Una vez que ya se han explicado los bienes corporales, no corporales, el bien en sí mismo, la felicidad y Dios, es hora de explicar qué es el mal y cómo es que éste tiene una relación con el bien. ¿Existe una armonía entre el bien y el mal? es un tema interesante que se ha tratado concluir, pero siempre existen algunas diferencias. Pero esto no es el único tópico, además veremos otro tema interesante que versa sobre el hado. Veamos este interesantísimo tema con nuestro filósofo dicotómico entre dos épocas.
Referencias:
(1) Podríamos citar la gran frase del cándido de Voltaire '''Este es el mejor de los mundos posibles''.
LA CONSOLACIÓN DE LA FILOSOFÍA
LIBRO IV
Elementos del bien y la situación del mal
Lo primero que se realizará será la diferenciación entre el bien y el mal. Filosofía nos dice que el bien se relaciona con el poder, mientras que el mal con la debilidad. Para realizar una actividad, el ser humano necesita dos cosas: voluntad y poder. Si uno de estos dos elementos fallara, ninguno se llevaría a cabo. En efecto, si no se lleva a cabo la voluntad, no se realizaría acto alguno y si no existiere un poder (o facultad) entonces la voluntad sería inútil.
El hombre tiene por necesidad buscar la felicidad. La felicidad, como dijimos en libros anteriores, es el bien. Ahora, tanto el bueno como el malo buscan el bien, claro, el malo no busca el mal, busca algo que le de provecho y el mal por esencia no lo es.
Sin embargo, solamente los buenos pueden alcanzar el bien porque el bueno se hace bueno por el bien, no por el mal. En conclusión, el malo no alcanza el bien porque falta de uno de los elementos: el poder.
Por otro lado, los buenos alcanzan el bien por medio de la virtud, y los malos consiguen el bien por medio de las pasiones. Pero este modo no es el apropiado para alcanzar el bien y por lo tanto, Filosofía nos dice que este medio para alcanzar es inapropiado. Filosofía nos da un ejemplo que mostraremos a continuación:
Bien a alcanzar: el caminar
Hombre bueno: camina con los pies
Hombre malo: camina con las manos
Vemos en estos ejemplos que el hombre bueno alcanza el bien con los medios apropiados, pero el hombre malo lo alcanza con los medios inapropiados. Por tanto, el hombre malo alcanza el mal pero lo hace de manera deficiente dejando el bien a medida que pase el tiempo.
Los malvados no existen
Filosofía nos dice que los malvados no existen.
''Parecerá absurdo afirmar que no existen los malos, cuando en realidad son los más numerosos; y sin embargo, así es, no existen''
”No niego que los malvados sean malvados; digo pura y simplemente que no existen''
En ese sentido, lo que quiere decir Filosofía es que no existe un ser absolutamente malvado, pues todo para existir necesita de un bien en al menos un grado. El absolutamente malvado sería absolutamente nada y por eso mismo no existiría.
Ahora bien, Boecio le dice que algunos ''malvados'' sí tienen poder, sí tienen fuerza, es decir, los ''malvados'' tienen el poder o facultad para realizar el mal.
''Pueden hacer el mal; mas de ello serían incapaces si hubieran conservado la facultad de hacer el bien''
Esto quiere decir que el que puede hacer el bien puede hacerlo todo. En consecuencia, quien está del lado del bien está en una mejor posición de aquel que está del lado del mal. Es en esta parte del libro que Filosofía cita una frase de Platón:
''Sólo los sabios pueden hacer lo que quieren; los malvados podrán satisfacer sus gustos, pero nunca llegarán a cumplir sus verdaderos deseos''
Como solo los sabios pueden hacer lo que quieren y por lo tanto tienen voluntad y poder, quedarán los malos en una frustración que no podrán soportar. En ese caso, como los sabios están más con el bien que con el mal, entonces están más cerca de Dios mientras que los malos estarán lejos; se asemejarán a las bestias.
Los malvados son más dichosos si sufren el castigo
Los malos al ser castigados participan de un bien que es la mitigación del hecho ocurrido. En cambio, si esquivan la pena acumularán más faltas y serán aún más desdichados. Y si estos no alcanzan a ser castigados por la ley humana serán castigados por la ley eterna. En fin, el malvado no tiene escapatoria de un castigo, por lo tanto, como es desdichado, es preciso tener compasión con ellos y no odio.
La suerte
Parece ser que la suerte a veces beneficia tanto a los buenos como a los malos, algo que pareciera ser un factor común entre los dos. ¿Cómo se explica esto? Filosofía nos dice que esta es una de las cosas más fecundas en el mundo.
Para empezar, Filosofía establece la diferencia entre Providencia y Destino.
Providencia: es la razón divina en sí misma, que residiendo en el supremo principio universal, todo lo dispone.
Destino: inherente a todos los seres mudables, regula sus manifestaciones y es el nexo por el cual la Providencia relaciona todas las cosas, situándolas en su propio lugar.
''Cosas ambas, Providencia y Destino, que aun siendo diversas, se relacionan mutuamente, porque el orden del Destino depende de la simplicidad de la Providencia''
En este sentido, la Providencia siempre estará por encima de la destinación e incluso del mismo Destino. La Providencia tiene todo en ella y por lo tanto conoce lo que pasará, todo se enmarca dentro del orden de Dios.
''Con lo que echarás de ver que aun cuando vosotros no alcancéis a entender este orden universal y os parezca ver en todo la confusión y el desorden, sin embargo, todos los seres ocupan su lugar propio y para todos hay una norma que los dirige al bien''
El bien no se desvía de su principio y no es dañado o tocado por el mal, en efecto, tanto el bueno como el malvado tienen como objetivo el bien, con la diferencia de que el bueno lo alcanza y el malo no.
La Providencia siempre tiene un plan para cada uno de nosotros, a algunos tendrá un plan determinado y a otros otro tipo de planes. Todo esto con el objeto de que se conozcan a sí mismos.
''La Providencia los
conduce a todos a través de diferentes pruebas hasta que lleguen a conocerse a
sí mismos''
En efecto, aquellos que son probados a realizar ciertas acciones, conocen una características que antes no tenían. Por ejemplo, hay personas tímidas que han logrado adquirir la virtud, cobardes que de pronto cobran valentía.
Puede ser que algunos hombres malos justamente sufran infortunios y las personas no destacan este hecho porque se lo merecen, pero estos infortunios son para enmendarlos, para que cambien su conducta.
Toda fortuna es buena siempre
La fortuna siempre proviene de la virtud. En efecto, la fortuna tiene por objeto premiar a los buenos y castigar o enmendar a los malos. Por lo tanto, la fortuna es justa o al menos útil y así, la fortuna, cualquiera que esta sea es buena(1).
Conclusión
Cada vez más vemos una interesante integración de los contenidos de los libros de San Agustín de Hipona con respecto al bien. EL mal no tiene una cabida sino es respecto al bien y por lo tanto, Boecio insiste en que su existencia en verdad no es tal, sería un ente parasitario que depende completamente de bien. Es interesante ver, y quizás algo que le faltó a Agustín precisar, que Boecio sostenga que los malvados no existen. Es decir, que el concepto del bien como imperio se aplique a las personas en cuanto a ''buenos y malos''.
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