El alma por los filósofos árabes
Hemos analizado el concepto de alma por los griegos, los romanos y ahora nos queda revisar a los filósofos pertenecientes al pensamiento árabe.
Debo insistir con el poco conocimiento que se maneja de estos hombres, teniendo como razón las pocas traducciones que se han hecho al inglés (y las nulas traducciones al español. Pero aún más son los prejuicios a estos pensadores musulmanes de los cuales se puede sacar mucha información valiosa.
Concepciones del alma
Estos filósofos no se desligaron de la filosofìa griega, pero no por eso dejan de tener una originalidad admirable entre sus conceptos. Esto son lo siguientes filósofos:
Al-Farabi (872 - 950)
Uno de los primeros filósofos árabes que además inicio el período del pensamiento de la Edad Media es Al-Farabi, llamado el Segundo Maestro, después de Aristóteles. Este filósofo ser quedó con la concepción aristotélica del alma, entendiendo que la materia era el cuerpo y la forma era el alma.
El cuerpo está atado a las limitaciones del cuerpo, mientras que el alma está fuera de esas limitaciones donde puede encontrar el entendimiento, la razón y un concepto que adiciona a la filosofía aristotélica: la revelación.
Esto significa que Al-Farabi también creía en la inmortalidad del alma, así como la incorporeidad de la misma, en contraste a Aristóteles.
Avicena (980 - 1037)
Luego tenemos a uno de los más brillantes pensadores árabes de la Edad Media, quien fue considerado el Tercer Maestro después de Al-Farabi: Avicena.
Este pensador también se quedó con el pensamiento aristotélico, dividiendo el alma en vegetativa, sensitiva e intelectiva. El alma intelectiva está en potencia cuando adquiere el hábito, y cuando éste se vuelve constante tenemos la inteligencia en hábito.
El mérito que hace este gran filósofo es enumerar las habilidades del alma desde las más importantes hasta las más materiales o corporales.
- Inteligencia en acto
- Inteligencia en potencia
- Inteligencia teórica
- Inteligencia práctica
- Facultad estimativa
- Facultad representativa
- Facultad apetitiva
- Facultad imaginativa
- Facultad vegetativa
- Facultad reproductiva
- Facultad de crecimiento
Por lo que vemos, mientras más sensibles son las facultades, estas se encontrarán más abajo que las que exigen inteligencia.
Ahora, haciendo un contraste con Aristóteles, Avicena nos dice que el alma no perece con el cuerpo. Si fuera mortal, entonces el cuerpo debería ser el recipiente del alma, por lo que deberíamos decir que el alma nace después o antes, lo cual es ambiguo y confuso.
Ahora, haciendo un contraste con Aristóteles, Avicena nos dice que el alma no perece con el cuerpo. Si fuera mortal, entonces el cuerpo debería ser el recipiente del alma, por lo que deberíamos decir que el alma nace después o antes, lo cual es ambiguo y confuso.
Además, si el alma fuera inherente al cuerpo (como la teoría hilemórfica lo plantearía), entonces el alma debería verse afectada por el cuerpo, pero esto no ocurre así porque el alma no tiene relación con el cuerpo. Por otro lado, Avicena también dice que el alma no es la sustancia del cuerpo, porque de ser así perdería su naturaleza inmaterial.
Otro de los argumentos tiene que ver con la potencia y el acto. Si el cuerpo cambia entonces estaría vinculado con la potencia, y si el alma es incorruptible, entonces tendría que estar vinculada con el acto. Si decimos que el alma muere con el cuerpo ¿cómo es que el alma entonces puede cambiar como si fuera materia? Si la propiedad del alma es la materia entonces no debería cambiar.
Avempace (1095 - 1138)
Este pensador sucesor de Avicena nos decía que el alma era una entelequia del cuerpo. En efecto podría pensarse que es así, pues el alma, teniendo tres partes: intelectiva, vegetativa y sensitiva se parece mucho al cuerpo el cual también las tiene:
Alimentación del cuerpo: vegetación
Movimiento del cuerpo: sensación
Alimentación y movimiento: intelección
Por supuesto, vemos que el último concepto une la alimentación y el movimiento para decir que el cuerpo es una estructura de vida, tal como lo es el alma. Si el alma es la forma del cuerpo, entonces el alma, para estar dentro del cuerpo, debe tener características corpóreas.
También nos decía que el alma estaba unida al intelecto tanto del sujeto como del agente, aparte de tener todas las formas universales.
Al-Ghazali (1058 - 1111)
Para el gran maestro Al-Ghazali el alma puede ser explicada en ciertos términos, pero aun así el filósofo árabe nos dice que sigue siendo un misterio.
Primero vemos que Al-Ghazali explica que el alma no está ni asociada ni disociada con el cuerpo. Por un lado, el alma comanda al cuerpo, pues el cuerpo no tiene voluntad propia, mientras que el alma es independiente. Es además incorpórea y por lo tanto eterna, y también es una sustancia que no tiene opuesto.
El alma también es indivisible, como esta pertenece a la forma y la materia al cuerpo. Sin embargo, es el espíritu el cual se puede dividir y Al-Ghazali llama ''corazón'' puede dividirse entre el conocimiento de Dios y otros conocimientos sobre cosas indivisibles.
Así, el hombre tendría tres características fundamentales: alma, razón y corazón. Este último es el que comanda toda acción, pues el corazón es el órgano vital del hombre, y es aquí donde están los sentimientos y las emociones. Lo racional pertenece al alma y al cerebro.
Por lo tanto, tendríamos un esquema de la siguiente forma:
Alma y cerebro: razón
Espíritu y corazón: sentimientos y emociones
Como dijimos anteriormente, no obstante esta descripción, el alma humana sigue siendo un misterio para Al-Ghazali.
Averroes (1126 - 1198)
El filósofo cordobés llamado Averroes, crítico pensador contra los textos de Al-Ghazali, hace totalmente suya la teoría aristotélica. Es decir, el hombre estaría compuesto de materia y forma, y la forma sería el alma.
En un ámbito más amplio, Averroes se preguntaba si los seres universales conocen a los particulares. Lo universales los conocen pero en grupo y no individualmente. Por otro lado, al igual que Aristóteles, Avicena se queda con la concepción de que el alma perece con el cuerpo.
En efecto, pareciera ser que aunque Averroes acepta la inmutabilidad y separación del alma con el cuerpo, igualmente suele asociar una cada vez que la caracteriza. Esto es porque el cordobés creía en la división de los intelectos: uno cognoscente y otro material.
Para explicar esto, debemos decir que Averroes creía en una verdad eterna, universal y cognoscible. ¿Por qué? porque el conocimiento necesita una verdad para alcanzar y adquirir conocimiento, es decir, si no existiera una verdad eterna, el intelecto humano no tendría nada a qué adherir.
Por lo tanto, los hombres tendríamos un intelecto material que trata de adquirir ese conocimiento universal. Si ese intelecto es parte del alma, entonces podríamos decir que el alma y el cuerpo están juntos, pues el intelecto material es esencialmente material, y lo material perece.
Avempace (1095 - 1138)
Este pensador sucesor de Avicena nos decía que el alma era una entelequia del cuerpo. En efecto podría pensarse que es así, pues el alma, teniendo tres partes: intelectiva, vegetativa y sensitiva se parece mucho al cuerpo el cual también las tiene:
Alimentación del cuerpo: vegetación
Movimiento del cuerpo: sensación
Alimentación y movimiento: intelección
Por supuesto, vemos que el último concepto une la alimentación y el movimiento para decir que el cuerpo es una estructura de vida, tal como lo es el alma. Si el alma es la forma del cuerpo, entonces el alma, para estar dentro del cuerpo, debe tener características corpóreas.
También nos decía que el alma estaba unida al intelecto tanto del sujeto como del agente, aparte de tener todas las formas universales.
Al-Ghazali (1058 - 1111)
Para el gran maestro Al-Ghazali el alma puede ser explicada en ciertos términos, pero aun así el filósofo árabe nos dice que sigue siendo un misterio.
Primero vemos que Al-Ghazali explica que el alma no está ni asociada ni disociada con el cuerpo. Por un lado, el alma comanda al cuerpo, pues el cuerpo no tiene voluntad propia, mientras que el alma es independiente. Es además incorpórea y por lo tanto eterna, y también es una sustancia que no tiene opuesto.
El alma también es indivisible, como esta pertenece a la forma y la materia al cuerpo. Sin embargo, es el espíritu el cual se puede dividir y Al-Ghazali llama ''corazón'' puede dividirse entre el conocimiento de Dios y otros conocimientos sobre cosas indivisibles.
Así, el hombre tendría tres características fundamentales: alma, razón y corazón. Este último es el que comanda toda acción, pues el corazón es el órgano vital del hombre, y es aquí donde están los sentimientos y las emociones. Lo racional pertenece al alma y al cerebro.
Por lo tanto, tendríamos un esquema de la siguiente forma:
Alma y cerebro: razón
Espíritu y corazón: sentimientos y emociones
Como dijimos anteriormente, no obstante esta descripción, el alma humana sigue siendo un misterio para Al-Ghazali.
Averroes (1126 - 1198)
El filósofo cordobés llamado Averroes, crítico pensador contra los textos de Al-Ghazali, hace totalmente suya la teoría aristotélica. Es decir, el hombre estaría compuesto de materia y forma, y la forma sería el alma.
En un ámbito más amplio, Averroes se preguntaba si los seres universales conocen a los particulares. Lo universales los conocen pero en grupo y no individualmente. Por otro lado, al igual que Aristóteles, Avicena se queda con la concepción de que el alma perece con el cuerpo.
En efecto, pareciera ser que aunque Averroes acepta la inmutabilidad y separación del alma con el cuerpo, igualmente suele asociar una cada vez que la caracteriza. Esto es porque el cordobés creía en la división de los intelectos: uno cognoscente y otro material.
Para explicar esto, debemos decir que Averroes creía en una verdad eterna, universal y cognoscible. ¿Por qué? porque el conocimiento necesita una verdad para alcanzar y adquirir conocimiento, es decir, si no existiera una verdad eterna, el intelecto humano no tendría nada a qué adherir.
Por lo tanto, los hombres tendríamos un intelecto material que trata de adquirir ese conocimiento universal. Si ese intelecto es parte del alma, entonces podríamos decir que el alma y el cuerpo están juntos, pues el intelecto material es esencialmente material, y lo material perece.
Conclusión
Me es muy grato volver a analizar estos filósofos que había dejado hace mucho en el blog. Retomar la filosofía musulmana no es más que retomar la lógica aristotélica con muchas modificaciones y mejoras, en mi opinión. A mi parecer es Averroes quien deja un punto de inflexión en estas teorías, ya que sería el mismo Santo Tomás de Aquino quien tendría dolores de cabeza para refutar a este tremendo pensador.
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