lunes, 2 de julio de 2018

Historia de los árabes (Tercera Parte: Califato de Damasco y Califato Abasí).

Una época difícil para toda Europa, pues el nacimiento de un Imperio totalmente beligerante comienza a crecer: El Imperio Árabe. ¿Por qué estos tiempos son difíciles? porque la partida de uno de los más grandes profetas significa la difícil sucesión de otro que continúe su legado. La expansión de los árabes pudo ser la más aterrorizante para el mundo cristiano que se rehusarían a quedar en manos de los musulmanes. Sin embargo, debemos entender el porqué de este conflicto y sus consecuencias.

Definiciones

(1) Emirato: territorio político administrado por un Emir, un tipo de rey de Oriente Medio. Se reconoce un emirato porque es de una extensión menor al de un califato.

LA HISTORIA DE LOS ÁRABES

TERCERA PARTE: IMPERIO ÁRABE

Nacimiento del Imperio Árabe

La sucesión

Mahoma había muerto y una ola de confusión se formó entre la comunidad árabe. ¿Qué hacer cuando un líder deja de existir? Entre los árabes quedaron dos grupos: los compañeros de que acompañaron a Mahoma en la hégira y las familias de La Meca que se habían convertido recientemente. 

En una reunión de la comunidad, Abú Bakr quien fue uno de los primeros seguidores de Mahoma fue sugerido como el sucesor; sin embargo, Bakr no era ni profeta ni mucho menos el mensajero de Dios. De todas formas, una aura de religiosidad estaba en Bakr por lo que fue elegido de todos modos entre el jefe de la comunidad y sucesor de Mahoma

Formación del ejército

A la muerte de Mahoma, todas las naciones e imperios se comenzaron a rebelar contra Arabia por lo que Bakr tuvo que defender el territorio formando un ejército. Se enfrentó contra los dos Imperios existentes que fueron el Sasánida y el Bizantino. Se logró conquistar Egipto, Siria e Irak donde se impuso una nueva forma de gobierno dirigida por los árabes. 

Los Califatos de Arabia

La palabra califa es una palabra que en árabe significa ''sucesor'' haciendo referencia a los sucesores de Mahoma

Califatos ortodoxos (Rashidun) (632 - 661)

Abu Bakr: por supuesto, tenemos como primer califa a Abu Bakr quien fue el sucesor de Mahoma.

Omar: el segundo califa después de Abu Bakr quien lucho contra el Imperio Romano de Occidente y Oriente, además de Persia, Palestina, Egipto y Siria por lo que pudo tomar todos esos territorios.

Utman ibn Affan: fue quien sucedió a Omar que había sido asesinado producto de una venganza personal. Utan fue elegido por un pequeño grupo de los Quraish. 

Utman trató de unificar a las tribus beligerantes de Arabia, pero por otro lado, cuando Utman elegía a los gobernadores estos eran de su propia provincia. Esto provocó que los antiguos compañeros del profeta, incluyendo su esposa, no aceptaran el gobierno de Utman y terminara este siendo asesinado en el año 656.

Alí ibn Abi Talib: fue otro califa proveniente de la tribu Quraish, quien era primo de Mahoma y esposo de su hija Fátima. Se instaló como califa en Kufa. 

Su contrincante más cercano fue Muawiya quien era gobernador de Siria y pariente de Utman. Ambos querían enfrentarse después de someterse a muchos arbitrios. Sin embargo, los seguidores de Alí lo dejaron y este terminó siendo asesinado. El próximo califa sería Muawiya quien sería aceptado por el mismísimo hijo de Alí, Hasán.


Califato Omeya (661 - 756)

Luego del término de los Rashidun (los bien guiados) comienza el tiempo de los Omeyas. Luego de que terminara el califato de Alí, Arabia fue gobernada por una familia llamada ''Omeya' donde ahí estaba Muawiya. Omeya viene del antepasado Umayyad quien fuera el bisabuelo de Mahoma.

La capital del Imperio se trasladaría a Damasco, ya que desde ahí podían tener un mayor control de las ciudades conquistadas, muchos más que en Medina. Este también sería conocido como el Califato de Damasco.

Las fuerzas musulmanas atravesaron Magreb, establecieron bases en África llegando incluso hasta Marruecos. El Imperio se hacía cada vez más poderoso y se exigía una más poderosa influencia en todo el continente. Mucho se decía que los Omeyas traicionarían sus culturas religiosas olvidándose de las lecciones del profeta, pero la verdad es que los Omeyas trataban de hacerse cargo de todas las expansiones imperiales que tenían. Una de los más grandes territorios conquistados fue Al-Andalús que comprendía Portugal, España, Francia entre otros países. 

Uno de los mayores cambios llegó con el imperio de Abd a-Malik en el año 685, quien introdujo la nueva acuñación que simbolizaba el poder que tenía el Califato. Además, se introdujo en cada nación el lugar para adorar a Dios que sería la mezquita. Una de las más importantes construcciones omeyas fue la Cúpula de la Roca, donde se simbolizaba la pertenencia de Abraham hacia el islam, más que hacia el judaísmo. 

Otro problema se veía venir en la comunidad árabe que era el reclamo de sucesión de otra familia, la familia descendiente del tío de Mahoma: Abbás. Esta familia bien organizada formó un ejército para acabar con el último califa omeya llamado Marwan II, quien fue perseguido y muerto en Egipto. Así, el nuevo líder del califato fue Abul-Abbás quien era descendiente del mismo Abbás. 

Por otro lado, en la península ibérica se instalaba otro califato muy poderoso llamado Califato de Córdoba, quien tenía un califa llamado Abderraman I quien además puso fin al emirato(1) independiente de ese territorio. Era un califato muy eficiente y bien organizado, aunque tenía muchos problemas con su poblado vecino Magreb. Su economía era envidiable a los demás reinos que incluso la acuñación o la moneda del califato fue copiada por el Imperio Carolingio. 

Sin embargo, el Califato de Córdoba se fue desmoronando por la cantidad de guerras civiles que se llevaron a cabo, además del intento de usurpar territorios al Califato Omeya. El Califato de Córdoba comenzó a dividirse en taifas, pequeños reinos árabes, lo que gradualmente hizo que el Califato cordobés se extinguiera. 




Califato de Bagdad o Califato Abbasí (750 - 1258) 

Con la destrucción del Califato Omeya se comienza a construir el Califato abbasí, en referencia a la familia descendiente de Abbás. La capital del califato ya no sería Damasco sino que Bagdad, Irak. 

Irak era una ciudad propicia para el comercio entre otras cosas porque daba con las confluencias del río Tigris y Eufrates. El califa gobernaba de manera similar com la hicieron sus antecesores. Creó un nuevo administrador que se encargaría de apoyar al Califa: el visir.

Sin embargo, el Califato de Bagdad sufrió por menores cuando muchos turcos eran hostiles a los árabes de Bagdad. El mismo califa llamado al-Mutasim (833 - 842) trasladó la capital desde Bagdad a Samarra, que estaba mucho más cerca del río Tigris. No obstante, Bagdad cayó bajo el dominio turco. Tuvieron que pasar algunos años para que la capital volviera a ser Bagdad bajo el califa al-Mutadid en el año 892.

Este califato trató de unir sus leyes con las leyes del Corán utilizando símbolos religiosos y logrando aprobación por los teólogos musulmanes. Los siguientes califas fueron tan benévolos y buenos gobernantes como al-Mutadid, no obstante, estos no estuvieron exentos de enemigos. 

Las dificultades las tuvieron con los ijshidíes (musulmanes egipcios) se independizaron el califato en 935. En él este aparecería un nuevo adversario que serían los buyíes que eran una dinastía chiíta iraní, quienes tomaron el poder de Bagdad en el año 945. Otro de los grupos beligerantes eran los fatimíes quienes apoyaban y afirmaban la descendencia de la hija de Mahoma, Fátima. Estos amenazaron constantemente la localidad de Siria en el califato de Al-Qadir. Tiempo después nacerían los almorávides nacientes de Magreb (actual Marruecos) quienes abrazaban una ideología más rigorista del islam: sunismo malikí.

El último califa del Califato Abasí fue al-Musta'sim. Este califa fue vencido por los mongoles a los cuales el califa se entregó sin resistencia. El líder mongol Khan Hulagu mandó a matar al califa con todos sus parientes en el año 1258. Los cristianos del Principado de Antioquía se aliaron con los mongoles para derrotar de una vez por todas a los musulmanes, quedándoles únicamente a estos últimos la ciudad del Cairo.





Chiismo y Sunismo

Chiismo

Se refiere a los seguidores del califa Alí, el último califa del califato ortodoxo. Se decía que Mahoma, antes de morir, les dijo a todos que la misma adoración que tenían con él, debían tenerla con Alí. 

Estos, a lo largo de la historia de los árabes, no aceptaron reconocer a ningún sucesor de Alí como un profeta o algo más. Estos postulaban a imanes chiíes como líderes en arabia, pero sus intentos fueron muy escasos. 

Sunnismo

Mientras que los chiíes creían en Alí como un verdadero líder, los suníes creían en Omr, Utman y Bakr como los líderes que debían gobernar arabia. Los suníes no solo se basan en el Corán sino que también se basan en los dichos expresados oralmente por Mahoma. Sunni viene de la palabra Suna que era dicha colección de dichos. 

De aquí que se crea un conflicto entre suníes y chiíes pues estos últimos solo consideran a Alí como el verdadero sucesor de Mahoma (ya que este era primo del último); mientras que los suníes consideraban a los otros ortodoxos como perfectos sucesores. Sin embargo, a estos mismos los chiíes los consideraban usurpadores del poder. 

Conclusión

Esta fue la historia de los dos califatos árabes que existieron en el territorio de Arabia. Me suena a otras historias de territorios distintos de otros países, ¿será que cada territorio tiene una forma similar de progresar? pues es muy probable que la materia fuera así, sobre todo en aquellas épocas convulsionadas y guiadas por la ambición de poder. Aún nos falta por ver más sobre los árabes así que sigamos esperando otra entrega de Filosofía Apuntes.

domingo, 1 de julio de 2018

Papa Urbano II - Vida y obra (1035 - 1099).

El personaje clave para entender la Primera Cruzada que se desarrolló en el siglo XI donde se enfrentaron católicos y musulmanes: el Papa Urbano II. Nació en los convulsionados años del 1035 que significaba una de las primeras revueltas violentas ocasionadas por la religión. Su rol como Papa no solo fue importante en las cruzadas sino que también en las reformas de la iglesia. También logró fortalecer al papado logrando que este se convirtiera en una entidad política más importante. 

Referencias:

(1) Simonía era la compra y venta de lo espiritual por bienes materiales. La primera controversia de esto se inició con un hombre llamado Simón el Mago quien quiso comprar los poderes de San Pedro.

PAPA URBANO II


Primeros años

Su nombre de nacimiento fue Eudes (o como otros le dicen Odón) de Chatillon y nació el año 1035 en Francia. Proveniente de la familia Chatillon-sur-Marne. Después de sus estudios en Soissons y Reims, Urbano tomó la posición de archidiácono en la diócesis de Reims la cual era la capital más importante de Francia. 

Carrera

Esta posición la tomaría de 1055 a 1067 y luego en 1070 se convirtió en monje superior en Cluny. Ganó experiencia en los asuntos eclesiásticos. En el año 1079 se dirigió a Roma proseguir sus estudios y posteriormente convertirse en cardenal y obispo de Ostia por el Papa Gregorio VII.

En el año 1084 Gregorio VII lo envía como delegado del Papa a Alemania. El Sacro Imperio Romano Germánico tenía a Gregorio VII como el Papa pero una vez que este tuvo problemas que llevaron a una lucha con Enrique IV de Inglaterra, Odón quedaría como el Papa legítimo preventivo en ese tiempo. 

Ya para el año 1085 Gregorio VII muere y deja su puesto a Víctor III quien muere poco tiempo después (1087). Después de un largo tiempo, Odón fue hecho Papa en el año el 12 de Marzo de 1088. 

Papado de Urbano II

Conflicto con Enrique IV y Clemente III

En su proclamación como Papa, Odón decidió que se le diera el nombre de Urbano II. Sus primeras reformas tenían que ver con todo lo que deseaban los poderes eclesiásticos, los cuales conocía muy bien sus intereses. 

Sin embargo, en esos años tuvo muchos problemas con el antipapa llamado Clemente III quien recibía todo el apoyo de Enrique IV, el rey germánico. Esto desencadenaba un gran problema porque de este modo, Clemente III se convertiría en el antipapa, es decir, un Papa que es elegido por otras autoridades aparte de la Iglesia Católica. Urbano II logró excomulgar tanto a Clemente III y a Enrique IV que apoyó al anterior.

Ley de las investiduras

Una de las cosas por las que se recuerda Urbano II fue su contingencia con la ley de las investiduras, que trataba sobre las vestiduras que los laicos debían usar.

La controversia se inicia con la simonía(1) de algunos eclesiásticos con la cual Gregorio VII tuvo que acabar iniciando algunas reformas. Urbano II al igual que Gregorio estuvo en contra de la simonía. 

El problema de las investiduras es que están eran elegidas por la máxima autoridad del Estado, quien podía ser laico o religioso. Por lo tanto, tanto Gregorio VII como Urbano II lucharon porque la Iglesia fuera la que eligiera estas vestiduras y no los políticos. 

Reforma 

Uno de los desarrollos más importantes que hizo Urbano II fue a la Curia Romana, la cual se trataba de la administración papal dentro de la Iglesia, además de controlar la escuela de los cardenales. 

El término se conocía desde mucho antes, pero por primera vez se vió en 1089 escrito por Urbano II.

Primera Cruzada

La primera aparición del Papa Urbano II se dio en el Concilio de Piacenza, donde se encontró con el emperador Bizantino Alejo I quien le pidió ayuda contra los musulmanes que estaban apoderándose de Anatolia. 

La intención de Urbano II era que, al ayudar al emperador Alejo I a alejar a los musulmanes de Anatolia, este lograría una mayor unión de las iglesias en Europa además de alejarla del poder de los turcos. A esta lucha que la Iglesia Católica tuvo con los musulmanes, Urbano II la llamó elocuentemente ''Cruzada'' en el Concilio de Clermont. 

Sin embargo, con el paso de los años, Urbano II trataba de reconciliarse con las otras naciones. No lo logró. De hecho, su conflicto con el Rey Guillermo II se atenuó y también con el célebre filósofo San Anselmo de Canterbury. De ahí que el único apoyo que recibió Urbano II fue en Francia y Sicilia, además de España ya que estaba en contra de que los musulmanes la tomaran.

Siempre trató de conciliar a la iglesia romana y griega, pero la verdad es que nunca lo logró. Su último proyecto en la cruzada fue tomar Jerusalén 1099, pero esto nunca ocurrió. 

Muerte de Urbano II

Urbano II muere un 29 de Julio en el año 1099 siendo su sucesor el Papa Pascal II. En el año 1881 Urbano II fue beatificado por el Papa León XIII para que su día festivo fuera el 29 de Julio. 

Conclusión

Tenemos aquí a uno de los emprendedores de la Primera Cruzada de la historia. Como podemos ver esta se inicia con el apoyo de Urbano II luego de entrar en guerra contra los musulmanes. No obstante esto, en Urbano II vemos las dos caras de la moneda, puesto que por un lado vemos a un hombre que quiere conciliar las partes con los que fueron contrarios a él; mientras que por otro se lanza a la lucha. ¿Será que es una condición normal de la naturaleza humana?

sábado, 30 de junio de 2018

San Anselmo de Canterbury - De Concordia (Primera Controversia: Presciencia y libre albedrío) (1107 -1108)

Este es el último libro que analizaremos de San Anselmo de Canterbury, comprendiendo que los textos que hemos visto son estrictamente filosóficos. Por fin podremos ver la relación que tiene el libre albedrío que se hablaba anteriormente, junto con el tema de la predestinación donde se supone que el hombre, además de ser libre, es guiado por el camino de Dios. ¿Acaso no representa una contradicción suponer tal cosa? San Anselmo nos lo aclara en el siguiente libro llamado ''De Concordia''. 

Referencias:

(1) También podría ser por obligatoriedad.
(2) Quien Séneca consideraba que era perfecto.
(3) Esto fue planteado por San Agustín de Hipona cuando hablaba del bautismo. Una vez que el hombre conoce el bautismo, este no tiene justificación para cometer el mal pues ya lo sabe distinguir.
(4) Otro pensamiento de San Agustín sobre el mal y su inexistencia.
De Concordia



Primera Controversia: Presciencia y libre albedrío

Compatibilidad

La incompatibilidad de estos dos conceptos es desconcertante para cualquiera. Si se tiene conocimiento previo no puede tenerse libre elección. Para aclarar este problema, Anselmo nos propone que conceptualicemos los términos de la siguiente manera:

  1. Conocimiento previo: el conocimiento de Dios sobre los acontecimientos futuros.
  2. Libre elección: aquello que pasa sin ninguna necesidad(1).

Si algo ocurre sin necesidad, entonces Dios lo sabría de inmediato siendo que él es el ser que puede saberlo. En otras palabras, Dios puede prever sin problemas aquello que va a ocurrir sin necesidad, es decir, todo aquello que sea libre elección. 

Hasta aquí parece que el tema se podría cerrar sin ninguna necesidad, pero bien se podría decir a Dios: 

  • ¿por qué no quita de mí el mal siendo que él lo prevé

Anselmo nos dice que lo que el hombre pecador hace lo hace sin necesidad por lo que Dios sabe ambos: que sabe que pecaras sin necesidad y que sabe que no pecaras sin necesidad. 

Pero se puede seguir reprochando: 

  • ¿Acaso por el conocimiento de Dios es que yo peco por necesidad o sin necesidad?

Esto conlleva un problema pues si se sabe que peco estoy obligado a pecar, y si no peco, entonces significa que estoy restringido de la voluntad de pecar, lo cual acabaría con la libertad de elección. 

Anselmo responde a esta cuestión diciendo que la necesidad no implica una obligación; por ejemplo, Dios es necesariamente poderoso, así como también es necesario que no sea injusto. Esto no implica ninguna obligación como Dios, lo cual también implica que no hay obligación en el hombre de pecar. El hombre tiene voluntad para pecar o no pecar, por lo que aquello está en sus manos. Pecar no es algo necesario sino que más bien volitivo. 

La necesidad está en esas cosas intrínsecas a un ser; por ejemplo, si un ser siempre ha sido blanco, por necesidad es blanco. En cambio, un ser cambiante no es necesariamente blanco. Por otro lado, la necesidad sería aquello que no tiene cambio; por ejemplo, cuando hablamos del presente: ''Él es un hombre'' que es una verdad general o cuando hablamos del futuro: ''Él caminará a su casa''.

Las frases anteriores del presente y futuro pueden cambiar dependiendo del evento. Por ejemplo, el hombre puede ir en caballo a su casa, o puede dejar de ser hombre. En este sentido, el pasado es el único tiempo inmodificable(2)

La voluntad es lo que determina por fin si un evento ocurre por necesidad o no, aunque hay cosas, dice Anselmo, que siempre ocurrirán como por ejemplo, que el sol salga por el este y vaya hacia el oeste. 

Eternidad y temporalidad

En otras palabras, podríamos decir que tenemos cosas temporales y eternas. Las eternas ocurren por necesidad mientras que las temporales ocurren por voluntad; por ejemplo, pecar es un acto voluntario y por lo tanto temporal así como también la habilidad para no pecar. 

Libre elección

Mucha gente cree que la libre elección (o libre albedrío) no le servirá de nada, ya que el conocimiento de Dios determinará si va al infierno o no. Sin embargo, el conocimiento de Dios no representa la necesidad del hombre a pecar, es decir, Dios sabe si el hombre pecara o no pecara lo que no quiere decir que Dios esté actuando como un ente de obligación. En otras palabras, el sabe que pasará con él y el hombre decide libremente lo que concierne al pecado. 

Ahora, cuando el hombre llega a la edad del entendimiento, entonces este no tiene ninguna justificación para cometer el mal(3).

¿El mal en Dios?

Sería absurdo pensar que las cosas existieron primero y después Dios, pero puede ser riesgoso pensar que Dios hizo todas las cosas porque en ese sentido también diríamos que creó el mal. 

Sin embargo, ¿de dónde viene el mal? De acuerdo con Anselmo, el mal sería una falta de bien, es decir, el mal no tendría una cualidad siquiera; sería ausencia(4). Toda la bondad del hombre depende de su voluntad, por quien hace la voluntad de Dios que es buena está haciendo el bien, mientras que quien carece de esta bondad hace el mal. 

Recordemos un poco lo dicho por San Agustín cinco siglos antes: la verdad se refiere a todo lo que es verdadero y existe; el mal se refiere a todo lo que es falso y por lo tanto no existe. Tal como dijo San Agustín, la verdad es equivalente a la existencia y el mal es equivalente a la inexistencia.

Conclusión

Aquí tenemos una de las primeras conciliaciones del Libre Albedrío y la Presciencia que nos da Anselmo de Canterbury. Sin embargo, este no es el fin pues aún nos queda por hablar siendo esta la primera controversia. Realmente tenemos la influencia de San Agustín, pues supongo que junto con los árabes fue una de las pocas referencias que Anselmo pudo tener en esos tiempos. Quedémonos por ahora con esta visión del libre albedrío que este filósofo nos da.

jueves, 28 de junio de 2018

San Anselmo de Canterbury - Cartas sobre Juan Roscelino de Compiègne (1091 - 1092).

¿Qué son estas cartas al monje Juan Roscelino de Compiègne que San Anselmo de Canterbury escribió en su momento? No es una simple parte de la biografía del filósofo y teólogo, sino que también expresan un problema concerniente a la historia de la filosofía: el problema de los Universales y el nominalismo. El contenido de esta correspondencia que Anselmo tuvo con Juan es de crítica hacia lo que éste último creía de la Santísima Trinidad y otras cosas. Este problema se extendería por toda la Edad Media llegando hasta las mentes más brillantes.

Referencias:

(1) En todo caso, esta teoría la presentaron los arrianos en el Concilio de Constantinopla. 

Cartas sobre Juan Roscelino de Compèigne



Doctrina de Juan Roscelino de Compèigne

Antes de pasar a la carta que San Anselmo escribe al monje, vamos a ver un poco de la doctrina de Juan Roscelino para luego entender el contenido de la carta. 

Juan Roscelino fue un filósofo y teólogo francés que estudió en la localidad de Reims. Muy poco se sabe de su vida, excepto que tuvo correspondencia con San Anselmo y con Pedro Abelardo quienes posteriormente se convertirían en filósofos. 

Doctrina de la Santísima Trinidad

Una de sus más controversiales teorías fue sobre la Santísima Trinidad la cual él consideraba independiente en sus componentes, es decir, no era uno y trino sino que los tres eran entes separados. De hecho, Roscelino aseguraba que eran tres ángeles o tres dioses porque si fueran una misma cosa, entonces uno estarían encarnado en el otro, es decir, el Padre y el Espíritu Santo estarían encarnados en el hijo lo cual es absurdo (Bajo la doctrina católica).

Lo que sí añade Roscelino es que el poder de estos ''tres dioses'' sería la dicha unicidad que los hace ser uno. Por esta doctrina, Juan Roscelino fue acusado de ''Triteísmo'' que es la doctrina que plantea la Santísima Trinidad son tres esencias, tres dioses, tres ángeles etc.(1) 

Nominalismo de Juan Roscelino

Si recuerdan bien nuestra entrada de ''El Problema de los Universales'', podrán recordar que es problema proviene de la conclusión de saber si aquellos términos universales existen en la realidad o no. Por ejemplo, Platón, San Agustín, Juan Filopon, Boecio y San Anselmo de Canterbury eran partidarios de que existían. Por otro lado, tenemos a filósofos como Aristóteles, Porfirio y Juan Roscelino decían que no existían (o existían a posteriori).

Es más, Roscelino decía que estos Universales eran ''voces'' o en última instancia, eran solo ''palabras'' (flatus vocis). En todo caso, Roscelino no niega del todo la existencia de los Universales, es decir, les da una existencia a posteriori por lo que podríamos decir que, más que un nominalista Roscelino era un Realista Moderado.

Ahora, ¿qué es el realismo? el realismo es una postura que describe la existencia de un objeto que es independiente del objeto en sí mismo. Por ejemplo, una mujer es un objeto y puede ser bello, esa belleza existe en la mujer y por lo tanto es real. El círculo existe y por lo tanto la circularidad es real. Esto era lo que llamamos Realismo Filosófico Realismo Platónico.

Luego tenemos el Realismo Moderado de Juan de Roscelino quien plantea que los Universales existen, pero no son independientes de los objetos. Por eso, Roscelino dice que primero tenemos los objetos de la realidad (mujer) y luego su abstracción universal (belleza). 

Por otro lado tenemos el Realismo Exagerado que parte del filósofo que estamos analizando: San Anselmo de Canterbury. Este tipo de realismo dice que los Universales no son solo palabras, o conceptos sino que van mucho más allá; son realidades en acto. De ahí que el mismo San Anselmo diga que con tan solo pensar que Dios es ''aquello por lo cual nada más grande puede ser pensado'' existe en la realidad nada mas que con solo pensarlo. 

Posteriormente tenemos los Conceptualistas quienes postulan que los Universales son conceptos que existen en la mente y categorizan los objetos, pero que no tienen existencia en la realidad.

Finalmente, tenemos el Nominalismo que aniquila totalmente los Universales afirmando que estos no existen. Los Universales podrían ser en última instancia, creaciones del hombre para comprender la realidad. 


  • Realismo Filosófico: los Universales tienen existencia independiente de los objetos de la realidad. Los objetos de la realidad sólo representan a los Universales en otro plano (el mundo de las ideas, por ejemplo).



  • Realismo Moderado: los Universales existen luego de abstraer el concepto desde los objetos mismos, es decir, los Universales existen por la dependencia de los objetos (in re). 



  • Realismo Exagerado: los Universales existen en la realidad tangible y abstracta sin ningún impedimento (ante rem). 



  • Conceptualismo: los Universales sólo existen en la mente y sirven para categorizar los objetos de la realidad (post rem). 



  • Nominalismo:los Universales definitivamente no existen en la realidad, ya que serían voces vacías (flatus voci) o conceptos creados a partir de los objetos; esto anularía su existencia en ala realidad siendo solo invenciones. 



Como Juan Roscelino de Compiègne era de la categoría de Realista Moderado, sus correligionarios lo acusaron de acercarse a la postura del nominalismo por no decir que lo condenaron por Nominalismo. 

En su vida tuvo que enfrentar estas dos acusaciones por lo que tuvo que desistir de aquellas posturas. Antes de todo esto toma lugar la carta que le envía San Anselmo a Juan Roscelino. 


Cartas de San Anselmo a Roscelino


Carta sobre la Santísima Trinidad

Comenzando con esta carta, Anselmo muestra su preocupación por lo dicho Juan Roscelino con respecto a la Santísima Trinidad.


''En Dios, ya sea hay tres personas, tres cosas o de otra manera, el Padre y el Espíritu Santo están encarnados en el hijo''

En efecto, la S.T. son tres personas y tres cosas, sobre todo tres cosas porque esta palabra tiene una connotación general de ''ser''. Por supuesto, estas tres personas conforman el poder de una sola, pero esto no quiere decir que sean tres independientes.

Cada una de las personas de la Trinidad es Dios, de otra manera, tendríamos que decir que son tres dioses lo cual es absurdo.

Carta sobre la persona de Roscelino

La segunda carta nos habla de una crítica abierta a Roscelino por su postura frente a la S.T. Anselmo nos dice que no hay razón para escuchar, ni aclarar la razón de sus errores ni tampoco revelar ninguna verdad religiosa a Roscelino hasta que desista de su postura (como eventualmente lo hizo). 

La base sólida de entendimiento que tiene la S.T. queda como doctrina para todos los teólogos. 

Conclusión

Como vemos, Anselmo ataca duramente a Roscelino frente a esta postura que se etiquetó como herética. Esto no es para menos ya que de todas formas, la doctrina de Roscelino cimentó el posterior nominalismo, es decir, Roscelino sería considerado el padre fundador de esta doctrina, a pesar de no ser absolutamente nominalista, porque, como explicamos, más que nominalista Roscelino fue realista moderado. Sin dudas, una discusión que todavía sigue dando de qué hablar.

lunes, 25 de junio de 2018

San Anselmo de Canterbury - De Libertate Arbitrii (Capítulos XI - XIV) (1080 - 1085)

Esto es lo que nos queda del extracto sobre el libre albedrío. Podríamos decir que lo que vamos a escribir ahora sería la conclusión máxima a la que San Anselmo de Canterbury llegó a petición de sus correligionarios. Se nota la inspiración que San Anselmo tuvo desde los padres de la iglesia anteriores como San Agustín (quien también hablaba del libre albedrío) entre otros muchos. Veamos las últimas palabras de Anselmo sobre lo que ya conocemos del libre albedrío. 

De Libertate Arbitrii

Capítulo XI: La servidumbre no coarta a la libertad de elegir

El Estudiante comienza con una pregunta importante ¿es posible que un esclavo tenga libre albedrío? en efecto, servidumbre y libertad de elegir están en el hombre. Por supuesto, la servitud la tiene cuando alguien más se la impone, pero su libertad de elegir está en hacer el bien. Mientras haga el bien no podrá coartarse su libertad de elegir. 

Capítulo XII: La libertad de pecar no quiere decir libertad de elegir

Se dice mucho que cuando el hombre tiene libre albedrío puede hacer lo que sea, pero de acuerdo al Maestro esto no es preciso. Decíamos que el pecado es el que hunde al hombre en la servitud y lo aleja de la voluntad de elegir. ¿Cómo? porque una vez que peca se ve desesperado por volver al bien, pues todo hombre necesita volver a aquello. 

En efecto, quien pierde la rectitud de la voluntad jamás puede obtener voluntad, pues la rectitud de la voluntad es la voluntad en sí misma. Por lo tanto, quien peca pierde la rectitud de la voluntad.

Capítulo XIII: La definición de la libertad de elegir

Sin embargo, el estudiante trae una última inquietud y es que la voluntad de alguien puede verse rota apenas se le es forzado a desistir de ella a través de la fuerza. 

El Maestro dice que lo que distingue al libre albedrío de cualquier otra habilidad así como la fuerza, es la misma rectitud. Es decir, la libertad de elegir es aquello que va unido con la rectitud de la voluntad. 

Capítulo XIV: La división de la libertad

Para terminar, el Maestro da las últimas nociones y diferencias del libre albedrío:

  1. Hay un libre albedrío que es una característica de Dios que es increada.
  2. Hay un libre albedrío que es creado por Dios que es característica de los hombres y de los ángeles.

Y desde esta última se derivan otras características como por ejemplo, la rectitud de la voluntad y la no rectitud de la voluntad donde el hombre se pierde y cae en pecado. También esta la mantención de esta rectitud de la voluntad lo cual lo guiará hacia el bien y el libre albedrío. 

Conclusión

Pareciera ser que es aquí que terminamos con el libre albedrío, pero advierto que no, al contrario, todavía no hemos agotado una importante fuente de conocimiento y contraste frente al libre albedrío y la predestinación. Ya sabemos lo que es el libre albedrío por Anselmo, ahora falta ver cómo es que este se aplica a los demás conceptos que parecen contradictorios, pero eso lo veremos en otra entrega de Filosofía Apuntes. 

domingo, 24 de junio de 2018

San Anselmo de Canterbury - De Libertate Arbitrii (Capítulos I - X) (1080 - 1085)

El libre albedrío es uno de los temas más interesantes en el período de San Anselmo de Canterbury. Tenemos algunas nociones de este concepto por los libros de San Agustín de Hipona, quien defendía y explicaba el libre albedrío. ¿Tenemos realmente libre albedrío? muchos filósofos aseguran que no es así, sobre todos aquellos existencialistas del siglo XX; sin embargo, con Anselmo de Canterbury analizaremos el libre albedrío desde la perspectiva cristiana.

Referencias:

(1) Al-Ghazali, filósofo musulmán, permite este tipo de mentiras cuando se trata de salvar a un amigo. Todo esto está en el libro ''El Balance Justo''

De Libertate Arbitrii

Capítulo I: La habilidad de pecar no pertenece a la libertad de elegir


El Estudiante tiene una pregunta muy interesante. Si el libre albedrío existe, entonces ¿será que la predestinación y el conocimiento futuro de Dios serían inválidos? Además, si tenemos la libertad de elegir ¿por qué pecar sería malo si está dentro de nuestras opciones?

El Maestro contesta que el libre albedrío no es la habilidad de pecar o no pecar, de hecho, ni siquiera tiene relación con el libre albedrío. 

Esto se debe a que la absoluta libertad la tiene quien hace el bien, no quien hace el mal. En efecto, si yo hago el mal estoy sujeto a cometer errores y faltas que tendré que enmendar; en cambio, si hago el bien no tendré que enmendar nada. Por lo tanto, soy más libre cuando uso de mi libre albedrío para el bien. 


Capítulo II: Sin embargo los ángeles pecaron

El Estudiante se convence de la veracidad del argumento de su Maestro, pero llega el momento de decir que hasta los mismos ángeles pecaron, es decir, el conocido ángel caído. Si los ángeles tuvieron la habilidad de pecar, entonces con mayor razón los hombres podrán hacerlo.

El Maestro contesta que la naturaleza humana está hecha para pecar, no obstante, esta no puede dominarlo, es decir, el pecado no domina al hombre. El ángel y el hombre pecaron por libre elección, lo que significa que los dos tuvieron la libertad de hacerlo, pero no la necesidad; ambos son culpables de pecar. Son embargo, no es el pecado que los domina porque si el pecado los dominara, entonces nunca podríamos hablar de libre elección

Capítulo III: Significado del libre albedrío

Lo anterior estuvo muy explicado, no obstante, queda una duda. La misma biblia dice:

''Todo aquel que hace pecado, es esclavo del pecado''
(Juan 8:34)

Y en efecto, el hombre se hace esclavo del pecado así como también se hicieron los ángeles.

Ante esta respuesta, el Maestro empieza a dar opciones al Estudiante sobre qué tipo de libre albedrío se puede referir en el siguiente caso: ¿para qué tiene el hombre libre albedrío?

  1. Para adquirir rectitud de la voluntad sin ser concebida por nadie.
  2. Para recibir rectitud de la voluntad que no han obtenido.
  3. Para abandonar la rectitud de la voluntad que habían recibido y recobrar por sí mismos aquella rectitud.
  4. Para mantener siempre aquella rectitud de la voluntad que habían tenido
Las primeras tres no son aquellas que pertenecen al libre albedrío quedándonos la opción cuatro como la más apropiada. Por lo tanto, el libre albedrío será aquello por lo cual la rectitud de la voluntad se mantiene siempre, ya que nadie es libre cuando hace el mal.

Capítulo IV: Mantención de la rectitud de la voluntad

Cuando se habla de la pérdida de la vista, no es que se pierda la vista de manera esencial. En efecto, el ciego sigue viendo aunque su vista esté obstruida, pues, si bien no puede ver la realidad que un vidente puede ver sí puede ver algún color. 

De esta manera, mientras exista la razón también existirá la rectitud de la voluntad. 

Capítulo V: Ninguna tentación nos obliga a pecar

El Estudiante tiene una pregunta clave al Maestro ¿qué pasa con aquellos que se ven tentados a pecar? El Maestro existe que hay cosas extrínsecas que muchas veces no están en el control del hombre, por eso, el hombre involuntariamente es obligado a pecar, pero su voluntad no puede ser quebrantada, es decir, no es torturado por voluntad.

Por lo tanto, bajo ninguna circunstancia el hombre puede internamente ser llevado al pecado. ¿Cómo es que el hombre es de todas maneras llevado al pecado? porque el hombre da libre consentimiento del libre albedrío para pecar.

Capítulo VI: Cómo la voluntad se sobrepone a la tentación

El Estudiante sigue con algunas dudas sobre la tentación, pues si la voluntad no puede ser corrompida, o el hombre no es llevado al pecado por la tentación, entonces ¿cómo es que el hombre es tentado de todas maneras?

El Maestro dice que es imposible que la tentación supere la voluntad de la rectitud pues ¿cómo es posible que la tentación obligue a al voluntad a su voluntad (la de la tentación)?

La verdad es que en este caso no existe imposibilidad, es decir, no es que la voluntad no pueda ganar a la tentación, pero el hombre se ve en una dificultad y es ahí cuando elige la tentación. Cada vez que una tarea se ve dificultosa, el hombre tiene dos opciones: seguir con la rectitud o caer en la tentación. 

Capítulo VII: Cómo la voluntad es poderosa aún cuando el hombre cae en tentación


Otra de las interrogantes que existe es cómo es posible que la voluntad sea inquebrantable pero que al mismo tiempo pueda ser débil frente a la tentación. Sin embargo, esto no significa que la voluntad haya fallado o sea más débil; por el contrario, la voluntad sigue siendo la misma, solo que aquel hombre que se vió tentado dirigió su voluntad hacia otra cosa.

Por lo tanto, no existe tal quiebre o debilitamiento de la voluntad, sino más bien un cambio de perspectiva de aquella misma voluntad. 

Capítulo VIII: Ni siquiera Dios es capaz de remover la rectitud de la voluntad

¿Qué quiere decir que Dios no pueda remover la rectitud de la voluntad? quiere decir que Dios no puede desear ni mucho menos hacer voluntario lo que no desea. Es decir, la rectitud de la voluntad es algo deseado por Dios, es algo que todas sus criaturas debieran tener. Por lo tanto, es imposible que Dios siendo el Ser Supremo deseara remover la rectitud de la voluntad. 

Capítulo IX: Nada es más libre que la recta voluntad

Así es que nada nos hace más libres que la recta voluntad, aunque podría pensarse que decir mentiras puede salvarnos de la muerte por lo cual tornaremos nuestra recta voluntad a un concepto no muy apropiado. ¿Qué haremo en esa ocasión? supongamos que un tirano nos pregunta si somos del grupo al cual él está asesinando y nosotros por salvarnos decimos ''no'' Esto quiere decir que nuestra voluntad se volcó a la mentira pero también a la salvación de la muerte. 

Por supuesto, esto implica una salvación temporal y no eterna, pues el pecado y lo que aborrece Dios (como la mentira) nos llevaría al infierno. De este modo, tendremos que decidir entre la eterna salvación a través de la verdad o la temporal salvación a través de la mentira(1)

Capítulo X: El milagro de Dios después de que alguien se convierte en pecador

Por esta razón, la voluntad es inquebrantable pero a veces se ve con dificultades cuando el hombre escoge la tentación y no la rectitud. Por otra parte, muchos hombres merecen que la rectitud de la voluntad les sea devuelta, así como otros merecen que su rectitud no sea devuelta. ¿Quién merece nuevamente la voluntad? aquel que el mismo Dios se la conceda.

Conclusión

Terminamos la primera parte de este tratado sobre el libre albedrío, que yo diría que más que libre albedrío sería sobre la rectitud de la voluntad. Vemos que esta voluntad es inquebrantable y que no habrían excusas para no tener dicha voluntad, aunque esta exista en los hombres que escogen el pecado. Una mirada distinta nos ofrece Anselmo de Canterbury a este tema tan complicado que es el libre albedrío.

lunes, 18 de junio de 2018

San Anselmo de Canterbury - De Veritate (Capítulos XI - XIII) (1080 - 1085)

Seguimos con la segunda parte de este interesante libro que nos trae San Anselmo de Canterbury. Creo que desde que dejamos hablar de la verdad en San Agustín de Hipona, no ha habido otro filósofo que hable tan lógicamente de la verdad como lo hace Anselmo. Debemos fijarnos que la verdad tiene tres conceptos que la preceden: existencia, rectitud y moral. Llevando estos conceptos a la práctica podremos alcanzar el bien y posteriormente, estar con la seguridad de que estamos con el Ser Supremo. 

De Veritate

Capítulo XI: La definición de la verdad


¿Estará la verdad en el cuerpo o en la mente? pues este es el dilema que ahora tienen el Estudiante y el Maestro. El Estudiante dice primero que la verdad está en los objetos pero de manera distinta como lo está en la mente, de hecho, bajo este argumento, el Maestro indica al Estudiante que podrían considerar esta definición tentativa:

''Aquella rectitud percibible solo en la mente''

En efecto, de los objetos solo podemos ver (si es que tienen) rectitud, pero a través de la mente podemos entenderla. 

Capítulo XII: La definición de justicia

De la misma manera que se define la verdad como una rectitud, también se puede definir la justicia, pues todo lo que es justo es recto. Así, tendríamos que decir que si una piedra se comporta tal como debería comportarse, entonces esta sería tan justa como el hombre que se comporta tal como debería comportarse. 

Sin embargo, ¿son la piedra y el hombre igualmente justos? Por supuesto que no, el Maestro le explica al alumno que una de las cosas fundamentales de la justicia es que necesita voluntad para que sea llamada como tal. La justicia tiene que ver con la rectitud y el conocimiento, pero esta es fundamentalmente voluntad. No podría ser netamente rectitud porque incluso la rectitud necesita de voluntad para existir. 

Ahora, esta voluntad debe ser pura y no provenir de factores externos o por obligación, pues ya no se podría hablar de genuina voluntad ni de genuina justicia. De este modo, el Maestro y el Estudiante llegan a la siguiente conclusión:

 ''La justicia es la rectitud de la voluntad''

Sin embargo, nadie tiene la justicia de manera innata por lo que esta se debe conseguir, y no solo conseguir sino que también mantener; por lo tanto, los dos dialogantes llegan a una tercera definición de la justicia:

''La justicia es la rectitud de la voluntad que es mantenida''

Es aquí donde el Estudiante queda satisfecho con la definición y pasan a tratar otras materias. 

Capítulo XIII: La verdad es una en todas las cosas verdaderas

El genero de la justicia es la verdad misma, y la verdad asimismo es la rectitud. Por lo tanto, si todos los seres tienen la verdad, entonces todos los seres tienen verdades y rectitudes. Sin embargo, esto nos llevaría a un problema pues de ser así, la verdad no sería una sola unidad, y además está sujeta al cambio.

El Maestro le explica que no es necesariamente así, pues si un objeto cambiara la autenticidad de la verdad no cambiaría pues también es algo natural de los objetos que cambien. 

La rectitud quedaría intacta frente a los cambios de todas las cosas. Por más que una cosa esté sometida a los cambios, esta nunca cambiará su verdad, su existencia o su rectitud. 

Entonces ¿acaso no podemos decir ''la verdad de esto'' y ''la verdad de esto otro''? el Maestro dice que la verdad abarca todas las cosas porque el Ser Supremo la contiene. Ahora lo que debemos entender es que todas las cosas están en la verdad del Ser Supremo y no al revés. 


Conclusión

Con esto terminamos el tratado sobre la verdad que nos quería hacer entender Anselmo. Verdaderamente importante es saber en qué sentido podemos entender qué es la verdad, pues nada es tan metafísico y lógico como esto. Debo aceptar que juega mucho con el ingenio y la sabiduría por lo que no en vano ponemos en sus ojos este apunte de la verdad en San Anselmo de Canterbury