lunes, 8 de enero de 2024

Suhrawardi - La Filosofía de la Iluminación (Parte II: Sobre las Luces Divinas, la Luz de Luces y las bases y ordenes de la existencia) (1186)

Una vez que hemos hablado de la lógica del peripatetismo, ahora, Suhrawardi está en condiciones de mostrarnos la filosofía iluminista per se. Sin embargo, la critica contra sus detractores no termina en la primera parte, sino que continúa en esta obra, la cual se enfocará principalmente en el concepto de la luz. Se utiliza la noción de luz, como su nombre indica, como una forma de explorar los vínculos entre Dios, la Luz de las Luces y su creación. Veamos cómo se desarrolla el concepto específicamente. 

Referencias:

(1) Esta referencia puede estar relacionada con la idea de Avempace de una ''fuerza espiritual'' que mueve las cosas hacia abajo

LA FILOSOFÍA DE LA ILUMINACIÓN

Primer discurso: sobre la luz y su realidad, la Luz de Luces, y lo primero que fue generado por ella

Sección I: Mostrar que la luz no necesita definición

Cualquier cosa existente que no requiere definición o explicación  es evidente. A causa de que no hay nada más evidente que la luz, no hay necesidad de definición. 

Sección II: Sobre la definición de lo independiente

Si ni la esencia o la perfección de cualquier cosa descansa en otra cosa, entonces esa cosa es independiente. Si la esencia o la perfección de cualquier cosa descansa en otra, entonces esa cosa es dependiente. 

Sección III Sobre la luz y la oscuridad

El significado de luz y luminosidad son los mismos en este trabajo. Sus significados son divididos en la luz que es un estado de algo más (luz accidental), y la luz que no es el estado de algo más (luz incorpórea o pura).

Aquello que no es luz en su propia realidad es dividido en aquello que es independiente del locus (sustancia oscura) y aquello que es un estado de algo más (estado oscuro). El cuerpo es una barrera y puede ser descrito como una sustancia oscura, algunas de ellas son vistas en la oscuridad cuando la luz ya no las ilumina. 

La oscuridad es simplemente una expresión para decir aquello que está falto de luz, nada más y no es una de las condiciones privativas de la posibilidad. Si el mundo fuera vacío, o una esfera sin luz, sería oscura. 

Ahora bien, hay barreras que nunca pierden su luz como sería el sol, y hay otras barreras que pueden tener luz, pero solo de forma temporal o continua. En consecuencia, estas barreras tienen sustancias oscuras de algún modo, de hecho, toda barrera es una sustancia oscura. 

La luz accidental sensible no es independiente de sí misma, porque de otra manera no dependería de las sustancias oscuras. Toda vez que la luz pueda existir en una sustancia oscura, esta es dependiente y contingente. Las barreras no pueden generar ningún tipo de luz, ni siquiera accidental. Eso lo veremos más adelante. 

Sección IV: Sobre la dependencia de los cuerpos en su existencia en cuanto a la luz incorpórea

Las barreras oscuras poseen aspectos de oscuridad, forma, por ejemplo, y las particularidades de la magnitud. Aunque la magnitud no es sobreañadida a la barrera, sin perjuicio de que hay cierta particularidad, frontera y límite por la cual una magnitud es distinguida de otra. Sus accidentes son virtud de algo diferente a ellas y en consecuencia no son independientes. Estas siempre son dependientes de una sustancia oscura o un estado luminoso, es decir, una luz incorpórea. La sustancialidad (que solo existe en la mente) de la sustancia oscura es intelectual y su oscuridad es privativa.

Una regla que establece que la luz incorpórea no puede ser señalada por una sensación

Se sabe que cualquier luz puede ser señalada como una luz accidental, luego si hay luz pura, no puede ser señalada, ni localizada en un cuerpo, ni tener dimensiones espaciales. 

Una regla que dice que cualquier cosa que sea luz en sí misma es luz incorpórea

La luz accidental no es luz en sí misma, porque su existencia está en otra. Así, esto puede ser luz solamente debido a otra cosa. La luz incorpórea es luz en sí misma. Por lo tanto, todo lo que es luz en sí mismo es luz pura e incorpórea.

Sección V: Una sección general: Mostrar que cualquiera que perciba su propia esencia es una luz incorpórea

Nada que tenga una esencia de lo cual es inconsciente es oscuro,  porque su esencia es evidente. Un estado oscuro no puede estar en algo más, toda vez que incluso el estado luminoso no es una luz auto-subsistente en sí misma. Por lo tanto, es una luz incorpórea pura y no espacial. 

La cosa auto-subsistente y la auto-consciente no aprehenden una imagen de su esencia en su esencia. Si su conocimiento es por una imagen y si su imagen de su ego no es el ego en sí mismo, la imagen del ego sería un ''eso'' en relación al ego. De esto se desprende que la aprehensión del ego es precisamente la aprehensión de lo que en sí mismo, y que la aprehensión de la esencia sería la aprehensión de algo más, lo que es absurdo.

Uno nunca es consciente de su esencia o de la aprehensión de la esencia, porque esta aprehensión no puede ser por una forma o por algo superañadido, porque no se necesita aprehender la esencia porque es evidente en sí misma. Por lo tanto, su esencia debe ser aprehendida debido a que lo que está en sí mismo es en sí mismo, y así uno nunca puede estar inconsciente de su esencia o de cualquier parte de su esencia.

Aquello por lo cual tu esencia puede estar inconsciente, tales como los órganos, el hígado, el cerebro y todas las barreras oscuras o luminosas, no son esa parte de ti que aprehende. Por lo tanto, aquello por lo cual uno puede aprehender no es un órgano ni nada que tuviera que ver con barreras, porque de otra forma uno podría estar siempre consciente de los órganos así como estamos conscientes de nuestra consciencia. 

Si se examina esto atentamente, descubriremos aquello por lo cual tú eres tú, es solamente una cosa que aprehende su propia esencia, es decir, tu ego. En consecuencia, la aprehensión no es un atributo ni algo superañadido o cualquier cosa de esa suerte. Tampoco es algo añadido al ego porque de otra forma la otra parte quedaría desconocida. La aprehensión, por lo tanto, es pura luz, una luz en sí misma. 

Una regla

Si aún se quisiera una regla para la luz, se debería decir que la luz es aquello que es evidente en su propia realidad y por esencia hace a otros evidentes. La falta de inconsciencia es algo negativo y no puede ser su quididad, en consecuencia, nada es tan evidente como la luz. Lo que aprehende su propia esencia es la luz pura, y toda luz pura es evidente en sí misma y aprehende su propia esencia. 

Un juicio donde la aprehensión de una cosa en sí misma es evidente en sí misma

Si se asume que la luz es incorpórea, entonces esto es luz en sí misma. Un ejemplo para esto podría ser el concepto de sabor. Si se pone al sabor fuera de las barreras y la materia, se demostraría que el sabor es solo una cuestión en sí misma. No se sigue que un sabor sea incorpóreo y que por este hecho sea evidente en sí mismo. 

Si el sabor es incorpóreo, entonces bien podríamos decir que es una luz al ser esta también incorpórea. 

Sección VI: Sobre las luces y sus clases

La luz se divide en ciertos tipos de luces:

  • Luz de sí misma 
  • Luz en sí misma
  • Luz en sí misma pero por algo más (luz accidental)
La luz accidental también es luz de sí misma porque su existencia está en otro. 

La vida es un ser de una cosa que es evidente en sí misma y una cosa viviente es perceptiva y activa. Así, la luz pura es activa y toda cosa viviente es una luz activa. Si se viera que una sustancia oscura se percibió a sí misma, en realidad no es una sustancia oscura, sino que una luz en sí misma. Por lo demás, aquello que no es consciente de sí mismo, no puede ser consciente de los demás. De hecho, si una barrera quisiera hacerse evidente de sí misma, eso en verdad sería luz. 

Un principio que establece que un cuerpo no puede traer otro cuerpo a la existencia

Se sabe que uno en sí mismo es una luz incorpórea y que uno es incapaz de dar existencia a una barrera. Si una luz sustancial, viva y activa puede ser incapaz de dar existencia a una barrera, una barrera sin vida ciertamente será incapaz de hacerlo también. 

Sección VII: Mostrar que las luces incorpóreas e intelectuales difieren por perfección y deficiencia, no por especies

La luz en sí misma varía en su realidad solo por perfección y deficiencia y por cosas externa a esta. Si tuviera dos partes, ni siquiera la cual es luz en sí misma, entonces solo sería una sustancia oscura o un estado oscuro, y que el todo no sería una luz en sí misma. 

Sección VIII: También sobre las diferencias de las luces incorpóreas

Se dijo que las luces incorpóreas no difieren en la realidad. Tienen luminosidad y algo más. Esta parte que es ''algo más'', si fuera un estado en la luz incorpórea, tendría que ser externa a su realidad, teniendo en cuenta que los estados solo ocurren en la mente. Por lo tanto, este ''algo más'' como es adicional, sería una luz accidental. 

Ahora bien, el ego se toma como una luz incorpórea que es consciente de sí misma, tal como las otras luces, es decir, son conscientes de sí mismas y son incorpóreas, comparten la misma realidad.

Un principio que establece que aquello que da existencia a las barreras debe aprehenderla su propia esencia

Como una luz incorpórea da a todas las barreras su luz y existencia, esa luz debe estar viva y auto consciente, siendo que es una luz en sí misma. 

Sección IX: Probando que hay un ser necesario por esencia 

Si una luz incorpórea es dependiente en su quididad, su necesidad está dirigida hacia la sustancia oscura sin vida. Pero ¿cómo podría la oscuridad emanar luz? Esto sería imposible por lo tanto las luces accidentales, las barreras, y los estados de las mismas, deben terminar en una luz de la que más allá de esta no hay luz. Esta es la Luz de las Luces, la luz que lo atraviesa todo, la luz eterna, la luz Santa, la luz del todopoderoso, la luz dominante.

Es absolutamente independiente, porque no hay nada más allá de ella. La existencia de dos luces incorpóreas independientes es inconcebible, porque como ya vimos ellas no difieren en su realidad. No hay ningún cuerpo que las particularice.


Segundo discurso: Sobre el orden de la existencia

Sección I: Mostrando que el verdadero Uno en el respecto en que es uno solamente, se genera solamente un efecto

Una luz y una oscuridad no pueden provenir de la luz de las luces; porque causar una luz no es lo mismo que causar una oscuridad. Si fuera así entonces la Luz de Luces sería compuesta. Por lo demás, la oscuridad solo puede ser generada a través de un intermediario. Y así, la Luz como luz engendra solamente luz. 

Sección II: Mostrando que lo que es generado primero de la Luz de Luces es solamente una luz incorpórea

Tengamos la existencia de una oscuridad que venga de la luz de luces, si esto es así ninguna luz vendría de la luz de luces, porque de otra manera los aspectos de la Luz de Luces, tendría que ser múltiple. Sin embargo es obvio que hay muchas luces incorpóreas conscientes y otras accidentales.

La multiplicidad no puede ser concebida del resultado de la Luz de Luces, ni tampoco puede ninguna oscuridad ser concebida al resultado de una sustancia oscura o estado. Por lo tanto, aquello que resulte primero de la Luz de Luces debe ser una sola luz incorpórea.

Por otro lado, la Luz de Luces, y la primera luz que resulte esta es solamente distinguible por los conceptos de perfección y deficiencia, como habíamos dicho anteriormente. Por otro lado las luces accidentales podrán diferir en su perfección y debilidad por razón de que la luz que los ilumina, aunque el recipiente y su capacidad se mantengan igual.

Pregunta: hasta ahora la quididad de la luminosidad ¿no sería su particularización un efecto contingente de la Luz de Luces?

Respuesta: la quididad de la luminosidad es un universal mental, no se particulariza en sí misma en el mundo externo. Aquello que es concreto es una sola cosa, y no es una base ni una perfección. La cosa mental tiene seres inconcebibles en una cosa concreta. 

Sección III: Concerniente a la determinación de estas barreras

Es sabido que en cualquier dirección que se apunte, hay límites. Un no ser no puede ser concebiblemente señalado. Incluso, las sustancias simples podrían ser hechas después como un solo cuerpo, y ser divididas si es que se puede hacerlo. Así, esto necesariamente es un cuerpo homogéneo, único, indivisible, que cubre todas las barreras en esas partes que incluso no se puede imaginar su existir.

Es evidente que la indivisibilidad de esa entidad de la cual la dirección es derivada y ha sido puesta por cierto que es única.

Cuando una cosa moviente alcanza sus límites, esta se vuelve, por virtud de su porción de bulto, parte de aquello que tiene esencialmente el extremo de lo bajo. Cada cosa relacionada a un lugar por estar en él, su lugar puede ser diferente de este mismo y diferente de sus partes. Es posible que por sus partes se mueva en relación a las partes de esa cosa que ha sido puesta en su lugar, ya sea que la transferencia no puede hacer completa o pueda ser completa. Por lo tanto, el lugar es el interior de su contenedor próximo, y aquello que no contiene no tiene lugar. 

Sección IV: Mostrando que los movimientos de las esferas son voluntarios y cómo muchos de ellos son generados por la Luz de Luces

La barrera sin vida no se vuelve hacia sí misma, porque ninguna cosa sin vida puede tener un objetivo a perseguir, alcanzar. Si una cosa inanimada tiende, por sí misma y por naturaleza hacia algo, entonces no debería dejar su objetivo, porque si entonces tendiera por naturaleza hacia algo de lo cual fue repelida, esto sería absurdo.

Cada punto de lo que las barreras celestiales persiguen, también dejan nada compelidas a ella, porque lo más bajo no tiene poder con respecto a los superior. Por lo demás, es de apreciar que el movimiento de las esferas celestes, unos son accidentales y otros esenciales. Como cuando un hombre camina en un barco en una dirección diferente del movimiento propio del barco. De esta forma el movimiento diario en cual todas las barreras celestiales participan, pueden ser comprendidos en una esfera la que les da otro movimiento. El principal motor de cada una de estas barreras está vivo por esencia y es por lo tanto una luz incorpórea.

Así se demuestra que las barreras son manejadas por las luces. Porque las esferas están libres de la corrupción, de los deseos, de los movimientos bruscos, entre otros.

Ahora bien, aquella luz llamada a Luz Próxima, es decir, aquella que es la primera luz engendrada por la Luz de Luces, no contiene múltiples aspectos porque su multiplicidad en ella implicaría multiplicidad en aquello que ello necesita y así, se generaría otra vez la multiplicidad en la luz de las luces, lo cual es absurdo.

Aunque de la luz próxima no puede provenir ninguna sustancia oscura, ya que esta luz próxima es independiente al ser incorpórea, son las sustancias oscuras las que son dependientes de esta luz.

Un principio que explica cómo la multiplicidad existe

Se podría pensar que como todas las cosas provienen de la Luz de la Luces, o de la luz próxima, en ellas entonces hay una especie de multiplicidad. Pero este no es el caso, porque la existencia de la luz próxima viene solamente de la esencia de la Luz de Luces, pero la luz de luz es hace brillar su luz sobre la luz próxima simplemente por virtud de su conformidad con el recipiente, su amor por la luz de luces, y la ausencia de cualquier velo. Claro, hay una multiplicidad de aspectos; una causa receptiva más las condiciones. Muchas cosas diferentes pueden, de hecho, resultar de una cosa por virtud de las diferencias y los estados múltiples de las receptividad.

Sección V: lo concerniente a la generosidad de la luz de las luces

La generosidad es apropiada cuando es dada sin ninguna recompensa. El que busca elogios o recompensas trabaja por un salario, así como también el que busca ser libre de la culpa y otros similares.

Pero no hay nada más generoso que la luz en su propia realidad. Por su esencia se revela a sí misma y emana todo receptivamente desde una unidad.

El verdadero rey es él, que posee la esencia de todo pero cuya esencia no es poseída por nadie, él es la luz de luces.

Un principio sobre la gobernanza

Recordando lo que se había dicho sobre la visión en la parte primera, el filósofo nos dice que la visión es aquello que solamente puede ser visto por el objeto iluminado, siendo opuesto al ojo.

En ese sentido, tenemos entonces dos tipos de luces:

  • la luz vista
  • la luz que se está viendo

 

Cuando el párpado descubierto no hay duda de que está siendo iluminado por luces externas que ni la luz de la visión tiene el poder de luminosidad para iluminarlas. Así, no podemos ver debido a la falta de iluminación, lo cual es el mismo caso con la excesiva cercanía. La extrema distancia actúa como un velo a causa de que el grado pequeño a la cual la cara siempre se opone lo pone de ese modo. Así, el objeto iluminado más cercano más fácilmente es sostenido, y queda como una luz o una cosa iluminada.

Sabiendo que ambos ojos contemplan y son iluminados por un Rayo, el brillo del Rayo no está mirando; porque los rayos caen sobre el ojo donde quiera que esté, pero el ojo que está viendo pues solamente ver el sol cuando éste encara el sol desde una gran distancia.

Sección VI: Mostrar que todas las luces superiores tienen dominio en la relación a las luces inferiores y que las luces inferiores tienen amor en relación a las luces superiores

Las luces inferiores no pueden comprender a las luces superiores porque las luces superiores los dominan; pero las luces inferiores, sin embargo, contemplan a las superiores. Cuando las luces se vuelven muchas, las superiores poseen una dominancia sobre las inferiores, las inferiores tienen un deseo y pasión por las superiores. La luz de luces tiene un dominio en relación a lo que son las otras. No es que tenga una pasión por otro, sino que tiene una pasión por sí misma, porque su perfección es evidente a ella. Es la más hermosa de las cosas, la más perfecta de las cosas, la más evidente a sí misma que cualquier otra; nada es tan evidente.

Es la raíz de la luz deficiente donde está la pasión por la luz superior. En la raíz de la luz superior el dominio está por sobre la luz inferior. Solo por el hecho de que la luz de luces es evidente a su esencia y no es algo añadido a su esencia, entonces, también, su placer y pasión no son adicionales a su esencia.

Sección VII: mostrando que el amor de cada luz inferior por sí misma es dominada por su amor a las luces superiores

La luz próxima contempla y esta iluminada por la luz de luces. Esta ama la luz de luces y en sí misma, pero su amor por sí misma es dominada por su amor por la Luz de Luces.

Sección VIII: mostrando que la luz incorpórea no brilla por algo que es separado de esta.

La iluminación de la Luz de Luces sobre las luces incorpóreas no es algo que sea separado de estas como ya se ha hecho claro. Más bien, la iluminación es una luz cuya capacidad es debido a su naturaleza incorpórea. Esto es como la iluminación causada por el sol. Contemplar es otra materia, la cual ya hemos hecho una analogía. La luz que ocurre en las luces incorpóreas de la Luz de Luces es esa por la cual distinguimos el nombre de luz propicia. Esta es una luz accidental, que es dividida y que tiene su causa en los cuerpos y que también se encuentra la luces incorpóreas.

Sección IX: sobre cómo y en qué orden las muchas luces son generadas del verdadero uno

Desde la luz próxima, pueden resultar una barrera y una luz incorporal, y de esta luz resulta otra luz incorpórea y una barrera. Esto continúa hasta que hay 9 esferas, más el mundo elemental. La sucesión de órdenes de luces debe ser finita, y esta debe terminar con una luz de la cual no resulten más luces incorpóreas.

Las luces incorpóreas que están libre de la conexión con las barreras, son más de 10, o 20, o 100, o 200, o 1000, o 2000. O 100000, pero todas vienen de la luz próxima. Todas miran y contemplan a la Luz de  Luces, y esta las ilumina por sus rayos.

Si pudiéramos tener una jerarquía deberíamos hacerlo del siguiente modo:

  • Luz de luces: esta lanza sus rayos que son recibidos por la luz propicia dos veces, una para la luz propicia y otra para la luz próxima en la cual no hay intermediario.
  • Luz Próxima: la que recibe las luces de la Luz de Luces
  • La tercera luz: esta recibe cuatro veces la primera luz emanada, las dos reflexiones de la luz de luces sin mediador, y de la luz próxima
  • La cuarta luz: recibe ocho veces; cuatro de la reflexión de su superior, dos de la segunda una de la luz próxima y de la luz de luces sin intermediario

Y así se van incrementando las luces hasta llegar a las barreras las cuales también reflejan luces y conforman todo la estructura del mundo. Se realizan múltiples combinaciones de aspectos, interacciones y correspondencia; por ejemplo entre ellas se hará el espectro de dependencia de independencia, de dominio o de amor

La constelación de las estrellas fijas corresponde a la interacción de los rayos unos con otros. Por la interacción de los rayos con el aspecto de independencia, dominio, y amor, y la extraordinaria correspondencia entre lo perfecto, los rayos intensos y otros.

Es inconcebible que las luces dominantes de igual rango, vengan a la existencia simultáneamente de la luz de las luces, mucho menos lo harán por la multiplicidad. Entonces, debe haber luces intermedias que se clasifiquen verticalmente.

Las luces son divididas en dos clases. Están las luces dominantes, que son aquellas que no tienen conexión con las barreras ni con la impresión o control. Las luces que manejan las barreras, aunque éstas no son impresas en las barreras pero sí tienen control.

Sección X: completando la discusión de las estrellas fijas y otros planetas

Como el arreglo de las estrellas fijas no es aleatorio, pues esta es la sombra del orden inteligible, y en consecuencia, este orden está más allá de conocimiento humano. 

No hay nada sin vida en el mundo etéreo, pues todo aquel mundo está gobernado por el soberano. 

Sección XI: Explicación de su conocimiento de acuerdo al principio iluminista

La visión no está condicionada a una impresión de la imagen ni a la emisión de algo; es suficiente para esta que no tenga velo entre el que ve y el objeto de la visión. Lo mismo va para la Luz de Luces:

''Las alabanzas a Allah a Quien pertenece cuanto hay en los cielos y cuanto hay en la tierra. Suya es la alabanza en la Última Vida y Él es el Sabio, el Conocedor de lo más recóndito''

(Corán 34:3)

Su conocimiento y su visión son uno, tal y como su luminosidad y su poder provienen de su esencia. 

La verdad sobre el conocimiento del ser necesario y existente es que el conocimiento de su esencia es su ser una luz; esto es evidente de sí misma.

La multiplicación de las relaciones intelectuales no implica multiplicidad en su esencia como ya lo hemos visto anteriormente.

Sección XII: Sobre la más noble contingencia

Por supuesto, todos los entes que hemos visto en los planteamientos exigen una jerarquía entre ellos. Así, si existe una luz incorpórea de inferior rango en cuanto a la nobleza, se entenderá que existe una más noble que aquella, y esto pasaría no solo en los seres necesarios sino que también en los contingentes. De esta forma, también pensarían todos los pensadores similares a Platón además de los sabios de la antigua Persia. 

Todas las cosas en este mundo comparten cierta luminosidad, no importa que tan oscura sea la materia, siempre tendrá la luminosidad proveniente de la Luz de Luces

Un principio que muestra cómo lo simple es generado de lo mucho

Por la luz de sus rayos la luz dominante podría generar algo que no se parece a ella misma. Aquello que es generado puede provenir de otra luces de la luz dominante, en los rayos que se encuentran en ella. Estas son como partes de la causa, permitiendo así un efecto que se diferencia de él por ser diferente del conjunto de la causa. El efecto acepta entonces los rayos que su causa había aceptado, así como un rayo adicional de su causa. 

Así, muchas diferencias surge den la luz dominante. Las entidades pueden ocurrir desde el todo y son diferentes de cualquier otra parte y lo simple puede ocurrir de diferentes cosas.

Un principio en la explicación de clases de arquetipo

Algunas luces dominantes inferiores no son removidas del alma. En verdad, existen varias jerarquías en cuanto a las luces inferiores y superiores, y ciertos entes están más cerca del uno que del otro. En cuanto a las más bajas, muchas de estas no pueden perfeccionarse por medio de la luz superior. No pueden ''pedir prestado'', en palabras de Suhrawardi, su luz porque de ser así podrían llegar a ser luces superiores. 

Sección XIII: Sobre la explicación de la infinitud de los efectos del intelecto y la finitud de los efectos del alma

Básicamente, las luces incorpóreas, dominantes o aquellas que manejan otras, son, valga la redundancia, incorpóreas, y, en consecuencia, no tienen magnitud. El resto de seres que tienen barreras, sí tienen magnitud y en consecuencia son finitas, y por lo tanto, difieren en magnitud. 

Así, esto lo entendemos desde hace algunas ideas atrás; que las luces incorpóreas solo difieren por su perfección y deficiencia, mientras que los cuerpos difieren en magnitud. Ahora bien, podría interpretarse que la luz próxima tiene una especie de magnitud con respecto a la Luz de Luces, pues existen diferencias en cuanto a la perfección, pero la luz próxima sigue siendo infinita en cuanto a su intensidad. 


Tercer Discurso: explicando la actividad de la Luz de Luces y las luces dominantes, y el resto de la discusión de los movimientos celestiales

Sección I: Mostrando que la actividad de la Luz de Luces es eterna

Suhwawardi nos explica que si todo depende de la Luz de Luces y de las luces dominantes, entonces estas dos luces son absolutamente independientes y eternas. Todos los atributos de la Luz de Luces son perpetuos, pues no hay tiempo más allá de las Luz de Luces. 

Sección II: Explicando que el mundo no tenía comienzo en el tiempo y que el movimiento de los planetas es completamente circular

En verdad, nada en el mundo sublunar tiene un movimiento perpetuo, nada que tenga barreras, pero bien el movimiento que hacen los planetas es circular en su propio eje. Sin embargo, estos en ningún caso pueden asemejarse a la Luz de Luces como ente incorpóreo, en nada se le asemejan. De todas formas, si bien los planetas pueden moverse de una manera circular, esto no quiere decir que sean divinas y que se parezcan a la Luz de Luces, como los peripatéticos lo pensaban. 

Sección III: Completar la discusión de lo horizontal y lo vertical de las luces dominantes y la explicación de que el tiempo no tiene ni comienzo ni fin

En cuanto a la discusión sobre lo vertical y lo horizontal, en efecto, las luces tienen una relación vertical en cuanto a su jerarquía: superiores e inferiores. Otras tienen una relación horizontal a causa de sus rayos intermedios por los cuales pueden existir cuerpos intermedios (barreras) que son dependientes de sus rayos. 

Por otro lado, el tiempo es la magnitud del movimiento a causa de cambio y la falta de fijeza que se puede ver. El tiempo no es discontinuo, por lo tanto debería tener un comienzo. Pero si esto es aceptado, entonces debería haber un tiempo del comienzo y un tiempo del tiempo del comienzo, y así sucesivamente lo cual sería absurdo. Por lo tanto, el tiempo no tiene ni comienzo ni fin. 

Sección IV: Mostrando que las esferas se mueven con el fin de alcanzar algo sagrado y placentero

Habíamos establecido anteriormente que los planetas giraban de forma infinita, pero que esto no imitaba a las luces incorpóreas. Sin embargo, hay algo que las hace renovarse en ese movimiento y ese motivo es por las luces incorpóreas. 

Un principio en el cual eso que es hecho es la quididad no la existencia

Esto porque de ser así, entonces la existencia se podría pasar de una cosa a otra. Lo que se pasa no es la existencia sino que más bien una identidad. Ahora bien, se podría pensar esto de los cuerpos celestes que no son corruptos ni generados, pero eso es porque las luces están con ellos y no se irán jamás, sino que los controlan a perpetuidad.


Cuarto Discurso: Sobre la clasificación de las barreras, sus estados, sus combinaciones, y algunos de sus poderes

Sección I: Clasificación de las barreras

Hay barreras que son formadas por un solo cuerpo, o compuestas de dos cuerpos. Estos cuerpos, algunas veces, son opacos y bloquean la luz, otros no la bloquean del todo y otros son transparentes y bloquean la luz desde distintas partes. 

Los cuerpos opacos en los cielos son luminosos y otros transparentes. Estas son las barreras dominantes que no son corruptas ni destruibles como lo explicamos anteriormente. Las barreras encendidas son las que están inmediatamente abajo de las dominantes; pertenecen a una de tres clases: opaca y encendida; como la tierra; translucida, como el agua; o transparente, como el espacio. Podría preguntarse por el fuego, pero para Suhrawardi, el fuego es la intensidad del aire que se vuelve caliente. Por lo tanto, los elementos son tres: opaco, traslúcido y sutil. 

Sección II: Mostrar que todos los movimientos vuelven a las luces sustanciales o accidentales

El movimiento de las rocas no se mueven hacia abajo por su propia naturaleza, por que de estar en propio lugar no se movería, sino que requiere ser constreñida. Aquello que la constriñe debe volver a una luz controladora o por el calor que necesita esta luz. Lo mismo ocurre por la lluvia, y en consecuencia, son las luces las que son esta fuerza que hacen volver los objetos(1)

Sección III: Una explicación sobre el cambio cualitativo

Como el cambio es parte de las cosas corrompibles, vemos que la corrupción es la alteración de las cualidades de los constituyentes de las cosas. Entre los seres, los que tienen la constitución de elementos más perfecta es el hombre. 

En cuanto al hombre, las luces incorpóreas que controlan la luz en el cuerpo del hombre son las luces dominantes. Suhrawardi llama al cuerpo del hombre ''fortaleza''. 

Luego, Gabriel sería la luz próxima entre las luces dominantes. Inmediatamente tenemos al Espíritu Santo, Ravan Bakhsh, el dador de conocimiento, además del que da la vida y la virtud. 

Sección IV: Sobre los cinco sentidos externos

Entre los cinco sentidos, los objetos de la visión son los más nobles, porque es la luz la que nos permite ver a los animales y las plantas, etc. 

Sección V: Mostrar que hay una contraparte en el cuerpo para cada atributo del alma

La luz que emana por esencia tiene en su sustancia un amor por su origen y dominancia. Se sigue que la luz que comanda en la oscura fortaleza debe tener una facultad de rabia en razón de su dominancia y una facultad de deseo por mediación de su amor. 

La fortaleza del cuerpo tiene muchas facultades y cada una de ellas crece en proporción a las otras; por ejemplo, las reproductivas, vegetativas, nutritivas, etc. 

Sección VI: Mostrar la correspondencia entre el alma racional y el espíritu animal

Las luces que comandan controlan las barreras por medio del espíritu. Su fuente es la cavidad izquierda del corazón. El Espíritu es dispersado por todo el cuerpo y por medio de este da su luz, y a su vez es el que sostiene las facultades luminosas.

Como hay una correspondencia entre la luz y la felicidad, todo lo que es generado, por medio de la alimentación del cuerpo, hace al espíritu luminoso. A causa de la correspondencia del alma con la luz, las almas se retraen de la oscuridad y son felices contemplando la luz. Todos los animales buscan la luz en la oscuridad y cuando la encuentran son felices. 

Sección VII: Mostrar que los sentidos internos no son limitados a cinco

En verdad, las facultades internas son la imaginación, que es el almacenamiento de todas las formas; la estimativa, la que hace juicios correspondiente a los particulares; y la imaginativa, la cual combina y separa las formas. Dentro de ellas surgen más facultades sensitivas internas que no son, en absoluto, limitadas a cinco, sino que a muchas más. Cada facultad tiene puede y tener muchas percepciones y así muchos efectos se derivan de ellas. 

Sección VIII: Sobre las realidades de las formas en los espejos y la imaginación

Las formas en los espejos y las formas imaginativas no son impresiones. Ellas son fortalezas suspendidas y no están en un lugar o en un locus, solamente la facultad imaginativa es ese lugar en las cuales las formas de la imaginación se encuentran. En cierto sentido, las formas en los espejos son luces deficientes. Es decir, hay una cuestión de jerarquías que están presentes. 



Quinto Discurso: Sobre la clasificación de las barreras, sus estados, sus combinaciones, y algunos de sus poderes


Sección I: Explicación sobre la reencarnación

Las barreras o el mundo de los cuerpos en general aman las luces. Quieren ir hacia ellas. De esta forma, tenemos que la barrera del hombre la más perfecta, es la llamada fortaleza, en consecuencia, esta también quiere las luces. 

Incluso Buda y los sabios orientales mantuvieron que la fortaleza es la más noble de la constitución de los elementos, y por lo tanto de todas las fortalezas. 

Por otro lado, la sabiduría tiene una dimensión eterna, pero la luz solo es perfeccionada por la luz; en consecuencia, nada asciende de la fortaleza no-racional al hombre, pero sí podría proceder desde el hombre hasta la fortaleza no-racional. Toda fortaleza corresponde a una dimensión moral. Como lo dice el Corán:

''A cada clase hay una porción asignada''

(Corán 15:44)

Adicionalmente, los sabios orientales dicen que la transmigración del alma del hombre solo puede dirigirse a un ser que es inferior a sí mismo; de este modo, no hay forma en que existan varias almas sino que es solamente una. Una teoría parecida a Platón pero con detalles que se deben atender, sin embargo, Suhrawardi no ahonda más allá. 

Otros pensadores islámicos, a través de varios pasajes justifican la transmigración:

Corán 4:56

Corán 32:30

Corán 6:38

Corán 40:11

Corán 44:46

Los sabios se inclinan  y están de acuerdo con que las luces controladoras escapan del mundo de la luz sin ninguna transferencia. Una vez que la luz incorpórea escapa de la oscuridad, continúa siempre y cuando la luz dominante sea su causa. La muerte de la barrera es simplemente debido a la destrucción de su constitución, la base de su valor es recibir los comandos de la primera luz. 

Sección II: Explicación sobre cómo la luz pura escapa del mundo de la luz

Básicamente la luz que reconoce y sabe de las luces superiores, poco a poco querrá dejar el mundo de las fortalezas para acercarse al mundo de la luz. 

La luz siempre buscará estar cerca de las luces que son superiores a ella, incluso después de que las luces se liberan de las fortalezas, las luces quieren aún más estar con las superiores.

Ese placer que se siente no es el mismo de las cosas corporales, por ejemplo, en el intercurso sexual también se experimenta un placer, pero no es el placer que tiene que ver con el cuerpo, o la carne, o bien en términos suhrawardianos, en barreras, sino que en el sentido incorpóreo, pues no tiene sentido, en ese proceso, tener la posesión de algo que no tiene vida, sino que del trazo de luz existente. 

Sección III: Sobre los estados de las almas humanas después de la separación con el cuerpo

Existe un estado que ha sido alcanzado por quienes han sido bendecidos y por los ascetas que oran de forma pura. Estos pueden escapar a un estado intermedio llamado el de las ''Imágenes suspendidas''. En ese estado ellos pueden llamar las imágenes a seres; por ejemplo, traer sabores, sonidos, formas y cualquier cosa que ellos deseen. 

Una vez que ciertos hombres han escapado del mundo de las fortalezas, ellos poseerán las sombras del mundo de las formas suspendidas de acuerdo a sus cualidades morales. Pero estas formas no son las que Platón describía, que en su totalidad son todas buenas y luminosas, pues en este mundo también hay formas malas. Por ejemplo, se ha comprobado que muchos hombres han visto demonios en lugares como Darband y Miyanaj. El mismo Suhrawardi dice que ha experimentado estas formas alguna vez. 

Suhwawardi nos dice que existen cuatro de estos mundos:

  1. Luces dominantes
  2. Luces controladoras
  3. Barreras
  4. Imágenes oscuras y luminosas

En esos diferentes mundos puede encontrarse el alma al ser separada del cuerpo. 

Sección IV: Sobre el mal y la miseria

El mal es un concomitante a través de intermediarios. Sería absurdo para la Luz de Luces tener oscuridad y por lo tanto esta no pudo venir de la oscuridad.

Sección V: Sobre la causa de las premoniciones y cognición de los misterios escondidos

Cuando el hombre logra despejar las distracciones de los sentidos y las barreras, éste es capaz de ver cosas que van más allá de los sentidos y el conocimiento actual. Puede ver sueños verídicos. El hombre llega a un estado en el cual no tiene velos con respecto a las luces, pues los sentidos han sido superados. 

Pero esto no proviene de la misma esencia del premonitor, sino que proviene de algo que es superior, celestial. No hay una fuerza a través de los sueños porque de ser así, entonces sería perfectamente capaz de hacerlo despierto, y si estuviera en su alma, no habría problema de invocar el futuro cada vez que quiera. 

Sección VI: Sobre la clase de cosas escondidas de las cuales los perfectos son informados

Hay quienes pueden adquirir ciertos conocimientos que no son informados al resto de las personas. De hecho, estos hombres pueden llegar a contemplar la Luz de Luces. Entran en el estado del Ser en el cual pueden llamar a la existencia imágenes en cualquier forma en la que deseen. 

Conclusión

Finalmente, hemos terminado la gran obra de Suhrawardi sobre la iluminación. Podemos apreciar que muchas de las cosas dichas por el filósofo nos pueden recordar a las formas de Platón, a las emanaciones de Plotino, pero en verdad, la sabiduría persa es la más presente entre las filosofías occidentales que acabamos de nombrar. Desde aquí nos quedará claro lo que Suhrawardi nos preparará en su próximas obras. 

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