Es quizás el libro más importante dentro del mundo de la filosofía, no solo por su contenido lírico sino que también el tema de fondo que es el no olvido de la filosofía. Nuestro filósofo se encuentra en dificultades extraordinarias debido a un conflicto político importante, nada lo puede consolar excepto la muerte que viene disfrazada de mujer, quien en realidad es la filosofía. ¿Cómo podría la filosofía consolar a un hombre en un momento como aquel? Lo veremos en los siguientes apuntes de filosofía con el estudio de esta obra magnífica.
LA CONSOLACIÓN DE LA FILOSOFÍA
LIBRO I
El que está hablando en este primer libro es el mismo Boecio quien no puede evitar sentirse triste y miserable al estar en un calabozo, debido principalmente a motivos políticos. Lo espera la muerte.
La mujer misteriosa
Es en esta ocasión en que aparece una mujer que el mismo Boecio describe de la siguiente manera:
Una figura de una mujer de sereno y majestuoso rostro, de ojos de fuego, penetrantes como jamás los viera el ser humano, de color sonrosado, llena de vida, de inagotadas energías, a pesar de que sus muchos años podían hacer creer que no pertenecía a nuestra generación. En palabras del mismo Boecio.
Su vestido lo formaban finísimos hilos de materia inalterable, con exquisito primor entretejidos; ella misma lo había hecho con sus manos, según más adelante me hizo saber. Y, a semejanza de un cuadro difuminado, ofrecía, envuelto como en tenue sombra, el aspecto desaliñado de cosa antigua.
En su parte inferior veíase bordada la letra griega pi (inicial de práctica), y en lo más alto, la letra thau (inicial de teoría) y enlazando las dos letras había unas franjas que, a modo de peldaños de una escalera, permitían subir desde aquel símbolo de lo inferior al emblema de lo superior.
En ese momento, la mujer que describía Boecio comenzó a alejar a las musas que hacían escribir al filósofo, los lamentos que en principio decía. La mujer se sentó al lado de Boecio y comenzaron a tener un diálogo, en donde se trata de consolar al mismo Boecio quien había disfrutado de una buena vida, y ahora está en la soledad y en la miseria.
Consolación mirando al pasado
Por las lágrimas y algunas confusiones, Boecio no lograba verla en primera instancia, pero luego, mientras se recuperaba, podía ver claramente a la mujer que tenía en frente. El filósofo la describe como ''mi antigua nodriza'': la Filosofía.
Boecio se sorprende porque no pensaba que fuera posible que algo tan sublime fuera a bajar de sus dominios para estar con él. En ese momento Filosofía dice:
“¿Podría yo dejarte solo a ti que eres mi hijo, sin participar en tus dolores,
sin ayudarte a llevar la carga que la envidia por odio de mi nombre ha
acumulado sobre tus débiles hombros?''
Cuando al fin Boecio la reconoce y conversa con ella, Filosofía le recuerda que la desgracia que le ocurre no es algo nuevo pues los filósofos anteriores también encontraron dificultades.
La experiencia con la filosofía y la política
Boecio le comenta lo importante que ha sido Filosofía en su vida, y es por eso que todo lo que Boecio había hecho en su vida era por estricta y rigurosa disciplina de seguirla.
El filósofo siempre trató de seguir lo que a su criterio era correcto y tuvo que salir el paso de muchas dificultades políticas. Con todos estos problemas, Boecio dice que debió haberse dado más seguridad antes de llevar a cabo dichas acciones. Recordemos que Boecio fue falsamente acusado de querer conspirar contra el rey favoreciendo al emperador de Bizancio, Justino I. De hecho, lo que pasó en realidad es que Boecio defendió a un amigo, Cecina Decio Fausto Albino, de ciertas acusaciones y por eso se presumió que el filósofo tenía injerencia en la conspiración.
Boecio le pregunta a Filosofía qué le parece que lo hayan condenado por ''salvar al Senado''. Le cuenta además que todo lo que ha realizado, el servicio puesto en sus funciones lo logró siempre observándola a ella, la Filosofía. En cierto modo, Boecio piensa que esta acusación realizada por sus enemigos, no solo lo toca a él, sino que también a Filosofía misma.
Respuesta de Filosofía
Filosofía parece no estar en absoluto conmovida por el relato de Boecio, aunque sí se ve conmovida por otra cosa que le pasa a relatar:
''Por eso me conmueve no
tanto la contemplación de este lugar, cuanto la de tu propia persona. No echo
de menos aquella hermosa biblioteca decorada con vidrios y marfil, sino el
interior de tu alma, en la cual yo en otro tiempo dejara depositados, no
libros, sino lo que a éstos da valor, a saber, los pensamientos contenidos en
mis libros''
Como Filosofía nos dice que el pensamiento de Boecio está agitado, recurrirá a prácticas más suaves para convencerlo de la situación en que se encuentra.
''¿Me permitirás, pues, que tantee y pruebe tu espíritu por medio de preguntas para saber el tratamiento que te conviene?''
En primer lugar, Filosofía le pregunta si este mundo fue creado por fuerzas azarosas o bien si hay un orden en este mundo, a lo que Boecio responde convencido de que cree en Dios y que nada de esto puede ser azaroso. Luego le pregunta ¿de qué medios se vale para dirigir el mundo? y ahí Boecio no sabe qué contestar. Filosofía le pregunta cómo es posible que sepa quién dirige el mundo y no sepa sus fines; en otras palabras, que sepa su principio y no su fin.
La pregunta que sigue es clave, Filosofía le pregunta a Boecio si sabe lo que es el hombre, a lo que este contesta que sí, un animal racional. Frente a esta respuesta, Filosofía descubre el verdadero mal de Boecio y se dispone a dialogar con él con respecto a aquello.
''Pero como no es tiempo aún de emplear remedios fuertes y es bien sabido que el espíritu humano al rechazar la verdad se ve invadido de errores que, levantando nieblas de pasiones, perturban la inteligencia, en otras condiciones clara; trataré primeramente de apaciguar tu alma mediante los sedantes más comunes; y así, disipadas las tinieblas engañosas, podrás hallar de nuevo el esplendor de la verdadera luz''
Por lo tanto, el libro finaliza con el compromiso de Filosofía de ayudar a Boecio a entender la difícil situación en la que está sumido.
Conclusión
Comenzamos entonces nuestro recorrido por uno de los libros más grandes de la Filosofía. Tenemos suerte porque esta vez es la misma Filosofía quien se presenta a un filósofo, en contraste con otros pensadores anteriores, donde la figura ficticia ha sido la razón (San Agustín de Hipona en su obra ''Soliloquios''). Por lo tanto, sigamos viendo que acontece en los próximos libros que en lo sucesivo iremos explicando en este blog. ¡No se separen y acompáñenos!
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