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lunes, 29 de octubre de 2018

San Alberto Magno - De causis propietatum elementorum (Sobre las propiedades de los elementos) (Libro I:Tratado II: Propiedades naturales de los elementos en particular (Parte II))

En la entrada precedente habíamos hablado sobre las distintas teorías, características y razones que se han discutido sobre el mar, y cómo es que San Alberto Magno aborda todos estos temas. Ahora tenemos un tema igual de interesante que sería el fuego y el aire. Creo que no había visto un tipo de investigación tan reflexiva y científica de la naturaleza hasta ahora con San Alberto Magno, o al menos hace mucho tiempo que no la veíamos. Veamos lo que nos quiere mostrar ahora el Santo de aquellos tiempos.

Referencias:

(1) Lucio Anneo Séneca era de la misma línea en un libro llamado ''Cuestiones naturales''. 
(2) Como la gasolina en nuestros tiempos. 
(3) Alberto está hablando sobre la Generación Espontánea que había postulado Aristóteles.

De causis propietatum elementorum


Tratado II: Propiedades naturales de los elementos en particular

Capítulo X: Sobre el aire


Al igual que las explicaciones precedentes, el aire también tiene su aumento y disminución. Se mueve tanto como el agua, aunque quizás muchos más que el agua. Al-bijur decía que el aire se movía en círculos, pero de ser así este podría ser perfectamente percibido como movimiento. Alberto nos dice que el aire se mueve a causa de 5 planetas:

  1. Mercurio
  2. Júpiter
  3. Venus
  4. Marte 
  5. Saturno

Los egipcios también determinaron otras cosas sobre el aire; por ejemplo, que el aire se encuentra entre el cielo y la tierra. El aire, según ellos, se desplaza a través de los vapores y el cielo lo recibe para nutrirse(1). De hecho, Séneca diría que es aquello que los separa. 

Otra opinión que tenían ellos es que el aire era el aliento de los cielos ya que podía alcanzarlo. Sin embargo, es el mismo Alberto quien dice que el aire no alcanza los cielos. 

Capítulo XI: Sobre el fuego

El fuego sería el elemento más liviano además del más disperso de los 4. Muchos de los antiguos dicen que es un elemento que existe en el mundo supralunar, por eso es que el fuego apunta hacia arriba siempre. De hecho, se dice que la Vía Láctea está hecha de fuego.

Se dice que todos los elementos tienen su lugar propio. Sin embargo, el fuego pareciera que necesita un material para tener su propio lugar, y a veces puede verse potenciado por otro tipo de materiales(2). Ningún otro elemento tiene esta característica, todos los otros vuelven a su lugar de origen excepto el fuego. 

Capítulo XII: Fluído del fuego

Como el fuego se dirige hacia arriba, los antiguos siempre dijeron que el fuego sigue los rayos del sol. En realidad, el fuego se alienta aún más por el sol, además de que el sol se ve apoyado por las estrellas fijas que contienen fuego también. 

Muchos mitos se han planteado con referencia al flujo del fuego, pero ninguno se acerca a la realidad. El fluido del fuego tiene al menos 5 causas:

  1. La congregación del Sol, Marte y Júpiter
  2. Del lugar de la congregación (que ocurre en Cáncer)
  3. Diámetro del sol y Marte
  4. Los planetas calientes no son bloqueados por los planetas fríos
  5. La triplicidad de ciclos entre Saturno y Júpiter

Alberto cree que los planetas tienen mucha influencia en el fluido del fuego a causa de los tres apogeos que tienen los planetas más calientes. No cree que ningún cuerpo inferior, es decir, sublunar pueda modificar el fuego. 

Capítulo XIII: El fluido del fuego con respecto a los animales

En cuanto a esto existe una gran discusión entre Avicena y Averroes. Los dos reflexionaban sobre la quema de animales, es decir, como el fuego se encarga de extinguir todo el cuerpo del animal. Para esto, Alberto contrasta las dos opiniones:

  • Avicena: los cuerpos celestes en conjunción con los elementos de la Tierra forman el lugar propicio para el nacimiento en las madres. Las estrellas producen que el elemento agua en los seres humanos se haga cálido. Es tanto así que el mismo Avicena dice que si uno entierra el pelo de una mujer que estaba menstruando, esta genera una serpiente.
  • Averroes: este filósofo nos dice lo contrario porque de ser así, entonces habrían muchos nacimientos porque la conjunción de los cuerpos celestes y los elementos de la Tierra pasa a menudo. Averroes nos dice que los elementos de la Tierra bastarían para generar vida.

Quizás, entre ellos hay un punto que puede llevar a una convergencia. Por un lado, se puede estar de acuerdo con Avicena porque los cuerpos celestes afectan el nacimiento de algunos seres vivos cómo serían las plantas. Por otro lado, es cierto que a algunos seres les basta la presencia de ciertos componentes para producirse como las moscas que vienen de la putrefacción, o los gusanos que provienen del agua(3).

Así, tanto los elementos como los cuerpos celestes pueden actuar tanto en conjunto como por separado en la creación de nuevos seres. 

Capítulo XIV: Las propiedades de la Tierra

Como la Tierra es el centro del Universo, todos los rayos del sol confluyen en la Tierra. El elemento tierra es el único que refleja los rayos del sol. Esto permite las figuras de los seres, mientras que el agua suaviza estas formas en la Tierra. Los otros elementos también cooperarán en la formación de los seres en el mundo.

Conclusión

Las ideas de Alberto parecen alinearse en cuanto a la naturaleza, gracias al pensamiento de filósofos anteriores, pues como vemos, él también utiliza la teoría de la Generación espontánea para hablar sobre la formación de los seres. Al fin hemos terminado este primer libro, pero nos falta el segundo y el último para luego hablar sobre los minerales.