sábado, 16 de diciembre de 2017

Al-Ghazali - La Alquimia de la Felicidad (Libro V: Amor a Dios).

Por supuesto no podía faltar entre todos los tipos de conocimientos formales y espirituales, el amor a Dios. Basándonos en los libros precedentes ¿Será necesaria tanta rigurosidad con respecto al recuerdo de Dios en todos los aspectos de la vida? si consideramos que el precio del olvido de Dios es el tormento eterno del alma, bueno, quizás debemos replantear la existencia del alma y todas sus consecuencias. Veamos el último libro sobre la exhortación al amor a Dios. 

La Alquimia de la Felicidad


Capítulo V: Amor a Dios


Donde está la felicidad está la perfección

La razón más evidente de que el hombre busca el amor a Dios es porque el hombre tiene amor a lo que es perfecto. Si aceptamos que Dios es la perfección máxima, entonces no hay porqué buscar nada más porque la felicidad misma es la perfección misma. No habrá porqué volcarse a las cosas del mundo que son inferiores en todos los aspectos frente a la perfección de Dios. 

La perfección del cuerpo no existe puesto que lo perfecto no pertenece a este mundo. Lo que sí, los cuerpos tienen una especie de hermosura o de cuasi perfección que llama la atención, pero eso no es comparable con la perfección del alma. Por lo tanto, el hombre ya sabe lo que debe alcanzar y adorar. 

¿Cómo es que un hombre ignorante puede alcanzar esta felicidad sin poder conocer a Dios? es posible que exista un hombre de tales características. Por lo tanto, en el mundo existen dos clases de ayudantes de Dios: uno es el profeta y otro es el predicador. Podrá nombrarse a un tercero que sería el doctor de la ley, quien prescribe las conductas.. 

Bajo este respecto, el hombre ignorante deberá acercarse a los hombres conocedores, y estos hombres están en el deber de enseñarle.

Los infieles

Por otro lado, tenemos a aquellos hombres que no reconocen el poder de Dios y que pasan inadvertidos por sobre todas las consecuencias que existen en el otro mundo. Estos hombres tienen su propio lugar excluídos del Paraíso, pero aún más lo tienen aquellos que  reconociendo a Dios no hacen lo que manda. A estos se les denomina ''infieles''. 

Amor a Dios

Los fieles a Dios no tienen miedo a la muerte, y al contrario, la esperan pacientemente; este sería el primer amor a Dios. Sin embargo, no se consideraría un infiel si dicho hombre se previene de la muerte, pues esta es otra muestra de amor a Dios (la segunda muestra de amor). Este segundo hombre quiere actuar bajo todos los preceptos de Dios para conservar la vida. 

También hay un tercer tipo de amor hacia Dios que tiene que ver con el pensamiento de Dios todo el tiempo. Las cosas que usan los musulmanes vestidos objetos, etc., son los que ayudan a tener este recuerdo de Dios todo el tiempo. 

Un cuarto amor a Dios sería el respeto incondicional a la Sagrada Escritura del Corán. De hecho, el Corán es el escrito que une a los hombres a un solo amor que es el amor a Dios. 

El quinto amor a Dios requiere tanto de la oración en secreto como en público. Seguido de este amor tenemos el sexto que refiere a la costumbre de orar a Dios, al orden innato que el hombre tiene una vez que acepta a Dios en su corazón. 

Por último tenemos la séptima muestra de amor a Dios que consiste en acercarse a los amigos de Dios. El hombre debe ser obediente a Dios así como también a los amigos de Dios. 




Conclusión

Todos esto gira en torno al recuerdo de Dios por donde quiera que se lea este apunte (y los demás que han sido desarrollados). Estas son las muestras de amor a Dios que todo musulmán debiera recordar. Estos textos parecen ser bastante prudentes y sabios en contraste a lo que se ve hoy en día en televisión, donde se muestran a los árabes siempre beligerantes con otras naciones y con otras religiones. Al parecer debemos quitarnos los prejuicios y ver (y leer) por nosotros mismos cómo es esta religión del Medio Oriente. 

viernes, 15 de diciembre de 2017

Al-Ghazali - La Alquimia de la Felicidad (Libro IV: El conocimiento del Mundo Futuro).

Nadie puede saber lo que toca en el futuro, a excepción de que sabemos que a todos nos toca la muerte. ¿Cómo podemos saber que nos toca en un futuro cercano? es imposible saberlo, pero de acuerdo con Al-Ghazali, a esta interrogante solo nos toca realizar el bien para tener los beneficios del Reino de los Cielos. De alguna forma, las cosas buenas que hacemos en este mundo se verán reflejadas y recompensadas con Dios, pero estas deben ser acompañados con la aceptación de Dios y con la cultura que éste otorgó al hombre; cultura de adoración.


La Alquimia de la Felicidad


Capítulo IV: El conocimiento del Mundo futuro

Para entender el futuro del mundo es necesario conocer lo que es la muerte, y para conocer la muerte se debe conocer la vida, y para conocer la vida se debe conocer el espíritu. 

Espíritu animal y espíritu humano

Si queremos entender el conocimiento del mundo primero debemos partir por el espíritu animal y el espíritu humano. El primero tiene que ver con el órgano vital de todo animal que es el corazón. La función del corazón es otorgar sangre al cerebro y que este último pueda distribuir las funciones de cada miembro; que el ojo pueda ver, que el oído pueda oír, que la lengua pueda saborear, etc. 

El cuerpo está en balance cuando estas funciones tienen cierto equilibrio, cuando estas caen en exceso, entonces el ángel de la muerte viene a apoderarse del cuerpo, que por cierto, es una criatura creada por Dios. 

El otro espíritu es indestructible, pues no se trata de ningún cuerpo sino que de una entidad invisible pero presente. Todas las cosas del espíritu animal dígase hambre o sed son perecederas con el cuerpo, pero cuando el hombre muere, las cualidades del espíritu se mantienen, por ejemplo, la sumisión, el conocimiento de Dios y el amor a Dios. Por lo tanto, el espíritu animal pertenece al mundo ordinario y el espíritu humano pertenece al mundo celestial; de hecho, Al-Ghazali dice que este último espíritu tiene la sustancia de los ángeles. 

La entrada al Paraíso

Ningún cuerpo se vuelve no-existente, es decir, nada pasa de existir a no existir. Pareciera ser que Al-Ghazali nos trae un antiguo modo de pensar que era el de Parménides. Recordemos que Parménides estableció el principio de no-contradicción, es decir:


  1. Lo que existe, es, puede pensarse y no puede no-ser
  2. Lo que no existe, no es, no puede pensarse y no puede ser

Si esto es así, entonces lo que es no puede llegar a no-ser (contradiciendo la potencia de Aristóteles), pues quien muere no deja de ser porque su alma se va al Paraíso o al Infierno eternamente. El hombre debe estar consciente de que el paso al Paraíso se debe entender de la siguiente forma, tal y como el profeta lo dijo:

''El mundo es la prisión para el creyente y el Paraíso para el infiel''
(Mahoma)

Uno de los modos erróneos (o de los erroristas) para ir al Paraíso es decir que Dios existe, pero no practicar ninguno de sus mandamientos. De aquí que se ocurran los tormentos del espíritu humano, pues los tormentos de la carne son el hambre, la ira y la necesidad. 

Ahora ¿cuáles tormentos son los peores? por supuesto que son aquellos del alma. Los tormentos del alma son los que duran para siempre (pues todo lo que es del alma dura para siempre), mientras que los tormentos del cuerpo son pasajeros y pertenecientes a este mundo. 

De esto se puede sacar por conclusión que la felicidad del hombre no depende de sí mismo sino que del mismo Dios. 

Conclusión


Nada más claro podemos tener en este breve capítulo IV de La Alquimia de la Felicidad.  La rigurosidad religiosa se deja entrever de manera inexorable en sus palabras, pues la felicidad no puede alcanzarse en este mundo si no es con Dios. El hombre sólo puede estar preocupado de los tormentos del alma más que de los tormentos del cuerpo, lo cual me recuerda lo que dice el mismo Nuevo Testamento:

''No temáis a los que matan por el cuerpo, pero no pueden matar el alma''
(Mateo 10:28)

En efecto, los tormentos del alma serán tormentos perenne por lo que obviamente, el creyente debe preocuparse mucho m,ás de estos que de los tormentos del cuerpo.

martes, 12 de diciembre de 2017

Al-Ghazali - La Alquimia de la Felicidad (Capítulo III: Conocimiento del Mundo).

No basta con saber del conocimiento del corazón, del conocimiento del hombre, del conocimiento del alma, e incluso del conocimiento de Dios. Debido a esto, es preciso el interés del Al-Ghazali con explicar el mundo con todas sus falencias y perfecciones. Por supuesto, este conocimiento no es tan importante como el conocimiento de Dios, pero sí es un medio para adentrarnos en dicho saber. Como dice el mismo Al-Ghazali, conozcámonos a nosotros mismos y luego conozcamos a Dios.

Referencias:

(1) Idea que definitivamente nos recuerda a San Agustín de Hipona.  

La Alquimia de la Felicidad


Capítulo III: El conocimiento del Mundo


Todo creyente sabe que la vida en este mundo es pasajera para luego pasar a la vida eterna. Es eterna y perfecta siempre que se este con Dios, pues con él no hay tristeza. 

Que el hombre haya sido creado sin perfección no quiere decir que no la pueda alcanzar, junto con la felicidad que está adherida a la perfección. Cuando el hombre queda prendado del mundo su alma cae en la perdición, pero cuando se acerca a Dios se engrandece. 

No basta con tener todas las especies y riquezas que da este mundo, sino que también se debe embelesar el espíritu con oración y pensamiento hacia Dios. Claro, todas las pasiones y vicios del ser humano deben ser controladas, muchas de ellas son inherentes al ser humano, pero este debe ser capaz de controlarlas; ahí podrá determinarse si ese hombre es realmente bueno. 

Las cosas del mundo

El hombre debe poner especial atención en las cosas que le rodean, y debe darse cuenta que muchas de ellas le sirven. Las necesidades primarias del hombre son:


  1. Alimetarse
  2. Cubrirse (vestirse)
  3. Tener un hogar


Sin embargo, una vez que tiene estos bienes el hombre tiene que enfocarse en las cosas espirituales, donde el fin es obtener el conocimiento de Dios.

El hombre no se debe afanar de las cosas que tiene en la tierra, mientras más cosas tenga mucho menos será capaz de entrar en el Paraíso. Jesús mismo decía que el mundo es como el hombre que bebe agua de mar, mientras tome de a poco no pasara nada pero si toma en exceso enfermará. 

Esto podríamos interpretarlo como diciendo que las cosas del mundo no son del todo malas si se toman con moderación. En efecto, si todas las cosas son hechas por Dios entonces de partida todas son buenas(1)


Conclusión

Muchos profesores me han dicho que existen algunos filósofos que se deben tomar como un veneno, es decir, si se toma de a poco tal vez no te pase nada, si te lo tomas entero enfermarás. Es la misma advertencia que Al-Ghazali nos hace del mundo exterior cuando elegimos el extremo de cada placer o estímulo. Como vemos, no basta con conocernos a nosotros mismos o a Dios, sino que también debemos tener conocimiento del mundo. 

lunes, 11 de diciembre de 2017

Los 5 postulados de Euclides

Los 5 postulados de Euclides

Euclides es conocido por aportar los 5 postulados propuestos en materia de figuras geométricas:

Postulado 1:

Una línea recta se hace estableciendo dos puntos 

Postulado 2:

Un segmento de la línea establecida puede extenderse infinitamente:

Postulado 3:

Un radio puede extenderse desde un centro hasta cualquier punto de la circunferencia



Postulado 4:

Todos los ángulos rectos son iguales entre sí


Postulado 5:

Si una línea recta corta a dos rectas de modo que esta forme ángulos interiores menores a dos rectos (180º), dichas rectas se encontrarán. 



En efecto, si los ángulos hicieran 180º no se encontrarían y se extenderían indefinidamente como dos paralelas. Esto sería lo que se conoce como el fundamento de los triángulos, ya que si los triángulos superaran los 180º entonces formarían un cuadrilatero. 


Conclusión

¿Cuál es la importancia de Euclides en la historia de las matemáticas y del pensamiento en general? sus libros se utilizaron como textos de estudio para entender los axiomas que tienen las figuras geométricas. Aún en nuestro siglo los axiomas de Euclides siguen teniendo vigencia en el sistema escolar, así como también en los más complejos estudios de las matemáticas. Es cierto que muchas cosas de Euclides se han modificado; como por ejemplo, el último postulado del cual otros matemáticos han aportado muchas otras cosas. No obstante, no podemos desconocer que los inicios de dichas modificaciones no hubieran sido posibles sin Euclides.

domingo, 10 de diciembre de 2017

Al-Ghazali - La Alquimia de la Felicidad (Capítulo II: El Conocimiento de Dios).

En el libro anterior hablamos del conocimiento del corazón y de la razón, y quedamos en que el conocimiento del corazón es el único que puede tomarse en cuenta entre aquellos que pueden tener la verdad revelada. ¿Cómo es que el conocimiento del amor puede conducirnos al conocimiento de Dios? lo que sí sabemos es que definitivamente el conocimiento racional, si bien es una buena herramienta, no es lo apropiado para conocer a Dios en su esencia.

Referencias:

(1) Al-Ghazali no escatima en vocabulario para decir que dichas personas son estúpidas. 

La Alquimia de la Felicidad


Capítulo II: El conocimiento de Dios


Al-Ghazali dice que quien quiera que se conoce a sí mismo está conociendo a Dios. Podría decirse que muchos se conocen a sí mismos y sin embargo no han conocido a Dios ¿A qué se debe? a que una cosa es conocer bien las características del alma, y otra aceptar a Dios en ella. 

El hombre debe ser consciente cuando mira sus órganos, su pensamiento u otras cosas más abstractas, que todas estas tienen un creador así como el mismo hombre crea otras cosas. Dicho creador es capaz de generar tanto los órganos (cosas sensibles) como los pensamientos del alma (cosas abstractas). 

Si el hombre es capaz de entender todo el orden que está alrededor de él y además comprender todas sus partes, entonces perfectamente puede entender la perfección de todo aquello que conoce. La perfección de los órganos y de su existencia es el símil para saber la perfección de Dios. 

Imposibilidad de conocer realidades absolutas

De acuerdo con Al-Ghazali, nadie puede conocer la verdadera naturaleza de las cosas. Todos los sentidos son percibidos por algo más por ejemplo, el gusto es percibido por la lengua y el color es por los ojos. No obstante, nadie sabe la verdadera naturaleza del gusto ni tampoco la del color, y, del mismo modo, tampoco lo que percibe la mente puede ser entendido de manera absoluta. 

Tal como sólo podemos percibir las cosas y no su naturaleza absoluta, así podemos percibir que existe Dios pero no podemos comprender su naturaleza absoluta. Por lo tanto, de Dios solo podemos conocer sus atributos. 

Finalmente, si conocemos solo sus atributos ¿cómo sabremos que es Dios y no otra cosa? debemos reconocer que es el hombre el que gobierna a todo el resto de los animales. Si reconocemos que alguien creó este mundo y ese alguien no fue el hombre, entonces debemos decir que existe un ser superior que lo construyó todo. 

Los supuestos eruditos y entendidos

Para Al-Ghazali, todos los entendidos en las materias de la naturaleza o de la astronomía (y astrología), decían que todas las cosas que eran causadas dentro de estos campos tenían causa naturales y no divinas estaban equivocados. 

Todas las causalidades que no pueden ser entendidas a través de los sentidos tienen una causalidad divina. 

''Dios es grande''

Como se dice en árabe ''Allah Akbar'' es decir ''Dios es Grande'' esta frase no quiere decir que Dios tiene una extensión o algo parecido. Quiere decir que es tan grande que está lejos de nuestra comprensión. 

Ahora bien se podría preguntar ¿por qué los profetas pueden hablar de Dios y decir lo que Dios quiere realmente para nosotros si se supone que es incomprensible? Los profetas, de acuerdo con Al-Ghazali, sólo muestran algunas de las cosas que Dios quiere para el hombre, no todas. Recordemos que de Dios solamente podemos percibir sus atributos y no su esencia. 

Erroristas

Aquellos que son ateos son los que han buscado la esencia de Dios y, como no la han comprendido, niegan su existencia y dicen que la naturaleza y todo lo que la compone es eterna. Es muy difícil que tales personas se acerquen a Dios y muchas de ellas terminan sus vidas sin recordarlo o renegando de él(2)

Al-Ghazali distingue tres tipos de erroristas:


  1. Aquellos que dicen que Dios no existe.
  2. Aquellos que no creen en la resurrección (o en el alma).
  3. Aquellos que creen en Dios pero son débiles con la fe.
  4. Aquellos que creen en Dios pero no comprenden la ley.
  5. Aquellos que creen que Dios perdona todas las faltas y cubre todas las transgresiones.
  6. Aquellos que se creen perfectos y que Dios no los castiga.
  7. Aquellos que se autodenominan conocedores de la palabra, pero que en realidad no la saben. 

De los primeros ya hemos hablado, pero de los restantes no. El segundo grupo cae en el error de confundir el alma con otro cuerpo, entonces, cuando se les habla de resurrección creen que el cuerpo debe entrar en otro cuerpo (alma) para vivir lo cual es ridículo. El tercer grupo es débil de fe aún cuando creen en Dios, pues estos dicen que Dios es tan poderoso que no necesita la oración. Al Ghazali muestra un ejemplo con respecto a estos últimos. 

Imaginemos que un hombre va al médico y el médico le dice: ''Debes abstenerte de ciertas comidas'', luego el hombre enfermo le dice: ''¿En qué te afecta a tí si me hago abstinente o no?''

Por supuesto, el hombre está bien en decir que en nada afecta al doctor que él en el futuro sea abstemio, pero la realidad es que si no se vuelve abstemio enfermará aún más. 

El cuarto grupo dice simplemente que como la ley ordena lo siguiente:


  • Puros de ira
  • Puros de envidia
  • Puros de orgullo
  • Puros de hipocresía

, no es posible llevar todo esto a cabo, pues el alma tiene esas propiedades, es decir, está hecha para no ser pura de ira, de envidia, de orgullo o de hipocresía. 

Al-Ghazali considera esta forma de pensar equivocada porque bastaría hacer lo que indica la razón y la moral para cambiar esas conductas ¿hay acaso un hombre que no pueda manejar la ira, la envidia o el orgullo? por supuesto que sí. 

El quinto grupo no entiende algo esencial, que si bien puede perdonar a todos, también castiga tremendamente a los transgresores. Tienen que considerar también que está Satanás quien puede engañarlos y llevarlos por el mal camino; por lo tanto, si pecan serán castigados. Por otro lado, tenemos el concepto de esfuerzo, es decir, el perdón de Dios se debe ganar también con esfuerzo. 

El sexto grupo es uno de los más débiles pues su arrogancia los lleva a que sólo una cosa que les salga mal los derribe. En efecto, se debe reconocer que el hombre el imperfecto en muchos aspectos, y por lo tanto debe atenerse a esto; de lo contrario, será un hombre desdichado que a cada obstáculo se verá sufriendo. 

El séptimo grupo puede ser de los más dañinos porque son engañosos. Creen que por vestir y hacer ciertas posiciones de la religión musulmana pueden luego pensar que tiene poderes sobrenaturales. Este grupo no es dañino en general, pero pueden ser influenciados fácilmente. La verdad es que todo lo que hacen lo hacen por interés en ellos mismos. 


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Conclusión

Es aquí donde Al-Ghazali desata todo su descontento contra aquellos que dicen no creer en Dios y aquellos que son seguidores de Dios, pero no conocen sus leyes. Lo que me llamó la atención es que Al-Ghazali no ofreciera ningún ''remedio'' o ''solución'' para aquellos que no creían en Dios. En todo caso, él mismo dice que es una tarea difícil hacer que estos encuentre en el camino. Sigamos con los libros de Al-Ghazali y su filosofía religiosa.

sábado, 9 de diciembre de 2017

Al-Ghazali - La Alquimia de la Felicidad (Capítulo I: Las cualidades del corazón).

Uno de los tratados más importantes para el islam y la filosofía medieval. Fue escrito en un período muy difícil tanto en Arabia Saudita como en la vida de Al-Ghazali, donde las discusiones teológicas y filosóficas se hacían cada vez más agudas. En este tratado, Al-Ghazali trata de conciliar las dos posturas donde se habla de Dios, el alma y el hombre. Por lo demás, este tratado no está exento de misticismo pues pareciera tener mucho de todo. Veamos lo que nos da este filósofo árabe. 

Referencias:

(1) Es la típica denominación cuando se habla de sentimientos o empatía.

La Alquimia de la Felicidad


Capítulo I: Conocimiento del alma y cómo este es la clave para conocer a Dios

Solamente el hombre está dotado de alma y por lo tanto solo él puede entender y comprender a Dios en su complejidad. El hombre fue creado con dos cosas fundamentales: cuerpo y alma. Su alma es la que comanda el cuerpo, pues la materia no tiene voluntad propia a menos que tenga quien la comande. 

Siguiendo una lógica aristotélica, Al-Ghazali dice que la materia es todo aquello que no tiene cantidad ni forma, mientras que lo inteligible es todo aquello que tiene forma y cantidad. Si es así, entonces tenemos que decir que el alma es forma y por lo tanto no puede ser divisible; sin embargo, hay un espíritu que es divisible y ese es el de los animales no-racionales. El espíritu del hombre, que Al-Ghazali lo llama corazón(1), es el único que puede comprender a Dios y otras cosas inteligibles. 

Concepto de corazón

¿Podríamos situar la percepción, el reflejo, la memoria, el recuerdo y la imaginación en el corazón? No. No está situado en esa parte. Estas características pertenecen al cerebro, pero las características celestiales o angelicales las tiene el corazón. Por otro lado, todas las cosas del cerebro están sometidas al corazón, es decir, el corazón debe ser soberano en el cuerpo que es su reino. 

En este sentido, Al-Ghazali separa la espiritualidad de las acciones meramente mecánicas que la mente reproduce. En otras palabras, confronta el corazón y la razón. 

Esta es la misión del corazón pues toda parte que está diseñada por Dios tiene un propósito. El burro sirve para llevar cargas, si lleva sus cargas sin que se caigan y las lleva en perfectas condiciones, entonces su misión habrá sido alcanzada. 

Todo conocimiento, aunque sea un conocimiento formal y científico, es trivial y superficial comparado con los conocimientos del corazón. ¿A qué tipo de conocimientos nos referimos cuando hablamos de ''conocimientos del corazón''? a aquellos que les fueron dados a los profetas. Esto es evidente porque, aunque el hombre de Arabia nazca musulmán, mucho antes de él estaba los judíos y los cristianos, lo que comprueba que el movimiento del corazón se sostenía ya desde tiempos inmemoriables. El conocimiento del corazón es un conocimiento profético. 

Una prueba de que el corazón es el que manda es la realización del milagro. Todo lo racional no puede tener cabida en lo que es el milagro, pues todo lo milagroso corresponde al corazón y no a la razón. Esto se ve claramente cuando la razón no puede explicarse la resurrección o la curación de un ciego o de un enfermo terminal. 

Otra prueba de que el corazón es el que tiene dominio sobre el cuerpo, es la voluntad que el hombre tiene por sobre muchas cosas. Por ejemplo, la voluntad de ayunar es una acción realizada por el corazón. El cuerpo pide alimentación en las mañanas y es normal que el hombre tome el desayuno porque eso es la razón; pero, si este hombre está comprometido con Dios escogerá el ayuno y esto no lo hace por razón, sino que por voluntad. 

¿Dónde está la felicidad?

El enfado tiene placer en la venganza, el apetito sexcual tiene placer en el coito, el hambre tiene placer en la comida y el trago, mientras que el placer de conocer la verdad y la realidad está en el corazón. 

Así, como todo lo que es materia y racional es pasajero, el amor a Dios está en el corazón de todos los hombres, y este sería equivalente al amor a la verdad. 

Finalmente, incluso si uno quisiera investigar algo necesita amor para descubrir los secretos de lo que investiga. Lo que no tiene amor ni siquiera tiene interés ni motivación para ser investigado; por lo tanto, aquí tendríamos otra prueba para decir que el corazón está primero que la razón. 



Conclusión

Podríamos extrapolar todo lo que ha dicho Al-Ghazali con la obra de San Agustín de Hipona, diciendo que en vez de que fuera el corazón quien gobernara todo, para San Agustín sería la fe la que tendría las riendas. Me parece que es uno de los primeros tratados en donde vemos el símil del corazón, relacionándolo con algo más allá de sus funciones orgánicas. ¿Será que fue el primero en plantear esta asociación del corazón con el conocimiento de Dios? Sea como fuere, está a la vista que este tratado va en contra de las fuentes racionalistas de Platón, Aristóteles y Avicena quienes tenían por estándar la razón.  

Al-Ghazali - Resurgimiento de las ciencias religiosas (Libro X: División de los tiempos para las acciones).

Vamos a recabar a fondo en cada una de las acciones que todo musulmán debe hacer para adorar a Allah. Esta vez no vamos a ver solamente las acciones que pertenecen a los cinco pilares del Islam sino que también veremos las acciones cotidianas como levantarse, dormir y algunas otras prédicas que deben hacerse en cierta partes del día. Tendríamos un completo manual de las actitudes islámicas  si llegamos a este nivel de rigurosidad. Sin más contratiempo, veamos el último libro que nos ofrece Al-Ghazali

Resurgimiento de las ciencias religiosas


LIBRO X: DIVISIÓN DE LOS TIEMPOS PARA LAS ACCIONES

Dios no hizo el mundo para que el hombre se apropiara de él y sea el rey de todo sin restricciones. Al contrario, Dios puso al hombre para que este reuniera suficientes recompensas para tener un lugar en el Paraíso.

Sección I: Excelencia en la división del tiempo

Lo primero que debe tener en cuenta el musulmán es que sin Dios no hay salvación alguna. Se debe recordar a Dios día y noche predicando teniendo la mente unida y no dividida con otros pensamientos.

Tanto los años como los meses, las semanas y los días tienen cierta división incluso en sus puntos más específicos (día y noche). El hombre debe recordar rezar en cada momento del día, y de no poder hacerlo estará cada vez más lejos. 

De poder olvidar orar en gran parte de la noche, el hombre tiene hasta el último momento de la noche para poder orar.

Reglas para dormir

A lo que Al-Ghazali pone especial énfasis es que antes de dormir debe haber perfecta higiene de dientes. Ya habíamos visto en los primeros libros de este tratado la importancia de tener los dientes limpios, además de la utilización de los mondadientes. El agua debe estar lista al lado de la cama para que el hombre pueda despertar limpiándose.

No debe dormirse con una cama blanda, ya que el cuerpo viene de la tierra y finalmente es ahí donde irá a parar. Además, la posición de dormir debe hacerse con dirección a La Meca. 

Se debe tratar incluso de pensar en Dios mientras se duerme, pues el sueño es como la muerte y cuando el hombre se levanta es su resurrección. 

Sección II: Excelencia de la oración nocturna

Durante el mes del Ramadán se celebra lo que se conoce como ''Noche del Destino'' donde se reza toda la noche para invocar la piedad y la salvación del mundo. Es importante que el musulmán puieda rezar con más fervor que en otros tiempos, ya que en esa noche se decidiría el futuro del mundo el próximo año. 

Al-Ghazali recomienda dormir los primeros tercios de la noche y luego despertar para rezar, aunque él mismo reconoce que es muy difícil. Sólo algunos hombres podrán hacerlo.

Conclusión

Hemos llegado al último libro del tratado de Al-Ghazali sobre las ciencias religiosas, específicamente musulmana. Todo lo que se ha visto hasta esta parte del tratado han sido recomendaciones para los musulmanes, a modo de entrar en el paraíso y lo más importante: recordar a Dios todo el tiempo posible. Me parece que con mucha más fuerza se ve el recuerdo de Dios acá en el Islam que en alguna otra religión.