viernes, 26 de octubre de 2018

San Alberto Magno - De causis propietatum elementorum (Sobre las propiedades de los elementos) (Libro I:Tratado I: Propiedades naturales de los elementos en general)

Este podría ser uno de los primeros libros de San Alberto donde podremos comprender su visión filosófica y su método de investigación en la naturaleza. Esta demás decir que todo este trabajo ha sido influenciado por el gran Aristóteles, el gran investigador de la naturaleza. Hace mucho tiempo que no hablábamos de naturaleza en este blog, y mucho menos de los elementos que existen en el mundo. Comencemos con este fascinante libro de San Alberto Magno.

Referencias:

(1) Para más información haga click en el siguiente link.
(2) Hoy sabemos que los peces, gracias a las branquias que tienen, sacan el oxígeno del agua para poder ''respirar''. Por lo tanto, no es el aire el que lo mata, al contrario, el aire de la atmósfera es escaso y por eso muere el pez. 
(3) Seguramente porque el calor del sol caería directamente en sus cabezas. De hecho, el pelo rizado es típico de climas cálidos o áridos, ya que estos protegen la cabeza de las temperaturas altas. 
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De causis propietatum elementorum


Tratado I: propiedades naturales de los elementos en general

Capítulo I: El elemento fuego

Tal y como dice el título, Alberto nos presentará las propiedades generales de cada elemento. De antemano se debe saber que todas las cosas que están acorde a la razón son las que deben ser estudiadas, y por las que nos debemos guiarnos. 

Lo primero que debemos entender es que en total hay 5 elementos:

  1. La causa eficiente de todos los seres
  2. Los 4 elementos del mundo (agua, tierra, fuego y aire).

Entre los elementos más pesados del mundo, primero tenemos la tierra y luego le sigue el agua, luego vendría el aire y por {ultimo el fuego. ¿Cómo podemos saber que el fuego es más pesado que el aire? porque es la que más tiende a elevarse por el fenómeno de las estrellas fijas, pues estas contienen fuego. 

Sin embargo, muchos filósofos dicen que el fuego no es un elemento en absoluto. Dicen que sólo es algo que se produce por el roce del viento con otro material, además si esto es así, entonces el fuego no sería un elemento general sino que uno más bien particular (al contrario de los otros que sí son generales). 

Alberto dice que esto no es así, y si el fuego saliera del aire, este sería tan natural como cualquier otro elemento porque el fuego es producido naturalmente a través del aire. Además, si el fuego fuera algo particular entonces habrían distintas clases de fuego, cosa que no es posible porque el fuego es uno solo. 

Capítulo II: La propiedad de los elementos en cuerpos mixtos

Todos los cuerpos mixtos están hechos de estos 4 elementos mencionados anteriormente. Algunos tienen siempre más características de un elemento que de otro. Además, en todos los elementos están presentes los humores, que como sabemos son los 4 tipos de fluido que existen en los cuerpos(1)

Cuando los humores aumentan o son deficientes en el cuerpo, el hombre puede experimentar enfermedades relacionadas con aquello. Para sanar esto, el médico debe procurar que los humores estén equilibrados en el cuerpo. 

Si un cuerpo no llegara a tener uno de los 4 elementos, este no podría existir, de hecho, se disolvería. Por ejemplo, si un animal está privado del aire éste no podría respirar, si está privado del calor se congelaría, y así. 

Por otro lado, hay muchos animales que pueden vivir en muchos ambientes de elementos, aunque también algunos le son perjudiciales. Por ejemplo, el pez que sale del agua muere luego de un tiempo por el aire(2). Sin embargo, hay un elemento del cual no sobrevive ningún animal: el fuego. 

Capítulo III: El peso y la liviandad

Muchos se preguntan por el peso y la liviandad de las cosas. En esto debemos considerar la mensura de todos los elementos. Recordemos que la tierra y el agua eran los pesados, mientras que el fuego y el aire los más livianos. También debemos recordar que todos los objetos tienen los 4 elementos. 

Uno puede demostrar el peso de una cosa cuando la sumerge en el agua. Si una cosa se hunde, entonces esta tiene su elemento tierra más predominante que los otros, por el contrario, quien tenga su ''lado agua'' más predominante flotará sin ningún problema. 

Sin embargo existen algunos objetos que siendo predominantemente tierra no se hunden. Esto es porque los ''poros'' que poseen no los dejan hundirse y en el acto dejan entrar agua a dicho cuerpo. Por eso, muchos objetos naturales como la madera o la piedra pómez pueden flotar. Aquellos objetos como el ébano o el roble negro no pueden flotar porque no tienen poros. 

Lo que parece más sorprendente a Alberto es que hay maderas de ébano, que a pesar de tener más agua por lo aceitoso que son, se hunda de todas maneras. La única razón para esto es que las cosas terrenas de ciertos ébano sean más predominantes. 

El calor hace que los objeto también floten, siempre y cuando este calor se una con la humedad, porque de los contrario, los objetos se tienden a hundir. Esto se debe también a que el calor y la humedad tienen un efecto de vaporización que hace que los objetos se eleven. 

Capítulo IV: Errores sobre el frío en los objetos

La pregunta de Alberto es interesante ¿es el calor o el frío un principio constitutivo de los cuerpos? Demócrito y Platón decían que justamente era el frío un principio constitutivo. ¿Por qué? porque el fuego siempre tiene que aparecer por causa de algo más, en cambio, el frío está siempre por sí mismo. 

Seguramente, estos también dicen que es accidental a causa de que es el sol el que calienta los objetos directamente, y cuando este no está presente los objetos se vuelven fríos. Por lo tanto, su conclusión es que el calor es accidental y el frío esencial. 

San Alberto dice que esto no es del todo cierto. Es verdad que el frío es constitutivo, pero el calor también lo es porque recordemos que estamos hechos de los cuatro elementos, y cada uno de ellos tiene calor y frío. Lo que pasa es que todo tiene que estar balanceado, es decir, para que un ser vivo permanezca en equilibrio tiene que estar entre el calor y el frío todo el tiempo. Si uno de estos dos supera al otro, el hombre se enferma. 

Capítulo V: Sobre las propiedades de los elementos en sí mismos y en cuerpos compuestos

Los distintos lugares del mundo

Los habitantes de la línea del Ecuador son los que reciben más luz además de calor y sequedad. Esto explicaría también el color de piel de aquellos habitantes y el pelo rizado(3). Esto se explicaría también por un fenómeno que Alberto llama ''casus lapidis'' (desprendimiento de rocas), que es cuando el sol alcanza el cenit y el calor cae directamente. Este fenómeno afecta aquellos países y la gente recibe el calor directamente; por ejemplo, en lugares como Yemen y el Este de África, y ocurre dos veces al año. 

Por otro lado, tenemos a las personas que viven a los lados opuestos del Ecuador donde todo es frío. El vientre de la mujer es húmedo y frío, además de ser de piel blanca como los Eslavos y los Partos. 

Finalmente, tenemos a aquellos que tienen las dos características, es decir, que son una mezcla de blanco y negro. Estos suelen vivir en las montañas o en las costas. 

Calor y frío en las aguas

Pareciera ser que a la costa no llega el sol directamente, aunque si hay algunas costas calientes que reciben el impacto del sol. En todo caso, el calor del agua aumenta cuando esta se cubre en un vidrio. Si el agua ya estuviera caliente, los rayos del sol no podrían afectar el agua, al contrario, estos se destilan cuando hay algo más caliente. 

Conclusión

Muy interesante lo que nos acaba de plantear Alberto Magno en estas páginas. Mucho más científico y lógico que algunos otros científicos de la naturaleza, cada vez más nos vamos acercando a la física y biología que este hombre analizaba en aquellos tiempos. Debemos considerar este tratado (y los siguientes) como fundamentales en las ciencias naturales medievales. 

miércoles, 24 de octubre de 2018

San Alberto Magno - Vida y obra (1193 - 1280).



Una de las figuras más importantes de la corriente filosófica cristiana y católica. Fue nada más ni nada menos que el maestro de Santo Tomás de Aquino. Fue Doctor expertus y Doctor Universalis de la Iglesia Católica y está en el número 28 de los doctores de la Iglesia. Hablo de los temas más diversos en diferencia con sus predecesores que se dedicaron a la teología y a la filosofía en menor grado. Estamos hablando de San Alberto Magno considerado por algunos teólogos expertos como el más sublime de los teólogos. Veamos la vida y obra de este hombre. 

San Alberto Magno

Primeros años

Estudios

Alberto Magno nació el año 1193 en la ciudad de Lauingen, Baviera. Estudió en la Universidad de Padua donde recibió instrucción sobre los textos aristotélicos. De acuerdo con Rudolph de Novamagia, a Alberto le costaba mucho estudiar. Un día se escapó de la escuela en su hartazgo por ella, y cuando iba subiendo la escalera se encontró con la imagen de la Virgen María quien lo bendijo para entrar en las órdenes sagradas. 

Así, Alberto se volvió miembro de la Orden Dominica y estudió teología en Bolonia y en otros lugares. Fue llamado Magno por sus grandes conocimientos filosóficos-teológicos. 

Fue ahí mismo donde hizo sus cátedras y escribió su obra Summo de bono luego de su discusión con Felipe, el Canciller. En el año 1245 se convirtió en Maestro de teología en la Universidad de Saint Jacques, siendo el primer dominico alemán en tener esta distinción. En este período fue donde Santo Tomás de Aquino conoció todas sus obras y se convirtió en su discípulo

Carrera teológica

En su vida académica estudió tanto los textos de Aristóteles como de los árabes sobre todo de Avicena y Averroes. Sin embargo, Alberto criticaba duramente los textos de estos dos últimos filósofos, debido a su visión del Universo. 

Siempre defendió a la escuela dominicana y de hecho, el mismo fundó un programa de estudios para que los dominicos pudieran estudiar filosofía. 

Obispo de Regensburg

En el año 1259, el papa Alejandro IV lo hizo obispo de Regensburg donde desarrolló su humildad mucho más que antes. De hecho, cuando se le pidió recorrer la diócesis a caballo (como así lo dicta la orden), el prefirió hacerlo a pie. Por eso recibió el apodo de ''botas de obispo''.

En el año 1263, el papa Urbano IV le reveló los deberes de un obispo más la predicación por la Octava Cruzada en los países germánicos. Luego Alberto renunciaría a los deberes de obispo entregándose a una vida monacal en el convento de Wurzburgo. 

Un dato anecdótico de San Alberto Magno es que se dice que él habría descubierto la piedra filosofal. Ya en sus escritos sobre los minerales, Alberto Magno nos habla de un elixir que ocuparon los alquimistas para transmutar cualquier metal en oro. La transmutación seguiría prolongándose hasta que en cierta combinación se llegó a crear la piedra filosofal. 

A pesar de ello, la leyenda dice que Alberto Magno le pasó la piedra filosofal a Santo Tomás de Aquino antes de su muerte. 

Últimos momentos con Santo Tomás de Aquino

Una de las últimas apariciones que hizo San Alberto Magno fue defender las idea de Santo Tomás de Aquino que eran atacadas y criticadas por Esteban Tempier, quien condenaría los escritos. Este obispo de París objetaba a Santo Tomás su radicalismo aristotélico. De hecho, muchos filósofos que se sustentaban en teorías aristotélicas fueron condenados por este obispo.

Era de esperar que Alberto Magno, siendo él también aristotélico, defendiera no sólo la doctrina del estagirita, sino más profundamente a su discípulo Santo Tomás quien para esa fecha ya había fallecido. 


Muerte de San Alberto Magno

Alberto tenía esas enfermedades propias de la vejez y la muerte de su alumno Tomás de Aquino en el año 1274 lo agravó. Finalmente, Alberto muere en el año 1280 con sus hermanos dominicos en Alemania. En el año 1622 fue beatificado y en 1931 sería hecho Doctor de la Iglesia por el papa Pío XI.

Pensamiento

En cuanto a los escritos de alquimia, siempre se pensó que Alberto era una especie de mago o alquimista. Sin embargo, estos hechos fueron considerados falsos, pues existieron muchos textos atribuidos a Alberto pero que no coincidían en fechas. 

Filosofía ente Platón y Aristóteles

Los sorprendente de Alberto es que este hombre pensaba más filosóficamente que teológicamente. Su preferencia por la filosofía lo ayudaba a sustentar la teología y de paso su fe en la religión. De ahí que su pensamiento fuera muy similar al de Aristóteles, y por cierto, fue él quien introdujo a los filósofos griego en el pensamiento cristiano. Por otro lado, San Alberto Magno también trató de conciliar las posturas aristotélicas y platónicas, diciendo que la verdad se encontraba en el equilibrio de estas. 

San Alberto Magno tenía un pensamiento muy científico, algo raro en los teólogos de aquellos tiempos centrados en acabar con la herejía. El mismo decía:

''No hay ciencia alguna sin el conocimiento exacto de los lugares geográficos, de sus diferencias y de las causas de ellos, los que no se preguntan por estas cosas, cometen un grave error''

Es así que San Alberto Magno no era solamente un teólogo, filósofo o científico, sino que también era un gran investigador de la naturaleza.

Teología con San Agustín de Hipona

San Alberto siempre quiso incorporar la filosofía a la teología y es por eso que nunca descuidó ni la ratio superior (teología) ni la ratio inferior (filosofía). Muchos filósofos anteriores habían desechado la filosofía siendo fideístas y teólogos a ultranza. Un ejemplo de esto fue el mismo Al-Ghazali quien escribió ''La incoherencia de los filósofos'', donde demostraba los puntos en contra de estos últimos. 

Obras

La fechas de sus obras no están claras, pues todos sus escritos fueron compilados tiempo después. Aquí tenemos algunos de ellos, por supuesto, a medida que los vayamos desarrollando los pondremos en esta lista.

Como dijimos en un comienzo, las obras de San Alberto Magno son más filosóficas que teológicas, por lo que debemos entender más conceptos del pensamiento que de la religión (aunque no es excluyente).

Conclusión

Llegamos a un tiempo fascinante, pero también nos vamos acercando poco a poco al fin de la filosofía medieval. Bastará con pasar a Santo Tomás para ya tener listo el proceso del pensamiento medieval. Seguramente, ni San Alberto Magno podría predecir lo que se vendría con sus obras, es decir, el poderoso movimiento que surgirá a partir de sus escritos. Veamos en las siguientes entradas como es que este hombre marcó la racionalidad en la teología. 

La Regla de San Agustín

La Regla de San Agustín

La regla de San Agustín fue creada en el siglo V d. C. y fue utilizada por sus sucesores para mantener una vida monástica. Estas fueron diseñadas a partir de los escritos que San Agustín había escrito al final de su vida. Podemos ver que el filósofo apostaba por una vida pacífica y monacal para la comunidad cristiana. 


Agustinianos y Benedictinos

Que San Agustín haya tenido una vida monástica aún está en duda. Lo que si es cierto es que Agustín hizo leyes para los monjes y monjas de Roma incrementando su número, pero estos no pudieron ser clasificados en una familia monástica específica (o incluso, si alcanzaron a tener una vida tal). Por otro lado, también tenemos el antecedente de que San Agustín fundó un monasterio en Tagaste

En el siglo XI, muchos monjes ascéticos se dejaron guiar por las reglas de San Benito; sin embargo, estas reglas ya no satisfacían las demandas de las autoridades monásticas. Por lo tanto, los monjes adaptaron los escritos de San Agustín y crearon estas reglas basadas en el pensamiento del filósofo. Todo esto se concretó en el Concilio de Letrán.

Capítulo I: Comunidad

Este primer capítulo nos habla de algo sorprendentemente platónico: el objetivo de tener una sociedad común. En otras palabras, San Agustín nos decía que todos debíamos tener iguales cosas en cuanto a nuestras necesidades, pues todos somos distintos.

Por lo mismo, Agustín dice que si un hombre entra al monasterio con algún objeto de valor, dicho objeto se convertirá en algo común para todos. Sin embargo, si un hombre viene a buscar al monasterio algo que no encontró afuera, tampoco lo encontrará en el monasterio. 

También exhorta a que ningún hermano del monasterio se muestre altivo o soberbio con los recién llegados, incluso si estos provenían de familias ricas. Recordemos que uno de los pecados más terribles para San Agustín era justamente la arrogancia. 

Capítulo II: Oración

Este capítulo se refiere a la oración la cual se debe hacer a la hora indicada, pero si alguno quisiera hacerla a otra hora por supuesto que está permitido. 

Capítulo III: Salud

San Agustín nos dice que para mantener una vida monacal se debe tener abstinencia, en la comida y en el trago. Esto implica que se debe ayunar a las horas correspondientes; sin excesos y sin faltas. 

Seguramente, aquellos que se unan a la vida monacal y lleven poco tiempo, deben adaptarse poco a poco y deben ser ayudados por los más fuertes en un ambiente de tolerancia. 

Capítulo IV: Castidad

No se debe agradar con el ropaje que lleve, sino que con la actitud que tenga el monje. Siempre deben permanecer juntos sea dentro o fuera del templo. 

La castidad es un deber que se debe cumplir a cabalidad. No se les prohíbe estar con una mujer, pero sí se les prohíbe desearlas o ser deseados por ellas. El deseo no lo suscita el tacto, sino más bien la mirada pues es por este medio que empieza todo. Por esto, Agustín llama a amonestar a todas las mujeres u hombres que tengan una mirada lujuriosa, porque ahí es donde se desvanece tal deseo. 

Quien sea sorprendido con cartas o proposiciones de una mujer, debe aplicarse un castigo más severo, pero si lo confiesa antes de ser descubierto se le perdonará y se orará por él. 

Capítulo V: Administración de los bienes

Como se dijo en el capítulo I, todo debe ser en común en la comunidad, tanto la ropa como la comida. Las visitas también son bienvenidas y nunca a escondidas. En pocas palabras, nadie puede tener una actividad individual, pues todo es para todos. Como diría el mismo San Agustín:

''Anteponer los intereses comunes a los propios y no los propios a los comunes''

Se añade además que se cuida mejor lo que es de todos que las propias cosas. 

Capítulo VI: Perdón

No deben mantenerse las disputas, deben terminarse de inmediato para evitar la ira y el odio. 

''El que odia a su hermano es un homicida''
(Juan 3:15)

Cualquier hombre que haya perjudicado a otro por la razón que fuere, debe inmediatamente remediar lo que hay hecho. Si los dos han tenido la culpa, pues los dos deben perdonarse mutuamente. Todo perdón se debe hacer desde el corazón, de lo contrario, estará sin motivo en el monasterio. 

Capítulo VII: Obediencia y autoridad

Los monjes deben obedecer a todos sus superiores porque en el monasterio debe ser jerárquica. Quien llegue a dominar a los demás debe mandar desde la caridad y no desde el poder. Debe ser un hombre conciliador y que llame a la paz.

Estos deben recordar que luego deben darle cuentas a Dios por todos los actos hechos. 

Capítulo VIII: Observancia de la Regla

Finalmente, por medios de unos pasajes San Agustín exhorta a todos los hombres a que sigan el camino de Dios diligentemente. Pide que todos los miembros del monacato cristiano entreguen su vida a la abstinencia, además de arrepentirse de todos los pecados que hayan cometido anteriormente. 

Conclusión

Yo creí haber leído la mayoría de las obras de San Agustín de Hipona, pero vemos que el filósofo sigue sorprendiéndonos incluso con estas específicas reglas. Estas reglas no fueron hechas voluntariamente por San Agustín, pero si fueron extraídas por aquellos hombres que lo siguieron. ¿Quien sabe? seguramente después encontremos aún muchas otras teorías del santo de Hipona quien nos dejó mucho en qué pensar. 

martes, 23 de octubre de 2018

La Santa Inquisición Pontificia (1184 - 1244).

En entradas anteriores hemos visto las bondades y características del cristianismo, junto con la filosofía que éste propagaba por medio de hombres como San Agustín de Hipona, San Anselmo de Canterbury, Pedro Abelardo, entre otros. Sin embargo, aquí tenemos un punto de inflexión importante, pues la humildad y el amor recíproco que pregona el cristianismo ya no se verá en estas páginas de la historia. La Santa Inquisición Medieval representó la violencia, la intolerancia y la ambición de las autoridades papales frente a las demás religiones y pensamientos. Ahondamos en uno de los más tristes acontecimientos de la historia.


La Santa Inquisición Medieval

Comienzo

Si tuviéramos que ser bien estrictos con el orígen de la Inquisición, entonces tendríamos que remontarnos al Imperio Romano. Exactamente, mientras se celebró el Concilio de Nicea con Constantino I, el grande, todos aquellos que no estuvieran de acuerdo con las conclusiones del concilio (que Jesús era mortal y divino), sería perseguido. Podríamos decir que este fue el inicio de una inquisición. 

Luego se aplicaron otros concilios donde cada acuerdo implicaba la supresión de los herejes. El mismo San Agustín de Hipona en el llamado ''Sermón 119'' con una metáfora de la cena explica la obligación que debe tener el cristiano para con los herejes. 

De hecho, creo que podríamos explicar las herejías después de San Agustín. Recordemos que en un principio, San Agustín no tenía ningún problema con los herejes sobre todo con los maniqueos a quienes invitaban a unirse. Sin embargo, con el resurgimiento de nuevas herejías San Agustín comenzó a enfrentarse a todos ellos en debates. Al final de su vida, San Agustín condenó a la mayoría de las herejías y más o menos desde ese tiempo se les empezó a perseguir. 


Inquisición episcopal

Los mecanismos para acabar con la herejía se fueron desarrollando cada vez más a lo largo de la Edad Media. Los obispos reclamaban más atención al fenómeno de la herejía y para eso tuvieron que pedir apoyo a Roma. Todo esto se formalizó en el período de Gregorio IX. 

La inquisición era distinta dependiendo de la diócesis y de los recursos que esta tuviese. La iglesia enseñaba la verdad, por lo que no se necesitaba enseñar lógica, lo que necesitaban era un recurso retórico llamado ''persuasio'' el cual resultaba muy satisfactorio.

Esta inquisición comenzó en el año 1184 por la bula papal del papa Lucio III. El documento tenía por nombre ''Ad abolendam'' (sobre la abolición) y tenía por objeto sacar de raíz la herejía tanto en Bizancio y el Sacro Imperio Romano Germánico. Sin embargo, los rangos de acción provenían de Francia e Italia contra los cátaros y los valdenses, que eran los dos movimientos herejes del momento. Un ejemplo de esto fue en Verona el año 1278 donde 200 cátaros fueron quemados.

Propósitos

Por supuesto, la intención de que la Inquisición fuera algo legal era el primer objetivo de Gregorio IX. La herejía fue considerada un crimen bajo las dos esferas: la civil y la religiosa. Primeramente, al culpable se le persuadía de que estaba en un error y si éste persistía en su herejía, las autoridades seculares aplicarían sus propios métodos que en general eran de tortura. En el año 1215, bajo el Cuarto Concilio de Letrán se condenó la herejía, pero no fue hasta la promulgación de la bula ''Ad extirpanda'' en 1252 que la tortura fue reconocida como un método de confesión para los herejes.

Los dominicos y franciscanos (que no estaban de acuerdo con la inquisición) manifestaron su enfado contra esta persecución; sin embargo, Inocencio III los consideró como una doctrina convencional y como igualmente inquisidores. No obstante, muchos de ellos se aprovecharon de la inquisición y formaron parte activa de ella. Uno de los dominicos más crueles en esta inquisición fue Robert le Bougre, el ''Martillo de los Herejes''. Los franciscanos fueron conocidos por sus fraudes a la iglesia y también por la masacre de muchos otros herejes. Sus acciones cesaron en el año 1302.

En un principio, la inquisición ponía poca atención a la hechicería. De hecho, la alquimia era verdaderamente considerada por el poder papal. Se decía que el papa Juan XXII practicaba la alquimia y que además se sospechaba que este mismo era una especie de mago.

Juicios

La confesión de testigos era fundamental para encontrar y encarcelar a los herejes. En un principio, las confesiones voluntarias eran castigados con penas más ligeras que a aquellos que se les obligaba a confesar. 

El hereje no tenía derechos para tener un abogado ya que en esos tiempos no existía la presunción de inocencia, sino que existía la prueba diabólica (probatio diabolica). Esta prueba consistía en lo siguiente: probar lo que no ha ocurrido; por ejemplo, a un reo de la Santa Inquisición se le pedía ''Prueba que no has pecado'', y siendo que no puede responder a esta petición, se le condenaba. En efecto ¿cómo se puede probar lo que no ha ocurrido?

No obstante, en algunos casos la víctima podía recurrir al papa, pero esto consideraba un monto de dinero excesivo. 

Cuando el hereje era condenado, esto se hacía saber en un sermo generalis o en la homilía pública de cada ciudad.

Métodos de tortura

Para que se lograra una confesión, la Inquisición aplica los siguientes métodos de tortura:


  • Cuna de Judas: una estructura en punta donde se ponían a los herejes encima con el fin de atravesarlos.
  • Strappado (Garrucha): se amarraban las manos de un condenado a una polea muy alta. Luego se le hacía caer con violencia sin que tocara el suelo. 
  • Brodequin: se hacía sentar al condenado para luego destrozarle las piernas.
  • La rueda de despedazar: se amarraba al condenado a una rueda y luego esta se hacía girar. Acto seguido, las extremidades y los huesos del condenado se destrozaban

Muchos otros métodos se comenzarían a implementar en otras inquisiciones, sobre todo la española que fue la más dura de todas. 

Conclusión

Nada más empezar el siglo XIII se da comienzo a esta horrenda matanza de herejes por parte de la Iglesia Católica. esta no será la única especie de inquisición que se dará en la historia, pues la herejía seguirá persistiendo en sus pensamientos. Tanto será así, que incluso se tendrá que acabar con los grandes maestros del pensamiento, solamente por el modo en que concebían el mundo. Dejemos hasta aquí la Santa Inquisición Pontificia y pasemos a otros temas en la próxima entrada.

lunes, 22 de octubre de 2018

Generación espontánea (Aristóteles).

Los peces eran considerados animales que nacían de la generación espontánea.
En el caso del pez, este nacía por la humedad del suelo

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Generación espontánea (Aristóteles)

La generación espontánea es una teoría biológica que señala que algunos seres vivos se crean a partir de materia orgánica o inorgánica. La teoría se mantuvo por casi dos milenios, ya que las pruebas desarrolladas por Francisco Redo y Lazzaro Spallanzani concluyen que la generación espontánea desde la materia orgánica (como en el caso de los gusanos o las moscas) no es tal como se dice. Pero las regulaciones las veremos después.

Visión de los antiguos griegos

Como sabemos los antiguos griegos tenían sus propias teorías de cómo se había formado el mundo. Recordemos que esta teoría se llamaba arjé y cada filósofo postulaba la suya.


A partir de esto podríamos decir que la idea de generación espontánea nace de ellos. Sin embargo, quizás el único diferente sea Anaximandro que dijo que provenía de lo ilimitado, es decir, de materia no viva. Los otros que postulaban los elementos o cuerpos materiales decían que estos elementos eran los constitutivos de todas las especies. 

Aristóteles

Aristóteles postulaba que la mayoría de los animales eran formados por medio de las relaciones sexuales. No obstante, el estagirita también nos decía que existían cuerpos que se generaban desde la materia orgánica e inorgánica. 

El concepto pneuma es clave en la descripción de Aristóteles, en efecto, este sería el ''aliento vital'' que hace vivir al animal. Este pneuma se supone que es caluroso ya que, según Aristóteles, todo lo caliente contiene vida, mientras que todo lo frío carece de ella. 

Así, una materia unida a este pneuma puede ocasionar la generación espontánea. De esta forma, Aristóteles nos decía que los gusanos provenían de la putrefacción al igual que las moscas. Otros animales provenían del barro como podrían ser caracoles. Otros precisamente desde el material que provenían, por ejemplo, las almejas vendrían de su propia concha. 

Una de las teorías más controvertidas que tendría Aristóteles es aquella que menciona que los cocodrilos provenían de los árboles. Antigua es la creencia de que los árboles son productores de calor (de hecho, los soldados atenienses se posaban en un árbol para obtener algo de calor luego de un frío devastador); por lo tanto, este calor con pneuma daría lugar a nueva vida, al igual como con los seres marinos (agua + pneuma).


Conclusión

Aunque esta teoría ya fue refutada, no es menor el mérito del estagirita frente a esta gran proposición. No por nada duró hasta el siglo XVIII sin que nadie pudiera desafiarla. Debemos entender que esta idea se basa en el sentido común y la biología de ese entonces; en todo caso, si Aristóteles hubiese tenido la tecnología que está presente ahora en el mundo, distinto sería su juicio sobre el lugar en que habitamos.



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Cruzada Albigense (1209 - 1229).

Han pasado 5 años desde que se gestó la terrible Cuarta Cruzada con el saqueo de Constantinopla y la conformación del Imperio Latino. Hoy veremos el desarrollo de una cruzada que se formó solo tiempo después de la Cuarta Cruzada: La Cruzada Albigense. Esta tenía un objetivo aún más específico que la otra, pues involucraba a un pueblo llamado ''Los Cátaros'' que vivían en el sur de Francia. Sin embargo, a pesar de los esfuerzos, la Cruzada no cumplió a cabalidad sus objetivos. Veamos porqué.

Referencias:

(1) Esta es un pensamiento totalmente maniqueo. Para saber más de los Maniqueos lease esta entrada de San Agustín de Hipona: Sobre la costumbre de los maniqueos.


CRUZADA ALBIGENSE


Contexto

Para el Siglo XIII, Jerusalén ya no era el único objetivo de las cruzadas. Ahora, cualquier pueblo con pensamiento distinto a la doctrina cristiana sería considerado un enemigo a acabar. La iglesia consideraba mucho más terrible la herejía que se propagaba en Europa, que la lucha contra los musulmanes. Esto se debe a que la herejía era una especie de cáncer en el corazón de la cristiandad, en otras palabras, una cosa es decir que crees en Dios de distinto modo, y otra decir que no crees en Dios, sino que en dioses. 


Los Cátaros

Los Cátaros, también conocidos como albigenses, eran una religión gnóstica prominente en Europa. Se encontraban exactamente al sur de Francia en la ciudad de Albi (de ahí que se les llame albigenses). Estos creían que en el mundo existían dos fuerzas: el bien, que era espiritual; y el mal, que era material(1)

Debido a esto, los cátaros creían que el hombre estaba atrapado en su cuerpo y que su espíritu debía salir, y evitar todo aquello que es carnal. Por lo tanto, los cátaros vivían en austeridad, en castidad y evitaban todo tipo de comidas que provinieran de la unión sexual (carne). Creían en la resurrección y negaban el bautismo.

Persecución de la Iglesia

La Iglesia Católica Romana trató de extirpar de raíz a esta herejía por años. Uno de los misioneros que fue a convertirlos fue Santo Domingo, pero sus intentos fueron fallidos.

Prácticamente, los cátaros vivían en tranquilidad gracias a la tolerancia de Raimundo VI de Toulouse, quien encima fuera católico. Sin embargo, Raimundo fue excomulgado cuando se supo que era cómplice de los cátaros en el asesinato de Pedro de Castelnau, un monje cisterciense. 

En el año 1208, Inocencio III, quien ya sospechaba de Raimundo (de hecho, no lo llamó a la Cuarta Cruzada), convocó una nueva cruzada en contra de Raimundo y los herejes de Languedoc para el próximo año. 

La Cruzada Albigense

La Cruzada Albigense fue tremendamente popular en el norte de Francia, ya que los cruzados, una vez dentro de la cruzada sus pecados eran perdonados en la otra vida. 

Los cruzados capturaron la ciudad de Béziers en el corazón de la ciudad cátara. El papado legal decía:


''Matenlos a todos, Dios reconocerá a los suyos''
(Arnaldo Amalrico, inquisidor papal)

Cuando los cruzados preguntaron cómo diferenciar a los cátaros de los cristianos, a estos les dijeron que sólo no mataran a toda la población. Los albigenses se rindieron totalmente a los cruzados. La cuidad quedó en manos de Simón, señor de Montfort y conde de Leicester quien además había servido en la Cuarta Cruzada

Simón aprovechó de capturar otras ciudades del territorio como Toulouse lo que sirvió posteriormente para organizar otra cruzada. 

Fin de la cruzada

Tiempo después, Raimundo y su hijo Raimundo VII atacaron el norte de Francia para recuperar la ciudad de Toulouse en 1226. La Cruzada Albigense llegó a su fin cuando Luis VII llegó al trono, sacando a Simón de Montfort de Toulouse, más bien, asesinándolo. 

En ese momento, Raimundo y Luis llegaron a un acuerdo de paz en Francia. Así, la Cruzada albigense terminaría sin lograr totalmente su objetivo: eliminar a los cátaros de Languedoc. 

Finalmente, el tratado de Meaux-París es firmado en 1229 junto con la boda de la hija de Raimundo VII y el hermano del rey de Francia por lo que se consolidó el poder de la corona francesa. 

Conclusión

Aquí vemos una cruzada que al menos tuvo sentido religioso en contraste con la Cuarta Cruzada en la que fueron puros intereses personales. Sin embargo, todo esto no termina aquí pues aún faltan cruzadas e inquisiciones, es decir, todavía hay un tiempo de sangre y violencia en Europa contra los infieles. Uno de los papas que más ha estado concentrado en esta tarea ha sido Inocencio III, a quien veremos nuevamente en la organización de esta Guerra Santa. 

domingo, 21 de octubre de 2018

Cuarta Cruzada (1202 - 1204).

Ya hemos visto la primera, la segunda y la tercera cruzada. Estas tres primeras se caracterizaron por la intención recuperar Tierra Santa que había sido tomada por los árabes. Por supuesto, el propósito de esta cruzada será el mismo, sin embargo, los resultados no sólo serán adversos sino confusos y extraños. Sorpresivamente, en esta cruzada ya no estará presente el sentimiento de victoria contra el enemigo, sino que màs bien estará la ambición de unos pocos para que muchos sean llevados al campo de destrucción y sangre. Sin más preámbulo, veamos la Cuarta Cruzada. 

La Cuarta Cruzada

Contexto

Había terminado la Tercer Cruzada donde Ricardo Corazón de León y Saladino se habían enfrentado. De aquí salió un acuerdo en el cual los árabes se quedarían con Jerusalén, pero los cristianos tendrían libre tránsito en aquel lugar. El tratado fue firmado en 1192. 




Inicio de la Cruzada

El llamado de Inocencio III

A comienzos del siglo XIII, el papa Inocencio III mandaría cartas a las autoridades correspondientes con el propósito de organizar una nueva cruzada. Hasta ese momento, solamente Urbano II había sido el papa que con mucho fervor había incitado una cruzada, Inocencio III lo haría tal cual. 

En un principio, Inocencio III no tuvo mucho apoyo, pero el poco que tuvo fue de grandes nobles como el conde Teobaldo de Champaña en 1199. Todo esto gracias a que un predicador llamado Fulco de Neuilly inspirara a muchos soldados en un torneo. Reunieron bastantes caballeros cruzados y se dirigieron a Venecia para ver el soporte naval.

Intereses cruzados

Desafortunadamente, Teobaldo muere antes de zarpar con los cruzados, por lo que los barones tornaron su mirada a Bonifacio de Montferrato quien parecía un hombre sensato. Este tenía familia en Bizancio y algunos estados cruzados, además de ser vasallo de Felipe de Suabia. Su hermano, Conrado de Montferrato, se casó con la hija del rey de Constantinopla Isaac II, ésta se llamaba Irene Angelina. Sin embargo, Isaac II fue destronado por Alejo III. Bajo este motivo, tanto Bonifacio, Felipe y el hermano de este llamado Alejo, el joven, necesitaban apoderarse de Constantinopla para sacar a Alejo III. 

Bonifacio propuso cambiar el rumbo de la cruzada, es decir, en vez de dirigirse a Tierra Santa se dirigirían a Constantinopla. No obstante, Inocencio III se negó rotundamente. Alejo también trató de convencer a Inocencio pero no tuvo mejor suerte que Bonifacio. Finalmente, Inocencio III sí accedió a que el rumbo para Tierra Santa se lleve a cabo cruzando Constantinopla.

Problemas en con la flota de Venecia

El primer problema que tuvieron que enfrentar los cruzados fueron las flotas desde Venecia. En el año 1202, se supone que Francia ayudaría a Venecia para armar una flota, sin embargo, los cruzados se dieron cuenta que no tenían los recursos apropiados, tenían muchas provisiones que no necesitaban. Fue un gasto muy grande por lo que Venecia ni Francia fueron capaces de solventar los gastos incurridos. 

El líder de esta cruzada era Dogo Enrico Dandolo, quien era Duque de Venecia, un hombre de mucha sagacidad y prudencia a pesar de tener 90 años. Este hombre, que para tiempos de la Cruzada estaba ciego, propuso que Francia ayudara a Venecia en la captura de la ciudad de Zara (actual Croacia), y así pudiera pagar la deuda mediante el botín. 

El gran problema es que Zara era una ciudad cristiana ¿Cómo es posible que los cruzados invadieran una ciudad cristiana? Lo que pasa es que Zara siempre tuvo conflictos con Venecia y Dogo quería deshacerse del poderío de la ciudad de Zara de una vez por todas. Inocencio no estuvo de acuerdo, pero para cuando se organizó esto ya no se podía hacer nada. De hecho, Inocencio III otorgó absolución condicional a los cruzados, pero no a los venecianos. 

La Cuarta Cruzada toma lugar

La toma de Zara

Mientras tanto, Felipe de Suabia envía a sus cuerpos militares a la ciudad de Zara. Si los cruzados detenían el reino de terror en Constantinopla, Alejo establecería una iglesia con subordinación a Roma y así le pagarían a los cruzados grandes sumas de dinero. Además esto serviría para organizar otra cruzada a Egipto (centro del poder musulmán), pero esta nunca llegó a concretarse, ya que los cruzados no vieron con mucho interés atacar la ciudad. 

Los cruzados finalmente tomaron la ciudad de Zara en el año 1202, para luego dirigirse hasta Corfú antes de llegar a Constantinopla en el año 1203. 

El Sitio de Constantinopla

La ciudad de Constantinopla fue fuertemente atacada desde el norte. Los ciudadanos se volvieron en contra de Alejo III, quien se vio forzado a huir inmediatamente de la ciudad. Como consecuencia de esto, el nuevo rey de Constantinopla sería Alejo, hermano de Felipe de Suabia, quien tomaría el nombre de Alejo IV.

Resultado

Aunque Alejo IV trató de hacer reformas para el bien común y para ayudar a los cruzados, el rey se vio con muy poco dinero para satisfacer dichas necesidades. Además, pronto tuvo que enfrentar un sentimiento anti latino que se estaba gestando hace mucho, mucho antes de la llegada de Alejo IV. 

Los cruzados, quienes estaban tremendamente molestos por la situación, se sintieron engañados y atacaron la ciudad de Constantinopla el 12 de Abril del año 1204. Lo que siguió después de esto fue uno de los más crueles y viles saqueos de la historia. Los cruzados rompieron todas las condiciones, sobre todo con el voto de no ultrajar a ninguna mujer de Constantinopla. Cuando Inocencio III supo de esto, sintió la más profunda molestia y vergüenza por lo que habían hecho. 

Formación del Imperio Latino

Antes de atacar Constantinopla, los cruzados decidieron que las elecciones del nuevo emperador se haría por el voto de 12 electores (6 venecianos y 6 francos). Entre ellos elegirían las autoridades de la siguiente manera:


  1. Emperador: 4 
  2. Patriarca: 4 
  3. Clero:4

Entre ellos, venecianos y francos eligieron a un rey llamado Balduino de Flandes, que provenía de Francia; y a Tomás Morosini, que provenía de Venecia. Los cruzados llamaron a esto ''Partición del Imperio Romano de Oriente'', por lo que fundaron el Imperio Latino que no duró mucho (1206 - 1261).



Conclusión

Esta pudo ser una de las cruzadas más sangrientas y también la más importante en términos sociológicos. Vemos que las cruzadas pasadas traían un verdadero sentimiento religioso para derrotar a un enemigo común, pero aquí solo hubo cabida para la ambición, el interés y la traición. Es probable que desde ahora se configuren las cruzadas de la siguiente manera o quizás pueda volver la inspiración del deber genuino, es decir, de alejar al enemigo musulmán. Veremos que pasará en las siguientes cruzadas.