martes, 1 de enero de 2019

Las paradojas de los griegos

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Unas de las cosas que más llama la atención en la historia y la filosofía son las paradojas. Estas nos hacen pensar sobre la coherencia de la realidad, tanto en el pensamiento como en el mundo exterior. Muchas ya han sido refutadas, pero muchas otras también nos dejan mucho en qué pensar. Otros filósofos de gran reputación han hecho ver su indiferencia con las paradojas diciendo que estas en realidad no nos ayudan en nada. De todas formas, lo ponemos sobre la mesa a modo de relajo para que ustedes puedan verlo y decir qué les parece.

Referencias:

(1) Esto en realidad lo dijeron los personajes, pues al final del libro se ve como Cicerón discente de todos los argumentos expuestos. 

Las paradojas de los griegos

¿Qué es una paradoja?

La palabra viene del latin ''paradoxa'' que significa ''contrario al sentido común''; sin embargo, entre las muchas acepciones que hay de la palabra ''paradoja'' la más apropiada a lo que explicaremos hoy es a la siguiente: 

''Contradicción, al menos aparente, entres dos causas o ideas''

Existieron y existen muchas paradojas que suelen ser difíciles de resolver, y algunas de hecho ni siquiera tienen resolución. Los hombres que partieron con estas aporías intelectuales fueron los mismos griegos. Algunas de las paradojas que veremos tienen solución y otras no. Veamos. 


Teseo de Atenas

Paradoja del barco

Quizás esta sea una de las primeras paradojas de la humanidad ya que involucra el rey Teseo de Atenas, ya que desde este solo se hablaban leyendas. 

La primera paradoja que presentamos se relaciona con el barco en que venía navegando Teseo. Este iba desde Creta hasta Atenas y era un ejemplo para todos los griegos, pues este barco se mantenía firme a pesar de todos los embates que le propinó la naturaleza. 

Tiempo después los arquitectos hacen algunos cambios al barco reemplazando sus tablas y velas para volverlo más resistente. Es en este punto donde se produce la paradoja: ¿el barco sigue siendo el mismo o es un barco totalmente nuevo?

Podríamos preguntarnos lo mismo con los cientos de edificios, escuelas, hospitales y casas de una ciudad. ¿Siguen siendo los mismos a pesar de las grandes modificaciones. 

Filosóficamente, la paradoja nos plantea que si la sustitución total de las partes de un objeto hace cambiar su identidad por completo, o este sigue siendo el mismo. 

Solución a la paradoja del barco

Múltiples soluciones se han presentado a la paradoja de Teseo, pero creo que la más clara y evidente es la que nos trae el filósofo Heráclito de Éfeso. Este filósofo nos decía ''Todo cambia, nada permanece'', es decir, nunca somos los mismos pues ''el hombre nunca se puede bañar en un mismo río dos veces, porque ni el hombre ni el agua serán los mismos''.

Otra respuesta nos la trae la neurociencia que dice que las neuronas siempre reemplazan sus componentes, unas completamente y otras parcialmente pero siempre van cambiando. Al menos desde estos dos aspectos, no podemos decir que somos los mismos. 

Zenón de Elea

Zenón fue uno de los mejores alumnos del mismo filósofo presocrático Parménides de Elea. Este fue uno de los filósofos màs famosos por estas paradojas, sosteniendo la doctrina de su maestro con relación al ser y no ser.

Paradoja de Aquiles y la tortuga

Zenón relataba una carrera entre el gran guerrero griego Aquiles y una tortuga. 

En la carrera, Aquiles le da a la tortuga una cierta ventaja (pongamos como ejemplo, un metro), pero al darle la ventaja, vemos que la tortuga ya ha avanzado 1 metro y medio puesto que mientras Aquiles estaba corriendo, la tortuga ya había avanzado más. 

Para alcanzar a la tortuga, Aquiles tendrá que recorrer espacios infinitos de distancia porque para recorrer la distancia que existe entre la tortuga y él, se debe recorrer la mitad de esta. Pongamos como ejemplo que esta distancia es de 1 metro. Y para recorrer la mitad este (50cm) tendrá que recorrer la mitad (25cm) y luego la otra mitad (12,5 cm), y luego la otra (6,25 cm) y la otra (3,125cm) y así hasta el infinito. 

Así, Aquiles nunca alcanzará a la tortuga, pues tiene que recorrer las mitades infinitas del metro. De esta forma, el movimiento pareciera ser algo meramente ilusorio porque si el recorrido es infinito, Aquiles jamás se moverá. 

Solución a la paradoja de Aquiles y la tortuga

El error de Zenón está en decir que una distancia finita se puede medir con magnitudes infinitas. Una cosa finita no puede tener características infinitas, pues lo finito es finito y no infinito. 

Paradoja de la flecha

Esta paradoja consta de una flecha arrojada a una determinada dirección. Si la flecha tiene una distancia de 10 metros con respecto a su objetivo, entonces la flecha deberá recorrer la mitad de 10 metros, es decir, 5 metros. Luego de recorrer los 5 metros, la flecha deberá recorrer la mitad de los 5 metros. Luego la mitad de 5 metros tendrían que ser 2,5 metros, y luego tendrá que recorrer la mitad de 2,5 que sería 1,25 y así...

Si la flecha tiene que recorrer todas estas mitades de manera infinita ¿cuándo es que ésta llega a su objetivo? la verdad es que si recorre mitades infinitas sería imposible lograrlo. 


Además, si observamos detenidamente la flecha en un específico instante, veremos que esta no se mueve (como si viéramos los fotogramas de una película). No importa en qué instante sea, la flecha parecerá estar en reposo o en movimiento constante

Solución a la paradoja de la flecha

Tenemos una solución filosófica desde el mismo Aristóteles quien decía: Vemos que Zenón comprende el tiempo con muchos ''ahoras'', puesto que ''detener'' el tiempo para observar el objeto en un tiempo determinado, se consideraría como un ''ahora''. Esto sería falso ya que el tiempo no está compuesto de ''ahoras'' indivisibles. El movimiento de la flecha se comprende por su tiempo, velocidad y movimiento.

Paradoja del estadio

Esta paradoja es un poco más complicada que las anteriores. Imaginemos tres filas de hombres: una fila en reposo y las dos restantes en movimiento.


A
A
A
A






B
B
B
B
C
C
C
C





Ahora veamos cómo se alinean B y con respecto a A.




A
A
A
A




B
B
B
B




C
C
C
C



Al ver la alineación, podemos ver que B se movió solo dos espacios con respecto a A, pero C se movió cuatro espacios con respecto a B. ¿Cómo es posible siendo que las dos partían de la misma distancia que una (C) recorra más que la otra (B)?

Así, la mitad de un tiempo (B) es el doble del el otro tiempo (C) porque tuvo que recorrer todo el punto B.

Solución a la paradoja del estadio

La solución radica en que la velocidad y tiempo de cada uno es solamente relativo. Además,  Zenón está diferenciando el movimiento de un cuerpo con otro cuerpo en movimiento y otro en reposo. La solución está en fijar la posición de un movimiento y no establecer que un movimiento es igual a otro. 


El grano de mijo

Zenón, al igual que los de la escuela eleática, descartaban el conocimiento a través de la percepción, ya que estos nos engañaban. Para apoyar el ataque en contra de las percepciones, Zenón se preguntaba que cómo era posible que una bolsa de un kilo de mijos hicieran ruido al caer, mientras que arrojar un solo mijo no producirá ningún ruido. 

Se supone que si medio kilo de mijos produce ruido, también deberían producir una cantidad menor. Pero como la caída de un grano de mijo no produce ruido alguno, entonces no podemos confiarnos de los sentidos. 

Solución a la paradoja



Es claro hoy en día que el sonido viaja a través del aire. Aristóteles nos dice que un grano de mijo no ''mueve'' suficiente aire y es por esto que el sonido no llega a nuestros oídos. Por otra parte, si una bolsa de mijo hace ruido al caer, se debe a que la unión de estos en un mismo tiempo, a una misma distancia, considerando el peso que ejercer, entonces se produce el ruido. 

Hipócrates de Cos

La naturaleza

El padre de la medicina, Hipócrates de Cos, siguiendo el entendimiento filosófico de Parménides, señaló que la naturaleza tiene una extraña curiosidad de a veces ''ser'' y ''no ser''. Nos decía que la naturaleza no es susceptible de ser enseñada, y en efecto, la naturaleza no es enseñada, pero sí puede responder a algunos estímulos externos ¿cómo? ¿aprendiéndolos?

Esto también lo podemos ver en lo actual cuando no sabemos determinar si un embrión es humano o no. Un debate que ha dado mucho que hablar últimamente. 

Protágoras de Abdera

Paradoja de la deuda

Esta puede ser una de las paradojas más complicadas de resolver, pues involucra el Derecho, junto con la moral y la justicia. 

Protágoras tomó como alumno a Evatlo, quien estaba muy interesado en las clases del sofista quien era muy conocido por su retórica. Evatlo no tenía dinero, pero Protágoras le propuso algo; una vez que Evatlo ganara su primer caso en los tribunales éste tendría que pagarle con el dinero todas las lecciones que Protágoras le dio. Evatlo aceptó por lo que inmediatamente comenzaron las clases. 

Tiempo después, Evatlo completó los estudios con Protágoras, pero éste, en vez de litigar su primer caso, Evatlo se dedicó a la música y a las fiestas por lo que no ejercía como abogado. Protágoras, al ver esta actitud de su alumno lo demandó a los tribunales para de este modo cobrar el dinero que Evatlo le debía

No obstante, Evatlo le rebate diciendo que de todas maneras no le dará el dinero. El argumento es el siguiente:

  • Si se van a juicio y Evatlo gana el caso, éste no tendría que pagar absolutamente nada pues le darían la razón. Por otro lado, si pierde el caso aún no podría pagarle pues no habría ganado su primer caso todavía (recordemos que esta fue el primer acuerdo entre los dos). 

Este era el planteamiento de su alumno Evatlo quien, de alguna forma, tiene toda la razón. Sin embargo, ahora tenemos el planteamiento de su maestro Protágoras:

  • Si Protágoras gana el caso, entonces se le pagara lo que se le debe porque de eso se trata el caso. Por otro lado, si Evatlo gana, este habrá ganado su primer caso por lo que deberá pagarle a Protágoras. 

Vistos ambos planteamientos ¿quién tiene razón? ¿Protágoras o Evatlo? La decisión es fácil, pero no menos compleja de analizar. 

Solución (?) a la paradoja de la deuda


Los tribunales tendrían que fallar a favor de Evatlo para que este ganara su primer caso y le diera el dinero Protágoras. Por otro lado, también se puede argumentar a favor de Evatlo, que Protágoras lo está demandando antes de hacer un juicio, y con esta información los tribunales le darían la razón a Evatlo. 

También Protágoras tiene razón de que el juicio sería sobre la deuda impaga y los servicios prestados 

No obstante, también tenemos un dilema moral que no podemos evitar. Evatlo ha obrado mal y se aprovechó de la bondadosa oferta de su maestro. Evatlo, por una convicción moral, debería estar litigando y ganar un juicio para luego pagarle a su maestro. 

Gorgias de Leontinos

Paradoja del engaño


Tenemos a otro sofista en medio de las paradojas: Gorgias de Leontinos. Para el sofista, el arte no debía basarse en cosas que existen, pues de ser así el arte sólo sería una anécdota sobre un hecho. 

Bajo este principio, Gorgias nos dice que el trágico, es decir, quien escribe tragedias, es justo cuando engaña y el espectador se hace más justo por sobre quien no fue engañado. En efecto, Gorgias une aquí los conceptos de virtud con el arte, ya que el arte es una representación de la verdad y por lo tanto un engaño. 

Esta mirada no solamente la tiene Gorgias, sino que también el mismísimo Sócrates que dice que no le gusta el arte por el hecho de que no nos dice la verdad. 

Solución a la paradoja del engaño

La verdad es que no sé si hay alguna solución. El mismo Aristóteles decía que no era necesariamente un engaño, pero que tenía ciertas características fantásticas. Se debe ver primero el propósito de la obra (que es representar) y no tanto ver si es verdadera o no, aunque esto le daría aún más valor. En efecto, las películas o libros nos generan mucha más expectativa cuando están basadas en hechos reales. 


Eubulides de Mileto

Paradoja del hombre mentiroso


Esta paradoja es muy fácil de entender y se asemeja mucho al cuento de Pinocho. 

Si un hombre mentiroso dice que miente entonces estaría diciendo la verdad, pero si dice que no miente entonces no sería falso que fuera mentiroso. 

Solución (?) a la paradoja del mentiroso 

Realmente no se si pueda existir una solución a esta paradoja en el sentido de que pareciera ser que se confunde el ser con el decir. Esta implicación ontológica nos podría remontar a San Anselmo de Canterbury quien diciendo que cuando algo es pensado necesariamente existe. 

Si el hombre es esencialmente mentiroso, entonces no podría decir que es mentiroso puesto que estaría diciendo la verdad. Lo principal es que como mentiroso todo lo que diga no puede ser cierto. 

Paradoja del montón (paradoja sorites)

La siguiente paradoja es bastante curiosa por su simplicidad inherente. Esta comienza por preguntarse ¿Cuándo un montón de arena deja de serlo?

Imaginemos que tenemos un puñado de 1.000 granos de arena. Estos los vamos haciendo a un lado para así ver cuándo dejamos de tener el ''montón''. Tenemos que llegar a una cantidad tal que nos permita decir que ya no tenemos un montón, sin embargo, a medida que vamos sacando granos de arena tendremos dos montones: del que estamos sacando y el que vamos haciendo a un lado. 

Por otro lado, también tenemos las siguientes conclusiones:


  • Premisa 1: Un millón de granos de arena es un montón. 
  • Premisa 2: Un montón de arena menos un grano sigue siendo un montón
  • Premisa 3: Un montón de arena más un gramo sigue siendo un montón
De estas tres premisas se sigue una cantidad de premisas que podrían complicar aún más el sentido lógico. Podríamos ejemplificarlo de esta manera:

  • 1.000.000 de granos es un montón
  • 999.999 de granos sigue siendo un montón
  • 999.998 de granos sigue siendo un montón
  • ...1 gramo sigue siendo un montón

Como veremos, siguiendo la premisa 2 debe seguirse hasta decir que un gramo sigue siendo un montón en el entendido de que ''quitar un grano'' nunca va a quitar la propiedad de montón. 

Lo mismo podría decirse del gramo de arena que se le suma, es decir, ¿cuántos gramos de arena hay que añadir para que ese gramo de arena sea un montón?

La cantidad de ''montón'' es tremendamente subjetivo por lo que nunca llegaremos a un acuerdo sobre lo que es en realidad ''un montón''. Es extraño saber cuál es el límite que nos dice cuando es algo un montón. 

Paradoja del hombre calvo

Existe otra paradoja de este filósofo sobre un hombre calvo. Esta paradoja es muy similar a la anterior con la diferencia de que va desde lo general a lo particular. Veamos:

  • Un hombre con una cabellera abundante obviamente no es calvo. Si comenzamos a sacar cada pelo de él podríamos considerar que es calvo. Sin embargo, ¿podemos decir que teniendo solamente dos pelos es calvo? no hay una cantidad de pelos que nos indique cuál es la transición a la calvicie. 

De este modo, en esta paradoja también tenemos el desconocimiento del límite entre lo que es uno y lo que es un montón. En efecto, no sabemos cuál es la transición desde lo plural hasta lo singular. 

Paradoja del cocodrilo

Otra de las paradojas que nos trae este filósofo es la famosa paradoja del cocodrilo. Esta consiste en una historia sobre un cocodrilo, un niño y su padre.

El niño y su padre iban caminando por la playa cuando un cocodrilo se apropia del niño. El cocodrilo le dice a su padre que devolverá al niño siempre y cuando él mismo adivine las intenciones de devolverlo o no. Es esto lo que pasa:


  • El padre dice ''no me lo devolverás''. Esto implica que si el cocodrilo no lo devuelve entonces el padre adivinaría correctamente y el cocodrilo debe soltar al niño. Sin embargo, si no lo devuelve, el padre tendría razón e igualmente el cocodrilo tendría que devolver al niño. 

Esto causa una situación favorable al padre y desfavorable al cocodrilo por lo que pensar en una solución para el cocodrilo sería poco ético (ja,ja,ja,ja,ja,ja).



Epiménides de Cnosos

Paradoja de los cretenses mentirosos

Aún está en discusión si lo que decía este filósofo era verdaderamente una paradoja. Primeramente, Epiménides decía la siguiente sentencia:

''Todos los cretenses son unos mentirosos''

¿Podría ser posible que el mismo Epiménides dijera esto siendo él cretense? ¿qué pasaría con su credibilidad, es decir, está diciendo la verdad siendo mentiroso él ya que es cretense?

Si fuimos lo bastante astutos nos daremos cuenta que esta paradoja es similar a la paradoja del mentiroso en Eubulides de Mileto, con la diferencia que es el mismo interlocutor quien se involucra. Sin embargo, también esta encierra cierta diferencia en cuanto a su desarrollo.

Debemos pensar que si Epiménides dice ''todos los cretenses son mentirosos'', entonces el mismo Epiménides está mintiendo al ser él un cretense. Por lo tanto, todos los cretenses serían veraces. Sin embargo, esto nos llevaría a asumir que Epiménides decía la verdad y en consecuencia, todos los cretenses serían mentirosos y así sucesivamente. 

Solución a la paradoja de los cretenses mentirosos

Si Epiménides nos dice que ''todos los cretenses son unos mentirosos'', entonces también se puede asumir que al menos hay un cretense honesto y además mentir en este caso particular. Por lo tanto, la sentencia ''todos los cretenses son unos mentirosos'' se se seguiría que es falsa siendo que fue dicha por un mentiroso: Epiménides. 

Menón 

Paradoja del conocimiento

Ya en los diálogos de Platón, Sócrates hablaba con Menón sobre las fuentes del conocimiento. Es en este sentido donde Menón introduce una interesante paradoja con respecto al conocimiento. 

  • Si vamos a investigar algo nuevo ¿cómo vamos a empezar a investigar si es algo que no conocemos? Y si alcanzamos dicho conocimiento, ¿cómo sabremos que es ese que buscábamos si no lo conocemos? Por lo tanto, tenemos que investigar aquello que ya conocemos, pero ¿qué objeto tiene conocer aquello que ya conocemos?

Realmente es una difícil paradoja en cuanto al conocimiento, pero que en el mismo texto tiene una respuesta muy filosófica de parte de Sócrates. 

Solución a la paradoja del conocimiento

La solución la tiene el mismo Diálogo que tiene por nombre al mismo Menón. 


Menón, quien pareciera estar un poco impaciente, le pregunta a Sócrates cómo podrían ellos buscar algo que ni siquiera saben que es. Es más, aunque se supiera esto que se busca ¿para qué buscarlo si ya se sabe lo que es? 


Para esto, Sócrates se apoya de una teoría que es formulada en base a algunos poetas sobre la inmortalidad del alma. El alma, según Sócrates, ha viajado ya por el Hades y vuelto al cuerpo nuevamente. Nada hay en el alma que ya no haya aprendido. Como el alma lo ha aprendido todo, lo único que debe hacer ésta, es recordar. ¿Cómo puede recordar el alma? Recuerda por medio del aprendizaje; finalmente, a esto llamamos reminiscencia.

Por lo tanto, el conocimiento lo tenemos en nuestro interior y será cosa de recordarlo por medio del aprendizaje. Así, aquello que nos es ''desconocido'' bastaría solo recordarlo. 


Sócrates

Paradoja del saber

Llegamos a uno de los filósofos más importantes de la historia, teniendo una paradoja tan difícil como las otras. Recordemos una de las más célebres sentencias de Sócrates:

''Solo sé que nada sé''

El orígen de esta cita tiene un trasfondo en los diálogos de Platón, cuando un amigo de Sócrates, Querefonte, fue a consultar al oráculo quién era el hombre más sabio de Grecia, y este respondió: ''Sócrates''. 

Cuando Sócrates escuchó esta respuesta, no podía creer la sentencia del oráculo. Sócrates siempre dijo que no creía saber lo que los demás sabían, pero al fin pudo comprender bien la paradoja: Sócrates es más sabio porque no sabe. ¿Qué significa esto?


  • Sócrates es el más sabio de toda Grecia porque a diferencia del resto de las personas, el sí reconoce su propia ignorancia. Es decir, todo aquel que sepa de algún tema, debe reconocer que hay cosas que no sabe: eso puede ser lo más sabio, en contraste a saberlo todo. 

La verdad es que para esta paradoja no existe una solución o algo parecido, ya que en cierto sentido es una verdad. Reconocer los límites del conocimiento es algo natural, pero de ahí a no saber nada, quizás, eso es algo distinto. Sócrates sí sabía de muchas cosas. 

Aristóteles

Paradoja de la rueda

Incluso hasta el maestro de las ciencias, el maestro de los que saben, el estagirita más famoso de la historia, no podía quedar excluido de estos intrincados pensamientos. 

Este nos lleva a la conocida paradoja de la rueda en su libro ''Mecánica'' que en realidad es de dudosa autenticidad. Sin embargo, nos queda el rumor de que fue hecha por el estagirita. 

Primerament, imaginemos dos círculos concéntricos con obviamente distintos diámetros:



Si pusiéramos a rodar estos círculos veremos que ambos recorrerán una misma distancia, a pesar de tener distinto diámetro. 



¿Cómo es posible que los dos radios recorran la misma distancia? Si bien podemos ver ciertas equivalencias entre una y otra, es totalmente distinta la forma que supuestamente recorrerían.

Solución a la paradoja de la rueda

Su solución fue tardía en la historia, pero básicamente podemos ver que el cicloide de la circunferencia mayor fuerza al círculo más pequeño a seguir la misma trayectoria. De hecho, esta es la solución más simple a la paradoja. 

Otra solución propuesta subyace en que ambos círculos tienen un mismo centro y por ello, la distancia es la misma de acuerdo al principio de traslación del a geometría.


Epicuro

Paradoja del mal

El filósofo hedonista llamado Epicuro presentó una paradoja bastante interesante. Este planteaba dos conceptos fundamentales: el mal y Dios. Como estos dos conceptos son incompatibles, entonces no debiera existir relación entre ellos. Sin embargo, esto llevaría a conclusiones difíciles de contestar. 

  • El mal indudablemente existe. 
  • O Dios quiso eliminar el mal y no pudo
  • O Dios quiso eliminar el mal y no quiso
  • O Dios no quiso ni pudo eliminar el mal
  • O Dios quiso y pudo
  • Si Dios no pudo eliminar el mal entonces no es omnipotente.
  • Si Dios no quiso eliminar el mal entonces no es misericordioso.

Esto plantea una disyuntiva fuerte en cuanto a que se negarían las dos principales esencias de Dios que serían la omnipotencia y la misericordia. 

Solución a la paradoja del mal

La solución proviene desde el mundo cristiano en general. San Agustín de Hipona dirá que el mal es ausencia de bien y que es generado enteramente por el hombre, es decir, el responsable del mal es el hombre y no Dios ya que el primero tiene libre albedrío para hacer el mal o el bien, es su decisión. 

Otros dicen que el mal es justamente el mundo en que vivimos, ya que es un mundo perecible y no eterno como algunos pudieran creer. 

Existen críticas a esto desde el punto de vista lógico. Por ejemplo, Marco Tulio Cicerón en un libro llamado ''La naturaleza de los dioses'' decía que el autor del mal era el mismo Dios(1) pues uno podría preguntarse ¿quién hizo que el hombre pudiera entender el mal?

Importancia de las paradojas

La verdad es que las paradojas, fuera de ser planteamientos que a veces parecieran absurdos, son un gran ejercicio para la mente en cuanto a que su dificultad intelectual exige una mente rápida y estructurada. Muchos filósofos han podido dar ejemplos de sus teorìas y pensamientos a través de las paradojas, mientras que otros como Lucio Anneo Séneca las rechazaban totalmente, considerándolas como juegos absurdos. 

Sea como sea, las paradojas aún nos dejan en mucho en qué pensar.


Conclusión

Finalmente terminamos este largo apunte sobre las paradojas de los griegos. Me temo que pueden existir algunas otras que no he encontrado en libros, pero de todos modos son bastantes. Nos parece que las paradojas son ejemplos vivos de que el conocimiento tiene límites imposibles y otros difíciles de sobrepasar; sin embargo, nunca está demás revisarlos y tratar de solucionarlos (si es que se puede). 

Con esta entrada comenzamos el 1ero de Enero del año 2019. Espero que este año les sea de muchos conocimientos y sabiduría. Nos vemos. 





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domingo, 30 de diciembre de 2018

Breviario de Alarico (506).

Puede ser uno de los textos más significativos a la hora de hablar de la época post Imperio Romano, ya que este sería el comienzo de una sociedad muy distinta a la rectitud ya vista entre los romanos. Sin estar basada en los principios categóricos del Derecho Romano postclásico, el Breviario de Alarico tiene sus cimientos en el Derecho Romano Vulgar, basado también mucho más en la costumbre que en la ley. Veamos las implicancias de este documentos en la historia romana y en la sucesoria Edad Media. 

BREVIARIO DE ALARICO
Derecho Romano Bárbaro (o vulgar)

Occidente estaba cayendo progresivamente por las fuerzas bárbaras que le rodeaban. La costumbre, concepto que en Derecho Romano quiere decir la forma de actuar uniforme sin interrupciones por un largo tiempo, va adquiriendo más importancia cada vez.

El jurista Salvio Juliano (110) dio valor a la costumbre aún contra la ley. Esto significaba las primeras diferencias entres ley y costumbre, pues en la práctica estas no se equilibraban bien. Muchas costumbres estaban contra la ley mientras que otras no estaban catalogadas en la ley. 

Sería con el Emperador Diocleciano cuando la ley tomaría uniformidad, pues este emperador agregaría que la costumbre debe estar conforme a la ley. También se ve esto mismo en el Código Teodosiano y en el texto que abordaremos hoy. 

El Derecho Romano establecido no podía regular de manera efectiva las conductas de los hombres, sobre todo de los indígenas que venían llegando de territorios foráneos. No se podía aplicar las mismas reglas a todos, por lo que el Derecho Romano comenzó a provincializarse. De este modo, el Derecho Romano se especificaba en diversas localidades para luego dar nacimiento al nuevo Derecho Romano Vulgar, que sí consideraba a los foráneos. 

El Breviario de Alarico

Siendo Alarico un invasor en el Imperio Romano, el rey visigodo pretende reunir en una sola colección todo el legado del Derecho Romano , como una especie de ilustración para los jueces del territorio. En este Breviario se reúnen los extractos y fragmentos de los juristas de la época clásica, dejando de lado sus obras completas. 

El Breviario de Alarico se compone de dos partes:

  1. Leges: donde aparece el Código Teodosiano
  2. Iuras: donde aparece el Epítome de Gayo , las Sentencias de Paulo , los códigos gregoriano y hermogeniano. 

Las leges llegan a todos los reyes bárbaros de Occidente que ejercen funciones similares a los magistrados romanos. Estos de hecho se parecen sobre todo en la formulación de Edictos. 

Los edictos de los reyes bárbaros

Dichos Edictos fueron conocidos por los siguientes nombres:

  1. Edicto de Teodorico: trató de regular principalmente conflictos territoriales en lugares donde convivían romanos y bárbaros. 
  2. Edicto de Eurico (480): se confirman y reafirman las costumbres de la nación visigoda., así como también el reparto de tierras.
  3. Lex Romana Burgundionum (532): un código civil sobre todas las costumbres de los pueblos germánicos.

Los reyes bárbaros fueron muchos con distintos pueblos que duraban esporádicamente y otros resistían un poco más. Podríamos decir que en Occidente, el Breviario de Alarico fue el Derecho Romano por excelencia en Oriente. 

Pronto Oriente regresaría para dar más orden al cuerpo jurídico creando el Corpus iuris civilis de Justiniano. 

Conclusión

Tenemos incluso hoy en día un mundo cambiante en cuanto a las costumbres y a las leyes. En efecto, cuando tenemos cambios territoriales muy fuertes, las leyes deben adaptarse al nuevo contexto histórico que va apareciendo. Luego es normal que en todo vuelva a imperar en un orden jurídico y que luego este orden jurídico se haga insuficiente. Bástenos con esto. 

Código de Justiniano (529 - 534)

Otro de los más grandes emperadores que haya tenido la historia en uno de sus períodos más grandes. El Imperio Romano se desborda y se divide para dar nacimiento al Imperio Bizantino, un imperio que reestructuraría toda Europa y que competiría con su parte occidental. En medio de todo este proceso de cambio debe existir un hombre que pueda dar una administración y articulación a todos estos cambios que se advienen. Dotado de un gran sentido y de gran sabiduría la historia nos daría a un Emperador que  crearía uno de los códigos civiles de mayor importancia: el Código Justiniano.



CÓdigo de Justiniano


Biografía de Justiniano I

De orígen humilde, Justiniano nació el año 482 en la localidad de Tauresium, Imperio Bizantino. Su familia era campesina y hablaban latín, de hecho, Justiniano sería uno de los pocos emperadores que hablaría latín. Su padre se llamó Sabbatius y su padre adoptivo fue el emperador Justin I, quien primeramente fue su tío y luego su predecesor en el trono, mientras que de su madre se sabe que era Vigilantia la hermana de Justin I. 

Cuando aún era un joven, Justiniano se dirigió a Constantinopla donde su tío lo enrolaría en la milicia de aquellos tiempos. Aquí aprendió de teología y filosofía con los mejores maestros del Imperio por lo que recibió la mejor educación posible.

Acceso al trono

Cuando Anastasio murió el año 518, Justin I se volvió emperador con la ayuda y asesoramiento de Justiniano I, quien era su sobrino favorito. Como estrecho colaborador de Justin I, Justiniano pronto se convertiría en el sucesor de Justin I, una vez que este muriera. 

Ya en el año 525 recibiría el título de César y en el año 527 le sería otorgada el estatus de Augusto, para cooperar con Justin I. Ese mismo año Justiniano sucedería a su propio tío como Emperador luego de su muerte. 

Código de Justiniano

Estructura

El código de Justiniano fue realizado apenas el primer  día que fue emperador. Este constaba de 4 libros:

Codex Constitutionum

El código de Justiniano surgió como una reestructuración de las leyes para los propósito de aquel tiempo. Justiniano envió una comisión de 10 hombres para borrar todas las contradicciones y material obsoleto de otros códigos imperiales, para luego adaptar el mismo. 

Esto resultó en 10 libros constitucionales que fueron promulgados en el año 529. Luego, en el año 539 se envió otra comisión para generar otra legislación esta vez con 12 libros basados en la nueva legislación de Justiniano.

Este libro estableció nuevas leyes tanto para la religión como para la herejía, por lo que podemos ver que tienen una característica autoritaria, pues se debía asegurar la oficialidad del cristianismo en el Imperio Bizantino. 

Digesta o Pandectae

Esta parte fue hecha por 16 abogados bajo el presidencia del jurista Triboniano. Estos pudieron recolectar todas las sentencias y conceptos de importancia, más los libros de otros grandes juristas para armar la nueva parte. El resultado de esto fueron 50 libros publicados cada uno con su respectivo título. Estuvo prohibida su interpretación por lo que sólo se debía obedecerla. 

El autor que màs apareció en esta compilación fue el jurista romano Ulpiano, quien desde la dinastía de los Severos ya servía como hombre de leyes. En el código Justiniano fue nombrado muchas veces y sobre todo en esta obra. 

Institutiones

Compilado y publicado bajo la supervisión de Triboniano, fue un texto para todas las instituciones, que además sirvió de práctica para los nuevos estudiantes de leyes.

Novellae Constitutiones Post Codicem

Comprende muchas colecciones de algunas ordenanzas agrupadas por el mismo Justiniano luego de revisar el código. Este consistía en las leyes que se aplicarían después del año 534.

Importancia

Debemos recordar que en esos tiempos sólo estaba el Breviario de Alarico como fuente del Derecho, aunque a éste se le consideraba bárbaro. El código justiniano trató de de seguir la tradición romana perdida por el Imperio Romano de Occidente, quienes seguían sirviéndose del Breviario. 

Conclusión

Podría considerarse esto como el comienzo de una nueva época que obviamente sería la Edad Media. El Código Justiniano ha sido objeto de múltiples investigaciones sobre todo de la Universidad de Bolonia, con el sentido de darle una nueva arista y utilidad en la investigación de la historia. Aún debemos ver otros conceptos claves en estos textos que nos ayudarán a comprender mejor la historia, el Derecho y sobre todo la filosofía.

sábado, 29 de diciembre de 2018

San Alberto Magno - Sobre el alma (Libro III: Facultades aprehensivas y motrices) (Tratado V: Potencias del alma).

Hemos llegado al final del tratado sobre el alma en San Alberto Magno. Realmente ha sido un trabajo arduo y titánico el de este filósofo, ya que de alguna manera se atrevió a articular todas las posiciones de sus predecesores, luego se encargó de refutarlas y complementarlas a su propia teoría. En este último tratado veremos nuevamente los sentidos que forman partes potenciales del alma. Ciertamente el tema de los sentidos, como dijimos en otras partes, es mucho más complejo que cuando hablamos de lo simple, sin embargo, no está demás analizarlo.

Sobre el alma

Tratado V: Potencias del alma

Capítulo I: Parte vegetativa y parte sensitiva

Todo ser viviente tiene un alma, y como corresponde esta alma debiera tener en principio una parte o potencia vegetativa. Los seres que no son generados no tienen una parte vegetativa, por lo que no puede perecer o sufrir daños. Por lo tanto, todo lo generado y corruptible tiene una parte vegetativa. 

Ahora, lo que no necesariamente pueden tener es la potencia sensitiva, ya que muchos animales pueden prescindir de una o de otra sensación. Sin embargo, todos tienen en principio la parte vegetativa. 

Por otro lado, los que están obligados a tener la facultad sensitiva son aquellos animales que tienen el intelecto. Sin embargo, los seres celestes no tienen sentidos sino que son puro intelecto, ya que no necesitan de materia. 

Capítulo II: Los sentidos y lo extrínseco

El sonido el color y el olor no alimentan los sentidos ni la materia, pero sí provocan una estimulación de aumento o disminución. El gusto sería un cierto tacto que percibe la facultad vegetativa al igual que el tacto mismo. 

El animal aprende por medio del tacto lo que es comestible o utilizable para él, no obstante, para el animal también podría ser el sonido, el color y el olor, indicadores de que puede existir un peligro a lo lejos. 

Capítulo III: El cuerpo del animal: ¿simple o compuesto?

Obviamente, y como hemos dicho durante todo el tratado, los animales tienen un cuerpo compuesto al tener órganos y partes en los que se divide. Está a la vista que los animales mueren irremediablemente por diversas razones, y este es el fundamento principal de que su cuerpo sea compuesto. 

Capítulo IV: Lo vegetativo, lo sensitivo y lo racional son una sola sustancia simple

Muchos autores dicen que en especial, lo vegetativo y lo sensitivo sí son corruptibles. Dicen que estas poderosas facultades se encuentran a partir de la materia, es decir, la materia las origina. Por otro lado, si estas potencias fueran independientes y simples la una con la otra, entonces lo sensitivo no podría encontrarse en lo vegetativo ni lo vegetativo en lo sensitivo, lo cual es falso. De esto también se seguiría que ninguna procedería de la otra, lo cual implica una discontinuidad porque ya dijimos que existen seres vegetativos y a partir de estos están los vegetativos-sensitivos que son los más complejos.  

Debido a los absurdo que ocurrirían de separar en tres sustancias lo racional, lo sensitivo y lo vegetativo, San Alberto Magno nos dice que estas tres potencias son unidas por una sola sustancia simple. Entonces ¿qué serían lo vegetativo, lo sensitivo y lo racional? en realidad serían tres potencias naturales del alma unidas en una sola sustancia.

Conclusión

Terminamos así todo lo que tiene que ver con el alma. Este fue un tratado pequeño que en realidad se abocó a lo relacionado con los sentidos en el alma, o más bien a las potencias vegetativa y sensitiva del alma. Me parece que este libro de San Alberto Magno ha sido uno de los más concluyentes con respecto del alma, en comparación de otros filósofos; sin embargo, aún faltan varios filósofos más que vuelven a tocar el tema del alma. 

Faltando tres días para las celebraciones, les deseo a todos un feliz año nuevo. Que el 2019 sea un año de nuevos descubrimientos y conocimientos en todas las áreas del saber. 

viernes, 28 de diciembre de 2018

San Alberto Magno - Sobre el alma (Libro III: Facultades aprehensivas y motrices) (Tratado IV: Facultades motrices).

Es cierto que ya habíamos visto los conceptos de movimiento en cuanto al cuerpo, y lo relacionado que éste estaba con el tiempo. Nuevamente veremos el concepto de movimiento, pero esta vez por medio de las facultades motrices del alma donde aún quedan aspectos de importancia a desarrollar por el filósofo. Una pregunta relevante para esta introducción sería ¿está el movimiento en una parte dentro del alma o fuera del alma? esta y otras preguntas serán contestadas en los siguientes apuntes de filosofía. 

Referencias:

(1) Parece ser que Alberto Magno creía en la bondad interior del hombre al igual que San Agustín de Hipona. En otras palabras, estos dos filósofos creían que el hombre era naturalmente nuevo. 
(2) Los mismos principios sociales que postulaba Aristóteles.

Sobre el alma

Tratado IV: Facultades motrices

Capítulo I: La parte motriz del alma


Para Alberto Magno, el discernimiento es tanto el movimiento del intelecto como también de los sentidos. Sin embargo, hay que ver si este movimiento está en una parte del alma, o pertenece al alma en su totalidad para poder ser ejecutado. También esta investigación presenta inmediatamente otra pregunta: ¿cuántas son las partes del alma? de acuerdo con Alberto esto no podría ser cuantificado. 


El mismo Platón dividía el alma en dos diciendo que una es racional y otra irracional, donde en esta última se encuentra la ira o la concupiscencia. No obstante, ¿qué pasaría con las facultades sensitivas y vegetativas que también parecen ser del alma? ¿son estas racionales o irracionales? parece que no las podemos situar en ninguna parte y es por eso que debemos decir que hay más que dos partes. 

Todos estos efectos que el alma tiene propio de su parte vegetativa o sensitiva son cierto tipo de movimientos. Alberto Magno verá todo aquello en los siguientes capítulos. 

Capítulo II: Movimiento vegetativo y sensitivo

Movimiento local

El movimiento local es ese movimiento físico que mueve al animal de un lugar a otro. Alberto nos dice que la parte vegetativa del alma no mueve localmente al animal, pues el apetito en realidad no mueve al no ser una facultad física. Con respecto a lo vegetativo, esto tampoco es posible. De hecho, pensemos en las plantas que son la única facultad que tienen; si estas tuvieran un movimiento, entonces deberían tener órganos que les correspondiesen como piernas o manos.

Se dice que las plantas tampoco tienen la facultad sensitiva por lo que no pueden sentir; por lo tanto, la parte del alma relacionada con el movimiento es otra. 

Capítulo III: Tres intelectos simultáneos son lso que producen el movimiento local

Por supuesto, el intelecto especulativo no puede formar parte de las causas del movimiento local. El intelecto solo tiene miras a la intelección sin experiencia de un objeto, y no tiene relación con lo material en cuanto a movimiento. Tampoco podría estar en el intelecto práctico, pues el movimiento en sí no tiene voluntad para moverse a sí mismo hacia un fin. Finalmente tampoco tiene movimiento debido a su apetitivo, ya que el hombre o el animal se mueve teniendo apetitivo o no. 

En efecto, estos intelectos por sí solos no pueden mover localmente al animal, sino que los tres deben funcionar conjunta y simultáneamente para hacerlo. Ahora, a estos tres hay que añadir la fantasía que mueve sea racional o irracional el objetivo. Sin embargo, el hombre cuando es guiado por la razón y el silogismo se mueve hacia el bien, y cuando se mueve hacia el mal es cuando contradice su propia naturaleza(1).

Capítulo IV: Intelecto práctico e intelecto especulativo

El intelecto práctico o operativo es aquel que opera a las cosas que son externas a él mismo. Esta quizás puede ser la gran diferencia que hay entre el intelecto práctico y el especulativo, pues este último tiene que ver con lo que es interior en el alma. 

Por otro lado, el intelecto práctico necesita al cuerpo como instrumento para llevar a cabo sus acciones, mientras que el intelecto especulativo no necesita nada material. Sin embargo, el intelecto práctico tiene dominio sobre las cosas, mientras que en el intelecto especulativo, el dominio cae sobre él en las cosas que le subyacen. Por ejemplo, el intelecto práctico será útil para manipular el objeto, mientras que el especulativo se sumirá en las propiedades de dicho objeto.  

Capítulo V: Los motores del movimiento

Podríamos considerar que el intelecto, el apetito y la fantasía son los motores del movimiento por donde se mueve el animal localmente. Este movimiento que incentiva el apetito puede ser tanto racional como irracional. Por otro lado tenemos la voluntad que es el motor de todo lo racional como voluntad libre. 

Capítulo VI: Rectitud en los movimientos

Teniendo estos tres motores en consideración, tendríamos que decir que el intelecto es el único de los motores que no se mezcla. El intelecto es un motor inamovible que se basa en los principios más sólidos; por ejemplo, el concepto de ''no robarás'' en el hombre sería posible gracias al intelecto.

La diferencia también entre estos tres es que el intelecto siempre es recto, mientras que la fantasía y el apetito pueden serlo aveces. Por supuesto, cuando el apetito y la fantasía están inclinados al mal quiere decir que no están rectos. 

Capítulo VII y VIII: Motor progresivo

Los motores son mucho en número y pareciera ser que el apetito los mueve la mayor parte del tiempo. Sin embargo, no siempre es el apetito el que mueve verdaderamente, de hecho, Alberto Magno nos dice que para los animales irracionales, el apetito es el motor principal.

Todo movimiento progresivo es movido por un motor inmóvil principal. Cualquier tipo de objeto que pueda moverse es movido no solo por este motor, sino que por todo lo que va anterior del motor móvil. 

Capítulo IX: Motor en los animales imperfectos

Los animales imperfectos son aquellos que solamente tienen un sentido y un cierto ''gusto'', pero no porque sepan discernir el mismo sino que solamente lo sienten. 

Lo que cabe preguntarse y que tiene tremenda relevancia es si los animales tienen fantasía o no. Lo que si parecieran tener los animales es el sentido común, aún más que el reconocimiento de los sentidos propios. Los animales también parecieran tener fantasía, pero en un nivel inferior al hombre, ya que sería una fantasía indeterminada.

Sin embargo, para los animales racionales, la fantasía se vuelve determinada al igual que el apetito, en otras palabras, existe una voluntad, algo deliberativo. No obstante, el apetito y la fantasía pueden verse movidas por la opinión, y la opinión puede verse sólo influenciada por estos dos motores. 

Capítulo X: Motores platónicos

Los platónicos decían que existía un motor llamado sindéresis que era el principio rector del intelecto. El hombre trata de alcanzar los preceptos divinos, o el intelecto que más se acerca al conocimiento universal. Es ahí que el hombre puede comprender cosas como el Derecho Natural o el Derecho Divino, los cuales Alberto Magno toma como sinónimos(2)

Como estos conocimientos existen, entonces es totalmente plausible pensar que cuando el hombre se encuentra con ellos, al mismo tiempo ha alcanzado el conocimiento verdadero. 

Conclusión

Hemos concluido todo aquello que involucraba a los sentidos y hemos terminado finalmente con el conocimiento universal y los motores. Si es que podemos responder la pregunta del principio, tendríamos que decir que el movimiento está tanto separado como junto con el alma en diversas ocasiones; por ejemplo, cuando lo rige un principio universal inmóvil, y luego cuando lo mueve el apetito. En fin sigamos con el último tratado que nos queda.  

miércoles, 26 de diciembre de 2018

Entendimiento e intelecto en la Antigua Grecia

Entendimiento en la Antigua Grecia

El concepto de Entendimiento en la Antigua Grecia será revelarte en toda la historia de la filosofía, pues estos hombres fueron los primeros en describir la adquisición del conocimiento. El acto de conocer siempre ha sido de mucha complejidad entre los griegos,sobre todo entre los sofistas quienes por medio de figuras retóricas podían caracterizar al entendimiento como ellos quisieran, incluso considerarlo algo inútil.

Perspectiva de los sofistas

Protágoras

En este blog ya habíamos tenido un apartado sobre los sofistas y sus intrincados razonamientos lógicos, muchas veces difíciles de comprender pero no por eso menos meritorios. 

El conocimiento de Protágoras era muy particular y también muy inteligente. Se basaba en una subjetivización de la realidad donde todo podría ser totalmente verdadero. De ahí que tengamos su famosa frase:

''El hombre es la medida de todas las cosas''

¿Qué significa esto? que si a mi me parece que una manzana es verde, a otra persona le parecerá roja y los dos estaríamos en la verdad; por lo tanto, la verdad sería relativa. Obviamente, las consecuencias de este planteamiento serán analizadas por Platón quien las refutará sin ningún problema, al ser esta una doctrina extrema. 

Gorgias

Gorgias tenía un tratado llamado ''El tratado del no-ser'' donde se presentaban sus tres proposiciones fundamentales del ser y el no ser. 

Primera proposición: ''Nada existe''

¿Qué quiere decir esta gran aseveración? Entendámoslo de la siguiente manera. 

Si una cosa existe, entonces esa cosa debería ser eterna. Sin embargo, las cosas eternas (el ser) no tienen ni principio ni final, por lo que no podría estar en ninguna parte; por lo tanto, no existirían. 

Mientras tanto, las cosas que no existen (el no-ser) no son eternas y deberían empezar a ser. No obstante, antes de empezar a ser tendrían que no-ser; por lo tanto, como el no-ser no se puede crear tampoco existirá. ¿Cómo podría el no-ser ser si no es? 

Segunda proposición: ''Si algo existe no puede pensarse''


Esta quizás pueda ser la proposición más difícil de entender de Gorgias, pero trataremos en lo sucesivo de esclarecerla. 

Lo primero que tenemos que imaginar es que si algo existe puede ser pensado, mientras que lo que no existe no puede ser pensado

Lo que existe: es pensado
Lo que no existe: no es pensado

Sin embargo, si lo pensado existe entonces cualquier cosa que pudiera pensarse podría existir; por ejemplo, un unicornio, un centauro o un minotauro. Como estos seres no existen pero sí son pensados, entonces lo pensado no existe y esto significa que la primera premisa estaría mal. Por otro lado, lo no-existente no podría ser pensado, no obstante sí se puede pensar lo no-existente (el unicornio, el centauro y el minotauro). 

Por lo tanto, como ninguna de estas premisas ''Lo que existe es pensado'' y ''Lo que no existe no es pensado'' es acertada, Gorgias deduce que las cosas que existen no pueden pensarse, porque de lo contrario, entonces lo pensado existe. 

Lo que existe es pensado (pueden pensarse seres mitológicos)
Lo que no existe no es pensado (los seres mitológicos no existen, pero pueden ser pensados).

La consecuencia de la doctrina de Gorgias será tremenda, pues separa el ser del pensamiento. Es decir, no se puede pensar el ser y el ser no puede ser pensado. 

Tercera proposición: ''Si algo fuese pensado, no puede comunicarse''

Esta proposición ya es mucho más fácil que las dos anteriores. ¿Podríamos comunicar lo que pensamos? veámoslo de la siguiente manera. 


El lenguaje del ser humano no comunica el color, ni el sabor, ni las experiencias de otro ser humano. El lenguaje en este caso sería inútil, ya que si yo le digo a otra persona que la manzana es dulce siendo que esta persona nunca ha probado la manzana; dicha persona nunca podrá descubrir por medio de las palabras el concepto de ''dulce''.

Todos estos planteamientos ya han sido refutados en la historia y si quieren ver las respuestas hagan clic aquí.


Perspectiva de los presocráticos

Anaxágoras

Una teoría aún más formal la tiene el filósofo presocrático llamado Anaxágoras. Este filósofos nos hablaba sobre el concepto de ''Nous'' que en griego antiguo denominaría la inteligencia. Para Anaxágoras el Nous sería el espíritu mismo, es decir, la parte más elevada del alma. 

El ''Nous'' sería el origen del universo el cual tiene una naturaleza etérea que puede incluso insertarse en los recovecos de la materia. También sería algo independiente del cuerpo y dominaría todas las formas de vida existentes, de hecho, la manifestación del Nous se da justamente en el movimiento.

Parménides

El filósofo Parmenides nos dirá que no podremos encontrar la verdad en la opinión de los mortales, ya que esta siempre está cometida a la generación y la corrupción lo que quiere decir que solamente podemos fiarnos del Nous, el cual no estaría en la realidad sensible. Una cosa es la percepción y otra cosa es el ''Logos'' (conocimiento)

Empédocles

Empédocles será el filósofo que plantea el concepto de semejanza y desemejanza en el entendimiento, es decir, ''lo semejante se une con lo semejante''. 

''Por la tierra conocemos la tierra, por el agua conocemos el agua, por el fuego conocemos el fuego, por el amor conocemos el amor y por el odio conocemos el odio''

Esto es llamado el ''Principio de semejanza'' el cual uniría el conocimiento con la sensación. En efecto, la amistad y la enemistad se unen por el amor y se separan por el odio, a través de lo que él llamaba ''átomos'' que eran pequeñas estructuras físicas que estaban por todos lados; así, tanto el conocimiento como la sensación serían semejantes. 

Perspectiva de los filósofos


Platón

El planteamiento de Platón básicamente está cimentado en que el hombre tiene el conocimiento en su interior, es decir, en el alma. Platón tuvo muchos problemas al enfrentar las teorías sofistas, pero resolvía estos problemas de manera fácil. Como para Platón el conocimiento estaba en el alma, no era problema que el concepto de las cosas hubiera que buscarlo en alguna parte. Más bien, el conocimiento interior había que despertarlo por medio de la enseñanza


Un ejemplo de esto es cuando un alumno de Gorgias, Menon, pone en duda el entendimiento a la hora de investigar algo;por ejemplo, "¿como vamos a investigar algo si ese algo es nuevo,es decir, desconocido? Y si comenzamos a investigar algo ¿con qué objeto si ya lo conocemos''.

Por supuesto, en el mismo diálogo de Platón llamado "Menon" , el filósofo griego refuta este planteamiento diciendo que existe un conocimiento interior en nuestra Alma, y que este es el que nos permite saber las cosas, solamente basta despertarlo. De alguna manera, Platón dirá ''aprender es recordar'' 



Aristóteles

Si bien existieron muchos filósofos que hablaron sobre el entendimiento, en esta entrega comenzaremos a hablar sobre Platón y Aristóteles. Ambos acordaban que el entendimiento se definía como el acto de pensar, y que por aquello, este daba limites y órdenes a las cosas.

Estas actividades estarían centradas en las facultades más intelectuales del Alma como lo son la ciencia y la dianoia. Estas son contrarias tanto a la opinión como a la creencia. Es por esto que el mismo Platón decía que la opinión, la imaginación y los sentidos como un aspecto inferior en cuanto al conocimiento inteligible.

Por su parte, Aristóteles define el entendimiento de la siguiente manera:

"Aquello por lo cual el Alma razona y comprende"

Principalmente, lo que quiere decir con esta frase Aristóteles es que el conocimiento nos viene desde afuera y hay que buscarlo en las cosas materiales, lo cual es contrario a lo que sostenía Platón. 

Por otro lado, Aristóteles también propone que el intelecto está dividido en dos perspectivas: intelecto activo (o agente) e intelecto pasivo (o material).

Para Aristóteles, en toda la naturaleza existe el género y la especie, incluso en el alma. Por un lado existe el intelecto que tiene en potencia el ser de todos los objetos, y por otro, el ser que los produce, comportándose como una especie de luz que hace pasar en acto al color de las cosas. Además, este entendimiento productor sería separado, impasible, eterno e inmortal. 

Sin embargo, aquí surge un gran dilema que el estagirita no resolvió del todo.

''¿Pertenece este intelecto al alma o pertenece a la divinidad ya que es incorruptible e inmortal?


Perspectiva de los peripatéticos

Alejandro de Afrodisias

Como sabemos, los peripatéticos fueron los estudiantes y seguidores de Aristóteles. Uno de ellos fue Alejandro de Afrodisias quien interpretó lo dicho por Aristóteles de una manera muy particular. Este filósofo nos decía que existía un intelecto que recibía todo del intelecto activo, es decir, aquel intelecto universal o intelecto agente del cual hablaba Aristóteles

Dicho intelecto se llamaba ''intelecto material'' que también recibía de nombre ''intelecto potencial'' o ''intelecto posible'', ya que este pertenecía a la materia y está separado del intelecto agente. Este además de todo es inseparable del cuerpo, y el intelecto activo ''actualiza'' el intelecto potencial que está en el hombre. 

Afrodisias fue el responsable de que los árabes siguieran desarrollando esta teoría desde distintas perspectivas. 

Temistio

Temisto fue otro comentador de Aristóteles quien postuló lo contrario de Alejandro de Afrodisias. Para Temistio, el intelecto potencial era separado de la materia, impasible y sin mezcla con respecto al cuerpo. Por lo tanto, para Temistio tanto el intelecto agente como el intelecto posible tenían las mismas características; ambos son incorpóreos, separados y sin mezcla.

Conclusión

Las consecuencias que traerá este concepto en la historia de la filosofía serán realmente difíciles de aclarar para los filósofos posteriores a los griegos. Sin embargo, no nos puede dejar de asombrar el ingenio y lo agudo de sus pensamientos al plantear la separación del intelecto. Podríamos decir que el problema del entendimiento, si bien comienza con los sofistas griegos, se pone aún más complejo con los alumnos de Aristóteles

San Alberto Magno - Sobre el alma (Libro III: Facultades aprehensivas y motrices) (Tratado III: El intelecto posible).

Este concepto puede ser el más interesante que hayamos visto luego de analizar el entendimiento desde los antiguos griegos hasta la Alta Edad Media. En realidad, este concepto es muy difícil de comprender incluso para las mentes más perspicaces, debido a que los conceptos son muy abstractos y pueden llegar a confundir. Debemos mantenernos atentos a estos conceptos para llegar a un buen entendimiento y seguir con esta historia de la filosofía que hacemos en este blog.

Referencias:

(1) Alberto Magno creía en que la llamada al pensamiento de cualquier enfermedad ''llamaba'' a dicha enfermedad. El hombre que pensara en aquella enfermedad la padecería. 

Sobre el alma

Tratado III: El intelecto posible

Capítulo I: El entender y el intelecto


El intelecto posible es uno de los conceptos más bien abordados dentro de la filosofìa Medieval. Los conocimientos intelectuales siempre son eternos y unitarios, mientras que todo lo demàs es compuesto. En otras palabras, cualquier elemento de unidad o abstracción sería uno y no múltiple.

Las cosas, cuando son entendidas, siempre están entendidas en potencia y no en acto, y en efecto, cuando las cosas son en potencia aún no se han formalizado. Parecen confusas y distantes. Este proceso se hace mientras el intelecto queda intacto, es decir, en el espacio temporal del entender, el intelecto conoce primero potencialmente y luego en acto. 

Capítulo II: Intelecto verdadero

¿Cuando el intelecto nos falla? San Alberto Magno nos dice que generalmente el intelecto no nos falla. Sin embargo, hay excepciones en que sí, de hecho, el filósofo dice que una de las veces en que el intelecto no puede ser engañado es cuando entiende las cosas sólo por su forma; mientras que puede ser engañado cuando analiza la materia. De acuerdo con este planteamiento, la materia siempre está en lo dividido y en lo diferente; lo cual es característico de la falsedad. 

Capítulo III: Un solo intelecto divide los objetos indivisibles

El ser humano se deleita o huye de un objeto sensible, según lo haya percibido su intelecto como algo bueno o malo. Ya habíamos dicho en tratados anteriores que todo se produce a partir de los fantasmas que el alma especulativa mueve. Estos finalmente son los que llevan a la abstracción del intelecto, como un acto final del entendimiento que además es producido unitariamente. Por lo tanto, la abstracción final se da por un solo intelecto. 

Capítulo IV: Los fantasmas y el intelecto

Cuando se juzga una cosa, primero la sentimos y luego los fantasmas se encargan de estimular el intelecto para tomar una determinación final con respecto a lo que se entiende. 

Los fantasmas, de alguna manera, nos ayudan a tomar la decisión de huir o resistir en una situación de peligro. En efecto, la opinión que se tenga respecto de una situación moverá a los fantasmas, y estos moverán al intelecto. 

No sólo eso. Parece ser que los fantasmas en dicha facultad imaginativa pueden generar estímulos, incluso cuando el objeto no está presente. Por ejemplo, cuando un hombre es estimulado por la imagen de una mujer hermosa para tener coito, los órganos realizan su trabajo sin estar la mujer en aquel momento. De ahí que también se produzcan enfermedades como la lepra y otras enfermedades(1).

Finalmente, es el intelecto el que toma la determinación final con respecto a la experiencia recibida por los fantasmas y los sentidos.

Capítulo V: Entendimiento sobre las cosas matemáticas

El entendimiento no requiere de la materia para abstraer ni para comprenden los conceptos matemáticos. En efecto, no se necesitan dos manzanas para conocer el número dos. 

Pareciera ser que todo lo que entiende el ser humano lo hace principalmente a través de los fantasmas, y luego el intelecto abstrae o aprehende todo lo de los fantasmas para finalmente comprender la realidad. Quizás bajo este respecto sea posible decir que el intelecto no necesita en absoluto de la materia, pues éste sólo aprehende las cosas. 

Capítulo VI: Cómo entender los entes divinos separados

Hemos visto a lo largo de este tratado que el intelecto se ve como un ente separado e independiente de la materia, y tal vez así lo sea. Puede captar las formas de la materia y aprehenderlas, sin embargo, ¿podemos decir que también capta la materia sin atender a sus dimensiones o abstracciones?

El intelecto y lo entendido son sólo una cosa, y si el intelecto puede hacer inteligible las formas de la materia, entonces también puede inteligible a la materia misma. Alejandro, peripatético, nos decía que el intelecto posible era corporal, era materia, pero esto es absurdo, pues todo intelecto no está sometido a nada corporal. Por lo tanto, el intelecto se ajusta a todo lo divino ya sea de manera separada o en conjunto con la materia.


Capítulo VII: intelecto separado de la materia

Yendo en contra de todo lo dicho por Alejandro, Temistio y Teofrasto nos decían que si el intelecto fuera compuesto tendría que estar más relacionado con lo incorpóreo que con la materia. Sin embargo, ya habíamos visto la imposibilidad de que el intelecto estuviera mezclado con la materia; por lo tanto su separación es total.

Capítulo VIII: Al-Farabi y Avempace

Avempace

El filósofo árabe dedicó toda su vida al tema del alma diciendo que el intelecto posible (o material) no existía en ella, es decir, no es una parte del alma porque es corruptible y generable. Al-Farabi pensaba del mismo modo que Avempace, diciendo además que el intelecto agente era el relacionado con la abstracción de la materia, mientras que el Universal se preocupaba de lo abstracto. 

En cuanto al intelecto posible y al intelecto especulativo, estos son sólo participantes de lo inteligible porque en realidad son parte de la materia. Esto lo dicen porque si puede captar muchas quididades entonces captan pluralidades, y el intelecto agente no capta pluralidades sino que unidades. 

Sin embargo, sería absurdo decir que el intelecto posible se une a la material, siendo que esta última es corruptible, es decir, cómo lo corruptible se une a lo incorruptible. No obstante, si se dice que el intelecto posible es incorruptible, también existirá un problema pues se diría que es imposible que el intelecto posible pueda hacer algo nuevo, en el entendido de que el intelecto no puede abstraer algo nuevo porque entraría a modificarse a sí mismo. 

Esto queda de manera irresoluble.

Capítulo IX: Avicena y Al-Ghazali

Avicena y Al-Ghazali traen la respuesta a las dudas anteriores diciendo que el intelecto agente abstrae lo materia ara luego depositar aquello en el intelecto posible. 

Sin embargo, el error que cometieron estos intelectuales fue el de decir que el alama guarda todas las formas como si fuera un tesoro. Estas formas quedarían en el intelecto agente y luego se reflejarían en la potencia por medio del objeto entendido, es decir, en el intelecto posible, material. En otras palabras, el intelecto posible se une al intelecto agente. 

Todo esto planteado por los dos filósofos se complicado y Alberto Magno tiene 4 argumentos para refutarlos:

  1. ¿Cómo es posible que el intelecto posible se una al agente por medio del objeto entendido al intelecto agente? No se responde esto. 
  2. No puede ser que el intelecto posible se una al intelecto agente siendo que éste último es separado de toda materia.
  3. El intelecto agente recibe las formas tanto en su género y especie, Avicena debería explicar cómo es que ésto ocurre. 
  4. Si el intelecto agente se manifiesta de una manera con las formas, las formas que tiene él, y que fluyen hacia la materia también se manifestarán de otra. Lo mismo ocurrirá con el intelecto posible que llevará la materia hacia el intelecto agente, lo cual es absurdo simultáneamente. 

Suficiente al hablar de estos autores. Las dudas quedarían solucionadas diciendo que el intelecto posible capta abstrae las formas para luego llevarlas al intelecto agente. 

Capítulo X: Solución a algunos problemas

Una pregunta de fondo y la que ha suscitado todo el problema sobre el alma es de preguntarse ¿cómo es que el alma puede aprehender las sustancias? porque de hacerlo, lo hace, pero el ''cómo'' no está muy claro aún. 

El conocimiento universal es el mismo siempre, mientras que en el intelecto posible pareciera existir dos potencias que reciben y retienen los objetos entendidos y especulados. Sin embargo, esto es absurdo, es decir, todo esto tendría que ser al revés; el intelecto agente es el que produce y retiene, mientras que el intelecto posible solo los recibe del intelecto agente. 

Capítulo XI: La unión del intelecto agente en nosotros

Es innegable la unión que existe entre el intelecto posible y el intelecto agente, a pesar de que racionalmente debería existir una separación. La razón por la cual no se considera es que de todas maneras un hombre es capaz de conocer y entender cientos de cosas. 

De hecho, el mismo Alberto Magno nos dice que el intelecto agente es como una causa eficiente que existe en nosotros. El intelecto posible debe llegar al intelecto agente para que el alma pueda comprender todo lo aprehendido. 


Capítulo XII: El alma es todo cuanto existe

Recordemos que el sujeto es ese ente que recibe todo lo que el intelecto puede recepecionar. En ese caso, entonces el alma como sujeto tendría el conocimiento de todas las cosas a medida que los puede adquirir, es decir, no solamente conocimientos sensibles sino que también los inteligibles.

En el alma están tanto los fantasmas como el intelecto, aunque debemos decir que los fantasmas no representan ni la negación ni la afirmación ya que eso sólo lo representa el intelecto. 


Capítulo XIII y XIV: El alma no muere con el cuerpo

El alma no muere con el cuerpo debido a que es una sustancia separa del último. Esto queda claro al hablar del intelecto y del alma como un ente racional que no sufre privación como sí la sufre el cuerpo. 

Es obvio entonces que el alma no nace después del cuerpo, porque de ser así entonces el alma sería compuesta. Podría pensarse que siendo el alma es anterior el cuerpo podría perecer con ella, pero no necesariamente podría ser así, ni siquiera en el caso que esta tuviera una existencia posterior. 

Por lo tanto, Alberto Magno nos dice que el alma no fue hecha ni con anterioridad ni con posterioridad al cuerpo. Para explicar esto da el ejemplo de un barco, el cual sin tener un capitán que lo maneje no podría moverse. De este ejemplo, no podemos decir que el barco existía antes del capitán o el capitán antes del barco, pues la vida del barco comienza cuando el capitán está dentro de él. Finalmente, el filósofo difiere de Platón quien decía que el alma nace antes del cuerpo, y nos dice que el alma en verdad nace con el cuerpo y supera la muerte de éste último.

Conclusión

Un escrito conclusivo sobre el alma el cual refuta y apoya ciertas posturas en cuanto a esta sustancia inmaterial e incorpórea. ¿Será que, aún con estas explicaciones sobre el alma ésta pueda ser aún un misterio sin resolver? los conceptos como intelecto y especulación son claramente características abstractas en todos los hombres, pero todavía no tienen ese algo que nos falta para unir todo aquello. Por ahora terminemos con esta explicación del alma y el intelecto agente que teníamos tan pendiente.