Ipse dixit
(Él mismo lo dijo)
Una frase muy curiosa, pero también un recurso retórico muy utilizado sobre quienes desean engañar a su adversario en un debate. Más que un argumento sólido, ''Ipse dixit'' es una falacia que apela a la autoridad (muy parecida a la falacia ad verecundiam), para sostener una opinión.
Marco Tulio Cicerón
El origen de este termino se remonta a los tiempos de Marco Tulio Cicerón quien en un libro llamado ''Sobre la naturaleza de los dioses'' elabora un debate sobre el origen del mundo.
Justo antes de un debate, Cicerón se queja del silencio de los pitagóricos quienes no apelaban nunca a la razón sino que a la opinión del maestro: Pitágoras.
Los mismos pitagóricos apelaban a su maestro por cualquier explicación que se les rebatía. De ahí que estos dijeran su célebre frase ''El maestro ha hablado'' (Magister dixit), lo cual exasperaba a Cicerón pues éste los exhortaba a que usaran más la razón y no la autoridad.
Pedro Abelardo
El tema de ''Ipse dixit'' no fue un tema menor en la época de Pedro Abelardo. El filósofo cristiano sufrió graves reveses debido a su controversial pensamiento filosófico. Si recordamos bien, Abelardo sostenía que quienes azotaron a Jesús no tenían la mala intención de hacer el mal. Esto lo dice Abelardo porque de acuerdo con el filósofo, la intención de aquellos hombres era seguir el mandato de lo que creían era bueno. ¿Cómo saber que ellos creían que eso era bueno? por la misma frase de Jesús: ''Perdónalos, porque no saben lo que hacen''.
Como podrán imaginar, esta teoría de la intención provocó tremendas disonancias en los oídos papales. Tanto así, que uno de los intelectuales cristianos llamado ''Bernardo de Claraval'' condenó los tratados de ética de Abelardo, porque contravenían la moral y las costumbres cristianas. Bernardo apeló al papa como autoridad para que finalmente, Abelardo se arrepintiera de todos sus dichos.
Escolástica
Luego de que Santo Tomás de Aquino pudiera cristianizar a Aristóteles, el mundo consideró al estagirita como referente del mundo cristiano. Muchas de las teorías de Aristóteles fueron modificadas o interpretadas al antojo del cristianismo, pero también fueron apoyadas por la ciencia hasta el siglo XVIII. De hecho, la teoría de los cuatro humores duraría hasta el siglo indicado.
Conclusión
¿Cuántas veces no nos ha pasado que nos dejamos influenciar por la opinión de una mente maestra? Sin embargo, no podemos decir que ''X'' es cierto porque ''Y'' lo dijo, sino que debemos ver las razones de por qué ''X'' dijo y cómo lo explica. De otra manera, siempre estaremos cayendo en la falacia ad verecundiam, o como lo llamaban los antiguos ''Ipse dixit''. Una invitación total al debate y la reflexión lógica para nuestros días.