Este puede ser uno de los temas más complejos de hablar para los filósofos, pues compromete un cierto nivel de inteligencia lógica. Nada más bastaría decir que Dios puede entender la predestinación por su omnipotencia y demás atributos divinos, pero responder estas preguntas desde el hombre es mucho más difícil de lo que se cree. Es por esto que ahora Santo Tomás de Aquino nos trae este concepto a desarrollar para entenderlo mucho más.
PREDESTINACIÓN
¿Pertenece la destinación al conocimiento o a la voluntad?
Debemos entender que la ''destinación'' es el movimiento desde un comienzo hasta un fin determinado. Cuando añadimos el sufijo ''pre'' estamos añadiendo el futuro a una palabra; por lo tanto, ''destinación'' quiere decir presente y ''predestinación'' quiere decir futuro.
Por esto, la predestinación no pertenece a Dios, ya que para él todo tiempo es presente, por lo que la predestinación pertenecería a los hombres. Los hombres tienen la posibilidad de elegir el buen camino por medio del amor, pero es Dios quien le da ese buen camino según sus méritos.
¿Es el merito la causa de la predestinación?
En la predestinación hay al menos dos aspectos:
- Predestinación eterna: guiada por Dios
- Predestinación temporal: referida a la gracia y gloria que obtiene el hombre
Sin embargo, ambas predestinaciones se deben a la bondad de Dios como ser omnipotente. Por lo tanto, el mérito en sí que pertenece al hombre (Dios no tiene méritos) no es la causa de la predestinación, sino que la causa de esto es Dios mismos.
En la predestinación se encuentra tanto la certeza de conocimiento y la certeza de ordenación. Dios es el único que puede dar la predestinación en una certeza infalible, absoluta. El hombre en tanto tiene libre albedrío puede fallar en la certeza de la predestinación, el hombre quizás no pueda lograr.
¿Es certera la predestinación?
Hay dos clases de certeza:
- Certeza de conocimiento
- Certeza de ordenación
En la predestinación se encuentra tanto la certeza de conocimiento y la certeza de ordenación. Dios es el único que puede dar la predestinación en una certeza infalible, absoluta. El hombre en tanto tiene libre albedrío puede fallar en la certeza de la predestinación, el hombre quizás no pueda lograr.
¿Saben los predestinados de su predestinación?
No hay nada de inconsistencia en la revelación a una persona de su propia predestinación. Sin embargo, sería contraproducente que Dios revelara la predestinación a todos los que son predestinados por dos razones:
- Por no ser predestinados. Por ejemplo, si los que son predestinados saben que lo son, entonces estarían los otros que sabrían que no son predestinados.
- Por ser predestinados. Por ejemplo, si estos supieran que son predestinados, entonces tendrían seguridad de que serán salvados. Sin embargo, el aquinate dice ''la seguridad es la madre de la negligencia''. Por lo tanto, estos hombres no se esforzarían en evitar el mal.
Debido a esto, es preciso que el hombre sea ignorante de su predestinación.
¿Puede la predestinación ser mejor con la ayuda de la oración a los santos?
La respuesta es que sí y esto puede llevarse a cabo de dos maneras:
- Pueden ayudar pero no son eternas ya que las oraciones no son originadas para tener buena predestinación en sí mismas. La predestinación es eterna y la oración temporal.
- La oración es parte de completar el proceso de predestinación.
De alguna manera, la oración es una especie de instrumento tal y como pudiera serlo el mérito. El mismo Boecio decía:
''Si oramos bien, nuestras oraciones no pueden quedar sin efecto''
Todo esto fue lo dicho por Santo Tomás con respecto a la predestinación como cuestión disputada.
Conclusión
Este libro aunque muy largo es más breve que los otros libros de las cuestiones disputadas. Pareciera ser que la predestinación es el gran poder que tiene Dios en conocerla. Seguramente, cuando hablamos de este tema nos será muy complicado entenderlo por nuestros propios medios. Nos olvidamos de la omnipotencia de Dios e intentamos satisfacer las interrogantes de la manera más ''difícil''. Seguimos con las cuestiones disputadas; ahora veremos el tema de la mente.