Averroísmo
En el siglo XIII surgió una doctrina que provenía del mundo árabe, el averroísmo. Como pueden notar, esta doctrina proviene del filósofo andaluz llamado Averroes quien tenía una serie de ideas controversiales con respecto a la filosofía y a la religión.
El término fue acuñado por el filósofo escolástico Santo Tomás de Aquino, quien rechazaba profundamente estas ideas por considerarlas prácticamente ateas. Sin embargo, para los judíos no fue del todo así, de hecho, existían escuelas de Averroísmo judío cuyo representante fue Elia de Medigo.
Doctrina de la doble verdad
Hace algún tiempo, el filósofo árabe llamado Al-Ghazali presento un texto llamado ''La incoherencia de los filósofos'', donde se rechazaban y refutaban las ideas de Al-Farabi, Avicena entre otros filósofos. Tiempo más tarde Averroes escribiría un texto que iría contra las refutaciones de Al-Ghazali llamado ''La incoherencia de la incoherencia''. Es en este libro donde Averroes trata de dar un lugar a la filosofía en la religión, cosa que Al-Ghazali se negaba.
Con el tiempo, las dos posturas entre Al-Ghazali y Averroes, aunque antagónicas, sirvieron para entretejer una nueva teoría filosófica postulada por Siger de Brabant. Este filósofo quiso conciliar estas dos posturas diciendo que existe una ''doble verdad'', la de la religión y la de la filosofía. No obstante, hay que decir que esta teoría le es atribuida a Averroes, pero no sería parte de su articulado teórico.
Las intenciones de Siger fueron defender a Averroes, pero la verdad es que Averroes tenía otra concepción. El cordobés nos decía que en realidad había solo una verdad la cual podía alcanzarse ya sea a través de la filosofía o de la religión. Esto quiere decir que tanto la filosofía como la religión serían los medios para una sola verdad. Otro de los filósofo partidario de la doble verdad era Boecio de Dacia, quien compartía el mismo parecer de Siger.
Entre otras ideas, todo el averroísmo quedó condenado por el obispo Etienne Tempier. El obispo apuntó 213 tesis inaceptables del filósofo cordobés, acusaciones que eran similares a las demandas que hacía Al-Ghazali.
Con el tiempo, las dos posturas entre Al-Ghazali y Averroes, aunque antagónicas, sirvieron para entretejer una nueva teoría filosófica postulada por Siger de Brabant. Este filósofo quiso conciliar estas dos posturas diciendo que existe una ''doble verdad'', la de la religión y la de la filosofía. No obstante, hay que decir que esta teoría le es atribuida a Averroes, pero no sería parte de su articulado teórico.
Las intenciones de Siger fueron defender a Averroes, pero la verdad es que Averroes tenía otra concepción. El cordobés nos decía que en realidad había solo una verdad la cual podía alcanzarse ya sea a través de la filosofía o de la religión. Esto quiere decir que tanto la filosofía como la religión serían los medios para una sola verdad. Otro de los filósofo partidario de la doble verdad era Boecio de Dacia, quien compartía el mismo parecer de Siger.
Condenación de la doble verdad
No obstante las múltiples defensas hacia la doble verdad, esta fue totalmente condenada por sus ideas que defendían en demasía el aristotelismo. Aquí dejo algunas de ellas:
- Eternidad del mundo: como el mundo estuvo en la mente de Dios, entonces siempre debió haber existido igual que Dios, es decir, son coeternos. Esto lo postula Averroes diciendo que cayendo todas las cosas materiales en la concepción de ''posible'', entonces todo lo posible debió ser posible siempre pues lo posible está en la mente de todos.
- El alma no es eterna: el mismo postulado de Aristóteles en cuanto a que la forma no se separa de la materia. Si hay destrucción de la materia, hay también destrucción del alma.
- Monopsiquismo: para Averroes tanto el alma, el intelecto y la mente son compartidos por todos los hombres.
Monopsiquismo: un intelecto único
El principio del entendimiento está en el intelecto posible de acuerdo con Averroes; es una sustancia separada. Esta está unida a nosotros por medio de los ''fantasmas'' que también están entre nosotros. De esta forma, los fantasmas son una extensión de nosotros por medio de la fantasía. El intelecto solamente se puede dar en el cuerpo a través de los sentidos, es decir, por medio de los sentidos vamos llegando al intelecto.
El principio del entendimiento está en el intelecto posible de acuerdo con Averroes; es una sustancia separada. Esta está unida a nosotros por medio de los ''fantasmas'' que también están entre nosotros. De esta forma, los fantasmas son una extensión de nosotros por medio de la fantasía. El intelecto solamente se puede dar en el cuerpo a través de los sentidos, es decir, por medio de los sentidos vamos llegando al intelecto.
Sin embargo, Santo Tomás refuta de tres maneras lo que se dijo anteriormente:
- La unión del cuerpo y el intelecto no podría darse como lo postula Aristóteles o Temistio (hileformismo).
- Como el fantasma es potencia, es imposible que este pueda entender el intelecto agente. Por lo tanto, el intelecto posible entendería mucho mejor sin recurrir a los fantasmas.
- Con la teoría de los fantasmas es imposible que el hombre pueda entender, ya que la cognición es de los fantasmas y no del hombre.
De esta forma, el monopsiquismo de Averroes, es decir, la idea de que todos los hombres conocen un intelecto separado de ellos, es refutada por Santo Tomás de Aquino. Con estas tres refutaciones se entiende que el alma no necesita aquellos ''fantasmas'' para que el hombre pueda entender. Por lo tanto, el intelecto era algo que pertenecía al hombre per se.
Uno de los filósofos que se asemeja con la teoría del monopsiquismo es Platón, ya que recordemos que este pensador dividía la realidad en dos mundos: lo sensible y lo inteligible. En lo inteligible está el intelecto.
Objeciones al averroísmo
Sin embargo, la visión del monopsiquismo no solo está errada al separar los mundos, sino que esto implicaría que todos los hombres conocen lo mismo y que los hombres no difieren de sus propios pensamientos. Esto es absurdo porque ya vemos que todos los hombres tienen un entendimiento más avanzado o más elevado que otros.
El argumento típico a la multiplicidad de intelectos a la cual adhiere Santo Tomás de Aquino es rebatida por lo siguiente. Si existe una multiplicidad de intelectos, entonces ese intelecto es realmente un intelecto posible ya que la multiplicidad pertenece a lo corporal no a lo intelectual.
Además, si el intelecto fuera uno ¿por qué hay multiplicidad de intelectos? es decir ¿por qué un hombre es diferente de otro? estas cosas que son evidentes por sí mismas refutan el argumento del monopsiquismo. De existir el monopsiquismo, entonces no habría ninguna diferencia entre maestro y alumno. Por lo tanto, los hombres no tienen un mismo entendimiento, y mucho menos existe un intelecto separado del alma de los hombres.
Por otro lado, este entendimiento tendría que ser simultáneo. Todos los conocimientos estarían en acto y todos sabrían lo que todos saben, yendo contrariamente a las enseñanzas de Aristóteles y de la ciencia en general donde se dice que todos lo hombres son distintos.
También se condenó la eternidad del mundo, ya que de ser así entonces se debería aceptar que existían infinitos hombres, infinitos animales, infinitos árboles, y así sucesivamente. En efecto, las cosas de este mundo no fueron infinitas, teoría que de hecho el mismo Aristóteles rechaza.
También se condenó la eternidad del mundo, ya que de ser así entonces se debería aceptar que existían infinitos hombres, infinitos animales, infinitos árboles, y así sucesivamente. En efecto, las cosas de este mundo no fueron infinitas, teoría que de hecho el mismo Aristóteles rechaza.
Entre otras ideas, todo el averroísmo quedó condenado por el obispo Etienne Tempier. El obispo apuntó 213 tesis inaceptables del filósofo cordobés, acusaciones que eran similares a las demandas que hacía Al-Ghazali.
Santo Tomás de Aquino condenó estas ideas en su libro ''De unitate intelectus contra Averroistas'' y con esto el averroísmo quedó definitivamente condenado en el año 1277.
Conclusión
En realidad, el averroísmo no quedó totalmente extinto pues muchos filósofos musulmanes tuvieron una buena recepción de aquel. Sin embargo, vemos como la Iglesia Católica hubiese preferido incluso las ideas de Al-Ghazali. No deja de ser interesante la idea del averroísmo, quizás vista desde otra perspectiva, aunque ya se dice que quedó refutada por Santo Tomás de Aquino. Ahora que estamos viendo Santo Tomás de Aquino, será mucho más fácil revisar y profundizar en este tema.