Casas fue un personaje complejo cuya obra sigue siendo fundamental para comprender la historia colonial de América y las luchas por la justicia y los derechos humanos.

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