viernes, 22 de julio de 2016

Marco Tulio Cicerón - De Finibus Bonorum et Malorum (Del supremo bien y el supremo mal) (Libro II: Crítica al epicureísmo) (45 a.C.).

En el libro I de De Finibus Bonorum et Malorum descubrimos ciertos aspectos de la teoría epicúrea, su crítica por parte de Marco Tulio Cicerón y su defensa por Lucio Torcuato. La teoría fue tan extensamente explicada que sólo queda la crítica por parte del orador para establecer la diferencia entre lso dos modos de vida irreconciliables (en ciertos aspectos): estoicismo y epicureísmo. Quizás aquí podamos responderá la pregunta ¿La sabiduría no es deseable si no es placentera? Claro, será respondida en base a la opinión de alguien que prefiere mucho más el estoicismo que el epicureísmo. Veamos que nos tiene que decir el gran orador. 

Referencias:

(1) No hay mucha información de Jerónimo, salvo en los libros de Cicerón y Diógenes Laercio.
(2) Parece haber dos clases de placeres: el primero en movimiento que es experimentado en el momento; y el otro que es cuando dura en el tiempo (placer estable). 
(3) Los romanos decidieron que los cónsules siempre debieran ser dos porque así uno podría moderar el poder del otro.
(4) En el libro anterior, en la sección del hombre epicúreo. 

De Finibus Bonorum et Malorum

LIBRO II: CRÍTICA AL EPICUREÍSMO


Cicerón pone en claro que no le gusta parecer un gran filósofo refutando argumentos, sino que más bien quiere ser moderado debatiendo punto por punto lo planteado. 

Conceptos a rebatir

Definición 

Se vuelve a refutar el concepto de definición porque Epicuro lo rechazaba totalmente; sin embargo, Cicerón asegura que el mismo Epicuro lo utilizaba sin darse cuenta. Esto queda claro, pues es obvio que para saber qué es el placer es necesario definirlo bien. 

Inmediatamente, Torcuato defiende a su maestro diciendo que el concepto de placer no es necesario definirlo: todos saben lo que es el placer. Pero Cicerón insiste que ni el mismo Epicuro entiende bien su propio concepto. 

Hubo en Grecia un filósofo muy destacado que también habló del placer. Su nombre era Jerónimo de Rodas(1), quien decía que el placer era ausencia de dolor. El filósofo también decía que el placer no debía buscarse por sí mismo porque una cosa es carecer de dolor y otra es estar alegre. Torcuato acepta a regañadientes esta definición y siguen la discusión.

Es claro que cuando se tiene sed y ésta se sacia se siente cierto placer, pero ¿qué pasa luego de saciar la sed? ¿Acaso no es el mismo placer que se experimentó al momento de aplacar la sed? Torcuato nos dice que no es el mismo placer, es uno diferente. El segundo placer es un placer estable, mientras el que se experimentó al momento de aplacar la sed está en movimiento(2)

Término medio entre placer y dolor

Sin embargo, decíamos en el libro anterior que la ausencia de dolor es el placer supremo. ¿Será lo mismo la ausencia de dolor que el placer supremo? Torcuato cae en un error, pues la ausencia de dolor ya no es el placer supremo, sino más bien un placer estable

Cabe preguntarse, cuando no sentimos ni dolor ni placer ¿estamos en un estado de placer supremo? Pongamos un ejemplo, quien prepara vino sin tener sed, ¿se encuentra en el placer supremo? Torcuato no responde a esta pregunta, y pide que en vez de hablar dialécticamente, se hable por medio de la oratoria, aunque ese es precisamente el problema de Epicuro, pues de mucha exposición oratoria no analiza los puntos en que está débil. 

Además, la obstinación de aceptar la dicotomía placer/dolor nos llevaría a tener una vida en exceso, pues, según los epicúreos, vivir bien sería vivir con buen gusto, pero no todos los con buen gusto viven bien porque, en la antigua Grecia, estos sibaritas terminaban vomitando encima de la mesa tratando de colmar todos sus placeres. 

Debe existir un término que excluya el placer para vivir una vida moderada y no llena de excesos. En todo caso, si el supremo placer es ausencia de dolor ¿por qué no el supremo dolor es ausencia de placer? (cosa que los epicúreos nunca tomaron en cuenta).  

División de los deseos

Para Cicerón, la división de los deseos de la filosofía epicúrea en:

Naturales y necesarios
Naturales e innecesarios
Artificiales e innecesarios

Es errónea pues está fragmentando dos grandes géneros: naturales y artificiales. Lo correcto hubiera sido ordenar entre deseos naturales y artificiales. 

Las pasiones necesitan límites

Esto también lo decía el filósofo Epicuro, pero en el libro anterior habíamos visto que la pasión sólo podría llevar al dolor. Para Cicerón, las pasiones no pueden tener límites pues son esencialmente malas; por ejemplo, sería absurdo decir que alguien es moderadamente adúltero. 


Otros autores que hablaron sobre el placer

Epicuro no fue el único que habló sobre el placer, también estuvieron otros griegos hablando de él, incluyendo a Platón y Aristóteles, pero a estos últimos los veremos después. 

Aristipo de Cirene

Fundador de la escuela cirenaica, Aristipo postulaba que el placer era el bien mismo. Para éste filósofo, el supremo bien no es nada más ni nada menos que el mismísimo placer. Básicamente, mientras más placer, mayor felicidad habrá en el hombre. 

Jerónimo de Rodas

Por otro lado teníamos al ya mencionado Jerónimo de Rodas, quien postulaba que el supremo bien era la ausencia de dolor. 

Carnéades de Cirene

Otro filósofo de la Academia quien postulaba que el supremo bien es la inclinación natural.

Todos estos autores a los ojos de Cicerón están equivocados, pues el placer no puede estar al lado del supremo bien. De hecho, no es el placer el que determina el bien, sino la razón. 

Cicerón lanza una fuerte crítica a toda la escuela cirenaica, diciendo que esta considera al hombre como una bestia que de lo único que debe preocuparse es de satisfacerse, pensando sólo en sí mismo. Por el contrario, Cicerón nos dice que lo importante en la filosofía es la virtud y aquella sólo se puede lograr bajo el principio aristotélico: comprender y obrar. 

La moral estoica contra la moral epicúrea

La moral, de acuerdo con las palabras de Cicerón, existe de manera independiente de la ventaja o de la desventaja que pudiera proporcionar. En otras palabras, la moral es un concepto que se prefiere en sí mismo y no por el placer que produzca. 

Por otro lado, la moral no está relacionada con el placer, pues el placer sólo se relaciona con los sentidos. Como decía Platón en el Fedro:

''La vista es el mejor de los sentidos, pero con él no vemos la sabiduría''

Encima de esto, la moralidad es importantísima y más elevada que el; por ejemplo, imaginémonos la situación de Pompeyo Magno, quien en el año 50 a.C. (antes de su rivalidad con Julio César) no tuvo compañero como cónsul(3). Esto quiere decir que Pompeyo podría haber hecho todo tipo de injusticias teniendo el poder como cónsul; sin embargo, no lo hizo porque era uno de los romanos más moderados de toda la República. 

Un ejemplo más fácil sería este: imaginemos que un amigo nos encarga la herencia de su hija. Debemos pasar esa herencia a la hija, pero, si seguimos nuestros impulsos naturales (como el placer) ¿qué deberíamos hacer? si nos quedamos con la fortuna seremos epicúreos porque seguiríamos la lógica del placer. 

¿A quienes recordamos más?

Grecia y Roma tiene a sus héroes y estos han hecho todo por salvarla de todas sus invasiones. En todo caso, no sólo los héroes guerreros, sino que también legisladores, estrategas o administradores, son recordados por sus grandes hazañas; la historiografía los registra. 

En cambio, ¿recordamos a quienes se colmaron de placeres todo el tiempo? es más digno de alabanza un hombre que da la vida por su patria, a quien da la vida por los placeres, pues lo último no tiene nada de noble. 

Utilidad y placer confrontados... 

Ciertas situaciones difíciles nos hacen replantearnos el placer y la utilidad. El amor, según Cicerón, es ver colmado de placeres a esa persona que amamos, a pesar de que a nosotros no se nos de ningún provecho. Un epicúreo podrá decir que para él o ella será placentero tener tales sentimientos, pero no olvidemos que la filosofía epicúrea se basa en el utilitarismo; es decir, si el placer me es más provechoso, tendré que elegirlo. 

Lamentablemente, para un epicúreo la amistad durará mientras dure la utilidad. ¿Qué clase de amistad podría ser esa basada en la utilidad? El mismo Torcuato nos dijo que la amistad debe buscarse por su utilidad(4). Si hemos de ser buenos amigos, entonces amémonos por nosotros mismos y no por las utilidades de dicha amistad.  


El fin de los hombres

Si fuera porque el placer sea el bien supremo, entonces lo animales son los seres de mayor alabanza que existen. ¿Tendremos que volver a ser animales para ser felices? El hombre, dice Cicerón, está para cosas más altas a construir y hacer. 

Finalmente, Cicerón le pide a Torcuato que no piense ni siquiera en los héroes de la antigua Grecia, sino que solamente piense en los héroes de Roma y vea si alguno de ellos ha sido alabado por procurarse placeres. A este respecto, Torcuato no responde, pero da a entender que el diálogo aún no termina. 

Conclusión

Una fuerte crítica al epicureísmo y al placer en todas sus formas que en todo caso, nada más se esperaba de un estoico. Pero, ¿dónde está el placer finalmente? ¿acaso nada es querido por sí mismo a menos que tenga placer? Si el placer está unido a la utilidad, entonces nada sería gustoso por sí mismo, sino que por su utilidad. Verdaderamente, Torcuato tendrá una difícil defensa de su maestro porque hasta ahora, lo dicho por Cicerón parece irrefutable. Sin embargo, en el próximo diálogo ya no estará Torcuato. 

martes, 19 de julio de 2016

Marco Tulio Cicerón - De Finibus Bonorum et Malorum (Del supremo bien y del supremo mal) (Libro I: Filosofía Epicúrea) (45 a.C.).

Escrito en un mes y medio, ''Del supremo bien y del supremo mal'' reúne el estudio de dos filosofías antiguas muy bien estudiadas por Marco Tulio Cicerón: Epicureismo y Estoicismo. Es una lucha entre los placeres materiales y el alcance de la virtud por sobre todas las cosas. Ya nos quedó claro en Paradoxa Stoicorum la preferencia de Cicerón en cuanto a la filosofía estoica y sus principios. Este tratado consta de cinco libros y es el más largo junto con las Cuestiones Tusculanas. Por otro lado, el análisis de este primer libro comprende gran parte de la filosofía epicúrea; su crítica y su defensa.

Referencias:

(1) Filósofo griego y fundador de la escuela de su mismo nombre. 
(2) Los cirenaicos, quienes pertenecían a una escuela filosófica hedonista, sí admitían un estado intermedio llamado Aponía que consistía en la supresión completa del dolor. Para Epicuro, la Aponía no era un estado intermedio, sino más bien el placer supremo. 
(3) Tanto era así, que el mismo Epicuro dejó su casa en testamento a sus amigos. 


De Finibus Bonorum et Malorum


LIBRO I: FILOSOFÍA EPICÚREA

Cicerón comienza mostrando su enojo por aquellas personas que dicen que es mejor dedicarse a otra cosa y no a la filosofía. Pero también demuestra su enojo frente a quienes dicen que la cultura griega es mejor que la romana. 

En todo caso, el orador nos dice que siempre será mucho mejor tener las dos culturas como consideración para servirse mucho más en el ámbito filosófico. 

Luego de poner fin a dicho planteamiento, Cicerón comienza a analizar qué es el bien y qué es el mal. Para eso, el orador partirá analizando la filosofía de Epicuro(1)


Crítica a la filosofía epicúrea

La filosofía epicúrea consistía en alcanzar la satisfacción personal en sí. Se ignoraban todas las otras cosas en sí como la virtud y la ciencia, pues, decía Epicuro, estas no son deseables en sí. 

Cicerón cuenta una conversación que tuvo con L.Torcuato, pues éste le reprochaba el porqué de su disgusto con Epicuro (Cicerón no era partidario de esta filosofía). 

Física

Primero comienzan hablando de la física epicúrea que en realidad es una pequeña modificación a lo que decía Demócrito de los átomos. 

Recordemos que para Demócrito los átomos eran cuerpos indivisibles que se encontraban en el vacío, cosa que ni Platón ni Aristóteles podían concebir (ya que no admitían el vacío). Cuando los átomos se reúnen en el vacío dan orígen a todo lo que existe. 

A esta teoría, Epicuro decía que esos ''átomos'' tendían a ir haci abajo al igual que todos los cuerpos en la tierra. Ahora, si es así, ningún átomo con otro podría tocarse, pues todos estarían en dirección hacia abajo. A esta objeción, Epicuro nos decía que lso átomos al dirigirse hacia abajo tenían una leve inclinación, y que con esta inclinación se reunían y daban origen a todo lo que conocemos. 

Está, de acuerdo con Cicerón, es la explicación más pueril porque ni siquiera explica la causa de dicha inclinación en los átomos. 

Lógica

Aquí Cicerón es mucho más duro, ya que Epicuro suprime una de las cosas más importantes en la lógica como la definición. No habla sobre la división ni la partición ni la conclusión de las oraciones. 

Atracción hacia la gente

En tiempos de Cicerón, la filosofía epicúrea fue una de las más aceptadas por la gente. Esto se debía en parte a que dicha filosofía tenía mucha preocupación por el placer, lo que la hacía atractiva. Por otro lado, era fácil de comprender y sus escritos estaban disponibles para todos

Defensa a la teórica epicúrea

Luego de las críticas anteriores a la filosofía epicúrea, Torcuato quiere sostener una argumentación con Cicerón sobre el placer. 

Placer y dolor

Primero que todo Torcuato le explica a Cicerón que Epicuro establecía que el placer era el supremo bien y el dolor era el supremo mal. Esto se basa en la naturaleza (o más bien instinto) tanto de los hombres como de los animales, pues, ambos se alejan del dolor cuando lo sienten.

Ahora, esto no es meramente sensitivo ni mucho menos solamente instintivo, sino que también racional. En efecto, no será complicado pensar que la miel es dulce y preferible al fuego que quema y daña. Cuando se sacia la sed y el hambre, inmediatamente viene una sensación de placer la que sería la preferida por los hombres. Es así que Epicuro no quiso admitir un término medio entre el dolor y el placer(2)

Nadie huye al placer y nadie quiere el dolor de por sí, a menos que este mismo dolor sirva para lograr un objetivo mejor (en otras palabras, para encontrar otro placer). Por ejemplo, hacemos ejercicio, que a veces suele ser doloroso para alcanzar la satisfacción y el placer de estar saludables. En una oración:


''Se deben evitar los placeres para conseguir otros mucho mejores, y se deben evitar los dolores para evitar sufrir otros más graves''

Los antepasados de Torcuato

En una oportunidad, un antepasado de Torcuato tuvo que asesinar a un pirata para salvar su propia vida. Tuvo que hacerlo porque era una situación de vida o muerte y en presencia de todos los ciudadanos.  

Anécdota de Crisipo de Solos

En efecto, Crisipo era la figura estoica más reconocida en toda Grecia, y además era un férreo detractor de la filosofía epicúrea. Existe una estatua de Crisipo donde aparece él extendiendo su mano. Crisipo estaba discutiendo con un filósofo y le decía lo siguiente:

Crisipo: ¿Acaso tu mano siente algo en este momento?
Filósofo: Absolutamente nada. 
Crisipo: Pero si el placer fuera un bien lo desearía. 
Filósofo: Claro.
Crisipo: Por lo tanto, el placer no es un bien. 

Obviamente, Torcuato nos dice que la mano no puede desear el placer porque no tiene la propiedad de desear, por lo que Crisipo estaría equivocado. 

En fin, el supremo bien será considerado como vivir colmado de placeres, mientras el supremo mal será considerado como vivir miserablemente en el dolor. 

Componentes del epicureismo

Sabiduría

Muchos dicen que la sabiduría no está en el placer, pero Epicuro no lo sostiene así. De hecho, el epicureísmo sostiene que la sabiduría nunca será deseable si finalmente no da placer. En efecto, queremos la medicina porque nos da salud (lo que sería un placer); medicina (sabiduría), salud (placer).

Pasión

Este concepto tiene una característica negativa en la filosofía epicúrea, pues la pasión es la que genera odio y destruye desde las familias hasta los estados. 

Deseos

Epicuro distingue por lo menos tres clases de deseos:

Deseos necesarios (o naturales)
Deseos naturales pero no necesarios
Deseos innecesarios

Estos deseos siempre serán dirigidos al placer que se consiga ya sea a través de la sabiduría o de la simple conveniencia. Si llegara a pasar que no se disfruten los placeres a conseguir, pero tampoco sufra al evitarlos,  entonces dicha persona alcanzará el placer supremo. 

Fortaleza

Se mantiene la misma idea, pues nadie quiere del trabajo duro lo duro en sí, sino que esperan el fruto de un trabajo duro que en definitiva es la que dará placer. La fortaleza, entonces, está fuertemente ligada al placer, ésta se preferirá siempre y cuando tenga como recompensa algún placer. 

Epicuro sostenía además que si un hombre no soportaba la vida que tenía, sería mejor que se suicidase; es decir, cuando no tenga la fuerza suficiente para soportarla. 

Justicia

Si la fortaleza y la sabiduría están ligadas con el placer, la justicia no se quedará al margen del placer. Todos aspiramos a la justicia, pues causa más placer tener buenas acciones por delante que tener las malas. Por lo tanto, la justicia tiene la misma fórmula que la fortaleza y la sabiduría, ésta no se hace si no se consigue finalmente el placer. 

Amistad

No hay ningún modo más agradable para alcanzar la felicidad que l mismísima amistad(4). Según la escuela epicúrea existen tres reglas de encontrar la amistad. 


  1. No buscar los placeres de los amigos con la misma intensidad que buscamos los nuestros.
  2. No debe la amistad separarse del concepto del placer.
  3. La amistad debe ser un pacto tácito.

Considerando estos tres modos, debemos decir que la amistad necesita del interés de las dos partes. Si no hay interés que genere placer, entonces es probable que no exista la amistad. 


Origen del placer y el dolor

En la filosofía epicúrea, los placeres y dolores del alma tienen su origen en los placeres y dolores del cuerpo. Por supuesto, los dolores del alma son mucho más importantes que los del cuerpo; por ejemplo, el dolor del alma sería recordar los males y los placeres sería recordar las alegrías. Por lo tanto, para evitar los dolores sería necesario recordar cosas buenas que se hicieron.

Todo esto estaría en contra de la filosofía estoica que considera la moralidad junto con la virtud, los pilares fundamentales para tener un buen vivir. Para los estoicos, estos dos conceptos ''no echan de menos el placer''.


Modelo de hombre epicúreo

Teniendo en cuenta todos estos componentes y defensas, Torcuato nos presenta las cualidades del hombre epicúreo. 

  1. Moderado en sus deseos
  2. Desprecia la muerte
  3. Puede abandonar la vida cuando lo siente necesario
  4. Recuerda el pasado con alegría
  5. Vive siempre el presente
  6. No se preocupa del futuro
  7. Buscar siempre la utilidad
  8. No desconoce a los dioses inmortales

Otra recomendación sería abandonar la dialéctica, pues esta no sirve para alcanzar la felicidad (según Epicuro). En ese caso, es más preferible la física (en términos de vida, sensación, etc.) que la dialéctica. 

Para terminar tenemos un mapà conceptual de la filosofía epicúrea vista hasta éste capítulo (ojo, no representa toda la filosofía epicúrea).



Conclusión

Este ha sido todo el parecer y la defensa de Torcuato para con su maestro Epicuro. En efecto, la filosofía epicúrea no parece una cosmovisión tan inmoral o irónica, pues todo lo dicho aquí ni siquiera contradice el sentido común. Considerar la naturaleza humana en un modo de vida es lo más sensato para vivir de una manera más cómoda. En todo caso, la lectura de la filosofía epicúrea no es compleja ni mucho menos complicada de leer. Es por eso que fue tan elegida por muchas personas en la antigüedad, aunque hoy en día podemos ver muchas personas epicúreas. 

domingo, 17 de julio de 2016

Marco Tulio Cicerón - Paradoxa Stoicorum (La paradoja de los estoicos) (46 a.C.).

Las paradojas son ideas extrañas e irracionales que se oponen al sentido común. En la antigua Grecia, los sofistas se dedicaban a convencer a su audiencia por medio de paradojas. Hoy veremos a Marco Tulio Cicerón opinar sobre las paradojas que los mismos estoicos hacían en esos tiempos. La verdad es un libro bastante corto y dedicado a nuevamente a su amigo Marco Bruto, podríamos decir que este libro trata más de filosofía que de oratoria, pues el mismo Aristóteles trataba las paradojas en su retórica. Veamos las famosas paradojas que dejó esta antigua escuela, aunque Cicerón nunca se las tomó muy en serio... 

Referencias:

(1) Esta es una de las ideas fundamentales del estoicismo, no flaquear ante los problemas y resistirlos. 
Paradoxa Stoicorum



Catón el viejo fue un estoico que convencía a su audiencia no por argumentos forenses o demostrativos, sino que lo hacía por medio de paradojas. Si bien no constituían un argumento fuerte, estas alcanzaban a convencer a su audiencia, pues son probables, es decir, caen en la ley de la probabilidad. Cicerón gustaba de estas paradojas encontrando mucha razón y verosimilitud. Veamos de qué se tratan. 

Paradoja I: Es bueno solo lo que es honesto

Muchos de los antiguos preferían los bienes materiales más que los inteligibles como la honestidad.  La idea de vivir una buena vida, no consiste en vivir colmado de bienes materiales, sino más bien vivir rectamente y honestamente

Paradoja II: Al hombre virtuoso nada le falta para vivir feliz

Esto parece muy de sentido común pues todo hombre aspira a la virtud para encontrar el bien. 

Cicerón recuerda al Cónsul M. Atilio Regio quien tomado y además muerto por los cartagineses, jamás se mostró apenado o atormentado por todo eso. La grandeza de Regio jamás se vio socavado por las insistencias del pueblo de Cartago(1). Estos son lso beneficios que da la virtud, pues un hombre sin virtud, al pasar por la experiencia de Regio se vería miserable y condenado. 

Paradoja III: Los vicios y las virtudes son iguales

¿En qué sentido son iguales las virtudes y los vicios?No hay un grado de vicio ni tampoco un grado de virtud. Estos dos conceptos se toman por igual en su totalidad; es decir, no hay cosas más o menos malas ni más o menos buenas; las cosas son malas o son buenas. 

¿Qué diferencian los vicios de las virtudes? las causas. Dichas causas serán las que marquen la totalidad del hecho, en otras palabras, dirá si es vicio o virtud. 

Paradoja IV: Todos los necios son locos

Una ciudad que no tiene razón es una ciudad que vive en el caos y la desesperación. En realidad, esta no es una paradoja. Es más bien una acusación a Publio Clodio, quien fue su enemigo innumerables veces en textos como In Toga Candida y De Lege Agraria

Paradoja V: Solo los sabios son libres y solo los necios son esclavos

Vivir en libertad significa que el hombre pueda hacer lo que él quiera sin restricciones. La independencia significa libertad y esta corresponde nada más que al sabio. El ignorante siempre será esclavo y por eso son lo que son. 


Paradoja VI: Sólo los sabios son ricos

Esta paradoja no quiere decir que quienes tengan más dinero o propiedades sean los sabios, sino más bien quien busca la moderación en las cosas que quiere. Por ejemplo, quienes desean la virtud serán más ricos que aquellos que quieren bienes materiales, pues siempre les van a sobrar. 

Conclusión

Otro de los textos cortos de Cicerón donde se plasma su filosofía y su moral. En realidad, todas estas paradojas son acusaciones a sus contrincantes políticos, sobre todo a Marco Antonio quien más tarde sería su verdugo. También podemos ver la suma admiración de Cicerón por la filosofía estoica que será la elegida por él para llevar a cabo sus trabajos. Finalmente, con este libro empezamos los libros filosóficos de Marco Tulio Cicerón

Marco Tulio Cicerón - De Legibus (Sobre las leyes) (??)

Este es un libro que por desgracia nos llega incompleto. En todo caso, todo esto es comprensible pues estos textos que fueron escritos antes de Cristo tienen que sobrevivir las guerras, la envidia, los cambios, etc. etc y por supuesto, no deja de ser lamentable.No obstante, lo que nos llega de este libro es suficiente como para hacernos una idea de lo que Marco Tulio Cicerón consideraba como leyes o constitución. De hecho en el libro tres de este tratado veremos una propuesta de constitución hecha por él. Veamos que nos tiene preparado el orador. 

Referencias:

(1) En la antigua Grecia la ley se decía ''nomos'', pero nomos a su vez significa costumbre. En latín se dice ''lex'' que proviene de la palabra ''leer''. Otra diferencia entre ''nomos'' y ''lex'' es que la primera reconoce algo de la naturaleza, mientras que lo otro es creado por el ser humano. 
(2) Idea muy platónica donde la opinión es algo inferior a la virtud. 
(3) Una propuesta no muy diferente de la que ya tiene la república. 

De Legibus


LIBRO I: PRINCIPIOS DEL DERECHO

El libro I comienza con un diálogo entre Atico, Marco y Quinto hablando sobre poesía e historia. Luego de conversar suficiente y gracias a la insistencia de Ático y Quinto para que Marco hable, los tres comienzan a hablar sobre el derecho civil.

Derecho civil

Al más puro estilo platónico, los tres dialogantes se ponen a conversar sobre este aspecto del derecho que protege a los ciudadanos. Antes de comenzar a analizar las leyes, lo primero a que se debe proceder es a la naturaleza

Principios del derecho

La ley siempre viene después de que el hombre ha razonado y analizado un evento natural o artificial. Luego de sacar las cosas provechosas y perjudiciales de aquel evento, el hombre comienza a crear leyes. De ahí viene la etimología latina de ley: ''leer''(1). 

Si la naturaleza es primera que las leyes, lo que va primero que la naturaleza son los dioses inmortales. Esto quiere decir que los hombres también son creados por los dioses, y que la razón es lo más divino que pueden tener. Además el hombre es semejante a Dios pues los dos son capaces de lograr la virtud: Dios siempre y el hombre en parte, pero lo hace. Por otro lado, entre los hombres también hay una semejanza ya sea en virtud  o en vicio. 

A todos los hombres ha sido dado el razonamiento y por lo tanto el derecho, pues de aquí provienen las leyes. Si esto es verdad, luego cuando el niño se convierta en hombre perseguirá hacer el bien más que el mal. Sin embargo, aquí ocurre una cuestión ya que dicho hombre podrá hacer el bien sólo por conveniencia y no por virtud

El hombre, Dios y el derecho

Las leyes no se pueden dejar al arbitrio de los seres humanos, pues si es así, entonces se crearían todo tipo de leyes que solamente benefician a quienes las crean. De acuerdo con Marco, sólo el derecho natural nos puede decir qué está mal y qué está bien, porque la naturaleza fue hecha por Dios. 

Todos aspiran a la justicia y ¿quién no querría? Cuando el alma es virtuosa está perfecta para hacer cumplir las leyes. Sin embargo, cuando está encadenada por las vicisitudes del cuerpo, el alma se corrompe y entra en la opinión(2). 

En fin, la ley es todo lo que permite lo bueno y prohíbe lo malo. 



LIBRO II: EL DERECHO NATURAL

Continuamos hablando sobre la naturaleza. Esta vez se distinguen dos tipos referente a un lugar, pues tenemos dos tipos de patrias: la natural y la ciudadanía. Esto ocurría mucho en Roma porque al conquistar muchas ciudades, los ciudadanos de áfrica (por ejemplo) tenían como patria natural África, pero viven en Roma necesitaban ciudadanía romana. 

Toda ley hecha estará hecha con razón si se basa en la naturaleza porque la naturaleza a la vez es Dios. De esto se saca que Dios debe estar hecho de razón, de otra forma, el hombre no podría haber sido hecho. Por otro lado, las leyes consisten en distinguir bien las cosas justas de las injustas. Mientras las leyes estén inspiradas en la naturaleza, nunca podrán errar en ninguna legislación. 

Marcos insiste en el precepto religioso y por un momento mantiene las leyes religiosas del segundo rey de Roma Numa Pompilio. Que en todos lados se adoren a los dioses. Si una ciudad está entregada a los dioses, estará entregada al bien. 

Quien hace el mal tendrá el castigo de Dios, pues él será el vengador y juez de los hombres. En base a esto se formaría la religión porque éste sería el miedo a una pena eficaz. Los cultos se deben realizar para aplacar la ira de los dioses y estar en armonía con ellos. 

Las adivinaciones

Ático pregunta a Marco si existe en realidad la adivinación, a lo que Marco responde que sí, ya que los mismo dioses son los que hacen las predicción. Por lo demás, quienes ejerzan una labor religiosa, ya sea como arúspice, adivinador o sacerdote, debe tener conocimiento del derecho civil. 

Los pontífices 

Estos serán los encargados de ver los sacrificios de las bestias y las ceremonias. Serán encargados por lo demás dever que los sacrificios no se hagan en lugares públicos, sino más bien en los lugares correspondientes para hacerlos. 


LIBRO III: POSIBLE CONSTITUCIÓN

Magistrados

En primer lugar tenemos al magistrado que es la ley que habla y luego la ley que sería el magistrado mudo. Este debe velar porque la constitución esté siguiendo las directrices de la naturaleza, pues ahí están los dioses. 

Debe reprimir al ciudadano no obediente con una multa de cadenas y azotes, aunque siempre con la aprobación del pueblo.  

Magistrados menores

Son estos los que deben cuidar el caudal político, observar las cadenas de los culpados, castigar los crímenes y obedecer por sobre todas las cosas al senado. 

Censores

Deben vigilar todos los recursos de la ciudad incluyendo el erario público y los templos. Deben dirigir las costumbres del pueblo y a la armada de la ciudad. 

Pretor

Sean estos los árbitros del derecho, es decir, deben administrar la justicia(3). También estará a cargo de las cosas privadas siempre que el senado lo ordene.

Jueces

Para llegar a ser juez se deben tener por lo menos 10 años de ejercicio como abogado. Serán además los que elijan a un dictador en caso de emergencia (guerra) en la ciudad.

Senadores

Son finalmente los senadores quienes pueden crear todas las otras magistraturas. Por lo demás, también serán los que aprobarán las leyes, los mandatos y los juicios. 

Conclusión

Aquí vemos la creencia en que el derecho natural es el único que pueden basarse las leyes. Numerosas críticas han nacido a este tipo de derecho, pues en cierto modo el hombre no puede conocer las leyes de la naturaleza, el contrario, él se las impone. Pero finalmente ¿Cuáles son las leyes de la naturaleza? No lo sabemos. Está claro que todo lo dicho aquí es la inspiración más clara a los libros de Platón porque si la ley se inspira en lo más divino, será más perfecta que una ley basada en la opinión que es algo humano.

sábado, 16 de julio de 2016

Marco Tulio Cicerón - Topica (Tópicos) (46 a.C.)

Ya el gran Aristóteles nos hablaba sobre los ''tópicos''en su libro ''el organon''. Los tópicos, para que puedan recordarlo, son los lugares de argumentación que se tiene en la retórica, pùes siempre se debe comenzar desde algo. Este libro que trata sobre los tópicos, en realidad es otro ''manual'' donde Marco Tulio Cicerón le explica a Cayo Trebacio (un jurista romano) qué son estos tópicos. Es un libro relativamente corto, pues si ya leímos los Tópicos de Aristóteles, podremos avanzar en la lectura de este pequeño libro. Si no es así, les recomiendo que lo vean en el link anterior. 

Definición:

(1) Mater familias quiere decir que el dinero va destinado a las acciones como madre. En el ejemplo, el dinero no fue dejado solamente a la esposa, sino a sus labores como esposa. 
(2) Pérdida de libertad o de ciudadanía. 

Referencias:

(1) Si fuera válido tendría que heredar a los siervos y esclavos, pues la mujer es parte de ellos. 
Topica

Trebacio se encontraba en una bibliotecas de Roma buscando libros cuando se encontró con el libro ''Tópicos'' de Aristóteles. Le llamó tanto la atención que recurrió a Cicerón para que le explicara de qué se trataba este libro, y con poco tiempo Cicerón comenzó a explicarle. 

Invención

De acuerdo con la explicación de Cicerón: todo sistema dialéctico consta de dos partes: la invención y el juicio (la primera corresponde a los tópicos). Aristóteles siempre consideró estas dos en la dialéctica, a diferencia de los estoicos que solo se concentraban en el juicio. 

Para que podamos especificar qué es el tópico, necesitamos comprender que toda invención tiene una fuente. Es decir, todo argumento que digamos tiene un ''lugar''(o tópico) que si llega a destruirse, entonces el argumento entero se destruye.

Por ejemplo, si decimos que el hombre es animal, entonces el hombre es bípedo, un ser, una sustancia, etc. Por otro lado, si probamos que el hombre no es un animal, entonces no sería bípedo, no sería, no sería sustancia, etc. En otras palabras, destruimos el argumento. Destruir la base es destruir el argumento entero. 

Tipos de lugar

Los argumentos tienen comparaciones que son intrínsecas y extrínsecas. Las primeras son siempre posibles, mientras que las segundas son difíciles de comparar. Veamos algunos tipos de argumentación que referencian estas comparaciones. 

Lugar de definición 

Un ejemplo típico de este tipo de lugar es decir lo siguiente: 

El derecho civil es una equidad constituida por los ciudadanos para seguridad propia. El conocimiento de esta equidad es útil; luego es útil el derecho civil.

Debido a la cercanía que tiene la palabra equidad y utilidad entonces se da por conocimiento que el derecho civil es útil. 

Lugar de enumeración

Cuando un gran número de cosas descarta la fuente (tópico o lugar) de una argumentación. 

Si no es libre por el censo, ni por la vindicta, ni por el testamento, no es libre. Es así que ninguna de esas circunstancias ha intervenido; luego, no es libre.

El número de características intentan invalidar el argumento de que un hombre sea libre. Es por eso que al final dice ''luego no es libre''.

Lugar de notación

Se fundamenta en la fuerza de las palabras. 

Manda la ley que el contribuyente apoye al contribuyente, y por consiguiente el rico al rico, porque el rico es contribuyente. Como dice Elio, el contribuyente (assiduus) se llamó así ab assedando.

El repetir la palabra hace énfasis en el argumento: contribuyente y rico

Tipo de argumentación

Las argumentaciones que surgen de los lugares son las siguientes.

Argumento de género

La forma y el género son cosas inseparables; por ejemplo, si a una mujer se le deja toda la plata en un testamento, se le dará todo el dinero que valga la casa también. La forma sería el dinero y el género la plata. 

Argumento de especie

Cuando solo se fundamenta por las partes, es decir, la parte destruye el argumento. 

Ejemplo: si a una esposa se le hace una herencia en dinero para que sea mater familias(1), el dinero que reciba no va para ella, pues el dinero no ha sido dejado con el concepto de esposa. 

Argumento de similitud

Cuando se pretende que la relación entre dos cosas son inherentes una a otra.

Por ejemplo, usando el mismo caso anterior, si la mujer hereda una casa y de repente esta casa se cayó o se arruinó, no puede la heredera restituir o volver a edificarla, así como tampoco puede contratar a otro siervo. 

Argumento de diferencia

Especificar bien las diferencias entre dos cosas. 

Si la mujer recibió dinero del marido como herencia, ese dinero puede ser solamente el de las escrituras o de los documentos. 

Argumento de contrariedad

Cuando se hace uso de una cosa en exceso o de forma errónea. 

Si la mujer recibió todos los bienes del marido, eso no significa que le pertenezcan los bienes sino que sólo debe hacer uso de ellos. 

Argumento por adjunto

Cuando las cosas son inherentes a una persona. 

Si la mujer no ha experimentado Capitis deminutio(2) entonces no puede hacerse válido el efecto de la herencia(3)

Argumento por antecedentes

Cuando una de las dos partes niega a la otra por cosas del pasado. 

Si la mujer se separa del marido (adulterio), ella aún no puede dejar nada para los hijos. 

Argumento por consiguiente

Cuando una de las dos partes niega a la otra, pero luego de saber cosas del pasado. 

Si la mujer se casa con alguien que no tiene derecho de connubio, y presenta la queja después, no puede dejarse nada para los hijos. 

Argumento por repugnancia

Cuando se quita contra la voluntad algo que se entregó con justicia.

Si a la mujer se le quite lo que le correspondía por herencia. 

Argumento por causa suficiente

Cuando hechos o eventos son causados independientemente del sujeto.

Quien compra una pared y esa pared se derrumba, no es culpa del sujeto sino más bien de la pared que fue mal construida. 

Argumento por efecto

Cuando el efecto de una cosa desencadena otro efecto. 

Marido y mujer se casan; todo lo que pertenece al marido pertenece a la mujer y viceversa. 

Argumento por comparación

Lo que vale en mayor vale en lo menor.

Si en la ciudad no se ponen límites ¿porque se ponen límites al uso del agua?

Definición

Cada uno de los tópicos y argumentos tienen su propia definición. La definición simplemente describe la naturaleza de lo que se define. Hay dos tipos de definición:

Real: se define todo lo que se puede ver y tocar.
Inteligible: se define a todo lo que se puede percibir.

El género y la forma

Estos conceptos ya los habíamos visto en Aristóteles, pero Cicerón los repasa de todos modos. 

Género es un concepto que concibe muchas diferencias entre las cosas, mientras que la forma es la noción que diferencia la fuente de las cosas. 

Símil

Este fue un tipo de argumentación muy utilizada por los griegos, pues la inducción siempre iba desde lo particular a lo general.

Símil de igual a igual

Muy parecido al argumento por comparación, este trata de igualar las cosas que no necesariamente tienen relación. Por ejemplo, los límites de la ciudad no son los mismos del uso del agua. 

Símil de diferencia

Igualar dos cosas que son diferentes; por ejemplo, no es el mismo precio que se le paga a una mujer que a un niño. 

Conclusión

Estos han sido algunos resúmenes de lo que podríamos llamar lógica aristotélica, pues todo esto está en mayor detalle en su libro Tópicos. Nada sabemos de la respuesta de Cayo Trebacio, pero debió estar muy agradecido de la explicación del orador más grande de Roma en esos tiempos. Esto será lo que más adelante entenderemos como ''lógica'' que será repasada sobre todo por los escolásticos que se inspiraron por Aristóteles

Marco Tulio Cicerón - Oratore (El orador) (46 a.C.).

Hemos visto la vista de Marco Tulio Cicerón sobre la oratoria, el género que conviene a los oradores, los principales oradores de Grecia y Roma y ahora veremos que hace que podamos ser un buen orador. Este es un texto que igualmente está dedicado a Brutus, pero ya no nos viene en la forma de un diálogo, sino que es el mismo Cicerón el que nos habla. De acuerdo con la bibliografía, este será el último libro de Cicerón dedicado a la oratoria, y no es una cosa menor, pues ya son cinco libros dedicados a esta disciplina. Veamos que más nos puede ofrecer este gran orador.

Definiciones:

(1) Facecia: chiste o cuento gracioso. 
(2) Dicacecia: mostrarse crítico, irónico o mal intencionado.  
(3) Sinécdoque: figura retórica para sustituir el significado de una palabra por otro significado; por ejemplo, ''tiene 20 primaveras''(tiene 20 años). 
(4) Hipálage: figura retórica que consiste en atribuir un adjetivo a un sustantivo que no corresponde (lógicamente); por ejemplo, ''la noche está estrellada''.


Referencias:

(1) Creencia popular en Roma. 
(2) Considerado uno de los primeros lingüistas de la humanidad. 

Orator


Oratoria y la filosofía

Cicerón trata de resolver algunas dudas de Brutus sobre cuál es el género que él prefiere para recitar oraciones. Si bien han existido multitud de oradores que han colaborado fuerte y significativamente a la oratoria, Cicerón no se conforma con aquellos pues él tiene una imagen del orador ideal

Si bien en libros anteriores se ha separado la filosofía de la oratoria, aquí se hará una unión entre las dos, pues nadie puede ser elocuente si no sabe filosofía; como esta abarca muchos tópicos y abundancia de temas.  

Es sabido que Cicerón da por maestros a los oradores de Roma, pero añade también la elocuencia de Demóstenes. Si hay alguien que puede tener un tono más grave, templado e ingenioso, es Demóstenes. 

Los buenos oradores

Ya habíamos visto en De optimo genere oratorum que los oradores áticos eran los mejores. Veamos una lista de los oradores áticos.

Pericles: siempre con un estilo grave en la oratoria. 
Lisias: nunca una palabra desusada e impropia.
Tucídides: excelente narración de las batallas. 
Jenofonte: con un estilo dulce en las palabras.
Isócrates: creador de sentencias blandas y muchos escritos sobre retórica.

Al parecer Cicerón reconoce gran valor en la obra de Isócrates, al igual que en otros escritos. Por lo demás, a Bruto nunca le gustó Isócrates (no aparecen los motivos). 

Consideraciones

Tres son las cosas que se deben considerar en un orador:
  1. Lo que dice
  2. Cómo lo dice 
  3. Cuándo lo dice

El primer punto se dice utilizando la invención y la elección de lo que se va a decir. Cuando queremos decir algo necesitamos más prudencia que elocuencia. 

Esto se hace obvio pues el cómo se dice de la manera y la manera en este caso sería la elocuencia. Por otro lado, el orden de los argumentos también pertenece a este punto; por lo tanto, los argumentos más sólidos debemos ponerlos al principio y los más débiles después

El último punto se debe deducir del propio orador porque es necesario saber cuándo y dónde decir las cosas que pretende decir.

Acción y elocución

La acción es una cierta elocución del cuerpo que consta de voz y movimiento. Para conmover a la audiencia el orador siempre utilizará un tono de pasión en su discurso. 

Por lo demás, el tener una buena voz no depende del hombre, pues la buena voz sólo se da por naturaleza(1). Lo que sí está en manos del hombre es mejorarla y educarla. 

Postura del orador

Un aspecto importantísimo del buen orador es saber la postura que debe tener. Cicerón nos aconseja que los pies y la cabeza deben estar levantada, siendo el acercamiento a la audiencia de manera prudente, es decir, rara vez y no a pasos largos

A medida que la oración sea elevada, las manos deben levantarse y si el tono es bajo las manos se tendrán abajo. Los movimientos de izquierda a derecha también se harán de manera poco frecuente, al igual que el movimiento del cuello. 

Elocuencia 

Hay dos conceptos fundamentales en la elocuencia. Ellos son: probar y deleitar. Una vez que haya convencimiento ente la audiencia podremos decir que dicho orador es elocuente. Por otro lado, el orador elocuente debe ser moderado, pero teniendo en cuenta que lo mucho ofende mucho más que lo poco


Estilo de oratoria

Áticos

Uno de los mejores estilos de oratoria de acuerdo con Cicerón debido a la moderación que tiene este frente a otros estilos. 

Cierta falta de adorno tiene este estilo, pero solamente el necesario para encantar a su audiencia. Siempre se preferirán las palabras propias o usadas con frecuencia, pero que al mismo tiempo aclaren más lo que se quiere decir. El arte debe siempre estar presente con metáforas; por ejemplo:

''Los campos tienen sed''
''Las mieses están alegres''
''La vegetación es lujosa''

Templado

Este estilo tiene como objetivo fundamental no mostrar las verdaderas intenciones o propósitos a la audiencia, es decir, que no sea demasiado evidente. 

También se admiten dos tipos de géneros dentro de este estilo llamados: Facecia(1) y Dicacidad(2). La primera se usa para las narraciones y la segunda para poner a alguien en ridículo. 

Severo

Por más que sea duro y un poco tosco, el estilo severo no carece de elegancia. El uso de metáforas es tan empleado como la sinécdoque(3) e hipálage(4). 

Sutil y agudo

Es el estilo más deseado y uno de los que existió tardíamente en la antigua Grecia. Implica todas las características de los demás estilos sin caer en los arrebatamiento de los demás. 


El perfecto orador

Cicerón nos dice que el que más se acerca al perfil de mejor orador es Craso y Antonio (Marco Antonio). De todos modos, Cicerón también se considera por sus defensas y acusaciones a sus clientes, pues en aquellos textos tiene distintos estilos, sobre todo de los mencionados anteriormente. 

Por otra parte, la dialéctica es una técnica importante tanto en la retórica como en la oratoria. En efecto, a los dialécticos pertenece el arte de la disputa, mientras que a los oradores les pertenece el arte del buen decir. Es recomendable, según Cicerón, recurrir a las lecturas de Crisipo de Solos(2) para conocer de un modo más teórico el origen y uso de las palabras. 

El orador perfecto debe conocer de filosofía y sobre todo los tema, ya sean humanos o divinos, incluso debe aprender del derecho civil. Habrá de hablar convenientemente, es decir, lo que necesite enojo se hablará seriamente, mientras que en la deliberación se hará pausada y claramente. 

Partes de la oración

Los exordios deben ser modestos y con palabras agudas más que de palabras altisonantes. Las narraciones no deben de ser de estilo histórico, sino que más bien simples y familiares. Todas las argumentaciones las tendrá que explicar de todas las formas posibles para que no queden (mentalmente) preguntas entre su audiencia. 

Conclusión

Con este libro terminamos la opinión y el concepto de oratoria que tiene Marco Tulio Cicerón. Hasta lo que hemos visto, Cicerón es uno de los pocos que considera tremendamente el aprendizaje de la filosofía y dialéctica en la oratoria, pues como vimos en libros anteriores, los oradores amigos de Cicerón consideraba que no era necesaria para ser buen orador. Es más, consideraban que ni siquiera el derecho podría ser útil. De todas formas, Cicerón no se queda atrás y también se propone el mismo, no como un perfecto orador, pero sí como alguien que está cerca. 

lunes, 11 de julio de 2016

Marco Tulio Cicerón - Brutus (Bruto) (46 a. C.).

Marco Junio Bruto es una figura muy conocida en el mundo romano. Fue un político que vivió en la última parte de la existencia de la república romana, aunque es más conocido por liderar el grupo de asesinos de Julio César. Este es un libro es muy parecido a su libro anterior que también trataba sobre oratoria llamado De optimo genere oratorium, donde se habla de los mejores oradores (el cual Marco Tulio Cicerón nos dice que son los áticos). Con este llevamos tres libros de oratoria faltandonos solamente uno, y luego pasamos a los libros de oratoria.  

BRVTVS


La muerte de Quinto Hortensio

Para Cicerón, Quinto Hortensio era casi como su padre, su muerte le trajo mucha pena, pues Hortensio era un colega de Cicerón. Muchos pensaba que eran enemigos, pero la verdad es que el orador nunca lo considero así. 

Con este lamento por la muerte de Hortensio, Cicerón comienza a relatar a ático (su mejor amigo) un diálogo que sucedió entre Marco Bruto y Tito Pomponio. 

Diálogo
(Bruto, Pomponio, Ático y Cicerón)

Luego de algún intercambio de opiniones sobre los grandes oradores y algunas guerras sucedidas. Bruto y Cicerón comienzan a conversar sobre la oratoria. 

Bruto nos dice que todos los buenos oradores deben seguir su recta razón y por lo tanto ser sabios para obtener la elocuencia. A esta concepción, Cicerón responde que quienes obtienen la victoria  por medio de la sabiduría no se vuelven elocuentes. Con esta discusión comienza el diálogo.

Oradores de Grecia

Los primeros generales e intelectuales de Grecia se les consideraron oradores; por ejemplo, Tucídides, Pericles, Solon, Alcibíades o Terámenes. Sin embargo, los verdaderos oradores (es decir, los que realmente se dedicaron a la oratoria) fueron: Gorgias, Protágoras, Leontino, Trasímaco de Calcedonia y Hipias de Elea por nombrar algunos. 

Con la llegada de Sócrates, muchos de estos oradores se vieron envueltos en problemas al tratar de defender la oratoria. Sin embargo, Brutus pide que no se siga hablando de los filósofos y se continúe con los oradores.

Finalizando con Grecia, Isócrates fue uno de los más importantes oradores, pues creó la estructura y la construcción de las palabras en la oratoria. 

Oradores de Roma 

Uno de los primeros se podría decir que fue Lucio Bruto, pues este político tenía elocuencia en sus discursos. Apio Claudio también fue otro político con elocuencia y además fue buen político. Cayo Flaminio es considerado orador con elocuencia por la ley que promulgó para dividir los campos en Roma. 

Luego tenemos a uno de los oradores más magníficos de Roma llamado Marco Cornelio Cetego. Tuvo una importante labor en la segunda guerra púnica y en el senado de la república romana. 

Sucediendo a Cetego viene Catón el viejo, quien fue orador, político y escritor romano. Luego vendría Sexto Elio y sucediendo a este Tiberio Graco.

Brutus y Cicerón hablan con más detalle de Servio Sulpicio Galba. En verdad Galba nunca había escrito de oratoria, pero solamente queda el recuerdo de quienes lo escuchaban. Cicerón nos dice que no es necesario haber tenido escritos para ser elocuente. 

Los hermanos Cayo Fannio: Marco y Cayo también fueron muy buenos oradores. Los dos hermanos eran dedicados a la vida política y uno de ellos seguía mucho a Publio Escipión, el Africano. 

Los mejores oradores

Uno de los mejores oradores que Cicerón recuerda fue Cayo Escribonio Curión quien escribió sobre el incesto. Además, éste era muy amigo de Cicerón, pues fue uno de los que lo ayudó en desmantelar la conspiración de Catilina. 

Cayo Sempronio Graco fue otro de los oradores buenos que incluso vivía en tiempos de Cicerón. Su muerte fue lamentable porque antepuso el amor de su hermano por delante de la patria. Un orador que es especialmente para los niños, de acuerdo a Cicerón.

Conclusión

Este libro representa una mirada subjetiva de alguno de los oradores de la antigua Grecia y la antigua república romana. obviamente para los romanos nunca habrá comparación entre sus oradores y los de Grecia, aunque sí admiten la superioridad en términos de mantener una sola escuela de pensamiento: epicúreo, estoico, cínico, etc. Aún nos queda un diálogo más sobre oratoria llamado sobre el orador.