domingo, 17 de abril de 2022

Al-Kindi - Tres textos contra la infinitud del mundo

 


Ciertamente, la finitud del mundo ya quedó absolutamente probada en el texto anterior relativo a la Filosofía Primera, pero no es el único texto que nos habla sobre esta fascinante teoría de la finitud del mundo, sino que ahora estamos en presencia de tres textos que abarcan el mismo tópico. Se dice que estos son textos anteriores al de su conocida obra ''Filosofía Primera'', y por eso es que se lo trata después. Pero la verdad es que estos libros confirman de alguna forma la gran obra mayor de Al-Kindi. Veamos qué nos traen estos textos.

Referencias:

(1) Al parecer, cuando nos habla de costumbres se refiere a los axiomas cuyo contenido no necesita ser demostrado.



TRES TEXTOS CONTRA LA FINITUD DEL MUNDO

Sobre la quididad de lo que no puede ser infinito y lo que es dicho de ser infinito

Al-Kindi comienza advirtiendo ciertos supuestos sobre lo que puede y no puede ser infinito:

  1. Si una cosa es sustraída de otra, lo que queda es más pequeño que aquello que se sustrajo
  2. Si una cosa es sustraída de otra, cuando la parte sustraída es devuelta a su parte original, la cantidad es la misma antes de la sustracción
  3. Cuando las cosas combinadas son finitas, el resultado es finito
  4. Si hay dos cosas y una cosa es más pequeña que la otra, entonces la pequeña medirá la más grande o una parte de ella

De esto se deducen ciertas conclusiones lógicas que el mismo Al-Kindi nos ofrece:

  • Si de un cuerpo infinito se extrae un cuerpo finito, este será finito o infinito
  • Si el cuerpo extraído es finito, entonces el cuerpo producido de los dos es finito. Por lo tanto, será más pequeño de que lo sustraído. Sin embargo, dijimos que el cuerpo en primer lugar es infinito, luego algo finito fue sustraído de algo infinito y esto es una contradicción
  • Lo mismo ocurre si el cuerpo que se extrajo es infinito, pues este tendría que ser menor de lo extraído y así hay un infinito más pequeño que el que se sustrajo. Contradicción imposible
  • Lo mismo se extrae del tiempo, pues si el tiempo puede dividirse entonces tiene partes y por lo tanto, es infinito, pero solo en potencia y no en acto. Por lo demás, el tiempo es movimiento y así se justifica que exista movimiento en este mundo.
  • Si existe el movimiento, entonces también existen los cuerpos
  • El tiempo, el movimiento y el cuerpo son finitos
  • El mundo esta compuesto de tiempo, movimiento y cuerpo, por lo tanto el mundo es finito

Por lo tanto, así como el tiempo pertenece al mundo, entonces el tiempo es finito.


Sobre la unidad de Dios y la finitud del cuerpo del mundo

Para probar esta serie de cuestiones, Al-Kindi recurre a los mismos axiomas establecidos anteriormente.

  1. Si una cosa es sustraída de otra, lo que queda es más pequeño que aquello que se sustrajo
  2. Si una cosa es sustraída de otra, cuando la parte sustraída es devuelta a su parte original, la cantidad es la misma antes de la sustracción
  3. Cuando las cosas combinadas son finitas, el resultado es finito
  4. Si hay dos cosas y una cosa es más pequeña que la otra, entonces la pequeña medirá la más grande o una parte de ella


Luego sus consecuencias

  • Si de un cuerpo infinito se extrae un cuerpo finito, este será finito o infinito
  • Si el cuerpo extraído es finito, entonces el cuerpo producido de los dos es finito. Por lo tanto, será más pequeño de que lo sustraído. Sin embargo, dijimos que el cuerpo en primer lugar es infinito, luego algo finito fue sustraído de algo infinito y esto es una contradicción
  • Lo mismo ocurre si el cuerpo que se extrajo es infinito, pues este tendría que ser menor de lo extraído y así hay un infinito más pequeño que el que se sustrajo. Contradicción imposible


En consecuencia, se prueba que no puede existir un cuerpo infinito. Todas las cosas predicadas de aquello que es finito es finito. 

Ahora bien, el cuerpo del universo puede ser incrementado infinitamente en la imaginación. Si esto es así, entonces el universo es infinito en potencia, no en acto, ya que la potencialidad tiene que ver con la posibilidad de ser algo en la existencia. Como el infinito en acto no es potencia, entonces no existe un infinito en potencia, pues este no podría incrementarse infinitamente, condición sine qua non del infinito. Además,  el mundo está sometido al tiempo y el tiempo es movimiento, no existe tiempo si no existe movimiento. En consecuencia, el mundo es finito. 

Movimiento

El movimiento es un cambio de estado. Cuando el lugar de todas las partes de un cuerpo cambia, entonces su lugar también cambia. Cuando su margen cambia, entonces se acerca o se aleja más del centro. Si cambia la sustancia, entonces se produce la generación o la corrupción. Todo cambio mide la duración de lo que cambia, principalmente el cuerpo. 

Creación

El cuerpo es necesariamente creado. Lo que es creado es creado por un creador, y el creador y el creado están relacionados. El creador debe ser uno o muchos, si es muchos es compuesto si es uno es simple. 

Si es múltiple, entonces podremos decir que el creador y lo creado tienen semejanza de ser múltiples. Si vamos a la búsqueda del primer creador (o agente) nos encontraremos que siempre será múltiple (si se entiende que el creador de lo creado es múltiple). Sin embargo, si tenemos un creador del creador múltiple, dicha multiplicidad procederá hasta el infinito (en potencia). Esta cadena infinita de agentes no termina y en consecuencia nada podría producirse, cayendo en una contradicción imposible.


Epístola a Ahmad ibn Muhammad al-Hurasani sobre la finitud del cuerpo del mundo

Al-Kindi comienza esta carta a Ahmad ibn Muhammad al Hurasani diciendo que el mejor elemento para demostrar algo es utilizando la ''costumbre''(1). Esto es porque la costumbre no necesita ser demostrada, y así podemos, sin necesidad de utilizar demostración, verificar la finitud del mundo. 

Convenciones terminológicas

Antes de ver las razones de la finitud del cuerpo del mundo, hay que analizar ciertas convenciones terminológicas. 

Magnitud: 

Implica tres cosas: 

  • Longitud
  • Altura
  • Profundidad

Para Al-Kindi, el sinónimo de magnitud es básicamente el cuerpo. 

Magnitudes homogéneas:

Estas son clasificadas en tres

  1. Toda línea
  2. Toda superficie
  3. Todo cuerpo

Para el género de las líneas aplican todas líneas, pero no todas las superficies ni cuerpos. El género de cuerpos aplica a todos los cuerpos, pero no a las líneas y a las superficies. Pero el género de los cuerpos es la magnitud que comprende tanto la línea, la superficie y el cuerpo. Por lo tanto, las magnitudes homogéneas son aquellas que caen en uno de los géneros de la magnitud, esto es, la línea la superficie o el cuerpo. 

Ninguna magnitud que sea más grande que otra son iguales. 

Por ejemplo: 

  • Dos magnitudes: A y B
  • A y B son iguales
  • Si no son iguales, entonces A es más grande que B
  • Dejemos que A sea más grande que B
  • Entonces, A y B son desiguales
  • Pero se dijo que eran iguales
  • Por lo tanto, si en un principio son iguales no pueden ser desiguales
  • Conclusión: son iguales

Cuando una magnitud del mismo género es añadido a un género homogéneo, a saber, magnitudes iguales, el resultado es desigual. Este es un juicio verdadero. Si fuera que lo añadido fuera igual cuando se une a la magnitud homogénea, entonces habría un juicio erróneo.

Por ejemplo:

  • Dos magnitudes: A y B
  • A y B son iguales
  • C es homogénea a A y B
  • C es añadida a A. 
  • Entonces AC es más grande que B
Esto es necesariamente así, de otro modo...
  • Dos dimensiones: A y B
  • A y B son iguales
  • C es homogénea a A y B
  • C es añadida a A
  • Entonces AC es más grande que B
  • Porque si B es igual a AC
  • Entonces, A es igual a AC
  • Sin embargo, A es parte de AC 
  • Entonces, A, que es una parte es igual que AC, el todo
  • Absurdo imposible
  • Entonces B no es igual a AC

En otro caso...

  • AC es menor que B
  • Pero B es igual a A
  • A es más grande que AC
  • Luego la parte es más grande que el todo


En consecuencia, AC es más grande que B que era aquello que se quería demostrar.

Por lo tanto, cuando una magnitud del mismo género es añadida a otra magnitud, la suma es la resultante de una magnitud más grande. Es así que dos magnitudes finitas no pueden dejar de ser finitas. Así, no existen dos infinitos. 

Ahora, por medio de otro silogismo Al-Kindi se propone ver que cuando una magnitud de un determinado género se une a otra de un género cualquiera, el resultado es que estas son más grandes que cualquiera otra magnitud. Pero es imposible que esto pueda pasar con dos magnitudes ''infinitas'' (si esto es posible). Veamos un ejemplo. 

Por ejemplo:

  • Tenemos la línea AB y CD ambas son infinitas
  • Es imposible que una sea más grande que la otra, ambas son iguales
  • Si fuera el caso, dejemos que AB sea más grande que CD
  • Entonces, AB es más grande que CD
  • AB sería un múltiplo de CD o bien CD con algo más de cantidad
  • Si AB es un múltiplo de CD, entonces CD mide numerosas veces a AB
  • Si CD es algo con más cantidad, entonces CD mide una parte de AB, nombremos a esta parte AF
  • Luego, tengamos una parte que mida CD, o una parte igual a los múltiplos de CD y llamemos a esta parte EF
  • Así, la parte infinita que era AB es finita porque puede medirse por EF
  • Lo que es finito es igual a lo finito, por lo tanto CD es finito
  • Sin embargo, habíamos dicho que CD sería infinito. Contradicción imposible

Las magnitudes homogéneas que son finitas tienen una suma finita, no infinita. Veamos un ejemplo de esto para probarlo.

Por ejemplo

  • Dos magnitudes finitas A y B
  • Supongamos que la suma de ellas hace una magnitud infinita
  • Dibujemos una línea C igual a una magnitud A
  • Dibujemos una línea D igual a una magnitud B
  • CD es igual a la suma de AB
  • Hagamos de CD líneas que se extienden infinitamente 
  • En ese caso, la suma de C y D daría como resultado, supuestamente, una magnitud infinita

Una magnitud infinita no decrece si se le sustrae un intervalo

  • Quitemos a CD una magnitud finita igual a A como sería C
  • Quitemos a CD una magnitud finita igual a B como sería D
  • Si quitamos C, entonces queda D
  • Si sustraemos D, nada queda
  • Por lo tanto CD es finito

Imposibilidad de que el cuerpo infinito exista

Para Al-Kindi, no es posible que un cuerpo infinito exista. Muchos imaginan que al infinito puede quitarse alguna parte del mismo usando la imaginación; por ejemplo, usando la forma, un círculo, o cualquier figura. 

Si esta figura imaginaria fuera sustraída de una magnitud infinita, entonces tenemos dos opciones: es de magnitud finita o infinita. 

  • Si fuera finita, sería la suma de dos magnitudes
  • Todo lo finito es finito
  • Si fuera infinita, entonces la parte sustraída sería igual de infinita que la primera magnitud infinita. Contradicción imposible

En consecuencia, no solo en la realidad el cuerpo no puede ser infinito, sino que en la imaginación también se da tal contradicción.

Al-Kindi da gracias a Dios y termina la epístola aconsejando no dejarse llevar por el comentario falso de otros intelectuales. Al-Kindi asegura a al-Hurasani que la prueba matemática basada en axiomas son las más claras y simples, además de ser intermedias entre la sensación y el intelecto.

Conclusión

Realmente es increíble la facilidad con que Al-Kindi demuestra la finitud del mundo en base a estos axiomas que simplemente, no tienen verdadera prueba en contrario (al ser estructuras que no necesitan demostración). Si bien la lógica es la misma a lo largo de sus textos, la verdad es que este tipo de pruebas es suficiente para despejar las dudas. Tendremos que seguir viendo que nos dice este interesante filósofo sobre otros aspectos del saber.

lunes, 11 de abril de 2022

Al-Kindi - Sobre la Primera Filosofía

Es uno de los primeros tratados del filósofo Al-Kindi. Lamentablemente, muchas de sus obras no llegaron hasta nuestros tiempos, pero algo tenemos que nos puede servir en el intento de conocer el pensamiento del filósofo. Sobre la Primera Filosofía es una de las primeras obras del filósofo musulmán la que nos sugiere un título absolutamente aristotélico, y en efecto, así debemos entender la obra toda de Al-Kindi. Veamos de qué se trata esta gran obra. 

Sobre la Primera Filosofía


PRIMERA SECCIÓN: LA FILOSOFÍA Y LOS FILÓSOFOS

La filosofía como verdad

Lo primero que nos dice Al-Kindi es que entre las artes, la filosofía es una de las más nobles en grado, cuya definición es la siguiente:

''El conocimiento de las cosas como son en realidad, en lo posible para el hombre''

En consecuencia, una vez practicada la filosofía se encuentra la verdad y quien la encuentre debe actuar de acuerdo con la misma. Esta actividad no es perentoria, pues una vez se encuentra la verdad el investigador debe parar. La verdad no se encuentra si no se encuentra una causa, y la causa de la existencia de cada cosa es su verdad. Todo lo que tiene ser tiene verdad. Por lo tanto, si los seres existen, entonces necesariamente son verdaderos. 

Causas

Al-Kindi reconoce las cuatro causas aristotélicas, pero junto con estas causas surgen también cuatro preguntas esenciales en cuanto a los seres:

  • ¿Si?: se pregunta por el ser
  • ¿Qué?: se pregunta por el género. Equivale al conocimiento de la materia
  • ¿Cuál?: se pregunta por la especie. Equivale al conocimiento de la forma
  • ¿Por qué?: se pregunta por la causa final


Cuando se tiene el conocimiento tanto del género, de la especie y la causa final se tiene en consecuencia la definición. La realidad (haqiqah) de todo lo que está definido está en su definición. Bajo esta perspectiva, bien se puede decir que la Primera Causa es la Primera Filosofía porque todo el conocimiento de la Filosofía está contenida en la misma

Quiénes consiguen la verdad

Al-Kindi nos dice que no todos son capaces de encontrar la verdad, aunque sean muy estudiosos. Sin embargo, a pesar de los errores que pudieran cometer ciertos filósofos, hay que rescatar aquellas pequeñas piezas de verdad que tratan de conocer un poco más la verdad. 

Nunca hay que despreciar la verdad aunque sea un poco de esta, pues la verdad, provenga de donde provenga, no deja de ser la verdad y por lo tanto toda contribución a ella debe ser aceptada. 

Al-Kindi defiende a los filósofos de las criticas que se les hacen por parte de los religiosos de su tiempo. Critican a los filósofos por ser especuladores ''dormidos en sus laureles''; cosa que Al-Kindi no aprueba en lo absoluto. De acuerdo con Al-Kindi, el filósofo es un buscador de la verdad, y por lo tanto quien desprecia la verdad no debe ser más que un envidioso o un incrédulo. 

Quien conoce la verdadera naturaleza de las cosas, vale decir, su virtud, su unidad, todo su beneficio y cómo obtenerlo, se protege de toda ignorancia y de todo daño. Para alcanzar todo esto hay que observar lo que los verdaderos profetas trajeron de Dios, y así comprender la realidad. Por eso, todos aquellos que pongan sus esfuerzos en conocer la verdad merecen reconocimiento en proporción.


SEGUNDA SECCIÓN: PERCEPCIÓN, SENTIDO E INTELECTO

La percepción humana es de dos tipos:

Cercana a nosotros pero lejos de la naturaleza (sentidos)

En este caso, Al Kindi se refiere a los sentidos, es decir, son lo más cerca que tenemos y están sometidos a gradación; al más y al menos, al igual y a lo desigual, a lo similar y a lo disimilar, etc. Están sometidos al devenir. Sin embargo, lo que se extrae de ellos es la imagen que se tiene de los mismos, imagen que es producida por la imaginación, que a su vez es transmitida a la memoria. El sentido, entonces, es reservado e imaginado en el alma de la cosa viva. 

Y a pesar de que esté lejos de la naturaleza, la imaginación esta muy cerca del sujeto. Todas las cosas sensibles tienen materia y por lo tanto ellas solo pueden ser percibidas por otro cuerpo o materia. 

Cercana a la naturaleza pero lejos de nosotros (el intelecto)

El otro tipo de percepción es aquella que está lejos de los sentidos pero más cerca de la naturaleza: el intelecto. 

Por lo tanto, la percepción consiste en dos conceptos: sentido e intelecto. De esta forma, las cosas que se perciben pueden ser universales o particulares.

Por universal se entiende el género que pertenece a tal especie y las especies que pertenecen a cierto individuo. Por particulares se entiende el individuo que está en la especie. Los individuos y particulares están sometido a los sentidos, pero el género y la especie no, aunque sí están sujeto a un poder, por ejemplo, la palabra humano designa a un poder que sería el intelecto.

Si los particulares son percibidos por los sentidos, estos serán representados por imágenes, al contrario, el intelecto no será representación de nada; por ejemplo, la verdad del alma no es posible representarla con una imagen, pues este principio (el alma) no tiene color, sonido, sabor, hedor ni cualquiera otra cualidad tangible. Solo puede ser entendida a través del intelecto. 

Igualmente, aquello que no tiene materia puede ser percibido por aquello que sí tiene materia; por ejemplo, la forma puede ser percibida por el color, porque ésta sería el límite de éste último. En este sentido, Al-Kindi nos dice que la percepción del límite de una cosa (cualquiera que esta sea) es una percepción intelectual, ya que de esta se deduce la forma. Es una percepción intelectual que ocurre por medio de los sentidos. 

Ahora bien, existen cosas que no pueden ser percibidas en absoluto, este sería el caso de aquello que no es vacui o espacio vacío (فارغ) ni plenum o cuerpo (الجسم). Si bien esto no puede ser percibido en absoluto por los sentidos, el intelecto reconoce este fenómeno necesariamente.

El vacío en absoluto es imposible de percibir, pues si hablamos de algo ese algo necesariamente debe estar en un lugar. Como el lugar ya es algo y el vacío designa necesariamente un lugar, es imposible que podamos hablar en estos términos, pues el vacío no está contenido en nada. En consecuencia el vacío absoluto no existe.

En cuanto al plenum, este no puede existir indefinidamente porque su naturaleza es la finitud. Por lo tanto, más allá del plenum no existe la finitud, porque de existir otro plenum se seguiría otro inmediatamente, y luego otro, y así hasta que el plenum necesitará de un infinito en acto (el cual no existe como se demostrará después). El cuerpo del universo no tiene plenum más allá de este, y tampoco tiene vacío más allá del mismo. Esto es absolutamente necesario y el alma no puede darse una imagen de aquello, pero el intelecto sí puede entenderlo.

Conocimientos que sobrepasan la naturaleza

Existe un conocimiento que sobrepasa todo entendimiento. Estos pueden ser entendidos por el intelecto, pero muchos lo hacen a través de las imágenes y caen en confusión. Es el caso de los niños que no comprenden ciertos conceptos que sí manejan los adultos y que por tratar de comprenderlos, caen en confusiones.

Por un lado tenemos el conocimiento de la naturaleza que es

''aquella investigación de todo lo que se mueve''

Por lo tanto, si la naturaleza pertenece al cosmos (al mundo) ¿Cuál será su contraparte? el mundo superior, y en consecuencia, la investigación que se emprende sobre ese mundo es aquella de todo lo que no se mueve.

La demostración en el estudio

De acuerdo con el filósofo, existen cosas que pueden demostrarse, pero existen otras que no exigen demostración. En efecto, Al-Kindi nos dice que existen demostraciones, evidentemente, pero en la demostración no puede haber otra demostración porque se entraría en una cadena infinita. 

En consecuencia, en el estudio de cada cosa debemos desligarnos de ciertas disciplinas como son las matemáticas, la teología, las generalidades del pensamiento, los principios de las ciencias naturales, la demostración de la retórica y la demostración de los principios.

Entonces ¿de qué nos apoyaremos? Al-Kindi nos dice que debemos apoyarnos de axiomas que como sabemos, son aquellas reglas que no necesitan demostración. 

Lo eterno

Estos son los axiomas con respecto a lo eterno

  1. El ser eterno no tiene antes
  2. Lo eterno no tiene causa
  3. Lo eterno no tiene sujeto
  4. Lo eterno no tiene predicado
  5. Lo eterno no tiene agente
  6. Lo eterno no tiene explicación
  7. Lo eterno no tiene género (porque si tiene tiene especie)
  8. Lo eterno no se corrompe
  9. Lo eterno no cambia
  10. Lo eterno no tiene transición

Comprendidas todos estos axiomas, entonces debemos decir que lo eterno es perfecto. 

Ahora, Al-Kindi nos dice que ninguna cosa que tenga cantidad o cualidad puede ser infinita en acto. Recordemos que el infinito en acto es aquel infinito presente que no tiene comienzo ni fin, en cambio, el infinito en potencia es aquel que si bien tiene un comienzo, no tiene fin. 

Veamos algunas premisas que se desprenden de esto:

  • Todos los cuerpos de los cuales uno no es mayor que el otro son iguales;

  • Cuerpos iguales son aquellos en que las dimensiones entre sus límites son iguales en actualidad y potencialidad;

  • Lo finito no es infinito;

  • Cuando un cuerpo se añade a un cuerpo igual, se convierte en el mayor de ellos, y más grande de lo que había sido antes de que ese cuerpo se le añadiera;

  • Siempre que se juntan dos cuerpos de magnitud finita, el cuerpo que resulta de ambos es de magnitud finita, siendo esto necesario en toda magnitud así como en todo objeto que posee magnitud;

  • La menor de cada dos cosas genéricamente relacionadas es inferior a la mayor, o inferior a una parte de ella.


De esto se deducen ciertas conclusiones lógicas que el mismo Al-Kindi nos ofrece:

  • Si de un cuerpo infinito se extrae un cuerpo finito, este será finito o infinito
  • Si el cuerpo extraído es finito, entonces el cuerpo producido de los dos es finito. Sin embargo, si el cuerpo es infinito, entonces este sería ambos, finito e infinito (lo cual es imposible)
  • En efecto, cuando se extrae de un cuerpo infinito una parte infinita, entonces las dos tienen límites, o una es más grande que la otra y de ahí se siguen equívocos imposibles
  • Lo mismo se extrae del tiempo, pues si el tiempo puede dividirse entonces tiene partes y por lo tanto, es infinito, pero solo en potencia y no en acto. Por lo demás, el tiempo es movimiento y así se justifica que exista movimiento en este mundo.
  • Si existe el movimiento, entonces también existen los cuerpos
  • El tiempo, el movimiento y el cuerpo son finitos
  • El mundo esta compuesto de tiempo, movimiento y cuerpo, por lo tanto el mundo es finito


Por lo tanto, así como el tiempo pertenece al mundo, entonces el tiempo es finito.


TERCERA SECCIÓN: CAUSA Y GENERACIÓN DE LA PROPIA ESENCIA

Existencia y causa

Algo no puede ser la causa de su propia generación de su esencia. Por ''generación de la esencia'', Al-Kindi nos quiere decir el ser traído a la existencia sea de algo o sea de la nada, pero en otros contextos, generación quiere decir traer algo a la existencia por medio de algún particular. 

Ahora bien, si tenemos un no-ser y una no-esencia, esto significa no tenemos ni un ser ni una esencia. Sin embargo, la nada no es causa ni efecto de nada; por lo tanto, ciertamente nada existe si tanto el ser como su esencia son no-ser.

El resultado es el mismo si tenemos un no-ser y una esencia porque si no hay ser no hay nada. En consecuencia, podríamos decir que Al-Kindi cree que la existencia precede a la esencia; si no hay existencia no hay esencia. 

Por otro lado, algo similar ocurre si el ser y la esencia son un ser, pues entre el ser y la esencia debe haber una diferencia para que pueda existir una generación. En este sentido, la existencia es causa y la esencia es efecto, en efecto, si la existencia y la esencia fueran lo mismo, entonces no habría generación, si ambas son causa y efecto nada puede generarse. 

Significados

Cada declaración también tiene una lógica de existencia: es decir, existe o no existe tal declaración, tiene significado o no tiene significado. Todo aquello que es una declaración tiene significado o no, y todo significado debe ser universal o particular. Luego los universales deben ser esenciales o no esenciales.

Concepto de esencia

¿Qué se entiende por esencial? Al-Kindi nos dice que por esencial entendemos aquello que subsiste (صمود). Si la esencia de la cosa existe, la subsistencia del ser se mantiene estable y perdura. Si la esencia deja de existir, entonces finalmente el ser se destruye o se corrompe. 

Al-Kindi nos da un ejemplo:

La vida misma: el ser vivo subsiste y persiste a través de la esencia y esta se destruye o se corrompe a través de la ausencia de la esencia. En consecuencia: 

''La vida ese esencial para el ser vivo'' 

Lo esencial es llamado sustancial porque hace que la causa de la cosa subsista. A su vez, lo substancial debe ser algo que reúne o distingue; reúne porque agrupa muchas cosas y se distingue porque tiene especiales características que diferencian uno de otro.

Por otro lado, tenemos las cosas que no son esenciales que en un principio pueden existir, pero después cesan de existir. Estas cosas son los llamados accidentes que también pueden ser divididos en substanciales y accidentales. 

  • Substanciales: género, forma, individuo y diferencia
  • Accidentales: el resto de las categorías

Con respecto a la Unidad, Al-Kindi nos dice que toda la unidad versa sobre todo aquello que está unido, y aquello que no es muchos. Los individuos o son naturales tales como animales, plantas y otros parecidos, o como artefactos como podría ser una casa. La casa es unida por naturaleza, pero su orden es unido accidentalmente.

El Uno es dicho de todo y de la parte, de lo Entero y de lo algo. Algunos piensan que no hay diferencia entre el entero y la parte, que son similares o disimilares surge la discusión. Por ejemplo, se dice ''toda el agua'', como está compuesta de partes similares se dice ''toda el agua''. En contraste, con el cuerpo decimos ''todo el cuerpo'' aunque sus partes son disimiles (piel, huesos, carne, etc). Sin embargo, Al-Kindi adhiere a la idea de que lo entero es de partes diferentes, porque Entero es dicho de agregación de cosas distintas que luego se unen. En cambio, el ''Todo'' nos habla de la unión de cualquier cosa que sea homogénea por eso se dice ''Toda el agua'' y no ''el entero de agua''. Lo mismo pasa con la parte y el algo; la parte es aquello que mide el todo y por lo tanto, esta medición del todo se hace en partes iguales, mientras que lo algo no mide el todo sino que el Entero y por lo tanto sus partes son disimiles. 

Unidad real y unidad aparente en ciertos conceptos

El género está en todas las especies porque comprende a cada una de las especies sinónimamente, y las especies está en todos los individuos. Sin embargo, los individuos son solamente uno por convención, porque la verdad es que esencialmente son divisibles. Una cosa es decir que los individuos son divisibles esencialmente y no esencialmente. Y no lo es esencialmente porque el individuo tiene una causa, como es causado algo fue impreso en él y así su unidad es solamente aparente. Los individuos están compuestos de múltiples partes y por este motivo son esencialmente divisibles y unidos solo por accidente. En otras palabras, el individuo puede ser entendido como la unidad de una casa. Los accidentes solo ocurrirían en aquellos seres que tienen accidentes. 

El Género designa muchas cosas diferentes en especie y revela la Mahiyya (quididad). A pesar de esto, para Al-Kindi el género es múltiple. Cada una de las especies es lo que es y cada especie tiene individuos por lo que dentro de ella se da la pluralidad. En consecuencia, ninguna de estas cosas es verdaderamente una. 

La diferencia designa muchas cosas diferentes por especie y revela la cualidad de cada cosa. En efecto, como se puede saber la cualidad también es esencialmente múltiple puesto que la diferencia también tiene una impresión. 

En los accidentes propios y comunes, siguiendo la misma lógica, tampoco tendría una unidad esencial. Existen en muchos individuos y además comprenden una moción (haraka) y la moción es esencialmente divisible. 

El Todo también sería esencialmente divisible porque dentro de él están sus partes y cada parte es género de una especie y cada especie lo es de un individuo. Por lo tanto, el todo también carecería de unidad. 

Lo mismo equivale para las partes y accidentes de cualquier tipo. 

Como hemos podido ver, en ninguna de estas cosas se encuentra la unidad por esencia. Sin embargo, las partes o los accidentes están esencialmente unidos a ciertas cosas, no podrían ser accidentalmente unidas si no existiese una unidad esencial. En consecuencia, no son esencialmente unidad, pero tienen algo que las une a una unidad esencial.

Origen de la unidad y la multiplicidad

Los términos tampoco serían apropiados para formar una unidad, pues los términos en sí mismos tienen multiplicidad. Ahora, como todos los términos son distintos, entonces todos participan de esta distinción como si fuera una especie de unidad. En consecuencia, la multiplicidad necesita de unidad para entenderse a sí misma, si no la tuviera sería incomprensible.

Pero eso no es todo, Al-Kindi nos dice que dentro de la unidad también existe la multiplicidad; por lo tanto, es imposible que exista multiplicidad sin unidad ni unidad sin multiplicidad. Pero entonces, si ambas conviven entre sí deben tener una causa, si ambas existen deben tener una causa. 

En consecuencia, lo que debe ser anterior a la unidad y a la multiplicidad es la causa misma. En efecto, la unidad y multiplicidad que comparten géneros y especies no son anteriores unas a otras. El género del hombre o de un caballo no es anterior el uno del otro, ambos son simultáneos. 

Ahora bien, la causa debe ser unidad o multiplicidad. Si es múltiple, entonces se entiende que tiene unidad porque la multiplicidad es una unión de unidades. Sin embargo, si esto se sostiene, entonces también se sostiene que una cosa es causa de sí misma, y así una cosa sería otra cosa que sí misma. Por lo tanto, la causa no es múltiple y por este argumento se dice que la causa es una sola. 

Así, se deduce que la primera causa es una sola, pero la unidad también existe en las cosas causadas.

CUARTA SECCIÓN: UNIDAD VERDADERA Y UNIDAD METAFÓRICA


Antes de resolver esta importante incógnita, Al-Kindi se propone aclarar ciertas cuestiones. Veamos las siguientes palabras:

  • Grande
  • Pequeño
  • Largo
  • Corto
  • Mucho
  • Pocos

Todas estas palabras no pueden ser entendidas si no tienen una relación con algo. Si lo grande o lo pequeño en términos absolutos existiera, entonces el infinito no podría ser concebible de ninguna forma. Y si existiera algo grande en términos absolutos, entonces nada más podría ser más grande que aquello. 

Por otro lado, si pensamos en que lo grande en términos absolutos existe, bien podemos pensar que lo doble en términos absolutos también existe, y que éste mismo doble dobla a lo grande absoluto. Pero no hay nada más grande que lo grande en absoluto, y así lo grande en absoluto sería todo y parte a la vez. 

Ahora si resulta que lo doble absoluto no es más grande que lo grande en absoluto, entonces quiere decir que es igual lo cual sigue a un absurdo. Por lo tanto, no hay un grande absoluto ni tampoco un pequeño absoluto. 

Lo mismo ocurre con lo poco y lo mucho, solo que serían cantidades discretas. 

Donde no está lo uno (¿y la unidad?)

El uno no es dicho en relación a algo más y en ese caso no tiene materia porque no puede dividirse ni tampoco forma porque no tiene género ni especie. Tampoco sería el alma, porque el alma tiene impreso el movimiento. Nuestra alma se mueve con nosotros y en consecuencia, es divisible. Por lo tanto, la unidad tampoco estaría en el alma. 

Podría pensarse que el intelecto sea unívoco y por eso fuera uno, pero la verdad es que si el intelecto (material) está en el alma, no hay ninguna posibilidad de que sea uno. Tampoco lo sería el intelecto en acto porque este intelecto abarca otras cosas que no son él mismo. 

En el vocabulario tampoco podría ser posible encontrarla, a pesar de que se encuentre un término común para muchas cosas. 

Por ejemplo, Al-Kindi nos habla sobre el concepto común de las palabras cuchillo, daga y espada. Estas palabras son sinónimos de ''hierro para matar'' y posteriormente se puede decir que ellas son una por el sinónimo que las abarca. Sin embargo, de acuerdo a Al-Kindi, el concepto de ''hierro para matar'' sería la materia de estos tres conceptos. La materia es divisible y por lo tanto es múltiple, además que de los nombres que se extraen de la misma también son múltiples. 

Por otro lado, incluso la materia remota es susceptible de división toda vez que esta puede ser dividida necesariamente, y también desde el punto de vista de la materia misma.

La unidad tampoco se refiere a la indivisibilidad porque esta tiene que ver con aquellas cosas que son o van a ser divididas.  Es decir, para Al-Kindi la indivisibilidad puede ser actual o potencial, pero aquello que es actual también puede estar en potencia; por lo tanto, no hay verdadera unidad. 

En conclusión, ninguno de estos términos es un verdadero uno:

  • Materia
  • Género
  • Especie
  • Individual
  • Diferencia
  • Accidentes
  • Movimiento
  • Alma
  • Intelecto
  • Términos
  • Entero

A pesar de que todos estos términos atañen a mantener unidos otros conceptos, su multiplicidad no deja de existir. Y bajo este respecto, ¿podríamos decir que la unidad es el verdadero Uno que se busca? De acuerdo con Al-Kindi, la unidad tampoco es Uno. ¿Por qué? porque la unidad es un elemento accidental, no esencial de cada cosa. La unidad une la multiplicidad y eso significa que dentro de ella, lleva la multiplicidad y en tanto la lleva puede ser dividida. 

Lo verdaderamente Uno es aquello que es esencialmente Uno, que no admite ninguna multiplicidad cualquiera que esta sea. Ahora bien, lo más parecido al Uno es la unidad de las cosas, que hace que todas las cosas sean una. Pero quien creó dicha unidad, lo que hace que las cosas sean unidas, es el verdadero Uno. La causa de la Unidad es el Uno y todo lo que recibe unidad es causado. 

La unidad es un requisito de existencia para la multiplicidad y por lo tanto para todos los seres. Esta unidad es dada por el Uno que tiene las siguientes características:

  • Dador
  • Originador
  • Poderoso
  • Soportador

Como el dador ''da'' la existencia, entonces todo lo que tiene unidad es múltiple y creado. La unidad es otra cosa del Uno porque la unidad es un efecto no una causa. 

Críticas de Ibn Hazm

La eternidad del mundo

Una de las grandes críticas la realiza Ibn Hazm quien cuestiona las conclusiones de Al-Kindi, pues si el mundo material tiene como límite la eternidad, entonces ¿Cuál es el margen de la eternidad? esto es contrario a lo que se puede pensar pues la eternidad no debería tener límites.

Por otro lado, ¿Cómo se entiende ese límite? ¿estará en reposo o en movimiento? si el mundo tiene un margen de movimiento ¿Cómo se concilia con el margen de la eternidad?

Causalidad de los seres

Más que una crítica esta sería una aclaración o añadido que realiza Abd Rabbih al-Andalusi, quien señala que Al-Kindi no debe olvidarse de que si bien Dios creó todo, también dejó que otro seres se dejen impulsar por otros. Por un lado, Dios determinó la constitución del mundo, pero los seres particulares tienen la voluntad para impulsar a otros seres. 

Conclusión

Este es el trabajo más elaborado y más grande que ha tenido Al-Kindi, pues el resto de los trabajos se consideran obras menores. A pesar de ser un pequeño tratado, la verdad es que es bastante iluminador con respecto al concepto de Unidad que por cierto, no es en lo absoluto aristotélico, aunque todo se guía por conceptos aristotélicos. La verdad es que la búsqueda de la absoluta unidad sigue siendo caminada para volvernos a encontrar con algo interesante. 

martes, 29 de marzo de 2022

Al-Kindi (الكندي) - Vida y obra (801 - 873)



Abu Yusuf Yaqub ibn sḥaq aṣ-Ṣabbaḥ al-Kindi, más conocido como Al-Kindi, fue uno de los primeros filósofo musulmanes, y de hecho fue conocido como el padre de la filosofía musulmana. Después de algunos siglos de teología con la escuela de los mutazilitas, el islam recibe la influencia de la cultura griega sin dejar de lado su propia cosmovisión del mundo. No obstante, algunos pensadores comienzan a especular sobre las cuestiones más diversas, incluyendo a Dios y toda su creación. Un filósofo profundamente inspirado en Aristóteles y la teología negativa que veremos en las siguientes paginas de filosofía

AL-KINDI

VIDA Y OBRA

Es difícil establecer la fecha exacta en la que nació Al-Kindi, pero no hay duda de que sirvió al Califa Al-Mamun al final de su mandato en el año 833, y también fue relacionado con el sucesor de Al-Mamun, Al-Mutasim. Por lo tanto, se deduce que nació en Kufa y estudió en Basora y Bagdad, ganando una gran reputación. 

Fue el hijo del gobernador de Kufa, Irak, y por lo tanto fue descendiente de la Tribu Kinda que se ubicaban en el sur de Arabia que a su vez había emigrado de Yemen.

Educación

En Basora y finalmente en Bagdad, le enseñaron el Corán, las matemáticas, la gramática y la literatura árabes, el fiqh (jurisprudencia islámica) y el kalam (teología especulativa) y los idiomas griego y siríaco. Era conocido por su hermosa caligrafía y más tarde fue empleado como calígrafo por al-Mutawakkil. Al-Qifti, un bibliógrafo islámico medieval, informó que Al-Kindi era experto en las artes de los griegos, los persas y los hindúes. 

El Califa al-Mamun nombró a Al-Kindi para la Casa de la Sabiduría (Bayt al Hikma) en Bagdad, un centro para la traducción de textos filosóficos y científicos griegos, establecido por el padre de Mamun, Harun al-Rashid, que se convirtió en el centro abasí para el desarrollo intelectual. Al-Mamun construyó una biblioteca de importantes manuscritos recopilados de Bizancio y también estableció observatorios en la Casa de la Sabiduría, donde los astrónomos musulmanes podían aprovechar conocimientos anteriores. Al-Kindī trabajó con al-Khwarzimi y tres matemáticos, los hermanos Banu Musa.

Al-Mamun murió en 833 y fue sucedido por su hermano al-Mutasim, quien empleó a al-Kindī como tutor de su hijo Ahmad. Al-Mutasim murió en 842 y fue sucedido por al-Wathiq quien, a su vez, fue sucedido como califa en 847 por al-Mutawakkil. Bajo ambos califas, al-Kindī sufrió persecución, ya sea por discusiones internas y rivalidad entre los eruditos de la Casa de la Sabiduría, o por la intolerancia de al-Mutawakkil hacia los musulmanes no ortodoxos. En un incidente, al-Kindī fue golpeado y su biblioteca confiscada temporalmente. Murió en 873 durante el reinado de al-Mutamid.

Pensamiento

Al-Kindi fue el único filósofo islámico de ascendencia árabe y a menudo se lo conoce como ''el padre de la filosofía árabe". Fue un precursor de Avicena y Averroes en el estudio de la filosofía griega y en el intento de sintetizar la filosofía aristotélica y la teología islámica.

Se caracterizó por ser un fiel seguidor de Aristóteles a excepción de su teoría de que el mundo es eterno, pues Al-Kindi, por medio de un silogismo apodíctico, demostrará que el mundo en verdad no es eterno. Otra comparación que se hace con Al-Kindi versa sobre los Mutazilíes quienes aprobaban la existencia de los átomos, lo que significaría que el mundo sería finito por el vacío. Al-Kindi no estaría de acuerdo con esta visión estando más de acuerdo con la mirada aristotélica (anti-atomista), pero acordando de igual manera que el mundo sí es finito. 

Al-Kindī escribió 241 libros, incluidos trabajos sobre geometría (32 libros), medicina y filosofía (22 dos libros cada uno), lógica (nueve libros) y física (12 libros), astronomía (16 libros), aritmética (11 libros), psicología (cinco libros) y arte y música (siete libros). Además, escribió monografías sobre las mareas, instrumentos astronómicos, rocas y piedras preciosas. Muchos de sus libros se han perdido. Durante la Edad Media, Gerardo de Cremona tradujo al latín Risalah dar Tanjim, Ikhtiyarat al-Ayyam, Ilahyat-e-Aristu, al-Mosiqa, Mad-o-Jazr y Aduiyah Murakkaba, y los escolásticos estudiaron De intellectu (Sobre el intelecto). Se han descubierto otros en manuscritos árabes: 24 de sus obras perdidas se redescubrieron a mediados del siglo XX, incluido A Manuscript on Deciphering Cryptographic Messages, un tratado sobre criptología que analiza métodos de criptoanálisis, cifrados y análisis estadístico de letras y combinaciones de letras en árabe.

Uno de los propósitos de la Casa de la Sabiduría era poner las ciencias extranjeras a disposición de los eruditos árabes a través de la traducción a gran escala de documentos griegos. En general, se acepta que Al-Kindi no leyó griego él mismo, sino que corrigió, editó y comentó textos preparados por traductores árabes. Al-Kindi enfatizó la importancia de la filosofía y el uso de la razón sobre los estudios coránicos tradicionales y el estudio de la gramática árabe, y esta posición puede haber atraído la persecución durante el reinado de los califas más conservadores al-Wathiq y al-Mutawakkil.

Una de sus más destacadas frases es la siguiente:

''No debemos avergonzarnos de apreciar la verdad y obtenerla venga de donde venga, aunque venga de razas lejanas y naciones distintas a la nuestra. Nada debe ser más querido para el buscador de la verdad que la verdad misma, y ​​no hay deterioro de la verdad, ni menosprecio de quien la dice o la transmite''

En consecuencia, podemos ver en las palabras del filósofo que buscaba encontrar una armonía entre la filosofía y la teología. Sin embargo, esto también le valió muchas críticas, sobre todo en el aspecto del mundo de los ángeles, ya que Al-Kindi no los mencionaría en su metafísica. 

Obras

Lamentablemente, como la mayoría de todos los filósofos que hemos visto, la verdad es que de Al-Kindi no tenemos absolutamente todas las obras. Muchos más fragmentos que obras existen en la web. Sin embargo, abordaremos de todos modos estas obras



Veremos todas sus obras en lo posible, además de las criticas que se hacen a sus teorías. 


Conclusión

Sinceramente, luego de creer que ya había terminado la filosofía islámica, la verdad es que leer a este filósofo ha sido un descubrimiento. Es típico pensar en cualquier historia de la filosofía que la propuesta de que el mundo es finito se diera con Santo Tomás de Aquino en ''De aeterni mundi'', pero la verdad es que aquí ya tenemos un antecedente anterior al aquinate. Entonces, teniendo como contexto la filosofía islámica, nos adentraremos en la obra de Al-Kindi. 

sábado, 19 de marzo de 2022

Concepto de Equidad en los filósofos romanos


Equidad

(Aequitas)

Ya hemos visto la Equidad desde el punto de vista de los griegos, quienes la llamaban Epiqueya (ἐπιείκεια). Comprendemos de la entrada anterior que la Epiqueya se traducía como justicia, adecuado, conveniente, similitud, entre otros, por varios filósofos griegos. En la perspectiva romana, la Epiqueya se tomará desde el punto de vista de la Equidad, contrario a lo que ya establecía Aristóteles de quien se extrae que prefirió el término por Justicia. 

Etimología

La etimología de aequitas proviene de aequus que significa ''igual''. Existe una similitud entre el griego eikos y aequus, con la diferencia de que eikos es un término aún más amplio, mientras que aequus está más cerca del término igualdad que de cualquier otro. 

Desde el punto de vista del derecho, la equidad tiene como objetivo lograr la igualdad en el ejercicio de los derechos, igualdad en los intereses de las partes. 

Marco Tulio Cicerón

Una de las contribuciones más importantes al término de Aequitas es el desarrollado por Marco Tulio Cicerón con su frase ''summus ius, summus inuiria''. 

¿Qué significa esta frase en latín? primeramente, esta es una oración perteneciente a Marco Tulio Cicerón en uno de sus últimos libros llamado ''De Officiis'' cuando habla de los modos de la injusticia. 

Esta reflexión de Cicerón dura incluso hasta nuestros días y nos habla sobre el deber del hombre para aplicar con criterio las leyes. Por otro lado, también se interpreta como ''la aplicación formal de un derecho, o la aplicación al pie de la letra puede transformarse en la peor injusticia''. 

En otras palabras, los abogados, decía Cicerón, debían tener en cuenta los detalles de cada caso, antes de aplicar el derecho debidamente. Lo otro es aplicar también un árbitro judicial que indique, o que identifique cuáles podrían ser los excesos de cometer actos injustos. 

Ejemplos

Un ejemplo podría el de un amo y un esclavo. Supongamos que el amo tiene bajo ciertas condiciones a un esclavo, por ejemplo, no le puede ocasionar daño físico. Si esto es así, como la condición no me está diciendo que no le puedo ocasionar daño psicológico, entonces el amo está en todo el derecho de hacerlo. 

Otro ejemplo más actual y de nuestra cultura se puede ver en la ley de estacionamientos. Imaginemos que un dueño de estacionamiento deja estacionarse a un hombre en un determinado lugar. 

  • Dueño: Buenas tardes. Puede estacionarse aquí por el máximo de una hora; de otro modo, tendré que cobrarle el doble de la tarifa.

  • Cliente: De acuerdo. 

Pasa el tiempo y el cliente llega en una hora pero con 1 minuto. 

  • Dueño: Como usted ha estacionado más del tiempo normal, entonces deberá pagar el doble del dinero acordado. 

  • Cliente: ¡Pero como!

En estos ejemplos vemos los extremos de llevar a cabo el derecho, que en efecto puede llegar a ser absurdo. El dueño podría incluso estar con un cronómetro para ver si han pasado incluso segundos. 

El Pretor

El pretor era un administrador de justicia en la Roma clásica. El ejercicio del poder en ese momento era por medio de fórmulas y declaraciones escritas. Todo estaba acotado o rodeado alrededor de las declaraciones. Gradualmente, el pretor comenzó a seguir otro modo de jurisdicción, que se denomina jurisdicción extraordinaria. Después de una fase, los casos y áreas donde el Pretor podía interferir se hicieron más comunes y a través de esto solo se introdujo en el Derecho Romano el principio de moralidad y equidad.

El antiguo código civil de Roma fue suplantado, durante este proceso, por una amalgama de leyes que los romanos denominaron "ley natural". Por él entendían una combinación del Ius Gentium (Ley de las Naciones) y la Lex Naturae (Ley de la Naturaleza). Esta combinación se llamó Aequitas (Equidad).

Cristiandad

Bajo la influencia del cristianismo, la equidad se convirtió en la ley dominante y omnipresente. En 438 d.C., el emperador Teodosio (el joven), ordenó la compilación de un nuevo código que incorporara estos desarrollos. Alrededor de un siglo más tarde se hizo una compilación, bajo el emperador Justiniano. Estos más tarde formarían la base del derecho canónico. Por lo general, se los denominaba "derecho civil".

La destrucción bárbara de Roma dejó a la Iglesia como principal, y prácticamente único, depositario del saber en el mundo occidental, a lo largo del periodo medieval. Desde la época del emperador Constantino, los obispos sirvieron como árbitros principales de sus respectivas diócesis, y Carlomagno incluso incluyó este arreglo en su constitución. Como la jurisprudencia eclesiástica naturalmente tendía a tratar con las personas (in personam), más que con la propiedad (in rem), la aequitas romana era particularmente apta para este propósito, y se preservó y mejoró la equidad de Roma.

Finalmente, dentro del termino aequitas se incorporó el concepto de misericordia, en cuanto al contraste de la rigidez de las leyes. 

Conclusión

Ciertamente, la historia de la equidad es la historia de las leyes, porque la modificación que estas sufrían provenía de su directa interpretación. Es posible entonces decir que la importancia de que las leyes cambien y se vuelvan más justas es gracias a la equidad. Sin la equidad se estaría enfrente de la alta rigidez de las leyes que en ningún caso podrían cambiar. Fue un trabajo tanto de los griegos como de los romanos dar distintos matices a este importante concepto. 

viernes, 18 de marzo de 2022

Concepto de Epiqueya en los filósofos griegos


Epiqueya

(ἐπιείκεια)

Este es uno de los términos más importantes dentro de la filosofía. Nos acompañará mucho más allá de la Antigua Grecia, pues filósofos como Immanuel Kant y John Rawls también los abordaron. 

No obstante, nosotros solo veremos la epiqueya desde la perspectiva de la filosofía griega, y en lo sucesivo la analizaremos desde otros filósofos. 

Etimología

La palabra epiqueya proviene del griego ''eikos'' que significa aquello que se añade a una cosa y responde a su propia naturaleza. 

Aunque muchos expertos difieren de las distintas fuentes etimológicas de la palabra ''epiqueya'' (ἐπιείκεια), lo que si es cierto es el sentido que tiene esta palabra que nos viene tanto de Platón como de Aristóteles. Pero incluso podemos situar esta palabra aún antes de los dos grandes filósofos. Por ejemplo, Homero, en su obra La Ilíada, que la entendía como algo apropiado u oportuno; Heródoto, lo consideraba como la justicia concreta, no abstracta; Hipócrates, lo veía como verosimilitud o razón. 

En consecuencia, la traducción de estas palabras contiene varios significados:

  • Equidad
  • Justicia
  • Razon
  • Adecuado 
  • Conveniente
  • Verosimilitud

Como podemos ver, parece que esta palabra no encierra un concepto positivo, sino más bien interpretativo. Veamos qué significaba la epiqueya en los filósofos griegos. 

Platón

El simil del tejedor

Una de las metáforas más notables de Platón se relaciona con la tela y el tejido, y lo que se refiere específicamente como la complementariedad que existe en el entretejido entre la 'urdimbre' y la 'trama', donde la urdimbre, que representa la ley , 'debe ser de un tipo superior de material (fuerte y firme en carácter)', mientras que la trama, que representa la equidad, 'es más suave y convenientemente trabajable'. 

Es por esto, que la ley puede asemejarse con esa parte del tejido que está firme y que no se puede soltar con facilidad, mientras que la equidad es esa urdimbre más suave y trabajable. De ahí se entiende que la equidad es un concepto que trabaja sobre la ley, interpretándola o volviéndola más ''suave''. 


Aristóteles

El estagirita nos presenta el concepto de epiqueya señalado en su Ética a Nicómaco:

''La naturaleza de la Equidad es la rectificación de la ley cuando se muestra insuficiente por su carácter universal''

''La Equidad es algo de la justicia''

Aristóteles cree que la ley, al ser general puede estar expuesta a la falla y por lo tanto, la equidad debe ser la responsable de corregir ese fallo de la justicia general. La Equidad parte a resolver los fallos de la ley no a través de la ley sino que a partir de la justicia misma. Por eso algunos filósofos la comparaban con la justicia. 

Conclusión

Sin duda que las leyes son importantes en una nación, pero justamente como dice Aristóteles, al ser tan generales estas pueden fallar de alguna manera. En caso de aquel fallo que se encuentra en las leyes, el término de Equidad podrá subsanar dichos defectos y mejorar la ley que fue propuesta. Podríamos decir que la Equidad o epiqueya es un tipo de criterio interpretativo de la ley, aunque este se verá de mejor manera explicado con el Derecho Romano. 

domingo, 13 de marzo de 2022

Precio legal y precio natural


Precio legal y precio natural

El precio legal y el precio natural nace del concepto de Precio justo, y rastreando las primeras fuentes del mismo podemos encontrar los conceptos de precio legal y precio natural en la obra de Tomás de Mercado, suma de tratos y contratos. 

Esta diferencia la explica en el capítulo VI del segundo libro de la misma obra, a propósito de la explicación de la justicia conmutativa. 

La justicia conmutativa consiste en guardar justicia en los contratos no en cuanto a la sustancia sino que en cuanto al valor y al precio. Así, Tomás de Mercado nos da un ejemplo:

  • Un caballo que vale cien ducados: iguales son cuanto a la venta los cien ducados y el caballo, y justicia conmutativa se guarda dando los ciento y tomando el caballo, consintiendo en ello las partes. Pues si en la compra ha de ser igual lo que se vende y lo que por ello se da
La pregunta es ¿quién puede igualar el caballo y los cien ducados? ¿quién tiene la autoridad para hacerlo? de acuerdo con Tomás de Mercado solo lo podría hacer la república. Y esto no solo es establecido por teólogos y filósofos sino que en realidad es así. Vemos que los reyes tasan los productos generales como el vino, el trigo, el pan, la fruta, el pescado, la carne, etc. Las leyes mandan a que sea el gobernador el que pongan los precios y no los mercaderes, porque cada uno es amigo de su interés y el interés común está por sobre el particular.

De este modo, el justo precio se entiende de dos maneras:

  • Impuesto por las leyes (precio legal)
  • Accidental que se refiere a lo que ahora vale la cosa (precio natural)
Si ya está impuesto por las leyes, entonces el mercader no puede venderlo a un peso más de lo que vale. De lo contrario, no solo es injusto sino que también pecador. Sin embargo, en el caso de que el mercante venda a un precio menor y el comprador compre a ese precio, no habrá ningún problema, pues la república sanciona la codicia y no la ventura del comprador al adquirir un precio más bajo. 

Conclusión

Por supuesto que el concepto de Precio legal y precio natural tiene una profunda inspiración desde Santo Tomás de Aquino. Recordemos que Tomás de Mercado pertenece a la época llamada ''Segundo Escolasticismo'' o ''Escuela de Salamanca'', donde los conceptos de justicia, teología y economía, se unían para conformar una propia visión con respecto a la realidad del hombre frente a lo económico. Estos dos conceptos serán claves para desarrollar la teoría de la economía clásica.