No. No es el tratado de Charles Darwin que hablaba sobre los distintos animales en su libro ''El orígen de las especies''. En este libro abordaremos el concepto de ''especies'' que viene desarrollándose desde la época del Primer Maestro: Aristóteles. La verdad es que este es otro trabajo breve de Roger Bacon, pero no por esto menos importante. Aquí ya daríamos por finalizada la última parte del Opus Majus de Roger Bacon. Veamos que nos trae.
Opera Majus
Parte VIII: Multiplicación de las especies
Parte I: Tipos de especie
Las especies existen en gran cantidad en la realidad. El agente siempre se ocupa de generar pacientes y por lo tanto de generar especies. En otras palabras podríamos decir que las especies son el primer efecto de un agente.
De ahí que tengamos por ejemplo, el sol que produce luz y esta a su vez produce colores, los cuales serían la especie. La especie puede en algunos casos asemejarse con el agente que las produce, pero jamás será igual.
¿Cómo es que resultan las especies? si bien resultan del agente, estas no provienen absolutamente de él, pero tampoco provienen de la nada. Las especies o el paciente proviene de un cambio en la materia del recipiente que las contiene. De ahí que se hable de una potencia activa y una potencia receptiva.
Parte II: Tipos de radiación
Los tipos de radiación son todos aquellos rayos rectilíneos que podemos ver pasar a través de un cuerpo. Estos van en diversas direcciones, pero se detienen cuando encuentran un cuerpo totalmente opaco, o continúan por el principio de refracción.
Sin embargo, no hay cuerpo que la luz no pueda atravesar por más opaco que este sea. La dureza de un cuerpo depende del número de partículas que hay en él, mientras que la refracción de la luz depende de la superficie de tal cuerpo. Cuando al refracción ocurre, no por esto debemos entender que la superficie modifica la luz, sino que más bien le da una dirección contraria.
Así como la luz puede surgir de cualquier lugar del sol, las especies son como la luz, es decir, surgen de cualquier lugar del agente.
Parte III: Números de especies
Las especies no son numéricamente iguales. Existen incontablemente, pues es imposible llegar a discernirlas todas. Sólo el agente que las produce podría saber cuántas especies de las que produce existen. El agente interviene en las especies de manera tal que cuando las modifica es capaz de darle una dirección, y un dirección correcta y acorde a sus intereses.
Parte IV: ¿Por qué las especies se debilitan?
Por supuesto que puede pensarse lógicamente que lo creado es menos fuerte que el creador. Sin embargo, esto siempre varía de superficie en superficie, por ejemplo, la luz puede pasar en el agua pero es menos posible que pase a través de un metal.
Por otro lado, debemos considerar que la materia infinitamente divisible, por lo que en algún punto, aunque la materia en cuestión sea robusta y grande, esta podrá dividirse hasta el infinito por lo que la debilidad de esta se hará manifiesta en cada división.
Parte V: Univocidad y Equivocidad en las especies
La univocidad en las especies es clara en el ejemplo de la luz.
Univocidad: cuando la luz naturalmente emite luz
Equivocidad: cuando la luz emite calor
Esto depende generalmente de cómo se de la luz en ciertos momentos, así como también depende de la posición del objeto en cuestión. Por ejemplo, si una luz se sitúa cerca de un objeto es posible que ésta lo ilumine y lo acalore, al contrario de lo que sucedería si se alejara.
Parte VI: Corruptibilidad de las especies
La corruptibilidad de las especies puede darse ya sea por su propia naturaleza, o por la fuerza que un objeto externo ejerce sobre esta.
Como habíamos dicho anteriormente, las especies se acaban ya sea por su progresiva debilitación, o por la fuerza externa. sin embargo, también hay un tercer caso donde la especie desaparece con la desaparición del agente, o al menos lo hace progresivamente.
Conclusión
Tenemo al fin el último tratado de Roger Bacon sobre las especies. Este ha sido un tema corto pues ya todo lo tratado es abordado por Aristóteles; podríamos decir, eso sí, que Roger Bacon añade más curiosidades al estudio de las especies. Si bien no tenemos muchas obras de Roger Bacon, debemos considerar el Opus Majus como una de sus mejores obras ya que es la vértebra principal de toda su filosofía.