miércoles, 5 de diciembre de 2018

San Alberto Magno - Sobre el alma (Libro II: Sustancia del alma y sus partes) (Tratado I: Sustancia del alma en sí)

¿Qué puede ser más difícil que encontrar la definición del alma? ya vimos en el capítulo anterior todo el esfuerzo que pusieron los antiguos filósofos en tratar de alcanzar una adecuada concepción. Sin embargo, ni para nuestro filósofo San Alberto Magno ninguna de aquellas definiciones es suficiente. Siempre será complejo definir el alma en cuanto a que siempre se confunde o se piensa que tiene las mismas características del cuerpo; por lo tanto, el concepto de alma debe alejarse del concepto de corporeidad la cual no es una tarea intelectual fácil. 

Sobre el alma

Tratado I: Sustancia del alma en sí

Capítulo I: ¿Cómo llegar a una definición de alma?


San Alberto Magno rechaza todas las teorías de los filósofos anteriores sobre el alma. Nos dice que en general el único acierto es decir que es una sustancia, que tiene accidentes que le rodean pero que sobre sale ante ellos como el sostenedor del cuerpo. Sin embargo, el alma no pertenece a cualquier cuerpo sino que a aquel que tiene vida. 

Capítulo II y III: Definición de alma universal

Así como el alma es substancia y es primera y antecede al cuerpo, entonces corresponde que su definición sea universal. Es de esta manera que podemos definir, en consecuencia, algo que precede a la materia tal como la forma, y que en diferencia al cuerpo esta siempre está en acto.

Esto se debe básicamente a que lo que tiene superioridad en un ser es siempre la forma; por lo tanto, mientras exista el alma ella es la que tendrá que comandar al cuerpo por una cuestión de superioridad y sustento. Esto quiere decir que el cuerpo por sí solo no puede prescindir del alma en ningún aspecto. 


Capítulo IV: El alma no está totalmente separada del cuerpo

No puede decirse que el alma está totalmente separada del cuerpo, pues decir así el cuerpo no tendría ningún sustento como base para existir. Esto ocurre sobre todo con el alma vegetativa y el alma sensitiva, que se encargan de las funciones básicas para la subsistencia del cuerpo. 

Sin embargo, el alma intelectiva también esta relacionada con el cuerpo. Imaginemos al capitán de un barco. Este maneja la nave de la mejor manera sin tener que ser él mismo la nave. Lo mismo ocurre con el alma intelectiva, no es parte del cuerpo pero es capaz de manejar el cuerpo sin mezclarse con él. 

Capítulo V: Otra definición de alma

Pese a todo lo señalado investigado, la definición del alma a{un nos es difícil de alcanzar.Ya habíamos dicho que la definición universal no nos ayuda mucho a resolver lo que una cosa es; al contrario, mucho más nos ayuda la demostración de aquello. 

El alma no podría definirse apropiadamente por medio de la definición universal, ya que sus partes son muy complejas y deben ser todas consideradas. 

Podríamos decir correctamente que el alma es una sustancia, pero la sustancia se puede decir también de muchas maneras. Por lo tanto, Alberto Magno define el alma de la siguiente forma:

''El acto primero de un cuerpo físico orgánico''

Hasta aquí tenemos una definición del alma tentativa sumando todas las dificultades que tiene.

Capítulo VI: En virtud de qué existe el alma

Por supuesto, el alma existe en virtud de otorgar vida a los seres vivos en la que se encuentra inherente. La vida del animal solo es posible bajo la unión que tiene el alma con el cuerpo, y esto lo demuestra cuando hablamos de las características del alma vegetativa y del alma sensitiva. 

Capítulo VII: La facultad del alma

Existe una pregunta clave en este tratado sobre el alma ¿dónde o en qué parte del cuerpo está?  la respuesta pareciera ser de que el alma está en la totalidad del cuerpo, pues donde haya vida hay presencia del alma.

No obstante, esto podría traer problemas ya que no podríamos quitar la potencia del cuerpo en una parte específica del alma lo cual no es posible. Por lo tanto, el alma no puede existir en su totalidad en aun determinada parte del cuerpo, sino que algunas de sus potencias deben manejar ciertas partes del cuerpo.

Ahora, lo que sí es esencial en el alma como principio que mantiene al cuerpo vivo es el corazón. Este es el responsable de que los cuerpos vivan y como el alma da vida a los cuerpos, entonces el alma sí estaría relacionada con el corazón como órgano vital. 

Capítulo VIII: El intelecto en el alma

A pesar de que habíamos dicho que el alma es parte del intelecto, Alberto Magno aún no está seguro de declararlo así. De hecho, se pregunta si este acaso no existe solamente con el cuerpo, pero de ser así, entonces el intelecto moriría con el cuerpo cosa que no sucede por que el intelecto lo concede el alma.

Capítulo IX: El movimiento físico en el alma

El movimiento físico obviamente corresponde al cuerpo, como también otras funciones como la sensación, la razón y la imaginación. El alma no estaría dentro de él porque el alma sería la forma del cuerpo, y como ya sabemos, la forma no es algo material sino que más bien abstracto. 

En fin, la conclusión de Alberto Magno se podría resumir de la siguiente manera:

Potencia: cuerpo
Acto: alma


Capítulo X: Las potencias principales

San Alberto Magno dice que el alma tiene ciertas potencias:


  • Vegetativa
  • Sensitiva
  • Motriz
  • Intelectiva

Casi todos los seres tienen estas potencias en el alma, por supuesto, los vegetales quizás son los más distintos, pues ellos tienen solamente la potencia vegetativa, mientras el resto de los animales incluyen esta potencia más las otras, hasta llegar a las formas más completas como sería el hombre. 

Capítulo XI: Las partes del alma y su relación con la figura

San Alberto Magno nos dice que las partes espirituales del alma se rigen como un reino, es decir, un reino donde cada gobernante tiene una función específica. En este caso, el alma sería el rey mientras que el cuerpo serían las diferentes potestades de la autoridad del rey. 

Habíamos dicho en el libro precedente que el alma era como la figura en un objeto geométrico y en efecto, así es pues la figura es lo que pertenece al elemento geométrico, y de hecho, es parte esencial para que llamemos al triángulo, triángulo. 

Podríamos decir que el alma, al igual que la figura, actualiza al cuerpo tanto sensibles como inteligibles. 


Conclusión

No obstante todas las explicaciones y definiciones que Alberto Magno hace del alma, aún podemos ver que quedan interrogantes por resolver. A mi me gustaría que profundizara un poco más sobre el lugar del alma y su relación con el movimiento, pero parece que el filósofo ya deja sanjado el tema en otros libros. ¿Cómo es que el alma puede sernos tan difícil de definir? ¿será que estamos hablando de lo mismo? ¿o estamos describiendo otra cosa? les dejo las interrogantes. 

lunes, 3 de diciembre de 2018

San Alberto Magno - Sobre el alma (Libro I: Investigaciones sobre el alma) (Tratado II: Opiniones acerca del alma)

Anteriormente pudimos entender que la investigación del alma es algo complejo y difícil, aunque en el fondo podemos saber bien qué es el alma. Ahora nos toca ver qué planteaban los filósofos anteriores con respecto al concepto de alma, a pesar de que ya hemos hechos algunas varias reseñas de lo que han establecido estos filósofos anteriores a San Alberto Magno. Es tratado se extenderá un poco más que el anterior, ya que abarcaremos hasta los pensadores más antiguos de la historia.

Referencias:

(1) No he encontrado referencia para esta afirmación.
(2) Probablemente decía esto considerando al aire como ''espacio''.
(3) Este es el mismo fenómeno que se da en personas que tienen hipertensión. La sístole es la contracción del corazón para que luego la sangre llegue a los órganos, mientras que la diástole es la relajación del corazón para que entre la sangre al mismo.
(4) No se pronuncia más allá de lo que dice en estas palabras. Pareciera ser que el descenso del alma se refiere justamente a la teoría platónica de las almas. No hay mayor explicación.


Sobre el alma

Tratado II: Opiniones acerca del alma

Capítulo I: El alma constituida por átomos


Al menos hay dos clases de seres en la realidad: los animados e inanimados. Se dice que los primeros tienen alma, mientras que los segundos no la poseen. 

Los primeros filósofos decían que el alma es una de las cosas que se mueve a sí misma y que en lo posterior también puede mover los cuerpos. Veamos las distintas opiniones que se dieron en al antigüedad:

Demócrito

Si se analizan los cuatro elementos sublunares (aire, tierra, agua y fuego), veremos que de los cuatro el único que se mueve incesantemente es el fuego. Por lo tanto, de acuerdo con este filósofo, el alma debe ser una especie de fuego o calor.

Recordemos que Demócrito creía en los átomos, figuras diminutas y redondas, constituían el alma. El filósofo decía que los átomos están presentes en los rayos del sol de manera tan diminuta que no se pueden ver, pero se pueden sentir. De la misma manera, así como los rayos del sol pueden penetrar un cuerpo, el alma también puede hacerlo ya que está constituída de este material. 

Ahora, de lo mismo se puede extraer que el alma sería de forma circular, no sólo por la constitución de átomos, sino que también porque la circularidad también representa la eternidad. 

Pitagóricos

Los pitagóricos también creían en los átomos como principios indivisibles de la realidad de este mundo. Sin embargo, difieren estos con respecto a sus antiguos y con respecto a Demócrito, ya que estos últimos pitagóricos decían que el alma se mueve por sí misma debido a los átomos. 

De este modo, los pitagóricos decían que el alma es el primer motor que se mueve a sí mismo. 

Anaxágoras

Anaxágoras nos decía que lo primero existente es el intelecto, y así, el alma también sería un tipo del intelecto que mueve a todo lo demás. En efecto, es el intelecto el que mueve las partes del cuerpo y no el cuerpo al intelecto. 

Sin embargo, Anaxágoras caen en un error al decir que el intelecto y los sentidos (más bien, el alma sensitiva) son idénticas. Esto lo pensaba ya que no es posible concebir el intelecto sin un cuerpo material, por eso es que todos los animales deben tener intelecto y sentidos. No obstante, las partes (el intelecto y los sentidos) son partes constitutivas de una misma persona, por lo tanto, son distintas. 

Por lo menos, hasta ahora debemos ponernos en la imágen de que los seguidores de Demócrito tienen la razón. 


Capítulo II: el alma cognoscitiva

Empédocles

Otros filósofos decían que alma debía ser definida por medio de la intelección máxima que sería ''la potencia cognoscitiva''. Sin embargo, también existían aquellos que decían que en realidad, el alma estaría constituída por una ''potencia material'', este sería el caso del filósofo Empédocles.

La materia, según Empédocles, sería la forma prima de todo objeto lo cual es absolutamente cierto. La forma substancial es la que da el límite a la materia, pero es la materia el sustrato o elemento de la cosa. 

Por esto se podría decir básicamente que los principios del alma corresponderían a los de la materia. Además Empédocles aduce una buena razón para creer esto, pues él dice que si el alma lo conoce todo, primero debe conocer las cosas sensibles y luego conocer el intelecto. En efecto, todos aprendemos de esa forma; sabemos que un niño es un niño porque lo vemos como tal, y luego aprendemos la información de él como su nombre o su familia. 

Platón

De acuerdo a Platón, el alma estaría en el mundo de las ideas donde el alma se sostendría pro sí misma, debido a que el mundo inteligible tiene independencia del mundo sensible. 

Por otro lado, Platón decía que el alma estaba compuesto por las unidades más mínimas de la realidad que en este sentido serían los números. Esta también es una opinión pitagórica, (de hecho, Pitágoras creía que el mundo estaba hecho de números), la cual Platón respetaba y la utilizaba en sus propias teorías. 

Capítulo III: Movimiento en el alma

Demócrito

El filósofo decía que el alma y el intelecto eran idénticos y en cierto modo lo son. Sus movimientos pueden ir de una cosa a otra, en efecto, en base a la teoría de Demócrito, el alma debiera ser redonda tal como los átomos.

Anaxágoras

Anaxágoras une tanto el intelecto como el movimiento en un solo lugar, es decir, ambos son lo mismo. Esto lo dice porque en realidad es el intelecto el que da la orden para que el cuerpo se mueva. Sin embargo, Anaxágoras se equivoca pues no puede ser los dos al mismo tiempo, lo correcto sería decir que el intelecto precede al movimiento. 

Otros filósofos

Algunos filósofos tenían tendencias muy marcadas con respecto al alma y el movimiento. 


  • Meliso decía que el alma tiene una especie de imán porque puede atraer el hierro(1).
  • Diógenes decía que el alma era aire porque el movimiento no se puede definir sin él(2)
  • Heráclito decía que el principio de todo era el vapor, ya que este principio es móvil e incorpóreo tal como podría ser el alma.
  • Alcmeón pensaba que como el alma es un principio motriz universal, si esta no se moviera no se movería nada en el mundo. Como todo en el mundo está en movimiento, entonces es de esperar que el movimiento del alma es inmortal.
  • Hipo afirmaba que el alma era un humor aguado tal y como lo es el semen. Esto lo decía lógicamente por la formación incoada que tiene el semen en su interior a la hora de crear seres.
  • Critias decía directamente que el alma tenía que ver con las sensaciones, es decir, que el alma y las sensaciones eran lo mismo. Esto lo decían porque el cuerpo no reacciona a las sensaciones hasta que la sangre se reúne en la zona afectada. Por esto decía que la sangre y el alma eran lo mismo.

Alberto, entre todas estas opiniones considera mucho más la de Alcmeón y no consideraría la de Hipo, tomándola como la más vulgar. 

Capítulo IV: Resumen de las posturas filosóficas

Podemos decir que los filósofos hablaban sobre el alma en tres aspectos:
  1. Movimiento
  2. Sensaciones
  3. Incorporeidad

Probablemente el movimiento y la incorporeidad no traerían problemas a la hora de definir el alma, pero sí las sensaciones. En efecto, ¿cómo algo incorpóreo puede recibir sensaciones? la verdad es que las sensaciones puede percibirlas pero no de la misma manera que el cuerpo. Son sensaciones como podría ser una predicción o una conjetura. 

La incorporeidad del alma se entiende por el concepto de luz, algo que puede sentirse pero no tocarse tangiblemente. Debido a esto, existiría una primera causa, una primera alma mientras todas las otras son sombras de la primera. Por lo tanto, la causa primera de los seres sería el alma y luego el cuerpo. 

Capítulo V: Contradicción en las opiniones del movimiento del alma

San Alberto Magno quiere dejar muy claro que el alma no puede ser sinónimo de movimiento. Dice Alberto Magno:

''Si el movimiento formara parte de su esencia, el alma no seguiría existiendo si sólo fuese constituida por el movimiento''

Un ejemplo de esto sería el concepto de viento, en efecto, el viento se define como movimiento del aire. Pero si el conocimiento sacara ese movimiento entonces ya no sería viento. Podríamos decir que el alma es como el aire, mientras que el movimiento es como el viento; son los dos perfectamente separables teniendo en cuenta que el alma es primera que el movimiento, así como el aire es primera al viento. 

Por lo tanto, el movimiento no es algo que defina al alma y no pertenecería a su substancia. Todo lo contrario, el alma es la que puede producir movimiento, pero no es movimiento en sí misma. De hecho, si fuera movimiento sería imperfecta, ya que todas las cosa con movimiento son imperfectas. 

Problemas con el lugar del alma

Por otro lado, el alma tampoco puede ser movida, puesto que es incorpórea, sin embargo, el alma está en un lugar, pertenece a un lugar. Esto podría ser un argumento bueno para decir que si es móvil porque pertenece a un lugar. Dicho lugar tendría que ser el cuerpo, por lo tanto, no conoce nada puesto que el cuerpo no la dejaría, la limitaría. 

Otro problema asociado al alma es que si ella puede reposar en el lugar naturalmente, también podrá ser movida violentamente, y si es movida violentamente, también podrá moverse naturalmente lo que hace aún más difícil argumentar. 

Si el movimiento del alma, asumiendo que tiene, proviene de su substancia, entonces tendríamos que decir que el movimiento es algo inherente a ella lo que la haría sensible, es decir, igual que algo corpóreo. 

Frente a todas estas dificultades, Alberto Magno debe decir que el movimiento del alma con respecto al cuerpo es accidental, es decir, si se mueve el cuerpo, el alma se mueve accidentalmente. Todo lo que está en nosotros es movido por fuerzas motrices y estas son contenidas en el cuerpo. 


Capítulo VI: Otras dificultades con respecto al movimiento

Para tratar de salir del problema anterior, Alberto Magno explica la teoría de los motores. Existen al menos de tres tipos:


  • Motor solo
  • Motor movido
  • Motor movido solo

El motor movido mueve a partir de un motor que sería en este caso el motor solo. Lo que mueve por sí mismo se mueve así por su substancia y esta misma es el alma, es decir, la que se mueve por sí misma y puede mover a los otros. Es un hecho para Alberto Magno que el alma mueva los cuerpos y de ahí saldría una máxima:

''Nada da a otro lo que no tiene, sino lo que tiene''

Bajo esta cita, Alberto quiere decir que el alma tiene movimiento y lo puede ejercer en lo cuerpos. Si un cuerpo es movido por algo, ese algo debe contener en sí mismo el movimiento; por lo tanto, el movimiento sería algo inherente al alma.

Ahora lo que tiene el movimiento de manera inherente, inevitablemente tiene que ser movido; en consecuencia, el alma puede mover y ser movida al mismo tiempo. Sin embargo, el movimiento que hace el alma no lo hace como causa formal, sino que como causa eficiente. ¿Por qué? porque si el alma es la que mueve, entonces el alma antecede al cuerpo y por lo tanto sería lo primero que existe. Recordemos que la causa eficiente, como es el orígen, no puede ser movido por algo creado por la misma. 

Capítulo VII: Demócrito y Platón sobre el movimiento del alma

Demócrito afirmaba que todas las cosas son movidas por los átomos como él creía, y que en realidad el reposo absoluto en ellas era difícil. La única forma de que algo no se moviera era que aquel objeto o animal estuviera en un espacio repleto de cosas. Sin embargo, San Alberto difiere de esto diciendo que lo único que para el movimiento de un animal o de un objeto es la sola voluntad del mismo. 

Platón por otro lado decía que el alma mueve y es movida al mismo tiempo de manera necesaria. En efecto, muchas cosa tiene un movimiento necesario que mueven además otras cosas; por ejemplo, el planeta tierra se mueve de derecha a izquierda, mientras otros planetas tienen otros giros. Estos giros son siempre necesarios para que se forme vida.

De la misma forma, Platón decía que el alma se movía de la misma forma que lo hacen los planetas. Esto indica que hay una influencia necesaria que el alma y los planetas deben seguir para lograr el movimiento. 

Crítica a Platón

Por otro lado, Platón también afirma que esta alma intelectiva (recordemos que Platón sostenía que existía un alma sensitiva) es el movimiento de la eternidad, pero esto sería asignar un movimiento corpóreo al alma. Platón nos aseguraría que el movimiento del alma es perfecto e infinito, es decir, es de manera circular. Por lo tanto, el intelecto también tendría un movimiento circular.

Es aquí donde Alberto Magno refuta totalmente la teoría platónica de que el alma y el intelecto tienen un movimiento circular, pues utiliza la lógica aristotélica. El intelecto no tiene un movimiento circular, pues toda intelección parte desde una premisa hasta una conclusión. Nada tiene que ver con el movimiento circular que siempre vuelve sobre sí mismo , ya que el intelecto no vuelve sino que siempre va hacia adelante. 

Capítulo VIII: El alma y el cuerpo

Uno de los primeros filósofos en establecer la unión entre el alma y el cuerpo fue Empédocles. Decía que el alma tenía una cierta armonía con el cuerpo, así como todos los elementos forman una cierta armonía para unir al mundo. Sin embargo, esta apreciación estaría equivocada en el juicio de Alberto Magno. Esto es porque todo lo que es compuesto puede dividirse y el alma es indivisible. 

Ahora, entre el cuerpo y el alma existe una relación de superioridad e inferioridad, pero la armonía, valga decir, la mezcla correcta de estos dos conceptos es imposible. 


Capítulo IX: El concepto de movimiento físico en el alma


Se dice que el alma tiene muchas modificaciones, por ejemplo, se dice que el alma se entristece, se alegra o se enoja. Parecieran ser estas características más bien del cuerpo que de algo incorpóreo pero veámoslo con más atención. 

Alberto Magno dice que el alma maneja estas emociones desde el corazón. Nos dice que cuando hay ira, el alma mueve al corazón por el movimiento de sístole por una conturbación y después el movimiento de diástole para expulsar lo nocivo(3).

Muchas otras afecciones pasarían por el mismo proceso en menor y mayor medida. Muchos podrán decir que bajo este respecto, el alma necesita del cuerpo para las emociones que conlleva, sin embargo, estas emociones son parte del hombre, es decir, habría una tríada en todo este fenómeno. Es el hombre quien se irrita, alegra o se entristece y éste lo hace por medio del alma. El hombre escoge una de estas tres emociones y las exterioriza. 

No obstante, el intelecto que es parte del alma puede alterarse en ciertas situaciones, por ejemplo, cuando el hombre se emborracha el intelecto es afectado gravemente. ¿Cómo es esto posible? si bien el intelecto no tiene contacto con el cuerpo, el intelecto si tiene contacto con algunas cosas que pertenecen al cuerpo.


Capítulo X: El alma como número (crítica)

Deberíamos considerar al alma como una unidad en un lugar, pero esto nos llevaría a decir que el alma mueve y además puede ser movida. 

Muchos filósofos aseguraban que el alma era un número pero esto sería incorrecto de afirmar. De ser así, el alma es cuantificable y por lo tanto divisible, cosa que va en contra de lo que hemos hablado. Alberto Magno nos dice que el alma es como una unidad comparable al punto. Si tuviéramos que decir que el punto tiene movimiento, dicho movimiento sería la línea que a su vez formaría una superficie. Tomemos en cuenta la definición de punto que es justamente ''lo que no tiene partes'',. por lo tanto, cabría decir perfectamente que el alma es como el punto. 

Además, los que determinaban que todo estaba compuesto de átomos (como era Empédocles), entonces el alma también sería un cuerpo. Por lo tanto, bajo la teoría de Empédocles tendríamos que decir que el alma es una especie de cuerpo en el cuerpo lo cual es absurdo. 

Capítulo XI: ¿Conoce el alma al hombre?

San Alberto Magno nos dice que el alma definitivamente no es un cuerpo, es decir, es algo incorpóreo, ni siquiera puede ser algo etéreo ni sutil. Ahora, si el alma puede conocer, pareciera que debe tener algo de cuerpo, además de que el alma puede ''percibir'' cualquier ente. Bien podría preguntarse ''¿cómo es que hace todo esto sin ser un cuerpo?''

Además, debemos considerar que nuestra alma conoce a través del cuerpo. El alma ve y conoce a través de los órganos del cuerpo. El mismo filósofo Empédocles decía que 


''Lo semejante conoce a lo semejante''

Sin embargo, esto no es del todo cierto según la mirada de Alberto Magno. Si esto fuera así, entonces la materia simple del hueso que conforma el cuerpo conocería al hombre mismo, lo cual es absurdo. Entonces ¿será que el alma no puede conocer al hombre entonces?

Capítulo XII: Lo similar es conocido por lo similar

Si el alma llegara a conocer algo del cuerpo significa que puede ''sentir'' y sentir es lo mismo que ''padecer''. En el caso del cuerpo no es lo mismo, pues ninguna parte del cuerpo material puede ''sentir'', a excepción de los dientes que parecieran tener cierta sensibilidad y tacto. Sin embargo, por definición el alma no podría padecer o al menos no podría sentir como lo hace el cuerpo siendo totalmente sustancia. 

Los elementos sean simples o compuestos siempre necesitan estar unidos y esa unión sólo la permite la forma. La forma en este caso sería el alma que daría existencia y razón al hombre. Por lo tanto, la conjunción entre cuerpo y alma es de la misma forma que en la de substancia y accidente. 

Si lo similar conoce a lo similar, esto puede darse solamente cuando ''eso similar'' tiene intelecto. De no tenerlo, nada puede conocerse, de ahí que los cuerpos nos puedan conocer lo similar. Solamente el intelecto puede conocer lo que es inteligible. 

Capítulo XIII: El alma es como el aire

Muchos filósofos aseguran que como el alma surgió del soplo divino, entonces el alma es aire o por lo menos una especie de aire. Sin embargo, de esto se seguiría que el aire es una divinidad que se encuentra en todas partes.

Los antiguos filósofos decían que el aire es fundamental para el alma, pues está en todas partes del cuerpo yendo y viniendo. También decían que el alma provenía de la mezcla que ocurre en el semen, pero esto no es verdad ya que es el alma misma la que baja al semen(4). En otras palabras, el alma sería el principio formador que daría desarrollo al semen y al nuevo ser en lo sucesivo. 

Por lo tanto, ninguna de estas razones pueden aducir que el alma proviene de algún elemento, ni siquiera de un elemento simple. Quizás lo que más pueda acercarse al alma es la luz de la inteligencia agente que en este caso sería Dios. 

Capítulo XIV: Lo que los antiguos pensaban sobre lo semejante que conoce a lo semejante

Pareciera ser que todas las cosas se conocen por medio de la semejanza. En efecto, muchas cosas se mueven por algo que es semejante a ellas; por ejemplo, los animales se reúnen con otros animales. 

Sin embargo, este no es el mismo caso que en el alma donde todas las cosas se dan desde un principio y no como un hábito adquirido. Por lo tanto, concluimos de aquí que el alma no tendría como semejante al cuerpo, ni a ninguna fuerza corpórea.

Capítulo V: Las obras del alma

Una de las cosas que Alberto quiere analizar en este aspecto si el alma tiene ''apetitos'' o movimientos abstractos, pues si el alma puede escoger entre el bien y el mal, entonces el alma sí tendría apetitos igual que el cuerpo. 

El alma sería una especie de artífice con respecto a los deseos del hombre, sin dejar lo que es: sustancia simple. El alma tiene potencias, pero todas estas son unidas por sólo una gran sustancia que sería el alma; recordemos que el alma tiene tres partes: intelectiva, sensitiva y vegetativa

Capítulo VI: Lo que une a las potencias del alma

Si el alma está presente en el cuerpo este debe manejarlos por medio de potencias que fueron mencionadas anteriormente. Si esto es así cabría preguntarse ¿qué parte contiene al intelecto? ninguna pues el intelecto no tiene que ver con la materia sensible, esta desprovisto de todo cuerpo. 

Por lo tanto, esta es el alma que gobierna por el resto de las otras potencias del alma. en efecto, aquello que es incorpóreo tiene el mando por sobre aquello que es sensible. 

Conclusión

Tenemos aquí una extensa investigación filosófica del alma, primero a partir de muchos autores hasta llegar al propio análisis de Alberto Magno. Vemos que la idea de un alma en este filósofo junta las ideas platónicas y aristotélicas, quedándose siempre con Aristóteles como la explicación más sensata y complementando con Platón. No obstante, existe una parte fundamental que Alberto considera con relación a las teorías platónicas, y esta se refiere a la división del alma en tres. Tendremos que esperar para ver más sobre el concepto de alma. 

martes, 27 de noviembre de 2018

San Alberto Magno - Sobre el alma (Libro I: Investigaciones sobre el alma) (Tratado I: Sobre el modo de conocer el alma)

¿Cuántas veces hemos hablado del alma ya en este blog? incontables veces sobre todo de parte de los filósofos más religioso, y es que es un tema muy interesante porque todos nos preguntamos si de verdad la tenemos o al final es solo una entelequia. En el presente libro quizás no veremos lo más medular del alma, pero si veremos algo tan vital como aquello que es el modo de abordar el concepto del alma en la investigación. Veamos lo que nos tiene ahora San Alberto Magno.

Referencias:

(1) Esta es una idea tanto platónica (desde lo sensible hasta lo inteligible) y aristotélica (el comienzo de una investigación es desde lo sensible).
(2) Esta explicación incluso es coherente hasta el día de hoy porque más que una ciencia en sí misma, el lenguaje es una herramienta que nos ayuda a comprender otras cosas.  
(3) Por cierto una idea muy aristotélica que implica el conocer a través de los sentidos y no desde la sustancia. 
Sobre el alma

Tratado I: Sobre el modo de conocer el alma



Capítulo 1: Investigación del alma

San Alberto Magno nos dice que el alma es lo que hace que el hombre pueda moverse, es el principio de movimiento que necesita para desplazarse de un lugar a otro. El alma consta básicamente de dos principios: alma natural y alma racional. La primera es la que se mueve por las singularidades del cuerpo, mientras que la otra no es movida por cuerpo alguno. Sin embargo, a pesar de no ser movida por nada corpóreo, el alma está dentro del cuerpo del hombre. 

Entonces, ¿cómo empezar una investigación del alma si ésta no está sujeta a lo corpóreo? porque las investigaciones del alma o de las cosas abstractas empiezan con las investigaciones de las cosas sensibles, luego podemos ver las abstractas. Recordemos que desde las sensibilidades se parte investigando porque es lo primero a mano(1).


Capítulo 2: Utilidad sobre la ciencia del alma

El título de este capítulo es coherente con el anterior ¿qué utilidad podemos sacar acerca de la información del alma? la verdad es que siendo el alma una de las causas de los seres, entonces debemos tenerla como gran estimación. Además debemos saber que la procedencia del alma es una de las procedencias más difíciles de explicar y por lo tanto, una de las más valiosas. Todo aquello que hable de las cosas incorruptibles son las cosas más interesantes, pues no todos pueden explicarla. 

Si hablamos de utilidad en las ciencias, entonces debemos mirar aquellas cosas que son valiosas por sí mismas. En efecto, la ciencia del lenguaje no es en realidad una ciencia, al contrario, es una herramienta o modo de saber cómo y qué piensa una persona(2).

Utilidad: aquello que nos sirve para otro propósito

Como la investigación del alma es algo por sí valioso, también su utilidad puede presentarse. Por ejemplo, la investigación acerca del alma puede llevarnos a los principios prístinos y verdaderos de cada sujeto en este mundo. 

Capítulo 3: Lo que se va a investigar

Lo que se investigará en los siguientes capítulos están ordenados de la siguiente forma:

  1. Alma como sustancia y naturaleza incorpórea
  2. Accidente esencial y no esencial(3)

El accidente esencial es aquel que es causa pero no tiene causa, mientras que el accidente no esencial (o accidental) es aquel que es causa y tiene causa. 

Los accidentes esenciales tienen dos géneros:

  • Propios de las pasiones del alma
  • Comunes a las sensibilidades del cuerpo

Estos últimos se refieren a las acciones que empiezan en el alma y terminan en el cuerpo como por ejemplo, la visión, la audición, el tacto, el olfato y el gusto. Otras que llegan hasta el alma como el sueño y la vigilia.

Capítulo 4: Definición del alma

Por supuesto, dentro de la definición del alma tendríamos que decir que es una sustancia y que el cuerpo es la materia guardando las proporciones. 

Tambièn se debe investigar si el alma es divisible o indivisible, ya que como dijo Platón ésta tendría tres partes, mientras que Aristóteles decía que era solo una. Sin embargo, al ser una sustancia deberíamos decir que el alma es una sola y no muchas. 

Universales

Platón nos decía que existían tres definiciones universales:

  1. Anterior a la causa de otro universal
  2. Adherido a la cosa de la cual sus particulares representan su propio universal
  3. Posterior a cualquier cosa que se abstrae de las cosas particulares

Sin embargo, esto implicaría mucha pluralidad en la misma cosa que se supone es universal. La definición de alma, dice Alberto Magno, se parecería a la definición de figura, es decir, algo que está en toda las cosas en común. 

Capítulo 5: Investigar la ciencia del alma

Una de las cosa más difícil a la hora de investigar cosas como el alma es no saber dónde partir. Por ejemplo, si debemos investigar el alma de por sí y luego sus efectos, o sus efectos y luego el alma por sí. 

Lo más sensato sería decir que ambas cosas pueden ser añadidas e investigadas; por ejemplo, gracias a los efectos que el fuego lleva consigo podemos saber qué es el fuego. Sin embargo, ¿esa es la definición del efecto o del fuego mismo? evidentemente, pueden definirse las dos sistemáticamente. 

Por otro lado, desde el punto de vista del alma esto sería aún más complicado. Si definieramos el alma por sí sola no podríamos conocer sus accidentes, es decir, solo su esencia. Verdaderamente, la definición no podría explicarnos nada en particular, por ejemplo, si dijera que el eclipse es una falta de luz en la luna, esto no explicaría por qué acontece esto en la luna.


Nos faltaría algo entonces. Ese ''algo'' que falta es justamente la demostración, quiere decir, aquello que une al sujeto con el objeto a examinar. Por lo tanto, cuando tenemos una definición necesariamente debemos tener una demostración que explique aquella(3)

Capítulo 6: Las operaciones del alma

Lo difícil es establecer las operaciones del alma, ya que el alma siendo un elemento incorpóreo incide en el elemento corpóreo que es el cuerpo. ¿Cómo es esto posible? una de las operaciones básicas del intelecto es que pueda imaginar o fantasear. Como estas dos operaciones son las má básicas se acercan mucho más a lo corpóreo que a lo inteligible. A partir de eso es que el cuerpo puede moverse y realizar sus operaciones sensitivas. 

Nada podría producirse ni pensarse si no hay movimiento del cuerpo.  El alma bajo este respecto no podría separarse del cuerpo, aunque sí puede realizar operaciones de manera separada. Podríamos decir que el alma es como la línea en la geometría, sin embargo, la línea no puede conocerse a menos que tengamos una figura. Por lo tanto, la línea es al alma, como una figura geométrica al cuerpo. 

De hecho, se podría decir que las pasiones que se manifiestan en el cuerpo, obviamente no podrían ser nada sin el cuerpo. Por lo tanto, es muy importante ver los efectos que el alma produce en el cuerpo y comprender qué es el alma a partir de ahí. 


Capítulo 7: Reflexiones sobre el alma en dialécticos, físicos, metafísicos y mecánicos

Para definir el alma primero debemos basarnos en algunos expertos en la materia. Primero comenzaremos con el concepto de ira


  • Dialéctico: la ira es una apetito contrario al dolor
  • Físico: la ira es la concentración y calentamiento de la sangre alrededor del corazón

Como podemos ver, el dialéctico comienza a definir la ira a través del significado de la palabra, mientras que el físico lo hace a través de la materia o la realidad del mismo objeto. 

De alguna manera, podemos ver que el dialéctico siempre nos ofrece un significado general, por lo que será necesario que nos basemos en su visión de las cosas, para luego pasar a los otros hombres. 

Pongamos un ejemplo más sencillo con la palabra ''casa'', a partir del dialéctico y el mecánico. 

  • Dialéctico: refugio que impide la entrada de frío o calor. 
  • Mecánico: estructura construida de piedras, ladrillos y vigas. 
Pareciera ser que el dialéctico y el mecánico son de alguna forma similares, sólo que el segundo habla sobre el refugio en sí. 

Bajo este respecto, vemos que el físico es quizás quien puede hablar de todo lo concerniente a la materia, además de analizar y estudiar todos sus efectos. Por lo tanto, es el físico quien puede definir de mejor manera el cuerpo en cuanto a que éste es físico. 

No obstante, aún no llegamos a la definición de alma, pues el físico se encarga exclusivamente del cuerpo. En consecuencia, deberíamos recurrir al experto de las formas y substancias que sería el metafísico

Todo aquello relacionado con la ''quididad'' de las cosas sería oportuno abarcarlas con el metafísico. Todo lo que es abstraído de la materia parecieran ser las cosas que corresponden a la investigación del alma, pues a partir del cuerpo podemos saber que el hombre tiene un principio subyacente llamado alma. 

Para tener un análisis más claro sobre el alma, será mejor que nos basemos en los filósofos antiguos que hablaron sobre estos temas. 

Conclusión

Como todo un investigador, Alberto Magno nos introduce al estudio del alma por medio de un prólogo extenso. Una vez tenemos la definición hecha, sólo nos faltará ver qué podemos extraer de las experiencias y de las teorías de los antiguos filósofos (que de hecho será el próximo tema a debatir inmediatamente). En fin, veamos lo que nos muestra San Alberto Magno en esta entrega sobre el alma. 

sábado, 24 de noviembre de 2018

San Alberto Magno - De mineralibus (Sobre los minerales) (Libro V: Entre el metal y la piedra) (Tratado I: Propiedades intermedias).

¿Qué podría estar en medio de las piedras y los metales? hay pequeñas estructuras en la naturaleza que son (eran) consideradas en la Edad Media como un elemento intermedio entre metales y piedras; por ejemplo, la sal, el arsénico, o el nitrato. Nada más conocer estos restos San Alberto Magno nos lleva a su último libro sobre mineralogía sobre estas pequeñas estructuras. La verdad es que es aún más complejo formar todo este entramado, pues hay poca información sobre esto de acuerdo a lo que se ve de este tratado. En fin, veamos lo que nos espera.

Referencias:

(1) Esta idea aparece en el libro ''Física'' de San Alberto Magno, sin embargo, este libro aún no ha sido traducido al español. Seguramente, esta idea está inspirada en la teoría de los intermedios de Aristóteles.
(2) De acuerdo a la química moderna, el alumbre y el asfalto no tienen conexión alguna. 
(3) Este nitro no tiene nada que ver con lo que hoy conocemos como nitro.
(4) Lo que hoy conocemos como óxido de zinc.




De mineralibus


LIBRO V: ENTRE EL METAL Y LA PIEDRA

Tratado I: Propiedades generales

Capítulo I:Intermedios


Avicena en sus libros de mineralogía dividía estos en 4 grupos:

  1. Piedras
  2. Metales
  3. Sulfuros
  4. Sales

Sin embargo, para Alberto, los sulfuros puede formar parte de los metales. Las estructuras intermedias son aquellas que se encuentran entre el metal y las piedras. Debemos comprender que mientras las piedras se encuentren en la categoría del elemento tierra, los metales se encuentran en la categoría de los elementos húmedos, es decir, agua y fuego. 

San Alberto propone algunas estructuras que podrían ser intermedias:

  • Marcasita (sulfuro metálico)
  • Alumbre
  • Atramento (Vitriolo)

Como vemos estas estructuras no sólo están en medio de piedras y metales, sino que también son materiales ''crudos''. No obstante si estas son estructuras intermedias, entonces deberían reunir dos cualidades extremas(1).

Capítulo II: Características de la sal

Esta hecho mayoritariamente de tierra y puede disolverse con agua y con aire algunas veces. Hay distintos tipos de sal:


  • Sal marina
  • Sal de roca
  • Sal nafta (llamada así por la asociación que tiene con la nafta)
  • Sal india
  • Sal de amoníaco

San Alberto Magno nos dice que pueden haber muchos otros tipos de sales en otras partes del mundo conocido. 

Los distintos tipos de sales sirven para distintos propósitos; por ejemplo, muchas de ellas previenen la putrefacción ya que mucha de ellas son calientes y húmedas. Otras que son menos duras pueden regular los humores de los órganos. 

Capítulo III: Características del Vitriolo

Es una sustancia que puede ser fácilmente disuelta con agua hirviendo. Su elemento esencial es el agua y en segundo lugar la tierra por lo que su facilidad de ser disuelto se debe a esto mismo, sin embargo, su sabor es tremendamente amargo y tiene un olor fétido. 

Los hay de diferentes tipos:

  • Blanco: alkadidis
  • Rojo: assurie
  • Amarillo: alkofol
  • Verde: alkantum

El vitriolo tiene una constitución intermedia más notable porque sus dos elementos constituyentes presentan tanto la piedra como el metal. 

Capítulo IV: Características del alumbre

Su constitución es fundamentalmente de tierra que luego es solidificada por la humedad. Carece de mercurio y pareciera que tiene una especie de azufre que no es común, de hecho, es muy parecido a la sal de roca. 

Existen de tres tipos:

  1. Largos y surcados 
  2. Redondos y suaves como una piedra suave
  3. Seco y pétreo con color amarillo

Otras veces el alumbre puede ser húmedo tal como conocemos hoy en día el asfalto(2). Cuando está en este estado se vuelve untuoso y se parece al azufre, con al diferencia que este carece de olor. 

Capítulo V: Características del arsénico

Evidentemente el arsénico es del elemento tierra y está extremadamente ligado al azufre. Sus colores varían desde el gris, blanco y amarillo.

Capítulo VI: Características de la marcasita

Ya habíamos hablado de la marcasita en libros anteriores, pero puesto que es algo intermedio entre la piedra y el metal merece que hablemos de ella, aunque sea un poco.Tiene marcada su propiedad de tierra, pero también puede ser reducida a cal si se la expone al fuego.

También tiene propiedades curativas y beneficiosas para la vista, además de hacer a los niños menos temerosos. 

Capítulo VII: Características del nitro(3)

El nitro se llama así por su localización mayoritaria en la isla de Nitrea. Los árabes lo llaman borax, mientras que en otras zonas recibe otro nombre, llegando incluso hasta África. 

Su color es negro y si se le expone al fuego puede perder toda su acuosidad, hasta secarse completamente. 

Capítulo VIII: Características de la tutty(4)

Más que natural, este es un intermedio artificial. Es hecho desde el humo que sube y se solidifica al alcanzar los cuerpos superiores. Por lo tanto, la sublimación de este compuesto es la razón  de su formación. Pueden existir de color rojo, blanco y amarillo. 

Capítulo IX: Características del electro

Este fue conocido como la aleación entre oro y plata, y por eso muchos alquimistas ponen el electro no en los intermedios, sino más bien en los metales. Su color varía desde el dorado hasta el blanco y por eso se dijo que este compuesto era ''oro blanco''. 

Conclusión

Esto es lo último que Alberto Magno escribiría sobre los metales, lo cual no fue una tarea fácil pues todos los compuestos de metales son aún más que los nombrados acá. La verdad es que algunos de estos compuestos son metales y otros son llamados ''semimetales'' por lo que San Alberto no estaba del todo equivocado. Ahora, dejando el mundo de la mineralogía de lado, nos enfocamos en una de las cosas más sublimes de este mundo: el alma.

viernes, 23 de noviembre de 2018

San Alberto Magno - De mineralibus (Sobre los minerales) (Libro IV: Resumen de los metales) (Tratado I: Azufre y Mercurio).

Me parece que en todos estos libros relacionados con los metales, hemos analizado todos ellos desde la perspectiva particular, mientras cada vez más nos vamos acercando a una conclusión general. Este libro será el último donde se hable especialmente de los metales, pues ya nos queda solo un libro para analizar y terminar con el tratado de los minerales. Quizás, sin quererlo voluntariamente, San Alberto Magno nos ha dejado mucho más de su pensamiento en este tratado que en cualquier otro. Veamos lo último que nos tiene que decir sobre los metales.

Referencias:

(1) Muchos emperadores romanos ingerían líquidos a través de copas de plomo lo que les provocaba epilepsia. De hecho, la herencia de esta enfermedad se propagó rápidamente y se acentuó con este metal. 

De mineralibus


LIBRO IV: METALES EN GENERAL

Tratado I: Azufre y Mercurio


Capítulo 1: Caraterísticas del azufre


El azufre puede ser líquido si se le ejerce un calor seco y luego se le congela con frío. Sin embargo, como también puede quebrarse, el azufre también debe tener algo del elemento tierra en su interior. Además, también debe contener algo de fuego porque el material del azufre es inflamable, a lo que se puede añadir el elemento aire por la misma razón. 

Ciertas veces el azufre es amarillo y esto se deba a que siempre se encuentra en las entrañas de la tierra. Por lo tanto, es ahí donde se cambia de color debido a la mezcla de todos los elementos. 


Capítulo 2: Características del mercurio

El mercurio tiene dos sustancias principalmente: agua y tierra. Sin embargo, este tiene más agua que tierra, ya que si tuviera más tierra podría adherirse a las superficies lo que no es posible. 

Lo increíble de este material es que cuando se sublima por sí mismo no deja ninguna especie de  polvo. Luego de esto, cuando trata de volver a su forma original, este lo hace sin ningún problema ni pérdida de peso, pues la combinación precisa de agua y tierra hace que vuelva a ser como que era. 

Capítulo 3: Características del plomo

El plomo es el material que tiene menos mercurio en su interior, pero en proporción a su azufre, este tiene mucho más mercurio que azufre. El plomo no es un metal que sea de buena calidad, al contrario, es un metal que es acuoso y sucio. Muchos los hombres lo utilizaron para tomar líquidos, es decir, creaban copas de plomo lo que era tremendamente perjudicial para la salud. Se dice que el consumo de plomo puede provocar epilepsia(1).

Capítulo 4: Características del estaño


Lo que se tiene que decir del estaño es muy parecido a lo que se dijo del plomo. La diferencia tal vez puede radicar en que el estaño es más blanco y más puro, quizás porque este debe tener menos azufre y más mercurio.

En lo que es parecido con el plomo es que los dos no se logran oxidar fácilmente. Quizás pueden volverse de color rojo, pero es es más debido a la suciedad que contienen los dos, pues no es óxido lo que tienen. 

Otra diferencia puede ser de que el estaño puede sufrir más daño que el plomo, ya que este último es más maleable que el otro. 

Finalmente, el estaño puede encontrarse mayoritariamente en Inglaterra y Alemania. 


Capítulo 5: Características de la plata

Es claro que la plata tiene más combinación de mercurio que los metales precedentes. Su composición de mercurio es mucho más pura que la de otros metales, y aunque pueda ser un poco fétido, no lo es tanto como los otros metales.

Sin embargo, cuando el metal es expuesto al fuego, este suelta un olor a azufre que es notorio. Esto se debe a que lo que se evapora de la plata, es decir, su parte húmeda, se combina con el fuego y expele este fétido olor a azufre. 

Capítulo 6: Características del cobre

El cobre es reconocido por ser un metal bastante más noble que los otros, ya que este tiene venas de oro. La cantidad que tiene de azufre está combinado con arsénico y es por esto que el azufre del cobre es mucho más caliente que cualquier otro. Sin embargo, el arsénico puede evaporarse si se expone mucho tiempo al fuego. 

Por otro lado, el cobre tiene mucho desperdicio, este puede ser purificado con aceite de vidrio cada vez que se quiera que se parezca al oro, o tan solo hacerlo más puro. De hecho, se decía que mucha gente creía que este era el método de transmutación, pero la verdad es que solo cambia la apariencia del color. 


Capítulo 7: Características del oro

De acuerdo con Hermes, el oro ese el único metal que no está enfermo, pues carece de cualquier impureza o suciedad. Como todos los metales, el oro también está compuesto de mercurio y azufre. A pesar de tener ciertas características impuras de otros metales, el oro tiene todo en un estado limpio y puro.

El mercurio puede penetrar en toda la estructura del oro ya que el azufre que tiene es muy poco, lo que hace también que sea un metal llamativo. La consolidación de estos dos elementos (mercurio y azufre) hace que el oro no tenga vapor y por lo tanto no sea fétido como el resto de los metales.

Además, el oro también sería uno de los metales más resistentes que existe, debido a la constitución de sus elementos. De hecho, los alquimistas de aquellos tiempos (y el mismo Alberto Magno) hablaban sobre la indestructibilidad del oro, ya que este no puede pasar a ser líquido, vapor, óxido u otro. 

Algo interesante que menciona Alberto es que el oro pudiera ser el que originaría los pelos de la cabeza humana. Esto por haber encontrado en ciertos cráneos diminutas piezas de oro, sin embargo, podríamos decir que estas piezas fueron llevadas por el viento. Ya que Alberto creía en la formación in situ jamás consideró la teoría de que el viento los llevara. 

Capítulo 8: Características del hierro

El hierro que también está constituido tanto de oro como azufre que son impuros, sucios y ásperos, lo que hace que no pueda volverse líquido. Esto se debe a que la constitución elemental del hierro es esencialmente tierra.

Sin embargo, el hierro puede ser purificado por medio del fuego, ya que debido a este pueden formarse herramientas como el martillo. 

Conclusión

Todo lo dicho aquí sobre los metales por Alberto Magno será lo último más formal que veremos del alquimia y de los metales basados en los 4 elementos sublunares. Luego de Alberto Magno tendríamos al gran Roger Bacon que cambiaría la perspectiva de todo el mundo de la alquimia. Es interesante ver que hasta el siglo XIII solo el plomo, el hierro, el estaño, el cobre, la playa y el oro serían considerados metales, ya que tiempo después habrá una variedad tremenda de ellos. 

martes, 20 de noviembre de 2018

San Alberto Magno - De mineralibus (Sobre los minerales) (Libro III: Metales en general) (Tratado II: Las propiedades accidentales de los metales).

La entrada anterior se trataba sobre las cosas generales (y también fundamentales) sobre los metales y ahora necesitamos ver lo superficial, lo accidental de los metales. Veremos en estas páginas lo que se puede experimentar de los metales, los procesos que los mismos alquimistas consideraban sagrados para el alcance de la famosa Piedra Filosofal. Pongamos atención a los siguientes apuntes de filosofía medieval y comparemos con lo cotidiano, con lo contemporáneo, en fin.

Referencias:

(1) Esta era una creencia generalizada entre los alquimistas. Alberto Magno la creía firmemente.


De mineralibus


LIBRO III: METALES EN GENERAL

Tratado II: Las propiedades accidentales de los metales


Capítulo I: Solidificación de los metales y licuefacción de los metales

Los metales no tienen un proceso de licuefacción parecido a otras cosas. De hecho, estos tienen la particularidad de que su humedad no se separa de la sequedad, la cual es permitida por la tierra. De ahí que el metal no pueda adherirse a una superficie, ya que la característica de la tierra no se lo permite. El olor que suele ser muy fuerte del metal es producido por el azufre que contiene en sí mismo. 

Por otro lado, la solidificación es distinta pues se debe a la presión que ejerce el frío en la sequedad. Esto provoca que la sequedad no pueda salir del metal lo cual lo endurece, sin embargo, cuando se expone a la humedad se hace más blando.

Capítulo II: Maleabilidad de los metales

De acuerdo a Alberto los metales son los objetos más maleables, sobre todo el oro. Su maleabilidad permite de hecho que pueda hacerse una lamina de oro, al igual que el metal. Los metales que no son maleables es debido a que la humedad en ellos es muy gruesa. 

Capítulo III: Color de los metales

En los metales existen tres colores principales:

  1. Común a todos llamado Brillante.
  2. Blanco hasta colores menos blanco, es decir, van mencionándose a partir de grados; por ejemplo, plata, estaño, plomo y hierro).
  3. Amarillo y rojo de mayor a menor partiendo desde el oro hasta el cobre color café-negro.

La blancura en el color del metal se produce por la humedad y la tierra limpia que se encuentra en él. Sin embargo, cuando los metales aparecen más oscuros es cuando el elemento tierra domina a través de la suciedad, y también cuando el azufre es calentado.

En el caso del oro, su color es amarillo y se debe a que el azufre calienta bruscamente la mezcla de humedad con tierra. Por lo tanto, cuando la humedad con la tierra están libres de suciedades e impurezas, entonces tenemos frente a nosotros un metal de color brillante llamado oro. 

Capítulo IV: Sabor y olor de los metales


De acuerdo con Alberto Magno, los olores de los metales son consecuencia de su sabor. Esto es debido a que el azufre tiene un sabor de ''aspereza'' en palabras del mismo Alberto, aunque también nos dice que es menos evidente en el plomo y el estaño. El cobre por ejemplo no solo es áspero sino que también tiene cierto calor interior. Si se consumen alimentos o jugos por este metal, las entrañas se irritarán inmediatamente. Esto hace que los metales sean fétidos. 

Es por eso que el oro tiene muy poco fétido en comparación a otros metales, pues este no tiene la suciedad que los otros tienen. Algo parecido ocurre con la plata porque al ser menos sucia que otros metales, su sabor es algo más dulce que cualquier otro metal. 

Capítulo V:  Capacidad o incapacidad de los metales de ser consumidos por el fuego

Por supuesto, la habilidad que tienen los metales de consumirse es solamente por la cantidad de azufre que contiene. 

La humedad untuosa de los metales puede ser de tres maneras:

  1. Extremadamente ardiente y aireada
  2. Excesivamente acuosa
  3. Limitada a los bordes del metal

Los dos tipos de humedad presentes en los metales podían ser removidos con líquido como el vinagre, leche de cabra o leche agria. De hecho, este era el modo en que los alquimistas trataban de remover las humedades en sus intentos de transmutación

Ahora, también puede ocurrir que los metales no puedan consumirse. Esto ocurre cuando la tierra de estos se adhiere a la humedad rápidamente, pero cuando el metal es sucio entonces puede llegar a consumirse. Así, el oro no puede consumirse como los otros metales debido a la pureza que contiene en sí mismo. Por eso es que el cobre es uno de los que puede consumirse mejor. 

Capítulo VI: Producción cíclica del metal

Algo que es común a  todos los metales es que todos ellos están estrechamente relacionados. Es por esto que el gran Hermes Trismegistus decía que los metales son tan cíclicos como los elementos del mundo sublunar.

Esto tiene sentido cuando decimos que los metales están cerca de las características de sus elementos. De ahí que se diga que los metales son cíclicos y que además se puedan transmutar, pues si los elementos tienen las mismas características no hay porque pensar que los metales, conteniendo elementos en ellos, no puedan ser cíclicos(1).

Conclusión

Aquí tenemos la firme creencia de Alberto Magno en todos los métodos de los alquimistas. Aunque esto es solo especulación del filósofo, él mismo en el texto asegura que la transmutación daba lugar en los talleres de alquimia. En todo caso, la última especulación tiene mucha lógica pues todo está hecho de los cuatro elementos. Sin embargo, hoy en día la teoría de la transmutación de los metales ha sido totalmente descartada, excepto en el ámbito nuclear.