La esposa de Jenofonte se llamaba Filesia y sus hijos fueron Grilo y Diodoro. Jenofonte fue un historiador, filósofo y soldado griego, conocido principalmente por sus obras "Anábasis", que relata las hazañas de los Diez Mil griegos en su expedición hacia el interior del Imperio Persa, y "Los Memorables", una serie de diálogos que recogen las enseñanzas de Sócrates. Vivían en una finca de Escilunde, en la Elida, al noroeste del Peloponeso y cerca de Olimpia, donde permanecería unos veinte años.
Clearco desplegó a sus
tropas griegas en formación de falange, un estilo de combate en el que los
soldados formaban una línea compacta con escudos superpuestos y lanzas largas.
Este despliegue buscaba resistir el avance persa y mantener la cohesión de la
línea de batalla. En el transcurso de la batalla, el flanco derecho persa logró
un éxito inicial al derrotar a la caballería griega, lo que creó un vacío en la
línea de batalla griega. Sin embargo, en un momento crucial, Tisafernes cometió
un error táctico al desviar sus tropas hacia el centro del campo de batalla
para apoyar a Artajerjes II contra Ciro el Joven. Esta maniobra dejó expuesto
el flanco derecho persa a un contraataque por parte de los mercenarios griegos.
Al darse cuenta de esta vulnerabilidad, Clearco y sus hombres aprovecharon la
oportunidad y lanzaron un feroz ataque contra el flanco derecho persa, logrando
romper sus líneas y causar confusión en las filas enemigas.
En el flanco izquierdo del ejército persa, el comandante era un noble persa llamado Abrocomas. Este flanco estaba compuesto principalmente por tropas de caballería persa y asiática. Enfrentaron a las fuerzas de los mercenarios griegos bajo el mando de Menón, otro de los generales griegos al servicio de Ciro el Joven. La caballería persa echaron abajo con éxito las primeras líneas de la infantería griega, pero encontraron dificultades para enfrentar la resistencia de la falange griega. A medida que la batalla se intensificaba en el centro, el flanco izquierdo persa se vio envuelto en un enfrentamiento prolongado con las tropas griegas. Menón y sus hombres lucharon valientemente contra la caballería persa, pero al igual que en el flanco derecho, la retirada de Tisafernes para apoyar al centro dejó al flanco izquierdo persa vulnerable a un contraataque griego. Aprovechando esta oportunidad, los mercenarios griegos lanzaron un asalto coordinado contra el flanco izquierdo persa, lo que resultó en la ruptura de las líneas.
Después de varias horas de feroz combate en el campo de batalla, la situación se volvió cada vez más desesperada para los mercenarios griegos y sus aliados que luchaban por Ciro el Joven. A pesar de la valiente resistencia y los esfuerzos coordinados de los generales griegos, la muerte de Ciro el Joven durante un intento imprudente de enfrentarse personalmente a su hermano Artajerjes II fue un golpe devastador para las fuerzas rebeldes.
La noticia de la muerte de Ciro se extendió rápidamente entre sus tropas, sembrando el caos y la desmoralización en sus filas. Aunque los mercenarios griegos continuaron luchando con tenacidad, la ausencia de un liderazgo unificado y la falta de un objetivo claro debilitaron su capacidad para resistir eficazmente a las fuerzas persas.
Con la muerte de Ciro y la desorganización resultante entre las fuerzas rebeldes, Artajerjes II aprovechó la oportunidad para lanzar un contraataque decisivo. Movilizando a sus tropas persas, logró rodear y aislar a los mercenarios griegos, cortando cualquier esperanza de escape o victoria para ellos.
En medio del caos y la confusión, los mercenarios griegos se vieron obligados a emprender una retirada desesperada y arriesgada. Sin un liderazgo claro y enfrentando la abrumadora superioridad numérica de las fuerzas persas, su situación era desesperada.
Esta retirada, conocida como la "Marcha de los Diez Mil", se convirtió en una épica odisea de supervivencia y resistencia a medida que los mercenarios griegos luchaban por atravesar el territorio enemigo y regresar a salvo a casa. La marcha estuvo plagada de dificultades, incluidos enfrentamientos con tribus hostiles, escasez de alimentos y suministros, y desafíos geográficos difíciles.
Aunque la Batalla de
Cunaxa marcó una victoria decisiva para Artajerjes II y aseguró su control
sobre el trono persa, el legado más duradero de este conflicto fue la historia
épica de la Marcha de los Diez Mil, inmortalizada en la obra de Jenofonte "Anábasis".
Esta hazaña de supervivencia y tenacidad sigue siendo recordada como una de las
grandes gestas militares de la antigüedad. persas y en la dispersión de sus
fuerzas.
La Marcha de la Expedición de los Diez Mil
Después de la derrota de
Ciro el Joven en la Batalla de Cunaxa en el 401 a.C., los mercenarios griegos y
sus aliados se encontraron en una situación desesperada. Con la muerte de su
patrocinador y líder, se enfrentaron a la perspectiva de una retirada a través
del vasto y hostil territorio del Imperio Persa para regresar a Grecia.
La marcha comenzó con incertidumbre y confusión. Los Diez Mil, aunque formaban un ejército considerable, estaban profundamente atrapados en territorio enemigo y rodeados por fuerzas persas hostiles. Sin embargo, bajo el liderazgo de figuras destacadas como Jenofonte, Clearco y Menón, así como una habilidosa organización y disciplina, los mercenarios griegos lograron mantener la cohesión y el ánimo mientras avanzaban hacia el norte, con el objetivo de alcanzar el Mar Negro, donde esperaban encontrar aliados griegos.
A lo largo de la marcha,
los Diez Mil enfrentaron una serie de desafíos formidables, desde emboscadas y
ataques sorpresa de las fuerzas persas hasta dificultades logísticas como la
escasez de alimentos y suministros. Además, tuvieron que navegar a través de
terrenos montañosos, ríos y regiones habitadas por tribus hostiles, lo que
complicó aún más su trayecto.
Uno de los momentos más icónicos de la marcha fue cuando los mercenarios griegos llegaron a las "Montañas de los Carduchianos", una región escarpada y peligrosa habitada por tribus guerreras. Aquí, los Diez Mil enfrentaron una de sus mayores pruebas, luchando valientemente para abrirse paso a través del territorio hostil y resistiendo los ataques implacables de los guerreros locales.
A pesar de los numerosos
obstáculos y peligros que enfrentaron, los Diez Mil demostraron una notable
determinación, resistencia y camaradería a lo largo de su odisea. Finalmente,
después de meses de viaje, lograron alcanzar la costa del Mar Negro, donde
encontraron la seguridad y la ayuda de las ciudades griegas costeras.
Batalla de Coronea
Jenofonte participó en la Batalla de Coronea en el año 394 a.C. Esta batalla fue un enfrentamiento crucial entre las fuerzas de Esparta y Tebas, donde la victoria de Esparta consolidó su hegemonía en Grecia durante un tiempo.
En la Batalla de Coronea, Jenofonte luchó como soldado en el ejército espartano, que estaba liderado por el rey Agesilao II. Jenofonte, habiendo adquirido experiencia militar durante la expedición de los Diez Mil y otros conflictos, probablemente desempeñó un papel activo en la batalla, aunque no se conocen detalles específicos sobre sus acciones durante el combate.
La batalla fue intensa y sangrienta, con ambos lados luchando ferozmente por la supremacía en el campo de batalla. Aunque las fuerzas tebanas, lideradas por el general Epaminondas, lograron infligir algunas bajas significativas a los espartanos, finalmente fueron derrotadas por el ejército de Esparta.
La victoria de Esparta en
la Batalla de Coronea reafirmó su dominio militar en Grecia y tuvo importantes
repercusiones políticas en la región. Sin embargo, la hegemonía espartana fue
efímera, ya que pronto surgieron nuevos desafíos y conflictos en la esfera
política griega, incluyendo la creciente influencia de Tebas y el ascenso de
Macedonia bajo Filipo II.
Batalla de Leuctra
En el año 371 a.C., Jenofonte probablemente estaba viviendo en Grecia y participando en los asuntos políticos y militares de la época. Sin embargo, no hay registros detallados sobre sus actividades específicas durante ese año.
En términos generales,
este período fue testigo de importantes desarrollos en la historia de Grecia.
En el ámbito político, se produjeron cambios significativos, como el
surgimiento de la hegemonía tebana bajo el liderazgo de Epaminondas después de la
Batalla de Leuctra en el año 371 a.C. Esta batalla marcó un punto de inflexión
en la hegemonía espartana y cambió el equilibrio de poder en Grecia.
Ahora bien, después de la Batalla de Leuctra, la propiedad de Jenofonte fue confiscada y según Diógenes Laercio, Jenofonte se dirigió a Corinto.
Muerte de Jenofonte
La información sobre su fallecimiento es escasa y su destino final es objeto de debate entre los historiadores.
Algunas fuentes indican que Jenofonte vivió hasta una edad avanzada y murió en Corinto, como lo relata Diógenes Laercio y Pausanias lo sitúa en Escilunte. Otra de sus interrogantes es la fecha exacta de su muerte, pues se debate si fue en el año 354 o 355.
Pensamiento
Política
El pensamiento político de Jenofonte, como se refleja en la "Ciropedia" (también conocida como "Educación de Ciro"), se centra en la presentación de un modelo ideal de gobierno y liderazgo, personificado en el personaje de Ciro el Grande, el legendario rey persa.
En la "Ciropedia", Jenofonte retrata a Ciro como un gobernante ejemplar que ejerce el poder con sabiduría, justicia y benevolencia. Jenofonte destaca las cualidades de liderazgo de Ciro, su habilidad para inspirar lealtad entre sus súbditos, así como su capacidad para establecer un gobierno que promueve la estabilidad y el bienestar del imperio.
Uno de los aspectos centrales del pensamiento político de Jenofonte en la "Ciropedia" es su defensa de un modelo de monarquía benevolente y paternalista. Jenofonte argumenta que un líder virtuoso y sabio, como Ciro, es capaz de gobernar de manera efectiva y beneficiosa para sus súbditos, en contraposición a la tiranía y la opresión.
Además, Jenofonte enfatiza la importancia de la educación y la virtud en el ejercicio del poder político. Según él, un líder debe ser instruido en los principios de la justicia, la moderación y la sabiduría para poder gobernar con éxito y obtener el respeto y la lealtad de sus gobernados.
En cuanto a la figura de Ciro, Jenofonte, en su
"Ciropedia", retrata a Ciro el Grande como un líder ejemplar,
destacando sus cualidades de virtud, justicia y benevolencia, e incluso le añade caracteres apoteósicos. Presenta a Ciro
como un modelo de liderazgo, enfatizando su capacidad para inspirar lealtad
entre sus súbditos y establecer un gobierno estable y próspero en el Imperio
Persa. Por otro lado, Heródoto, en sus "Historias", ofrece una visión
más neutral y realista de Ciro, mostrando tanto sus logros como sus defectos.
Aunque también reconoce las habilidades militares y de liderazgo de Ciro,
Heródoto presenta un enfoque más objetivo y crítico al relatar sus acciones y
decisiones políticas.
Con respecto a la democracia, a través de sus obras y sus acciones, Jenofonte expresó preocupaciones sobre la estabilidad política, la justicia y la eficacia del gobierno democrático.
En su obra "La República de los Lacedemonios", Jenofonte elogia el sistema político de Esparta, una oligarquía militar, como un modelo de gobierno más estable y eficiente que la democracia ateniense. Presenta la educación espartana y la disciplina militar como elementos clave para mantener el orden y la cohesión social, en contraposición a lo que veía como los excesos y la inestabilidad de la democracia ateniense.
Además, Jenofonte
participó en la expedición de los Treinta Tiranos, un gobierno oligárquico
impuesto en Atenas en el 404 a.C. tras la derrota de Atenas en la Guerra del
Peloponeso. Aunque esto podría interpretarse como un acto en contra de la
democracia, Jenofonte estaba motivado por su oposición a la política de Atenas
y su deseo de restaurar el orden y la estabilidad en la ciudad.
Finalmente, se dice que Jenofonte fue uno de los que utilizó el término ''anarquía'' al año 404 a. C., y el término plutocracia.
Educación
Jenofonte tenía una
opinión muy favorable sobre la educación espartana y la sociedad espartana en
general. En su obra "La República de los Lacedemonios" (también
conocida como "La Política de Esparta"), Jenofonte elogia el sistema
educativo espartano y presenta a Esparta como un modelo de ciudad estado bien
gobernada y disciplinada.
En resumen, a este tipo de educación se le llamó ''agogé''.
La "agogé" era el sistema de educación y entrenamiento militar que se practicaba en la antigua Esparta. Este término se refiere específicamente al proceso de formación de los jóvenes espartanos desde la infancia hasta la edad adulta, enfocado en desarrollar habilidades físicas, disciplina, obediencia y valentía en el campo de batalla.
La agogé comenzaba desde una edad temprana, cuando los niños espartanos eran separados de sus familias y enviados a vivir en barracas militares llamadas "agelai". Allí, bajo la supervisión de instructores y supervisores, los jóvenes recibían una educación rigurosa que incluía ejercicios físicos intensos, entrenamiento militar, así como enseñanzas sobre el honor, la lealtad y la disciplina.
El propósito principal de
la agogé era preparar a los jóvenes espartanos para el servicio militar y
fomentar la cohesión y la camaradería entre los ciudadanos espartanos. Se
esperaba que los hombres espartanos demostraran valor en la batalla y que
estuvieran dispuestos a sacrificar sus vidas por el bienestar de su polis
(ciudad estado).
Para Jenofonte, quienes no pasaban por la agogé eran ciudadanos de una categoría inferior.
Sócrates
Tanto Jenofonte como Platón fueron discípulos de Sócrates y escribieron sobre él en sus obras, aunque ofrecen perspectivas ligeramente diferentes sobre su maestro.
Jenofonte, en obras como "Memorables" y "Apología de Sócrates", presenta a Sócrates como un hombre sabio, virtuoso y piadoso. Jenofonte enfatiza las enseñanzas prácticas de Sócrates sobre la virtud, la justicia y la moderación, así como su estilo de vida austero y su devoción a los dioses. Su retrato de Sócrates es más favorable y pragmático, centrándose en las lecciones prácticas que se pueden extraer de sus conversaciones y acciones.
Por otro lado, Platón, en
obras como "Apología de Sócrates", "Diálogos tempranos" y
"Diálogos medios y tardíos", presenta a Sócrates como un filósofo
profundamente comprometido con la búsqueda de la verdad y la sabiduría. Platón
destaca el método socrático de investigación y diálogo, así como la importancia
de cuestionar las creencias establecidas y examinar la naturaleza de la virtud
y la justicia. Su retrato de Sócrates es más idealizado y filosófico,
explorando conceptos abstractos y metafísicos a través de las conversaciones
socráticas.
Pseudo-Jenofonte
El
"Pseudo-Jenofonte" se refiere a un conjunto de obras que se atribuyen
erróneamente a Jenofonte, pero que fueron escritas por otros autores. Estas
obras fueron producidas en épocas posteriores y, aunque a menudo imitan el
estilo y el contenido de Jenofonte, no son obras auténticas del mismo.
Uno de los trabajos más
conocidos atribuidos al Pseudo-Jenofonte es la "Economía", un tratado
sobre la administración de los bienes domésticos. Esta obra proporciona
consejos sobre diversos aspectos de la administración del hogar, como la gestión
de la propiedad, la agricultura, la ganadería y el matrimonio. Aunque la
"Economía" se asemeja en estilo y tema a las obras de Jenofonte, su
autoría real es desconocida.
Otra obra atribuida al
Pseudo-Jenofonte es "La Constitución de los atenienses", que describe
la organización política de Atenas durante el siglo IV a.C. Esta obra
proporciona detalles sobre la estructura del gobierno ateniense, los deberes de
los funcionarios públicos y las instituciones democráticas. Al igual que la
"Economía", la "Constitución de los atenienses" imita el
estilo y la temática de las obras de Jenofonte, pero su autoría es incierta.
Obras
Las obras de Jenofonte son múltiples y muy ricas en contenido. Iremos direccionando las obras en este apartado
- Económico: un diálogo que nos habla de la importancia de la administración de la hacienda y la actividad de la agricultura
Conclusión
La vida de Jenofonte fue
notablemente multifacética y llena de acontecimientos significativos en la
historia de la antigua Grecia. Como soldado, participó en la expedición de los
Diez Mil, una aventura épica que dejó una marca indeleble en la literatura y la
historia militar. Como escritor, produjo una variedad de obras que abarcan
desde la historia y la filosofía hasta la política y la ética, dejando un
legado duradero en la literatura clásica. Su perspectiva sobre temas como la
educación espartana, la política y la vida cotidiana en la antigua Grecia sigue
siendo objeto de estudio y debate en la actualidad. Aunque algunos aspectos de
su vida, como su muerte, permanecen envueltos en el misterio, su influencia
perdura a través de sus obras y su impacto en la cultura y el pensamiento
occidental. En resumen, Jenofonte fue una figura polifacética cuya vida y obras
continúan siendo objeto de admiración y estudio hasta nuestros días.
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