sábado, 2 de marzo de 2019

Santo Tomás de Aquino - Comentarios a Avicena

Comentarios a Avicena

Uno de los filósofos con que más tuvo conflictos Santo Tomás de Aquino fue Avicena. Este filósofo musulmán tomaba en cuenta todas las ideas de Aristóteles en sus tratados, por lo cual fue siempre rechazado por las visiones más platonistas. Veamos un poco las ideas de este filósofo y veamos cómo es que Santo Tomás discrepaba de él. 

Dator formarum 

El dator formarum, es decir, la fuente de conocimientos de todos los hombres, existe como un ente universal que el intelecto del hombre puede alcanzar luego de haber trascendido los conocimientos ordinarios. No son muchos los hombres que pueden llegar a esta concepción del dator formarum, ya que este entendimiento puede verse obstaculizado por los sentidos. Por lo tanto, el conocimiento del dator formarum no puede alcanzarse por medio de los sentidos. En esto Santo Tomás de Aquino no discrepa en absoluto. 

Dios: ser y esencia

Avicena presenta sus pruebas sobre la existencia de Dios de la siguiente manera:

  • Ninguna de las cosas de este mundo es el ser de Dios. Su esencia puede ser pensada sin que exista, de esta manera, si fuera pensada como existente (en este mundo), entonces este debería su existencia a otro, y éste a otro y así. 
De este modo, Avicena acepta la teoría de Aristóteles pero con una objeción. Si el motor inmóvil mueve, entonces tiene que hacerlo completamente y no moviendo solamente una de sus partes (como lo decía Aristóteles). El estagirita decía que lo que se mueve por sí mismo es imposible que no sea divisible, porque el movimiento mismo es divisible; por lo tanto, el Primer Motor Inmóvil en el todo una parte de sí mueve. En efecto, si todo se mueve por sí mismo sería imposible. 

Además, Avicena anota algo importante: el ser y la esencia están divididos, es decir, una cosa es ser existente (o posible) y otra cosa es, justamente, ser. En este sentido, Dios es necesario por sí mismo y por lo tanto es pura esencia; no necesita las características o categorías del ser. 

Sin embargo, Santo Tomás de Aquino rechaza esta teoría tajantemente. La esencia sin el ser no es nada, afirma el aquinate. Santo Tomás nos dice que el ser no es un accidente, y en efecto no lo es. El ser es en acto y las potencias son el accidente, por lo tanto, Dios contiene tanto el ser y la esencia por sí mismos. 

Por supuesto, Avicena, en el intento de sacar todo lo que pudiera recordar ''materia'', lo saca de la divinidad por representar lo terrenal; no obstante, mediante lo conceptual, Santo Tomás va un paso adelante diciendo que Dios debe ser necesariamente ambos.

Las inteligencias

Para Avicena las inteligencias son simples, sin materia. Las formas de aquellas inteligencias son activas y por lo tanto pueden formar y dirigir la materia. Sin embargo, esta teoría daría como resultado que las formas tendrían que cambiar para formar las cosas de ser así. Por otro lado, si las inteligencias crean las formas, entonces podríamos decir que los ángeles crearon a los seres humanos, lo cual Santo Tomás no acepta. Dios es el único directamente que pudo haber creado las formas. 

El alma 

Las almas dependerían de la voluntad tanto de los cuerpos celestes como de los razonamientos superiores o de los seres superiores. Esto también incluye la creación de la misma como dijimos anteriormente, pero esto es un equívoco según Santo Tomás. Todas las almas son creadas por Dios de acuerdo al aquinate. 

El cuerpo

Aristóteles nos decía que la materia busca las formas para perfeccionarse, pero para Avicena esto era falso. Por lo demás, creyendo en la teoría aristotélica, Avicena decía que como las cosas guardaban el compuesto de materia y forma, la materia prima solo trataba de guardar sus formas substanciales, pero que estas podían cambiar. Esto también es rechazado por Santo Tomàs quien, siguiendo estrictamente a Aristóteles nos dice que las formas son inmutables, lo único mutable es la materia. 

Conclusión

Vemos que las diferencias entre Avicena y Santo Tomás de Aquino fueron fundamentalmente físicas y metafísicas. En efecto, Avicena tiene un gran compendio de teorías relacionadas más con la física que con la metafísica. Me parece que lo que hizo el aquinate como crítica a la obra de Avicena, es tratar de entender la obra del filósofo musulmán aún más de cuando se lee. Sigamos por la senda de la verdad y la investigación que nos muestra Santo Tomás de Aquino con respecto a otros filósofos. 

viernes, 1 de marzo de 2019

Santo Tomás de Aquino - La Consciencia

Cuantos años se habrá adelantado Santo Tomás de Aquino con este gran tema que hasta el día de hoy da mucho que hablar en grandes filósofos y psiquiatras como Sigmund Freud, Jacques Lacan, Carl Jung entre otros. Realmente el salto del examen de la consciencia que hace aquí, en el año 1256, hace una progresión de dejar totalmente los mitos y los misterios mentales para acercarse cada vez más a la ciencia y al pensamiento racional. Debemos seguir examinando todos estos temas a cabalidad con el aquinate. 


LA CONSCIENCIA


¿Es la consciencia un poder, un hábito o un acto?


La palabra consciencia significa aplicar conocimiento a alguna cosa, sin embargo, cualquier conocimiento puede ser aplicado a una cosa; por lo tanto, la consciencia no sería un poder específico ni un hábito sino que más bien sería un acto. En ese mismo acto se ocupa la memoria, y la razón que sería ocupada cuando algo se delibera. La consciencia trabaja por sí misma en una determinada situación, dejando espacio para poder deliberar cuál será la acción a realiza; en este sentido, la consciencia es un acto innato.

¿Puede equivocarse la consciencia?

Aunque la consciencia solo es un acto, esta también puede caer en un error de dos formas. El primero sucede cuando hay un error en la formulación de silogismos, mientras que el segundo puede deberse a la construcción de falsas premisas. Esto ocurre porque en vez de que la razón superior tome el mando del control de la mente, el control lo toma la razón inferior. Sin embargo, hay veces, como se demostró en el libro anterior, que la razón superior también puede equivocarse, y es ahí que tenemos que la consciencia puede cometer errores. 

¿Puede obligar la consciencia?

La obligación solo puede estar en las cosas que pueden ser forzadas, pero no en el hombre. La voluntad está libre de la coerción y por esto es entendería que todo lo que no tiene voluntad, como las cosas de la naturaleza, si están coercionadas.

La única forma en que la consciencia pudiera obligar a un hombre sería a través de un precepto divino por Dios. De otra manera, el hombre está libre de toda obligación, incluso bajo tortura o bajo cualquier coerción, ya que es decisión de él obedecer lo que se le impone o no. 

¿Puede obligar una falsa consciencia?

Puede obligar pero de distinta manera a como puede hacerlo la consciencia verdadera a través de Dios. La primera consciencia, es decir, la verdadera, lo hace a través de la razón interna, mientras la otra la hace a través de la razón externa. Un ejemplo de esto sería un hombre que gusta del vino; el hombre sensato dirá que la razón de porqué le gusta el vino será por su sabor, mientras quien quiere el vino por razones externas dirá que le gusta el vino solo por ser vino. 

Por lo tanto, podríamos decir que el hombre es obligado pro la verdadera consciencia, pero la falsa consciencia lo obliga accidentalmente. 

Conclusión

Realmente aclaratorio lo de Santo Tomás de Aquino sobre la consciencia, aunque algunas ideas ya las podemos extraer de San Agustín de Hipona cuando este mismo hablaba del libre albedrío. El hombre siempre es libre de elegir independientemente de que esta sea una decisión que lo perjudique. Parece ser que Tomás de Aquino no tiene más que aceptar las preceptos agustinianos, sin dejar de lado la división aristotélica de la razón. 

miércoles, 27 de febrero de 2019

Santo Tomás de Aquino - Razón superior y razón inferior.

Esta es la siguiente cuestión disputada de Santo Tomás de Aquino, esta ves desde la vereda de la razón superior y la razón inferior. La razón como concepto vinculado a la teología es importantísimo para los exponentes de la escolástica, sobre todo porque forma la base del pensamiento aristotélico, ya que el estagirita dejó establecido que existían dos tipos de razonamientos. Santo Tomás nos dejará la explicación y la importante tarea de describir estos dos tipos de razones. 

Razón superior y razón inferior


¿Son el entendimiento y la razón diferentes en el hombre?

Primero se debe distinguir entre los cuerpos superiores e inferiores. Los cuerpos inferiores alcanzan su perfección a través de la generación, el cambio y su final destrucción. Los cuerpos superiores no perecen y no tienen movimientos, por ejemplo, los planetas, los ángeles y las almas. 

Ahora debemos definir lo que es el entendimiento y la razón:

  1. Entendimiento: indica conocimiento absoluto. Se dice en sentido metafórico que lee la verdad en las cosas. 
  2. Razón: denota una transición de una cosa a otra por el cual el alma alcanza un conocimiento.

En el ser humano, el conocimiento se desarrolla a través de la razón; se mueve desde la ignorancia hacia la inteligencia. El entendimiento está dentro del razonamiento por alguna similitud. Por lo tanto, el poder de moverse de un lado a otro y el de conseguir la verdad en dicho movimiento no establece una diferencia, al contrario, establece una similitud. 

¿Son la razón superior y la razón inferior diferentes?

Tanto la razón superior como la razón inferior son percibidas por el alma en distintos grados. Esto las hace diferentes pues la razón superior capta todas aquellas cosas que son inmateriales, mientras la razón inferior capta todo aquello que es material. Sin embargo, ambos están en la mente por lo que no existe una diferencia substancial, pero sí en cuanto a lo que ellas perciben. 

En otras palabras podemos decir que la razón superior se refiere el intelecto agente y la razón inferior al agente posible.

¿Puede el pecado existir en la razón superior o la razón inferior?

Puede existir a veces en los dos. Recordemos que estas dos razones tienen dos especies de apetitos: la razón inferior tiene el apetito de la ira y la concupiscencia; donde ahí se encuentra el pecado; mientras que la razón superior está conformada por la voluntad.

Cuando la voluntad da consentimiento al mal, entonces vemos que el pecado está en la razón superior. Cuando uno peca con algo de deliberación, entonces el pecado se encuentra en la razón inferior porque las fuerzas del mal tienen una especie de deliberación o inclinación. 

¿Es el placer deliberado un pecado mortal?

Una cosa es el placer que se tiene de un objeto pensado, es decir, cuando se piensa el placer puede haber dos actos, la curiosidad de conocer dicho placer, o el acto de efectivamente llevar a cabo el objeto de placer. Cuando la razón le da consentimiento al mal, entonces es ahí donde podemos hablar de un pecado mortal. 

¿Puede existir el pecado venial en la razón superior?

Tomando en cuenta que la razón superior tiene una voluntad y el pecado mortal y venial se trata de la deliberación, entonces el pecado venial sí se encuentra en la razón superior. 

Conclusión

Este escrito de Santo Tomás de Aquino me recuerda mucho a la filosofía de Pedro Abelardo, quien daba mucha importancia al concepto de consentimiento. Por ejemplo, el decía que lo más importante es la acción que se le da al consentimiento. Sin embargo, tenemos que tener en cuenta que Santo Tomás nos habla de que el mal está en el interior del hombre, lo que quiere decir que la deliberación del hombre esta cargada por una parte del mal. Tendremos que seguir viendo este tema con el aquinate.

lunes, 25 de febrero de 2019

Santo Tomás de Aquino - El Maestro

Seguimos con las cuestiones disputadas de la verdad en las lecturas de Santo Tomás de Aquino. Esta vez lo veremos desde el rol del ''Maestro'', importantísimo porque hasta el mismo San Agustín de Hipona hablaba sobre el rol del maestro tanto en la liturgia como en la educación. Recordemos también la implicancia que el maestro tiene en la recepción del conocimiento (epistemología), sea este desde un hombre o desde un precepto divino. Veamos lo que nos trae esta vez Santo Tomás de Aquino

EL MAESTRO

¿Puede un hombre o solo Dios enseñar y ser llamado maestro?

Pese a todas las cosas dichas por Avicena o Averroes, el conocimiento nos viene de tres formas distintas: 

  1. Formas de existencia
  2. Adquisición de virtudes
  3. Adquisición de conocimientos científicos 


Para Santo Tomás de Aquino la mejor respuesta la da Aristóteles con los conceptos de potencia y acto. Todas las formas están en el hombre en potencia a través de la gracia de Dios y no solamente por el primer agente. Esta potencia existe dos formas; completa, como cuando el hombre se cura de una enfermedad; incompleta, como cuando está en el proceso de recuperarse. 

Por lo tanto, el conocimiento está en el hombre de manera potencial, pero para que el conocimiento se vuelva en acto, Dios tiene que intervenir en ese proceso. Solo en ese sentido el hombre podrá obtener el conocimiento. 

¿Puede uno ser su propio maestro?

En cierto sentido, uno puede decir que puede ser causa de su propio conocimiento, pero no maestro del mismo. Como solo Dios puede dar la luz para que el hombre adquiera conocimiento, entonces el hombre no puede ser llamado su propio maestro. 

¿Puede un hombre ser enseñado por un ángel?

Un ángel puede influenciar de dos maneras a un hombre:

  • A través de una forma sensible
  • A través de una forma invisible

Realmente es Dios quien concede el conocimiento absoluto en el hombre, pero los ángeles también pueden conceder un conocimiento aunque menor que Dios y más grande que el hombre. Por lo tanto, el ángel es capaz de conceder tanto conocimientos como imágenes sensibles al hombre. 

¿Es la enseñanza una actividad de la vida contemplativa o de la vida activa?

Recordemos que Aristóteles decía que la vida contemplativa era aquella vida tranquila y de estudio que acostumbraban los filósofos, mientras que la vida activa era una vida con movimiento, en otras palabras, una vida política. 

Enseñar pertenece a la vida contemplativa y es solamente una parte de la vida activa. Esto se debe a que indirectamente la enseñanza es parte del movimiento de la vida del hombre. Por lo tanto, es en su mayoría contemplativa, y en una pequeña parte activa. 


Conclusión


Este breve tratado de Santo Tomás de Aquino nos habla de la importantísima tarea del filósofo, pero también nos habla de su epistemología. A pesar de ser aristotélico, Santo Tomás acepta que hay un conocimiento potencial en el ser humano, por lo que podemos pensar que tiene algo de platónico. El rol del filósofo es justamente el de Maestro, el de enseñar e instruir a las futuras generaciones. 

domingo, 24 de febrero de 2019

El concepto de muerte en los romanos

El concepto de muerte en los romanos

La muerte es una de las cosas más angustiosas del ser humano. Biológicamente es muy fácil describirla, pero el impacto que tiene psicológica y socialmente es muy distinto y complejo. A causa de la complejidad y dificultad del concepto, hemos decidido hacer este pequeño apartado sobre la muerte en la Roma del Imperio. ¿Por qué no con los griegos? porque consideramos que los griegos no hablaron de manera tan extensa sobre la muerte como sí lo hicieron los filósofos romanos. 

Sin embargo, de todas maneras dejaremos la visión que Platón tenía sobre la muerte:

''La muerte es la separación del alma del cuerpo''

De hecho, podríamos decir que desde este punto de vista se comienza a ver cómo es que se entiende el concepto de alma. 

Si a mi me preguntan, creo que el concepto de muerte está muy bien explicado en el libro de León Tolstoi llamado ''La muerte de Ivan Ilich''. Se los recomiendo junto con la lectura de la siguiente entrada. 

Marco Tulio Cicerón

Como ya conocíamos bien al más grande orador de Roma y su filosofía, Marco Tulio Cicerón nos dice que la muerte es un proceso natural en la vida del ser humano donde el alma persiste en su existencia. 

La mirada de Cicerón en frente a la muerte es optimista, pues sabemos que con la muerte se descansa, se va a un lugar mejor. Es por eso que los más sabios y doctos mueren de manera sosegada y tranquila, mientras que los necios están desesperados por ella. Debemos, decir Cicerón, acostumbrarnos a la muerte.

Por eso, Cicerón nos dice que la muerte debe ser algo de lo que se hable sin más. Debe ser una conversación que reafirme el espíritu de los jóvenes para de alguna manera, ''prepararse'' para la muerte tal como lo haría un soldado romano.

Así es que el orador y senador romano decía:

''Toda la vida de los filósofos es una reflexión sobre la muerte''

''La vida de los muertos perdura en la memoria de los vivos''

''Por conservar al libertad, la muerte, que lo último no debe temerse''

Cicerón fue consecuente con su pensamiento incluso hasta la hora de su muerte, pues cuando un verdugo de Marco Antonio, se le acerco para darle muerte le dijo lo siguiente:

''Acércate soldado, no hay nada bueno en lo que estás haciendo, pero, al menos, cortame bien la cabeza''

Aquí vemos como Cicerón se toma con absoluta tranquilidad el hecho de su muerte, sin siquiera escapar de su destino. 

Lucio Anneo Séneca

Lucio Anneo Séneca estaba totalmente influenciado por la filosofía estoica. Séneca sigue la misma línea de Cicerón, aunque la línea de Séneca la podemos presenciar mucho más directamente en sus Cartas a Lucilio. El filósofo romano también nos dice que se necesita prepararse para la muerte a través de las buenas obras. Si hemos logrado las buenas obras en esta vida, entonces es ridículo asustarse por la muerte la cual además tiene un tiempo de duración tan corto que ni siquiera alcanzaremos a preocuparnos de ella. 

De hecho, no debemos olvidar que Séneca sufría de asma, de la cual constantemente se quejaba de pronunciarla al tener que decirse en griego. Los médicos del Imperio Romano llamaban a esta enfermedad, ''Preparación para la muerte'', porque en definitiva el asma podía lograr su cometido muchas veces en hombres, mujeres y niños.

La muerte ya se conoce, dice Séneca, pues la muerte es el no-ser y el no-ser lo fuimos cada uno de nosotros antes del nacimiento. De ahí que el mismo Séneca haga la comparación:

''Es ridículo decir que una lámpara apagada está en peor situación que una encendida''

Sin embargo, a pesar de plantear que se necesita hacer una buena vida antes de morir, Séneca también considera válida la opción del suicidio; seguramente influenciado por los estoicos quienes decían que, si la vida se volvía insoportable, el suicidio era una opción a considerar. Con respecto al suicidio, Séneca diría lo siguiente:

''Considera que aun cuando no quieras ir, igual serás llevado. Haz entonces que se convierta en un derecho tuyo lo que está en poder de otros''

Aquí dejamos algunas citas de Séneca con respecto a la muerte. 

''La muerte debe ser un asunto aprobado por uno mismo ; y la mejor muerte es la que acomode a uno mismo''

''Incierto es el lugar en que la muerte espera, entonces esperala en todo lugar''

''Gracias a la muerte, no hay ninguna otra cosa que podamos temer más''

Lucio Anneo Séneca se suicidó luego de que también corriera la misma suerte que Cicerón; fue proscrito por Nerón, el cual Séneca había sido su consejero político. El suicidio de Séneca consistió en tomar un baño con agua caliente para que el asma lo terminara asfixiando.  Fue proscrito por Nerón, el cual Séneca había sido su consejero político.

Plotino

En realidad, Plotino habló mucho más sobre metafísica que de la muerte en sí. Conocemos pocas referencias de Plotino con respecto a la muerte. Lo que sí podemos decir es que Plotino no aceptaba el suicidio como algo honroso ni mucho menos como un medio para salir de los problemas. Plotino nos dice además que quien comete suicidio no puede encontrar más que enojo y tristeza en su corazón, ya que el alma persiste en la existencia a pesar de que el cuerpo deje de existir. 

Una cita de Plotino es la siguiente:

''Si la vida y el alma existen después de la muerte, la muerte es un bien para el alma porque ejerce mejor su actividad sin el cuerpo. Si el alma comienza a ser universal después de la muerte, entonces la muerte no puede ser un mal'' 

Esto es lo fundamental de cómo Plotino se expresa del concepto de muerte en el ser humano. 

San Agustín de Hipona

Se dice que hay una carta de San Agustín de Hipona circulando por las noticias llamada ''La muerte no es el final'', la cual aún se está evaluando su autenticidad. En esta carta es donde San Agustín se refiere a la muerte como ''la habitación de al lado'', y donde pide que se le recuerde igual que siempre. El mismo decía:

''Que dulce es la muerte cuando se ha hecho buenas obras''

Con respecto al suicidio, San Agustín expresaba su descontento, pero iba más allá de esto; trataba de explicarlo. El mismo santo se preguntaba ''¿Qué busca un suicida?'', si busca la paz, entonces está buscando vida porque la muerte es la nada absoluta, no es paz. La paz está aquí en la tierra. Cualquier cosa que busque el suicida será solamente algo que encuentre aquí en la tierra. 

Por otro lado, San Agustín como cristiano creía en la vida después de la muerte. Creía que existía un castigo a quienes habían hecho malas obras, y aquellos que habían hecho buenas obras recibirían una recompensa. 

Es curioso que el mismo Santo de Hipona no perdonara la muerte prematura sin bautizo. Recordemos que el bautismo para San Agustín era sumamente importante, ya que desde aquí el hombre no tenía ninguna justificación para cometer el mal. Sin embargo, si un niño moría sin el bautismo, entonces este iría inmediatamente al infierno según San Agustín. El mal para San Agustín es algo innato en el ser humano, por lo tanto también en el niño. 

No obstante, ese punto de vista de San Agustín fue discutido por la Iglesia y finalmente excluido. Se dice que los niños con muerte prematura llegan a ser salvados por la misericordia de Dios. 

Marco Aurelio

Marco Aurelio puede ser el filósofo con más acuerdo en el concepto de la muerte con respecto a lo que entendemos hoy. El filósofo decía:

''En la muerte están los contragolpes de los sentidos, de los movimientos impulsivos que nos arrojan aquí y allá como marionetas , de las divagaciones de nuestros razonamientos, de los cuidados que debemos tener para con el cierpo''

Al estilo de Cicerón y Séneca, Marco Aurelio nos dice que no se debe temer a la muerte en ningún sentido, ya que es el paso a una vida mejor, a una vida con el alma y no más con el cuerpo. 

Algunas citas de Marco Aurelio sobre la muerte:

''Un hombre no debiera tener miedo a la muerte, debería tener miedo a nunca empezar a vivir''

''Si la fama llega después de la muerte, no tengo prisa en conseguirla''

''Todos somos iguales con la muerte''

Un pensamiento bastante simple, pero a la vez profundo nos trajo este filósofos del Imperio Romano. 

Conclusión

Todas las perspectivas de estos filósofos resultan ser tremendamente interesantes. Debo decir que frente a estas explicaciones sobre la muerte, me quedo con la filosofía estoica de Marco Tulio Cicerón. Realmente creo que la costumbre de la muerte nos hará más fácil el camino a despreocuparnos de ella. En todo caso, el concepto de muerte lo tenemos todos, nadie va a vivir para siempre, por lo tanto, es ridículo entristecerse por algo que es sumamente natural y sin condiciones. La muerte nos lleva a cada uno y es vital prepararse para ella a través de las buenas obras y el cultivo del conocimiento en nuestro interior. 

Debo decir algo más. El tema de hoy surgió debido a que vi una estadística de las principales causas de muerte en Chile. Esta estadística apareció en el diario ''El Mercurio'' el día 24/02/2019. Esto nos permite reflexionar aún más sobre la muerte actualmente.

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viernes, 22 de febrero de 2019

Santo Tomás Aquino - La Mente

Este sí que es un tema que converge en el interés de tanto de los teólogos y de los filósofos debido a la importancia que reviste en el pensamiento. La mente ha sido todo un misterio incluso para los tiempos de hoy, aunque grandes avances se han hecho al respecto. ¿Qué podrían los hombres de la Edad Media describir en cuanto a la mente y sus complejos sistemas? esto es lo que veremos el día de hoy de manos de Santo Tomás de Aquino.

Referencias:

(1) Esta es una crítica a San Anselmo de Canterbury en su argumento ontológico.

LA MENTE


¿Está la memoria en la mente?

La memoria se considera como un conocimiento del pasado. Pero el conocimiento de ese pasado se da en el tiempo presente, en el ahora. Por otro lado, el entendimiento no discrimina entre pasado y presente, pues todos los conocimientos se encuentran sin ver esta diferenciación. En todo caso, la memoria estrictamente pertenece a la parte sensible, pero también toma parte en lo intelectivo.

La idea de que la memoria sea algo sensitivo nos viene del propio Avicena quien decía que la memoria solo podía retener las especies. Luego de un tiempo, las especies parecieran retirarse de la memoria y es ahí que la memoria sería sensitiva, ya que recuerda cada vez que se le presenta un objeto que había olvidado. 

Sin embargo, esto no parece razonable. Los recuerdos necesitan una base intelectiva donde puedan quedar almacenados. En este sentido, aunque los recuerdos parecieran tener una especie de sensibilidad, los recuerdo estarían mejor guardados en el intelecto posible para luego quedar de forma permanente en el intelecto agente. 

¿Se distingue la memoria del entendimiento?

Puede distinguirse de una forma y para esto Santo Tomás de Aquino toma el ejemplo del conocimiento de la Santísima Trinidad. El hombre puede entender de dos maneras: por una imitación perfecta y otra imitación imperfecta. 

La memoria se encargaría del conocimiento habitual, mientras que el entendimiento se encargaría del conocimiento en acto, inamovible. 

¿Conoce la mente las cosas materiales?

Las conoce en cuanto a sus formas lo que hace que el objeto pueda entenderse incluso si no está presente. La mayor parte de las formas necesitan la materia como las cosas naturales, pero también existen cosas que no tienen forma como los objetos matemáticos.

La única manera que tiene el hombre de conocer la materia en sí es sólo a través de la analogía. Nuestra mente tiene un conocimiento inmaterial de las cosas por lo que sólo necesitamos nuestra mente. Los únicos que pueden tener conocimiento de la materia en sí son Dios y los ángeles, ya que el hombre no puede concebir la materia sin forma. 

¿Se conoce la mente en sí misma?

Para entender si se conoce a sí misma, tenemos que ver cómo es que puede hacerlo. Por una parte, puede hacerlo a través de la esencia, es decir, una vez que conoce la esencia puede conocer aquello esencial. No lo conoce a través de otra cosa, sino que conoce la esencia directamente. 

¿Cómo es que logra alcanzar su esencia más pura? a través de la verdad. La verdad inviolable está presente en nuestra mente tal como diría San Agustín de Hipona contra los Académicos, una vez que se logra esta verdad en nuestra mente, entonces puede saberse que la mente se conoce en sí misma. 

¿Puede ver la mente a Dios en su esencia?

La mente puede conocer las especies de cada criatura, pero eso no quiere decir que pueda ver la de Dios. La esencia divina tanto de los ángeles como de Dios no puede ser conocida, a menos que esta se presente en cosas inteligibles para el hombre. Aún así, el hombre solo tendría acceso a aquello que es superficial en el ser.

Por otro lado, si se pudiera ver la esencia de Dios, entonces esto tendría que ser a través de especies no creadas (no corporales). Sin embargo, quien ve tendría que transformarse en una especie no creada lo cual es imposible. 

La única manera, quizás, de ver alguna manifestación de la esencia de Dios es a través de los milagros. Es así que hombres pudieron caminar sobre las aguas y curarse de enfermedades. Pero eso no ocurre a voluntad del hombre, sino que por una fuerza exterior a él, es decir, Dios mismo. 

¿Es evidente en el ser humano la existencia de Dios?

La evidencia de Dios no es evidente en la mente humana, no se puede tomar por cierta porque la existencia de Dios debe ser demostrada(1). De hecho, el concepto de existencia de alguna criatura no es necesariamente entendible en la mente. Un ejemplo de esto es que hay personas que no pueden entender la existencia de ciertas cosas, ya que no tienen entrenada su inteligencia de manera suficiente. Estas personas sólo pueden llegar al grado de ''imaginación'', mientras que hay otras, como los filósofos, que pueden perfectamente probar la existencia de alguna cosa (como lo han hecho a lo largo de la historia). 

Por lo tanto, la existencia de una criatura no es inmediatamente evidente en la mente, pues debe ser probada para que con el hábito sea evidente. 

Conclusión

Hemos llegado a una parte interesante de las cuestiones disputadas de Santo Tomás. La demostración de un ser viene de mano con aquello que llamamos lógica, y el aquinate, a pesar de ser teólogo, no escatima en decir que para probar la existencia de Dios se necesita hacerlo a posteriori, y no a priori como se venía haciendo desde hace tanto tiempo en la Edad Media. Aún nos queda mucho por recabar en el filósofo.

jueves, 21 de febrero de 2019

Santo Tomás de Aquino - Predestinación

Este puede ser uno de los temas más complejos de hablar para los filósofos, pues compromete un  cierto nivel de inteligencia lógica. Nada más bastaría decir que Dios puede entender la predestinación por su omnipotencia y demás atributos divinos, pero responder estas preguntas desde el hombre es mucho más difícil de lo que se cree. Es por esto que ahora Santo Tomás de Aquino nos trae este concepto a desarrollar para entenderlo mucho más. 

PREDESTINACIÓN


¿Pertenece la destinación al conocimiento o a la voluntad?

Debemos entender que la ''destinación'' es el movimiento desde un comienzo hasta un fin determinado. Cuando añadimos el sufijo ''pre'' estamos añadiendo el futuro a una palabra; por lo tanto, ''destinación'' quiere decir presente y ''predestinación'' quiere decir futuro. 

Por esto, la predestinación no pertenece a Dios, ya que para él todo tiempo es presente, por lo que la predestinación pertenecería a los hombres. Los hombres tienen la posibilidad de elegir el buen camino por medio del amor, pero es Dios quien le da ese buen camino según sus méritos. 


¿Es el merito la causa de la predestinación?

En la predestinación hay al menos dos aspectos:

  1. Predestinación eterna: guiada por Dios
  2. Predestinación temporal: referida a la gracia y gloria que obtiene el hombre
Sin embargo, ambas predestinaciones se deben a la bondad de Dios como ser omnipotente. Por lo tanto, el mérito en sí que pertenece al hombre (Dios no tiene méritos) no es la causa de la predestinación, sino que la causa de esto es Dios mismos. 


¿Es certera la predestinación?

Hay dos clases de certeza:

  1. Certeza de conocimiento
  2. Certeza de ordenación



En la predestinación se encuentra tanto la certeza de conocimiento y la certeza de ordenación. Dios es el único que puede dar la predestinación en una certeza infalible, absoluta. El hombre en tanto tiene libre albedrío puede fallar en la certeza de la predestinación, el hombre quizás no pueda lograr.

¿Saben los predestinados de su predestinación?

No hay nada de inconsistencia en la revelación a una persona de su propia predestinación. Sin embargo, sería contraproducente que Dios revelara la predestinación a todos los que son predestinados por dos razones:

  1. Por no ser predestinados. Por ejemplo, si los que son predestinados saben que lo son, entonces estarían los otros que sabrían que no son predestinados. 
  2. Por ser predestinados. Por ejemplo, si estos supieran que son predestinados, entonces tendrían seguridad de que serán salvados. Sin embargo, el aquinate dice ''la seguridad es la madre de la negligencia''. Por lo tanto, estos hombres no se esforzarían en evitar el mal. 

Debido a esto, es preciso que el hombre sea ignorante de su predestinación. 

¿Puede la predestinación ser mejor con la ayuda de la oración a los santos?

La respuesta es que sí y esto puede llevarse a cabo de dos maneras:

  1. Pueden ayudar pero no son eternas ya que las oraciones no son originadas para tener buena predestinación en sí mismas. La predestinación es eterna y la oración temporal. 
  2. La oración es parte de completar el proceso de predestinación. 

De alguna manera, la oración es una especie de instrumento tal y como pudiera serlo el mérito. El mismo Boecio decía:

''Si oramos bien, nuestras oraciones no pueden quedar sin efecto''

Todo esto fue lo dicho por Santo Tomás con respecto a la predestinación como cuestión disputada. 

Conclusión

Este libro aunque muy largo es más breve que los otros libros de las cuestiones disputadas. Pareciera ser que la predestinación es el gran poder que tiene Dios en conocerla. Seguramente, cuando hablamos de este tema nos será muy complicado entenderlo por nuestros propios medios. Nos olvidamos de la omnipotencia de Dios e intentamos satisfacer las interrogantes de la manera más ''difícil''. Seguimos con las cuestiones disputadas; ahora veremos el tema de la mente.