domingo, 21 de enero de 2018

Al-Ghazali - La incoherencia de los filósofos (Libro XX: Negación a la resurrección de los cuerpos).

Este es el último libro que nos queda de ''La incoherencia de los filósofos'' de Al-Ghazali. De alguna manera ha sido un debate largo entre los filósofos y el teólogo árabe, donde las concesiones a Dios han ganado innegablemente. Esta vez tenemos una discusión que versa sobre la resurrección de los cuerpos, del cual por supuesto, los filósofos no aceptan si no es un argumento racional. Al-Ghazali entra en esta discusión defendiendo a Dios y a la fe. 

Referencias:

(1) Parece un argumento Ad Ignorantiam 

La incoherencia de los filosofos

PROBLEMA XX

Negación a la resurrección de los cuerpos

Introducción

Los filósofos niegan el retorno del alma al cuerpo, así como también la existencia de un paraíso y un infierno físico. Esto significaría que los filósofos rechazarían totalmente la fe musulmana. 

Los filósofos dicen: después de la muerte del cuerpo, el alma sigue existiendo. Hay también otras cosas que pueden ser eternas:

  1. El placer eterno es para las almas puras y perfectas.
  2. El dolor eterno es para las almas impuras e imperfectas.
  3. El dolor pasajero es para las almas impuras pero perfectas.

La única forma de que el alma sea perfecta es a través del conocimiento y la virtud en las acciones. El conocimiento es requerido a causa de la facultad racional que se deriva del alimento y del placer de la cognición de los inteligibles. 

De ahí que se postule que el cuerpo es el que previene al alma de conocer los inteligibles. El alma está hecha para comprender los inteligibles, pero puede verse afectada por los placeres del cuerpo. Cuando el alma por fin deja el cuerpo a través de la muerte del mismo, el alma pasa a purificarse o a recuperarse de una enfermedad que es la de estar atada al cuerpo. 

De este modo también se dividen los placeres que son físicos e intelectuales. Por supuesto los primeros (placeres físicos) son peores que los últimos. De hecho, el hombre siempre prefiere los placeres intelectuales más que los físicos ¿por qué? porque él sabe de antemano que los placeres físicos lo pueden conducir a la vergüenza. Si el hombre es sensato preferirá los placeres intelectuales más que los físicos. 

La salida que el alma tiene luego de la muerte del cuerpo representa el paraíso del mismo. Mientras el hombre está vivo, este debe procurar no caer en los vicios y en los placeres del cuerpo. Por supuesto, nunca podrá alcanzar la perfección de su alma mientras esté ésta en el cuerpo, pero al menos estará cerca.

Al-Ghazali dice: la religión no tiene nada que oponer a lo dicho por los filósofos. Sin embargo, si estos reconocen que el alma es eterna e inmortal, entonces perfectamente se podría creer en la resurrección de los cuerpos. 

Los filósofos dicen: la religión ve estos temas solamente de manera alegórica. Así lo demuestra el Corán con las historias de la resurrección de los cuerpos. 

Al-Ghazali dice: hay muchas cosas del Corán que son interpretables, pero muchas de ellas también son totalmente objetivas; por ejemplo, la descripción del cielo y del infierno. No obstante, las descripciones de estas no tienen dimensiones o especificaciones que no se entiendan a través de la razón. 

Regreso del alma al cuerpo

Los filósofos dicen: los argumentos racionales prueban con creces que la resurrección de los cuerpos no es algo posible de ninguna manera. 

La resurrección de un cuerpo implicaría el retorno del alma al cuerpo y por lo tanto, una especie de continuidad en la vida del individuo. Sin embargo, cuando un ser no-es no puede ser nuevamente ni mucho menos continuar. 

Al-Ghazali dice: en la resurrección el hombre volvería a ser exactamente el mismo. El cuerpo no es así porque está compuesto de materia, y la materia se va reemplazando constantemente por el alimento y otros compuestos. El alma es inmortal y por eso no cambia nunca, por eso es que el hombre que resucitara no cambiaría en absoluto.

Por otro lado, el regreso de lo que no-existe es ininteligible, pues solo lo que existe puede volver. El alma no se destruye por lo que perfectamente puede volver al cuerpo.

Quizás, lo más difícil de demostrar es la resurrección que envuelve la reunión de las partes que ya fueron aniquiladas. Por ejemplo, cuando un cuerpo se pudre y es devorado por los insectos y otras cosas. ¿Qué pasaría en el caso de que un hombre se comiera a otro como los caníbales? ¿cómo puede suceder la resurrección en ese caso?

Debemos pensar que los restos del cuerpo de un hombre se encuentran en la tierra. Si lo pensamos bien, todas las frutas y verduras vienen del polvo para luego convertirse en sólidos que se pueden devorar. Cuando el hombre se devora el animal, finalmente el polvo de todo ese alimento se vuelve (o se convierte) al cuerpo. 

La única forma de definir un ser que pueda resucitar, es que esté compuesto de carne huesos y humores (fluidos). Además, es el alma y no el cuerpo el que en realidad nos constituye. 

Los filósofos dicen: si el hombre resucitara, entonces debería pasar por todas las fases de la formación de vida. Desde que es una esperma hasta la complexión del cuerpo. La resurrección sería imposible tomándola de manera instantánea, es decir, sin considerar las fases descritas. 

Al-Ghazali dice: no se puede asegurar las causas de todas las cosas. Si un hombre cree que no hay un metal que pueda tener fuerza de atracción, ese hombre quedará sorprendido con la fuerza que tienen los imanes. La incredulidad nos lleva a sorprendernos y a volver a considerar las verdaderas causas de las cosas y negar la omnipotencia de Dios(1).

Los filósofos dicen: en el mismo Corán se ha dicho:

''En Dios no se encuentran cambios''

Esto quiere decir que en Dios y en sus creaciones no pueden haber más cambios de los que se pueden realizar. Todo el orden que observamos se debe a un sistema bien organizado que no ha sido pensado contradictoriamente. 

Al-Ghazali dice: sin embargo la resurrección ya ha ocurrido y tendría que formar parte del sistema de Dios. No creer en la resurrección es no creer en la omnipotencia de Dios ni en el Corán. 

Conclusión 

Nos vemos aquí con una condena total hacia los filósofos y los ateos de su tiempo. Por supuesto, negar la resurrección sería negar el Islam de por sí. La resurrección sería tal cual habíamos hablado hace un tiempo de los milagros: son cosas que pasan en contra de la naturaleza, siendo la naturaleza aquello que está dado y es observable. Terminamos el tratado sobre la incoherencia de los filósofos pero aún quedan algunos otros libros. 

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